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I. Charlando con “Polo

I. Charlando con “Polo”

- Ya venía a Baiona con cinco años-me dice “Polo” nada más llegar. Mi padre era marinero, y de aquella, 1948, andaba de patrón de pesca en el “Espada I”, un barco de los Maciel. A veces me traía con él en el tranvía, y me acuerdo que parábamos en el “Naveira”.

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Wenceslao Cabezas del Toro, conocido popularmente por “Polo”, me citó por teléfono un día para charlar. Algo había escrito en mis libros de su paso por Baiona -diecisiete años con el “Grupo de Danzas Regionales” que había fundado-, y quería aclararme varias imprecisiones en mis relatos, así como informarme debidamente. Este encuentro fue en 2017, y hasta hoy, 2020, no lo he dado a conocer. Estaba en deuda con él. <<Yo llegué a Baiona en 1970, pero no auspiciado por la desaparecida Sección Femenina, sino gracias a la amistad que mantenía con mi maestro, Manuel Copena Araújo, “Nolete”, que me había dado clases en el Instituto Santa Irene de Vigo. Cuando era alcalde de Baiona, me llamó varias veces en las fiestas patronales para que viniera con nuestro grupo de gaitas “Airiños do Parque de Castrelos”. Recuerdo que entrábamos en Baiona a las nueve de la mañana,tocando siempre la “Danza de las Espadas”, y así despertábamos a la villa. Luego, acompañados de los “Gigantes y Cabezudos”, salíamos del Concello para recorrer los barrios del pueblo, desde el centro hastaSanta Liberata, Covaterreña, A Percibilleira, O Burgo…. >>

De ahí surgió en “Polo” la idea de crear una escuela de baile regional en Baiona… y con su acostumbrada decisión, eficacia, y su inmensa pasión por la danza gallega, la puso en marcha. Le autorizaron a ensayar en el hall del Concello, y durante diecisiete años, todos los jueves, de 8 a 11 de la noche, trabajaba el “gran maestro” del folklore tradicional con sus alumnos baioneses.

Grupo de Gaitas “Airiños do Parque de Castrelos”. “Polo” con su pandero.

<<Por entonces, la biblioteca municipal estaba instalada en el Concello, y abría por las tardes. Lo primero que tenía que hacer al llegar al ensayo, era baldear el hall, porque la gente orinaba por allí, y había un olor insoportable. >> ”Polo” me aclara que su “Grupo de Danzas Regionales” no dependía de nadie: ni del Concello, ni de la Sección Femenina, ni de la Diputación… “ni de nadie. El grupo lo llevaba yo, y nunca dejé meterse en mi trabajo a ningún padre, ni madre, ni alumnos… que ya hubo algunas madres que lo intentaron”. En sus inicios, y durante diez años, “Polo” jamás cobró a ningún alumno por sus clases, a pesar del evidente gasto de transporte desde Vigo que soportaba, de su tremendo esfuerzo y entrega… y de que llegaba de regreso a su casa a las doce de la noche.

<<Coincidí con cuatro alcaldes, Manuel Copena “Nolete”, Alfonso Mandado, Celso Carneiro y Benigno Rodríguez Quintas “Chicho”, y durante sus mandatos, el Concello de Baiona nunca me dio una sola peseta. Lo que hacía para sobrevivir a los gastos, era pedirle a la Diputación que nos concediera actuaciones, y así

íbamos tirando. Bailamos en Cambados, en A Guarda, en O Rosal, en Redondela… y con ese dinero que nos pagaba la Comisión de Fiestas, cubríamos el costo del autobús y el pago del Grupo de Gaitas que había que contratar. Abrimos una cuenta, y con lo que sobraba, fuimos comprando unas patelas, unas cofias, se hizo el banderín… >> Los trajes para las actuaciones los adquirían o confeccionaban los propios alumnos, o bien los alquilaban en Vigo… y hubo también casos en los que niños y niñas, hijos de marineros muy modestos, no podían ni una cosa ni la otra. <<Me daban mucha pena ver cómo algunas niñas no podían bailar por no tenerropa… a veces me venían llorando… Y entonces, yo traía de Vigo siete u ocho trajes para cubrir estas eventualidades. >> Alguna gente de aquella época, aún recuerda que “Polo” era un estupendo profesor, pero muy duro y exigente. Cuentan que a veces gritaba algo de más, y esto, algunos niños no lo llevaban demasiado bien… y mucho menos las madres. <<Yo jamás insulté o dije palabrotas a mis alumnos. Chillaba porque era necesario para imponer respeto y concentración, pero de “tacos”, nada de nada. Y efectivamente, me acuerdo de que le llamaba mucho la atención a Mari Luz Blach, la pelirroja, y que le gritaba: “¡Roxa! ¡Move as pernas!”, pero sin el “carallo” final que te ha contado Pepe Costas que añadía. >> Durante las décadas de los setenta y ochenta, ya se acostumbraba a conmemorar en Baiona la Arribada de La Pinta -aún no estaba instaurada la fiesta actual-. Así que el primero de marzo se celebraban una serie de actos ante las autoridades locales y provinciales, y la presencia de una representación de Palos de la Frontera, a raíz del hermanamiento surgido entre las dos villas colombinas. En esta festividad solían actuar un “Grupo de Baile de la Casa de Andalucía” de Vigo, el “Grupo de Danzas Regionales de Bayona”, y en ocasiones, gracias a la intervención de la Diputación de A Coruña, acudía el “Ballet Gallego Rey de Viana”.

<<De manera, que ahí tienes a “Polo” -cuenta en tono quejoso-, preparándolo todo para estos grupos que venían… Y Rey de Viana era un personaje muy retorcido. Si no encontraba de su gusto el lugar donde iban a bailar, o no contaba con planchadoras para los trajes, o no había mimosas en el escenario… enseguida rechazaba la actuación. Y ocurrió muchas veces que no aparecían ni los de la “Casa de Andalucía”, ni el “Ballet Rey de Viana”, y entonces era mi grupo el que tenía que resolver la situación. >>

Baiona, Parador Nacional Conde de Gondomar, años ochenta. Rey de Viana y su esposa, Victoria Caneda, después de una actuación con su ballet, con motivo del Aniversario de la Arribada

En toda la conversación que mantuvimos, durante más de dos horas, “Polo” se manifestó siempre como un gran amante de la villa baionesa. <<Alguien te debió contar que me había ido “harto de Baiona”, y no fue exactamente así. Me fui tremendamente decepcionado, y hasta hoy que nos hemos citado aquí, llevaba treinta años sin pisar Baiona. Y ya ves, después de tanto tiempo, aún me acaban de reconocer por la calle. A pesar de todo lo que pasó, yo a Baiona la quiero mucho. >>

Actuación del “Ballet Rey de Viana” en Baiona, años ochenta, a raíz de la celebración del Aniversario de la Arribada.

Durante esos años, “Polo” recibió a menudo el afecto de los baioneses, y siempre fue, a pesar de su fuerte carácter, un profesor querido y respetado. Me muestra con mucho orgullo algunos de los obsequios que recibió en esa primera década de enseñanza en Baiona: un cruceiro de plata, una artística gamela, un precioso esmalte de los Hermanos Hernández enmarcado en un cuadro… y todos, con la consabida placa de agradecimiento a su meritorio y desinteresado trabajo. A mediados de los setenta, siendo alcalde Celso Carneiro, y Antonio de Mauricio, concejal de Cultura, el Concello de Baiona y los padres de los alumnos le ofrecieron a “Polo” un caluroso homenaje en un restaurante de la villa. También conserva con gran estima la placa de plata que le regalaron. <<Tengo en casa un mural con una preciosa fotografía en blanco y negro, cogida desde el alto de un edificio, con cerca de trescientos alumnos bailando en A Palma. Fue una actuación espectacular, e intervinieron el grupo de la Sección Femenina de Vigo, el de Redondela y el de Baiona. Los de Vigo y Redondela eran muy profesionales, ya habían recibidos varios premios en Santiago. Resultó una jornada de gran brillantez. >>

Baiona, A Palma, años ochenta. El “Grupo de Danzas Regionales de Bayona”, dirigidos por “Polo”, bailando delante del desaparecido palco de música en una Fiesta de La Anunciada.

En los años ochenta, “Polo” se encuentra en dificultades para admitir más alumnado. Contaba con ochenta alumnos, y “Xa non dou máis de mín”, le razonaba a los padres. A partir de aquí, tal vez para frenar un poco la demanda, comienza a cobrar una pequeña cuota mensual, más o menos cien pesetas, pero sigue sin recibir ni las más pequeña ayuda del Concello de Baiona. <<Yo trabajé mucho por Baiona… Recuerdo que un año me vi obligado a hablar con el alcalde a causa del lamentable estado en que se encontraban los “Gigantes y Cabezudos”. Aquello era una auténtica vergüenza para la villa. Los vestidos remendados por

varios sitios, sucios y sin cuidados, los guardaban todos sudados en una bolsa que quedaba por allí abandonada hasta la próxima ocasión… Me encargaron a míque lo resolviese, y así lo hice. Contacté con una casa especializada de Zaragoza, y nos mandaron unos vestidos extraordinarios, ocho para los cabezudos y dos para los gigantes. >> Menciona a menudo a lo largo de nuestra entrevista, el poco respeto y consideración que aún perdura en la gente hacia el baile gallego y la cultura tradicional. Prima más el baile andaluz que el nuestro. Y eso es una situación que todavía hoy en día no la lleva demasiado bien, y por la que se revela con energía cuando sucede.

Baiona, Fiestas de la Virgen de la Roca, años ochenta. “Polo”, con Antonio de Mauricio, por entonces concejal del Concello de Baiona, en la cantina del recinto. (Foto del libro “Historia de Bayona”).

<<Allá por los años ochenta, tuve una agarrada buena con el director de una banda. Fue en las Fiestas de la Virgen de la Roca. Nosotros, como era la costumbre, entramos tocando en el recinto, y enseguida advirtieron al director de la Banda de Música para que parara su actuación, ypermitiera la entrada a nuestro “Grupo de GaitasAiriños do Parque de Castrelos”. No hizo ni caso.

Nosotros seguimos tocando, pero al acabar el paseo de presentación, me fui a por él, y delante de todos sus músicos tuvimos la gran bronca. Le llamé maleducado, sinvergüenza, impresentable… “lo puse de verano”. No llegamos a las manos de verdadera milagro. No consiento ese desprecio por lo tradicional. >>

Baiona, A Palma, años ochenta. Celebración del Aniversario de la Arribada. Actuación del “Grupo de Gaitas Airiños do Parque de Castrelos” y de los “Grupos de Danzas Regionales de Bayona”, delante de las autoridades. Entre ellas, el presidente de la Xunta, Fernández Albor, el conselleiro Díaz Jáudenes, y el alcalde de Baiona, Benigno Rodríguez Quintas. “Polo”, en primer lugar con su pandero bajo el brazo.

<<En aquella época -sigue contando “Polo”- bailábamos delante del Monumento a Pinzón, delante del Concello, y de vez en cuando, en el Parador Nacional. Cuando actuábamos aquí, teníamos que llevar todo muy preparado, los trajes, los bailes… Y por supuesto, nunca faltamos en la Fiesta de la Virgen de la Roca. >> En 1986, mientras se celebraba el “Primero de Marzo”, aniversario de La Arribada, el alcalde Benigno Rodríguez Quintas manda aviso a “Polo” para que se persone en el Concello.

<<Allá me presento en el ayuntamiento, vestido con mi traje de baile, y en medio de toda la corporación municipal, en un acto oficial, el alcalde me impone la Insignia de Oro del Concello de Baiona. >>

Baiona, Fiestas de La Anunciada, agosto de 1987. “Grupos de Danzas Regionales de Bayona”, desfilando por delante del Concello. La niña de la izquierda es Giselle González Ferreira, y la de la derecha, Vania Porto Gómez. (Archivo Alcira Ferreira).

<<En esta fotografía se ve bien el banderín del grupo, que se hizo aquí en Baiona, y que yo conservo en mi poder con todo cuidado. >>

Y “Polo” abre una bolsa y me lo enseña: en tela blanca de raso, con las letras y el escudo bordado. <<En casa tengo la barra, que remata en lo alto con la Virgen de la Roca hecha en chapa. >>

Banderín de los “Grupos de Danzas Regionales de Bayona”.

<<Recuerdo que al poco tiempo de comenzar con el grupo, algunas madres me advertían: “Polo, é moi raro que aquí en Baiona, isto dure máis de catro ou cinco anos”. Duró diecisiete… pero no iban muy desencaminadas, porque al final, un grupito de madres por detrás estaba sembrando cierta cizaña contra mí, y creando mal ambiente… y fueron en parte causantes de que yo lo dejara. >> Las Fiestas de La Anunciada de ese año, 1987, sería la última actuación del grupo de Polo.

<<Pero yo no desaparecí de Baiona sin previo aviso como se lee en tu libro. Aún estuve viniendo durante un par de meses más. Nos habían cambiado el lugar del ensayo, y nos pasaron ala recién estrenada Casa da Cultura. Yo pedí con insistencia una llave para acceder al recinto, pero nunca se me dio. De manera, que a lo largo de tres o cuatro meses, al llegar los jueves al ensayo, a las ocho de la noche, tenía que recorrer todos losbares de Baiona, para localizar al municipal encargado de abrirnos, mientras los padres y los alumnos esperaban en la calle. Hasta que un día, ya aburrido, no aguante más y le anuncié a los padres: “A partir de oxe, eu non veño máis”. De esta manera, Baiona perdía a uno de los mejores maestros del baile regional. Wenceslao Cabezas, “Polo”, sería premiado en varias ocasiones con las máximas distinciones: “Medalla de Galicia”de la Xunta, “Premio Reconquista”de Vigo, doblemente nombrado “Vigués Distinguido”, en 1993, por su labor como director del grupo de gaitas “Airiños do Parque de Castrelos”, y en 2005, por sus muchos años como Director de la “Escola de Danza Municipal”… Su amplio historial avala toda una vida entregada a su pasión, el baile tradicional gallego: doce años en Redondela, diecisiete en Baiona, trece en Cotobade, tres en Tui… varias décadas en el Colegio de las Jesuitinas y en el Colegio de las Carmelitas… y desde 1986, nombrado por el alcalde Manoel Soto, director de la “Escola de Danza Municipal de Vigo”. <<En más de medio siglo, han pasado por mí más de sesenta mil alumnos. >>

Virgen de la Roca, años ochenta.“Grupos de Danzas Regionales de Bayona”.

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