PRÓLOGO
Silueta de un visionario FRANCISCO IRIARTE, EL PADRE DE SINALOA Por Juan Lizárraga T. Alma del movimiento separatista que hizo del Estado de Occidente los de Sonora y Sinaloa, precursor —desde el punto de vista histórico— del periodismo en la región, Francisco Iriarte Conde debe ser llamado, con justa razón, el Padre de Sinaloa, como lo propuso Antonio Nakayama. Nació en Cosalá, cuna también de la vida política y del periodismo. Sus Padres fueron Francisco Iriarte y Jacinta Conde, familia distinguida y acaudalada. No es con los hechos de su infancia y de su juventud como se ha de engrandecer a Francisco Iriarte, ya que permanecen en el anonimato, sino por el papel histórico que desempeñó en la creación de lo que hoy se llama Estado de Sinaloa. El 31 de enero de 1824, la Federación creó el Estado de Occidente con las Provincias de Sonora y Sinaloa, cuando Iriarte era el jefe político, cargo del cual cesó al instalarse el Congreso Constituyente, aunque el 7 de octubre del mismo año asumiría la vicegubernatura y después la gubernatura provisional hasta 1825. Desde su creación, se manifestó la división del Estado de Occidente: La Legislatura Local se integró con 6 diputados por Sinaloa y 5 por Sonora. Iriarte representaba a la Logia Masónica del Rito Escocés, de corte conservador, aunque él era liberal moderado y el Congreso, a través del Intendente de Hacienda, Juan Manuel Riesgo, respondía a los deseos del Rito Yorkino, de corte liberal radical. Los deseos de separación se hicieron evidentes cuando el propio Congreso pidió opiniones a los ayuntamientos sobre proposiciones al respecto. El Congreso tenía su sede en El Fuerte, más las divisiones internas y las sublevaciones de los yaquis y los mayos lo enviaron a Cosalá, a Concordia, a Álamos… hasta su desintegración. El II Congreso se instaló el primero de marzo de 1828.
Iriarte había fungido como gobernador de noviembre de 1826 a noviembre de 1827 cuando fue depuesto y declarado inhábil para gobernar, al año siguiente, por el propio Congreso, el que se negaba a absolverlo, a pesar de que ya lo había hecho el Tribunal de Justicia. El Congreso inicia una nueva peregrinación originada por los deseos de división del Estado de Occidente y por la reinstalación de Francisco de Iriarte, quien el 19 de octubre de 1829 vuelve al ejercicio del poder ejecutivo hasta el primero de abril de 1830. El 13 de octubre del último año mencionado, el Congreso Federal decreta: “Se aprueba la división del Estado de Sonora y Sinaloa en los términos que pide su honorable Legislatura, formando Sinaloa un solo Estado, y otro Sonora”. El 28 de mayo de 1831, Francisco Iriarte fue electo gobernador del Estado, más el 18 de junio siguiente se separó del cargo bajo licencia y el 17 de septiembre falleció en la ciudad de México. De su vida personal, se sabe que fue propietario de las minas de Guadalupe de los Reyes, padre de tres hijos, uno del sexo femenino cuyo matrimonio con un extranjero desaprobó. Desde el punto de vista histórico, Francisco Iriarte es además considerado el precursor del periodismo en Sinaloa cuando formaba parte del Estado de Occidente, pues siendo gobernador trajo a Cosalá a José Felipe Gómez, quien se encargó del periódico oficial “El Espectador Imparcial” que apareció en el Real de Minas entre el 11 y el 15 de febrero de 1827. De la vida de Francisco de Iriarte y de los hechos que vivió — importantes para el Estado y para Sinaloa, porque son sus cimientos políticos— queda mucho por investigarse y más por divulgarse. Esta edición se terminó de imprimir el día 20 de septiembre de 1984 en los Talleres de Ediciones e Impresiones “EL PUERTO”, Av. Alemán y Ancla. Mazatlán, Sinaloa. 1000 Ejemplares.