Autobiografía

María Karina Paltín Pindo 20 añitos 30 de Mayo de 1995 Machala 24 de Septiembre Divertida, amigable, responsable, alegre aunque a veces me enojo con facilidad, me gusta viajar y conocer las diversidades que tiene mi país.

“Disfruta, ríe, llora..... VIVE Y APRENDE”

Mis estudios primarios los realice en la escuela “San Francisco de Asís” en donde fui considerada como una de las mejores alumnas.

Estudie el ciclo básico en el colegio “Ismael Pérez Pazmiño” y el ciclo diversificado en el colegio “9 de Octubre” en donde escogí la especialidad de Químico – Biólogo.

Actualmente mi preparación superior la realizo en la Universidad Técnica de Machala estudiando la carrera de Bioquímica y Farmacia.

“Amo a todas las religiones, pero estoy enamorada de la mía” Soy cristiana católica, me considero una persona bendecida por Dios y protegida por su madre María, firme en mi fe agradezco porque están conmigo en todo momento, todos mis logros y sueños cumplidos se los debo a mis seres supremos, son mi guía en todo momento y actúan en mi vida formando sonrisas en mi rostro.

Dios me ha bendecido con dos amores para que cuiden mi vida como son mis padres, Ángel Orlando Paltín Macas y Lidia Margarita Pindo Díaz y una hermana ejemplar.

Mi padre, es maestro constructor y taxista a la vez, siempre demostrándome que hay que esforzarse en la vida para alcanzar el objetivo propuesto y que su deseo es ver a su hija convertida en una profesional.

Mi amiga confidente, mi madre, con sus consejos me orienta en la vida para ser mejor persona tanto en lo personal como en lo laboral.

Mi única hermana, es considerada como mi segunda madre porque siempre ha cuidado de mí como a una hija y me ha demostrado que con esfuerzo se puede lograr grandes cosas, hoy en día es Ingeniera en Hotelería y Turismo y ejerce su profesión.

Algo en común que admiro de los tres es la humildad y su fortaleza, lo cual los hace personas grandiosas.

A demás cuento con una extensa familia que me brinda su cariño y apoyo moral, entre ellos se encuentra el consentido del hogar mi sobrino que con su inocente sonrisa, alegra mis días.

La amistad es un valor que reina en mi corazón ya que en mi vida tengo la dicha de haber encontrado personas que comparten su amor, tiempo, sonrisas, problemas conmigo y que a pesar de los años siguen junto a mí regalándome momentos únicos, por ello me siento agradecida y trato de demostrarlo en mi diario vivir, dando lo mejor de mí.