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Antes se dejaban gobernar porque creían que su única misión en este mundo era obedecer. Ahora no lo creen, y no se les puede impedir que pretendan, ni que ayuden a pretender gobernar” “Lo nuevo debe ser otra cosa, o hacerse de otro modo que lo viejo”
HERRIAK
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Komite Internazionalistak
Simón Rodríguez (1769-1854, pensador libertario y maestro de Simón Bolivar)
POTEMKIN ZINEMA
Hurrengo hilabeteetan Potemkim Zineforuma sortuko da. Zinema prestakuntza eta eztabaidarako erabiltzea dugu helburu. Raymundo Gleytzer zinegile eta iraultzaileak zion bezala, zinema arma bat da. Kontrainformaziorako arma eta informazio eta formazio tresna garrantzitsua. Sobiet Batasuneko zinema iraultzaileak, Latinoamerikako “Hirugarren Zinema”k eta beste batzuek izan dute helburu hori. Horren harira, hilabetero filmak eta eztabaidak gai baten inguruan egingo ditugu: memoria historikoa aldarrikatu, zinegile iraultzaileen oinarri teorikoak aztertu eta arte soragarri batekin gozatu. Erdu Potemkim Zineforumera. @potemkinzinema http://on.fb.me/potzin
Komite Internazionalistak
Venezuela, un proceso singular que avanza
Tras doce años desde el inicio del proceso revolucionario, Venezuela se encuentra frente a un reto difícil. Todos estos años han sido un intento por dejar atrás un sistema político y económico injusto y cruel. No se puede hablar en Venezuela de haber superado el capitalismo o de sistema socialista; de momento se ha abierto el camino para el cambio social y económico, pero queda mucho por recorrer. El modelo venezolano es un modelo único y que aun tiene pendiente de demostrar si es posible una transición desde el capitalismo al socialismo por la vía electoral. No es comparable a otros experiencias históricas, como la cubana. Quizás el intento chileno de Allende se aproxime más, a pesar de las diferencias. Esperemos que no corra la misma suerte. Venezuela no es sólo Chávez, aunque sea su cabeza más visible y un importante elemento para la lucha anticapitalista. En Venezuela los movimientos sociales, y con ellos el pueblo, están tomando las riendas en todos los ámbitos sociales. Con mayor o menor éxito, tratan de desorrollar maneras propias de ejercer poder popular desde abajo. Por parte de las instituciones se han desarrollado herramientas para la creación de Consejos Comunales y Comunas, que son el embrión de ese poder popular. Hay una consigna
muy presente que habla de “ir en dirección al estado comunal”. En los proximos años se van a dirimir más cosas de las que a primera vista parecen. Venezuela ha llegado a un momento histórico, en el que se encuentra frente a una encrucijada muy importante. Por un lado existe la amenaza de la vuelta atrás y por otro lado, el reto de dar el salto definitivo para crear un sistema socialista. En 2012 hay varias elecciones y es muy probable que la campaña internacional contra el proceso se intensifique. Desde los grandes grupos mediáticos, es casi seguro que se va a ejercer una presión mayor que nunca, para intentar influir en el curso de la política venezolana. Si la derecha no logra revertir el proceso, allá incluso se valora, que quizás sea el último intento de la oposición y el gobierno de los Estado Unidos de intentar recuperar el poder por la vía electoral. Es difícil hacer política ficción en estos tiempos tan cambiantes, pero es un escenario que no se debe descartar. Por nuestra parte deberíamos aumentar la presión en nuestro entorno para contrarrestar los esfuerzos del sistema contra Venezuela y prever esos nuevos escenarios para poder contestar en la medida de lo posible.
En los proximos años se van a dirimir más cosas de las que a primera vista parecen. Venezuela ha llegado a un momento histórico, en el que se encuentra frente a una encrucijada muy importante.
HERRIAK #05
Komite Internazionalistak VENEZUELA Antxon Mendizabal*
Pocos autores penetran como Darío Azzellini en el fragor y el fulgor del Proyecto de la Revolución Bolivariana. Autor de varias películas sobre la experiencia venezolana, recoge en su reciente tesis doctoral una brillante y novedosa exposición del sujeto y dialéctica del proceso bolivariano en Venezuela. La reflexión y debate sobre este proceso es hoy materia obligada para todos los que luchamos por la democracia, la soberanía y el socialismo en Euskal Herria. Se podría argumentar con razón que Venezuela tiene hoy una democracia avanzada, mientras que la del Estado español en Euskal Herria es una democracia de sometimiento y represión, dominada por las prácticas y valores de la sociedad franquista.
garantizar el marco y las condiciones del proceso. Esta dialéctica ha mantenido y profundizado el proceso de transformación social en Venezuela. Al principio, el proceso bolivariano postula la construcción de una democracia participativa y protagónica, mientras orienta la transformación económica hacia una economía humanista y solidaria. A partir de 2003 establece los programas sociales, llamados «misiones», con una amplia participación desde abajo. Y a partir de 2007 la participación popular protagónica es ubicada oficialmente en un contexto de poder popular, democracia revolucionaria y socialismo. La meta se define como Socialismo del Siglo XXI, y el nombre sirve para diferenciarlo de los socialismos reales del siglo XX. El proceso esta orientado por valores como colectividad, comunidad, igualdad, solidaridad, soberanía y libertad. La estrategia de transformación. El foco de desarrollo se pone en «el ámbito local» y se concreta en un sistema comunal. A partir de enero de 2007 la idea principal es que se formen estructuras de consejos de todo tipo: consejos comunales, comunas y ciudades comunales, que irán sustituyendo gradualmente al Estado burgués. El Estado se concibe como producto integral del capitalismo que debe ser superado. Se construye así un estado comunal que debe estar subordinado al poder popular, el cual suplanta la vieja sociedad civil.
En el proceso venezolano, el poder constituyente, o sea la capacidad creadora de las personas que se expresa en los movimientos sociales, es el principal agente de cambio. Es cierto, pero el devenir de un pueblo vivo como el nuestro, en un contexto de globalización, nos obliga al estudio y a la investigación de las experiencias contemporáneas de transformación social. Por todo ello, recogemos aquí un resumen muy sintetizado de las tesis y categorías analíticas expuestas por Darío Azzellini en el estudio de esta nueva referencia mundial en la lucha por la emancipación humana. Poder constituyente y poder constituido. En el proceso venezolano, el poder constituyente, o sea la capacidad creadora de las personas que se expresa en los movimientos sociales, es el principal agente de cambio. Mientras el poder constituido, es decir, el Estado y las instituciones, deben
Frente a la falta de verdades objetivas sobre la construcción del socialismo, el «inventamos o erramos» de Simón Rodríguez se convierte en un lema central en la práctica de transformación. La estrategia desde arriba, más ligada al Estado, a la institucionalidad y a la soberanía, puede convivir con la democracia representativa y ve al Estado como actor central de transformación. La estrategia desde abajo critica la burocracia en las instituciones y los partidos, acusándolos de monopolizar decisiones y de promover intereses partidarios y la desmovilización. Se trata de una dialéctica entre el poder constituyente y el poder constituido. La conformación de la corriente histórica por el cambio. El desarrollo del proceso bolivariano se puede describir como la conformación de una corriente histórica por el cambio compuesta por diferentes corrientes que confluyen en un proyecto común. Es esta gran diversidad política histórica la característica del proceso bolivariano y ello constituye su inmensa riqueza. La multiplicidad de sujetos implica la multiplicación de los frentes de lucha, la diversidad de estrategias puestas en marcha para luchar por la democratización radical de la sociedad venezolana, y su capacidad de movilización para defender el proceso revolucio-
En las entrañas de Revolución Bolivariana nario cuando éste ha estado en peligro. Las referencias centrales están en Simón Bolívar, su maestro Simón Rodríguez, el general campesino Ezequiel Zamora, la resistencia indígena y la resistencia afro de Venezuela. El movimiento popular comienza a fortalecerse cuando el movimiento político comienza a entender que hay que darle al pueblo los instrumentos para que se organice. Una de sus consecuencias es la incorporación de la «participación popular» en la reconfiguración política del nuevo siglo. El poder constituyente. Una idea fundamental del proceso bolivariano reside en la prioridad del poder constituyente. Se trata de fomentar la capacidad de la base para analizar, evaluar y decidir lo que concierne a su vida. El poder constituyente es la capacidad legítima de los seres humanos para crear algo nuevo. De esta manera, el poder constituyente se transforma en el motor más grande de la historia, la fuerza social innovadora más potente y significativa. El concepto de revolución. La revolución no se entiende como un acto de toma de poder, sino como un proceso amplio de construcción de lo nuevo; un acto de creación e invención. La consigna central de las asambleas de los barrios es «no queremos ser gobierno, queremos gobernar». Las organizaciones políticas tradicionales e incluso los mandos militares tienen que aceptar el concepto incontrolable del poder constitu-
yente como parte de una estrategia revolucionaria dual. Y el protagonismo desde abajo busca superar la lógica representativa institucional y el racionalismo partidista de la izquierda tradicional. De esta manera aparece un nuevo sujeto de cambio radical entre las y los pobres y marginalizados, allá donde no había sujeto de emancipación. Este proceso de creación de lo nuevo, no centrado en la toma del poder, crea un conjunto de derechos, libertades, espacios de transformación y lugares de autogobierno popular. Es la nueva democracia participativa y protagónica que abarca lo social, lo económico y lo político. El poder popular. La idea del poder popular está estrechamente relacionada con el concepto del poder constituyente. Desde el 2005, el socialismo y la democracia participativa y protagónica han sido conectadas en el discurso oficial con el poder popular. El poder popular refleja la capacidad de las y los oprimidos y marginalizados de cambiar las relaciones de poder a través de sus procesos de organización, coordinación y formación para administrar y decidir sobre sus propias vidas. Es un proceso de búsqueda y creación que se nutre de siglos de experiencia de luchas y organización. Históricamente el poder popular era sometido, en un proceso revolucionario, al partido y/o al estado revolucionario. En Venezuela, contrariamente a otros procesos revolucionarios anteriores, el poder popular no es concebido como eslabón intermedio, sin
como camino y meta. Los consejos comunales. Los consejos comunales representan la forma más importante de organización local territorial. En Venezuela el sujeto de cambio más activo siguen siendo los habitantes de los barrios urbanos y las comunidades campesinas. En 2009, se contaban alrededor de 30.000 consejos comunales en el conjunto del territorio. Estos consejos comunales reciben su financiamiento directamente del Estado, evitando la interferencia de las alcaldías. En la realidad, la relación entre los consejos comunales y las instituciones está marcada por el conflicto y no es precisamente armónica. La conjunción de varios consejos comunales en un mismo territorio lleva a la conformación de las comunas socialistas. Las decisiones siguen siendo tomadas en las asambleas de los consejos comunales. Cuando las diferentes áreas municipales se organizan en consejos comunales y comunas, tenemos las «ciudades comunales». La idea de la comuna como lugar de construcción de la participación, el autogobierno y el socialismo remite aquí la tradición comunista comunitaria de la Comuna de París, de Simón Rodríguez, de José Carlos Mariategui y, de manera muy especial, a la experiencia histórica indígena y afro-americana.
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Profesor de la UPV-EHU. Artículo publicado en Gara (02/05/11)