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Dirección/orientación en seguridad e higiene
Tal vez pueda sorprender a quienes han oído decir que "seguridad es lo primero" y que la empresa necesita "un" programa de seguridad, el que propiciemos este sistema de seguridad integrada. Posiblemente haya que reconocer que son errores del pasado o, simplemente, que tenemos ahora mejores soluciones que antes. Ahora, como indicamos en la figura 76, queremos un trabajo bien hecho, que es sinónimo de trabajo seguro.
Hoy queremos que la seguridad sea algo consustancial a las operaciones laborales.
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Para el mando, la función seguridad ha de consistir en auditar continuamente el desarrollo de las operaciones laborales para asegurar que los controles son adecuados y conducen a una producción segura.
DIRECCIÓN/ORIENTACIÓN EN SEGURIDAD E HIGIENE
La función dirección, también llamada orientación o ejecución, es el trabajo directivo consistente en inducir a los demás a realizar un trabajo eficaz. En definitiva, consiste en estimular en otros el deseo de actuar correctamente.
La realidad es que la personalidad ideal para dirigir no existe, ya que es cada grupo de trabajadores y cada situación los que exigen un comportamiento diferente.
Independientemente del estilo de mando, esta función representa "el motor" que ha de crear un estilo y una dinámica en la gestión.
En el esquema de la figura de dirección de seguridad los M y P del circuito de mantenimiento y perfeccionamiento representan:
M y P (1). Mejorar la colaboración a través del convencimiento, de la información, del reconocimiento y de la participación en los resultados.
M y P (2). Mejorar el conocimiento de las capacidades, de la satisfacción en cada puesto y de los resultados obtenidos en otros puestos.
M y P (3). Mejorar los conocimientos, el carácter y las habilidades a través de los procesos de formación y adiestramiento.
M y P (4). Mejorar los esfuerzos para imposibilitar las alteraciones del significado en las comunicaciones y la posibilidad de utilizar factores emotivos.
M y P (5). Mejorar la definición de los problemas, de los antecedentes y de la objetividad para tomar unas decisiones más adecuadas.
Veamos las actividades de esta función:
Motivación
La palabra clave que nos define la motivación es el convencimiento, porque se trata de animar y estimular a que se realice el trabajo encomendado y eso no da buenos resultados si no se hace con el arte de saber convencer.
— Convencer a la alta gerencia en base a sus graves e importantes responsabilidades de gestión.
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Figura 77. Esquema de la función dirección de seguridad e higiene.
— Convencer a las diferentes líneas de mando sobre la necesidad de notificar, investigar, inspeccionar,.... — Convencer a todo el personal de que la seguridad e higiene es un bien individual y colectivo.
Debemos reconocer que en los negocios y en las actividades del mundo de hoy es la falta de motivación personal por parte de la mayoría lo que constituye uno de los fallos más comunes. Tal vez porque se ha olvidado que la motivación es la fuente de energía de las actividades humanas.
De cualquier forma, la motivación por la seguridad nos aproxima al hombre total, ese que desea ver cumplidas muchas metas: económicas, de avance social, de integridad física, sociales y familiares. Si colaboramos con él en unas metas que son las suyas allí estará también la aportación y generosidad del hombre individual.
No nos quepa duda alguna de que el conseguir un alto grado de seguri- dad en la empresa representa recibir una importante aportación en la consecución de las metas individuales. Se suele decir que la seguridad se paga a sí misma, y eso es así porque es un círculo de beneficios.
Selección del personal
Tradicionalmente entendemos por selección el acoplar las personas a las funciones que les son más afines y que pueden proporcionarles mayo- res posibilidades.
Entendida la selección en su acepción más amplia y por tanto incluyen- do la promoción del personal, resulta definitivo adoptar entre los criterios de promoción la capacidad, el conocimiento y los resultados obtenidos en seguridad en otros puestos. En la promoción y cambios de puesto de trabajo deberían ser aspectos condicionantes los conocimientos y capaci- dades sobre la seguridad requerida en el nuevo puesto.
Y los gabinetes de selección, ¿cuándo se van a decidir por incluir pruebas sobre conocimientos y predisposiciones hacia la seguridad? Por- que la motivación también precisa de hechos y no de sólo palabras.
Adiestramiento
Adiestramiento es una contribución que debe hacerse al perfecciona- miento de aptitudes del personal, conocimientos, carácter y habilidades.
El adiestramiento en seguridad es un imperativo para introducir la seguridad integrada, evitando así los fallos e imperfecciones que poste- riormente podrían convertirse en hábitos. Recomendamos:
Un adiestramiento teórico que comprenda: — La formación intensiva en el pre-empleo. — El adiestramiento teórico como base para la promoción. — ídem en toda preparación para cambio de puesto de trabajo.
Un adiestramiento práctico ante trabajos nuevos, y en dos fases: a) Intensiva para conseguir un desarrollo normal de las tareas del nuevo puesto. b) Con sesiones de reciclaje posteriores que garanticen el perfecciona- miento y fortalezcan conocimientos y habilidades.
Comunicación
Practicar adecuadamente la comunicación representa comprenderse y entenderse. La creación del clima adecuado para ello es lo que pretende esta actividad.
En definitiva y aunque sea redundante: cuando decimos lo que quere- mos decir y se nos entiende tal como nosotros lo entendemos nos encontramos con el óptimo de la comunicación.
La utilización de formularios adecuados facilita la comunicación, así como el análisis de causas en función de cómo se describen los hechos.
Toma de decisiones
Para el desarrollo de esta actividad siempre deberíamos tener presente el principio de la definición, al sentenciar que una decisión lógica sólo puede ser hecha si primero se define el problema real. Con este principio