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Al viento de Teo Revilla
from Edición 68
La Poesía vínculo de lo posible con lo imposible
El enunciado de este escrito se reafirma en un momento muy pragmático en que los valores morales no parecen tener el alcance debido, tan absorbidos estamos por los vanos y engañosos filtros de una sociedad que ha hecho del consumo capitalista sus señas de identidad. En este aspecto, el arte, la poesía, los sentimientos compartidos, los actos creativos, son las únicas armas de las que disponemos para soñar, como seres humanos, en un mundo diferente, más templado, pacífico y solidario. El poeta, en desafío constante con el medio de donde se intenta aislar, es elegido para cultivar lo sorprendente y extraordinario; para hallar lo exquisito y delicado; para buscar lo sublime y sencillo, aquello con lo que intenta derrotar lo impuesto cuya ordinariez e insipidez pragmática le producen rechazo. A través de una mirada, llamémosla “espaciotemporal”, el poeta, que tiene fama de soñador irredento, se coloca con los pies en tierra, desnuda y afila su lenguaje, y escribe manifestando con ello que quiere trasformar la civilización y contribuir a que el hombre no se extravíe de su esencia más bienhechora y sí sienta la naturaleza, el misterio, lo aparente desconocido, el encantamiento, la vida, brotar libremente de adentro hacia afuera en un acto generoso y brillante de claridad.
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Si la filosofía requiere de principios, de argumentación, de lógica, de confusas verdades desveladas, etc., la poesía sugiere y expresa desde la intuición, uniendo lo posible y lo imposible, ocupándose de sueños y vigilias, buscando la simbiosis en un intento por enlazar lo real con lo irreal. El lenguaje poético, que es libertario en esencia, se resiste a esas normas que esclavizan sutilmente la mente haciéndonos peleles del destino, y las combate, como diría Celaya, con esa arma de futuro que es, metafóricamente hablando, la poesía.
La poesía es ímpetu, es arroyo claro e impulsivo, es serenidad de lago, es tempestad y quietud de mar, luz de sol y claro de luna, es el centro mismo de la luminosidad y del compromiso, de las mejores aspiraciones del hombre ya que penetra en sus abismos más profundos para elevarlas a los cielos más altos. La palabra poética, no se acomoda a las cosas que pueblan las superficies; la palabra poética tiende a ir al fondo, hallar nuevos referentes, penetrar en la indagación azarosa de inexplorados sentimientos a través de nuevas y mejores palabras con que poder expresarlos. Ahí, en esa ardua labor, en esa espléndida autonomía que
La creación de Adán (Capilla Sixtina, 1508-1512) Miguel Ángel
La Poesía vínculo de lo posible con lo imposible
La creación de Adán (Capilla Sixtina, 1508-1512) Miguel Ángel
se concede, arriesga su misma razón de ser entrando en pugna con el medio en que vive para buscar lo sublime; solitario y tenaz, va tras la creación y a veces tras la quimera. Mediante la palabra –o el medio que utilice-, el Poeta -el artista-, siente que se libera, que engrandece su mundo, y por ende, ojalá, posiblemente ayude a engrandecer el de otros.
Los sentimientos, las impresiones, emociones y vivencias, al fundirse y formar el lenguaje de lo intuitivo y con éste alentar la sensibilidad, acaban formando los verdaderos átomos germinales de la poesía, que no es ni más ni menos que la gestación, crecimiento y culminación del poema. Solamente de esa eclosión puede aparecer, vigorosa y necesaria, la obra artística, la buena y necesaria poesía, aquello que no tiene explicación concreta y que se resuelve a través del inicial deslumbramiento. Ese enigma tremendo, ese acto de fe y de intuición prolífero, nos lleva al encuentro inevitable con lo que nos inquieta, con la elaboración especulativa del mensaje, con el poder de la palabra. La poesía es un noble acontecimiento, que nos salva cada día del morir; es la pasarela que tendemos entre una isla y otra isla –posibilidad e imposibilidad-, para huir de la tremenda soledad que a menudo nos demuele. El poeta busca resolver, ante todo, la angustia vital; intenta hallar un asidero seguro, para poder descubrir el goce, la alegría, la felicidad, el éxtasis creativo 0 flujo de imaginación, todo eso que hay que ir renovando continuamente –desde lo trivial y desde lo supremo- para no perecer dentro de una realidad que con frecuencia nos constriñe, anula y ciega…
Barcelona. Agosto.2015.