H om o D i g i t a l i s
Juan Ignacio Rouyet Doctor Humanista
QUINT
@jirouyet
“
El modelo de ética aplicada Robots cristianos, liberales o marxistas
“Pero ¿qué ética? Estamos de acuerdo en que necesita-
Las tres leyes de la robótica de Asimov son, de alguna
mos una ética para la inteligencia artificial. Pero, insisto,
forma, una ética de mínimos, al establecer en su prime-
¿qué ética aplicamos? Y si encontramos una ética, ¿cómo
ra ley que un robot no podrá hacer daño a un ser hu-
la aplicamos?”. Mi dialogante amiga me abandonó, pues
mano. Desde un punto de vista conceptual se ha visto
su agenda la requería en otro lugar. De pronto mi ima-
la inconsistencia de tal ley, pues un robot puede “no sa-
ginación me trasladó a la Academia de Platón, donde
ber” que está haciendo daño a un ser humano; y desde
comenzaron las primeras discusiones éticas. Allí me vi
un punto de vista práctico se ha constatado la dificultad
debatiendo la tesis de Protágoras sobre que toda moral
de programar tal ley.
es opinable, o la de Gorgias sobre que es mejor cometer
Como resulta complicado aplicar una ética de mínimos,
una injusticia que padecerla.
deberemos pasar a una ética de máximos. En este caso
Si buscamos una ética que aplicar en la inteligencia
entran en juego los valores particulares de cada uno,
artificial lo tenemos complicado, pues desde aquellos
la ética se vuelve individual y es cuando cada uno se
tiempos de Platón no hemos llegado a una solución con-
comporta según una cierta moral (por ejemplo, según
cluyente sobre una ética admitida por todos. Dado este
la moral católica, el pensamiento liberal o el materia-
desacuerdo, debemos acudir a la “ética de mínimos”:
lismo histórico). Con esta perspectiva, ¿tendremos que
unos principios morales en los que todo ser racional
diseñar robots cristianos, liberales, o marxistas, a gusto
pueda estar de acuerdo (por ejemplo, no hacer daño o
de cada usuario?
ser justo). Pero resulta que la ética de mínimos acaba
Para salir de esta espiral filosófica propongo aplicar la éti-
hablando de principios muy genéricos, que resultan
ca en tres momentos (en su diseño, su entrega en forma
poco útiles en la práctica y, por tanto, complicados de
de servicio y su uso), y de tres formas distintas: aplicar
programar en un sistema inteligente.
una ética en el diseño de sistemas inteligentes; disponer de un gobierno ético en las organizaciones que entregan
La ética aplicada es un modo de aplicar conceptos éticos a cuestiones concretas de la actividad humana
servicios basados en inteligencia artificial; y permitir que cada usuario pueda obrar según sus valores éticos. En el diseño ético se pueden aplicar algunos conceptos prácticos y posibles de programar, como evitar el sesgo o facilitar la explicación de resultados. Con el gobierno ético una organización puede garantizar a sus clientes y a la sociedad que aplica mecanismos de control, como, por ejemplo, disponer de sistemas auditables, que garantizan una entrega de servicios basados en inteligencia artificial de forma ética. De forma ética en el sentido de que cada individuo pueda tomar sus decisiones de manera autónoma y según sus valores éticos. Este modelo de ética para la inteligencia artificial pone en juego a varios actores (diseñadores, organizaciones, usuarios), por lo que solo puede funcionar bajo lo que se conoce como ética aplicada. La ética aplicada es un modo de aplicar conceptos éticos a cuestiones concretas de la actividad humana, y ha mostrado su utilidad en campos como la bioética o la ética de las profesiones. Luego para responder a la pregunta “¿qué ética aplicamos?”, debemos contestar “la ética aplicada” y hacerlo en los tres momentos antes descritos. No es un juego de palabras, sino aplicar con un método todo lo que hemos aprendido desde los tiempos de Platón.
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MARZO 2020
