Rapa Nui Chile - Editorial KActus

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CHILE

GUY WENBORNE • ANDREA SEELENFREUND

I S L A D E PA S C U A EASTER ISLAND

EditorialKactus


CHILE ISLA DE PASCUA EASTER ISLAND

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Omohi

Tepeu TEREVAKA Motu Tautara

Anakena Ahu Ature Huki Ahu Nau Nau Ovahe

Ahu Akivi La Pérouse Tahai HANGA ROA RANO RARAKU

Mataveri

POIKE Ahu Tongariki Motu Marotiri

RANO KAU Motu Kao-Kao

Ahu Vinapu

Motu Iti Motu Nui

ÍNDICE TABLE OF CONTENTS EL ESPACIO GEOGRÁFICO GEOGRAPHIC LOCATION

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ESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO STRUCTURING SPACE

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FORMACIÓN DE LA ISLA DE PASCUA THE FORMATION OF EASTER ISLAND

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EL SISTEMA DE ALIMENTACIÓN THE FOOD SYSTEM

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BIOGEOGRAFÍA DE LAS ISLAS BIOGEOGRAPHY OF THE ISLANDS

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ATRAER EL MANA Y LA FERTILIDAD ATTRACTING MANA AND FERTILITY

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CONSECUENCIAS E IMPACTO DE LA PRESENCIA DEL HOMBRE 20 CONSEQUENCES AND IMPACT OF HUMAN COLONIZATION

RECORDANDO LOS ORÍGENES REMEMBERING THE ORIGIN

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EL PROCESO DE POBLAMIENTO DE LAS ISLAS DEL PACÍFICO THE SETTLING PROCESS IN THE PACIFIC ISLANDS

ISLAS FLOTANTES DE LOS CONFINES DEL MUNDO FLOATING ISLAND FROM THE END OF THE WORLD

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ENARBOLANDO LA BANDERA DEL REIMIRO HOISTING THE REIMIRO FLAG

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EL DESCUBRIMIENTO Y LA COLONIZACIÓN DE ISLA DE PASCUA 28 DISCOVERY AND COLONIZATION OF EASTER ISLAND

MANA: LA BÚSQUEDA DE LA ABUNDANCIA MANA: THE SEARCH FOR ABUNDANCE

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TOKIO JAPÓN 14.000 km.

SAN FRANCISCO EE.UU. 7.100 km.

SHANGHAI CHINA 15.180 km. HAWÁI EE.UU. 7.350 km.

TAHITI FRANCIA 4.050 km. PITCAIRN REINO UNIDO 2.000 km. SYDNEY AUSTRALIA 8.045 km.

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CHILE


SANTIAGO CHILE 3.700 km.

EL ESPACIO GEOGRÁFICO

GEOGRAPHIC LOCATION

El espacio ocupado por el océano Pacífico es uno de los más vastos territorios del orbe, cubriendo una superficie mayor a cualquier otra área terrestre sobre la tierra. En esta enorme zona se encuentran dispersas miles de islas grandes y pequeñas, altas y bajas. La mayoría de éstas se concentran hacia el centro y oeste de este gran espacio. Hacia el sur y hacia el este hay menos islas y están cada vez más distantes unas de otras. Las islas que se encuentran al sur del Trópico de Cáncer, excluyendo a Australia, se agrupan en: islas de la Melanesia, islas de la Micronesia e islas de la Polinesia. Polinesia ocupa gran parte de este espacio y comprende islas de muy diversos tamaños y características, formando una especie de triángulo cuyos vértices los conforman Hawái, Nueva Zelanda e Isla de Pascua. Algunas de estas islas están aisladas, como Pitcairn o Isla de Pascua, mientras que otras forman archipiélagos, como los grupos de Tonga y Marquesas, algunas son bajas como los atolones de las Tuamotu, mientras que otras se yerguen con altas e impresionantes montañas como Tahití, y que a veces se cubren de un manto de nieve, como la isla grande de Hawái. No todas presentan climas tropicales, lo que requirió adaptaciones importantes por parte de los grupos humanos que las colonizaron. Isla de Pascua es parte de este mundo polinésico, que no sólo se define como unidad geográfica sino que principalmente por una unidad cultural.

The Pacific Ocean covers one of the largest areas in the planet, with a greater surface area than any land area on earth. Thousands of islands - big and small, high and low - are scattered within this vast zone . The majority of these are found in the centre and western areas of this huge area. There are increasingly fewer islands,to the south and the east each one further from the last. The islands south of the Tropic of Cancer, excluding Australia, are grouped into Melanesia, Micronesia and Polynesia. Polynesia takes up a large part of this area and is comprised of several islands of varying sizes and characteristics, forming a sort of triangle encompassing Hawaii, New Zealand and Easter Island. Some of these islands are isolated, such as Pitcairn or Easter Island, while others like Tonga and the Marquesas Islands form archipelagos. Some are atolls, like the Tuamotus, while others stand tall with dramatic mountains, like those in Tahiti, and are sometimes covered by a blanket of snow like the Big Island of Hawaii. Not all of them have tropical climates and therefore required important adaptive strategies by island settlers. Easter Island is part of the Polynesian world, which is not only defined as a geographic unit, but mainly as a cultural one as well.

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Las islas del Pacífico se dividen por su formación en islas altas e islas bajas. Las islas altas son volcanes que se han formado en el mar a lo largo de líneas de fracturas de la placa oceánica. Las lavas del magma bajo la corteza de la tierra aprovechando estas fracturas y puntos débiles empujan hacia la superficie y van erupcionando en volcanes de roca basáltica, que se forman sobre estos puntos débiles de la corteza terrestre. En general estas islas por su mayor tamaño son capaces de mantener una población humana más sustancial y tienen suelos más fértiles, como por ejemplo, la isla grande de Hawái. Las islas bajas son antiguas islas volcánicas hoy sumergidas y rodeadas por un arrecife. Se conocen como atolones. La vida que se desarrolla sobre estos arrecifes es más precaria, habiendo poco espacio, poblaciones pequeñas y suelos poco fértiles, como los atolones de las Tuamotu.

The Pacific Islands are divided in terms of their formation in either high islands or low islands. High islands are volcanoes that have formed in the sea along the fracture lines of the ocean plates. The lava and magma underneath the earth’s crust push toward the surface using these fractures, erupting in basaltic rock volcanoes formed on top of the weak spots in the crust. Due to their bigger size, these islands can generally sustain larger human populations and possess more fertile soils, such as Hawaii’s Big Island. Low islands are old, submerged volcanic islands surrounded by reefs. They are known as atolls. Life on these reefs is scarce, with little space, small populations and barren soils, such as the ones found in the Tuamotu atolls.

Vista de Rano Aroi, hacia la costa sur. View from Rano Aroi, volcano towards the south coast. .7


También existen los makatea, que se forman en los bordes de placas tectónicas, donde ésta es débil, se fractura, se deforma, y se levanta a veces por sobre el nivel del mar. Ocasionalmente son arrecifes de coral asentados sobre la corteza los que formarán la isla. En este caso corresponden a bloques de carbonato de calcio formados a partir de la acumulación de arrecifes coralinos que se han levantado. La isla de Mangaia en el archipiélago de Cook, y también las islas de Niue, Nauru y Henderson son islas de este tipo.1 Las islas de la Melanesia son las más pobladas de la región, conformadas principalmente por islas volcánicas altas, mientras que la mayoría de las islas de la Micronesia y Polinesia son islas bajas con escasa población.

There are also the makatea, formed at the borders of tectonic plates where they are weak, fractured and deformed, sometimes rising above sea level. They occasionally present themselves as coral reefs sitting atop the crust that will eventually form the island. They are made up of calcium carbonate blocks formed by the accumulation of rising coral reefs. Mangaia Island in the Cook archipelago, as well as Niue, Nauru and Henderson islands belong to this group.1 Melanesia’s islands are the most heavily populated in the region, made up primarily of high volcanic islands, while the majority of the islands in Micronesia and Polynesia are low islands with small populations.

Península del Poike. Proceso de erosión producido por la tala del bosque de palmeras y una agricultura intensiva en tiempos pasados. Poike Peninsula. Eroded landscape caused by the felling of the palm forest and intensive agriculture in the past.

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FORMACIÓN DE LA ISLA DE PASCUA La Isla de Pascua corresponde a una isla volcánica, de aquellas denominadas islas altas, aunque su altura máxima no supera los 600 metros sobre el nivel del mar. Se formó a partir de varias erupciones volcánicas en el fondo marino. Son tres los eventos de mayor importancia que dan lugar a la isla en su forma triangular actual. La altura máxima que alcanza la isla es de sólo 510 metros y corresponde al cráter del volcán Terevaka que forma gran parte de la actual superficie de la isla. Los más antiguos son el volcán Pua Katiki en la península de Poike, que se estima asomó sobre las aguas hace unos 3 millones de años y que ocupa el sector noreste de la isla; el Rano Kau en el extremo suroeste tiene una altura de 324 metros sobre el nivel del mar, y se ha formado por numerosas erupciones volcánicas acaecidas entre 2 millones y 220 mil años atrás. El último volcán en formarse fue el Maunga Terevaka en el extremo norte, que es de data mucho más reciente, unos 360.000 años. Este es un complejo de cráteres o centros eruptivos, y las erupciones acumulativas lograron anexar los otros dos volcanes anteriores, dándole a la isla su fisiografía actual. El cuerpo principal del volcán tiene 104 centros eruptivos. Los centros eruptivos más jóvenes se localizan en el sector denominado Roiho. La edad de estas erupciones se calcula entre 10 -12 mil años, y las últimas tendrían tan sólo unos 3.000 años. Varios de los volcanes de la isla son calderas con lagunas en el interior de su cráter.

THE FORMATION OF EASTER ISLAND Easter Island is a high volcanic island. Though its maximum height is less than 600 meters above sea level, it was formed by various volcanic eruptions on the seabed. There are three main landmarks that helped create the island’s current triangular shape. Terevaka volcano, which rises just 510 meters above sea level, is the highest peak on the island and covers a large part of its surface. The oldest volcanoes are Pua Katiki on the Poike peninsula (estimated to have emerged from the water about 3 million years ago) in the northeast of the island and Rano Kau, with a height of 324 meters above sea level and formed by several volcanic eruptions dated back to about 2 million to 220,000 years ago. The last volcano to have formed was Maunga Terevaka on the northern tip of the island, about 360,000 years ago. This recent landmark comprises a series of craters or eruption zones that merged the last two volcanoes, thus giving the island its current shape. The main body of Terevaka volcano has 104 eruption zones. The youngest ones are located in the Roiho sector and date to between 10,000 and 12,000 years ago. The last eruptions occurred only 3,000 years ago. Some of the volcanoes on the island are calderas with lagoons inside their craters.

Cráter del volcán Rano Kau. Rano Kau volcano crater.

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El volcán Rano Kau, con un cráter de 200 mts de profundidad y 1,5 km de diámetro, tiene una importante laguna de agua dulce. Al interior de este cráter se forma un microclima especial que fue aprovechado por los antiguos habitantes para fines agrícolas. El segundo en importancia es el Rano Raraku, ubicado en la parte Este de la isla, que en su interior también contiene lagunas de agua dulce. Este último centro volcánico apareció hace unos 300 mil años y está compuesto por una roca única en la isla que se denomina toba lapilli, que es una roca formada a partir de cenizas volcánicas vitrificadas y fragmentos de otras rocas. Esta roca por su poca dureza fue el medio ideal para el tallado de las esculturas de piedra, tan singulares de la Isla de Pascua. El acantilado en el lado sureste del cráter probablemente representa lo que resta de una erupción submarina mucho más antigua y que fue erosionada por acción del mar; luego fue parcialmente envuelta por lavas provenientes de una erupción del Maunga Terevaka. Por último el cono del Puna Pau es un cráter relativamente reciente que se caracteriza por sus lavas de escoria roja, usadas para el tallado de los pukao que coronaban las estatuas o moai. La superficie total de la isla en la actualidad es de 166 km2.2

Rano Kau has a crater over 200 meters deep and 1.5 km in diameter, with an important freshwater lagoon. This crater has a special microclimate that was used by the ancient inhabitants of the island for agricultural purposes. The second most important crater is Rano Raraku, located on the East side of the island, and it also contains a freshwater lake. This last volcanic centre appeared about 300,000 years ago and is comprised of a unique rock on the island called lapilli tuff, which is formed by vitrified volcanic ash and fragments of other rocks. Due to its softness, this rock proved ideal for carving the characteristic stone statues of Easter Island. The cliff on the southeast of the crater probably represents what is left of a much older underwater eruption that was eroded by the sea. It was then partially encompassed by lava from an eruption by Maunga Terevaka. Lastly, the Puna Pau cone is a relatively recent crater characterized by the red scoria that was used to carve the pukao that crowned the statues, known as moai. The total surface area of the island is currently 166 km2.2

Laguna interior del cráter de Rano Raraku, vista desde la cantera de moai. Rano Raraku crater lake, seen from the moai quarry.

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BIOGEOGRAFÍA DE LAS ISLAS: ECOSISTEMAS INSULARES - ESPACIOS PARTICULARES Y FRÁGILES

BIOGEOGRAPHY OF THE ISLANDS: INSULAR ECOSYSTEMS - PARTICULAR AND FRAGILE PLACES

Los ambientes insulares suelen estar habitados por pocas especies. Son fragmentos de hábitat natural en donde se han establecido y evolucionado especies y comunidades muchas veces únicas y distintas de las del continente más cercano. El número de especies en una isla es directamente proporcional al tiempo transcurrido desde su formación, e inversamente proporcional a la distancia que la separa del continente. La representación de los distintos grupos animales o plantas en las islas suele estar sesgada con respecto a la de los continentes, ya que sólo los grupos con capacidad de recorrer grandes distancias habrán podido establecerse en ellas. Además la mayoría de las especies insulares han evolucionado en ausencia de grandes depredadores o de herbívoros, por lo que no tienen defensas o no pueden competir eficientemente ante su presencia, lo que las hace particularmente sensibles a las perturbaciones y extremadamente vulnerables ante la introducción de nuevas especies. Por estas mismas razones las poblaciones de las especies insulares tienden a ser pequeñas, localizadas y altamente especializadas, y pueden extinguirse con facilidad. Además las islas constituyen ecosistemas que concentran una gran cantidad de especies endémicas y son sitios importantes de reproducción, nidificación, descanso o alimentación de fauna marina y aves migratorias. Las islas volcánicas fueron colonizadas poco tiempo después de su formación, sin embargo para lograr una biota más o menos importante o significativa deben pasar miles de años. En el caso de la biogeografía del Pacífico, la capacidad de dispersión es uno de los factores clave en la colonización de estos espacios. Aquellas plantas o animales que tienen buena capacidad de dispersión serán las que colonizarán los espacios insulares.3 En general, para los animales vertebrados esto ha sido sumamente difícil, por lo que en las islas, en comparación con los continentes, determinadas especies están sobrerrepresentadas mientras que otras están ausentes. Sólo las islas más antiguas de varios millones de años de antigüedad si bien escarpadas por la erosión, presentan profundos valles surcados por ríos y ricos suelos agrícolas. Las islas más nuevas de menos de tres mil años de antigüedad presentan menor variedad de especies, suelos más pobres y condiciones más complejas para el sustento de la vida. Los polinesios en general prefirieron los ambientes con abundante agua y buenos suelos para su sistema económico basado en la horticultura de subsistencia.4

Island environments are usually inhabited by few species. They are fragments of natural habitats where species and communities –sometimes unique and different from the ones found on the nearest continent– have settled and evolved. The number of species on an island is directly proportional to the time elapsed since its formation and inversely proportional to the distance separating it from the continent. The representation of different animals or plants on the islands is usually biased, since only groups that have the capacity to travel great distances could have settled on them. The majority of island species have evolved in the absence of major predators or herbivores and therefore lack defenses and are unable to compete efficiently in their presence. This makes them particularly sensitive to disturbances and extremely vulnerable to the introduction of new species. For the same reasons, populations of island species tend to be small, localized and highly specialized, making them susceptible to easy extinction. Islands also possess ecosystems that concentrate a large number of endemic species and are important sites for reproduction, nesting, rest or nourishment of marine fauna and migratory birds. Volcanic islands are generally colonized only shortly after their formation, but several thousand years must pass before they present a more significant biota. In the case of the biogeography of the Pacific, dispersion capacity is one of the key factors in the colonization of these areas. Plants or animals with a good dispersion capacity colonize insular locations.3 This has generally been extremely difficult for vertebrates, which is why some species are overrepresented on islands compared to the continents, while others remain absent. Only the oldest islands, several million years old, though eroded and traversed by deep valleys and rivers have fertile agricultural soils. Islands younger than three thousand years have a lesser variety of species, poorer soils and more complex conditions for the sustenance of life. Polynesians generally preferred places with abundant water and good soils for their economic system based on subsistence horticulture.4

Motu Marotiri.

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BIOGEOGRAFÍA DE LA ISLA DE PASCUA Isla de Pascua se encuentra a 3.599 km del continente americano y unos 2.000 km de la isla más cercana. Esto incidió profundamente en su flora y fauna. Antes de la llegada del hombre, los registros de polen y flora fósil indican que la vegetación endémica de la isla era pobre y se componía de un bosque mixto, donde predominaba una especie de palma emparentada con la palma chilena (Paschalococos disperta). En Rapa Nui antes de la llegada de los europeos había unas 46 especies de plantas. La mayor parte de estas plantas eran pastos y llegaron sin la intervención del hombre. A la sombra de las palmeras y entre grandes árboles como la alphitonia había una variedad de especies arbustivas y pequeños árboles, como el toromiro (Sophora toromiro), el jaboncillo (Sapindus saponaria), o el Hau Hau (Triumfetta semitriloba), el sándalo (Santalum album), pero también especies de Pittosporum y Caesalpina.5 Al igual que en el resto de Oceanía, la fauna endémica terrestre de las islas era pobre, a excepción de la presencia de gran cantidad de aves marinas migratorias. Las aves marinas en los momentos de colonización fueron muy abundantes. Sin embargo a poco tiempo de la presencia del hombre en la isla un gran número de especies se extinguieron.6

BIOGEOGRAPHY OF EASTER ISLAND Easter Island is located 3,599 km from the American continent and about 2,000 km from the nearest island. This had a massive impact on its flora and fauna. Pollen records and fossilized flora indicate that before the arrival of humans, the endemic vegetation of the island was poor and comprised of a mixed forest dominated by a palm related to the Chilean Palm (Paschalococos disperta). Before the arrival of the Europeans there were 46 plant species on Rapa Nui. The majority were grasses that arrived without human intervention. A variety of shrubs and smaller trees grew under the shade of the palm trees and between large trees such as alphitonia, Toromiro (Sophora toromiro), Soapberry (Sapindus saponaria), Hau Hau (Triumfetta semitriloba), Sandalwood (Santalum album) and also species of Pittosporum and Caesalpina.5 Just like in the rest of Oceania, the endemic terrestrial fauna of the islands was poor, except for the presence of large numbers of migratory marine birds. Sea birds were highly abundant during the colonization period; however, a large number of species went extinct shortly after the arrival of humans.6

Eritrina Coral (Erytrina variegata), originaria de África, una especie de reciente introducción. Indian Coral tree (Erytrina variegata), originally from Africa, is a recently introduced species.

Bosque de cocoteros en Anakena. Coconut grove at Anakena.

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Totomo - Pez trompeta amarillo (Aulostomus chinensis), que habita las aguas cálidas desde Océano Indo-Pacífico hasta el Océano Pacífico Este. Totomo - Yellow Trumpet Fish (Aulostomus chinensis), which can be found throughout the warm Indo-Pacific and eastern Pacific Oceans.

La fauna marina presenta un alto porcentaje de endemismo, lo que le da un especial interés científico a las aguas que la rodean. Ello también significa que es un ecosistema altamente frágil ante los cambios climáticos y ecológicos. Casi un tercio de las especies de peces descritas son exclusivas de las aguas de Rapa Nui.

The island is of special scientific interest because of the extremely high percentage of endemic species that live in its surrounding waters. This also makes it a highly fragile ecosystem in the face of climate and ecological changes. Almost one third of the fish species are excluive to Rapa Nui waters.

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Kotea Tipatipa Labro (Thalasoma lunare).

Nohu - Pez escorpiรณn (Scorpaena uncinata).

Matauira - Ojo de vidrio (Heteropriacanthus cruentatus).

Havahata (Lactoria fornasini).

Tipi Tipi Hoe - Pez Mariposa (Forcipiger flavissinum).

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CONSECUENCIAS E IMPACTO DE LA PRESENCIA DEL HOMBRE

CONSEQUENCES AND IMPACT OF HUMAN COLONIZATION

Para el hombre, la colonización de un espacio tan vasto como el océano Pacífico significó un reto importante. Las islas presentaban a veces una fauna y flora novedosas, o bien no encontraban aquellas especies conocidas y que en otras condiciones les servían de alimento. Mientras más alejadas las islas a las que llegaban más empobrecida era su flora y menor el número de animales que las poblaban. Esto significó en muchos casos que los grupos colonizadores se vieron obligados a transportar sus propios animales y plantas para lograr reproducir la vida y la cultura en los nuevos espacios conquistados. Pero esas mismas introducciones, nuevas plantas, nuevos animales, nuevos asentamientos, prácticas agrícolas y actividades económicas diversas, todas en su conjunto conllevaron en muchos casos a la sobreexplotación y consecuente extinción de especies económicamente importantes. La llegada del hombre, y las dinámicas de explotación del medio, tales como actividades de tala de bosque, agricultura intensiva, prácticas de caza de aves marinas junto a condiciones preexistentes de suelos pobres, y variaciones climáticas naturales tuvieron efectos importantes sobre los ecosistemas. Esto se observa particularmente en las islas más septentrionales, desde Nueva Zelanda hasta Rapa Nui, todas ubicadas en la zona subtropical o incluso fuera de ésta. Las poblaciones indígenas del Pacífico fueron responsables de cambios significativos en los medio ambientes que poblaron, al igual que otros grupos humanos en otros lugares del mundo. Sin embargo el impacto de las prácticas de agricultura intensiva, alta densidad poblacional y ambientes frágiles se combinaron para generar situaciones significativamente diferentes y con consecuencias más directas tanto para el medio ambiente como para los humanos, que aquellas observadas en otros lugares. El reducido tamaño de las islas las hace más vulnerables frente al impacto generado por la llegada del hombre.7

The colonization of such a vast territory like the Pacific Ocean posed a massive challenge to the settlers. The islands sometimes presented unknown flora and fauna, or they could not find the species that they were familiar with and would otherwise have used for food. The farther the island was, the poorer its flora and the number of animals that inhabited it. In many cases this forced the settlers to transport their own animals and plants to reproduce their way of life and culture in the new settlements. But the combination of these introductions, new plants, new animals, new settlements, agricultural practices and diverse economic activities resulted in the overexploitation and subsequent extinction of economically important species. The arrival of humans and the dynamics of environmental exploitation, such as the clearing of forests, intensive agriculture and hunting of marine birds in conjuction with preexisting conditions of poor soils and natural climate variations had dramatic effects on the ecosystems. This is particularly evident in the southernmost islands, from New Zealand to Rapa Nui, all of them located in the subtropical zone and beyond. The indigenous populations of the Pacific caused major changes to the environments they settled, much like every other human group in other parts of the world. However, the impact of intensive agriculture, high population density and fragile ecosystems combined had a much higher impact on the environment and its people. The small size of the islands made them even more vulnerable to the impact generated by the arrival of humans.7

Amanecer sobre el ahu Tongariki. En segundo plano, a la izquierda, el Motu Marotiri. Sunrise over ahu Tongariki. In the back to the left, Motu Marotiri islet.

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Según la tradición oral, el ariki Hotu Matu´a habría traído una gran variedad de plantas y algunos animales domésticos (gallinas y ratones), lo cual se sumó al aprovechamiento de las plantas que existían en la isla antes de su arribo.8 A Isla de Pascua nunca llegó ni el perro ni el cerdo, los otros animales que conforman el grupo de animales domésticos de los polinesios. Muchas de estas especies aparecen en la historia, mitos y representaciones de los habitantes de la Isla. Entre las plantas traídas por los primeros navegantes polinesios, cabe destacar aquellas de valor alimenticio, como el ñame (Dioscorea alata), el camote o kumara (Ipomea batatas), el taro (Colocasia esculenta; alocasia macrorrhiza), diferentes especies de plátano (Musa sapientum), cuyo nombre en rapanui es maika, la caña de azúcar o toa (Saccharum officinarum), la calabaza denominada hue (Lagenaria vulgaris), el ti (Cordyline terminalis), la cúrcuma (Curcuma longa) y la pomalaca o manzana de agua (Syzygium malaccense). Otra planta introducida de importancia económica y ritual fue la morera de papel o mahute (Broussonetia papyrifera), cuya corteza interior se utilizaba para la confección de telas, el arrurruz (Tacca leontopetaloides) y la cúrcuma (Curcuma longa), usadas con fines medicinales y tintoreos. También introdujeron especies arbóreas para la construcción de embarcaciones, pero que debido al clima subtropical no lograron adaptarse o desaparecieron en tiempos históricos. Entre éstas se encontraban poblaciones de las especies de Elaeocarpus rarotongensis, y Pitosporum sp. Hasta hace unos años aun sobrevivían escasos ejemplares de mako’i (Thespesia populnea).9 Una de las particularidades de las plantas domésticas y de la agricultura polinésica es que éstas por lo general no se reproducen por semillas, sino que por esqueje o replantando una vez cosechados los rizomas o partes bulbosas de sus raíces.10 Los animales introducidos en tiempos prehistóricos, se presume que intencionalmente, incluyen la rata polinésica (Rattus exulans) y la gallina (Gallus gallus). Los geckos (Lepidodactylus lugubri, y posiblemente Gehyra mutilata), una lagartija (Emoia cyanura), como varios insectos, entre ellos un tipo de cucarachas y un tipo de caracol, acompañaron a los humanos como polizontes. En la actualidad, Emoia y Gehyra se han extinguido. Sólo sobreviven la cucaracha y posiblemente el caracol de tierra, y el único animal vertebrado endémico sería una lagartija (Cryptoblepharus boutonii paschalis).11 Las aves hoy extintas incluyen una lechuza, un tipo de garza, aves zancudas y muchas aves marinas. Todas ellas se extinguieron después de la inmigración polinésica.12 En los últimos 100 años se han introducido en forma descontrolada una gran cantidad de plantas e insectos, arácnidos, roedores, aves, y pestes que están afectando de manera severa aquellas plantas y animales endémicos y de origen polinésico que aún sobreviven en Rapa Nui.

According to oral tradition, the king or ariki Hotu Matu´a brought a great variety of plants and some domestic animals (chicken and rats), which were added to the plants already on the island at the time of his arrival.8 Dogs and pigs never made it to Easter Island, although they are common domestic animals in Polynesia. Many of these species appear in the history, myths and representations of the inhabitants of the island. Among the plants brought by the first Polynesian seafarers, we find species with high nutritional value, such as yams (Dioscorea alata), sweet potato or kumara (Ipomea batatas), taro (Colocasia esculenta; alocasia macrorrhiza), different species of bananas (Musa sapientum) –called maika in Rapanui– sugar cane or toa (Saccharum officinarum), a gourd called hue (Lagenaria vulgaris), ti (Cordyline terminalis), turmeric (Curcuma longa) and Malaysian apples (Syzygium malaccense). Other introduced plants that had economic and ritual importance were the paper mulberry or mahute (Broussonetia papyrifera), whose inner bark was used to make cloth, and also arrowroot (Tacca leontopetaloides) and turmeric (Curcuma longa), which were used as medicine and dye. Tree species were also introduced to make canoes, but because of the subtropical climate they did not adapt or disappeared in historic times, such as Elaeocarpus rarotongensis and Pitosporum sp. Until a few years ago, there were still a few Mako’i (Thespesia populnea) trees.9 One of the particularities of Polynesian domestic plants and agriculture is that generally they do not reproduce by seedlings, but by cuttings and replanting, once the root or bulbous part of the root has been harvested.10 The animals that were introduced in prehistoric times, perhaps intentionally, included the Polynesian rat (Rattus exulans), chickens (Gallus gallus), geckos (Lepidodactylus lugubri and possibly Gehyra mutilata), a kind of grass lizard (Emoia cyanura). In addition various insects, among them a type of cockroach, and snails came along as stowaways. Emoia and Gehyra are currently extinct and only the cockroach and possibly the earth snail remain, while the last endemic vertebrate is a lizard (Cryptoblepharus boutonii paschalis).11 Birds that are now extinct include an owl, a kind of crane, waders and several other species. All of them went extinct after Polynesian colonization.12 Uncontrolled introduction of a large number of plants, insects, spiders, rodents, birds and pests over the last 100 years has affected the endemic and Polynesian plants and animals that still survive on Rapa Nui.

Piquero Blanco (Sula dactylatra). Masked Booby (Sula dactylatra).

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EL PROCESO DE POBLAMIENTO DE LAS ISLAS DEL PACÍFICO

THE SETTLING PROCESS IN THE PACIFIC ISLANDS

En el siglo XIX con afán de clasificar y organizar las culturas y sociedades del mundo se consigna por primera vez la idea de dividir el espacio geográfico y las poblaciones del Pacífico de acuerdo con algunas características de sus habitantes. Se acuñó entonces el concepto de la Melanesia (islas de la gente de piel oscura), de la Micronesia (islas pequeñas) y de la Polinesia (muchas islas). Sólo el concepto de Polinesia tiene algún correlato cultural.13 En la actualidad los científicos prefieren hablar de la Oceanía cercana, aludiendo con ello a las islas y archipiélagos más próximos al continente asiático y que fueron pobladas por el hombre hace más de 5.000 años, y Oceanía Lejana o Remota, que alude a todas las islas que se encuentran dispersas desde las Islas Salomón hacia el Este, incluyendo Hawái, Nueva Zelanda e Isla de Pascua; espacio geográfico que coincide aproximadamente con el concepto de Polinesia.14 El poblamiento de las islas del Pacífico comenzó hace muchísimo tiempo (unos 40.000 años), a partir de pequeños grupos de hombres que partiendo de la región del sureste asiático migraron hacia el sureste. El mundo en esa época era bastante diferente al actual, con un clima mucho más frío y seco, y los niveles marinos más bajos, hecho que facilitó las migraciones humanas hacia territorios actualmente rodeados por mar. Las poblaciones que habitaban Nueva Guinea y los archipiélagos de las islas Bismarck y las islas Salomón vivían de la caza, la pesca y practicaban la agricultura. Habían cultivado una serie de plantas, tales como el taro, el plátano, la caña de azúcar. En este escenario, aparecen hace unos 5.000 años nuevos migrantes provenientes del sureste de Asia, portadores de nuevas tecnologías, nuevas plantas y animales.

In the 19th century, in order to classify and organize the cultures and societies of the world, for the first time the geographic space and populations of the Pacific were divided according to some of the characteristics of its inhabitants. Thus the concepts of Melanesia (islands populated by dark-skinned people), Micronesia (small islands) and Polynesia (many islands) were born. Of these, only Polynesia has some sort of cultural meaning.13 Today, scientists prefer to talk about Near Oceania to refer to the islands and archipelagos nearest to the Asian continent that were settled over 5,000 years ago, and Remote Oceania to refer to the islands scattered east of the Salomon Islands, including Hawaii, New Zealand and Easter Island – a geographic space that roughly coincides with the concept of Polynesia.14 The settling of the Pacific islands began a long time ago (about 40,000 years) by small groups of men and women who migrated from Southeast Asia. The world at this time was very different, with a much colder and drier climate and lower sea levels, which facilitated human migrations to territories that today are surrounded by the sea. Populations inhabiting New Guinea and the archipelagos of the Bismarck and Solomon Islands lived off hunting, fishing and agriculture. They had domesticated a series of plants, such as taro, bananas and sugarcane. New migrants from Southeast Asia appeared 5,000 years ago, bringing new technologies, plants and animals.

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Estas poblaciones de navegantes y comerciantes se establecieron en las pequeñas islas frente a Nueva Guinea, en las Bismarck y las islas Salomón, y se conocen por el nombre de Lapita, por su cerámica decorada con motivos de caras y dibujos geométricos incisos. Introdujeron a la región las lenguas austronésicas. Se dedicaban a intercambiar productos con las poblaciones preexistentes. Lapita surge como una tradición cultural compuesta por elementos locales preexistentes, otros exóticos traídos por las poblaciones austronésicas y algunas innovaciones. Fueron grandes navegantes y en poco tiempo poblaron nuevos espacios geográficos, islas que anteriormente no habían sido tocadas por el hombre. Fue así como en menos de 3.000 años llegaron a colonizar las islas del área entre Vanuatu, Nueva Caledonia y Fiji (hacia el 1300 a.de C.) , y Tonga, Samoa, hacia el 1150 a. de C.15 Sin duda el instrumento de su fabulosa conquista del océano fue la gran canoa con balancín o de doble cuerpo, que con sus elaborados métodos de navegación les permitió reproducir la vida en cada una de las islas, llevar sus plantas y sus animales.16 Es así que casi mil años después vemos en el espacio de las islas que hoy conforman Samoa, Tonga y Fiji el desarrollo de una tradición a lo largo del primer milenio antes de nuestra era, en la que reconocemos los inicios de las culturas polinésicas. Hawaiki, el lugar o la isla mítica donde los polinesios sitúan su origen, era la tierra ancestral.17 Las leyendas explican que las almas de los polinesios vuelven a Hawaiki después de la muerte. Así, cada nuevo evento de colonización hacia el este situaba sus orígenes en un nuevo Hawaiki. El nombre de esta isla lo podemos encontrar como Hawai‘iki, Hawaii‘iki, Havai‘i o Hawai‘ti, Savai’i, o Hawái. A partir de estas poblaciones del área de Samoa y Tonga se producen nuevas migraciones, primero hacia el este, hacia las islas Marquesas y luego de allí un movimiento de descubrimiento y colonización casi simultáneo de varias islas del Pacífico Central para continuar hacia los extremos, tanto hacia el norte, hacia el sur y sureste, como hacia el suroeste. Las fechas más aceptadas para la colonización inicial de Hawái y para Rapa Nui son 800-1000 d. de C. y para Nueva Zelanda hacia el 1000-1200 d. de C.18

These populations of sailors and merchants established themselves on small islands opposite New Guinea, on the Bismarck and Solomon Islands, and are known by the name of Lapita, due to their distinctive pottery decorated with incised faces and geometric patterns. They introduced the Austronesian languages to the region and traded products with the pre-existing populations. Lapita became a cultural tradition comprised with the fusion of local and pre-existing elements, with new ones brought by the Austronesian populations and some foreign innovations. They were great sailors and in a short period of time populated new geographic areas and islands that previously had been untouched by humanity. In less than 3,000 years they managed to colonize the islands between Vanuatu, New Caledonia and Fji (by 1,300 BC), and Tonga and Samoa by 1,150 BC.15 The tool that allowed this fabulous conquest of the seas was undoubtedly the great outrigger or double-hulled canoe. Together with their elaborate navigational methods, they could reproduce their lifestyle on each of the islands, transporting their plants and animals.16 One thousand years later we can see the development of a tradition stretching through the first millennium before our time in the area of Samoa, Tonga and Fiji, in which we can recognize the beginning of the Polynesian cultures. Hawaiki, the place or mythical island were Polynesians situate their origins, was their home.17 Legend has it that the souls of the Polynesians return to Hawaiki after death. Thus, every new settlement in the East situated its origins in a new Hawaiki. The name of this island is spelled in many ways: Hawai‘iki, Hawaii‘iki, Havai‘I, Hawai‘ti, Savai’i, or Hawaii. Starting with the settlements of the islands of Samoa and Tonga, new migrations took place, first eastward to the Marquesas and from there an almost simultaneous discovery and settling of various islands in the Central Pacific, continuing towards the borders, both north and South, Southeast and Southwest. The most accepted dates for the initial colonization of Hawaii and for Rapa Nui are between 800-1000 AD, and AD 1000-1200 for New Zealand AD.18

Playa Anakena y ahu Nau Nau. Anakena beach and ahu Nau Nau.

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Los islotes de Moto Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao. Motu Nui, Motu Iti and Motu Kao Kao islets.

EL DESCUBRIMIENTO Y LA COLONIZACIÓN DE ISLA DE PASCUA

DISCOVERY AND COLONIZATION OF EASTER ISLAND

Las leyendas sobre el descubrimiento y poblamiento de la Isla de Pascua hablan de dos eventos separados en el tiempo. Fuerte se mantiene en la tradición la historia del gran rey Hotu Matu’a que envía primero en sus sueños a sus emisarios a explorar la isla y luego arriba en sus canoas desde Hiva, su lugar de origen. Sin embargo, entre líneas aparece tenuemente la presencia de pobladores anteriores. En un antiguo manuscrito de principios del siglo XX escrito por ancianos que habían alcanzado a conocer la isla en tiempos precristianos hallamos los relatos de los antiguos conocimientos y las referencias a poblaciones anteriores que se encuentran con los emisarios enviados por Hotu Matu’a. Las historias también relatan que el lugar de origen de Hotu Matu’a y su hermana Ava Rei Pua estaba en Marae Renga y Marae Tohio, nos habla de sus padres y de su genealogía, que se remonta al gran dios Tangaroa. En tiempos del ariki Matu’a, padre de Hotu, sucede que un personaje llamado Haumaka en sus sueños sale en busca de una nueva tierra hacia el sol naciente. Finalmente, desciende en los islotes del vértice suroeste de la isla, que identifica como los tres hijos del ariki Taanga (abuelo de Hotu Matu’a) , convertidos en piedra (Motu Kao Kao, Motu Iti y Motu Nui).19

Legends about the discovery and settlement of Easter Island talk about two events separated in time. The island’s oral tradition tells of the great King Hotu Matu’a, who sent his subjects to explore the island, first in their dreams and then in their canoes from Hiva, their place of origin. However, between the lines, we can hear of the presence of previous settlers. In an old manuscript written at the beginning of the 20th century by old men who had lived and known their culture in pre-Christian times we can find ancient knowledge and references to a settlement prior to the arrival of Hotu Matu’a’s emissaries. The narratives also mentions the place of origin of Hotu Matu’a and his sister Ava Rei Pua, which was Marae Renga and Marae Tohio. It mentions their parents and their genealogy, which goes back to the great god Tangaroa. During the times of ariki Matu’a, father of Hotu, a character called Haumaka searched in his dreams for a new land toward the rising sun. Finally, he reached the rocks on the southwestern corner of the island and identified them as the three sons of Ariki Taanga (grandfather of Hotu Matu’a) turned into stone (Motu Kao Kao, Motu Iti and Motu Nui).19 Rapanui tradition points to territorial disputes as one of the causes for the departure of Hotu Matu’a from Hiva for the lands to the east.

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La tradición rapanui señala las disputas territoriales como una de las causas de la partida de Hotu Matu’a. Nos cuenta que el ariki abandona Hiva hacia aquella tierra ubicada al oriente. “Ordenó Hotu Matu’a preparar una canoa doble llamada oteka oua. Llevaban consigo plantas y animales. Las plantas habían sido procuradas por Teke antes de partir. Teke reunió treinta y nueve variedades de ñame, veintiuna variedades de camote, cinco variedades de plátanos, diez variedades de taro. También juntaron canastas con raíces de cúrcuma, de ti, plántulas de kape, de hau hau, de morera de papel, de varios pastos, de varios helechos, de calabazas y también insectos, y animales; todo esto se puso a bordo. También llevaron prisioneros, los Hanau Eepe, para que les trabajaran la tierra. Seis días estuvieron cargando las embarcaciones y partieron finalmente en el mes de septiembre. Después de varias semanas llegan a la isla, frente a Motu Nui las canoas se separan, una rodea la isla por la izquierda y el norte, la otra por la derecha o el sur, reuniéndose ambas nuevamente frente a la playa de Anakena. Al momento del desembarco nace un niño en la canoa de Hotu Matu’a y luego una niña en la canoa de Ava Rei Pua. En la primera canoa llega el primer rey y en la segunda canoa venía además de la hermana menor del rey, el especialista en la construcción de moai. El desembarco del rey se hace en la pequeña caleta de Hiro Moko hacia el este de la playa de Anakena, y la de Ava Rei Pua en Hanga o’Hiro hacia el oeste de la misma playa”.20 Las leyendas nos hablan metafóricamente de relaciones de parentesco y

“Thus Hotu Matu’a commanded a double canoe called oteka oua to be built. They carried with them plants and animals. The plants had been procured by Teke before departure. Teke gathered thirty-nine varieties of yams, twenty-one varieties of sweet potatoes, five varieties of bananas and ten varieties of taro. They also collected baskets with varieties of turmeric, ti, kape plants, hau hau and paper mulberry, several types of grasses, gourds, ferns and also insects and animals; all this was loaded on board. They also took their prisoners, the Hanau Eepe, to work their lands. For six days they loaded the boats and finally departed in September. After several weeks they arrived on the island. The canoes separated in front of Motu Nui, one of them rounding the island to the left, northbound, and the other to the right or south, meeting again opposite Anakena beach. At the moment of arrival a child was born in the canoe of Hotu Matu’a and a girl in Ava Rei Pua’s. The first King arrived in the first canoe and in the second canoe, beside the younger sister of the King, came a specialist in the construction of the moai. The King landed in the small cove of Hiro Moko to the east of Anakena beach and Ava Rei Pua did so in Hanga o’Hiro, to the west of the same beach”.20 Legends speak metaphorically of the kinship relations and hierarchies between the immigrants, from the landing on the East or West of Anakena to the order of the children’s birth and gender. They also highlight the divisions of power and gender; these relationships remained and were stressed further in the division of land, plants and goods, something that is found to this day in all Polynesian societies.

Playa Anakena. Anakena beach. .29


jerarquías entre los inmigrantes, desde el desembarco hacia el este u oeste de Anakena, el orden de nacimiento de los niños, o que uno sea hombre y el otro una niña marcan las divisiones de poder y de género; relaciones que se mantendrán y enfatizarán en la repartición de tierras, de plantas y de bienes, y que están presentes en mayor o menor grado hasta el día de hoy en todas las sociedades polinésicas. Antes de su muerte el rey reparte las tierras entre sus seis hijos de acuerdo a rango; cada cual formará un linaje en la isla. En la estructurada sociedad polinésica, era el hijo mayor el que heredaba las tierras de un jefe y los hijos menores cuando ya no quedaban tierras a repartir, partían a buscar fortuna a otros lados. Tal como en otras islas de la Polinesia, las tribus se organizan en dos grandes confederaciones exógamas que mantienen y regulan el sistema social como económico. Hacia el norte y oeste de la isla, se establece la confederación de los Ko tu’u aro ko te mata Nui y hacia el sur y este, la confederación de los Ko tu’u hotu’iti ko te mata’iti. Dentro de cada confederación las distintas tribus se organizan jerárquicamente en clanes o mata también denominados tribu. A su vez, al interior de estos clanes se establecen linajes (Ure) que también presentan una fuerte estratificación social. Cada linaje se compone de varias familias extendidas o paenga. Todos los linajes reconocían diferentes grados de parentesco con el ancestro común.21 En Isla de Pascua, los grandes dioses del panteón polinésico –Tangaroa, Tane y Tu– fueron reemplazados por dioses más locales, particularmente el lugar que tradicionalmente ocupa Tangaroa como dios creador fue reemplazado, al menos en tiempos tardíos, por el dios Make Make. Este hecho no es tan extraño, pues también era frecuente en otras islas elevar los espíritus locales a nivel de deidad. Mitos y dioses pueden cambiar por razones políticas para acomodar genealogías o justificar la línea de descendencia de un nuevo ariki. El dios Rongo, aunque no es mencionado explícitamente en los mitos que han sido recopilados, aparece en nombres como la aldea de uso ceremonial en el borde del cráter Rano Kau, Orongo. Rongo en otras islas es el dios asociado a la agricultura, fertilidad y la abundancia.22

Before his death, the King divided the lands between his six sons according to rank. Each one of them formed a separate lineage on the island. Within the structured Polynesian society, the eldest son inherited the chief’s lands, and when there were no more lands to give away, the youngest sons would leave to seek fortune in other places. Just like in other parts of Polynesia, tribes were organized in two great exogamous confederations that maintained and regulated the social and economic systems. The confederation of the Ko tu’u aro ko te mata nui was establish in the northwest of the island and the confederation of the Ko tu’u hotu’iti ko te mata’iti in the southeast. Within each confederation the various tribes were organized hierarchically in clans or mata (sometimes also referred to as tribes). Strongly stratified lineages (Ure) were also simultaneously established within these clans. Each lineage was comprised of many extended families or paenga. All these lineages claimed different degrees of kinshipwith the common ancestor.21 On Easter Island, the great gods of the Polynesian pantheon –Tangaroa, Tane and Tu – were replaced by local gods, in particular the place traditionally occupied by Tangaroa as the god of creation was replaced (at least in more recent times) by the god Make Make. This is not so peculiar, as it was common practice in other islands as well to elevate the local spirits to a godly status. Myths and gods may change for political reasons in order to accommodate family trees or to justify the lineage of a new ariki. The god Rongo, although not mentioned in the collected myths, comes up in names, such as the ceremonial village at the border of the Rano Kau crater: Orongo. Rongo in other islands is linked to agriculture, fertility and abundance.22

Casas de Orongo en el borde del cráter volcán Rano Kau. Stone houses at Orongo on the edge of the Rano Kau crater.

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MANA: LA BÚSQUEDA DE LA ABUNDANCIA El concepto de mana subyace toda la cosmovisión y el sistema de ordenamiento social y simbólico del mundo polinésico. El mana es un poder sobrenatural que se relaciona con la fertilidad y la abundancia y a través de éste también con el poder y el sistema de jerarquías en toda la Polinesia. Mana se ha definido como poder, riqueza y se asocia con lo sagrado. La expresión tangible de este poder es la producción de la abundancia. Un gran jefe sólo puede generar riquezas y bienestar para su gente si tiene mana, un poder que se obtiene por acciones y rituales apropiados, pero también por herencia y cercanía genealógica con los antepasados fundadores que a su vez han sido divinizados.23 Mana es una condición, un estado inferido de las cosas que se deduce a partir de los resultados; vale decir, a partir de su eficacia. Es en esta aceptación que se conoce en la Polinesia

MANA: THE SEARCH FOR ABUNDANCE The concept of mana underlines the worldview and the whole social and symbolic structure of the Polynesian world. Mana is a supernatural power related to fertility and abundance and the hierarchies and power structures of the whole of Polynesia originate from it. Mana has been defined as power and wealth and is associated with holiness. The tangible expression of this power is the production of abundance. A great chief can only generate wealth and wellbeing for his people if he possesses mana, which is obtained through specific actions and rituals, yet also by inheritance and close family ties with the founding deifyied ancestors.23 Mana is a condition, an inferred state of being of all things deduced from their results, that is to say, from their effectiveness. This is the way mana has been defined in East Polynesia, where it is associated with political hierarchies and the chief’s holiness.24

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del Este, donde se asociaría a jerarquías políticas y la santificación de los jefes.24 Mana es la autoridad que fue entregada por los dioses de la creación. Por ello el mana de los humanos o de los objetos deriva de los dioses. La posición de la aristocracia se sustentaba en su origen divino como descendientes de los dioses creadores. Al provenir de los dioses mismos, el ariki estaba imbuido con la mayor cantidad de mana. El mana fluía desde el ariki hacia los jefes menores, los sabios, y así sucesivamente hasta las clases sociales más bajas, a cada hombre y cada mujer, a los elementos, a los animales, las plantas y objetos de la naturaleza, cada cual tenia su parte de acuerdo a lo ordenado por los dioses. A través de los rituales apropiados determinados objetos, como las piedras o el mar, pueden impregnarse de mana. Este principio por lo tanto ordena todas las jerarquías según la cercanía de los dioses y con ello toda la vida social.25 El mana puede ser peligroso, pues se acumula y por ello se acompaña de tapu, una serie de restricciones que protegen a individuos y objetos de contaminarse con demasiado mana.

De acuerdo a los principios de mana y tapu, en cada isla se desarrolló un orden de jerarquías en base a la cercanía con los ocupantes de las canoas fundadoras y en especial con los líderes de cada canoa al adquirir estos con el tiempo carácter semidivino. La jerarquía relativa significaba que había un jefe máximo en la cima, que en el caso de Isla de Pascua era inicialmente el ariki Hotu Matu’a, quien encabeza la familia real. Lo siguen en esta jerarquía las familias aristocráticas y especialistas religiosos y sabios (maori) más cercanamente emparentados con él, luego otros especialistas, como los guerreros (matato’a), pescadores (tangata tere vaka) y agricultores (tangata keu keu henua). AI nivel más bajo se encontraban los sirvientes (kio) y los enemigos vencidos destinados al sacrificio (ika). Este orden se mantiene después de su muerte y se transmite a sus descendientes de acuerdo a un estricto protocolo según el rango, orden de nacimiento y género de la persona. En la línea de los ariki de Rapa Nui, dentro del linaje Honga del clan Miru, el hijo primogénito

Mana is the authority given by the gods of creation. That is why the mana of humans or objects comes from the gods. The aristocracy’s rank was sustained by its divine origin as descendants of the creator gods. Coming from the gods themselves, the ariki was imbued with the highest amount of mana. Mana flowed from the ariki toward the lesser chiefs, and successively to the lower social classes, every man and woman, the elements, animals, plants and objects of nature, each one bearing its own amount of mana as determined by the gods. Through the appropriate rituals certain objects such as stones or the sea could become impregnated with mana. This principle structured all hierarchies according to their closeness with the gods and therefore all social life.25 Mana, however, can be dangerous since it is accumulative. It is therefore accompanied by tapu, a series of restrictions that protect individuals and objects from becoming contaminated with too much mana. According to the principles of mana and tapu an order of hierarchies developed on each island based

on the proximity and ties with the occupants of the founding canoes, especially with the leaders of each canoe, since they acquired a semi-divine status with the passing of time. This relative hierarchy meant that there was a supreme chief at the top, which in Easter Island was the ariki Hotu Matu’a, who headed the royal family. Next in this hierarchy were aristocratic families, religious specialists and wise men (maori) closely related to the ariki, followed by other specialists such as the warriors (matato’a), fishermen (tangata tere vaka) and farmers (tangata keu keu henua). The lowest level was comprised of servants (kio) and defeated enemies destined for sacrifice (ika). This order was maintained even after their death and transmitted to descendents according to a strict protocol based on the rank, order of birth and gender of the person. In the line of Rapa Nui’s ariki, within the Honga lineage of clan Miru, the first-born child was destined to receive power as the religious leader of the island. At the bottom of the system’s pyramid were the people who did not belong to the Miru or uru


estaba destinado a recibir el poder como líder religioso de la isla. En la base de toda la pirámide del sistema estaba la gente que no pertenecía a la tribu de los Miru o los uru manu, por no ser descendientes del hijo primogénito de Hotu Matu’a. Estos entregaban sus tributos en alimentos y trabajo para la manutención de la aristocracia y el culto; también se encargaban de las actividades agrícolas, marítimas (pesca) y artesanales.26 El orden y equilibrio social del sistema se basaba entonces en este riguroso conjunto de disposiciones y prohibiciones o tabúes denominados tapu o rahui, dependiendo si eran restricciones permanentes o temporales, las cuales regían desde el ariki hasta el último de los uru manu, considerando su edad, género y mata. Esto se ha observado en todas las islas de la Polinesia.

manu clans, since they were not the descendants of the first-born son of Hotu Matu’a. They gave food and work as tribute to maintain the aristocracy and the cult and were also in charge of agriculture, fishing and craftsmanship.26 The order and social equilibrium of the system was based on this rigorous set of dispositions and prohibitions or taboos called tapu or rahui, depending on whether they were permanent or temporary restrictions. They flowed all the way from the ariki to the last of the uru manu, based on age, gender and mata. This tradition is seen in all Polynesian islands.

Te Pito O Te henua (el ombligo del mundo o centro de la tierra). En la Polinesia, cada isla tiene su ombligo. Te Pito O Te henua (the navel of the world or of the land). In Polynesia every island has a navel.

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ESTRUCTURACIÓN DEL ESPACIO: ECONOMÍA, SOCIEDAD Y RITUAL

STRUCTURING SPACE: ECONOMY, SOCIETY AND RITUAL

LA NAVEGACIÓN Y LAS PIRAGUAS

NAVIGATION AND CANOES

Los conocimientos que tenemos sobre las embarcaciones y técnicas de navegación polinésicas en gran medida se deben a las observaciones realizadas por algunos de los exploradores europeos que conocieron estas impresionantes embarcaciones. Los conocimientos marítimos de los antiguos polinesios se basaban fundamentalmente en la experiencia empírica, la observación del cielo y la posición de los astros, del sol, la luna, de los vientos y las corrientes marinas a lo largo de las diferentes estaciones del año. La presencia de ciertas aves, de olas, formaban parte de una constelación de conocimientos que se plasmaron en mitos o conceptos culturales que permitían trazar las rutas, identificar hitos. Los nombres de las constelaciones representaban las rutas de navegación más importantes, como por ejemplo, el anzuelo de Maui (Sagitario) alude a la ruta entre Hawái y Tahití. Las embarcaciones más grandes podían llegar a transportar 200 personas, y se usaban para los grandes viajes, otras eran para la guerra, o con plataformas y cubiertas de pontones, se usaban para los viajes de exploración. Unas se propulsaban a vela y otras a remo, las pequeñas servían para la pesca de orilla o el transporte entre las islas. Se construían de acuerdo a un plan mental por especialistas usando azuelas de piedra y se ensamblaban y unían con fibras de coco y otras plantas. La embarcación polinésica –vaka o va’a– era también el vehículo espiritual de los hombres en su último viaje... al más allá. A veces eran pequeñas embarcaciones que acompañaban los muertos, o bien los restos se depositaban en ellas o se envolvían en la vela de la canoa. En el origen de todas las islas está el gran dios Maui, quinto de cinco hermanos, reconocido por su coraje y su ingenio en la mitología de las islas, desde Tonga hasta Isla de Pascua, de Nueva Zelanda a Hawái. Robando la piragua a sus hermanos una tras otra, con su anzuelo va sacando las islas del fondo del mar, pues antes de Maui, en el mundo se confundían el cielo y el océano y el horizonte estaba vacío de islas. A veces también se lo responsabiliza de separar luz y sombra.27 Se estima que en Isla de Pascua en tiempos antiguos al igual que en otras islas del Pacífico, se construyeron las grandes canoas de doble casco, y otras de mediano tamaño, propulsadas con velas móviles que les permitieron viajar largas distancias, como a los islotes de Salas y Gómez, posiblemente también hacia las islas Pitcairn, Mangareva y las Tuamotu. Una gran canoa de casco doble aparece ilustrada en un petroglifo cerca de la bahía de Hanga o Honu (La Pérouse).

Much of the knowledge we possess about Polynesian vessels and navigational techniques we owe to a large extent to observations made by European explorers who saw these impressive vessels. Maritime knowledge of ancient Polynesians was mainly based on empirical experience, observation of the heavens and the position of the stars, the sun, the moon, winds and sea currents throughout the seasons. The presence of certain birds and waves were part of a constellation of knowledge etched onto myths and cultural concepts that let them trace routes and identify landmarks. The names of the constellations represented the most important navigational routes, for example, the Maui fishhook (Sagittarius) points to the route between Hawaii and Tahiti. Larger vessels could transport over 200 people and were used for long voyages. There were war canoes too and also some with platforms and pontoon decks used for exploration voyages. Some of these used sails and others oars. The smaller ones were for fishing or transport between the islands. They were built according to the specialist’s unwritten mental plans using stone adzes and were assembled with natural fibers from coconuts and other plants. The Polynesian vessel –vaka or va’a– was also a spiritual vessel for men on their last voyage to the great beyond. Sometimes small vessels accompanied the deceased, or their remains were placed on board and wrapped in the sails of the canoe. The great god Maui, the fifth of five brothers and famous for his courage and wit, present in the original myths of all the islands, from Tonga to Easter Island, from New Zealand to Hawaii, pulled the islands up from the bottom of the ocean with his hook after stealing his brothers’ canoe. Before Maui the sky was merged with the oceans and the horizon was devoid of islands. Sometimes he is also said to be responsible for separating light and darkness.27 It is generally believed that during ancient times large double hulled canoes were built on Easter Island, much like in the rest of the Pacific islands. Medium sized vessels powered by mobile sails allowed them to travel great distances, for example, to the Salas y Gomez isles and possibly also to Pitcairn, Mangareva and the Tuamotu Islands. A great double hull canoe is illustrated in a petroglyph near Hanga o’Honu (La Pérouse) bay.

Ahu Akivi Centro arqueológico del sector de Roiho. Fue el primero restaurado científicamente en los años 60, y es un lugar ceremonial particularmente interesante no sólo por su ubicación (interior de la isla), sino también por las leyendas que se conocen en torno a sus siete moai, que representarían a los siete primeros exploradores enviados a reconocer la Isla por el rey Hotu Matu´a. Ahu Akivi ancient ceremonial structure near Roiho. It was the first to be restored in the 1960s. According to legend, the seven moai represent the seven explorers sent by king Hotu Matu´a to explore the island before colonization.

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Después del 1400 d. de C. no sólo en Rapa Nui sino que en gran parte de la Polinesia oriental, exceptuando Tahití y Raiatea, al parecer cesan los viajes de larga distancia, posiblemente motivados por la escasez de árboles para construir las grandes canoas.28 En Isla de Pascua a comienzos del siglo XVIII sólo quedaban algunas pequeñas canoas con balancín (vaka ama). Eran angostas, construidas a partir de tablas unidas por costuras, para levantar los costados y servían para transportar dos a tres personas. Tenían unos tres metros de largo, y se propulsaban con remos. Fueron descritas por los navegantes de los siglos XVIII y XIX.29

Long distance travels appears to have ceased after 1,400 AD, not only in Rapa Nui but also in most of East Polynesia (excepting Tahiti and Raiatea), perhaps due to the lack of trees used as raw material to build great canoes.28 At the beginning of the 18th century there were only a few outrigger canoes (vaka ama) left on Easter Island. They were narrow, built with planks of wood sewn together in order to raise the sides of the boat, and could transport two or three people. They were about 3 meters long and powered by oars. These vessels were described by the sailors of the 18th and 19th centuries.29

Ovahe. Playa de origen volcánico, ubicada debajo de los acantilados de escoria roja de Ovahe. Ovahe. Sandy beach under the red volcanic scoria cliffs of Ovahe. .37


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Las canoas estructuran el espacio oceánico relacionando islas y paliando el aislamiento. Son adornadas con figuras e incrustaciones de nácar que revelan la identidad de sus dueños, y portan emblemas para conjurar los elementos y los dioses para asegurar así una buena travesía o una buena pesca. Medio de transporte esencial entre islas, también lo es entre los mundos y las épocas, entre los hombres y los dioses, el mito y la realidad. La piragua es la esencia, piedra angular de todos los mitos fundacionales de cada isla de la Polinesia, donde las historias relatan y marcan el punto de origen de su población en la canoa de origen. La canoa es la metáfora por excelencia de los antepasados y del cosmos.30 Sin ellas la gente no es. Los tallados en la proa vertical representaban al cielo y en la horizontal se representaba a la madre tierra. La espiral tallada anuncia la llegada de la luz. Otras figuras representan los descendientes de los dioses.31

Canoes structured the ocean space by bringing islands together and fending off isolation. They were decorated with carved figures and mother of pearl inlays showing the identity of their owners. They carried symbols to conjure the elements and the gods in order to secure a safe voyage or bountiful fishing. It was an essential method of transport between the islands and also between worlds and eras, men and gods, myths and reality. The canoe is the essence, the cornerstone of every settling myth in the Polynesian islands, found in accounts that trace the people’s origin to the original canoe. The canoe is the quintessential metaphor for ancestors and the cosmos.30 Without them, people cannot be. The carvings in the vertical bow represented the heavens, while the ones in the horizontal bow represented mother earth. The carved spiral announces the arrival of light. Other figures represented the descendents of the gods.31

LAS MIGRACIONES Y EL ESPACIO CÓSMICO

MIGRATIONS AND THE COSMOS

¿Qué razones habrían movido a los polinesios a viajar, a emprender estos grandes viajes de descubrimiento y colonización? Esta pregunta no es trivial, en vista que prácticamente no quedó isla habitable en el vasto océano Pacífico que no fue visitada o colonizada por los polinesios. La navegación entre islas en el Pacífico oeste no debe sorprendernos dado que el contacto entre la mayoría de estas islas es relativamente fácil, y hay contacto visual entre ellas. Otro cuento sin embargo son los viajes, primero hacia la Polinesia central y de allí hacia el norte, hacia Hawái, hacia el sureste a Isla de Pascua o incluso hacia el continente americano. Se ha aducido que una de las razones podría haber sido el sobrepoblamiento de las islas, o también que fueron viajes accidentales de pescadores perdidos impulsados hacia el este por las corrientes marinas. Sin embargo, si revisamos la evidencia, vemos que aquí no hubo viajes accidentales, sino que meticulosamente preparados, y que aquellas islas demasiado pequeñas para una población permanente, también fueron al menos visitadas ocasionalmente, donde quedaron los restos arqueológicos testigos de su paso por ellas. Ben Finney, un gran conocedor de las técnicas de navegación de los polinésicos, ha propuesto que estos viajes justamente se hacían en dirección este, incluso contra las corrientes y vientos dominantes, pues ocasionalmente los vientos se invierten y eran esos los momentos usados para los viajes de exploración. Además con ello aseguraban el regreso al lugar de origen.32 Sin embargo esto no explica la razón de los viajes en sí, y por qué los viajes en forma dominante eran en dirección este y no hacia el norte o el sur. Serge Tcherkezoff y otros antropólogos nos recuerdan que las culturas polinésicas se sustentan sobre un culto solar, donde las oposiciones de luz y sombra, de día y noche permiten organizar el espacio.

What reasons motivated Polynesians to travel and embark on these great voyages of discovery and colonization? This is not a trivial question, since there were practically no habitable islands left untouched or lacking a Polynesian settlement in the whole vastness of the Pacific Ocean. Navigation between the islands in the West Pacific is not surprising, since contact between the majority of these islands is relatively easy and they can be seen from afar. The voyages to Central Polynesia, however, and then on north to Hawaii, Southeast to Easter Island and even to the American continent are a completely different story. It is believed that overpopulation on the islands could have been one of the reasons, or that they were also accidental voyages – lost fishermen taken East by sea current. Nevertheless, if we look closely at the evidence, we can see that voyages were meticulously prepared and hardly accidental, and that some islands that were too small to support a permanent population were visited at least once, left with archeological remains of the Polynesian footprint. Ben Finney, an expert in Polynesian navigational techniques, argues that these voyages were made eastward on purpose, even against the dominant currents and winds because sometimes they reverse; such times were used for exploration voyages, also ensuring a way to return to their place of origin.32 This, however, does not explain the reason for these voyages and why they were done mostly eastwards instead of north or South. Serge Tcherkezoff and other anthropologists remind us that Polynesian cultures worship the sun, and that oppositions of light, shadows and night organize their worldview.

Petroglifo que representa un pez frente a ahu Tongariki. Petroglyph representing a large fish in front of the ahu Tongariki.

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- El espacio “El mundo en su origen era la noche –po–. era infinito, y en ese espacio se encontraban los elementos, el agua, la tierra, el fuego, el cielo y luego los primeros dioses. Pero el cielo estaba pegado a la tierra, tenían que intervenir los primeros héroes para separar a la fuerza estos dos elementos y crear así el espacio que podría llenarse de luz (ao) y que permitirá el desarrollo de la vida”.33 Este mito se encuentra con variaciones en Samoa, en Hawái en Nueva Zelanda y en Tahití. La vida entonces está ligada a la luz y el sol podrá moverse en este espacio creado entre la tierra y el cielo. Fue Maui quien atrapó el sol y mediante cuerdas lo amarró a su lugar. Es sólo en este espacio vital de la luz que se puede desarrollar la vida, y esta dimensión tan frágil debe reafirmarse con los rituales apropiados para no verse nuevamente envueltos o aplastados por la oscuridad, lugar donde está la bóveda celeste bajo la cual se encuentran los cielos, donde residen los dioses, y po la tierra y sus mundos subterráneos bajo los pies del hombre. El cosmos es concebido como una gran campana que cubre un espacio plano, océano en el cual se sitúan las islas. El límite o punto de encuentro entre ambos es el horizonte; bajo esta bóveda se encuentra todo el mundo conocido; al final del horizonte está el origen del mundo, y por ende hacia el horizonte también se encuentra todo lo que es más antiguo, el lugar anterior a la existencia del hombre donde empieza el mundo de la luz, de la vida, que comienza cuando cielo y tierra fueron separados a la fuerza. Retornaremos sobre estos conceptos al revisar no sólo el mundo pasado, sino también la historia más reciente de la isla, la llegada de los europeos y su lugar en el universo polinésico.34

- and space was “The world in its origin was night –po–. infinite. In this space were the elements: water, fire, heaven and the first gods. But the sea was merged with the land and the first heroes had to intervene in order to forcefully separate these two elements and create the space that could be filled with light (ao) and allow life to develop”.33 This creation myth is found with slight variants in Samoa, Hawaii, New Zealand and Tahiti. Life is linked to light and the sun can move within this space created between heaven and earth. It was Maui who trapped the sun and tied it to its place using ropes. Only in this vital space of light can life develop, and this fragile dimension must be reaffirmed with the appropriate rituals so it cannot be shrouded and crushed again by darkness, the space that encompasses the sky and heavens above, where gods live, and po, the land and its underground worlds. The cosmos is conceived as a great bell that covers a flat ocean full of islands. The meeting point between both worlds is the horizon. The whole known world is located under this great vault and at the end of the horizon is the beginning. Thus, in the horizon lies also the origin of the world, the place previous to the existence of man where the world of light and life began, before heaven and earth were forcefuly separated. We will return to these concepts when referring to the past, but also the recent history of the island, the arrival of the Europeans and their place in the Polynesian worldview.34

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La organización del espacio constituye todo un sistema de conocimientos construido culturalmente que ha sido ajustado a las particularidades de cada isla. Sin embargo, hay ciertos principios básicos que se mantienen a lo largo y ancho de la Polinesia e incluso se encuentran en la Micronesia. Los sistemas de organización con frecuencia se organizan en sistema de aspectos binarios de opuestos complementarios necesarios los unos para los otros. El universo se concebía en un eje vertical como un contenedor con varias capas; un inframundo, el océano, la tierra, los cielos. En el plano horizontal estaba el océano repleto de islas. La ubicación de una isla se reconocía en relación con el viento predominante que permitía un viaje hacia ella. Una serie de mapas mentales y orales organizaban el espacio, explicaban fenómenos naturales y ordenaban el espacio social. Este ordenamiento del espacio parte de la base de un conocimiento sobre la o las actividades a realizar en determinado lugar, sea este el espacio océano para navegar, o el espacio ritual para el desarrollo de una danza, el espacio interior de una casa, o la organización de la aldea. Es hacia el oeste la dirección de origen de las poblaciones polinesias, donde en cada una de las islas se encuentra el espacio habitado por los muertos, más bien las islas de los muertos o de los antepasados de una vida anterior y hacia donde viajan las almas de los difuntos al momento de morir. En algunas culturas estas islas son oscuras y subterráneas. En otras islas sólo las almas de los jefes se vuelcan hacia la luz y se instalan en el cielo, mientras que las de los otros permanecen en la oscuridad. Pues en contraste entonces la dirección este, la dirección del sol naciente, glorificada también en muchas de las leyendas y canciones, representaría la dirección de la renovación, de la vida. Por ello, los espacios terrestres también se ordenaban en dos ejes simbólicos, un eje horizontal o este/oeste (aunque no necesariamente se estructura de acuerdo a direcciones reales) y un eje vertical que se estructura como un eje asimétrico, en función de la oposición claro /oscuro, o costa/ interior, siendo interior también más elevado en altura, las oposiciones conceptuales de i tai/i uta. Esta misma oposición se observará luego en el emplazamiento de los espacios sagrados/profanos al interior de la aldea.35

El eje horizontal al representar la línea de la luz solar es un eje de simetría, que se orienta siempre paralela a la línea de costa y que internamente no presentaría jerarquías. Estaría representada por las plataformas rituales rectangulares, los ahu, siempre paralelos a la costa, y los moai sobre ellas que representan los antepasados.36 En Isla de Pascua como en el resto de la Polinesia la organización del espacio como concepto y en la práctica se relaciona con la concreción de la creación y la estructura del universo, de su uso para rituales y en el diario vivir. De esta manera se valida la organización basada en un orden jerárquico de las cosas. La estructuración del espacio incorpora consideraciones filosóficas sociales como también artísticas y estéticas. En su conjunto nos ayudan a entender el uso de espacio del territorio en su máxima expresión, como la distribución de las tierras, pero también el ordenamiento interno del espacio de las aldeas o de la danza. La formación del paisaje cultural significa entonces la fusión de aspectos cognitivos y físicos.

Reimiro, pectoral de madera, que era usado por los hombres durante las fiestas de plantación del camote (kumara). Reimiro or wooden breast ornament worn during feast associated with the planting of the sweet potato or kumara.

Ahu Tongariki en la bahia de Hanga Nui Ahu Tongariki at Hanga Nui bay.

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The organization of the living space constitutes a culturally based system of knowledge that has been adjusted to the requirements of each island. Nevertheless, there are certain basic principles that are maintained across Polynesia and found even in Micronesia. Organizational systems are frequently structured into a system of opposite binary aspects that need and complement each other. The universe was conceived of as a vertical axis containing many layers: an underworld, the ocean, the land and the skies. The horizontal plane was comprised of the sea peppered with islands. The location of an island was recognized according to the dominating wind that allowed travel to it. A series of mental and oral maps ordered the living space, explained natural phenomena and structured the social space. This organization of the living space was based on the activities set forth in specific places, be it the ocean for navigation, the ritual space for the development of religious dances, the interior space of a home or the organization of a village. The origins of Polynesian populations are in the West, and to the West is the space inhabited by the dead, or rather the islands of the dead, destiny of all souls at the time of their death. In some cultures these islands are dark and underground; in others, the souls of the chiefs turn to the light and go to heaven, while the rest remain in darkness. Thus, the direction of the rising sun in the east, glorified in many of the legends and songs, also points to the direction of renovation and life. Therefore, terrestrial spaces are also ordered along two symbolic axes: a horizontal one going east/west (although not necessarily structured according to real directions) and an opposed asymmetrical vertical axis of light and darkness, or coast and interior, the latter always on higher ground, or the oppositions of i tai/ i uta. This same opposition can also be observed in the creation of sacred and profane spaces in the village.35 By describing the line drawn by sunlight, the horizontal axis is also an axis of symmetry, parallel to the coastline and internally free of hierarchies. This was represented in the rectangular ritual platforms, the ahu, which were always built parallel to the coast and the moai on top, statues that represented the ancestors.36 On Easter Island, as in the rest of Polynesia, the organization of space both as a concept and in practice is related to the creation and the structure of the universe and orders ritual and daily life, justifying the hierarchical organization of things. The structuring of the living space implies both social and philosophical considerations, as well as artistic and aesthetic ones. They help to understand the use of the territory, land distribution and also the internal organization of villages and even ritual dances. Thus the formation of the cultural landscape implies a fusion of cognitive and physical aspects.

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El ESPACIO RITUAL: El CONJUNTO AHU/MOAI En Rapa Nui, el espacio ritual se centra en torno a una estructura de piedra denominada ahu, la versión local de los marae de la Polinesia oriental. Estos se conforman como el centro de asentamiento de cada uno de los clanes o divisiones políticas y espirituales. Estos templos abiertos con plataformas coronadas por estatuas de piedra marcaban el centro religioso y social de toda acción social. Los ahu en Isla de Pascua se construían mayormente a lo largo de la costa. Al parecer estos lugares tenían una significancia especial, quizás sagrada. Los ahu más grandes de cada grupo formaban un núcleo, rodeado por estructuras más pequeñas, sin embargo cada grupo de ahu en forma colectiva se encontraba espacialmente separado de los del grupo vecino. Los ahu de mayor tamaño fueron sujetos a varias remodelaciones. Al parecer y así lo demuestra la arqueología, en la medida que aumentaba la población de un sector, se ampliaba y remodelaba el ahu, como también se ampliaban los terrenos de cultivo que se encontraban hacia el interior. Los ahu eran plataformas elevadas sobre las cuales se colocaban imágenes de piedra llamados moai, que representaban a los antepasados importantes de un linaje. Desde sus plataformas los ancestros podían ver y velar sobre sus descendientes. La plataforma está consagrada a los dioses y ancestros, los cuales se representaban ya sea por medio de piedras paradas, losas de coral puestas en vertical, esculturas de madera o de piedra, como en el caso de Isla de Pascua. En el espacio de la plaza y anterior del recinto amurallado con frecuencia se plantaban árboles considerados sagrados, como por ejemplo, el baniano (Ficus benghalensis) o el ti. En cada una de las islas la estructura básica fue adaptada y modificada de acuerdo a patrones culturales desarrollados localmente.

Ahu Tahai y Ahu Kote Riku, restaurado al principio de la década de los 70. Ahu Tahai and Ahu Kote Riku, restored in the early ‘70s.

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THE RITUAL SPACE: THE AHU/MOAI COMPLEX In Rapa Nui, the ritual space was built around a stone structure called the ahu, a local version of the marae of East Polynesia. They were built as the central space of each clan or as political and spiritual divisions. These open temples with platforms crowned by stone statues marked the religious and social centre of every social action. The ahu on Easter Island were built mainly along the coast. It seems that these places had a special significance, perhaps sacred. The larger ahu in each group formed a nucleus surrounded by smaller structures; however, each group of ahu is found conspicuously separated from the ones in neighboring groups. Larger ahu were subject to constant remodeling. Archaeological evidence points to the

fact that as the population increased in a given place, the ahu was also enlarged and remodeled, as well as the agricultural lands found towards the interior. The ahu were raised platforms on which the stone effigies called moai were placed, representing the important ancestors of a certain lineage. It was believed that ancestors could watch over their descendents from above their platforms. Platforms were destined for the gods and the ancestors, which were represented either by standing rocks, coral slabs placed vertically or sculptures made of wood or stone, like on Easter Island. Sacred trees such as the Banyan tree (Ficus benghalensis) or the ti were frequently planted in the plaza and in front of walled buildings. This classic structure was adopted and modified according to local cultural patterns on each island.

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En el caso de Isla de Pascua, se le dio particular importancia a la plataforma y a las esculturas de piedra que se colocaban sobre ella. Las modificaciones en la plataforma, como el aumento de tamaño y reforzamiento con grandes rocas, muros de contención bien labrados probablemente tienen su origen en la necesidad de permitir o soportar el peso de las grandes esculturas de piedra colocadas sobre ellas. De esta manera el modelo básico u original adquirió algunos rasgos adicionales, tales como una rampa frontal pavimentada e inclinada denominada tahua, que empalmaba con la gran plaza ritual frente a la plataforma. Es frecuente también encontrar pequeñas estructuras en la parte posterior del ahu que se usaban como crematorios. Algunos de los ahu fueron decorados o imbuidos de signos adicionales del poder de su linaje –cornisas de escoria roja y rellenos de coral blanco–, el rojo color símbolo del poder y la santidad y blanco símbolo de fertilidad, cosecha y abundancia. En la medida que las estatuas y por consiguiente también las plataformas iban aumentando de tamaño, y considerando que éstas estaban impregnadas de mana, eran a su vez reflejo del mana y el poder de los líderes del clan o la tribu que las mandaba a construir. De esta manera en la lógica que el aumento del mana se refleja en la capacidad de producir más y obtener más recursos iban también aumentando el prestigio de los linajes ejecutores. Las fechas radiocarbónicas más antiguas para un ahu provienen del ahu Tahai y se sitúan entre los siglos VII y XI d. de C.37 Los cambios en la arquitectura de los ahu y los cambios estilísticos en las esculturas de piedra que las coronaban, han sido usados por los arqueólogos como base para construir una secuencia y ordenamiento cronológico de la prehistoria de Isla de Pascua. De esta manera se han definido tres períodos: un Período Temprano o de asentamiento y Desarrollo Inicial (800 al 1100 d. de C.), un Período Medio o de Eflorescencia cultural que ha sido llamado fase “Ahu Moai” (1100 al 1680 d. de C.) y un Período Tardío llamado también fase “Huri Moai” (1680 al 1868 d. de C.),38 que hace referencia al período de derribamiento de los moai emplazados sobre los ahu. De este

In the case of Easter Island, the platform was given a particular importance, as well as the stone sculptures standing above them. Modifications to the platform, such as its enlargement and reinforcement with great rocks and well-built supporting walls possibly come from the necessity to support the weight of the massive stone statues above them. In this way the basic or original model acquired some additional features, such as a paved and inclined front ramp called tahua that connected with the great ritual plaza in front of the platform. Small structures that were used as crematoriums are frequently found behind the ahu. Some of the ahu were decorated or imbued with additional symbols of power belonging to the lineage, such as red scoria finishes filled with white coral – red being the color of power and sanctity, and white the color of fertility, crops and abundance. As statues and also platforms grew, and considering that they were impregnated with mana, they reflected the mana and power of the clan leaders or of the tribe that ordered their construction. The underlying logic points to the fact that as mana grew and with it also the capacity to produce and obtain more resources, so did the prestige of the commanding lineages. The oldest radiocarbon dates for an ahu come from ahu Tahai and are situated between the 7th and 11th century AD.37 Changes in the architecture of the ahu and stylistic changes in the stone statues above them have been used by archaeologists as a base to construct a chronological sequence for Easter Island. In this way three main periods have been established: an Early or Settling and Initial Development Period (800 to 1100 AD), a Middle or Cultural Efflorescence Period, which has also been called the ahu Moai Phase (1100 to 1680 AD), and finally a Late Period also called the Huri Moai Phase (1680 to 1868 AD)38, in reference to the period when the moai on the ahu were brought down. For this last period we can find semi-pyramidal platforms built of superimposed stones, with funerary chambers (avanga) inside. They have a back wall made of irregular basaltic stones that become smaller at the sides, thus giving them a characteristic shape. The burial crypt is located inside an inclined frontal ramp.

Laguna de volcán Rano Raraku. Rano Raraku crater lake.

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período también son unas plataformas semipiramidales construidas a partir de piedras sobrepuestas que caen en forma diagonal desde el ápice decreciendo en altura. En su interior hay cámaras funerarias (avanga). Poseen un muro posterior compuesto por rocas irregulares de basalto que van decreciendo hacia los lados, dándole esta forma característica. Las cistas se encuentran al interior de una rampa inclinada frontal. Los moai aparecen como los elementos más singulares dentro de la cultura de Rapa Nui y son reflejo de la excelencia del tallado monumental que lograron sus especialistas. Los moai representan los ancestros importantes de cada linaje, encarnan el espíritu y poder de los antepasados fundadores. El concepto del moai en sí esta presente en todas las islas de la Polinesia oriental, sin embargo sólo en Rapa Nui estas esculturas alcanzaron estas dimensiones y una estilización muy particular. La cantera de tallado se encuentra en la ladera sureste interior y exterior del cráter del volcán Rano Raraku. Eran trasladadas hacia las plataformas y una vez instaladas sobre ellas, se les abrían los ojos insertando ojos de coral blanco y pupilas de escoria roja, para que con su mirada protegieran a sus descendientes y propiciaran fertilidad y abundancia de los campos. A los moai se les tatuaba la espalda, la cabeza o el cuello y ocasionalmente se les aplicaba pintura, al igual que los tatuajes y la pintura corporal que ostentaban los vivos.39 Con la apertura de los ojos el espíritu de los ancestros entraba en el moai, dotándolo de vida y del poder que tenían en vida. Mata ki te Rangi, literalmente “ojos que miran al cielo” (Mata: ojos, símbolo de la mirada, de la cara y término que identifica el clan de pertenencia, y Rangi, el cielo, donde se encuentra el origen de la luz y la abundancia).40 El traslado de los moai desde la cantera a los ahu sigue aún siendo motivo de estudios y quizás uno de los pocos “misterios” que aún sobreviven. La historia oral relata que con el mana del ariki llegaban caminando hasta sus lugares de destino. No obstante, varios arqueólogos han ensayado diversas técnicas para hacer “caminar“ a los moai. William Mulloy planteó el uso de un armazón de madera amarrado a cuerdas vegetales.41 En un movimiento oscilante se hacía caminar las estatuas que colgaban de un bípode que se iba desplazando. Algunos investigadores han intentado el traslado de la estatua de pie, mientras que otros han intentado el de superficies de deslizamientos, con ayuda de maderos y cuerdas. Tres son las rutas o caminos principales de los moai, los ara moai –una ruta suroeste–, una hacia el noreste y otra hacia el oeste. Roggeween en 1772 menciona en su crónica que todas las casas ubicadas en la costa norte que ellos visitan, se abren hacia el noreste de manera que “cada mañana todos los residentes pueden saludar a sus dioses, pues todas las puertecillas se abren hacia las estatuas que serían sus dioses”.42 Las casas de una aldea se agrupaban y ordenaban en torno a un punto de importancia central, el espacio ritual, y en relación con la dicotomía entre costa e interior de la isla. La ubicación de las viviendas era una cuestión de status y jerarquías sociales y servía para enfatizar y reproducir simbólicamente este sistema social altamente jerárquico. Había una serie de restricciones (tapu) en cuanto a la circulación en torno a los ahu, dado que eran una importante fuente de mana, o poder sobrenatural. La naturaleza sagrada de un lugar se reforzaba por la presencia de la elite que habitaba cerca de los ahu, mientras que las

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The moai are the most characteristic elements in Rapa Nui culture and are a reflection of the excellent stonecarving skills of its specialists. The moai represented important ancestors in every lineage, incarnating the spirits and the power of the founding ancestors. The concept of the moai in itself is present in all East Polynesian islands, yet only in Rapa Nui did these sculptures achieve such great proportions and their very unique style. The quarry was located on the southeast slope inside and outside of Rano Raraku volcano. The statues were transported to the platforms and once they had been mounted their eyes were opened by inserting white coral eyes with red scoria pupils, so with their gaze they would protect their descendants and bring fertility and abundance to the fields. Moai were tattooed on their backs, heads or necks and were occasionally painted, just like the tattoos and body paints used by the living.39 The opening of the eyes allowed the spirit of the ancestors to enter the moai giving it life and the power they had when they were alive: Mata ki te Rangi, literally “eyes that look into the sky” (Mata: eyes, the symbol of sight, the face and a term that identifies the clan; and Rangi, heaven, where light and abundance are born).40 The transport of moai from the quarry to the ahu is still a widely studied subject and perhaps one of the few remaining “mysteries”. Oral history tells that they walked to their destinations using the mana of the ariki. Nevertheless, several archaeologists have tried various techniques to make the moai walk. William Mulloy suggested the use of a wooden frame tied with ropes of plant fibers.41 The statues were made to walk using an oscillating movement, hanging from this moving bipod. Other researchers have tried to move the statues on foot, while others have tried sliding surfaces with the help of logs and ropes. There are three main routes or roads for the moai, called the ara moai: one going Southwest, one to the northeast and another one to the West. Roggeween mentioned in his chronicles in 1772 that all the houses they visited on the north coast had their front doors facing the northwest, so that “every morning all residents may salute their gods, as all the doors open in the direction of the statues, which seem to be their gods”.42 The houses in a village were grouped and ordered around a central point, the ritual space, and in relation to the dichotomy between the coast and the interior of the island. The location of the buildings was planned according to status and social hierarchies, which served the purpose of emphasizing and symbolically reproducing this highly hierarchical social system. There were a series of restrictions (tapu) regarding circulation around the ahu, since they were an important source of mana, or supernatural power. The sacred nature of a place was reinforced through the presence the elite living near the ahu, while people of lesser rank lived toward the interior of the island. Thus, the location of the houses reinforced the social status of its inhabitants and symbolically represented the system of hierarchies inherent to the society.


Ahu Tongariki.

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personas de menor rango vivían hacia el interior de la isla. La ubicación de las viviendas reforzaba entonces el estatus social de los habitantes de ella y reproducía en el territorio de manera simbólica el sistema de jerarquías inherente a esta sociedad. También los objetos eran símbolos de poder y estatus, prestigio y poder y se traspasaban de una generación a otra, adquiriendo mana en el uso, y representaban también las relaciones sociales entre los dioses y la gente. Así como en las esculturas de piedra, las pequeñas esculturas de madera incorporaban formas simbólicas, en especial aquellas conocidas como moai tangata (masculinas) y moai pa’apa’a (femeninas). Particular atención se ha puesto en el tallado de la cabeza y de la columna vertebral; la cabeza aludiendo al lugar más sagrado del cuerpo donde radica el mana y poder de una persona; la columna vertebral evoca la quilla de las antiguas embarcaciones, haciendo alusión a la importancia de la genealogía y las canoas fundacionales. La mayor parte de estos tallados al parecer fueron hechos en los siglos XVIII y XIX y parecieran surgir después del apogeo del período de construcción de los grandes moai de piedra. Otro elemento importante en las representaciones escultóricas son los ojos. Los ojos de las pequeñas estatuillas por lo general se hacían con una pupila de obsidiana negra o piedra roja incrustada dentro de un huesito de ave. Los ojos sólo se abren al momento del ritual, una vez finalizado se extraen. Pareciera no ser accidental que a gran parte de las estatuillas que hoy se encuentran en los museos del mundo les falte la pupila del ojo derecho. Quizás de esta manera se neutralizaban simbólicamente.43 Durante un largo tiempo, la organización social y política en la isla estuvo regida por este culto a los ancestros, expresado en la construcción de lo que se ha denominado el complejo ahu/moai, y en el cual había un ariki supremo o ariki mau. Este sistema tiene su correlato en gran parte del resto de la Polinesia. Aparentemente hacia el siglo XVII, la importancia o jerarquía de estos ariki empieza a ser disputada por grupos de guerreros, los matato’a. La guerra en la Polinesia también era un acto ritualizado y servía varios propósitos, pero el principal era la apoderación de territorios para una población en aumento en espacios finitos. La fuerza y el poder son elementos

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Objects were also symbols of power, status and prestige, and were passed from one generation to the next, acquiring mana with their use. They also represented the social relations between the gods and the people. Just like the stone sculptures, small wooden sculpture had symbolic meaning, especially those known as moai tangata (masculine) and moai pa’apa’a (feminine). Special importance was given to the carving of the head and the spine. The head was the most sacred part of the body, from which mana flowed, and the spine evoked the keel of ancient boats, hinting at the importance of the family tree and the original founding canoes. Most of these carvings seem to have been made between the 18th and 19th centuries after the building heyday of the great stone moai. The eyes are another important element in these sculptures. The eyes of the small statues were generally made with a pupil of black obsidian or red stone inside a bird’s vertebra. The eyes were only opened during the ritual, and once it was over they were taken out again. It does not seem accidental that most of the carvings in museums around the world are missing the pupil in their right eye. Perhaps this is the way they were symbolically neutralized.43 For a long time, the social and political organization of the island was led by this ancestor worship, shown in the construction of what is known today as the ahu/ moai complex, and in which there was a supreme ariki or ariki mau. This system can also be found in most of Polynesia. Apparently, as the 17th century approached, the importance or hierarchy of these ariki started to be challenged by warrior groups – the matato’a. War in Polynesia was also a highly ritualized endeavor and served various purposes, but the main one was to gain territory for a growing population in confined spaces. Strength and power are predominant elements in the Polynesian ideal.44 That is why the warriors or matato’a were placed high up in the social

Cantera del volcán Rano Raraku. Moai quarry at Rano Raraku volcano.


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preponderantes en el ideal de la Polinesia.44 Por ello los guerreros o matato’a se encontraban en una posición favorable dentro de las jerarquías sociales. La guerra se transformó en muchas islas en el vehículo ideal para la obtención de status, poder y mana, en especial para aquellos que no lo obtenían en forma “natural” por su ascendencia familiar. El mana de un guerrero aumentaba con cada víctima que anotaba su lanza o su maza. El espíritu del guerrero se simbolizaba en un ave muy particular –el pájaro fragata–, por sus hábitos rapaces y feroces emula la ferocidad del matato’a. Veremos más adelante cómo esta búsqueda del poder se materializó en un culto especial al hombre-pájaro.

hierarchy. In many islands war became the ideal way to obtain status, power and mana, especially for those who did not possess it “naturally” due to their family tree. The mana of a warrior grew with each victim hit by his spear or mace. The warrior spirit was symbolized by a very particular bird – the frigate bird – because of their rapacious and ferocious habits, like the fierceness of the matato’a. We will see later how this search for power translated into the special cult of the birdman.

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Moai tumbados de ahu Hanga Te´e (Costa sur). Fallen statues at ahu Hanga Te´e (South coast).

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Pequeñas esculturas antiguamente se colocaban en la entrada de las chozas y se usaban durante importantes festividades, como las fiestas de Mataveri. Las figuras femeninas (moai pa’a pa’a), son de cuerpo plano y cuerpo ancho y los brazos pegados al cuerpo. Las figuras masculinas (moai kava kava y moai tangata ) se caracterizan por tener los brazos separados del cuerpo y en el caso de los moai kava kava, por la apariencia esquelético del tórax en el que se resaltan las costillas, las vertebras de la columna y un abdomen abultado. (Piezas de la colección del Museo Nacional de Historia Natural, de Santiago).

These small wooden sculptures depicting male and female bodies were placed at the entrance to huts and used during important festivities like the Mataveri celebrations. The female figures (moai pa’a pa’a) have flat and wide bodies with their arms held tightly against the body. Male figures (moai kava kava y moai tangata) have their arms separated from the body and the moai kava kava have bony thoraxes showing their ribs, spine and pot bellies. (Pieces from the collection of the National Natural History Museum in Santiago).

Moai pa’a pa’a Dos moai pa’a pa’a que destaca por el carácter algo masculino en su expresión. La vulva en la segunda figura está indicada por el símbolo del komari, que aparece con frecuencia en petrogilfos y simboliza la fertilidad. Two moai pa’a pa’a that stand out due to their rather masculine expression. The vulva in the second figure is marked with the komari symbol, which frequently appears in petroglyphs and symbolizes fertility.

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Moai Kava Kava Tallado que corresponde a un moai kava kava con una expresión muy sonriente. Carving of a moai kava kava with a big smile.

Moai pa’a pa’a Figura que representa un moai pa’a pa’a excepcional de una mujer embarazada. Remarkable moai pa’a pa’a figurine of a pregnant woman.

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EL SISTEMA DE ALIMENTACIÓN: PARA ALIMENTAR DIOSES Y HUMANOS La sociedad rapanui tradicional se sustentaba económicamente por la agricultura y la pesca. La tierra estaba dividida de acuerdo a los linajes, cuyo ordenamiento territorial se daba por una división tribal de la tierra, teniendo cada tribu o mata un territorio determinado o kainga. En la Polinesia la producción agrícola estaba orientada tanto a producir alimentos como riqueza. Esta estrategia en parte fue responsable en muchas islas de la pérdida y destrucción de los ecosistemas originales, al transformar y sustituir los ambientes naturales por otros importados y transportados sobre las canoas. En Rapa Nui al igual que en otras islas se reemplazó el ecosistema natural endémico por plantas y animales domésticos traídos desde otras islas. La producción intensiva de productos agrícolas y crianza de animales servía como fuente de riqueza y fomentaron el desarrollo de sociedades complejas y jerarquizadas basadas en jefes hereditarios. Así Rapa Nui con el tiempo y desde el momento de su colonización (alrededor del 800 d. de C.) fue transformándose en un paisaje agrícola. Hacia el año 1400 d. de C. esta conversión del paisaje natural a un paisaje completamente humanizado se había completado. Grandes áreas entre la costa y hasta la mitad de las laderas de los cerros del interior hasta los 250 metros de altitud, estaban cubiertas por los campos o jardines de cultivo.45 Con posterioridad al 1400 d. de C., producto de la pérdida de la cobertura vegetal original y la agricultura intensiva, empezó un proceso de erosión de los suelos. Para paliar estos efectos los rapanui inventaron ingeniosos sistemas de mejoramiento de suelos y protección de sus jardines. Cubrieron la superficie del suelo con un mantillo de piedras o “mulch” para proteger los suelos agrícolas o construían los llamados jardines de piedra.46 Actualmente aparecen como grandes concentraciones de rocas de pequeño y mediano tamaño en el paisaje. Estas acumulaciones son artificiales y servían para proteger el suelo de la fuerte insolación y evitar la evapotranspiración. En cavidades especiales entre las rocas se hacían las plantaciones de taro y camote.

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Otras estructuras que servían para proteger las plantaciones son los pozos de cultivo o mana vai. A lo largo de unos mil años la producción agrícola en Rapa Nui fue aumentando en forma constante hasta llegar a sobrepasar la capacidad de carga de la isla tanto por sobreexplotación como por perturbaciones y alteraciones climáticas.47 La agricultura hasta inicios de los tiempos históricos recientes mantuvo su vital importancia como elemento básico de subsistencia, para los rituales en los ritos de pasaje de la vida y para ofrendar los dioses y con ello también para la mantención de la naturaleza jerárquica de la sociedad. Los recursos alimentarios procedentes de la agricultura y la pesca se complementaban con la carne de pollos, de ratones y aves marinas, siendo los pollos y los ratones siempre secundarios en la dieta, pues en general estaban reservados para la aristocracia, o para las grandes fiestas, y rituales,

como funerales, y en la ceremonia del hombrepájaro.48 Para la gente común en la base de la pirámide social, la única manera de obtener recursos proteicos era a través de la recolección de moluscos y peces en los roqueríos de la costa. Como en toda la Polinesia los recursos alimenticios y en especial aquellos de la agricultura formaban la base de los sistemas de intercambio, fiestas y rituales asociados a ritos de pasaje y el apaciguamiento de los dioses. Los productos hortícolas y animales domésticos tuvieron un rol importante en el establecimiento y luego la mantención de las estructuras jerárquicas de la sociedad rapanui.49 Los registros etnohistóricos del siglo XVIII nos demuestran que los jefes y sacerdotes mantenían el control sobre determinados recursos alimenticios, recursos que los jefes intercambiaban por bienes europeos.


THE FOOD SYSTEM: FEEDING GODS AND HUMANS

Tupa, monolito que servĂ­a de punto de observaciĂłn para ver la llegada de las tortugas. Tupa, stone structure used as lookout for sea turtles.

Traditional Rapanui society based its economy on agriculture and fishing. Land was divided according to lineages, whose territories were organized through a tribal division of the land, with each tribe or mata having a set territory or kainga. In Polynesia agricultural production was oriented toward the production of both food and wealth. This strategy was partly responsible for the loss and destruction of the original ecosystems on many islands, due to the transformation and substitution of the original vegetation with imports brought in the canoes. In Rapa Nui, just like on the other islands, the endemic natural ecosystem was replaced with domesticated plants and animals brought from other islands. Intensive agriculture and animal breeding served as sources of wealth, encouraging the development of complex and hierarchical societies based on hereditary power. Thus, over time and from the moment of its colonization (around 800 AD), Rapa Nui slowly became an agricultural landscape. By the year 1400 AD transformation from a natural to a completely humanized landscape was complete. Large areas between the coast and halfway up the slopes of the interior hills up to an altitude of 250 meters were covered in fields or crop gardens.45 Soil erosion set in after 1400 AD, due to the loss of the original flora and intensive agriculture, Rapanui invented ingenious soil improvement systems to protect their gardens. They covered the surface of the ground with stone covering or mulch to protect agricultural lands, or built rock gardens. Today they look like small and medium-sized rocks scattered in the landscape.46 These man made accumulations served to protect the land from the burning sun and helped to retain moisture. Taro and yams were planted in small cavities between the rocks. Sunken gardens or mana vai are another type of structure used to protect plantations. Over the span of a 1,000 years, agricultural production in Rapa Nui increased continually until its carrying capacity was saturated from overexploitation and climate change.47

Until recent historic times agriculture was vital as a basic element of subsistence, for rituals in rites of passage and as offerings to the gods, helping to maintain society’s hierarchical nature. Food produced from agriculture and fishing was supplemented with meat from chicken, rats and sea birds. Chicken and rats were always secondary food items, since they were generally reserved for the aristocracy, or great feasts and rituals such as funerals and the birdman ceremony.48 Shellfish gathering and coastal fishing provided the only source of protein for common people. Like in all Polynesia, food resources and especially agricultural ones formed the base of the exchange system, feasts and rituals associated to rites of passage and the appeasement of the gods. Agricultural produce and domestic animals played an important role in establishing and maintaining the hierarchies in Rapanui society.49 Ethno-historical accounts from the 18th century show that chiefs and priests maintained control over specific food resources, which the chiefs used for trading for European goods.

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ATRAER EL MANA Y LA FERTILIDAD: ORONGO Y LOS RITUALES DEL HOMBRE-PÁJARO

ATTRACTING MANA AND FERTILITY: ORONGO AND THE BIRDMAN RITUALS

Entre los vestigios arqueológicos del pasado rapanui, el arte rupestre por su cantidad y calidad supera cualquier otra expresión de este tipo en toda la Polinesia. El arte sobre piedra se encuentra disperso en toda la isla, en una cantidad que supera los cuatro mil motivos. El arte en piedra se expresó a través de distintas técnicas, tales como el grabado o incisión lineal, el sobrerrelieve y bajorrelieve, y en algunos sitios la pintura con pigmentos minerales. En la isla existen alrededor de mil sitios de arte rupestre, entre los que destacan las figuras antropomorfas, rasgos antropomorfos aislados, aves, especies marinas y terrestres, objetos ceremoniales, embarcaciones. El motivo más destacado en los petroglifos corresponde a la representación del hombre-pájaro o Tangata Manu, presente especialmente en las rocas de Mata ngarahu en la aldea ceremonial de Orongo junto al volcán Rano Kau. Los grabados y pinturas sobre piedra se relacionan con la cosmovisión, y a través de ellos con los mitos, la organización social, y política de la isla. Decíamos anteriormente que el hombre-pájaro se transformó en el símbolo de poder de una clase social, los matato´a, que lograron dominar como clase política en los períodos tardíos del desarrollo cultural de Rapa Nui. El ritual del hombre-pájaro se asocia a un lugar y un evento que se celebraba una vez al año en el mes de agosto en el borde del volcán Rano Kau. Sin embargo, la ocupación del espacio sagrado de Orongo en conjunción con el ritual del hombre-pájaro pareciera ser un desarrollo tardío y una adecuación en el uso de un espacio ritual que tiene orígenes mucho más antiguos. Las primeras casas de piedra en Orongo parecen haberse construido en plena época del desarrollo del culto del ahu/moai, en el sector que actualmente constituye el centro de la aldea, hacia el 1.200 de nuestra era. En el borde sureste del cráter del Rano Kao se encuentra un conjunto de rocas talladas con

Among the archaeological remains of Rapanui’s past, the rock art surpasses that of other Polynesian islands both in quantity and quality. The rock art scattered all over the island amounts to over four thousand panels. Several techniques were used, such as linear incision or engraving, high and bas-relief and in some instances painting with mineral pigments. There are over 1,000 rock art sites depicting human figures, isolated anthropomorphic features, birds, marine and terrestrial animals, ceremonial objects and boats. The most distinctive type of petroglyphs corresponds to the birdman or Tangata Manu, found especially on the rocks of Mata ngarahu in the ceremonial village of Orongo on Rano Kau volcano. Engravings and paintings on stone are related to the Rapa Nui worldview, with its myths, social organization and politics. As mentioned earlier, the birdman became a symbol of power for a social class: the Matato’a. They were able to dominate as a political class during the late period of Rapa Nui cultural developments. The birdman ritual was linked to a place and an event that was celebrated once a year in August, on the rim of Rano Kau volcano. However, the use of the sacred space of Orongo together with the ritual of the birdman seems to be a more recent innovation, making use of a ritual space that had much older origins. The first stone houses in Orongo seem to have been built during the ahu/moai phase, around 1,200 AD, in the area that is currently the centre of the village. On the Southeastern rim of Rano Kau’s crater we find a group of rocks carved with petroglyphs that represent frigate birds (makohe) and men with bird’s heads, a kind of mask that represents the creator god Make Make, carvings of female sexual organs (called komari), and some geometrical designs. These rocks were called Mata ngarahu and were the centre of the ceremony. Ceremonial stone houses were

Aldea de Orongo e interior del cráter de Rano Kau. View of Orongo and crater lake inside Rano Kau volcano.

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petroglifos que representan pájaros-fragatas (makohe) y hombres con cabezas de aves, y una especie de máscara que representa al dios creador Make Make. También hay diseños de órganos sexuales femeninos (llamados komari), y algunos diseños geométricos. Este conjunto, llamado Mata ngarahu, era el centro de la ceremonia. Sobre estas rocas fueron posteriormente construidas un conjunto de casas ceremoniales de piedra, que en su interior están decoradas con losas pintadas. En las losas hay principalmente representaciones, que fueron pintadas con diseños característicos de la ceremonia del hombre-pájaro, de remos ceremoniales, símbolo del poder –ao– pintados en colores blanco y rojo y también con barcos europeos, lo que demuestra su uso hasta tiempos históricos. Al menos, se sabe que la ceremonia del tangata manu se realizó hasta la segunda mitad del siglo XIX, hacia 1867. Desde el borde del cráter del Rano Kao se dominan tres islotes, denominados Motu Iti, Motu Nui y Matu Kao Kao. Antiguamente gran cantidad de aves marinas llegaban a anidar cada primavera, de las cuales sólo algunas se pueden observar en la actualidad. Entre las más importantes destaca el pájaro fragata (makohe), que puede ser visto planeando solitario o en parejas. Estos islotes son hitos importantes en la demarcación territorial de la isla. La gran canoa doble de Hotu Matu’a justamente se divide frente a estos islotes para tomar los dos recorridos en torno a la isla, por el sur y por el norte. Una cueva en Motu Nui marca además el punto de partida de una línea divisoria que cruza toda la isla y que divide también las tribus en dos grandes confederaciones opuestas, por el sur, los clanes de menor rango, los Ko Tu’u aro ko te Mata iti y por el norte los clanes de mayor rango, Ko Tu’u Hotu Iti ko te Mata Nui , que incluía las tribus de mayor prestigio y que podían trazar su descendencia al hijo mayor de Hotu Matu’a. Había sobre este islote un pequeño moai de basalto, llamado Tita’a hanga o te henua (el límite de la tierra). Esta división dual si bien era jerárquica, era también una de interdependencia. Según la tradición, esa estatua marcaba la división de la isla por el centro, línea divisoria que llegaba hasta la península del Poike, cerca de la cueva de Hue neru, en la que niños eran recluidos ritualmente para blanquear su piel. Según la interpretación y el discurso elaborado por los misioneros, el culto se desarrolla como parte de una creciente desestabilización social de la isla, posterior al derrocamiento de las estatuas como consecuencia de hambrunas y guerras intertribales. Sólo una vez abandonado el culto a los ancestros que representaban los moai, y dada la pérdida de prestigio del antiguo orden político religioso, habrían ascendido en el poder los líderes guerreros. Pensamos sin embargo que este culto en realidad combina un nuevo ritual de proezas masculinas guerreras con antiguos rituales orientados a la fertilidad, semejantes a los sacrificios al dios Rongo en Mangaia o al dios Lono en Hawái.50 Hay ciertos elementos simbólicos que nos muestran que los antiguos rituales fueron adaptados para dar continuidad al nuevo orden político. Uno de los elementos importantes de la aldea de Orongo era un moai de basalto llamado Hoa Haka nana’Ia, que hoy se encuentra en el Museo de Londres. El frente de este moai representa un moai clásico, sin embargo en la espalda tiene grabados todos los motivos que representan el ritual del hombre-pájaro: tangata manu, ao y komari. El cuerpo y la cara estaban pintados con arcilla blanca, sobre la cual se

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later built on these rocks, decorated with painted slabs inside. The slabs depict mainly ceremonial designs from the birdman ceremony, ceremonial oars, a sign of power –ao– painted in white and red and also European ships, which shows that the houses were used until recent times. We know that the tangata manu ceremony was performed until the second half of the 19th century, around 1867, at the very least. Three islets called Motu Iti, Motu Nui and Matu Kao Kao can be seen from the rim of Rano Kau. In the past many sea birds came to nest there every spring, but today few remain. Among the most important ones is the frigate bird (makohe), which can be observed soaring alone or in couples. These islets are important landmarks in the island’s territorial organization. Hotu Matu’a’s great double canoe parted just in opposite these two islets to circumvent the island to the north and south. A cave on Motu Nui also marks the beginning of the boundary line that divides the island and the tribes into two great opposing confederations: to the south, the clans of lesser rank, the Ko Tu’u aro ko te Mata iti, and to the north the clans of higher rank, the Ko Tu’u Hotu Iti ko te Mata Nui, which included the tribes that could trace their ancestry to Hotu Matu’a’ s eldest son. On this islet there was a small moai made of basaltic stone called Tita’a hanga o te henua (earth’s end). This division, while hierarchical, was also interdependent. According to tradition, the statue marked the division of the island, drawing a dividing line that reached to the Poike peninsula near the place of the cave of Hue neru, where children were ritually kept to whiten their skin. The cult was interpreted by missionaries as a result of growing social unrest on the island, after the statues had been toppled during times of famine and internal wars. Only when the ancestor worship represented by the moai had been abandoned and the ancient religious and political systems lost their prestige did the warrior leaders rise to power. However we believe that this cult actually combined a new ritual of male warrior prowess with ancient fertility rituals, similar to the sacrifices to the god Rongo in Mangaia or to the god Lono in Hawaii.50 There are certain symbolic elements that show that old rituals were adapted in order to lend continuity to the new political order. One of the important elements in the village of Orongo was a moai made from basaltic rock called Hoa Haka nana’Ia, which is now in the British Museum. The front of this moai is that of a classical moai, but on his back we find carvings of all the symbols representing the birdman ritual: tangata manu, ao and komari. The body and face were painted with white clay, on which designs were painted with red pigments. While most authors say that the Orongo fertility rituals are a later development, we believe that they are actually much older, mainly due to their strategic location on the southeastern tip of the island –which marks the arrival point of Hau Maka’s spirit from Hiva–, and also due to the similarities with fertility rites in other Polynesian islands.51 The rituals was performed starting in August, when the population began to

Moai tumbado y corona de escoria roja en ahu Te Pito Kura. Fallen moai with red scoria topknot at ahu Te Pito Kura.


disponían diseños destacados con tierra de color rojo. Si bien la mayor parte de los autores manifiesta que los rituales de fertilidad en Orongo son un desarrollo tardío, pensamos que estos en realidad son de larga data, principalmente por la ubicación estratégica en el extremo sureste de la isla, que marca el punto de llegada del espíritu de Hau Maka desde Hiva y las semejanzas con rituales de fertilidad en otras islas de la Polinesia.51 El hecho es que el ritual descrito se celebraba a partir del mes de agosto cuando la población se empezaba a congregar en los faldeos del volcán Rano Kao en la aldea de Mataveri y los grupos más poderosos se organizaban para participar en la competencia. En el momento oportuno cuando llegaban las aves subían hacia Orongo. Cada clan elegía a un representante, el hopu manu. En el momento culminante de las fiestas y rituales, debían descender el acantilado de Orongo, y nadar hasta el Motu Nui y esperar allí hasta lograr coger el primer huevo de esta ave. El ganador anunciaba su éxito y el jefe de su grupo era inmediatamente consagrado como el elegido por Make Make para convertirse en el tangata

meet on the slopes of Rano Kau volcano at the village of Mataveri, and the most powerful groups organized themselves to participate in the competition. At the right time, when the birds arrived, the clans ascended to Orongo and each one chose a representative, called hopu manu. When the feasts and rituals had ended, the hopu manu had to climb down the Orongo cliff, swim to Motu Nui and wait there until they could collect the first egg laid by the sooty tern. The winner announced his success and his group’s chief was immediately named as the chosen one by Make Make to become the tangata manu during that season and until the next spring, thus providing his clan with all the political privileges inherent to the title. The hopu manu had to come back to the village with the egg intact, since it symbolized the power of Make Make. Tradition reminds us that the groups used these privileges to satisfy their desire for revenge.52 In fact, this is the time when the bloodiest legends surfaced, strewn with references to cannibalism, which may have also had a ritual background. The new leader had to shave off his hair, was painted with the ritual colors –

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manu de esa temporada, hasta la siguiente primavera, con los privilegios políticos para su clan que esta posición le entregaba. El hopu manu debía volver a la aldea con el huevo intacto, en tanto encarnaba el poder de Make Make. La tradición recuerda que los grupos se aprovechaban de esos privilegios para satisfacer sus deseos de venganza.52 De hecho, a esta época corresponden las leyendas más sangrientas, en las que no faltan referencias a la antropofagia, que también puede haber tenido un trasfondo ritual. El nuevo líder debía afeitarse completamente la cabeza, y era pintado con los colores rituales, blanco y rojo, y recibía el ´ao, símbolo del poder. Finalmente iniciaba la procesión por el camino del ao, bajando a Mataveri. Aunque no se conocen detalles de las fiestas y rituales, era recluido por unos seis meses, en

Petroglifos que representan hombres-pájaros en Orongo, atrás los Motu. Petroglyphs of birdmen at Orongo. The Motu are at the back.

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white and red– and received the ´ao, the symbol of power. Finally a procession started down the path of the ao, descending to Mataveri. Although there are no known details about the feasts and the rituals, the leader was cloistered for six months in Anakena if he belonged to the northeastern clans (Ko Tu’u aro ko te Mata Nui) , or in Rano Raraku if he belonged to the Southeastern ones (Ko Tu’u Hotu Iti ko te Mata iti). Springtime in several Polynesian islands coincides with fertility rituals, and is thus associated with the origin of life and linked to the ancestors. In the case of Rapa Nui it could also be symbolized by the original darkness prior to light. Ao popohanga in Rapa Nui refers to the morning light. Ao are also double oars, the symbol of power belonging to the Tangata Manu. We saw previously that the

La gran escultura de Vai a Heva, en la ladera de una de las colinas del Poike. Vai a Heva sculpted rock basin on one of the hilltops of Poike peninsula.


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Anakena si pertenecía a los clanes del noroeste (Ko Tu’u Hotu aro te Mata Nui), o en Rano Raraku si pertenecía a los del sureste (Ko Tu’u Hotu Iti ko te Mata iti). La época de primavera en varias islas de la Polinesia coincide con rituales de fertilidad, de vida y que se asocian por ende también al origen de la vida, que está ligada a los antepasados y en el caso de Rapa Nui podría estar simbolizado por la oscuridad primordial anterior a la luz. Ao popohanga en rapanui alude a la luz del amanecer. Ao también son los remos dobles, símbolos del poder del Tangata Manu. Vimos anteriormente que el lugar de los muertos, en especial de los ariki, podría estar en una isla en el origen, tanto en la luz o bien en la oscuridad. El emplazamiento de Orongo enfrentando directamente a Hiva, el lugar de origen primordial de los rapanui no debiera ser considerado como meramente accidental. Todo lo contrario, pensamos que se vincula directamente con el hecho que ésta es la dirección de donde provendría el mana y que se opone a la dirección de la luz, de la claridad, que estaría en el otro extremo de la isla, justamente donde se encuentran las cuevas Hue neru. En toda la Polinesia y Melanesia los dioses habitan el cielo y se hacían visibles como aves. Los pájaros también eran el vehículo de los espíritus. En las islas de la Sociedad los sacerdotes recibían presagios del mundo sobrenatural a través de los cantos o gritos de pájaros. Hotu Matu’a recibió un presagio de esta naturaleza para avisarle de los peligros eminentes. Además las aves marinas al sumergirse en el mar, y poder moverse en diferentes elementos, tenían connotación de fertilidad y marcaban la transición entre planos cósmicos. Frecuentemente se asociaban con los muertos. Las plumas de las aves también tenían poderes mágicos.53 En Isla de Pascua las plumas blancas de los gallos tenían poderes, y los tocados antiguos están hechos con plumas negras o blancas. Hoy en día los trajes de los conjuntos de baile preferentemente se confeccionan con plumas blancas. Hotu Matu’a mantenía una relación especial con los pájaros y criaba pájaros al igual que en otras islas, donde se reporta que los ariki mantenían aves en cautiverio.54 Después de la celebración en Orongo, en el mes de diciembre, se realizaba una ceremonia especial aparentemente asociada a la fertilidad o como rito de pasaje. Participaban en ella niñas y niños prepúberes que habían sido recluidos durante un año en dos cavernas ubicadas en el acantilado del Poike, que se denominaban ana Hue neru (neru ha sido traducido como vírgenes, o sea cuevas donde se reunían los niños y las niñas vírgenes o prepúberes). Una de ellas ubicada en el barranco tiene el nombre de ana o Keke, allí donde se pone el sol de mediodía: keke. La otra está más cerca del mar y se llama ana More Mata Puku. Aproximadamente a los siete años de edad eran llevados a vivir a estas cuevas para blanquear su piel, un ritual que también tiene su correlato en varias otras islas de la Polinesia. Las niñas recluidas en estas cuevas debían pintarse el cuerpo de determinados diseños en colores (rojo y blanco), tenían prohibición de cortarse el pelo y las uñas y debían aprender a recitar los pata´uta´u, cantos o recitaciones antiguas.55 Según algunos datos, las niñas estaban reservadas para ser casadas con los ariki o sacerdotes. No sabemos si hubo desfloración ritual de las niñas, una costumbre que existía en la antigua sociedad de Samoa para las niñas pertenecientes a la aristocracia.56 La blancura de la piel tiene principalmente una asociación simbólica con la luz y por ende la claridad.

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place of the dead, especially the ariki, could be in an original island, both in light or darkness. The fact that Orongo was located directly facing Hiva, the original place of the Rapa Nui, should not be considered merely accidental. This is the direction where mana came from, against the direction of light, of clarity, at the other end of the island where the Hue neru caves were located. In all Polynesia and Melanesia the gods inhabited the heavens and took the shape of birds. Birds were also a vehicle for the spirits. In the Society Islands priests received omens from the supernatural through the singing or cries of birds. Hotu Matu’a received such an omen to warn him of imminent danger. Also, since sea birds could dive into the sea and move within different elements, they had a connotation of fertility and marked the transition between cosmic planes. They were frequently associated with the dead. Bird feathers also had magical powers.53 In Easter Island white rooster feathers had powers, and old headdresses were made with black or white feathers. Nowadays the costumes for the dance groups are made mainly of white feathers. Hotu Matu’a had a special relationship with birds and raised them, much like in other islands where chiefs kept captive birds.54 A special ceremony was performed after the celebration in Orongo in December, apparently linked to fertility or as a rite of passage. The participants were prepubescent boys and girls who had been secluded for a year in two caves located on the Poike peninsula, called ana Hue neru (neru has been translated as “virgins”, meaning caves where virgin or prepubescent boys and girls were kept). One of them, located on the cliff, is called ana o Keke, “where the midday sun –keke– sets”. The other is closer to the sea and is called ana More Mata Puku. At approximately seven years of age, children were taken to live in these caves to whiten their skin, a ritual that is also seen in other parts of Polynesia. Girls who were kept in these caves had to paint their bodies with certain designs in white and red, were forbidden to cut their hair and nails, and had to learn to recite the pata´uta´u – songs or ancient recitations.55 According to some records, some of these girls were kept as brides for the ariki or priests. It is not known whether there was a ritual deflowering of the girls, a custom that existed in ancient Samoan society for girls belonging to the aristocracy.56 Whiteness of the skin mainly has a symbolic association with light, and thus to clarity. Neru children were taken to Orongo as poki manu (bird children), where the appropriate rituals were performed, possibly associated with their coming of age and ability to reproduce. Father Sebastian Englert summarized this tradition as follows: “Boys and girls who were candidates for poki manu had their hair cut at home and white mahute bands (fabric made of the bark of the paper mulberry plant) were tied around their arms and legs. Several coconuts*, or when these were not available, tahonga (wooden heart-shaped figures) were hung on their shoulders, chest and back. Once the children had been gathered, they went to Orongo with their parents and the tangata tapa manu, who acted as their “godfathers”. Afterwards a ritual with sexual connotations took place in Orongo, though Englert does not explain the details.57 At the end of the ceremony everyone returned home and a great feast was held where large amounts of food were handed out, especially white chickens.


Ana Kai Tangata. Situada en los acantilados al sur de Hanga Roa, en el sector denominado Mataveri. Es una espaciosa gruta que contiene pinturas con motivos de pรกjaros en las lajas del techo. Ana Kai Tangata. This cave is located under the cliffs at Mataveri south of Hanga Roa. It is decorated with red and white paintings of birds.

Motu Tautara, vista desde la cueva de Ana Kio, formada por burbujas de aire en la lava. Motu Tautara, viewed from Ana Kio cave, formed by gas bubbles in the lava.

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Los niños neru eran llevados a Orongo como poki manu (niños pájaro), donde se realizaban los rituales apropiados que probablemente se relacionan con haber llegado a edad fértil y de reproducción. El sacerdote Sebastián Englert resume esta tradición de la siguiente manera: “a los niños y niñas que eran candidatos a poki manu, se les cortaba el pelo en la casa y cintas blancas de mahute (tela de corteza de la morera de papel) se amarraban a brazos y piernas. Cocos* o a falta de éstos, varios tahonga, o sea figuras de madera en forma de corazón, les eran colgados de los hombros, sobre pecho y espalda. Reunidos todos los niños, subían a Orongo, acompañados de sus padres y de los tangata tapa manu, que podríamos llamar “padrinos”. En Orongo se realizaba entonces un ritual de corte sexual no descrito en detalle por Englert.57 Al terminar las ceremonias todos volvían a casa y se iniciaba una gran fiesta, en la cual se repartía gran cantidad de comida y en especial pollos blancos. A través de la comparación con rituales similares en Samoa, Tahití y Hawái podemos aproximarnos a comprender estas prácticas. En Hawái, Samoa y Tahití sólo mujeres vírgenes podían participar en las danzas rituales, que se entendían como ofrendas a los dioses.

Through comparison with similar rituals in Samoa, Tahiti and Hawaii, it is possible to understand these customs. In Hawaii, Samoa and Tahiti only virgin women could participate in the ritual dances, perceived as offerings to the gods. It was crucial that girls had not given birth, since there was a symbolic relationship between the blood running in the veins to the hymen and menstrual blood.58 This has to do with the birth of the eldest son, the sacred son, since in Tahiti it was thought that when upper class girls gave birth it was the product of divine intervention. Even today on Easter Island, the eldest son enjoys a special place among the other sons. The association of white skin, holiness and fertility is related to the cosmological value of sunlight, and especially linked to women. On Rapa Nui we also know that boys and girls from the highest ranking families were kept indoors to avoid exposure to sunlight.

La aldea de Orongo, en el borde del cráter de Rano Kau. Orongo village on the edge of Rano Kau crater. 66.


Era esencial que las niñas no hayan tenido hijos, pues había una directa relación simbólica entre la sangre que corre en las venas, la sangre del himen y la sangre menstrual.58 Esto tiene relación con el nacimiento del hijo mayor, el hijo sagrado, pues en Tahití en el caso de las niñas de alto rango, se pensaba que estos hijos eran producto de una acción divina. Incluso hoy en día en Isla de Pascua, el hijo mayor ocupa un lugar especial dentro de los hijos. La asociación de piel clara, sacralidad y fertilidad se relaciona con el valor cosmogónico de la luz del sol, y en especial está asociado a mujeres. En Rapa Nui sabemos también que había niños y mujeres de las familias de rango más alto, que se mantenían al interior de las casas para no exponerlos a la luz del sol. Otras fiestas descritas eran en memoria de una persona fallecida o de un pariente vivo: los paina y los koro, respectivamente. En la fiesta del paina se levantaba una figura de paja o pasto seco recubierta con mahute. Para las fiestas del koro se levantaban grandes casas comunales que eran ocupadas por los jóvenes, que permanecían en ellas varias semanas. Estas fiestas además se acompañaban siempre de danzas, cantos y con grandes cantidades de alimentos que eran repartidos a los asistentes.59

* Pensamos que se trataría de nueces del árbol de sándalo, dado que en Isla de Pascua antiguamente no crecían cocoteros.

Other celebrations include those in honor of a deceased person or a living relative: paina and koro, respectively. For the paina celebration a figure made of straw was erected and covered in mahute. For the koro celebration, great communal houses were built and occupied by young people, who stayed there for several weeks. These feasts also had their fair share of dancing, singing and large amounts of food were handed out to those present.59 * We believe it could have been sandalwood seeds, since coconut palms did not grow in Easter Island at the time.

Interior de una casa de Orongo con pintura de un remo (ao). Rock paintings of ceremonial paddles (ao) inside a house at Orongo.

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RECORDANDO LOS ORÍGENES: LOS MAORI RONGO RONGO Y LAS TABLILLAS PARLANTES

REMEMBERING THE ORIGIN: THE MAORI RONGO RONGO AND THE TALKING TABLETS

En 1864 el hermano misionero E. Eyraud describe unas tablillas de madera grabadas que encuentra en las casas de los rapanui, “…figuras de animales desconocidos en la isla que los indígenas dibujan con piedras cortantes. Cada figura tiene su nombre…”.60 Fue testigo también que las tablillas se conservaban suspendidas en las casas botes. Es la primera descripción de las llamadas tablillas parlantes o kohau rongo rongo. Unos años después en 1868 otro misionero envía una de estas tablillas como presente de los rapanui al obispo de Tahití, monseñor Tepano Jaussen. El madero grabado iba envuelto en un sedal de pelo humano trenzado. En la tradición rapanui, se dice que junto a Hotu Matu’a venían especialistas y sabios en las tradiciones, los maorí rongo rongo. Ellos traían 67 tabletas inscritas que contenían las antiguas sabidurías, y genealogías. La “lectura” o recitación de los cantos o leyendas asociadas a las tablillas fue un tema exclusivo de algunos especialistas (tangata maori rongo rongo), relacionados con la más alta aristocracia. “En la época del reino del ariki Nga’ara, antes de las guerras tribales, se desarrollaban ceremonias anuales en Anakena, venían los maestros y estudiantes a recitar el rongorongo. Tenían tablillas en sus manos y se escuchaba el ruido de los bastones pegando la tierra del camino”.61 En otras islas se sabe que en el pasado también existían especialistas en recitación de genealogías, encargados también de dirigir los cantos y rituales. En las Marquesas estos especialistas recibían el nombre de TahunaO’ono y en Mangareva Taura Rongo Rongo.62 Hay registros que este tipo de grabados se realizaban sobre hojas de plátanos. Sólo en Isla de Pascua estos signos se habrían grabado sobre tablillas de madera. En las islas Tuamotu, la palabra rongo hace referencia a los relatos de las hazañas de un héroe. Hay visiones bastante dispares en cuanto al significado de los grabados y de las tabletas. Se ha logrado identificar que algunos de los grabados aluden a un calendario lunar, por lo que la hipótesis más aceptada a la fecha lo considera

In 1864 the missionary E. Eyraud described carved wooden tablets found in one of the houses of the Rapa Nui, “ …shapes of unknown animals on the island which the natives carved out with sharp stones. Each shape has a name…”.60 He also saw that the tablets were kept hanging inside the boat houses. This is the first description of the so-called talking tablets or kohau rongo rongo. A few years later, in 1868, another missionary sent one of these tablets as a gift from the Rapanui to the bishop of Tahiti, Monsignor Tepano Jaussen. The carved tablet was wrapped in a braid of human hair. In the Rapa Nui tradition, it is said that together with Hotu Matu’a came specialists and wise men in the traditions, the maori rongo rongo. They brought with them 67 tablets inscribed with the ancient wisdom and family genealogy. The “reading” or recitation of the chants or legends contained in the tablets was the exclusive task of certain devoted specialists (tangata maori rongo rongo), related to the highest ranking aristocracies. “At the time of the kingdom of ariki nga’ara, before the tribal wars, annual ceremonies were held in Anakena, teachers and students came to recite the rongorongo. They had tablets in their hands and the noise of canes pounding the ground could be heard”.61 It is known that on other islands there were also specialists in reciting the family genealogies and who were also in charge of directing the chants and rituals. In the Marquesas these specialists were called Tahuna O’ono and in Mangareva Taura Rongo Rongo.62 There are reports that this type of carving was done on banana leaves. Only on Easter Island were they carved on wood. In the Tuamotu islands, the word rongo refers to the stories of a certain hero’s deeds. Opinions differ regarding to the meaning of the carvings and the tablets. It has been possible to conclude that some of these carvings refer to a lunar calendar, which is why the most accepted hypothesis considers them more than a merely

Tablilla Menor de Santiago con escritura Rongo Rongo (Museo Nacional de Historia Natural). Small Santiago board with Rongo Rongo script (National Museum of Natural History, Santiago).

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algo más complejo que un mero recurso mnemotécnico, cuyo origen habría que buscarlo en los pobladores o colonos originales que lo trajeron a la isla como parte de su acervo cultural que había que trasladar sobre las canoas, al igual que plantas y animales domésticos. Algunas inscripciones harían referencia a la procreación y la fecundidad. Se han hecho numerosos esfuerzos para descifrar o comprender tanto el uso como el significado de los signos grabados en estas tablillas.63 Hay signos antropomorfos que muestran individuos en diferentes posturas, de aves, hombres-pájaro, diferentes tipos de plantas, aves con dos cabezas, vulvas, manos, pies, soles, lunas y estrellas, peces, tortugas, jaibas, pulpos, canoas, adornos pectorales (reimiro), y una variedad de formas geométricas. Los signos se ordenan en bandas horizontales ligeramente cóncavas y se grababan con dientes de tiburón o esquirlas de obsidiana. La lectura se iniciaba en la línea inferior, de izquierda a derecha, y al llegar al final de la línea, había que dar vuelta la tablilla sobre el mismo plano, para continuar la lectura sobre la línea inmediatamente superior, pero con los signos grabados de manera invertida respecto de la línea anterior. Routledge, en una entrevista a los ancianos, registra que antiguamente estos signos se escribían sobre hojas de plátano, y que el uso de la madera fue incorporado más tardíamente.64 El uso tanto de la madera como de las hojas de plátano, y el hecho que al menos dos de éstas estuvieran envueltas en largos sedales de pelo humano, y uno de los objetos tallados con los signos es un bastón de mando, nos permiten comprender el contexto ritual de éstas. Las hojas de plátano en muchas islas de la Polinesia antiguamente acompañaban o iniciaban las ofrendas rituales. Fue lo primero que se le presentó al capitán

Moai en la ladera externa del volcán Rano Raraku. Moai on the outer slope of Rano Raraku volcano.

mnemonic tool. Their origin may lie with the original settlers who brought them to the island as part of their cultural heritage, just like plants and domestic animals. Some inscriptions made reference to procreation and fertility. Numerous efforts have been made to decipher or comprehend both the use and the meaning of the symbols carved onto these tablets.63 There are anthropomorphic symbols that show people in different positions, birds, birdmen, different types of plants, two-headed birds, vulvas, hands, feet, suns, moons and stars, fish, turtles, crabs, octopi, canoes, breast plates (reimiro) and a variety of geometrical shapes. The symbols are ordered in slightly concave horizontal bands and carved with shark’s teeth or obsidian flakes. Reading was done bottom-up, left to right, and at the end of the line the tablet had to be turned around to continue reading on the line that was immediately above, but inverted in relation to the signs in the line before. Routledge, in an interview with the elders, mentions that these symbols were originally written on banana leaves, and that the use of wood was incorporated later.64 The use of both wood and banana leaves, and the fact that at least two of these were wrapped in long braids of human hair and one of the symbols carved is a scepter, help us to understand their ritual context. In many Polynesian islands banana leaves were originally used for ritual offerings. It was the first thing captain Wallis was presented with in Tahiti.

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Wallis en Tahití. Es sabido que en otras islas la entrega ceremonial de las hojas de plátano era un acto que abría la ceremonia de presentación de ofrendas a los ariki o los dioses.65 Por otro lado, el pelo humano tenía cualidades sagradas, en vista que provenía de la parte más sagrada y tapu de la persona, la cabeza, ya sea de un antepasado o de un enemigo capturado. Era una manera de apoderarse del mana del otro. En Hawái en forma análoga tanto tocados de pluma como sedales de pelo y especialmente la confección de éstos, tenían una connotación sagrada, al ser elementos que podían capturar o personificar lo divino. Lo divino se transmitía trazando la descendencia o línea genealógica desde los dioses hacia el cuerpo del ariki, y en especial hacia su cabeza y su espalda, razón por la cual era necesario proteger estas partes del cuerpo.66 Es probable que en estas recitaciones nos encontremos con la esencia del saber rapanui antiguo, las genealogías de origen, nombres de lugares, plantas y animales que son en su conjunto la representación de un sistema clasificatorio del mundo.

Detalle de la arquitectura de uno de los ahu de Vinapu que data del 1200 d. de C. Closeup of an ahu in Vinapu dating to 1200 AD.

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On the other islands the ceremonial giving of banana leaves was an act that opened the gift presentation ceremony to the ariki or the gods.65 On the other hand, human hair had sacred qualities, since it came from the most sacred and tapu part of the person, the head – either from an ancestor or a captured enemy. It was a way to obtain another person’s mana. In Hawaii, almost at the same time, both feather headdresses and hair lines, especially their making, had a sacred connotation, since they were elements that could capture or personify the divine. The divine was transmitted by tracing the ascendancy or genealogical line from the gods to the body of the ariki, and especially to his head and back, which is why these parts of the body had to be protected.66 It is likely that these chants contain the essence of Rapanui knowledge, the original genealogies, and names of places, plants and animals that together comprise a classification system of their world.


Muro posterior del ahu Tahira en Vinapu. Back wall of ahu Tahira at Vinapu.

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ISLAS FLOTANTES DE LOS CONFINES DEL MUNDO: LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS

FLOATING ISLAND FROM THE END OF THE WORLD: THE ARRIVAL OF THE EUROPEANS

Un día a inicios del otoño del hemisferio austral del año 1722, aparecieron en el horizonte frente a la Isla de Pascua unos objetos flotantes extraños, altos y macizos que se movían y avanzaban hacia la isla. Dos grandes varas se levantaban en el centro de estas islas flotantes, con grandes telas blancas hinchadas por el viento. Semejaban grandes islas impulsadas por las fuerzas de los dioses. No parecían realmente una canoa, pues no tenían balancín, tampoco era una canoa doble. Se asomaban personajes parecidos a hombres de piel rojiza, pelo color cúrcuma y la mayoría envueltos en telas blancas y otros con telas rojas y azules. Todos los sacerdotes y jefes subieron a las canoas y remaron hacia esta aparición, para trepar a ella y recibir los regalos y bienes que traían los dioses. Telas, muchas telas había que cubrían las plataformas, colgando de pequeñas aperturas laterales en estas islas-canoas, de las cuales se apoderaron. Luego por los costados se deslizaron unas pequeñas canoas y varios de los hombres bajaron a tierra, soplando fuego y truenos, claros signos que habían llegado los representantes de un dios o quizás el dios mismo. Los amenazaron con piedras pero no lograron amedrentarlos, por lo cual el sacerdote mayor mandó a buscar alimentos de aquellos reservados para los ariki y los grandes eventos: ñames, caña de azúcar, plátanos y pollos. Pero sólo tomaron los pollos y retribuyeron con telas. A bordo de los barcos Arend, Afrikaansche Galley y Tienhoven, sus comandantes Jan Koster, Jacob Roggeween y Cornelius Bouman observaban cómo varias canoas de nativos se aproximaban con hombres que gesticulaban hacia los barcos, trepaban por el lado y se hacían de cortinas, manteles, chaquetas y sombreros. Ya en tierra al desembarcar fueron apedreados y finalmente para defenderse recurrieron a las armas, evento que concluyó con doce nativos muertos. Mujeres y niños se postraban frente a ellos levantando hojas de palmera (probablemente se trataba de hojas de plátano), banderines rojos y blancos y muchas frutas.67 Sólo ahí uno de ellos que parecía tener más autoridad que los otros, mandó a traer de todo para ellos, incluyendo frutas, tubérculos y pollos. En pocos minutos trajeron gran cantidad de caña de azúcar, de pollos, de ñames, y plátanos, pero ellos les dieron a entender que sólo les interesaban los pollos que eran unos sesenta y los plátanos que eran unas treinta cabezas y que intercambiaron por unos simples trozos de tela.68 Este es el relato resumido que tenemos de la llegada de los holandeses a las costas de Isla de Pascua esa mañana de domingo de Resurrección de 1722, cuando la expedición holandesa aprovecharía en su viaje en busca de la Terra Incógnita Australis, de reubicar la desconocida tierra de Davis, avistada anteriormente sólo a la distancia por el inglés Davis. Hace tiempo ya que las naciones de Europa buscaban las Tierras australes del sur, aquellas que necesariamente tenían que existir para equilibrar las masas de tierra de los dos hemisferios, además de buscar nuevas rutas comerciales hacia la India y China. Los hechos descritos y las primeras observaciones de la expedición de los holandeses al mando del capitán Roggeween, se repiten en forma casi idéntica en Samoa a la llegada de esta misma expedición unas semanas más tarde, pero

One day in 1722, at the beginning of autumn of the southern hemisphere, strange floating objects appeared on the horizon of Easter Island. They were tall, massive and moved toward the island. Two great poles rose from the centre of these floating islands, with great white sails swollen by the wind. They seemed like great islands propelled by the power of the gods. They did not look like a canoe, since they had no outrigger, nor were they double hulled canoe. They saw creatures that looked like men with reddish skin, turmeric-colored hair and most of them wrapped in white or red and blue cloths. All of the priests and chiefs rowed their canoes toward this apparition, to climb on it and receive the presents brought by the gods. There was cloth, a lot of cloth that covered platforms and hung from side openings in the island-canoes, which they quickly took. Later, from the sides small canoes were lowered and the men came ashore, breathing fire and thunder, clear signs that the representatives of a god or maybe even the god himself had come. The islanders threatened them with stones, yet were unable to scare them away. Thus, the high priest sent for the food reserved for the ariki and big ceremonies: yams, sugar cane, bananas and chickens. But the men only took the chickens and retributed with cloth. Aboard the Arend, Afrikaansche Galley and the Tienhoven, Commanders Jan Koster, Jacob Roggeween and Cornelius Bouman saw how several canoes of natives approached the ships, climbed up the sides and stole curtains, tablecloths, jackets and hats. Once on shore, they were stoned and eventually had to use their guns to defend themselves. Twelve natives ended up killed.

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Este moai situado en la falda externa del Rano Raraku tiene un petroglifo posterior a su elaboración. Éste representa posiblemente uno de los primeros veleros europeos que se acercaron a la isla. Petroglyph of a European vessel on a moai at Rano Raraku. It could well represent one of the early European explorer’s ships.

Platanal al interior de la cueva de ana Te Pahu. Banana trees growing inside ana Te Pahu.

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también hechos similares se suceden en Tahití a la llegada del capitán Wallis en 1767, descubridor de las islas de la Sociedad, y unos años más tarde James Cook observará hechos parecidos tanto en Nueva Zelanda como en Hawái. Roggeveen será el responsable de dar a conocer al mundo occidental esta lejana isla. En sus crónicas nos entrega una breve descripción de ella y de sus habitantes, sus embarcaciones, las esculturas o moai, y algunas de sus costumbres, constituyéndose en la primera descripción que se publica en Europa y es el precedente para los futuros navegantes que arribarán a sus costas. El patrón siempre es el mismo, los nativos se acercan a los barcos con presentes de tubérculos, o plátanos, cocos cuando los hay y suben a los barcos, se apoderan de las telas, las chaquetas, los sombreros o los pañuelos que los marineros se amarraban al cuello, o los intercambiaban por los alimentos reservados para los ariki y los sacerdotes, aquellos que se consumían en las fiestas dedicadas a las deidades: ñame, taro, plátano, pollos, cerdos (dependiendo de la isla, uno u otro de estos productos eran los que estaban reservados para los ariki) . Esa es la lectura de los navegantes. No conocemos con exactitud la lectura dada por los nativos, pero las semejanzas con los hechos relatados entre islas, en Tonga, en Samoa, en Tahití, en Hawái y en Nueva Zelanda que han sido extensamente analizados por antropólogos e historiadores, hacen presumir que en Pascua la mirada o lectura desde el punto de vista indígena, era muy parecida. Los regalos de tela por parte de los europeos en todas las islas fueron muy apreciados, particularmente las telas rojas y blancas. Las telas y los alimentos en la Polinesia conforman los objetos primordiales de los regalos u ofrendas entregados en actos de intercambios y obligaciones de reciprocidad. Ambos elementos se preparan ceremonialmente y se presentan juntos en los actos rituales.69 No es de extrañar entonces que sean los elementos presentados también en estas ocasiones, más aún cuando los europeos, como en el caso de la visita de los barcos de Cook a Isla de Pascua, estaban correspondiendo con objetos apropiados: telas. Durante este período las relaciones con los navegantes se caracterizaron por ser contactos efímeros, sin que ninguna de las embarcaciones se haya establecido por un tiempo prolongado. La finalidad por parte de los europeos claramente se centraba en la obtención de agua y alimentos, además del intercambio sexual que en la mirada de éstos se les ofrecía libremente. Debemos preguntarnos ¿cuál era la mirada de los isleños que vieron aparecer de tarde en tarde estas islas flotantes desde el mundo divino, cerca del horizonte, cargados de objetos sagrados, provistos de los colores de la sacralidad y de los símbolos de los atua, los dioses: telas rojas y telas blancas, tocados en las cabezas y otros objetos jamás antes vistos? Recordemos, por ejemplo, que en la época de los viajes de Cook, la bandera inglesa tenía fondo rojo, los almirantes y capitanes de barco, para las ocasiones formales vestían de pelucas blancas, chaquetas rojas y pantalones blancos. Los dioses polinesios a su vez tenían la capacidad de penetrar o presentarse ante los humanos en las formas más diversas. ¿Por qué entonces no podrían aparecer los dioses un día sobre islas flotantes en el océano? En rapanui el término usado antiguamente para referirse a los extranjeros, en especial a los misioneros, era popa (el equivalente tahitiano era Popa’a).70 Aún hoy en las Islas de Samoa y en Tonga se usan las palabras

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Women and children knelt in front of them raising palm tree leaves (they were probably banana leaves), red and white flags and a lot of fruit.67 Only then did one native who appeared to have more authority call for all sorts of things to be brought for them, including fruit, root crops and fowls. In a few minutes they brought a great amount of sugarcane, chicken, yams and bananas, but they made it clear to them that they were only interested in the chickens (approximately sixty of them) and the bananas (about thirty bunches), which they traded for some simple bits of fabric.68 This is the short version of the arrival of the Dutch to the coasts of Easter Island on that fateful Easter Sunday morning of 1722, when the Dutch expedition in search of Terra Incógnita Australis tried to find the unknown land of Davis again, which the Englishman Davis had only seen from afar. European nations had been looking for the Southern Continent that had to exist to balance the land masses of both hemispheres for a while, as well as searching for new trade routes to India and China. The events described above and the first observations of the Dutch expedition led by Captain Roggeween are identical to descriptions from Samoa, where the expedition arrived a few weeks later. Similar events happened in Tahiti upon the arrival of Captain Wallis, discoverer of the Society Islands, in 1767, and a few years later James Cook was witness to similar events in New Zealand and Hawaii. Roggeveen let the Western world know about this distant island. In his chronicles he gives a brief description of the island and its inhabitants, their boats, the sculptures or moai and some of their customs, thus making it the first description to be published in Europe and a precedent for all future navigators who arrived at Rapa Nui’s shores. The pattern is always the same: the natives came to the ships with gifts like tubers, bananas, and coconuts when available, took the cloths, jackets, hats or handkerchiefs that the sailors tied around their necks, or traded them for food reserved for the ariki and the priests, food kept for special celebrations in honor of the deities: yams, taro, bananas, chickens, pigs (depending on the island, at least one of these products was reserved for the ariki). This is the sailors’ version. We do not have an official version from the natives, but the similarity to events on other islands such as Tonga, Samoa, Tahiti, Hawaii and New Zealand, extensively studied by anthropologists and historians, lead us to believe that on Easter Island the natives’ version of the story is indeed very similar. The Europeans’ gifts of fabrics were highly appreciated on all of the islands, especially red and white ones. Cloths and food in Polynesia are the main items for gift exchange and reciprocal obligations. Both elements were prepared ceremonially and presented in ritual acts.69 So it is not surprising that these were also the items given on such occasions, especially when the Europeans had similar objects to give back – cloth–, as was the case with Captain Cook on his visit to Easter Island. During this period the relationship with the European sailors was ephemeral at best and none of the ships stayed for too long. Their purpose was clearly to

Ahu Vai Uri.


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papalangi, papalai, P`Palagi, Vavalangi para designar al extranjero, donde langi es la misma palabra que rangi, y designa el cielo, o sea “los venidos del extremo del cielo” 71. Había un claro interés por parte de las poblaciones locales de que se realizara el acto sexual con estos seres extraños, que al ser examinados en detalle, claramente también estaban dotados de órganos sexuales humanos, por lo cual se consideró un acto de importancia y de apropiación de poder, lograr la consumación del acto sexual con ellos. No se trataba de falta de moral o de instintos sexuales insaciables como algunos han querido demostrar.72 La segunda visita a la isla por parte de una nave europea fue unos pocos años más tarde. La expedición científica española al mando del capitán Felipe González De Haedo, toma posesión de ella en el nombre del rey Carlos III de España, y la bautiza con el nombre de su rey. Fue probablemente la expedición que más tiempo permaneció en la isla, y su crónicas constituyen una interesante fuente de información. Fueron recibidos por un gran grupo de personas, todas con capas amarillas o blancas sobre los hombros. Al segundo día un grupo de isleños sube al barco con ofrendas de alimentos: plátanos, tubérculos, pollos y trozos de tela de corteza que a los españoles les parecieron bastante míseros. Llama la atención que claramente se desvisten para dejar sus “vestimentas”, quedando sólo con un miserable taparrabos de corteza y con una corona de plumas o de algas sobre la cabeza. Las mujeres, que usaban las mismas vestimentas, pero en la cabeza se ponían unos sombreros “curiosos” tejidos, y según el relato también “ofrecían e invitaban con demostraciones abiertas todo aquello que un hombre apasionado pudiese desear“. 73 Sin embargo, les llama la atención que los hombres las apoyan y ayudan, por lo que los españoles simplemente concluyen que tienen por costumbre el compartir las mujeres. Al mismo tiempo comentan que son vergonzosas, pues cubren sus pechos, en especial las niñas jóvenes. Las instrucciones de los españoles por parte del Virrey de España eran de tomar posesión de la isla y erguir tres cruces, las cuales se llevaron a los tres cerritos en la ladera del volcán Poike. Relata la crónica que el día de la erección de las cruces, cuando los curas en procesión vestidos con sotanas y pelliz

obtain food,water and sexual intercourse, which in their perspective were offered freely. We need to ask ourselves what the natives thought when they saw these floating islands come from the horizon, the place of the ancestors and the gods, carrying sacred objects, dressed in the sacred colors and symbols of the atua, the gods – red and white fabrics, hair ornaments and other unseen objects. Let us recall, for example, that at the time of Captain Cook’s voyages, the English flag had a red background, and that the ship’s captains and admirals wore white wigs, red jackets and white trousers for formal occasions. Polynesian gods also had the ability to present themselves to humans in different shapes. Why then, could the gods not appear one day on floating islands in the sea? In Rapanui the old term used to refer to foreigners, especially missionaries, was popa (in Tahiti it was Popa’a).70 Even today on the islands of Samoa and Tonga the words papalangi, papalai, P`Palagi and Vavalangi are used to refer to foreigners, where langi is the same as rangi, meaning heaven, that is “those who came from the end of heaven”.71 The local populations were clearly interested in having sexual intercourse with these strange beings, who upon close examination also had human sexual organs. Achieving intercourse with them was considered an act of importance and power. It had nothing to do with low moral standards or insatiable sexual instincts, as some people have tried to suggest.72 The second visit to the island by a European ship happened a few years later. The Spanish scientific expedition led by Captain Felipe Gonzalez De Haedo took possession of the island in the name of King Charles III, naming it after him. It was probably the expedition that stayed the longest and their chronicles are an interesting source of information. They were received by a large group of people with yellow or white capes on their shoulders. On the second day a group of natives climbed aboard the ship with food offerings: bananas, tubers, chickens and pieces of cloth made of bark, which the Spanish considered poor. They were surprised at the fact that they took off their “clothes,” to be left with nothing but a simple loincloth made of bark and a crown of feathers or algae on their heads. The women wore the same garments, but on their heads they wore “curious” woven hats, and according to the account they also

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cantando letanías subieron hacia el Poike, iban precedidos por grupos de isleños que iban poniendo sus capas en el camino, mientras que las mujeres ofrendaban gallinas y pollos en gran abundancia, y todos exclamaban Maca Maca, palabra que podemos suponer se refería a Make Make, el nombre que recibía en Isla de Pascua el Dios creador.74 Otro de los navegantes que la visitaron y que dejaron una breve crónica de su visita fue el capitán Cook, que sin embargo permaneció sólo tres días en la isla. Además al encontrarse enfermo sólo bajó a tierra por un par de horas. Las crónicas de esa estadía se la debemos a los dos naturalistas que iban a bordo, Johann Reinhold y Georg Forster. Llama la atención el primer contacto con los nativos que se acercan al barco y hacen entrega de una cabeza de plátano, por la que reciben a cambio unas medallas atadas a cintas rojas. También amarran un pequeño trozo de tela “nativa”, o sea de corteza, al barco. Al subirla a bordo

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“go to the length of offering with inviting demonstrations all the homage that an impassioned man can desire”.73 Nevertheless, they were equally surprised to see that the men supported and helped the women to do this, which is why the Spanish wrongly concluded they had the custom of sharing their women. However, they noted that the girls were somewhat modest since they covered their breasts, especially younger girls. The orders given by the Spanish Viceroy were to take possession of the island and erect three crosses, which were taken to the three hills on the side of Poike volcano. On the day the crosses were erected, when the procession of priests went up to Poike wearing cassocks and fur cloaks singing liturgies, they were preceded by groups of islanders who laid their cloaks on the ground. The women carried offerings of many chickens and roosters, and everyone yelled Maca Maca, a word we suppose refers to Make Make, the name of the creator god in Easter Island.74


G. Foster nos relata: “Era amarillo de una textura suelta y aparentemente confeccionado con la misma corteza que las telas que hemos visto en otras islas“.75 En los siguientes días se suceden diversos actos de intercambio, siempre consignando alimentos y telas. Para los europeos claramente se trata de “compra“ de alimentos, para abastecerse de productos frescos para combatir el escorbuto. Los alimentos por lo general se entregan cocidos o ya preparados. “Pagan” principalmente con telas de corteza que llevaban a bordo, traídas de Tahití, que según Georg Forster pareciera ser lo que más atrae e interesa a los nativos. También comentan sobre la poca presencia de mujeres y sobre lo que él llama “la excesiva disposición de estas a entregarse sexualmente a los marineros”, dispuestas a entregarse por “míseros” trozos de tela de corteza de Tahití. Georg Forster se impresiona por lo lascivas que le parecían ser.76 Las telas y esteras hasta el día de hoy en muchas partes de la Polinesia, pero particularmente en la Polinesia occidental, se usan en los rituales asociados a la iglesia, en los bautizos, matrimonios, funerales. Su sola presencia permite dar un contexto sagrado o de ritualidad a una situación o lugar. El hecho de envolver o desenvolver son acciones que hasta el día de hoy mantienen su eficacia como elementos que pueden absorber o servir como receptáculo de los espíritus de los dioses, y además demuestran la disposición de servir a una persona jerárquicamente superior.77 Obviamente los europeos jamás entendieron que las acciones en torno a estos objetos tenían tales connotaciones, sin embargo en forma involuntaria entraron en este juego de ofrendas al distribuir o reciprocar los alimentos recibidos con telas, que más aún eran de los colores sagrados, blanco y rojo. A partir del siglo XIX, la isla fue visitada en forma recurrentemente por balleneros, cuyo contacto con los isleños fue generalmente breve. Se sabe que algunos visitantes, como el Conde de La Pérouse, entregaron semillas, plantas y animales a los isleños a fin de que éstos se dedicaran al cultivo y a la crianza con miras al abastecimiento de los barcos. Poco se sabe de estos intercambios, pues fueron sólo algunos los que dejan constancia de su paso en las bitácoras de bordo. Las crónicas además informan que se trata de una isla que tiene algunos bosques, y que sólo el diez por ciento de la isla aparentemente estaba bajo cultivo con campos de plátanos, de morera de papel, del camote, de taro y ñames. Sin embargo los europeos rara vez se quedaron más de dos días en la isla, e incluso algunos no bajaron a tierra, y sólo se quedaron el tiempo suficiente para reabastecerse de comida y agua. Las observaciones se hacían desde el mar y a distancia, hecho que obviamente puede haber distorsionado su perspectiva, amén de los sesgos personales y culturales. En su mayor parte las bitácoras hacen referencia a los monumentos arquitectónicos y a las estatuas, los elementos que más les llaman la atención. Adicionalmente comentan la escasez de vegetación en la isla. En cuanto a la

Another explorer who visited and left a brief chronicle of his visit to the island was Captain Cook, who only stayed there for three days, since he was sick he only went ashore for a couple of hours. The chronicles of that stay were written by the two naturalists on board: Johann Reinhold and Georg Forster. They mention that upon the first contact with the natives who approached the ship, a banana stalk was given in exchange for some medals tied to red ribbons. They also tied a small piece of “native” cloth made of bark to the ship. When they brought it on board, G. Foster says: “it was yellow and with a loose texture, apparently made of the same bark than the cloth we have seen on other islands”.75 Several exchanges took place over the next few days, always involving food and fabrics. To the Europeans this was clearly a “purchase” of fresh food to combat scurvy. Foodstuff was generally prepared or cooked. They “paid” mainly with bark cloth they had on board, brought from Tahiti, which according to Georg Forster “seems to be what most interests the natives”. He also commented on the scarcity of women and especially what he called “an excessive disposition to give themselves sexually to sailors”, ready to trade their bodies for “miserable” pieces of bark cloth brought from Tahiti. Georg Forster was taken aback by how lascivious these women seemed to be.76 In many parts of Polynesia, especially Western Polynesia, cloths and mats are used in rituals related to the church, baptisms, weddings and funerals. Their sole presence lends a sacred or ritual connotation to a situation or place. The act of wrapping or unwrapping is still believed to be useful in absorbing or providing a vessel for the gods and also shows the disposition to serve a person who is hierarchically superior.77 Obviously the Europeans never understood that the acts performed around these objects had such connotations, yet they involuntarily entered this game of offerings by distributing or reciprocating food with cloths, which happened to be of the sacred colors, white and red. From the 19th century onward the island was often visited by whalers, whose contact with the islanders was generally brief. It is known that some visitors like the Count of La Pérouse handed out seeds, plants and animals to the islanders so they could supply ships with food and breed animals. These exchanges are relatively unknown, since only some of them were registered in the ships’ logbooks. The chronicles also report that this island had some forests and that only ten percent of the island was planted with bananas, paper mulberry, sweet potatoes, taro and yams. However, the Europeans rarely stayed for more than two days on the island and some of them did not even come ashore, staying only long enough to restock food and water supplies. Their observations were made from a distance at sea, which may have obviously tainted their views, especially given their personal and cultural prejudices. For the most part logbooks make references to architectural monuments and the statues, which the Europeans found most interesting. They also comment on the

Vista aérea sobre la porción norte de la península del Poike hacia los tres montículos donde los españoles erigieron tres cruces. Sus nombres son Maunga Parehe, Maunga Vai Tua Poa roa y Maunga Tea Tea. Aerial view over the northern part of Poike Peninsula and the three hilltops on which the Spanish expedition placed three crosses. Their names are Maunga Parehe, Maunga Vai Tua Poa roa and Maunga Tea Tea.

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población, los relatos hacen mención de ellos en cuanto a rasgos físicos y una que otra costumbre, siempre comparando en forma desfavorable con la imagen que se ha construido en la Europa de los siglos XVIII y XIX sobre Tahití – el supuesto paraíso habitado por un salvaje noble. El año 1862 marca profunda y tristemente la historia y consecuente destino del pueblo rapanui. A fines de dicho año y durante el año 1863, por un período de siete meses llegarían un total de siete embarcaciones provenientes del Callao en busca de mano de obra esclava para trabajar en las haciendas en el Perú. Estas embarcaciones llegan a la Isla atraídas por su cercanía con las costas peruanas, pero principalmente por los rumores de la facilidad con la que los isleños podían ser apresados y dado que no había europeos residentes como ya los había para esa época en otras islas del Pacífico que pudiesen haber advertido e impedido el tráfico de esclavos.78 Las personas capturadas fueron vendidas en Perú para trabajar como empleados agrícolas y domésticos en las haciendas de los valles del centro norte del Perú. De éstos, poco más de 1.500 eran de la Isla de Pascua. Según algunos cálculos, el 35% de la población isleña fue secuestrada en el lapso de un año. Producto de las pésimas condiciones de vida, sumado a la tristeza terminaron por enfermar y muchos murieron. Durante el año 1863 el gobierno peruano por presiones de los gobiernos de Francia y Chile, pone fin al tráfico de esclavos. A Isla de Pascua sólo regresan 12 personas, de las cuales algunas se habían contagiado de viruela mientras esperaban el zarpe de regreso en el puerto del Callao.79 Sin resistencia a estas enfermedades, rápidamente las epidemias se propagaron por las islas, incluyendo la Isla de Pascua. En el año 1864 llega el primer misionero católico a Isla de Pascua. El francés Eugenio Eyraud, de la orden de los Sagrados Corazones, se establece en la Isla. Hasta ese momento la población de la isla se encontraba aún repartida por toda la costa; sin embargo, el establecimiento de las misiones atrae a grupos de isleños a instalarse próximo a estas áreas. Es probable que la rápida cristianización y evangelización de los isleños se haya visto facilitada por la atracción de los bienes traídos por éstos. Entre los años 1866 y 1868 se acelera la conversión de los rapanui. Nuevamente aquí debemos hacer una lectura cuidadosa de los hechos. ¿Cuál fue realmente la motivación de los isleños para convertirse al cristianismo? ¿Cuál era la atracción de los curas y el significado atribuido a éstos? En varios lugares de la Polinesia a partir del contacto con el mundo occidental y la distribución inconsciente por parte de los europeos de bagatelas por un lado, pero bienes de prestigio por el otro (telas rojas, una bandera inglesa, en el caso de las islas de la Sociedad), generó la aparición de creencias y rituales hoy denominados “cultos del cargo”; éstos están vinculados a creencias anteriores ligadas al regreso de los antepasados en canoas cargadas de objetos sagrados y valorados, como telas, plumas rojas y otros símbolos del poder y la sacralidad.80 El cargo no es sólo una mercadería, un bien práctico, es también un bien simbólico que otorga mana no sólo a quien lo da, sino también a quien lo recibe. Los misioneros con sus bienes exóticos ocuparon las estructuras simbólicas

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lack of vegetation on the island. As to the population, their accounts comment on their physical appearance and a few of their customs, always in a less favorable light compared to the image created in 18th and 19th century Europe about Tahiti – the famed earthly paradise inhabited by noble savages. The year 1862 marks one of the saddest events in the history and subsequent destiny of the Rapanui people. At the end of this year and during 1863, a total of seven ships arrived from Callao in search of slaves to work on Peruvian farms. These ships came to the island because of its relative proximity to the Peruvian coast, but mainly due to the rumors about how easy it was to capture the natives, especially since there were no Europeans residing on the island, as opposed to other Pacific islands who may have been noticed and stopped the trafficking of slaves.78 The captured natives were sold in Peru to work on farm and as domestic labor on the estates of the north central valleys. Over 1,500 slaves came from Easter Island. According to some calculations, 35% of the island’s population was captured within a year. Due to the dreadful living conditions and homesickness, many of them fell ill and died. During 1863 the Peruvian government, under pressure from France and Chile, forbid the trafficking of slaves. Only 12 people made it back to Easter Island, and some of them were infected with smallpox, which they caught in the port of Callao while waiting to be sent home.79 Having no natural resistance to this and other illnesses, epidemics quickly spread on the islands, including Easter Island. The first Catholic missionary arrived in Easter Island in 1864: the Frenchman Eugene Eyraud from the order of the Sacred Heart came to live on the island. Until then the population was still scattered along the coast,but however, the establishment of the mission attracted a group of islanders to live close the first chapel. It is likely that the quick conversion of the natives was facilitated by the goods brought by the missionaries. Between 1866 and 1868 the conversion of the Rapa Nui rose sharply. Once again, we must check the facts carefully. What was the real motivation for the natives to convert to Christianity? Why were they attracted to the priests and what meaning did they give them? In many parts of Polynesia, from the first contact with the Western world and their unconscious distribution of what they saw as trinkets but received as items of prestige (red fabrics, an English flag in the case of the Society Islands), created beliefs and legends that we now call “cargo worship”. They are closely linked to previous beliefs related to the return of the ancestors in canoes loaded with sacred and valuable objects such as cloths, red feathers and other symbols of power and holiness.80 Cargo is not only merchandise or practical goods; it is also a symbolic item that gives mana not only to the giver but also the receiver. Missionaries and their exotic items occupied the traditional symbolic structures,


tradicionales y el acceso a sus bienes, por parte de los rapanui era una forma de acceder también al mana y acrecentar el poder de aquel que estuviera más cercano al foráneo enviado o imbuido por el espíritu de los atua (dioses).81 En este período llega también un francés, Jean-Baptiste Onésim Dutrou-Bornier, quien crea una Compañía Comercial junto a John Brander, un importante comerciante de Tahití, quien era dueño de Establecimientos Brander, una de las mayores casas comerciales de la época en la Polinesia occidental. La finalidad de esta compañía apuntaba a obtener terrenos en Isla de Pascua para transformarlos en tierras ganaderas para abastecer el mercado de Tahití con lanas y carnes y productos agrícolas subtropicales. A diferencia de los curas, Bornier establece una alianza matrimonial con los rapanui al casarse con Koreto, la hija del ariki nga’ara Reka, y entra así a participar al menos desde el punto de vista rapanui en el juego de los dones y contra dones.

and to the Rapa Nui, access to these goods was also a way to obtain mana and strengthen the power of those closest to the foreigners sent by or imbued with the spirit of the atua (gods).81 During this period a Frenchman arrived, Jean-Baptiste Onésim Dutrou-Bornier, who set up a trading company together with John Brander, an important businessman in Tahiti who owned Brander Enterprises, one of the biggest retailers in Western Polynesia at the time. This new company intended to obtain lands on Easter Island and turn them into livestock growing areas in order to supply Tahiti with wool, meat and subtropical agricultural produce. Unlike the priests, Bornier established a blood alliance with the Rapa Nui by marrying Koreto, the daughter of the ariki nga’ara Reka, thus participating (at least from the Rapa Nui perspective) in the game of ceremonial gift exchanges. Bornier and the priests ended up triggering power disputes between two factions

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Bornier y los curas terminan siendo finalmente elementos desencadenantes de disputas de poder entre dos fracciones internas de la isla, que se expresan en robos de comida, incendios a las cosechas y chozas. En el fondo pareciera ser que tanto los misioneros como Dutrou-Bornier son usados por los líderes rapanui en su propia conquista del poder y mana. Por otro lado, los europeos se ven envueltos en este juego y se culpan mutuamente de ataques y bajezas. El acceso a los bienes que traen en sus barcos, y también de fusiles desestabilizaron los equilibrios de fuerza existentes entre los clanes antes de la llegada de los europeos. Este proceso no sólo se vivió en Rapa Nui; por ejemplo, en Nueva Zelanda llegó a desencadenar las famosas guerras maoríes, en las cuales algunas tribus de la isla del norte, por ejemplo, iniciaron incursiones guerreras hacia la isla de Sur y hacia la isla Chatham.82 Algo semejante ocurrió en Hawái, donde el ariki de un clan logró finalmente con ayuda de alianzas y armas europeas dominar no sólo el territorio de su propia isla, sino que invadir las otras y unificar por primera vez las islas bajo un solo reino: el reino de Kamehameha I.83 En Isla de Pascua no se llegó a estos extremos en vista que los misioneros optaron por abandonar la isla, llevándose además una parte importante de la población hacia Mangareva. Los rapanui sirvieron de mano de obra para la construcción de la gran catedral de Rikitea en el archipiélago de las Gambier, y de la iglesia de Haapiti en Moorea. Mientras tanto Dutrou-Bornier transforma la isla en una hacienda ganadera, exportando sus productos cada cuatro meses en una goleta hacia Tahití. Dutrou-Bornier, a su vez, envía a otros rapanui a Tahití a trabajar en las plantaciones de Brander en Ha’a Pape. Después de este éxodo, para el año 1872, la población en Isla de Pascua quedó reducida a 175 personas y había más rapanui radicados en Tahití y Mangareva que en la propia isla.84 Alfonso Pinart, quien visitó la isla en 1877, dejó un interesante relato de su expedición, en el que anota la existencia de un total de 111 habitantes, el mínimo demográfico de la historia y la memoria isleña.85 Entre los años 1877 y 1888 los isleños básicamente retoman su modo de vida anterior. Unos pocos extranjeros se radican allí. Como consecuencia de la presencia tanto de la iglesia como de Dutrou-Bornier se enajenan por primera vez terrenos a los rapanui en forma de ventas fraudulentas o al menos extrañas. En 1882 regresan los misioneros a cargo del padre Roussel, quien decide instaurar una monarquía siguiendo el modelo tahitiano, en el cual los monarcas son elegidos por los isleños por la razón de ser descendientes directos del último rey. Fueron rebautizados como Adán (atamu) y Eva, nombres con los cuales simboliza su nuevo status como figuras fundadoras. En los años siguientes la isla sirve como puerto intermedio para los barcos que salen de Valparaíso en ruta hacia Papeete y Australia. Hay bastante movimiento de personas, al parecer también de Rapa Nui. Es en estos años que las potencias europeas de la época deciden instalar sus colonias estratégicas en el Pacífico. Inglaterra firma el tratado de Waitangi con los ariki de Nueva Zelanda. Los alemanes se instalan en Samoa, Francia ocupa las Islas de la Sociedad y posteriormente las Marquesas e Islas Australes, Estados Unidos instala su representación en Hawái y en lo que hoy es la Samoa americana. Chile, país con sueños ambiciosos, decide que también quiere participar en la repartición de las colonias en el Pacífico. Apoyada por Francia, que prefiere a Chile de vecino antes

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on the island, which translated into food theft and the burning of crops and huts. It seems that both the missionaries and Dutrou-Bornier were used by the Rapa Nui leaders in their own search for power and mana. On the other hand, the Europeans saw themselves drawn into this game and blamed each other for attacks and acts of cowardice. When the Europeans arrived, the access to the goods and guns brought in their ships destabilized the power balance between the clans. This process happened not only on Rapa Nui, but also in places like New Zealand (the famous Maori wars), when some tribes from the northern island started conquering the South and Chatham Islands.82 Something similar happened in Hawaii where the ariki of a clan, with the help of alliances and European weapons, finally managed to conquer not only the whole territory of his own island, but also invade others and united the islands for the first time under one kingdom: the kingdom of Kamehameha I.83 Events on Easter Island did not reach such extremes, since the missionaries decided to abandon the island, taking a large part of the population to Mangareva. The rapanui were used for the construction of the great Rikitea cathedral in the Gambier archipelago, and the church of Haapiti in Moorea. Meanwhile, Dutrou-Bornier transformed the island into a livestock estate, exporting his products to Tahiti every four months aboard a shooner. At the same time, Dutrou-Bornier sent more Rapa Nui to Tahiti to work the Brander plantations in Ha’a Pape. After this exodus, by 1872 the population on Easter Island was reduced to 175 people and there were more Rapanui living in Tahiti and Mangareva than on the island itself.84 Alfonse Pinart, who visited the island in 1877, left an interesting account of his expedition, where he recorded a total of 111 inhabitants, the lowest demographic record in the entire history of the island.85 Between 1877 and 1888 the islanders basically returned to their original way of life. A few foreigners went to live there too. As a consequence of the presence of both the church and Dutrou-Bornier, for the first time land was taken from the Rapanui in the form of sales that appear fraudulent or dodgy at best. In 1882 the missionaries came back led by father Roussel, who decided to instill a monarchy following the Tahitian model, in which islanders chose a king who was in direct blood line of the late king. They were rebaptized as Adam (atamu) and Eve, names that symbolize their role as founding figures. In the following years the island was used as an intermediate port of call for ships sailing from Valparaiso to Papeete and Australia. There were a lot of people moving, apparently also from Rapa Nui. European powers decided to found their strategic colonies in the Pacific at this time. England signed the treaty of Waitangi with the ariki in New Zealand. The Germans seized Samoa, France occupied the Society Islands and later the Marqueses and the Austral Islands. The United States took over Hawaii and what is known today as American Samoa. Chile, a country with ambitious dreams, decided it also wanted to participate in the handout of Pacific colonies. Supported by France, who preferred having Chile as a neighbor rather than the United States or the English, preparations were made for the annexation of Easter Island to a country in the American continent. A key figure in the negotiations was Policarpo Toro, who had been to the island for the first time as a cadet in 1870 on the Chilean vessel “Baquedano”. He was


que a los americanos o los ingleses, se hacen los preparativos para la anexión de la Isla de Pascua a un país en el continente americano. En estas negociaciones un personaje clave será Policarpo Toro, quien había estado por primera vez como cadete en la Isla en 1870 a bordo del barco chileno “Baquedano”. Fue él quien actúa como intermediario en las negociaciones con la Iglesia. Realiza varios viajes a Tahití, recalando antes en Pascua, donde aprovecha negociar con Arii Paea Salmon la posibilidad de comprar terrenos y el ganado además de los terrenos de los nativos. En abril de 1888, el capitán Policarpo Toro recibe instrucciones del Sr. Ministro de Marina chileno para comprar. Su hermano, el capitán de Ejército Pedro Pablo Toro, es nombrado “subinspector de colonización” y debe dejar en la isla a dos familias de colonos junto a su hermano. En este mismo acto se propicia también el traspaso de la jurisdicción eclesiástica de Isla de Pascua a Santiago. Curiosamente todas

the one who acted as an intermediary in the negotiations with the church. He made several trips to Tahiti, stopping on Easter Island first, where he negotiated with Arii Paea Salmon the possibility of purchasing land and cattle as well as the lands belonging to the natives. In April 1888, Captain Policarpo Toro received orders from the Chilean Navy Minister to purchase the land. His brother, army captain Pedro Pablo Toro, was named “colonization inspector” and was ordered to settle the island with two families and his brother. In the same ceremony the religious jurisdiction of Easter Island was transferred to Santiago. Curiously enough, all the transactions made by Policarpo Toro in Tahiti and later in Rapa Nui regarding the purchase or transfer of lands, either from the sheep farms or the Catholic Church, were financed with personal funds belonging to his family and not the Chilean government. What the Chilean government calls the process of annexation of Easter Island

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las transacciones efectuadas por Policarpo Toro en Tahití y posteriormente en Rapa Nui, por la compra o cesión de terrenos ya sea de la estancia ovejera o de la Iglesia Católica, fueron finalmente financiadas con dineros personales que pertenecían a su familia y no al gobierno de Chile. Lo que el Estado chileno denomina el proceso de anexión de la Isla de Pascua es en Rapa Nui llamado un “acuerdo de Voluntades” que se firmó entre el entonces rey Atamu Tekena y el representante del Estado chileno, el capitán de corbeta Policarpo Toro. En este documento se concedía al Estado chileno el usufructo de la tierra rapanui, pero como han establecido los escritos, no la propiedad de la tierra en sí, haciendo referencia sólo a la protección de los habitantes y del territorio, sin hacer referencia en ningún momento a la tenencia de la tierra, ya que la propiedad en cuestión quedaba en posesión de los habitantes de dicho territorio. El acto mismo de la toma de posesión, en el cual tanto los rapanui como los chilenos enarbolan sus banderas, se ha constituido en un hito fundacional del nuevo Rapa Nui y en la actualidad frente a cada desencuentro con el Estado chileno, en cada coyuntura, la isla vuelve a mirar a ese 8 de septiembre, en busca del núcleo central de sus demandas como pueblo y su derecho a decidir por sí mismos los destinos de su propia tierra. Después de la guerra civil en Chile de 1891 y de la apertura del Canal de Panamá, Chile pierde su hegemonía como puerto principal del Pacífico sur. Con ello también se desvanecen los intereses en mantener una colonia en el Pacífico, y Chile decide arrendar la isla completa a un particular para que la explote como estancia ovejera y ganadera.86 Es así como se inicia uno de los períodos

is called the “agreement of free-will” in Rapa Nui, signed between king Atamu Tekena and the representative of the Chilean state, Corvette Captain Policarpo Toro. In this document the Chilean state was given the use of the Rapanui lands, but not the land itself, referring to the protection of the inhabitants and the territory, but there is no reference to the possession of land, since it remained in the hands of the inhabitants. The ceremony, where both Chileans and Rapanui hoisted their flags, has become a significant event in the new Rapa Nui. Whenever there is an argument with the Chilean state, with every dispute, the islanders go back to that fateful 8th of September, to the central core of their demands as a people and their right to determine their own destiny and that of their land. After the civil war in Chile of 1891 and the opening of the Panama Canal, Chile lost its dominance as the main port of call in the South Pacific. With that, the interest in maintaining a colony in the Pacific also disappeared and Chile decided to rent the entire island to private actors for sheep and livestock farming.86 This is the beginning of the longest period of abandon and apparent food shortages for the Rapanui. Since the lands were used for animal grazing, the owners of the estate forced the Rapanui to live in a single village in the area of Hanga Roa and Moeroa, around the old chapel and the port of Hanga Piko, which, incidentally, belonged to one of the islander lineages. The company set up office in Mataveri. The rest of the island became part of the estate, managed for some time by supervisors from Chile and from 1910 onward, when the lease was transferred to an English company, by English and Scotsmen. The Rapanui chiefs were stripped

Competencia en canoas de totora durante la semana de Rapa Nui (Tapati Rapa Nui). Racing reed canoes during the Rapa Nui festival week (Tapati Rapa Nui).

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de mayor abandono y aparente escasez alimentaria para los rapanui. En vista que las tierras eran requeridas para pastar los animales, la administración de la estancia obliga a los rapanui a recluirse a un solo poblado, hacia el área de Hanga Roa y Moeroa, en torno a la antigua capilla y el puerto de Hanga Piko que por lo demás eran tierras de uno de los linajes isleños. La compañía se instala en Mataveri. El resto de la isla pasa a formar parte de la estancia, administrada un tiempo por supervisores venidos de Chile y a partir de 1910 cuando el arriendo es traspasado a una empresa inglesa, éstos serán ingleses o escoceses. Los jefes rapanui fueron privados de su autoridad y poco a poco los espacios de poder fueron ocupados por los extranjeros. En la isla se introduce un modo de producción, en la que se explotan conjuntamente recursos y habitantes, un modo de producción colonial, precapitalista que considera a los rapanui como población inquilina, ya que se convierten en mano de obra prácticamente gratuita.87

of their authority and the foreigners gradually took over the positions of power. A method of production was established on the island where both resources and inhabitants were exploited, a pre-capitalist, colonial method of production that saw the Rapanui as mere tenants, in which they became practically free labor.87

Vista del ahu Tongariki con, en primer plano, el “moai viajero”, que antes de volver a su isla participó en la exposición internacional de Osaka, en Japón, hace algunos años. View of ahu Tongariki opposite the “travelling moai,” which was exhibited a few years ago at the international fair in Osaka, Japan.

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ENARBOLANDO LA BANDERA DEL REIMIRO: CAMBIOS, AJUSTES Y RENOVACIÓN CULTURAL La cultura rapanui actual es producto de una larga serie de acontecimientos históricos que imprimen un sello específico a la dinámica sociocultural actual de la Isla. Durante los años de administración de la estancia ovejera en Isla de Pascua, tanto por parte de la compañía Williamson & Balfour (1910-1955) y luego por la Armada chilena (1953-1965), se prohibieron los viajes y el comercio entre Rapa Nui y Tahití y se cortaron los contactos, con la colonia rapanui residente en Papeete. Los isleños fueron confinados definitivamente a un solo poblado (Hanga Roa), tratados como peones de la empresa e incluso impedidos de salir de los contornos de los muros construidos alrededor de Hanga Roa.88 La lepra fue importada de Tahití por tres pascuenses repatriados en 1889. Los leprosos inicialmente vivían diseminados en cuevas y sin auxilio médico en toda la Isla. A consecuencia del miedo y repulsión que esta enfermedad causa en el continente se le prohíbe a la población rapanui abandonar su isla. Resultado de esta política fue que entre los años 1944 y 1958 se produjeron ocho fugas en pequeños botes de hombres jóvenes de la isla. De éstas, la primera llegó al continente, y de las restantes la mitad naufragó, perdiéndose sus tripulantes en el mar, mientras que de los otros unos arribaron a las islas Cook, otros a las Tuamotu y unos a Tahití. S. Englert señala: “Salieron en el transcurso de 15 años, de 1944 a fines de 1958, 41 nativos en pequeñas embarcaciones rumbo a Tahití; 21 de éstos desaparecieron en la vasta soledad del mar…” 89 La introducción del ganado y la reclusión de la población en el poblado son las causantes principales de convertir la isla en una gran estepa, y de la extinción de muchas de las especies introducidas por los antiguos polinesios. La presencia de colonos chilenos y extranjeros fomenta la introducción de nuevos cultivos que conviven lado a lado con la horticultura tradicional si bien en la actualidad las técnicas modernas están reemplazando las antiguas prácticas de plantar y trabajar la tierra.

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HOISTING THE REIMIRO FLAG: CHANGES, ADJUSTMENTS AND CULTURAL RENEWAL Current Rapanui culture is the product of a long series of historical events that left their mark on the island’s sociocultural dynamics. During the years of the sheep rearing estate on Easter Island, managed by the Williamson & Balfour Company (1910-1955) and then the Chilean navy (1953-1965), travel and trade between Rapa Nui and Tahiti were forbidden, and all contact with the Rapa Nui colony in Papeete was cut off. The islanders were


El cementerio de Hanga Roa. The cementery of Hanga Roa.

Este largo período de abusos comienza a generar un clima de tensión que desemboca con un levantamiento de los isleños en protesta por las restricciones que mantenía la Armada y la falta de condiciones para el desarrollo de la isla. Este movimiento se inicia a fines de 1964 y demandaba, entre otras cosas, apertura social, el término de las restricciones para salir de la isla, la prohibición de hablar la lengua rapanui, su reconocimiento como ciudadanos de Chile y la participación en el sufragio universal.90 El inicio de esta apertura política y social trajo consigo cambios. La instalación de los servicios públicos en 1965 y la apertura de ruta aérea comercial hacia Tahití fueron tanto de orden material como cultural. Hasta esta fecha, sólo arribaba un barco anual, el que abastecía de todos los productos esenciales a la Isla. Los principales cambios materiales a partir de 1966 dicen relación con la instalación de funcionarios públicos chilenos y sus familias que exigen otros productos de consumo. Se generan fuentes de empleo remunerado de tipo regular y estable en el ámbito de la construcción, servicios públicos y empresas estatales radicadas en la Isla que requieren de caminos, calles, red de alumbrado público, electricidad, agua potable, infraestructura adecuada para su funcionamiento y posteriormente el acceso de los isleños a viviendas de subsidio estatal. El arribo de turistas cada vez en mayor número también ha significado cambios importantes en los niveles de ingreso de los isleños, en especial de aquellas familias que optaron por dar servicios de hospedaje, crear agencias de viajes, servicios de guías, venta de artesanía, etc. La llegada de funcionarios públicos con sus familias generalmente procedentes de un estrato socioeconómico medio y medio bajo chileno, motivados por la elevada remuneración marcaron también la visión del rapanui sobre la estructura de la sociedad dominante, parcial y teñida de las normas y conductas del estrato de origen de los continentales residentes en Pascua. A la larga se van a ir produciendo cambios radicales en el modo de vida isleño, en cuanto a lo que tiene que ver con sus hábitos tradicionales; el uso del espacio, el tipo de vivienda, el mobiliario, la vestimenta, la alimentación, la organización del trabajo, las formas de entretención, y particularmente el uso del idioma.91

confined to a single village (Hanga Roa), treated as company pawns and even forbidden to cross the walls built around Hanga Roa.88 Leprosy was brought from Tahiti by three Rapanui who were repatriated in 1889. Lepers first lived in caves and lacked medical aid anywhere on the island. Due to the fear and repulsion that this disease caused on the continent, the Rapanui were forbidden from leaving their island. As a result of this policy, between there were eight escapes from the island in small boats on the part of young men between 1944 and 1958 . The first made it to the continent, half of the remaining ones shipwrecked and their crew was lost at sea, while some made it as far as the Cook Islands, others to the Tuamotu and some to Tahiti. S. Englert points out that: “within 15 years, from 1944 to 1958, 41 natives in small boats left the island headed for Tahiti; 21 of them were lost in the vast loneliness of the ocean…”89 The introduction of cattle and the seclusion of the population in the village are the main factors that turned the island into a great steppe and caused most of the species introduced by the ancient Polynesians to goextinct. The presence of Chilean and foreign colonists fostered the introduction of new crops, which coexisted with traditional horticulture, though nowadays modern techniques are replacing ancient methods of planting and working the land. This long period of abuse started to arouse social unrest, which led to an uprising by the islanders who protested against the restrictions set by the navy and the lack of conditions for development on the island. This movement started at the end of 1964 and demanded, among others, social inclusion, the end of restrictions on leaving the island and the ban on speaking the Rapanui language, recognition as Chilean citizens and the right to vote.90 The start of this political and social upheaval brought many changes. The setting up of public services in 1965 and the opening of the commercial air route to Tahiti were significant in material and cultural terms. Until then only one supply ship arrived at the island with essential goods every year. The main material changes from 1966 onward are linked to the arrival of Chilean civil servants and their families, who demanded other types of consumer products. New paid and stable jobs were created in construction,

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A partir de los años 80 el flujo de continentales aumenta, y la conjunción de funcionarios, turistas nacionales y extranjeros, científicos, fuerzas armadas, y otros residentes no pascuenses, supera en algunos meses del año en número a la población nativa. Las consecuencias más visibles e inmediatas parecieran ser el abandono en masa por parte de los isleños de sus actividades productivas tradicionales por el acceso a nuevas formas de trabajo remunerado (empleos no calificados, calificados y profesionales). Aunque esto no significa la desaparición total de las actividades tradicionales mencionadas, como fuentes de autosubsistencia y abastecimiento comunitario, sí lo es para muchas de las actividades cooperativas tradicionales. En la mesa de las familias rapanui cada vez se ven más los alimentos que provienen del continente, como por ejemplo el pan, en desmedro de los productos locales tradicionales. Algunos son relegados por completo al ámbito ocasional de los curantos religiosos, como el uhi (ñame), aunque se mantienen algunos productos tradicionales, como el pescado y el camote, que forman parte de la dieta polinesia. Cambia la estructura de la población. Con la llegada de continentales chilenos y extranjeros que residen sólo de forma temporal en la isla, se incrementa el número de parejas e hijos mestizos. También empieza a aumentar la cantidad de población extranjera que reside en forma permanente en la isla. Se producen movimientos migratorios de un número significativo de isleños, los cuales se radican de manera estable en Chile continental, Polinesia o Europa. Las migraciones en parte se deben al aumento en las expectativas educacionales. Muchos rapanui en edad escolar, generalmente de enseñanza media, llegan a la ciudad de Valparaíso a terminar su educación formal, barajando las posibilidades de continuar estudios en las casas universitarias de la capital, de Valparaíso o de Viña del Mar. El Censo del año 2002 contabilizó para la Región Metropolitana un total de 1.215 personas que se adscribían a la etnia rapanui, de los cuales 1.108 residían en comunas urbanas dentro de la ciudad de Santiago, lo que corresponde a un 91,19% de la población.92 En este contexto se podría plantear las preguntas ¿cuál es el futuro de una sociedad tan pequeña?, ¿cómo se enfrenta a los embates de la cultura globalizada del siglo XXI?

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public services and state enterprises on the island, which needed roads, streets, public lighting, electricity, drinking water and adequate infrastructure for their operation; later, the islanders gained access to state housing. The ever-growing number of tourists arriving on the island has also significantly changed the islanders’ income levels, especially for families that decided to accommodate tourists, create travel agencies, guide services, handicrafts, etc. The arrival of Chilean civil servants and their families, usually middle and lower middle-class people attracted by high wages, has also biased the Rapa Nui view of the dominant society. It is arbitrarily based on the codes of conduct of the Chileans who have settled on the island. In the long run, the islanders’ lifestyle changed radically with regard to their traditional customs, the use of space, the type of housing and furniture, their dress, eating habits, work, entertainment and especially the use of the language.91 The influx of Chileans increased from the 1980s onward and for several months in the year the number of civil servants, national and foreign tourists, scientists, members of the armed forces and other non-Rapanui residents exceeds that of the native population. The most visible and immediate consequence seemed to be the islanders’ mass abandonment of their traditional productive practices in favor of new forms of paid work in unskilled, skilled and professional jobs. This does not mean that traditional subsistence practices have been completely abandoned. Many of the community-wide or traditional cooperative strategies are disappearing. Foodstuffs from the continent such as bread are increasingly making inroads on the Rapanui dinner table and are replacing traditional local products. Some of these traditional items are reserved only for special religious feasts, such as yams, although some products from the traditional Polynesian diet like fish and sweet potatoes are still maintained. The structure of the population has changed too. With the arrival of Chileans and foreigners who reside temporarily on the island, the number of mixed couples and children has risen, as has the number of foreigners moving to the island permanently. Islanders have started to migrate as well, moving permanently to continental Chile, Polynesia or Europe.

Atamu Tekena, calle principal de Hanga Roa. Atamu Tekena, the main street of Hanga Roa.


Con las descripciones anteriores pareciéramos querer dibujar un panorama desolador para el futuro de la Isla, su población y sobre todo su cultura. Pero es justamente en este panorama que parece surgir la mirada hacia la historia y la construcción de la identidad rapanui, en contraste con el resto de la población del continente y del mundo. En el contexto globalizado en todo el Pacífico los pasados recreados, los mitos y las antiguas maneras de ser están sirviendo de símbolos políticos. En estas búsquedas identitarias, los rapanui también, particularmente los jóvenes, han recurrido al uso de ciertos signos emblemáticos, tales como adornos de plumas, collares, tatuajes y vestimentas, para evocar modos de vida ancestrales, que muchas veces poco tienen que ver con los registros etnográficos. Sin embargo se sustentan por su rol simbólico y su fuerza política.

Migrations are partially due to increased educational expectations. Many school-age Rapanui, usually high school students, go to Valparaiso to finish their formal education, getting the chance to continue their studies at universities in the capital, Valparaiso or Viña del Mar. The national census of 2002 counted a total of 1,215 Rapanui in the Metropolitan Region, of which 1,108 (91,19%) lived in urban boroughs within the city of Santiago.92 In light of this we may ask ourselves about the future of such a small society and how it will face future challenges within a globalized 21st century. The descriptions above seem to paint a bleak future for the island, its population and above all, its culture. But it is because of this that we see a new setting, a look back on history, a search for a new identity rooted in the past, opposed and separated from the people of the continent and the rest of world. Within the globalized context, recreated pasts, myths and ancient ways in the entire Pacific are becoming political symbols. In this search for identity the Rapanui, especially the younger generations, have resorted to using certain cultural symbols such as feathered accessories, necklaces, tattoos and clothes to evoke ancient ways of living that often have little to do with ethnographic accounts. Nevertheless, they gather strength in their symbolic role and from their political strength. Thus on Easter Island, like on other islands, these pasts and “invented realities”93 are being used to recreate a Melanesian style94 or “Pacific way.”95 In the case of Easter Island it translates into a way of talking and moving, of being Rapanui, based on a process of contrasting relations, emphasizing the distinction between us and them.96 One of the most interesting new spaces where this rebirth can be seen is in a community feast celebrated every February: the Tapati Rapa Nui. Tapati was originally a feast organized by the Chilean authorities living on the island as a way to provide entertainment. It was a celebration within a specific political and historical context intended to fulfill a specific political role. Nevertheless, the celebration has become one of the island’s bastions of identity, a cultural pool containing everything that westerners had tried to eradicate since first contact with the island – the missionaries at first, then the Company and finally the Chilean state. The Tapati Rapa Nui or Rapa Nui week is a celebration

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Así en Pascua como en otras islas, estos pasados y “realidades inventadas” 93 se están utilizando para recrear un estilo melanesio94 o manera de ser del Pacífico95 y en el caso de la Isla de Pascua de un verdadero estilo de hablar y de moverse, de ser rapanui, a partir de procesos y relaciones de contraste, donde se reafirma lo propio frente a lo alterno. 96 Uno de los espacios actuales más interesantes en el cual se ha desarrollado este renacer, es la fiesta que se celebra todos los años en el mes de febrero: la Tapati Rapa Nui. La Tapati en sus inicios fue una fiesta organizada por las autoridades chilenas en la Isla para el esparcimiento de sus habitantes, una celebración en un contexto político establecido y que pretendía determinados efectos políticos. Sin embargo, la fiesta se ha convertido en uno de sus estandartes identitarios, en un depositario de su cultura, en un centro donde converge aquello que había sido intentado extirpar desde el contacto con occidente, primero por los misioneros, luego por las compañías explotadoras y finalmente por el Estado chileno. La Tapati Rapa Nui o semana Rapa Nui, es una celebración donde se rememoran antiguas tradiciones, es el espacio donde se encuentra, dialoga y se enfrenta el mundo rapanui con su historia cargada de significados y ausencias, volviéndose una constante plática con el futuro que busca. Rapa Nui es para los rapanui un lugar de identidad, relación e historia, donde la Tapati es un despliegue escénico con características rituales que forman parte de la comprensión de su cultura actual.97 En Rapa Nui, conocer el pasado y las tradiciones son símbolo de estatus y jerarquía, tomando en cuenta que para los polinésicos la historia se vive, en la práctica y como habitus, donde el pasado “es un vasto plan de posibilidades de vida, que va desde los antiguos mitos hasta la memoria reciente…”.98 Esta mirada hacia el pasado, en la construcción de las genealogías, también en el pasado tuvo un rol político para sustentar la hegemonía de los jefes. Hoy esa mirada se desarrolla como un eterno retorno,

where ancient customs are remembered, a place of encounter, dialogue and observation of the Rapa Nui world and its history loaded with significance and absences, which ultimately becomes a constant conversation with the future it seeks. For the islanders, Rapa Nui is a place of identity, relationship and history, and today’s Tapati boasts a scenic display with ritualistic aspects that are a part of the understanding of their current culture.97 In Rapa Nui, knowing the past and the traditions is a symbol of status and hierarchy, keeping in mind that for Polynesians history is something to experience and practice habitually, where the past “is a vast plane of possibilities, spawning from the ancient myths to recent memory …”.98 This look back to the past to construct family genealogies also played a political role for grounding the leadership of the chiefs. Nowadays this stance has developed as an eternal return “bearing in mind that the image of the past is always visible to the Rapanui, always facing them and never turned back, like the moai who look inland; in this way the past can always be observed, can always be read and serves as a pillar of support for future generations,”99 thus becoming a discourse of resistance and identity. Family or neighborhood clans participate in the competitions and presentations of the Tapati, with two or three female contestants striving for the title of queen (a phenomenon that is perhaps associated to the dualistic vision of the Polynesian and Rapanui worlds). During this week history is experienced daily, performed in each dance, in each story, rhythm, food and everyday events, always invoking the past, making it the present, tangible and digestible for the new generations. It is a constant coming and going, a perpetual oscillation through time.100 In spite of noticeable discontinuities in its history and the meaning of some of the codes imprinted in lyrics, gestures and music, the Rapa Nui have been able to interpret the meanings of these performances, colors, music and dances and understand their history through them.

La playa de Ovahe en primer plano y la bahía y playa de Anakena en segundo plano. The beach of Ovahe in front, and the small bay and beach of Anakena in the background.

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“tomando en cuenta que la imagen del pasado para los rapanui siempre está visible, está de frente, nunca de espalda, los moai miran hacia el interior de la isla, de esta manera el pasado siempre se puede observar, siempre se puede leer, y sirve de apoyo y de pilar a las generaciones futuras”,99 transformándose de esta manera en un discurso de resistencia e identidad. En las competencias y presentaciones de la Tapati participan clanes familiares o barrios de la isla, siendo entre dos y tres las competidoras que disputan el cetro de reina, un fenómeno que tal vez esté asociado a la visión bipartita del mundo polinésico y rapanui. Así en esta semana se vive la historia de tiempo presente, se simboliza en cada danza, en cada cuento, cada ritmo, en los alimentos y en la cotidianeidad, siempre invocando el pasado, volviéndolo presente, tangible y digerible para las nuevas generaciones, es un ir y venir constante, una oscilación perpetua a través del tiempo.100 A pesar de tener discontinuidades en su historia y del significado que poseen algunos de estos códigos impresos en letras de canciones, gestos y música, los rapanui han sabido interpretar los significados de sus representaciones de color, música, danza, comprendiendo en esta lectura a su historia. Pensamos que la Tapati es fundamental en la definición de etnicidad y de identidad rapanui de hoy en día. Nos dice quiénes son los otros, cuál es la visión de quienes visitan la isla de los rapanui, como también cuál es la visión que tienen de sí mismos, la que se hace evidente en las representaciones escénicas. Junto a la Tapati, la escuela primaria ha logrado transformarse en una institución capaz de educar a niños y jóvenes en sus propios corpus de conocimiento, gracias a la incansable labor de unos pocos docentes rapanui, para establecer y validar un programa de inmersión y educación intercultural bilingüe. Este programa de inmersión total en lengua rapanui, único en Chile, enseña a leer, escribir, a hablar y a pensar en rapanui. Es así que a pesar de los cambios, del mestizaje, la globalización y las presiones de una cultura colonial dominante, los rapanui de hoy empiezan a tomar posesión de su isla, reconstruyendo un pasado en los intereses de las generaciones futuras, poniendo en alto su bandera de fondo blanco y reimiro rojo, los colores y símbolos combinados de la abundancia, del poder y lo sagrado.

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We believe that the Tapati is vital to defining present day Rapanui ethnicity and identity. It tells us who “the others” are, the vision of those who visit Rapanui and also their vision of themselves, which becomes evident in their theatrical performances. Together with the Tapati, the primary school has managed to transform itself into an institution capable of educating children and youths in their own cultural knowledge, thanks to the devoted work of a small group of teachers who have established and validated an immersion education program that is bilingual and intercultural. This total immersion program, unique in Chile, teaches to read, write, talk and think in Rapanui. That is how, in spite of the changes, the cultural mix, globalization and the pressures of a dominating colonial culture, the Rapanui are beginning to reclaim possession of their island, re-building a past in the interest of the future generations, hoisting high their flag imprinted with a red reimiro on a white background – the colors and symbols of abundance, power and holiness.

Moai en cantera de Rano Raraku. Moai at Rano Raraku quarry.


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REFERENCIAS (Endnotes) 1 Kirch P. 2000. On the Road of the Winds: An Archaeological History of the Pacific Islands before European Contact. University of California Press, Berkeley Pp. 47-53 2 González-Ferrán O. 1987. Evolución Geológica de las Islas Chilenas en el Océano Pacífico. En Castilla J (editor) Islas Oceánicas de Chilenas: Conocimiento científico y necesidades de investigación. Pp. 37-54. González-Ferrán O. y S. Baker 1974. Isla de Pascua. Easter Island Guide Book- Excursion D-2 International Symposium on Volcanology, Santiago, Chile Pp. 1-32 3 Stoddard D.R. 1992. Biogeography of the tropical Pacific. Pacific Science 46:276-93. Whittaker R.J. 1998. Island biogeography: ecology, evolution, and conservation. Oxford University Press. Kirch P. 2000. Pp. 53-58. 4 Kirch P. 2000.P. 48. 5 Orliac C y M. Orliac 1998. Evolution du couvert végétal à l’Ile de Pâques du 15è au 19è siècle. En, P. Vargas (editor). Easter Island and East Polynesian Prehistory Pp.195-200, Santiago Instituto de Estudios Isla de Pascua, Universidad de Chile. Flenley J.R., S. King, J. Jackson, C. Chew, J.Teller y M. Prentice. 1991. The Late Quaternary vegetational and climatic history of Easter Island. Journal of Quaternary Science 6:85-115. Flenley J.R. 1996 .Further evidence of vegetational change on Easter Island, South Pacific Study 16:135-41. Mieth A. y H.R. Bork 2005. Traces in the soils: Interactions between environmental change land use and culture in the prehistory of Rapa Nui (Easter Island). En The Reñaca Papers: VI International Conference on Rapa Nui and the Pacific. Editado por S.M. Stervenson, J.M. Ramírez, F Morin, N. Barbacci, Easter Island Foundation, Los Osos , California. Pp. 55-65. 6 Steadman D.W., P. Vargas y C. Cristino 1994. Stratigraphy, chronology and cultural context of an early faunal assemblage from Easter Island. Asian Perspectives 33:79-96 7 Kirch P. 1983. Man’s role in modifying tropical and subtropical Polynesian ecoysems. Archaeology in Oceania 18:26-31. Kirch P. 1997 Introduction. The Environmental History of Oceanic Islands. En, P. Kirch y T. Hunt (editores) Historical ecology in the Pacific Islands; Prehistoric Environmental and Landscape change. Pp. 1-21 New Haven Connecticut,Yale University Press. 8 Barthel T. 1974. The Eights Land: The Polynesian discovery and settlement of Easter Island. The University of Hawai, Honolulu. Pp.107-155. Métraux A. 1971. Ethnology of Easter Island. B. P. Bishop Museum Bulletin 60, Bishop Museum Press, Hawai. Pp. 64 y 153-161. 9 Cox P.O. y S.A. Banak (Eds.) 1991. Islands, plants and Polynesians. An Introduction to Polynesian Ethnobotany. Portland, Discorides Press. 10 Lebot V. 2002. La domestication des plantes en Océanie et les contraintes de la voie asexuée. Journal de la Société des Océanistes (14-115):45-61. 11 Rauch M. 1998 Parque Nacional Rapanui. Manual de Capacitación sobre el patrimonio cultural y natural de Rapa Nui. Conaf y World Monuments Fund. 12 Steadman D.W., P. Vargas y C. Cristino 1994. 13 Tcherkezoff S. 2009. Polynesie-Melanesie: l’invention française des ‘races’ et des régions de l’Océanie (XVIe-XXe siècles)’ Editions Au Vent des Iles, Papeete Tahiti. Tcherkezoff S. 2004a Tahiti 1768 Jeunes filles en pleurs. La face cachée des premiers contacts et la naissance du mythe occidental (1595-1928) Editions Au Vent des Iles, Papeete Tahiti. Pp. 29-104. 14 Green R. 1991. Bulmer Phase II: Early agriculture in the New Guinea Highlands. En, A. Pawley (editor) Man a Half: Essays in Pacific Anthropology and Ethnobiology in Honour of Ralph Bulmer Pp. 484-91. Auckland, Nueva Zelanda, Polynesian Society. Kirch P. 2000 Pp. 6. 15 Kirch P. 2000 Pp.63-116 y 207-230. La bibliografía especifica sobre el poblamiento de la Oceanía cercana y la cultura Lapita, es muy extensa. Algunos textos a consultar son: Davidson J.1977 Western Polynesia and Fiji: Prehistoric contact, diffusion and differentiation in adjacent archipelagoes World Archaeology 9:82-94 Davidson J. 1979. Samoa and Tonga. En J. Jennings The Prehistory of Polynesia. Pp. 82-109 Cambridge, Mass. Harvard University Press. Green R. 2003. In Pacific Archaeology: Assessments and Anniversary of the first Lapita excavations (July 1952), ed. Sand C. (Le Cahiers de l’Archéologie en Nouvelle Calédonie, Nouméa, New Calédonie) Vol. 15: 95-120. Kirch P y M I. Weisler 1994. Archaeology of the Pacific Islands An appraisal of recent research, Journal of Archaeological Research 2 :285-328 Kirch P. 1996. Lapita and its aftermath:Austronesian settlement of Oceania. En, W.H. Goodenough (editor), Prehistoric Settlement of the Pacific Pp. 57-70. Transactions of the American Philosophical Society 86 (5). 16 Cox P.O. y S.A. Banak (Eds.) 1991. 17 Tcherkézoff S. 2005. Occident-Polynésie et retour: navigations dans l’espace-temps. En, L’Espace –Temps Bulletin du Larsh No.2, ISEPP, Editions Au Vent des Iles, Tahiti Pp. 117

94.

18 La bibliografía específica sobre el poblamiento de la Oceanía remota es muy extensa. Algunos textos a consultar y que se relacionan más con el poblamiento de Isla de Pascua son: Kirch P 2000 capítulos 7 y 8 Pp. 207- 325. Rollet B. 1996. Colonization and culture change in the Marquesas, in J.M. Davidson, G. Irwin, B.F. Leach, A. Pawley, and D. Brown (eds.). Oceanic Culture History: Essays in Honour of Roger Green, Pp. 531-540. Dunedin. New Zealand Journal of Archaeology, Special Publication. Green 1998. Rapanui origins prior to European contact, the view from Eastern Polynesia, in P. VargasCasanova (ed.) Easter island and East Polynesian Prehistory, Universidad de Chile, Instituto de Estudios Isla de Pascua, Pp.87-110. Green R C. y M.I. Weisler 2002. The Mangarevan Sequence and Dating of the Geographic Expansion into Southeast Polynesia. Asian Perspectives, 41 (2): 213-241. Weisler M. I. 1998. Issues in the colonization and settlement of Polynesian islands. Pp. 73–86. in Vargas Casanova, P., editor. Easter Island and East Polynesian prehistory. Instituto de Estudios Isla de Pascua, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Santiago. Matisoo-Smith E., R. M. Roberts, G. J. Irwin, J. S. Allen, D. Penny, and D. M. Lambert. 1998. Patterns of prehistoric human mobility in Polynesia indicated by mtDNA from the Pacific rat. Proc Natl Acad Sci U S A. December 8; 95(25): 15145–15150. 19 Para una discusión en relación a la figura de Hotu Matua y Tu’u ko Iho. como ancestros fundadores ver Fischer S. R. 1994 Rapanui’s Tu’u ko Iho versus Mangareva’s ‘Atu Motua: Evidence for Multiple Reanalysis and Replacement in Rapanui settlement traditions, Easter Island. The Journal of Pacific History, Vol. 29, No 1 Pp. 3-18. 20 Usamos la versión de la leyenda comentada que se encuentra en Thomas Barthel, y que se basa en el análisis del manuscrito E también conocido como manuscrito de Pua Ara Hoa. Barthel T. 1974 The EightsLand: The Polynesian discovery and settlement of Easter Island. The University of Hawaii, Honolulu. 21 Métraux A. 1971 Pp. 119–144. 22 Barthel T. 1974 Pp. 11. 23 Mauss M. 1924(1991). Ensayo sobre el Don. En, Antropología y Sociología. Editorial Tecnos, Madrid. 24 Keesing R. 1984. Rethinking mana. Journal of Anthropological Research 40:137-156. 25 Grand S. 2005. Un regard sur l’espace et le temps océaniens. En L’Espace –Temps Bulletin du Larsh No.2, ISEPP, Editions Au Vent des Iles, Tahiti Pp.135-150. Kaeppler A. 2008 The Pacific Arts of Polynesia and Micronesia. Oxford History of Arts, Oxford University Press. Pp. 147 -152 26 Métraux A. 1971. Pp 119 - 144. 27 Bataille-Benguigui M.C. 2007. Suivant les mouvements de la houle et la route des étoiles, la pirogue fait lien entre les hommes, les iles et les dieux d’Océanie. En, Va’a la Pirogue polynésienne. Editions Au Vent des Iles, Papeete Tahiti. 28 Weisler M. 2002. Centrality and the collapse of long-distance voyaging in East Polynesia. In Michael Glascock (Ed.), Geochemical Evidence for Long-Distance Exchange Pp. 257-273. London: Bergin and Garvey. 29 Cea A. 1981. Embarcaciones de la antigua Isla de Pascua. Boletín Museo Arqueológico de La Serena 17:68-91. 30 Kaeppler A. 2008 P. 145. 31 Millaud H. 2007. Va’a/va’a: réceptacle sacré/éspace social. En Va’a la Pirogue polynésienne. Editions Au Vent des Iles, Papeete Tahiti. 32 Finney B. 2001: Voyage to Polynesia’s land’s end. Antiquity 75 (287): 172-181. 33 Tcherkezoff S. 2005 Pp. 107-134. Grand S. 2005 Un regard sur l’éspace et le temps océaniens. En, L’Éspace –Temps Bulletin du Larsh No.2, ISEPP, Editions Au Vent des Iles, Tahiti Pp.135-150. 34 Tcherkézoff S. 2005 P. 116. 35 Tcherkézoff S. 2005 P. 121. 36 Wozniak J. 2003. Exploring Landscapes on Rapanui (Easter Island) Using geoarchaeological studies:Settlement, subsistence, and environmental change. Tesis doctoral, Departamento de Antropología, University of Oregon, Eugene Oregon.Tcherkézoff S. 2005 Pp. 118 y 121. 37 Ayres W. 1988. The Tahai Settlement complex En Cristino y Vargas (editores) First International Congress on Easter Island and East Polynesia (1984). Instituto Estudios Isla de Pascua, Universidad de Chile 38 Ayres W. 1973 The Cultural Context of Easter Island Religious structures. Tesis Doctoral , Universidad de Tulane. EE.UU. 39 Van Tilburg J. 1988. Stylistic variation of dorsal design on Easter Island statues. Clava, Vol. 4 Pp.95-108. Museo Sociedad Fonck. 40 cherkézoff S. 2005. Pp 128 para una discusión del concepto de mata, y Tcherkézoff S. 2004b First Contacts in Polynesia: the Samoan case (1722- 1848) Western Misunderstandings about sexuality and divinity. The Journal of Pacific History and The MacMillan Brown Centre for Pacific Studies, Christchurch, New Zealand. Cap. 11 para un análisis del concepto de rangi. 41 Mulloy W. 1970. A speculative reconstruction of techniques of carving, transporting and erecting Easter Island statues. Archaeology and Physical Anthropology in Oceania 5(1):1-23


42 Corney B. G. 1908. Extract from the Official Log of the Voyague of Mynheer Jaob Roggeween in the Ships Den Arend, Tienhoven and De Africaansche Galey in 1771-72. Transcrito, traducido y, preparado por B.G. Corney, Works issued by the Hakluyt Society, Cambridge, P.18. 43 Kaeppler A. 2008 P. 79. 44 Kirch P. 1984. The Evolution of Polynesian Chiefdoms, Cambridge, Cambridge University Press. P. 14. Goldman I.1970 Ancient Polynesian Society. Chicago. University of Chicago Press. Pp 14. 45 Stevenson C.; J. Wozniak y S. Haoa. 1999. Prehistoric agricultural production on Rapa Nui. Antiquity, 73:801-12. Stevenson C. T. Ladefoged, S. Haoa y A. Guerra. 2005. Managed Agricultural Production in the Vaitea Region of Rapa Nui, Chile, The Reñaca Papers. Proceedings of the VI International Conference on Rapa Nui and the Pacific. Los Osos: Easter Island Foundation. Stevenson C. y S. Haoa. 2008. Prehistoric Rapa Nui Landscape and Settlement Archaeology at Hanga Ho’onu. 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Pp. 274–278. 63 Uno de los estudios más completos y sistemático los inicia el investigador alemán Thomas Barthel, quien se abocó a la enorme tarea de catalogar, fotografiar, calcar y dibujar cada una de las 24 tablillas que hasta el año 1958 estaban dispersas en varios museos en el mundo, organizándolos en lo que denominó el Corpus Inscriptonium Paschalis Insulae. 64 Routledge K.S. 1919. (2005) The Mystery of Easter Island. The story of an expedition. Edición facsimilar del original editado por Sifton Praed & Co. Ltd. Londres. Editado por Rapanui Press, Isla de Pascua. Pp. 243-254. 65 Salmond A. 2009. Sacrifices from Afar: The Stakes of Modernity. Keynote Lecture: Culture and Politics Session Proceedings of the 11th Pacific Science Intercongress Tahiti, Marzo 2009. 66 Kaeppler A. 2008. The Pacific Arts of Polynesia and Micronesia. Oxford University Press, USA. 67 Corney B. G. 1908: Extract from the Official Log of the Voyague of Mynheer Jaob Roggeween in the Ships Den Arend, Tienhoven and De Africaansche Galey in 1722. Transcrito, traducido y, preparado por B.G. Corney, Works issued by the Hakluyt Society, Cambridge. copia facsimilar Kessinger Publishing. Pp. 134. 68 Corney B. G. 1908. Extract from the Official Log of the Voyague of Mynheer Jaob Roggeween. P. 13. 69 Douaire-Marsaudon F. 2005. Food and Wealth. En The Changing South Pacific, Pandanus Books, Canberra. Pp. 207-244. 70 Eyraud E. 1864. citado en Altman, A., G. Lee, and F. Morin, eds. 2004 Pp. 14

71 Tcherkezoff S. 2005. Pp. 107-134. 72 Tcherkezoff S. 2003. On cloth, gifts and nudity: Regarding some European misunderstandings during early encounters in Polynesia. En Colchester C. (editor). Clothing the Pacific. Berg Publishers, Oxford. Pp. 51-75. Tcherkezoff S. 2004 a y 2004b. 73 Corney, B. G., 1908: The voyage of Captain Don Felipe González in the ship of the line San Lorenzo, with the frigate Santa Rosalía in company, to Easter Island in 1770-1,.Transcrito, traducido y, preparado por B.G. Corney, Works issued by the Hakluyt Society, Cambridge, Pp 97. Cambridge. Copia facsimilar Kessinger Publishing. 74 Corney, B. G., 1908. The voyage of Captain Don Felipe González. Pp. 100. 75 Forster G. 1778-80 Johann Reinholds Forster’s Reise um die Welt, waehrend den Jahren 1772-1775. Vom Verfasser selb aus dem Englischen uebersetzt mit dem Wesentlichen aus des Cap. Cook’s Tagebuechern u. anderen. Berlin. Hand & Sperrer, Tomo I. Pp. 413-425. 76 Forster G. 1778-80. Pp. 433. 77 Colchester C. 2003. Clothing the Pacific. Berg Publishers, Oxford. Neich R. y M. Pendergrast 1997. Pacific Tapa. University of Hawaii Press, Honolulu Tchérkézoff S. 2003. Pp. 51-75. 78 Maude H. 1981. Slavers in Paradise. Institute of Pacific Studies. 79 Mc Call G.1998. Rapanui: Tradición y sobrevivencia en Isla de Pascua. Easter Island Foundation, Los Osos California. 80 Para una discusión en relación a los bienes de intercambio y los dones en los primeros contactos entre polinesios y europeos ver Tcherkézoff S. 2004b First Contacts in Polynesia… Pp. 182-196 y también Salmond A. 2009 (en prensa), Bellich J. 1996 Making People. A history of the New Zealanders. Penguin Books Pp. 155 y 165-169 y Sahlins, M.1997. 81 Para una discusión en relación a los bienes y cultos de cargo para Rapa Nui ver Castro N. 2006 Rapanui: El diablo, Dios y la profetiza. Editado por Rapanui Press, Museum Store, Museo Antropológico de P. Sebastián Englert, Isla de Pascua. 82 Bellich J. 1996. Pp. 148-160. 83 Diamond J. 1997. Guns, Germs and Steel. W.W. Norton & Company Nueva York. Pp. 64. 84 Conte J. 1994. Isla de Pascua, Horizontes Sombríos y Luminosos. Centro de Investigación de la Imagen. Santiago. 85 Pinart A. 2004. Voyage To Easter Island 1877. En, Early Visitors to Easter island 1864–1877. Editado por A. Altman, G. Lee y F. Morin, The Easter Island Foundation, Los Osos California. 2004. 86 Para más detalles de este período en especial sobre el levantamiento de la población contra los administradores, ver Castro N. 2006 y Routledge K. 1919. 87 Rochna-Ramírez S. 1996. La Propiedad de la Tierra en Isla de Pascua. Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Santiago. 88 Sánchez Manterola A. 1921. Cinco Años en la Isla de Pascua. Texto reproducido en Conte J. 1996. Pp. 315-326. 89 Englert S. 1974 La Tierra de Hotu Matu’a. Ed. Universitaria. Universidad de Chile, Santiago. Peteuil, M.-F. 2004. Les évadés de l’île de Pâques. Loin du Chili, vers Tahiti (1944-1958), Paris, L’Harmattan. 90 Grifferos, Alejandra. 1997. La otra cara del paraíso. Comunidad, tradición y colonialismo en Rapa Nui 1864-1964. Tesis de Licenciatura en Historia, Univ. de Valparaíso. Grifferos A. 2000. Entre Palos y Piedras la reformulación de la etnicidad en Rapanui (Isla de Pascua 1966). Estudios Atacameños 19:121–133. 91 Porteous D. 1982. The modernization of Easter Island. Western Geographical Series, Vol. 19. University of Victoria, Canada. Cristino, C., A. Recasens, P. Vargas, L. González y E. Edwards. 1984. Isla de Pascua: Procesos, Alcances y Efectos de la Aculturación. FAU, U. de Chile. McCall, Grant. 1996. El pasado en el presente de Rapanui (Isla de Pascua). En J. Hidalgo, V. Schiappacasse, H. Niemeyer, C. Aldunate y P. Mege (Eds): Culturas de Chile, Vol. I: 17-45. Ed. Andrés Bello, Santiago. McCall, Grant. 1998. Rapa Nui. Tradición y Sobrevivencia en Isla de Pascua. Easter Island Foundation, Los Osos. 92 Muñoz D. 2007. Rapanui Translocales. Configuración de la etnicidad Rapanui en Santiago de Chile. Tesis para optar al grado de Licenciado en Antropología. Tesis para optar al título de Antropólogo Social. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. 93 Hobsbawn E. 2002 La invención de la tradición. Crítica. Madrid. 94 Keesing R. 2000 Creating the Past. En, D.Hanlon y G. White, Voyaging through the contemporary Pacific. Rowman & Littlefields Publishers. Pp. 231-254. 95 Crocombe R.1976 The Pacific way: an emerging identity. Suva : Lotu Pasifica. 96 Muñoz D. 2007. 97 Andrade P. 2004. Artífices del Imaginario: La puesta en escena, una aproximación a la construcción de identidad. Tesis para optar al grado de Licenciado en Antropología. Tesis para optar al título de Antropólogo Social. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. 98 Sahlins, M.1997. 99 Andrade P. 2004. P. 37. 100 Andrade P. 2004. P. 37.

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GUY WENBORNE, fotógrafo profesional, colabora con Editorial Kactus hace más de 20 años en varios proyectos editoriales. En todo este tiempo ha desarrollado su propia carrera en tres áreas: la fotografía de arquitectura, la fotografía aérea y reportajes sobre patrimonio natural y humano de Chile. Paralelamente ha participado en numerosas exposiciones individuales o colectivas en Chile, Europa y Australia. ANDREA SEELENFREUND es Licenciada en Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Chile con estudios de doctorado en la Universidad de Otago de Nueva Zelanda. Inició su carrera profesional como arqueóloga en el Museo de Isla de Pascua. Ha realizado asesorías nacionales e internacionales en calidad de asesor experto en manejo de recursos culturales. Desde 1995 es académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde ha creado y dirige el Núcleo de Investigación de la Realidad Insular, dirigiendo varios proyectos de investigación y tesis enmarcados en la temática insular de Isla de Pascua, pero también de Juan Fernández e islas de Aysén. Ha estado a cargo de varios proyectos de investigación en el marco del programa Fondecyt. Es autora de numerosos artículos sobre temas de su especialidad aparecidos en revistas nacionales y extranjeras. Es miembro de la Sociedad Chilena de Arqueología.

RAPA NUI CHILE Editado en Diciembre 2015 por: Sipimex-Editorial Kactus. www.editorialkactus.cl Padre Mariano 82, Of. 503, Providencia, Santiago, Chile, red@kactus.cl Editor: Dominique Verhasselt Puppinck. Diseño y Producción Digital: Jaime Alegría G., Víctor Toro A. Fotografías: Guy Wenborne H. (Salvo páginas 54-55 Andrea Seelenfreund y páginas 18-19 Paul Humann). Textos: Andrea Seelenfreund. Traducción: Be Translated Chile Ltda. Preprensa Digital: Sipimex-Editorial Kactus. Impreso en Chile por Ograma Impresores. Copyright© Sipimex-Editorial Kactus. Guy Wenborne H. Registro de Propiedad Intelectual: 229.687 ISBN: 978-956-7013-45-6 / 978-956-9679-02-5

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