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Huginn y Muninn, espías divinos
Cultura Huginn y Muninn, espías divinos
Sentado en su trono denominado Hlidskjalf (el asiento de honor) conocía todo lo que sucedía en los nueve mundos de la cosmogonía nórdica: Odín, el dios supremo de los Aesir, tenía predilección por el Midgard (mundo de los humanos) y el Asgard (mundo de los dioses).
Para tener un mayor conocimiento de estos mundos, contaba con un par de mensajeros que no eran dioses, cuyo poder residía en el significado de sus nombres: Huginn (pensamiento) y Muninn (mente).
No olvidemos que el pensamiento es la capacidad de formar ideas y representaciones de la realidad, relacionando unas con otras; y la mente comprende el conjunto de capacidades intelectuales como percepción, conciencia y principalmente en el caso de Muninn, la memoria.
Una de las principales características de Odín -que era muy ingenioso-, era que se disfrazaba para visitar constantemente el Midgard, pero a diferencia del dios griego Zeus que también solía
Por: Manuel Gálvez Cruz,
Comunicólogo, Maestro en Publicidad, Productor Audiovisual, Entreprenur y Gestor Cultural. manuel.galvez.cdmx@gmail.com recurrir esta práctica con fines eróticos, Odín lo hacía para ampliar su conocimiento, pues se trataba de un dios sumamente curioso y sabio.
Todos los días al amanecer enviaba a Huginn y Muninn a recorrer el Midgard. Los cuervos volaban, veían y escuchaban lo que sucedía, y por las tardes regresaban al Asgard y se posaban en los hombros de Odín para narrarle todo lo que habían visto y escuchado.
Los cuervos siempre fueron vistos con buenos ojos por las culturas nórdicas, ya que les significaba que Odín estaba cerca de ellos. Debido a esto, en las batallas vikingas se utilizaban estandartes con la figura de un cuervo con las alas abiertas, y al ondear con el viento parecía que volaba; esto era buen presagio.
También se creía que las bandadas de cuervos en los campos de batalla era buena señal, ya que se trataba de las Valkirias (hijas de Odín) que acudían por los espíritus de los mejores guerreros para llevarlos al esplendido salón de los caídos en batalla. El Valhalla era el lugar donde cada noche bebían y comían hasta saciarse, para al día siguiente volver a luchar, y así prepararse para el Ragnarök o el fin del mundo para los humanos y dioses.
Así que la siguiente ocasión que tengas la oportunidad de ver algún cuervo, piensa que puede ser un gran presagio para tu vida, ya que estás en el radar del dios Odín.
Muchos artistas se han inspirado en Huginn y Muninn para realizar algunas de sus obras, tal es el caso de la artista plástica norteamericana Damaris Gray, el mexicano Héctor Valdívia, la lithuana EABelts con sus monedas, llaveros y collares, o la canción Huginn y Muninn de Munknörr (proyecto de música de inspiración chamánica, nórdica y celta, con una vibra atmosférica y mística).