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VII. “Quin”, de camarero a patrón Si en una conversación distendida entre amigos, comentáramos sin darle importancia que el teniete coronel Tejero, el fracasado golpista del Congreso de los Diputados, había influido de manera decisiva en que que el baionés “Quin” Álvarez Leyenda fuese marinero, les parecería a todos una cosa bastante inverosímil, de ciencia ficción… ¡una tontería! ¿Qué tendría que ver un muchacho de Baiona de algo más de veinte años con un destacado oficial de la Guardia Civil? Todavía más increible, si supiéramos que ni se conocieron, ni nunca se vieron uno delante del otro para nada. Pero así fue, tal cual como lo explico, ni más ni menos. Joaquín Jesús Álvarez Leyenda, “Quin”, nació en Baiona en 1960, en la Rúa Lorenzo de la Carrera, en el céntrico barrio de A Laxe. Hijo de Joaquín Álvarez Chamorro y de María Dolores Leyenda Caride. El padre fue el primer taxista de Baiona, en aquellos tiempos en que funcionaban los coches “piratas” -él era uno de ellos-, y que luego, al reglamentar la situación, le asignaron el número 1. Su madre era empleada del hogar, sobre todo en la época estival, y también fue cocinera. Se trataba de la clásica mujer baionesa, que para atender las necesidades del hogar, tenía arrestos sobrados para tomar cualquier trabajo que se le presentase. Lo que sí quedaba claro es que “Quin” no tuvo precisamente ambientes marineros en su propia casa, aunque si ahondamos un poco en su entorno familiar, sí que los vamos a encontrar… y con abundancia. Teniendo ascendientes Chamorro, y en especial Leyenda, es fácil deducir que la sangre marinera tenía que regar sus venas. En la niñez y en la adolescencia, la pesca fue tomada por “Quin” como un pasatiempo genial para los momentos libres, que le permitía además ganarse unas pesetas.