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Clasificación de los contaminantes
regular los caudales de los equipos con precisión, ser detallistas en las anotaciones, requerir toda la información relacionada y asegurar el ade- cuado transporte para las muestras.
Los medios utilizados en los procedimientos de muestreo, según se trate de peligros físicos o químicos, pueden ser los siguientes.
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Para peligros físicos, normalmente de lectura directa: — Barómetros para la medida de la presión. — Termómetros para medidas normales de temperaturas y medidores de humedad relativa, velocidad de aire, temperatura seca y radiante, y para situaciones de estrés en las que se precisa conocer la velocidad de evapo- ración. — Dosímetros y cámaras de ionización para radiaciones ionizantes. — Sonómetros, analizadores y acelerómetros para ruido y vibración.
Para peligros químicos contenidos en el aire: — En gases y vapores, tubos colorimétricos de lectura directa o ser reco- gidos en recipientes o absorbidos en tubos de carbón activo. — En el caso de humos y nieblas, absorción y medición en campo o ser recogidos en filtros o ser absorbidos para su análisis en laboratorios. — Si se trata de polvos, su recogida en filtros posibilita que sean pesados o proceder a su contaje.
Respecto a quién lleva a cabo la metodología higiénica, cabe citar en primer lugar al personal cualificado de la propia empresa. Si la empresa tiene capacidad para ello será siempre la actitud más conveniente, desde todos los puntos de vista, porque si precisa apoyos técnicos complemen- tarios le será fácil conseguirlos.
Por la relación de confianza e identificación de objetivos, respecto a la protección contra todo tipo de pérdidas, entre las empresas y las entida- des aseguradoras de las contingencias de accidentes de trabajo y enferme- dades profesionales, no cabe duda que es un nivel de preferencia en las actuaciones preventivas. Y no solamente por el hecho de que son servi- cios sin coste adicional a la cotización ordinaria, sino porque tienen una elevada cualificación técnica, tal vez derivada de su más antigua dedica- ción a esos menesteres entre todas las organizaciones de nuestro país.
En otro orden de motivaciones se encuentran los profesionales de la administración, tanto de la central como de los autonómicas, y los perte- necientes a ingenierías especializadas. La actuación de los primeros siem- pre estará condicionada por las derivaciones coercitivas-sancionadoras, y la de los segundos, con un coste necesariamente elevado de sus horas- técnico especialista, por las leyes de la oferta y la demanda.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTAMINANTES
Los agentes o contaminantes higiénicos se clasifican en físicos, químicos y biológicos.
Los agentes físicos están contenidos en diversas formas de energía, en general mecánica, térmica o electromagnética, por lo que deben ser tratados individualmente en función de ese origen energético. El ruido y
las vibraciones, las situaciones extremas de calor y frío, las radiaciones ionizantes y no ionizantes (microondas, el láser, rayos infrarrojos y ultra- violeta) son los principales contaminantes físicos.
Los contaminantes químicos, formados por materia inanimada, se pre- sentan en el aire como moléculas individuales o en grupos, lo que deter- mina un tratamiento diferenciado. Contemplamos los siguientes: — Cases. Son fluidos que se expanden hasta ocupar el recinto que los contiene; no condensan porque su temperatura crítica es inferior a la temperatura ambiente. — Vapores. Son formas volátiles de substancias que se presentan en estado líquido, habitualmente, bajo temperatura y presión ambiental. El bajo punto de ebullición de los solventes hace que se volatilicen o evaporen a temperatura ambiente. — Humos metálicos. Son el resultado de condensaciones de sustancias previamente volatilizadas y que proceden, generalmente, de procesos en los que existen metales fundidos. — Humos carbonosos. Son partículas de carbón o cenizas que proce- den de la combustión incompleta de material orgánico. — Aerosoles. Partículas sólidas o pequeñas gotas de líquido, tan peque- ñas como para permanecer en el aire un tiempo determinado. — Nieblas. Son suspensiones de finas gotas líquidas que se producen por condensación de vapores o por la dispersión en su estado líquido.
Por lo que respecta a los agentes biológicos, son algunas formas micros- cópicas de seres vivientes que se encuentran en determinados puestos de trabajo y son capaces de producir enfermedades concretas. Están consti- tuidos por bacterias, parásitos, virus y hongos.
Otra posible clasificación de los contaminantes se hace en función de sus efectos patológicos en el cuerpo humano, como los siguientes: — Neumoconióticos, originados por partículas sólidas, fibrógenas o no, que producen alteraciones pulmonares. — Asfixiantes, por desplazamiento del oxígeno del aire o por alteración de los procesos de oxidación biológica. — Corrosivos, a través de la destrucción de los tejidos. — Irritantes, tanto de la piel como de las mucosas del tracto respiratorio y del tejido pulmonar. — Sensibilizantes, derivados de los efectos alérgicos del agente. — Cancerígenos, incluyen los de procedencia hereditaria y los que tienen efectos sobre la descendencia. — Anestésicos y narcóticos, que actúan sobre el sistema nervioso. — Sistémicos, producen alteraciones en sistemas u órganos específicos, como el hígado y el riñón.