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Jesús J. López Moreno
LA CALZADA CARTHAGO NOVA—COMPLUTUM Y SU POSIBLE RELACIÓN CON LA CONQUISTA MUSULMANA DE HISPANIA Jesús Joaquín López Moreno
Asociación Cultural «La Carrahila»
Correo—e: andarraix@hotmail.com
La historiografía tradicional narra que Tariq, liberto de Musa, desembarcó en los alrededores de Gibraltar en el año 711, y fue en la batalla de Guadalete donde el primer contingente de invasores derrotó al rey visigodo Rodrigo. A partir de este famoso episodio se produce la rápida conquista musulmana de España. Sin embargo, este hecho no parece tan claro desde 1989, cuando se planteó la posibilidad que el desembarco y posterior batalla se produjera en una zona que poco tiene que ver con Gibraltar y más con las latitudes murcianas. No nos inunda ninguna sensación nacionalista que nos induzca en apropiarnos del hecho histórico que condicionó la Edad Media peninsular. Nuestra visión imparcial de la historia obliga a considerar lo propuesto por Joaquín Vallvé en su discurso leído ante la Real Academia de la Historia el 2 de abril de 1989, y publicado, en parte, en el X volumen de la revista de estudios árabes Al-Qantara. Desglosémoslo pues.
Tras hacer una crítica textual de las fuentes árabes, en la que se subraya las contradicciones existentes sobre la personalidad de Tariq, el autor llega a la conclusión que el desembarco del año 711 tuvo lugar en Cartagena, conocida a partir de entonces con el pseudónimo árabe al-Askar («El Campamento»). Con posterioridad, la batalla decisiva entre invasores y visigodos se llevaría a cabo en el campo de Sangonera, o vega del Guadalentín, y no a orillas del río Guadalete.
Nos dice Joaquín Vallvé que ya la Primera Crónica General (siglo XIII) se hizo eco de dos tradiciones contrarias sobre el lugar donde murió el rey visigodo: «El rey Rodrigo quando lo sopo, ayunto todos los godos que con ell eran; e fue atreuudamientre contra ellos, et fallolos en el rio que dizen Guadalet, que es acerca de la ciudad de Assidonna, la que agora dizen Xerez. E los cristianos estauan aquend el rio e los moros allende, pero algunos dizen que fue esta batalla en el camp de Sangonera, que es entre Murcia et Lorca». Y es que esta misma referencia a la batalla en el campo de Sangonera se manifi esta en otras fuentes latinas y romances. Sin embargo, hay autores como Louis Chalon, Sánchez Albornoz o Félix Hernández que rechazan la voz Sangonera y quieren identifi carla con otros topónimos peninsulares de grafía parecida (Sidoña, as-Sawaqi, as-Sawani, Segoyuela de los Cornejos, Saguntia o Gigonza). Incluso, hay otros como Lévi-Provençal que la eluden. Pero la Primera Crónica General
dice «camp de Sangonera» y corresponde al aludido en época andalusí como Fahs Sanqunira.
Es en Cartagena y su comarca (Ager Carthaginensis) donde Joaquín Vallvé asocia la mayoría de los topónimos citados en las fuentes árabes con el lugar donde se desarrolló la batalla decisiva, como el Wadi-t-Tín (“Río de Barro”), que se identifi ca con el río Guadalentín o Sangonera de forma clara, y no con el Guadalete. Otras fuentes árabes citan Qartayannat (Cartagena) como el lugar de la batalla. Otra prueba sería que fue Teodomiro, conde o gobernador de la Carthaginensis, y no de las costas del Estrecho de Gibraltar, quien escribió a Rodrigo para comunicarle la sorpresiva invasión: «han llegado a nuestra tierra unas gentes, pero no sé si han venido por el cielo o por la tierra».
Concluye el autor su investigación narrando que los invasores ocuparon primero la ciudad de Cartagena, donde establecieron el primer campamento llamado al-Askar. Mientras recibían refuerzos, Rodrigo, avisado por Teodomiro, tuvo tiempo para acudir con sus tropas. La batalla acaecida en el campo de Sangonera obligó a Teodomiro a negociar con los musulmanes tras la muerte del rey visigodo, negociación que se refl eja en el pacto con Abd al-Aziz, hijo de Musa, en abril del año 713. Es este documento la primera y única fecha segura de la cronología de la conquista musulmana. Otro dato signifi cativo es que Cartagena no apareciera mencionada en la fi rma del pacto, no porque no fuera ciudad importante, sino porque fue conquistada por la fuerza de las armas, y, por tanto, no estuvo sujeta al régimen de capitulación establecido.
Esta ha sido una efímera síntesis de las Nuevas ideas sobre la conquista árabe de España. Toponimia y onomástica del eminente arabista Joaquín Vallvé. Quisiéramos continuar el presente escrito con una nueva aportación arqueológica dada en uno de los dos lugares donde se desencadenó la sangrienta batalla según la Primera Crónica General.
En noviembre de 2007, tuvimos la ocasión de presentar al público asistente en el IV Congreso Internacional Valle de Ricote nuestro nuevo hallazgo arqueológico referente a más de 100 metros de calzada romana pavimentada en el puerto de La Losilla (Ulea, Murcia). Os remitimos a las actas ya publicadas del respectivo
congreso para quien quisiera adentrarse sobre este descubrimiento realizado por la Asociación Cultural «La Carrahila» en marzo de 2006. En dicho estudio, hicimos una descripción detallada del trazado topográfi co de la vía pública que unía Carthago Nova y Complutum por los términos de los murcianos municipios de Abarán, Blanca, Ulea y Archena. Estudios posteriores nos han permitido conocer su recorrido por la totalidad de la provincia de Murcia. Aunque este escrito está hoy en barbecho, quisiéramos avanzar un nuevo hallazgo de un tramo de esta misma calzada romana, y que podría estar en directa relación con el episodio histórico aquí comunicado.
Entre las aportaciones dadas en nuestro artículo de 2007, manifestamos la localización absoluta del miliario del puerto de La Losilla en el actual mojón divisor de los términos municipales de Ulea y Archena, a pies de la CN-301 y en las inmediaciones de la venta de la Rambla. El desaparecido miliario está fechado en época de Tiberio (31/33 d.C.) y marcaba 58 o 59 millas (85,9 o 87,4 kilómetros) en relación con Carthago Nova. Es desde el término de Hellín (Albacete) donde la vía pública aparece asociada en varias zonas con el trazado de la vía pecuaria denominada Cañada Real de La Mancha a Murcia o de Los Cabañiles. Con esta premisa, y con otros datos, podemos conocer el trayecto de la calzada restante entre Archena y Murcia.
Una vez pasado el miliario, la calzada continuaba por el camino de la Anchosa para introducirse en Lorquí y El Llano de Molina (Molina de Segura), donde cruzaba el cauce del Tader a través del hoy desaparecido puente Almanzora. A partir de aquí, la calzada discurría por su margen derecha ligada a la vía pecuaria continuadora de la anterior y denominada Vereda del Puente Almanzora, que la tenemos registrada por suelo de Alguazas y Las Torres de Cotillas. La vía proseguía su travesía pasando junto al Azud de la Contraparada para entrar en Alcantarilla por la calle denominada Camino de los Romanos. Es al sur de este municipio donde hemos hallado nuevos restos viarios en el pago de Voz Negra, justo en el campo de Sangonera. Ya Juan Lozano, en 1794, afi rmó que el camino «se dirigía por el ocaso de la Buznegra cerca de Alcantarilla, donde le tenemos á la vista. Lo recto de él, la tierra, apretada con el cascajo, y arena; tierra de color distinto al de las Azas proximas; el concepto del vulgo, que aun le llama de los Romanos; todo prueba y comprueba». En 1989, Francisco Brotóns evidenció la posible calzada en este mismo paraje, revelada en el cambio de tonalidad del cereal sembrado. Utilizando estas informaciones, hemos rastreado la zona con las fotografías del vuelo americano de 1956, y, evidentemente allí, en el subsuelo del campo de Sangonera, se muestran unos 650metros de la calzada que unía el centro peninsular con la importante ciudad portuaria (coordenadas UTM x: 655.875 / y: 4.201.491). Una posterior prospección en superfi cie nos ha dado la presencia de dos posibles
Calzada Carthago Nova-Complutum en el campo Sangonera (Murcia). Fotografías aéreas de 1956 y en la de 2003
losas de su pavimentación, al parecer levantadas en las tareas agrícolas de desfonde según se aprecia en la marca de una de ellas.
Pero lo más interesante para nosotros es la dirección que muestra la calzada. Esta se dirige hacia el suroeste con claros indicios de cruzar el cauce del río Guadalentín o Sangonera. ¿Pero esta calzada no atravesaba el puerto de La Cadena? En efecto, Pierre Sillères publicó un gran estudio sobre esta vía romana en 1982, haciéndola pasar por este puerto al aludir que el miliario de La Losilla no tenía una procedencia autóctona, sino que procedía del área de Cieza. Lo manifestó el autor francés para equiparar lo marcado por el miliario y la distancia existente entre Cartagena y Cieza, y, de este modo, poder hacer transitar el trazado de la calzada por el puerto de La Cadena, cuyo paso era utilizado en época andalusí. En 1997, Francisco Brotóns, queriendo ver una procedencia autóctona del miliario de La Losilla en la venta de la Rambla, rectifi có el trazado de la calzada, haciéndola bordear por el oeste de la sierra de Carrascoy. De este modo, desde Cartagena se dirigía para atravesar el cauce del Guadalentín antes de llegar al núcleo urbano de Librilla, y, desde aquí, dirigirse hacia Alcantarilla por su margen izquierda. Diez años después, nosotros hemos verifi cado que el miliario procedía de la venta de la Rambla, y es más, hemos dado su ubicación absoluta apuntada más arriba. Somos parcialmente partidarios del trazado propuesto por Francisco Brotóns, aunque,
como evidencia la dirección que toma la calzada en el campo de Sangonera, tenemos que corregir al anterior autor haciéndola cruzar el cauce del Guadalentín por el sur de Alcantarilla, para bordear la sierra de Carrascoy por su margen derecha.
Hecha esta nueva rectifi cación del trazado de la calzada Carthago Nova-Complutum, quisiéramos concluir volviendo a retomar la línea narrativa. Siguiendo a Joaquín Vallvé y a la Primera Crónica General, la famosa batalla pudo haber acaecido en el campo de Sangonera, vega del Guadalentín. El trazado de la antigua vía pública cruzando el cauce del río por este lugar puede servir para desvelarlos proemios de la batalla que condicionó la Edad Media. Como cuenta la crónica del siglo XIII, «los cristianos estauan aquend el rio e los moros allende». Es decir, cuando Teodomiro llamó a Rodrigo, este debió acudir desde el norte hacia el campo de Sangonera por la calzada, posicionándose en la margen izquierda del río. Al otro lado se encontraría el contingente musulmán procedente del campamento de Cartagena. Los posteriores hechos sangrientos quizás haya que buscarlos en la voz Sangonera. Sobre este topónimo, Robert Pocklington nos dijo que procedía del latín Sanguinaria. Su signifi cado no merece de traducción alguna y podría hacer alusión a la dramática batalla en la que fue derrotado el rey Rodrigo. Otro topónimo más signifi cativo, y dado al sur de Alcantarilla, es Almazora, del árabe al-Mansura («La Victoriosa» o «el lugar de la victoria»). Como hemos visto, esta misma palabra fue empleada para denominar el puente de la antigua calzada a su paso sobre el río Segura. El signifi cado de ambos homónimos, al igual que Sanguinaria, podría aludir el lugar donde vencieron los musulmanes al ejército visigodo. La evidencia toponímica de la zona refuerza la hipótesis de Joaquín Vallvé.
Por otro lado, el posible desembarco en Cartagena no está fuera de lógica. Desde aquí partía una de las principales vías romanas de Hispania. La calzada Carthago Nova-Complutum continuaba en uso en los albores del siglo VIII, y enlazaba con Toledo, capital del reino visigodo a conquistar por los musulmanes. La fuente que lo corrobora la tenemos en la descripción del itinerario Qartayanna-Tulaytula hecha por al-‘Udri en el siglo XI. Pudo ser esta la ruta seguida por el rey Rodrigo y por los recién desembarcados para acudir hacia el campo de Sangonera, lugar donde acaeció la dramática batalla y el comenzó de la conquista musulmana de Hispania según Joaquín Vallvé y una de las dos versiones dadas en la Primera Crónica General.
Bibliografía
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Calzada Carthago Nova-Complutum. Tramo CartagenaArchena (Murcia)