PT
Una Palabra para ti
«Sentarse junto al gran corazón de un pequeño hombre con la Palabra abierta sobre las rodillas y, tal vez, empezar diciendo “Érase una vez” todavía puede seguir siendo válido». El cardenal Martini se dirige por primera vez a los más pequeños, confiándoles, a partir de los textos bíblicos, lo que es la esencia de su vida. Historias, personajes y parábolas acompañan a los jóvenes lectores —y a sus padres, educadores y catequistas— en el encuentro con valores fundamentales para el hombre: perdón, amistad, libertad, valentía, lealtad, oración y paciencia.
Carlo M. Martini
Carlo M. Martini
Contar el Evangelio significa recoger las verdades del pasado, disipar las dudas y fatigas del presente e iluminar con esperanza el futuro.
Una Palabra para ti
PT
Páginas bíblicas para los más pequeños
> colección Expresiones
74514_CubCarta.indd 1
22/03/11 16:28
UNA PALABRA PARA TI
74514_UNApalabraPARAti.indd 1
23/3/11 16:43:06
74514_UNApalabraPARAti.indd 2
23/3/11 16:43:06
CARLO M. MARTINI CON DAMIANO MODeNA
Una Palabra para ti páginas bíblicas para los más pequeños
74514_UNApalabraPARAti.indd 3
23/3/11 16:43:07
isbn 978-84-938324-3-8 título original Una Parola per te. Pagine bibliche narrate ai più piccoli © 2010- editrice San Raffaele traducción Ricardo Lázaro Barceló © 2011-ediciones Khaf Grupo editorial Luis Vives Xaudaró, 25 28034 Madrid - españa tel 913 344883 - fax 913 344 893 www.edicioneskhaf.es
dirección editorial Juan Pedro Castellano edición Antonio F. Segovia ilustración Inés Burgos dirección de arte Departamento de Imagen y Diseño gelv diseño de colección Mariano Sarmiento maquetación Departamento de Producción gelv impresión Talleres Gráficos gelv (50012 Zaragoza) Certificado ISO 9001 depósito legal: Z-1203-2011 impreso en españa
Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CeDRO (Centro español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
74514_UNApalabraPARAti.indd 4
23/3/11 16:43:07
A todos los «Pequeños Hombres» de gran corazón, de cualquier parte del mundo; y a todos los grandes que han tenido el valor de seguir siendo niños o de volver a serlo… A algunos de ellos he tenido el honor de conocerlos.
74514_UNApalabraPARAti.indd 5
23/3/11 16:43:07
74514_UNApalabraPARAti.indd 6
23/3/11 16:43:07
ÍNDICE
9
PRÓLOGO
13
PeRDÓN
23
AMISTAD
33
LIBeRTAD
41
VALeNTÍA
49
LeALTAD
59
ORACIÓN
71
PACIeNCIA
Índice • 7
74514_UNApalabraPARAti.indd 7
23/3/11 16:43:07
74514_UNApalabraPARAti.indd 8
23/3/11 16:43:07
prólogo
Contar la Biblia a los pequeños no es una tarea fácil. Admiro enormemente a los catequistas que logran hacerlo con competencia y amor: hablar a los niños significa, en cierto modo, ser capaz de hacerse niño de nuevo, de entrar en su mundo y asumir su lenguaje. Puede que sea natural para los padres; ellos los han concebido, los han sentido vivos ya en el seno materno, los han visto nacer, crecer, han estado con ellos al salirles los primeros dientes y dar los primeros pasos, los han visto esbozar grandes y contagiosas sonrisas. Para mí, para un obispo que no está acostumbrado a nada de esto más que cuando se tercia la ocasión de ofrecerles algún tierno abrazo, atravesar la portezuela de su vida apenas iniciada y comunicarles la belleza de aquellas cosas por las que siempre he sentido un especial aprecio, es un intento audaz. Han pasado ya ochenta y tres años desde que nací; también yo he sido niño, pero he pasado gran parte de mi vida en el mundo académico y, posteriormente, «pilotando una nave» grande y compleja, como la diócesis de Prólogo • 9
74514_UNApalabraPARAti.indd 9
23/3/11 16:43:07
Milán. Aunque siempre he sentido con fuerza las exigencias, las necesidades y las urgencias que se imponen en el plano educativo, tenía la idea de que era necesario hablar a los mayores como si fueran pequeños, y así, con los pequeños, entenderían también los mayores. Sin embargo, nunca había intentado «sentarme» con ellos en la habitación de jugar. Lo hago ahora, en el «tiempo de la canicie», con este libro para mí inusual, una especie de desafío a la estratificación de experiencias que se han ido acumulando en mi corazón. Lo hago comenzando con una oración: «Contaré las grandes cosas que tú, Señor, has hecho […]. Dios mío, no me abandones aun cuando ya esté yo viejo y canoso, pues aún tengo que hablar de tu gran poder a esta generación y a las futuras» (Sal 71,16.18). Hoy que ya no es necesario ponerse a buscar un Nuevo Testamento en la propia lengua —de joven me costó mucho trabajo y frustración encontrar uno en italiano— y que casi se ha realizado el sueño de una Biblia en cada casa, todavía hay mucho que hacer para que ese Libro, colocado en el estante más alto, se ponga a la altura de los niños y se convierta de verdad en fermento para todo hombre. es un desafío a escudriñar y revolver hasta el fondo en el «baúl» del corazón, para ver si se es capaz de descubrir cualquier tesoro que poder ofrecer a los más pequeños, como precioso depósito. Intento, como el anciano escriba citado por Jesús, «sacar cosas viejas y cosas nuevas», buscando en mí a ese «niño» que cada uno lleva dentro de sí. Doy las gracias a mi asistente, don Damiano Modena1, que ha querido detenerse conmigo ante el baúl misterioso y acompañarme en esta aventura. 1
enseña Teología moral en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Maximiliano M. Kolbe, de la Diócesis de Vallo della Lucania. Actualmente es asistente del cardenal Carlo Maria Martini en el Istituto Aloisianum in Gallarate. Ha escrito: Carlo Maria Martini, Custode del Mistero nel cuore della storia, edizioni Paoline (2005) y Tra Storia e Fede, edizioni dell’Ippogrifo (2007).
10 • Una Palabra para ti
74514_UNApalabraPARAti.indd 10
23/3/11 16:43:07
La propuesta de las siguientes meditaciones llegó hasta mí a través de mis amigos y por amistad; así me he visto «haciendo las veces de yayo» y confiando a los niños las historias que son la esencia de mi vida: para un hombre de mi edad, ellos son los herederos. en otro tiempo los valores más excelsos y bellos se transmitían, precisamente, tejiendo relatos alrededor del fuego. La vida se hacía historia y la historia volvía a hacerse vida, en la vida de los más pequeños. Digan lo que digan todos esos promotores del universo mediático y los encantadores del mundo virtual, pienso que sentarse junto al gran corazón de un pequeño hombre, con la Palabra abierta sobre las rodillas y, tal vez, empezar diciendo «érase una vez», todavía puede seguir siendo válido. Contar el evangelio significa recoger las verdades inmutables del pasado, disipar las dudas y las fatigas del presente e iluminar con esperanza el futuro. Todo lo que de hermoso se ponga en el gran corazón de un pequeño hombre, hará de él un gran hombre con el corazón de un niño. Con este deseo he escrito siete cartas. La Palabra de Dios me ha guiado en la elección de los valores que considero indispensable entregar a las nuevas generaciones, con el propósito de dirigirles unas palabras sobre el perdón, la amistad, la lealtad y la oración, con la esperanza de ayudarles a crecer más fuertes y felices.
Prólogo • 11
74514_UNApalabraPARAti.indd 11
23/3/11 16:43:07
74514_UNApalabraPARAti.indd 12
23/3/11 16:43:10
Perd贸n
74514_UNApalabraPARAti.indd 13
23/3/11 16:43:10
74514_UNApalabraPARAti.indd 14
23/3/11 16:43:10
pErDóN
Querida Carla:
Te escribo porque deseo hablarte del perdón. Los mayores se ofenden, pelean e incluso se matan, como vemos alguna vez en televisión —aunque espero que tú no estés siempre pegada a la pantalla—. esta palabra, pues, es sobre todo para ellos, aunque te darás cuenta de que también te concierne a ti. es necesario empezar admitiendo que el perdón es una cosa difícil. Tan difícil que últimamente las mamás y los papás, siempre tan buenos —¡incluso cuando te parecen malos, son buenos!—, en algún caso evitan enseñarlo. A veces, por miedo a que sus pequeños sean maltratados, los empujan incluso al comportamiento contrario: «¡espabílate! Si te dan una torta, tú le das dos». «Si te quitan el lápiz, lo recuperas por la fuerza». Pero son mamás y papás y, ya se sabe, tan solo quieren protegerte. Tú, en cambio, no hagas literalmente lo que te dicen; poco a poco, también ellos lo entenderán. Jesús, hace muchos años, dijo: «Si no cambiáis y os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos»; por esto me he sentado en la mesa del Perdón • 15
74514_UNApalabraPARAti.indd 15
23/3/11 16:43:10
despacho con la intención de proponerte una cosa tan comprometida, que solo tú puedes comprenderla verdaderamente. el perdón viene de lejos, como Dios. es él quien lo ha puesto en práctica en primer lugar. Hace mucho tiempo las cosas con los hombres no iban demasiado bien; él los amaba, los cuidaba, los buscaba, como hacen mamá y papá contigo, pero ellos… ¡nada! Siempre rebeldes, siempre descontentos. entonces Dios decidió enviar a su Hijo Jesús. Él nació en Palestina, hace más de dos mil años, vivió mucho tiempo con su familia, con María y José, pero después, en torno a los treinta años, junto con algunos amigos, comenzó a anunciar de pueblo en pueblo todo el bien que Dios quiere para los hombres, para que comprendieran de cerca y con ejemplos concretos qué es el amor. Así habló a menudo del perdón, porque, en el fondo, es el modo de amar más grande que existe. Tú dirás: ¿pero, si es amor, por qué resulta tan difícil? Amar es hermoso. Las caricias y los besos de mi madre me hacen muy feliz. ¡Y no me parece que ella esté cansada o que el esfuerzo le haga sudar cuando me los da! es cierto, pero el perdón se llama así, «per-don», porque es un regalo que no se merece. Habéis oído que antes se dijo: «Ojo por ojo y diente por diente». Pero yo os digo: No resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te demanda y te quiere quitar la túnica, déjale también la capa. Y si alguien te obliga a llevar carga una milla, ve con él dos. Al que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda a quien te pida prestado. También habéis oído que antes se dijo: «Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo». Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, pues él hace que su sol
16 • Una Palabra para ti
74514_UNApalabraPARAti.indd 16
23/3/11 16:43:10
salga sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos e injustos. Porque si amáis solamente a quienes os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¡Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así! Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¡Hasta los paganos se portan así! Vosotros, pues, sed perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto. (Mt 5,38-48)2
Si has leído atentamente los pasajes del evangelio que te he transcrito, Jesús es muy exigente: «Yo os digo: No resistáis a quien os haga algún daño. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra»; o bien, «Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen»; y continúa: «Porque si amáis solamente a quienes os aman, ¿qué recompensa tendréis?». ¿Sabes?, amar a una persona cuando es buena resulta fácil, pero amarla cuando es mala, eso es perdón. Amar a mamá, que te acaricia, es fácil; pero amar al compañero de pupitre que te ha quitado el cromo con el que habrías completado el álbum de fútbol, eso es perdón. Amar a quien te regala la muñeca con la que soñabas desde hacía meses, es fácil; pero amar a tu hermanito que, para ver cómo es «por dentro», te rompe la muñeca en mil pedazos, eso es perdón. La parábola del «hijo pródigo» contada por Jesús habla precisamente de esto. Un joven le pide a su padre la parte de la herencia que le corresponde y se marcha de casa. Cuando se le acabó el dinero y ya no sabía qué hacer para ganarse la vida, se arrepiente, comprende que se ha equivocado y quiere regresar, aunque para eso tenga que vivir 2
Nota del editor de la versión española: Tanto los textos bíblicos como las abreviaturas que aparecen a lo largo de todo el libro han sido tomados de la Biblia Ecuménica (edelvives y SBe, 2010); el texto es la traducción interconfesional «Dios Habla Hoy» de la Sociedad Bíblica.
• 17
74514_UNApalabraPARAti.indd 17
23/3/11 16:43:10
como un criado. Se conforma con estar de nuevo en casa. Cuando llega, todo sucio, delgado y cansado, su papá no le regaña, no le echa en cara un ¡ya te lo advertí!, no lo trata como se merece, sino que lo perdona. es como si no hubiera pasado nada. el perdón es amor gratuito. Contó Jesús esta otra parábola: «Un hombre tenía dos hijos. el más joven le dijo: “Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde”. Y el padre repartió los bienes entre ellos. Pocos días después, el hijo menor vendió su parte y se marchó lejos, a otro país, donde todo lo derrochó viviendo de manera desenfrenada. Cuando ya no le quedaba nada, vino sobre aquella tierra una época de hambre terrible y él comenzó a pasar necesidad. Fue a pedirle trabajo a uno del lugar, que le mandó a sus campos a cuidar cerdos. Y él deseaba llenar el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Al fin se puso a pensar: “¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras que aquí yo me muero de hambre! Volveré a la casa de mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti, y ya no merezco llamarme tu hijo: trátame como a uno de tus trabajadores”. Así que se puso en camino y regresó a casa de su padre. Todavía estaba lejos, cuando su padre le vio; y sintiendo compasión de él corrió a su encuentro y le recibió con abrazos y besos. el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra Dios y contra ti, y ya no merezco llamarme tu hijo”. Pero el padre ordenó a sus criados: “Sacad en seguida las mejores ropas y vestidlo; ponedle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traed el becerro cebado y matadlo. ¡Vamos a comer y a hacer fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y le hemos encontrado!”. Y comenzaron, pues, a hacer fiesta. entre tanto, el hijo mayor se hallaba en el campo. Al regresar, llegando ya cerca de la casa, oyó la música y el baile.
18 • Una Palabra para ti
74514_UNApalabraPARAti.indd 18
23/3/11 16:43:10
Llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba, y el criado le contestó: “Tu hermano ha vuelto, y tu padre ha mandado matar el becerro cebado, porque ha venido sano y salvo”. Tanto irritó esto al hermano mayor, que no quería entrar; así que su padre tuvo que salir a rogarle que lo hiciese. Él respondió a su padre: “Tú sabes cuántos años te he servido, sin desobedecerte nunca, y jamás me has dado ni siquiera un cabrito para hacer fiesta con mis amigos. en cambio, llega ahora este hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, y matas para él el becerro cebado”. el padre le contestó: “Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero ahora debemos hacer fiesta y alegrarnos, porque tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado”». (Lc 15,11-32)
Ahora que sabes de lo que hablo, dime: ¿verdad que resulta duro a veces? Y sin embargo, Jesús, tan imprevisible como siempre, nos dice que es hermoso. es hermoso ser perdonados, pero es muy hermoso también perdonar. Jesús contó esta otra parábola para algunos que se consideraban a sí mismos justos y despreciaban a los demás: «Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma. el fariseo, de pie, oraba así: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás: ladrones, malvados y adúlteros. Ni tampoco soy como ese cobrador de impuestos. Ayuno dos veces por semana y te doy la décima parte de todo lo que gano”. A cierta distancia, el cobrador de impuestos ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador!”». Os digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa perdonado por Dios; pero no el fariseo. Porque el que a sí mismo se engrandece será humillado, y el que se humilla será engrandecido. (Lc 18,9-14)
• 19
74514_UNApalabraPARAti.indd 19
23/3/11 16:43:10
Tal vez te estarás preguntando: ¿Qué hacer para que te perdonen? Toma ejemplo de ese señor que, tras entrar en el templo, sintiéndose triste por sus errores, repetía: «¡Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador!». Para obtener el perdón basta decir la verdad, basta decir, lo siento, me he equivocado; reconocer que sí, he sido yo quien ha metido el dedo en la Nocilla. Pero espero que se te haya ocurrido también otra pregunta: ¿Cómo puedo perdonar si me hacen rabiar o me disgustan? Pues bien, recuerda todas las veces que metiste el dedo en el tarro de Nocilla y fuiste perdonada: cuando alguien te lo haga a ti, podrás decirle con una sonrisa: ¡venga, vamos a comérnosla juntos! Ahora te dejo con tus juegos y tus quehaceres, y yo me voy a descansar un poco. Hasta pronto, Carla, saluda de mi parte a mamá y a papá.
20 • Una Palabra para ti
74514_UNApalabraPARAti.indd 20
23/3/11 16:43:11
PT
Una Palabra para ti
«Sentarse junto al gran corazón de un pequeño hombre con la Palabra abierta sobre las rodillas y, tal vez, empezar diciendo “Érase una vez” todavía puede seguir siendo válido». El cardenal Martini se dirige por primera vez a los más pequeños, confiándoles, a partir de los textos bíblicos, lo que es la esencia de su vida. Historias, personajes y parábolas acompañan a los jóvenes lectores —y a sus padres, educadores y catequistas— en el encuentro con valores fundamentales para el hombre: perdón, amistad, libertad, valentía, lealtad, oración y paciencia.
Carlo M. Martini
Carlo M. Martini
Contar el Evangelio significa recoger las verdades del pasado, disipar las dudas y fatigas del presente e iluminar con esperanza el futuro.
Una Palabra para ti
PT
Páginas bíblicas para los más pequeños
> colección Expresiones
74514_CubCarta.indd 1
22/03/11 16:28