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Ironía porTeo Revilla
from Edición 68
Ironía
“Discurso o dicho porqué ser, en sí, perversa. agudo y mordaz, que cen- Conviene poseer buenas sura o ridiculiza a alguien dosis de ironía, ya que sin o algo. Consideraremos la ella estaríamos como ante ironía como una forma de un condimento un tanto inentrar en un coloquio cual- sípido por falta de argumenquiera, con recursos pro- to, que es donde ésta, precipios y con el fin de alterarlo samente, se halla cómoda, ya de algún modo añadiendo que es un recurso persuasivo entorpecimientos y obstá- que suele estar presente en culos en el complejo cruce cualquier discurso, sea políde opiniones. La ironía es tico, cultural o de cualquier una heterogeneidad, encu- otra índole. Así mismo, bierta más bien, que pone o es recurrente en la misma trata de poner en evidencia prensa escrita o en espacios el carácter dialógico del dis- radiofónicos o televisivos. A curso de una manera sutil, veces propone o presupone usada con frecuencia como un modelo de análisis noveescudo o tapadera, referen- doso con el fin de influir en te distinguido de quien intenta Pintura al óleo sobre lienzo. Alta calidad se aprecia en diversos ámbitos sociales, al ir suplantar o al menos cuestio- este famoso pintor chino, BaoJun Liu. humor, ironía... implícita en el mismo concepto nar, desde personales premisas, exponencial como ornamentala supuesta veracidad de lo expuesto por otro u otros. Se ción retórica bien calibrada. Su razón de ser es la de usar, provoca de este modo la creación de un controvertido jue- atrevidamente, figuras estilísticas remarcadas a manera go. Un juego en el que lo que se dice a nivel personal, queda de astutos juegos, malabaristas, utilizados con fuerza pomoldeado a capricho con el propósito de lograr conseguir tencial y maniquea; poder que ofrece la oratoria, cuanefectos que desarmen, incomoden, pongan en evidencia o do está inteligentemente bien enfocada. La ironía, en fin, ridiculicen la opinión del oponente. En todo caso, la iro- puede generar un embrollo, en el que podemos caer –o nía o la sátira, forman una singular y personal estrategia, hacer caer como yo ahora escribiendo sobre ello- con freque sirve para evaluar los propios argumentos, sinceros o cuencia, ya que a veces somos nosotros los que nos senno tanto, contrastándolos con los de los otros intentando timos manipulados o engañados cuando otros, con sus ponerlos en evidencia con el propósito peligroso de pre- inteligentes ardides, nos llevan a su enfoque astutamente. tender anularlos, menospreciarlos o ridiculizarlos. Vista así, la ironía sería un pretexto bien calculado para
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La sátira puede llevar implícito un toque humorístico o vencer al oponente y también para intentar ganar a una sarcástico que anule o apague otros; incluso sirve a menu- audiencia, si es el caso. Elocuencia, templanza, elegancia, do para darle una nueva orientación en la charla, un cam- y sobre todo el uso de un corrosivo y complejo dominio bio de rumbo, lo que sea, pero apropiado a intereses o fines especulativo del habla…” muy concretos. ¿Cómo? Llevando el tema astutamente por donde se pretenda escudándonos en una especie de bro- Barcelona.Mayo.2015. quel o parapeto dialéctico, que ayude a crear distintos desvíos por los que transitar a conveniencia. Dado su carácter generalmente encubierto, su contenido obedece a una estrategia en la que el fin es que caigan vencidos los oponentes y acaben por argumentar a nuestro favor. La ironía hay que manifestarla como fina pulla que no ha de notarse casi, ya que su fin es no atacar sino incomodar; tampoco tiene ©Teo REVILLA BRAVO Pintor, Escritor y Poeta