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LA GENERACIÓN DEL CONFINAMIENTO. LOS JÓVENES EN EL ESCENARIO POSPANDEMIA, UNA VISIÓN DE LA OIT

LA GENERACIÓN DEL CONFINAMIENTO: LOS JÓVENES EN EL ESCENARIO POSPANDEMIA

Antes del COVID-19, “más de 267 millones de jóvenes no tenían empleo, ni participaban en ningún programa educativo o de formación”. Ahora, “los jóvenes […] corren el riesgo de tener que seguir haciendo frente a los efectos de la pandemia a lo largo de toda su vida laboral”, OIT.

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DR. GERARDO NIETO1

¿Cuál es el escenario laboral para los jóvenes a los que les tocará vivir los efectos sanitarios, sociales y económicos de esta pandemia? Primero un apunte preliminar: antes del COVID-19, el futuro de los jóvenes en materia laboral era ya desafiante, pues “más de 267 millones de jóvenes no tenían empleo, ni participaban en ningún programa educativo o de formación (jóvenes ‘nini’), incluidos casi 68 millones de jóvenes desempleados”, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).2 Ahora, el escenario pospandemia se presenta excepcionalmente complicado. “Los jóvenes […] corren el riesgo de tener que seguir haciendo frente a los efectos de la pandemia a lo largo de toda su vida laboral, y de pasar a constituir una ‘generación del confinamiento’”.

Esta caracterización tiene dos elementos principales: el primero, alude a los efectos de la pandemia sobre la educación y la formación de los jóvenes; el segundo, dibuja lo que sucede en el mundo laboral, en el que los jóvenes y, dentro de éstos las mujeres, tienen las tasas de desempleo más elevadas. “La interrupción de las actividades de educación y formación podría repercutir adversamente de por vida en el nivel de ingresos de los jóvenes que se ven obligados a abandonar sus estudios”.

LA OIT ANTE LA PROBLEMÁTICA LABORAL JUVENIL

En el plano laboral, la tasa de desocupación más elevada es la de los jóvenes y dentro de éstos se encuentra el grupo más cualificado. En su reporte 2019, la OCDE concluyó que México registraba una crisis en materia laboral que se expresaba en dos dimensiones: una de sobrecualificación y otra de informalidad.3 Ahora, la OIT, en el marco de la actual pandemia, establece: “Los jóvenes (15 a 24 años) son más proclives a estar desempleados o a tener un empleo de peor calidad que los adultos (25 años o más)”.4

Al componente cuantitativo se suma el factor cualitativo: “Una gran cantidad de jóvenes, en particular mujeres, se subutilizan en el mercado laboral”. Asimismo, el cierre de fronteras agudiza la situación laboral de los trabajadores migrantes. “Los jóvenes menores de 30 años integran alrededor del 70 por ciento de los flujos migratorios a escala internacional. Muchos jóvenes migrantes […] no han podido retornar a su trabajo ni volver a su país de origen”.

Cuatro esferas de la vida de los jóvenes son afectadas por la actual pandemia según el Organismo: 1) la interrupción de sus programas de estudio o de formación; 2) la pérdida de su empleo o la disminución de sus horas de trabajo y con ello de todos o parte de sus ingresos; 3) mayores dificultades de inserción laboral; y 4) recurrencia de episodios de ansiedad o depresión. En el aspecto laboral, “…más de uno de cada seis jóvenes […] ha dejado de trabajar desde que surgió la crisis del COVID-19”.

Los jóvenes son el sector laboralmente más afectado por el COVID-19. Sus efectos pueden extenderse a lo largo de una década y ampliar las desigualdades sociales y económicas. La OIT acuñó el término ‘generación del confinamiento’ para referirse al escenario que la pandemia del coronavirus puede dar lugar por la ruptura del modelo tradicional de educación centrado en los programas presenciales y la transformación obligada que dejará en el mundo del trabajo. “La generación del confinamiento será aquella compuesta por los jóvenes que severamente se verán afectados por la crisis del coronavirus”.5

Antes de la crisis, la situación laboral de los jóvenes ya era crítica. “El desempleo entre personas de 15 a 24 años estaba en ascenso […] se ubicó en 13.6% en 2019 […] Tres de cada cuatro trabajadores jóvenes en todo el mundo estaban ocupados en la economía informal”.6

EL CASO DE LOS JÓVENES PROFESIONISTAS MEXICANOS

En la antesala de la gran crisis del COVID-19, México traía excedentes de egresados que en algunas carreras era del 500 por ciento. Después de la crisis, el escenario obviamente no mejora, con la agravante de que habrá una ruptura entre formación universitaria y el mercado laboral. “Los jóvenes son los más vulnerables […] la consecuencia más severa de no lograr desarrollar su pleno potencial laboral será que no sean capaces de contribuir a la sociedad”,7 con lo que también se abrirá la discusión sobre la eficiencia del gasto en el subsistema de educación superior.

La tasa general de desempleo es menor que la tasa de desempleo juvenil. Esto se explica por la relación entre la formación universitaria y los requerimientos del mercado laboral. A veces, parecen ir en carriles separados. No es, por supuesto, que la universidad se supedite a la economía, al contrario, cada vez resulta más evidente que la conexión entre ambos mundos es imperfecta.

Una de las razones que motivó al Proceso de Bolonia al asumir su modelo 3-2-3 (licenciaturas cortas de no más de tres años y posgrados largos) fue la de avanzar en una formación profesionalizante y dejar el posgrado para quienes quieran otra cosa de la educación y no sólo trabajar. De hecho, la crítica recurrente que se hace a este modelo es precisamente esa, que apostó por una universidad light y que mercantilizó la educación superior.

En países como México, en el que predomina un modelo tradicional de educación superior, con licenciaturas largas, es más evidente la distancia entre la formación universitaria y los requerimientos del mercado laboral. La educación terciaria aquí es muy robusta, y la economía del empleo —dominada por micros, pequeñas y medianas empresas— requiere fundamentalmente técnicos. Cuando el egresado de la educación superior se inserta en el mundo del trabajo, no hace crecer la pirámide del empleo profesional altamente ca- no cuentan con computadora y tampoco con conexión a lificado, sino que desplaza al personal técnico que ya está. Internet en sus hogares. A nivel mundial, “… 60% de las mujeres y 53% de los hombres jóvenes vislumbran su futuro UN OBSTÁCULO PARA profesional con incertidumbre […] Alrededor de la mitad de EL EMPLEO LLAMADO COVID-19 los jóvenes que cursan estudios temen finalizarlos con reEn el contexto actual, el COVID-19 vino a agravar la situación. traso y un 10% considera que no podrá terminarlos”.10 En materia de empleo, el sector de los jóvenes es el que mues- El segundo trimestre de 2020 será el de mayor repercutra los impactos más fuertes. “Sin duda, los jóvenes estarán sión de la crisis económica con impactos en lo laboral: “Los entre los más severamente golpeados por la crisis económica efectos en el mercado de trabajo de las medidas adoptadas en desencadenada por la pandemia. Muchos perderán su em- Europa han sido más intensos de lo previsto”.11 pleo, otros no podrán conseguirlo, particularmente, los que Son los jóvenes los que sufren más directamente las conestán saliendo de la universidad”.8 secuencias laborales de la pandemia, porque son ellos los

Venimos de una crisis estructural y sistémica porque el mo- que nutren de fuerza laboral a los sectores económicos más delo económico privilegió los circuitos financieros y bursátiles afectados por la crisis sanitaria: “Servicios de hotelería, aliantes que la economía productiva. La financiarización a la que mentación y comercio […] La alteración de las cadenas de suasistimos en las últimas cuatro décadas abrió la brecha entre ministro tendrá consecuencias laborales devastadoras […] en la ficción bursátil y la economía real; entre la economía casino particular a las mujeres, en sectores como el de la confección”. y la economía del empleo; entre los derivados y el circuito de Guy Rider, director gerente de la OIT, habla del riesgo lala producción. El patrón de acumulación económica que sur- boral de perder a toda una generación. El COVID-19 vino a gió del Consenso de Washington fue virtuoso para generar y confirmar las limitaciones de un modelo económico que no concentrar la riqueza en pocas manos, pero no para alcanzar es virtuoso para crear empleo productivo en la economía forobjetivos de inclusión y desarrollo sostenible. La gran crisis del mal, ni para incluir en la dinámica del crecimiento a los sectoCOVID-19 aceleró la ruptura con el modelo económico. res más vulnerables de la sociedad.

En el periodo marzo-abril de 2020, se perdieron en México Se abre una posibilidad de que el regreso al mundo real 696 mil empleos formales. De esta cifra, 385 700 cayeron en de la economía se haga con base en otro modelo: “Mediante el rango de personas entre 15 y 29 años de la promoción de una transición a un modelo edad, esto es, el 55.41 por ciento. Al conside- LOS JÓVENES de desarrollo económico más sostenible y rar el nivel de instrucción, el 54.12% de los que en este bimestre perdieron su empleo SON EL SECTOR equitativo”. Los programas gubernamentales y de las tenían educación media superior y superior.9 LABORALMENTE instituciones educativas tienen el imperatiEl escenario laboral y educativo de los jóvenes se complica en la medida en que cerca MÁS AFECTADO vo de atener los efectos de largo plazo de la gran crisis del COVID-19 en el sector de los de la mitad de quienes perdieron su empleo POR EL COVID-19. jóvenes, sobre todo en tres áreas específicas

“El COVID-19 vino a confirmar las limitaciones de un modelo económico que no es virtuoso para crear empleo productivo en la economía formal, ni para incluir en la dinámica del crecimiento a los sectores más vulnerables de la sociedad”, Guy Rider, director gerente de la OIT.

de su desarrollo: a) educación; b) inserción en el mercado de trabajo; y c) desarrollo psicosocial. Un nicho de oportunidad, sin duda, para la práctica profesional de la orientación.

UN MODELO POSCOVID PARA LA GENERACIÓN DEL CONFINAMIENTO

Hasta ahora, en el ámbito de la orientación, tenemos como vector dominante un relato construido para tiempos normales. No obstante, la realidad dista mucho de ese parámetro. Esa manera de mostrar el futuro a los jóvenes puede resultar anticlimático y generar más dudas que certezas, sobre todo si tomamos en cuenta lo que dejará el COVID-19: “Un gran aumento del índice de desempleo juvenil […] en particular […] de las mujeres jóvenes […] La tasa de participación de los jóvenes en la fuerza de trabajo también disminuye considerablemente en todo el mundo”, determina la OIT.

Se operó ya una ruptura con el modelo tradicional de la orientación. Llegó a su fin el modelo de grandes concentraciones que sirvieron para todo, menos para ampliar el horizonte de una orientación centrada en la calidad. Lo que tenemos enfrente es otra cosa y la OIT nos lo recuerda en este estudio, cuya principal conclusión es que podemos estar frente a la ‘generación del confinamiento’.

El nuevo relato de la orientación debe descansar en la deconstrucción de la realidad que por imperfecta que sea, siempre será mejor que plantear escenarios idílicos que nada tienen que ver con la realidad.

La gran crisis del COVID-19 muestra ya la inoperancia de los planes presenciales o lo antitético que resultan programas que hacen a los jóvenes protagonistas de la orientación cuando están inmersos ellos mismos en muchas interrogantes respecto a un mundo laboral no sólo cambiante, sino profundamente cambiado. Aceptemos que en sistemas complejos y ante realidades inescrutables, depositar la orientación en jóvenes estudiantes que están en formación quizá no sea la mejor manera de operar.

En medio de la gran crisis del coronavirus, los jóvenes comienzan a preguntarse sobre su futuro laboral. Luego de la universidad, ¿qué sigue? Ese futuro es difícil para los jóvenes con educación y será imposible para quienes no tengan instrucción. A pesar del complejo escenario que la realidad pinta, sólo hay una certeza: la única puerta de acceso al futuro, en un mundo que ha hecho del conocimiento su esqueleto y su cuerpo, es la educación. Esa es la ruta y ese debe ser el énfasis en el ejercicio profesional de la orientación.

1 Doctor en Economía con posdoctorado en el Instituto de Investigaciones Económicas. Profesor en las facultades de Economía y Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. 2 Organización Internacional del Trabajo, Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones actualizadas y análisis, Cuarta Edición, 2020. 3 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Educación superior en México. Resultados y relevancia para el mercado laboral, 2019. 4 Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones actualizadas y análisis, p. 7. 5 Jahn Paula, citada por Bugarin, I. (06 de junio del 2020). “Pandemia por Covid-19 lleva a universitarios rumbo al desempleo”, El Universal. 6 Ídem. 7 Ídem. 8 Ídem. 9 Cifras del IMSS e INEGI al primer trimestre de 2020. 10 Iniciativa Mundial sobre Empleo Decente para los Jóvenes. 11 Observatorio de la OIT: El COVID-19 y el mundo del trabajo. Estimaciones actualizadas y análisis, p. 4.

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