Diseño de Portada: Carlos Veiga Corrector: Rubén Rey Primera Edición: Febrero, 2011 Editorial PICA Galicia Luis Alberto Rey Lama, enero 2010
Mi agradecimiento a los grandes veteranos del baloncesto vigués que me han contado sus hazañas. Me hablaron de sus triunfos… de sus canastas…de sus aciertos… también de algún fracaso… y soñaron en ese instante con la misma ilusión de antaño.
Con mi permanente recuerdo para los que ya no estรกn.
- ¿Sabes qué noticia acabo de leer en la prensa, mi querido colega de charla? - ¿Qué noticia? –me contesta, acompañando su res-
puesta con un displicente gesto de cabeza, como preguntándose: “A ver con qué “batallita” me va a salir éste.” - ¡Que vamos a estar de aniversario!... y ¡vaya aniver-
sario! En el 2010 que comienza, el baloncesto vigués cumple nada menos que ochenta años de vida. - Eso quiere decir, estimado Luis, que si no me equivoco en el cálculo, en Vigo se empezó a jugar en 1930… y supongo que con pelotas de trapo. De aquella no debía haber ni balones, ni canastas, ni camisetas… ni nada de nada. Ni siquiera tú existías entonces… y ¡mira que eres “antiguo”! - Efectivamente, ya te lo dije no hace mucho tiempo. En la “antigüedad” -como tú le llamas- se jugaba con pelotas de trapo, con taparrabos, con los pies descalzos, las canastas se colgaban de los árboles, el campo era la propia tierra del monte, no había líneas de juego… y el árbitro golpeaba con un garrote al que cometía una personal… Y como tú bien dices, yo aún no había nacido. En cuanto a lo del año treinta como momento del inicio del baloncesto en Vigo, es eso, al parecer, lo que afirman los historiadores. Cuando comenzamos nuestra primera charla, mis datos hablaban de principios de los cuarenta como fecha de arranque. Al cabo de un tiempo apareció, no sé en dónde, un revelador testimonio: una fotografía del “Club Constitución” del año 1934. Sus componentes posaban para la posteridad en la histórica Cancha Central, situada en un solar baldío de una zona cercana a la actual calle Canceleiro. Evidenciaban, sin ninguna duda, una imagen de gran porte baloncestístico. Se adivinaba en el equipo una estimable calidad, un valioso equilibrio y notable poderío físico, un gesto decidido y valiente… incluso una organizada dirección técnica. Ahora leo en “Faro de Vigo” que el baloncesto vigués va a estar de aniversario, su ochenta cumpleaños, y me quedo sorprendido de que alguien lleve la cuenta, y sepa -supongo que podrá demostrarlo-, que alcanzamos fechas tan señaladas. No sé
si habrá celebración por parte de los poderes oficiales, pero yo al menos -y muchos más pensarán igual que yo-, ya me siento enteramente reconfortado por el simple hecho de que un medio de comunicación lo recuerde, aunque sea a través de la publicidad de una organización deportiva como es “VIDE”.
Medito con calma sobre el acontecimiento, siento cierta nostalgia al pensar en ello, llego a la conclusión de haber vivido, con mayor o menor protagonismo, cincuenta y ocho de esos ochenta años, y hurgando en los orígenes, repaso mentalmente los nombres de varios de los pioneros del baloncesto vigués que he llegado a conocer. A algunos me parece haberlos visto no hace demasiado tiempo, y al analizar la fotografía del “Consti”, me encuentro con Victorino, con Alonso, con Isolino, con Vara, con Fernando, con Goyo, con Fornos, con Varela, con López que sería más adelante presidente de la Federación… ¿Quedará algún testigo de aquellos tiempos? Mucho me gustaría que me
pudieran contar algo de sus comienzos, que me aclarasen ciertas dudas… como de dónde salió la idea de lanzarse a jugar a basket, de cómo se hicieron con el primer balón, quién construyó las primeras canastas, cuáles fueron los profesores de esos inicios, con qué reglas del juego competían… ¿y contra quién?
Entre esta estampa del Club Constitución y las más recientes del Real Club Celta y el Kics Ciudad de Vigo, transcurre la larga e interminable historia del baloncesto vigués. De esos ochenta años vividos por tantos protagonistas, tantos clubes, en los que se ha pasado por tantos escenarios, que ha contado y cuenta con tantas escuelas de jugadores, que contiene miles de anécdotas, grandes victorias, objetivos no cumplidos, ilusiones nacidas, desengaños, canastas inolvidables… De todo ello, hablamos en estas <<CHARLAS BAJO LA CANASTA>>. Lo hacemos de una forma coloquial, sin ninguna pretensión histórica, con inexactitudes evidentes, con la fuerza de la palabra como fuente principal… y sobre todo, sin que el brillante éxito deportivo de unos pocos sea motivo para oscurecer el relato de otras actividades más modestas de nuestro basket. No tengo nada claro quién tiene más mérito, si el que gana trofeos y medallas, o el que compite casi siempre de la mano de la derrota… y sigue en la tarea y persevera a pesar de todo. Un abuelo le cuenta a un joven todas estas vivencias, y en muchas de ellas, el interlocutor escucha con cierta incredulidad. Sé que en su interior debe pensar que la mitad de lo que
contamos es pura invención de ancianos que empiezan a chochear. Otras veces atiende sesgadamente -“batallitas” de abuelos-, hasta que surge algo que enciende su interés, en especial cuando le reto a poner en práctica las circunstancias que vivían a menudo los “antiguos” -así llama él a los veteranos-: jugar con zapatillas de esparto, o en un campo embarrado -cuando hay goteras en el pabellón ya no se puede jugar-, o ducharse en invierno con agua helada, o repartirse en los entrenamientos un único balón para todos…
¿Sabes lo que te digo, colega? Con las facilidades que tenéis ahora, es imposible jugar mal. -
Además de otras muchas diferencias, los jugadores de color marcan el tiempo de cada fotografía: en la del “Consti” sólo hay paisanos del pueblo; en las del Real Club Celta y el Kics Ciudad de Vigo hay jugadores europeos, americanos, africanos…
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Capítulo I
LOS “SECRETOS” DE CARLOS NÚÑEZ ____________________________________________________
14 - ¿Te acuerdas de aquel Areosa-Estudiantes que se suspendió a falta de 51 segundos para el final? -me comenta Carlos Núñez con cierta ironía, y como para aclararme algo que yo no sé- ¿Y supongo que sabes que yo jugaba en el Areosa?
- Sí, sí, claro que me acuerdo, y ya sé que jugabas. Aún conservo los recortes de prensa. El partido se suspendió por invasión de campo, y por el fuerte altercado que se produjo entre aficionados, jugadores y árbitros. Ganaba el Areosa 56-55. - Pues no, eso no ocurrió como lo contó la prensa al día siguiente. De fuerte altercado, nada de nada. La invasión del campo fue provocada por los seguidores y jugadores del Bosco, que les interesaba que el partido concluyese así, con ese resultado favorable al Areosa. - ¿Cómo dices? - Lo que oyes. Te cuento. <<Se jugaba en los Maristas, año 55. Era la penúltima jornada del campeonato, y si ganaba el Areosa, el Bosco se proclamaba matemáticamente campeón de la liga local, sin necesidad de aguardar a su último encuentro contra el Club Estudiantes. >> <<El partido fue bronco en exceso, disputado al límite por ambos equipos, en un ambiente tenso, y con las aficiones divididas y enfrentadas. La nuestra, la del Areosa, se encontraba reforzada puntualmente en este encuentro por la hinchada bosquista. La pareja arbitral, Nistal y Posada, señaló nada menos que 78 personales. >> <<El marcador estuvo igualado durante todo el partido, punto arriba punto abajo. A falta de menos de un minuto, anotamos una canasta y nos adelantamos 56-55. Como el tiempo que faltaba no se sabía con exactitud*, los seguidores y jugadores del Bosco -que ocupaban el fondo del campo donde encestábamos, sin vallas separadoras- explotaron de júbilo festejando nuestro triunfo -y por lo tanto su título de campeones-, invadieron el campo -se supone que con cierta intención- y en medio de abrazos y vítores dieron el partido por finalizado. >> *Aclaración para los jóvenes. No había marcador electrónico, ni los indicadores del minuto de juego que años después se colocaron en la mesa a la vista de todos. El espectador no conocía con precisión el tiempo de juego.
15 <<Pero la pareja arbitral no se dejó intimidar por el tumulto que se armó -bueno era Nistal para eso-. Se acercaron a la mesa con serenidad, hicieron la consulta pertinente, y los auxiliares, fieles a su cometido, sentenciaron que todavía faltaban 51 segundos. >> <<Unos días más tarde jugamos los 51 segundos pendientes a “puerta cerrada”, con la única presencia de la prensa y de algunos niños del colegio que no se sabe bien por dónde se habían colado. >> <<El Areosa en ese momento ya contaba con sólo cuatro jugadores en cancha, y los árbitros aún tuvieron tiempo suficiente para pitar otras cuatro personales, a dos por bando. >> <<Pichicho Giráldez, con dos personales anotadas, pondría el marcador en un 56-57 favorable al Estudiantes. El Areosa, merced a otras dos, se adelantaba de nuevo por 57-56. Fallos de uno y otro bando en sendos tiros de personal, y expulsión de Benito por cinco faltas, dejando al Areosa con tres jugadores. Dos nuevas personales ejecutadas por Pichicho, y triunfo final del Estudiantes por 58-59. >>
Pichicho Giráldez, jugador destacado -entre otros equipos- del Club Estudiantes, y Paco Nistal, uno de los árbitros del polémico encuentro.
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<<Al final -continúa Núñez con el relato-, en el partido decisivo, el Estudiantes se imponía al Bosco y se proclamaba campeón de Liga. >> <<Después, nosotros simulamos que el Areosa desaparecía para que algunos de nuestros jugadores pudieran reforzar al Estudiantes y al Bosco en las Fases de Sector. Román y Aquiles se fueron con los estudiantiles, y Lago y yo con el Bosco. >>
17 Si conversas sobre baloncesto con Carlos Núñez, no tardarás mucho rato en encontrarte hablando de cosas que nada tienen que ver con el deporte de la canasta. Son tantas sus vivencias deportivas, profesionales, de alumno marista, de amistades mil… que te contará infinitas anécdotas, sucesos curiosos, picaresca deportiva, resoluciones a sus múltiples recursos… Comentarios que surgen al hilo de la conversación. Son parte de la historia misma de Vigo desde los años cuarenta. Vio nacer el balonmano a siete en el patio del colegio; sustituyó de extremo izquierdo a Gómez en el equipo de los Maristas cuando éste ficho por el Deportivo; le ganaron el campeonato de Vigo de pin-pon a Julio Castro y Cía.; fichó a Gustavo Vega para el baloncesto… “Se puso colorado cuando se lo propuse.” -comenta Carlos Núñez-; consiguió repetir un partido por primera vez en España gracias a uno de sus recursos…”La noticia fue publicada en el diario “Marca”: “De trampitas nada”, titulaban la reseña.” ; “A este rapaz -lo veía en una fotografía de un equipo de los cincuenta-, Vicente Comesaña, lo asesinó ETA en
Bermeo. ¡Qué buen muchacho! Era marino mercante.” ; “El hermano Arturo se salió de la orden peleado con el Director, emigró a Argentina, y ahora es presidente de la Peña Celtista de Buenos Aires.” ; intervino en el famoso recurso del Obradoiro representando a la Federación Gallega; la Xunta lo distinguió como el mejor dirigente gallego del año 1993. “Fraga me entregó el premio.”…
“Amigo Ferro, en el Ademar nadie cobró nunca, ni como jugador ni como entrenador. No apruebo el proyecto que me presentas.” Al cabo de unos días, Ferro le contestaba: “Lo siento Carlos, pero seguimos con el proyecto adelante.” Fue el penúltimo intento -después llegaría el del Ciudad de Vigo- por llevar al basket vigués a la máxima categoría. El Estudiantes, el Bosco, el Álvarez, el Celta, el Porcelanas, el Galeones Celta… y el Cíes. A nuestro baloncesto, asentado de siempre en grupos bien diferenciados, sólo le quedaba pendiente el intento marista. Y como los anteriores, se saldó con un fracaso… y me parece que con la desaparición definitiva del Club Ademar, aunque oficialmente figure su nombre en manos de alguien.
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Club Amanecer, 1946 De pie: Bernardo Núñez, Julio Larrañaga, Goyo, Fornos, Prado y Mouriño. Agachados: Carballo, Carlos Núñez y Rodríguez.
<<Éste que vemos en la fotografía superior es mi primer equipo de baloncesto -sigue contando Carlos Núñez-. Tenía 15 años, y como ya sabes, por entonces no había ni infantiles, ni juveniles, ni nada parecido. De manera que los mayores me dieron la oportunidad de jugar con ellos, y en aquel momento me hicieron el chico más feliz de este mundo. “¿No ves la cara de alegría que tengo?” >> <<Después ya empecé a jugar con El Pilar. En 1949 tuvimos de entrenador a Luis Miró, recién llegado de Catalunya, y que fue el primero en Vigo en enseñar la defensa de zonas: 32, 2-1-2… Aunque su especialidad era el atletismo, por su condición de profesor de Educación Física, conocía algo de cada deporte. Barcelona, como en tantas otras cosas, albergó durante muchos años los primeros pasos del baloncesto español. >> <<De hecho, los catalanes que venían a Vigo a hacer el servicio militar nos enseñaron mucho en los inicios de nuestro basket. En alguna foto se podrá ver a algunos de ellos. >>
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Torrelavega, 1949. Selección de Pontevedra de Aprendices Subcampeona de España De pie: Ferrón, Vicente Comesaña, Pichicho Giráldez, Daniel y Novoa I. Agachados: Joaquín García Picher, Tito Martínez, Carlos Núñez y Novoa II.
Torrelavega, 1949. Prolegómenos de la Final del Campeonato de España de Aprendices entre la Selección de Pontevedra y la Selección de Barcelona. En primer lugar nuestros representantes, que forman de izquierda a derecha, con Picher, Daniel, Tito, Ferrón, Novoa, Comesaña y Pichicho. Carlos Núñez, por detrás, llega tarde a la formación. Brazo en alto, los equipos escuchan el himno nacional, que en la época franquista se interpretaba en estas competiciones… con saludo obligado para todos.
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Torrelavega, 1949. La expedición posa en un intermedio de los partidos del Campeonato de España de Aprendices. Se adivina que no todos sus componentes disponían de chándal: los veteranos Ferrón y Picher lo lucen de selecciones de Vigo anteriores; el jugador del centro viste uno del Frente de Juventudes de Pontevedra; hay varios con chándales anónimos; y a Vicente Comesaña, Carlos Núñez y Novoa II, nos les queda otra que ir con ropa de calle.
El profesor catalán Luis Miró, recién llegado a Vigo. Su labor en nuestra ciudad ha sido muy prolífera en el deporte. Desde el atletismo, hasta la preparación física de equipos de distintas especialidades, pasando en sus comienzos por el naciente deporte del bádminton… Fue un personaje popular en el ambiente deportivo vigués.
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Taboada Leal, 1950. El C.D. Bosco se enfrenta en un partido amistoso a la Selección de Burgos. De pie: Carlos Núñez, Barreiro, Mito, Cabaleiro, Rolán y Abalo. Agachados: Álvarez, José Carlos Freijeiro y Prado. Núñez y Freijeiro, ambos del Club Areosa, refuerzan al equipo bosquista.
Taboada Leal, 1952. Selección de Vigo-Selección de Promesas De pie: Totó, Ferrón, Julio Castro, Boliche, Mito, Benito Lorenzo y Carlos Núñez. Agachados: Alonso, De la Peña, Cabaleiro, Álvarez, Jaime Davila, Josechu Curiel, Rolán, Abalo y Enrique Gómez.
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Cancha del Club Natación Canoe de Madrid, 1955. Carlos Núñez, en una perfecta suspensión. Siempre fue un buen anotador. En esta ocasión, refuerza al Bosco en una Fase de Sector celebrada en la capital madrileña. Detrás, Manuel Benito, que años más tarde llegaría a Secretario de la Federación Española de Baloncesto, cargo que ocuparía durante varias décadas.
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Lugo, 1955. El C.D. Bosco, al término de una Fase de Sector celebrada en la capital lucense. El trofeo de campeón en manos de la señora del presidente. De pie: Manolo Martínez (entrenador), Rolán, Josechu Curiel, un federativo lucense, José Luis Quirós, Antonio García Hermida (presidente), Manuel Benito, Sra. de García Hermida y Manolo González (delegado). Agachados: Roberto Besada (federativo de la Gallega-Sur), Carlos Núñez, Barros, Álvarez, Alfonso García Migón, Chachi y Prieto (federativo de la Gallega-Sur).
Queda suficientemente claro que Carlos Núñez estaba en todas. En cualquier actividad relacionada con el baloncesto que se produjera en la ciudad, desde los años cuarenta hasta hace bien poco, un sinfín de fotografías evidencian su papel protagonista. Dicen que las personas mayores nos acordamos más del pasado que de los hechos recientes. En la charla con Carlos, cada una de estas fotografías es comentada con todo detalle: el lugar donde se juega, el equipo contrario, los nombres de sus compañeros, a veces hasta los árbitros que pitaron… ¡los puntos que metió!... y de paso, al hilo de la conversación, aún surge siempre alguna anécdota que añadir. “Mi novia sólo me dejaba
entrenar dos días a la semana.”
Pero es que además, Carlos Núñez se acuerda también de lo que sucedió hace poco, y tanto en un caso como en otro, relata los hechos con una minuciosidad y exactitud, que parece que hubieran ocurrido ayer mismo.
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Finales de los cuarenta. Un jugador de El Pilar, Yeyo Oubiña, se dispone a tirar una personal al estilo “palangana”. “Muchos de los jugadores de entonces tiraban así las personales -cuenta Carlos Núñez-, y con gran efectividad. “Pichicho” Giráldez, Carlos Cerdeira, yo mismo… Hasta Alfonso Martínez, el internacional catalán, lanzaba de una forma parecida… y los americanos del Real Madrid, Luyk y Burges… ”
Años cincuenta. Selección de Vigo. De pie: José Luis Quirós, José Carlos Freijeiro, Benito Lorenzo y Julio Castro. Agachados: De la Peña II, Alberto Alonso, García Picher y Carlos Núñez.
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Vicente Flórez, en su época de árbitro. Después sería -en dos etapas distintaspresidente de la Federación Gallega Zona-Sur de Baloncesto. Cuentan que era un árbitro excepcional, y para el que esto escribe, el mejor presidente que hemos tenido a lo largo de más de medio siglo.
<<Dices en tu libro anterior -opina Carlos Núñez mientras contempla una fotografía- que Paco Nistal fue el mejor árbitro vigués de todos los tiempos. Respeto tu opinión, pero no estoy de acuerdo. El mejor fue sin lugar a dudas Vicente Flórez. Lo llamaban de Madrid para que fuera a pitar encuentros Real Madrid-Estudiantes. En aquellos años cincuenta y sesenta, eran los partidos más emotivos del país. Los encontronazos entre la “demencia” y “Pizarrín” -Pedro Ferrándiz, el famoso entrenador del Real Madrid- hicieron historia en el baloncesto español. Y Vicen-
26 te Flórez siempre salía airoso de su cometido… y lo volvían a llamar. >> <<Era un caballero. Se hacía respetar por los jugadores sin gestos, sin voces, y haciéndose valer de una gran cordialidad. Te daba el balón para el tiro de personales, y te decía: “¡Venga “machiño”, a meterlas! ¡Suerte!”. Parecía un padre sobre la cancha. >>
Año 1956. Selección de Vigo De pie: Josechu Curiel, José Benedicto “Chachi”, Sanmartín, Alfonso García Migón y Mingos. Agachados: Rolán, Boliche, Barros, Manuel Benito y Carlos Nuñez.
Cancelas, el polémico árbitro de los cincuenta y sesenta. “¡Quieto que te vi!”, cuenta Carlos Núñez que gritaba, señalándote con el dedo, cuando pitaba una personal.
27 La andadura baloncestística de Carlos Núñez se inició oficialmente en el año 1946 con su debut en el Club Amanecer, y concluiría medio siglo después, en 1998, con el emotivo homenaje que le rindió la gran familia marista. La casi totalidad de sus andanzas en el baloncesto las pasó en el club de sus amores, el Club Ademar de los Hermanos Maristas. Durante esos cincuenta y dos años de actividad intensa, hablar en Galicia del Club Ademar de Baloncesto y de Carlos Núñez era casi lo mismo. Y mientras no llegamos al Ademar, él sigue relatando con la naturalidad que le caracteriza los cientos de anécdotas que ha vivido. Las cuenta con asombrosa claridad, con todo lujo de detalles, sin apenas levantar la voz, como si se tratase de algo secreto que sólo él conoce, pero eso sí, con una media sonrisa en los labios. Quién lo marcaba en aquel partido… La canasta que le anularon en otro por tres segundos en la zona… El tiro de gancho de Vara desde el córner… “Éste es Gasca. Jugaba al fútbol de portero, y se tiraba por el aire a cortar los pases.” -esas estiradas las presencié yo mismo en un partido en Taboada Leal-… Los puntos que anotó en tal o cual encuentro… “A Julio Castro le llamaban el “Kucharski gallego” -internacional de los años cincuenta-, por el tiro demoledor que tenía de larga distancia”… Una final que perdieron por culpa de los Carnavales: “Yo sólo
había dormido un par de horas. No ibas a dejar plantada en casa a la novia, toda arregladita, vestido nuevo, preparándose para la fiesta desde hacía un mes.”… Julio Castro, entrenador del Ade-
mar Juvenil durante una campaña, y Javier Gonzalo, padre de un jugador, quisieron llevarse a todos sus componentes al Real Club Celta: “Y eso que Julio pudo entrenar esa temporada gra-
cias a nosotros. Estaba castigado con cuarenta partidos en Segunda Nacional -a raíz de un encuentro dirigiendo al Celta-, pero en categorías inferiores se lo permitieron porque el Ademar lo solicitó.”… El campo de arriba de los Maristas, que había hecho la gente del club con sus propias manos, palmo a palmo…
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Luis -me decía, boquiabierto, mi joven colega de conversación-, Carlos Núñez se acuerda de los detalles más insignificantes… ¡De los años cuarenta!… y además parece que le hubieran ocurrido ayer… ¡Y de aquella aún no habían nacido mis padres! Después me dices que no sois “antiguos”. - Querido amigo, tú lo que tienes es mucha envidia. ¿Dónde están tus hazañas? ¿Qué anécdotas nos puedes contar? Acaso gozáis ahora del ambiente fantástico que rodeaba a aquellos míticos partidos de la Cancha Central, de la Escuela Industrial, de Taboada Leal, del Jardín Park, del Campo de Granada… Contéstame: ¿A ti te sacaron a hombros de algún partido? - ¿Como a los toreros? - Pues sí, como a los toreros. Toma nota. <<En 1949 se celebró la I Olimpiada Escolar Provincial, que ganó El Pilar -contaba Carlos Núñez, mostrándonos la fotografía del equipo-. Un mes después, a la vista del éxito de esta competición, el Colegio de Árbitros vigués organizó otro torneo escolar en el que participaron el Colegio Labor, el Colegio Mezquita y El Pilar. Se celebró en la Cancha Central, y el aluvión de colegiales que asistieron a los partidos resultó espectacular. Un entusiasmo inusitado dio al torneo un ambiente único. La afición de la ciudad había despertado. >> <<Salíamos a disputar los partidos con las piernas temblando. Reinaba una expectación indescriptible, con permanentes voces de ánimos de los seguidores a sus respectivos equipos. La emoción se masticaba en cada minuto de juego. >>
Los héroes de El Pilar. De izquierda a derecha: Carlos Núñez, Víctor Jáudenes, Fornos, Gonzalo Sanmartín, Juan Rey, Yeyo Oubiña y Roberto.
<<Al final, le ganamos el encuentro decisivo al Colegio Labor por dos puntos, y todos los jugadores de El Pilar fuimos llevados a hombros hasta el colegio por nuestros enfervorizados
29 hinchas. Yo, que había anotado la canasta del empate y la del triunfo final, encabezaba la comitiva por las calles de Vigo: Canceleiro, García Barbón, Alfonso XIII, Lepanto, Urzáiz, Loriga… hasta acabar en los Maristas. Fueron pasando todos los jugadores por delante del Hermano Director para recibir su felicitación, y yo, el último, para hacerle entrega del trofeo conquistado. >> - ¿Qué me dices colega? - Que no me lo creo. Son “batallitas” que inventáis los “antiguos”. Esta historia la debió soñar Carlos Núñez. - Si tú lo dices, hasta puede ser… ¡Envidia!
La legendaria Cancha Central de los años cuarenta. En ella se han iniciado los primeros pasos de la historia del baloncesto vigués. En la imagen, dos clásicos, el “Consti” y el Juventus, se disponen a disputar un encuentro de máxima rivalidad.
<<Hace años me correspondió en el Juzgado una defensa gratuita, y llamé por teléfono al abogado de turno para fijar una cita. “Soy Carlos Núñez”, le dije de saludo. “El contraataque es el arma letal que rompe todas las defensas”, me contestó de inmediato una voz profunda. Se trataba de un antiguo jugador que entrené en edad infantil, y no hacía otra cosa que mencionar la frase que tantas veces les repetía en los entrenamientos. Por cierto, frase del “coach” americano, Lou Carneseca. >>
30 En los años cincuenta, el Colegio de Árbitros le concedió a Carlos Núñez el “Premio a la Deportividad” en dos temporadas seguidas. En los sesenta, la Federación Gallega Zona-Sur le impuso la “Insignia de Oro”.
<<En 1993 -sigue contando Carlos Núñez-, la Federación Gallega de baloncesto me otorgó el “Premio al Mejor Dirigente de Galicia”. El galardón me lo entregó en una cena en Santiago don Manuel Fraga, por entonces presidente de la Xunta de Galicia. Don Manuel se levantó de su asiento, dio la vuelta a la mesa presidencial, y salió a mi encuentro para entregarme el premio. El gesto se debía a su condición de ex alumno marista, como yo. >>
Carlos Núñez recibe de Manuel Fraga el “Premio al Mejor Dirigente de Galicia”… Pero, ¿qué le estará contando Carlos al Presidente? Deben tener cierta gracia sus palabras, porque don Manuel se ríe.
<<Después vendría el homenaje que me hicieron los amigos del Ademar en el año 98. Resultó emocionante. Y luego me jubilé… o más bien me jubilaron, porque yo no permitía ciertas actuaciones deportivas que empezaban a producirse… y así les fue. >>
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Portada del librillo-recordatorio del “HOMENAJE A CARLOS NÚÑEZ”.
32 El 16 de mayo de 1998, Carlos Núñez recibe un caluroso homenaje de toda la numerosa familia marista. Compañeros de colegio, jugadores que compartieron camiseta con él, cientos de ex jugadores a los que dirigió como presidente y como entrenador, personalidades públicas, autoridades maristas… En los prolegómenos del “Homenaje a Carlos Núñez” se organizaron varios partidos en O Berbés entre antiguos jugadores del club. “Pachangas de barrigudos”, las bautizó el homenajeado.
Uno de los equipos de “barrigudos”. Arriba: Iparaguirre, J. Caruncho, Santamaría, Torres, A. Nieto y Queiro. Abajo: Carro, López, Pastoriza, Cuesta y Contreras.
Arriba: Collazo, Pablo Caruncho , Lamela, Carlos Llopis, Tito y Zapata. Abajo: Rodas, Miguel Méndez, Gonzalo Seijo y xxxxx.
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Arriba: Paco Martín, Rodri, Fernando, Roberto, Mariño y Novoa. Abajo: xxxxx, Ángel Caruncho, Marcos Carbonell y Romero.
Arriba: Vicente Rodríguez, Rubén Domínguez, Armando Vázquez, Antonio, Carlos Núñez, Lito Marzoa, Gustavo Vega, Regueiro y Rafa Barreiro. Abajo: Germán Ferro, Caballero, Suso Cobián y Paco Martín.
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“Foto de Familia” de los participantes en el “Homenaje a Carlos Núñez”. Más de cincuenta ex jugadores, algunos ex entrenadores, directivos de distintas épocas… Una tarde memorable, llena de recuerdos, y reencuentro de compañeros que no se veían desde hacía tiempo.
Finalizada la sesión de baloncesto puro, el homenaje se traslada con urgencia al Hotel Los Galeones. Más de trescientos asistentes llenaron la sala, y dicen que a última hora, se quedaron fuera del acto más de un centenar por falta de sitio. Las expectativas se quedaron muy cortas, pero la trayectoria de Carlos Núñez en el deporte, en el terreno profesional, en su cometido en la Asociación de Antiguos Alumnos Maristas, en el trato afable y cariñoso con todos sus conocidos… hacía lógico que el escenario se quedase pequeño. <<El día de mi homenaje -me cuenta Carlos con un orgullo especial-, la Asociación Ademar de los Hermanos Maris-
tas me concedió la insignia de oro. >>
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Francisco García, presidente de la Federación Gallega de Baloncesto, entrega una placa conmemorativa a Carlos Núñez con motivo de su homenaje.
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Placa ofrecida a Carlos Núñez por los jugadores del Club Ademar.
En las páginas del “Atlántico Diario” dan cuenta del “Homenaje a Carlos Núñez”.
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Carlos Núñez, agradeciendo a los asistentes el cálido homenaje que le brindaban. Cuentan que, además de muy emocionado, se le vio como un poco entristecido por su último adiós al Club Ademar. Demasiados años como para borrarlos en una sola noche, a pesar del emotivo acto, de la numerosa compañía de amigos y jugadores, de las muestras de afecto que le dispensaron, de los galardones recibidos…
38 Siete años más tarde, cuando Carlos Núñez ya estaba retirado del baloncesto activo desde 1998 -tras el día de su homenaje-, la Federación Gallega lo sorprende otorgándole su Insignia de Oro en una fiesta organizada en Santiago. Un popular acto, bautizado como “Basketgal-2005”, reunió en una cena a cientos de personas del baloncesto de toda Galicia.
Santiago de Compostela, “Basketgal-2005”. Francisco García, presidente de la Federación Gallega de Baloncesto, impone la Insignia de Oro de la Federación a Carlos Núñez.
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Nota de prensa de “Faro de Vigo” acerca del premio concedido a Carlos Núñez.
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40 La prensa subrayó el premio a uno de los grandes impulsores del basket regional. También menciona su participación en la elaboración de los estatutos de la Federación Gallega, y en el histórico recurso del Obradoiro CAB ante el Tribunal Superior de Justicia, cuya sentencia definitiva se promulgó en 2007. El “SUPLICO” de Carlos Núñez, representando a la Federación, fue admitido en su totalidad por el máximo tribunal.
Paco García, presidente de la Federación Gallega de Baloncesto, dirigiéndose a la concurrencia en el “Basketgal-2005”
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En la primera fotografía vemos a Carlos Núñez en sus inicios como jugador de El Pilar; en la del medio, en su último año en activo con el Ademar; a la derecha, en sus funciones de entrenador.
En su homenaje, palabras de agradeciendo y de despedida. El presidente Carlos Núñez se retira después de medio siglo de entrega al baloncesto.
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Capítulo II
¿CÓMO VA LA CANTERA? _____________________________________________________
43 La temporada 2008/09 resultó notablemente fructífera para la cantera de Vigo. De los seis títulos regionales en juego, cinco se vinieron para tierras viguesas. El Club Gestibérica Maristas se impuso en juniors y cadetes masculinos, el Real Club Celta en juniors y cadetes femeninos, y el Compañía de María en infantiles femeninos. Un éxito sin precedentes en el palmarés de los campeonatos autonómicos. La labor de Alberto Abalde y Vicente Rodríguez en las categorías inferiores del “Gesti” se está haciendo notar, y aunque en los Intersectores no se alcanzaron los objetivos tan deseados -era muy alto el nivel de los rivales- de acceder a las Fases Finales de los campeonatos de España, el trabajo ahí está, y su recompensa ya llegará. Si hablamos de las chicas, hay que destacar la excelente planificación de Carlos Colinas en el baloncesto base del Real Club Celta. El hecho de clasificar a los tres equipos para las Fases Finales de las tres categorías así lo atestigua. Un logro casi único -sólo compartido con el Gran Canaria de Las Palmas este mismo año- a lo largo de toda la historia de los Campeonatos de España Femeninos de categorías inferiores. En la competición infantil femenina, el conjunto de Compañía de María se hizo con el título regional, uno más a añadir a la larga lista de triunfos que atesora el colegio vigués en las categorías de base. La ex céltica Ángeles Liboreiro sigue trabajando sin pausa en una de las canteras más fecundas de la región. En esta temporada, por desgracia para las colegiales, se le fue en el último instante la clasificación para la Fase Final del Campeonato de España, a la que accedió en cambio el Real Club Celta, subcampeón gallego por detrás del Compañía de María. Y ahora, confiemos en que el excepcional trabajo realizado por este plantel de entrenadores, se traduzca en jugadores y jugadoras alcanzando la élite, algo que se añora en Vigo desde hace años.
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Carlos Colinas (Celta Junior), Alberto Abalde (“Gesti” Junior), Vicente Rodríguez (“Gesti” Cadete) y Cristina Cantero (Celta Cadete).
En el suplemento “Campeones” de “Faro de Vigo”, se cierra la pasada campaña con una especial atención a los equipos campeones de la temporada, y se hace un repaso con Vicente Rodríguez y Carlos Colinas de los objetivos para el próximo año, y las expectativas de futuro con las que se trabaja. Los dos técnicos destacan en sus declaraciones la extraordinaria aportación del Colegio de los Maristas al baloncesto de sus clubs, “Gesti” y Celta, en los últimos tres años. Si ahora es el Hermano Eloy el responsable de dicha colaboración, años antes lo fueron el Hermano Arturo, el Hermano Miguel y tantos otros, sin olvidar que el centro escolar, por tradición e historia, viene apoyando con verdadero entusiasmo nuestro deporte desde los años cuarenta.
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ContinĂşa...
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Continúa…
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El Club Compañía de María fue fundado en 1987, y desde entonces viene destacándose como la mejor cantera femenina de la ciudad viguesa.
50 Hace ya bastantes años que la ex céltica internacional Ángeles Liboreiro dirige el club con enorme acierto. Muchos son los títulos gallegos de categorías inferiores que cuentan en su haber, participando en cantidad de Intersectores, y jugando más de una Fase Final de los Campeonatos de España.
Temporada 2007/08. Las juniors del Compañía de María se clasifican para la Fase Final del Campeonato de España a celebrar en Santiago.
El historial del Compañía de María es tan largo y relevante, que se necesitaría un capítulo entero para contar su andadura baloncestística. En la próxima charla, que será la cuarta, hablaremos de nuestra mejor cantera femenina, que bajo el liderazgo firme y entusiasta de Rosa Montoiro, está muy cerca de cumplir su “XXV Aniversario”.
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En el semanal “Campeones” de “Faro de Vigo” de septiembre del 2007, se resume la labor que se viene desarrollando en el Club Compañía de María con bastante exactitud: “Emblema de calidad”. En las páginas interiores del suplemento la califican asimismo de “Escuela de Campeonas”.
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Noviembre, 2009. Infantiles del Compañía de María dirigidas por Ángeles Liboreiro. Uno de los quince equipos con los que el club participó en las competiciones de la temporada 2009/10.
La religiosa Rosa Montoiro, responsable máxima desde hace más de dos décadas, de la destacada labor del Club Compañía de María dentro del baloncesto vigués y gallego.
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En el verano del 2009 llegaron nuevas medallas que añadir al ya cuantioso palmarés céltico: Leyre Carrascosa y María González Centeno, con las de oro del Europeo Sub-16; Rebeca Navarro, con la del Europeo sub-14.
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Capítulo III
HUELLAS… DE LOS CUARENTA Y CINCUENTA _____________________________________________________
56 Fuentes bien informadas me confirman que el Club Constitución ha sido el equipo de mayor relevancia en los inicios del baloncesto de Vigo. Fundado en los primeros años de la década de los treinta, vio suspendida su creciente actividad deportiva a causa de la Guerra Civil española. El “Consti” -como se le conocía popularmente- retomó el baloncesto una vez acabada la contienda. Jugaba en la legendaria Cancha Central -cerca de la actual calle Canceleiro-, con piso de tierra negra, líneas de cal marcando el campo, canastas de madera algo torcidas, aros casi de alambre y un sólo balón para todos los jugadores. Balón de los antiguos, como es natural, de cuero, con costuras y correa, y muy pesado si se mojaba con la lluvia. Cuando esto ocurría, también abundaba el barro y los charcos en el terreno de juego, aunque en raras ocasiones eran motivo de suspensión de los partidos. La afición y el entusiasmo de sus componentes no tenían límite, y durante más de dos décadas, además de ser el equipo pionero por excelencia, fue el mejor, no sólo de la provincia, sino también de Galicia -título alternado con el Club Juventus de Vigo en alguna temporada-, y el que aglutinaba en sus filas a los jugadores más destacados. Jugar en el “Consti” en aquella época era la mayor aspiración de cualquier jugador vigués. A finales de los años cuarenta añade el nombre del Celta al suyo propio -supuestamente por alguna ayuda que le prestaría el equipo de fútbol-, y pasa en consecuencia a denominarse Club Constitución del R.C. Celta. A partir de ese momento, viste camiseta azul, pantalón blanco y luce con orgullo el escudo céltico en el pecho. De todo el elenco de sus históricos jugadores, nos cuentan que Manuel Vara -hábil anotador de ganchos desde la esquina-, Jorge Blanco -“el hombre de goma”-, y el eterno Fernando -jugó durante más de veinte años-, fueron los personajes más influyentes en el basket vigués. También Isolino que mantuvo su continuidad en el baloncesto como árbitro-, y López -que llegaría a presidente de la Federación en los años cincuenta-, son dignos de encuadrar en ese grupo de meritorios precursores.
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Año 1949. Club Constitución del R.C. Celta. Partido amistoso internacional contra el Académica de Oporto. De pie: “Pichicho” Giráldez, Vicente Comesaña, Valentín Franco, Docampo, Dornelas y Leal. Agachados: Julio Castro, Fernando, Pablo Vaquero y Saturnino Lamas.
Finales de los cuarenta. Los jugadores del “Consti” visitan por Navidad a los niños enfermos del Hogar San Rafael, y les llevan juguetes.
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Al comienzo de esta charla, página nueve, vimos la primera fotografía del Club Constitución, año 1934, en la Cancha Central. Ahora observamos la última -antes de su desaparición-, en Taboada Leal, año 1952. En ésta aún conserva en sus camisetas el escudo del Real Club Celta. Nada menos que dieciocho años separan ambas formaciones, y sin embargo, hay un jugador, Fernando, que figura en las dos. En la más antigua, de pie, el segundo por la izquierda. En la de arriba, agachado, el segundo por la izquierda. A pesar de verse obligado a utilizar gafas, sujetas rudimentariamente con esparadrapos, su formidable afición y su valía técnica debieron hacer posible que permaneciese en activo durante tantos años. En el antiguo equipo reconocemos a Vara, Bandín, Victorino, López, Isolino, Goyo, Alonso… mientras que en este último, lo acompañan Ferrón, Álvarez, Chuco Gayoso, Cerdeira, Fornos, Lino… Antes con un solo balón para todos; ahora ya contaban con dos. Fernando, si aún estuviera entre nosotros, podría contarnos con todo detalle los orígenes del basket vigués, y nos respondería con claridad a las muchas preguntas que todavía nos hacemos sobre aquellos tiempos. Cuando en los años sesenta lo veía pasar por la calle, no conocía nada acerca de su le-
59 gendario historial, ni imaginaba que en un futuro su testimonio pudiese alcanzar tanto valor para mí. A principios de los años cuarenta, el Club Constitución acude a los Campeonatos de España que se celebran en la Ciudad Universitaria de Madrid. El diario “Marca” da cumplida información de la primera jornada de la competición, y de los amplios marcadores que tanto el Real Madrid como el SEU madrileño le endosaron al Constitución de Vigo y al Club Deportivo Ceutí.
En la fotografía, el vigués Pablo Vaquero se apresta al rebote ante la mirada atenta de un jugador del Real Madrid. Bastante público en las gradas.
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En los deteriorados recortes del diario “Marca”, vemos arriba, a parte del equipo del Real Madrid, y abajo, al Club Constitución de Vigo.
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Varios equipos del Club Constitución de los años cuarenta. A las órdenes de Varela, su entrenador, las plantillas estaban formadas por Saturnino Lamas, Pablo Vaquero, Fernando, Ochoa, Isolino, Cardeñoso, De Dios, Barreiro, los hermanos Capelo…
62 <<En el año 46 -cuenta Pablo Vaquero, uno de los jugadores del “Consti” de aquella época-, don Gerardo Campos, importante directivo de la Compañía de Tranvías, nos llama al equipo del “Consti” para que representemos a Tranvías Eléctricos de Vigo en el Campeonato de España de Productores que se iba a celebrar en Barcelona. En aquella época franquista, estas competiciones tenían gran relevancia, y las empresas se volcaban para tratar de enviar la mejor representación, y atender así a las indicaciones políticas del momento. >> <<En Barcelona vencimos a varias empresas de distintas provincias, entre ellas a la representante de Madrid. En este partido, como cabía esperar, tuvimos todo el ánimo de los catalanes. Nos plantamos en la final, y ahí ya no hubo nada que hacer. Nuestro rival fue el potente equipo del Aismalibar de Barcelona -Primera División Nacional-, que prácticamente nos arrasó. En sus filas había varios internacionales, entre ellos el célebre Kucharski, considerado unos de los mejores jugadores españoles de entonces. Quedamos subcampeones de España, que no estaba nada mal. >> <<Pero al llegar a la estación de Vigo, nuestra gran sorpresa fue que nos estaban esperando las autoridades, la Banda Municipal, y un tranvía engalanado con banderas que nos dio un paseo triunfal por toda la ciudad. >>
Un equipo del “Consti” muy similar a éste, acudió a los Campeonatos de España de Productores. Vemos a Fernando, Gonzalo Sanmartín, Saturnino Lamas, Dornelas, Pablo Vaquero, De Dios…
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Estación de Renfe de Vigo, 1946. Nuestros representantes en el Campeonato de España de Productores -más algunos que faltan en las fotografías-, a punto de iniciar el largo viaje en tren que los llevaría a Barcelona para lograr el subcampeonato. Los dos días interminables que duraba el trayecto valieron la pena. La típica “pareja” de la Guardia Civil vigila la expedición.
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Ciudad Universitaria de Madrid, 1944. Club Español de Vigo, participante en el Campeonato de España. Entre otros, los jugadores del “Consti”, Saturnino Lamas, Pablo Vaquero, Salvador García, Docampo, Piñeiro…, que reforzaron al Español en este evento.
Partido entre el Club Español y el potente SEU de Madrid, que eliminaría a los vigueses con claridad. Pablo Vaquero (7), en la lucha inicial.
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Finales de los años cuarenta. No se sabe a ciencia cierta si es un partido entre “viejas glorias”, o entre casados y solteros. Pero lo que sí está claro es que se trata de un encuentro de confraternidad entre varias generaciones de jugadores vigueses. De pie: Salvador García “Salvito”, Saturnino Lamas, Barreiro, Fornos, Victorino, Docampo, Piñeiro, Fernando, Ismael y Freijeiro I. Agachados: xxxxx, Manuel Vara, Valentín Franco, Boliche (de paisano), Pablo Vaquero, José María Estrada, Bravo y Quico Méndez. Y en el medio, el colegiado de la contienda, Vicente Flórez, que a buen seguro pondría el debido orden entre personal tan competitivo.
Dos históricos del baloncesto vigués, Manuel Vara y Valentín Franco.
66 Tanto en Marín como en Arcade, se ha vivido con intensidad el baloncesto desde muy antiguo. Al de Marín, la tradición lo ha conservado pujante hasta hoy en día, pero por supuesto, cambiando de nombre en repetidas ocasiones, y con algunos años de su historial en blanco.
Finales de los años cuarenta. Club Barrio Industrial de Marín
Arcade, 1945. Club Baloncesto Arcadia. De pie: Pepe Pérez, Luis Velasco, “Pichicho” Giráldez, Daniel Acuña, Moncho Giráldez, Lorenzo Verde, Emilio Giráldez y Chalo Aris.
67 Con tan sólo un pequeño cambio en las letras finales de su nombre -Arcadia era una fábrica cerámica que patrocinaba el equipo-, el Club Baloncesto Arcade es en la actualidad el más antiguo de la provincia. Su “alma mater”, Alfonso Pazos, lo ha sido todo en Arcade: hincha de niño, después jugador, fundador, directivo, entrenador, presidente… El club sigue a día de hoy compitiendo con gran dignidad… y con Pazos al frente.
Arriba, el Club Pérez Movilla Arcade de la temporada 1952/53; y abajo el de la temporada 1953/54. Así podríamos seguir presentando equipos -salvo un pequeño lapsus del 58 al 61- hasta hoy en día.
68 La historia del baloncesto vigués contiene muchos nombres que no deberían ser olvidados. Han sido los adelantados a su tiempo, forjadores de un deporte desconocido por entonces en nuestra ciudad, y los que hicieron posible, con un encomiable esfuerzo e inmensa ilusión, implantarlo con fuerza entre el pueblo de Vigo. Plantaron la semilla en los años treinta, la Guerra Civil se la llevó con ella, y de nuevo volvieron en los cuarenta para recuperarla y asentarla definitivamente en el día a día vigués. A todos sin excepción, a los que figuran en las siguientes imágenes y también a los que faltan, el homenaje sincero y agradecido de los que heredamos el fruto de su abnegado esfuerzo: el baloncesto.
Saturnino Lamas, Servando Lopo y Fernando.
Ismael, Vicente Comesaña, Jaime Gómez y “Yeyo”Oubiña.
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Pablo Vaquero, Cándido Gil y Chuco Gayoso, y Salvador García “Salvito”.
Pousa y De Dios, del Club Juventus de Acción Católica.
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Julio Castro, Ferrón, y Rafael Pérez y Joaquín García Picher.
Fontenla, Benito Lorenzo y “Pichicho” Giráldez.
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Lugo, 1954. Partido amistoso entre el San Fernando Guardia de Franco de Lugo y el Club Deportivo Bosco de Vigo. Los militares le dedican la fotografía firmada por sus jugadores al club vigués. En el Bosco hay ausencias notables, así como también jugadores de refuerzo, a buen seguro que para cubrir dichas faltas. Por los vigueses, de pie: Juanito, Manuel Benito y Julio Castro (del SEU de la Escuela Industrial). Agachados: Carlos Cossío (del Areosa), Boliche, Borrás y Teijeiro.
En 1944 se celebró en Vigo la II Edición de la Copa de España Femenina -por supuesto en cancha descubierta-, resuelta con el triunfo de la Sección Femenina de Madrid sobre el Español de Barcelona, por el tanteo de 16-12.
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Ginebra, mayo de 1935. Como se puede deducir por el león rampante del escudo y el nombre de España en el chándal del entrenador, se trata de un equipo nacional. Ésta es la primera selección española que consigue un pódium en un Campeonato de Europa. Sistema de copa por eliminatorias. España superó a Bélgica y a Checoslovaquia, y perdió la final ante Letonia.
Cuentan que el campo de juego era fantástico para aquella época: a cubierto, piso de madera con listones ensamblados, y que, con alguna grieta que otra, originaba dificultades para el bote de balón, por entonces, de correa como es natural. También cuentan que los jugadores españoles se fueron a celebrar el subcampeonato por las calles de Ginebra, cantando a coro su victoria… hasta que la policía los detuvo, los llevó a la comisaría, y fueron condenados a dos días de calabozo. Menos mal que gracias a la intervención del cónsul español y del seleccionador Manent, se suspendió la sanción y todo quedó en un pequeño susto.
Como por entonces no se estilaban las medallas, la “Federación Española de Basket-Ball” entregó una placa conmemorativa a cada jugador.
73 Tanto la histórica fotografía anterior, como la placa conmemorativa -y muchos más tesoros-, se pueden contemplar en la “Fundación Pedro Ferrándiz”, situada en Alcobendas (Madrid).
No es ninguno de nuestros legendarios campos de los años cincuenta. Ni la Cancha Central, ni la Barxa, ni las Cabañas, ni la Cruz Alta, ni el Castro, ni el Patio de Correos… Ni son tampoco el Juventus y el Constitución los que compiten… Ni el Remeros del Berbés y el América… Son los Juegos Olímpicos de Helsinki, 1952. Cancha al aire libre -como corresponde a la época-, piso de tierra con parches, pero bien cuidado, cómodas gradas entre el pinar, tableros de madera… Marcaje individual implacable, ayudas sobre el pívot contrario, un balón que se pierde por un mal pase… Oro para Estados Unidos, plata para la Unión Soviética y bronce para Uruguay. … ¡Qué tiempos!
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Capítulo IV
EL CLUB ADEMAR _____________________________________________________
75 Carlos Núñez y Antonio García Hermida mantuvieron durante medio siglo una permanente discusión acerca de cuál era el club decano de Galicia, si el Ademar o el Bosco. Ambos contaban con bastantes argumentos que esgrimir para defender su pretensión, y como no hay ninguna legislación al respecto que yo sepa-, no se consiguió nunca aclarar cuál de los dos presidentes llevaba la razón. García Hermida argumentaba que el Club Deportivo Bosco se había fundado en los últimos años de la década de los cuarenta, al amparo de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos del colegio de la Ronda. Por su parte, Carlos Núñez aseguraba que el Club Ademar databa de algunos años antes, de 1941, aunque con otro nombre, El Pilar, y que en 1949 pasó a llamarse Club Deportivo Areosa de los Hermanos Maristas. Y sería en 1966 cuando adoptó el definitivo nombre de Club Ademar, con motivo de la fundación en Vigo de la Asociación de Antiguos Alumnos Maristas, ADEMAR, siglas de la organización. Por lo tanto, Carlos Núñez sostenía que la antigüedad de su club databa de 1941, y Antonio García Hermida no se la aceptaba por el triple cambio de nombre que había experimentado a través de los años. Para el presidente bosquista, El Pilar y el Club Deportivo Areosa eran clubs distintos del Club Ademar. Si a esta discusión sobre el decanato del baloncesto gallego le añadimos las eternas rivalidades existentes entre los escolares maristas y salesianos -con sus colegios situados a poco más de cien metros-, es muy lógico pensar que las diatribas entre ambas entidades tenían un excelente campo de abono.
- Y tú qué opinas de todo esto -le pregunto a mi joven compañero de conversación.
- Luis, yo de antigüedades no entiendo nada de nada. Lo que sí deduzco por tus palabras es que ambos eran merecedores de compartir el decanato. Y también percibo que han sido dos clubs fundamentales en la historia del baloncesto vigués. La pena es que hayan desaparecido.
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Campo del Monte del Castro, 1941. El Pilar, Campeón de Vigo 1941/42. De izquierda a derecha: Fondevila, P. Vaquero, Landín, Jaime Méndez y Vijande.
La fotografía que vemos corresponde al primer equipo de El Pilar, que debutó en 1941 en un Campeonato de Verano celebrado en el Monte del Castro. Participaban todos los clubs federados de la ciudad: Constitución, Juventus, Atlética, Dolmen… y en su debut ya quedaron subcampeones del torneo. A la temporada siguiente, ganarían el Campeonato de Vigo. Uno de los edificios del Colegio Marista, conocido como el Pabellón, había sido requisado por el Ejército en la Guerra Civil para utilizarlo como cuartel. Con tal motivo, ya finalizada la guerra, un soldado catalán, Riera, allí destinado, impartió sus conocimientos de baloncesto en el colegio, y a cuenta de ello se pasó una “mili” de lujo. A los chicos de El Pilar, la especial circunstancia les vino de maravilla para aprender a jugar. A tenor de los resultados en las competiciones, se ve a las claras que la enseñanza resultó excelente, lo mismo que el aprovechamiento de los jugadores. El baloncesto entraba con fuerza en los Maristas nada más acabado el conflicto, cuando la situación se empezaba a normalizar en el país. Eran principios de los cuarenta… y desde entonces, y ya en el nuevo siglo XXI, continúa pujante en el colegio.
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En esta fotografía de El Pilar, aparece el soldado catalán que les enseñó a jugar. Es el primero por la derecha, Riera, que ya se adivina algo mayor que el resto.
Principios de los años cuarenta. El Pilar posa para la posteridad en el campo de fútbol del colegio. A la izquierda, se puede observar el viejo edificio conocido como “Pabellón”. De pie: Fornos, De Dios, Jaime Gómez -que sería presidente de la sección de baloncesto del Celta en los años setenta-, Juan Rey y Cándido Gil -por lo que se ve, demasiado alto para entrar al completo en el enfoque de la instantánea-. Agachados: “Yeyo” Oubiña, “Chuco” Gayoso, Tito y Carlos Núñez.
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Año 1949. El Pilar participa en la I Olimpiada Escolar, junto al Colegio Labor y Colegio Mezquita. De izquierda a derecha: Carlos Núñez, Víctor Jáudenes, Fornos, Gonzalo Sanmartín, Juan Rey, “Yeyo” Oubiña y Roberto.
A finales de los cuarenta llega a Vigo otro catalán que les enseñaría buen baloncesto. Se trataba de Luis Miró, especialista en atletismo, pero que por su condición de profesor de Educación Física, también dominaba otros deportes. Es el primer entrenador que da a conocer la defensa en zonas: 2-1-2, 2-3…
El Pilar juega en la vieja cancha de tierra del colegio. Luis Miró aparece de jugador. Arriba: “Yeyo” Oubiña, Juan Rey, Fontenla y Luis Miró. Abajo: Carlos Núñez, Arturo y Tito.
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La prensa local anuncia el cambio: El Pilar pasa a integrarse en el Club Deportivo Areosa. Era la temporada 1949/50.
Año 1949. El primer equipo del Club Deportivo Areosa. De pie: Luis Miró (entrenador), Víctor Jáudenes, G. García, Cándido Gil, Benito Fortes, Juan Rey y P. Durán. Agachados: Fornos y Carlos Núñez.
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Campo de los Maristas, 1949/50. Partido Juventus-El Pilar. Arriba, el C. Juventus: Ismael, Estrada, Vicente Comesaña, Julio, Bárcena, Bravo II y Valentín Franco. Abajo, El Pilar: Juan Rey, Víctor Jáudenes, Jaime Gómez, Carlos Núñez, Durán, Fornos, Cándido Gil y “Chuco” Gayoso. En estas imágenes ya se observa el antiguo campo de los Maristas, con el edificio de la comunidad en un fondo, la subida desde la entrada al colegio en el otro, la pared de contención del campo de fútbol en un lateral, y el bosque enfrente. Muchos años de baloncesto se han vivido en este escenario. ¿La ubicación? En el mismo lugar donde hoy en día se encuentran las dos canchas cubiertas.
Campo de los Maristas, 1950. C.D. Areosa. Un “cinco inicial” de lujo: José Carlos Freijeiro, Carlos Núñez, Cándido Gil, “Yeyo” Oubiña y Carlos Cossío.
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Peniche, Campo de la Escuela Industrial, 1954. Club Deportivo Areosa. De izquierda a derecha: Gasca, Riveiro, “Yeyo” Oubiña, xxxx, “Pirulo”, Carlos Núñez y Salvador García “Salvito” (entrenador).
Cancha Central, 1949. Uno de los últimos partidos de El Pilar antes de convertirse en C.D. Areosa. Juega contra el C.D. Bosco. Martínez (6) y Carlos Núñez (4) luchan por el balón, ante la parsimoniosa mirada del colegiado de turno.
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Campo de los Maristas, 1958. C.D. Areosa de los HH. Maristas. De pie: Riveiro, “Pirulo”, xxxx, Gasca, “Yeyo” Oubiña y “Salvito” (entrenador). Agachados: Freijeiro I, Carlos Cossío, Freijeiro II y Carlos Núñez. ¡Qué buena imagen ofrece este Areosa! Y no sólo por su excelente plantilla de jugadores, sino también por su buena equipación. Cualquier equipo de hoy en día podría sentirse perfectamente vestido con chandals tan modernos y elegantes.
Pues bien, Carlos Núñez me confesó que estos chandals se los había hecho su hermana en casa. “Respiró tranquila cuan-
do los acabó.” ”Pero al decirle al cabo de unos días que había que coserle las letras, “AREOSA H.H. MARISTAS”… ¡casi me mata!“
Peniche, Campo de la Escuela Industrial, 1958. Carlos Núñez y “Yeyo” Oubiña del Areosa, junto a sus ex compañeros “Chuco” Gayoso y Fornos, del Constitución.
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Campo de Taboada Leal, 1952. Final de un torneo entre el Club América y el C.D. Areosa. Yeyo Oubiña trata de cortar el pase de Servando Lopo a su compañero Ferrón, que corta hacia la canasta. Carlos Núñez completa el “dos contra uno”, mientras Bendaña por la izquierda, y Cándido Gil por la derecha, aguardan atentos al desenlace de la acción. La final la ganó el América por un punto, 23-22, y Carlos Núñez, después de medio siglo, aún se queja de la canasta que le anularon en el último minuto -que les daba el triunfo- por una zona inexistente.
Campo de los Maristas, 1956. C.D. Areosa. De pie: Carlos Sánchez Carrete, Bernardo Sánchez Carrete y Gayoso. Agachados: Lago, Carlos Núñez y Aquiles.
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Año 1955. Club Deportivo Areosa. Campeón de España de Educación y Descanso. El campeonato se celebró en la cancha viguesa del Jardín Park. De pie: Benito Lorenzo, Gonzalo Sanmartín, “Yeyo” Oubiña, José Ángel Román y Cándido Gil (entrenador). Agachados: Carlos Núñez, Cabaleiro, Carlos Cossío, Lago y Riveiro.
Campo de los Maristas, 1959. Club Deportivo Areosa. De pie: Carlos Núñez (entrenador), Gustavo Vega, De la Peña, Jorge Domínguez y Bernardo Sánchez Carrete. Agachados: Faustino, xxxxx y Aquiles. (Foto Siorty)
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Campo de los Maristas, 1961. Club Deportivo Areosa. Liga de Promoción de Ascenso a Tercera Nacional. De pie: Hermano Arturo, xxxxx, Manuel Benito, Faustino, Manolo Rodríguez, Juan Carlos Llopis y José Ángel Román (entrenador). Agachados: Gustavo Vega, Serafín Ocaña, Carlos Núñez y Hernández.(Foto Llanos)
Campo de O Vao, temporada 1960/61. Club Deportivo Areosa. Campeón Provincial 1ª Categoría y Ascenso a Tercera Nacional. De pie: Hernández, Juan Carlos Llopis, Manolo Rodríguez, Faustino y xxxxx. Agachados: Gustavo Vega, Carlos Núñez y Manuel Benito.
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Campo de O Vao, 1961. Club Toralla-C.D. Areosa. Promoción de Ascenso a Tercera Nacional. Faustino y Carlos Núñez luchan por el balón con Varela. Isidro Gallego y Davila siguen el juego.
Colegio de los Maristas, 1961. Faustino, al que vemos de protagonista en la anterior fotografía, anuncia su marcha a Canadá. Directivos y compañeros le hacen una emotiva despedida en una festejada merienda, en la que, cuentan, reinó el buen humor, con el cantinero, el Sr. Corpas, como maestro de ceremonias. (Foto Llanos)
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Otra imagen del partido Club Toralla - C.D. Areosa. Manuel Benito se hace con el rebote a pesar de la oposición del rival. Carlos Núñez e Isidro Gallego a un lado, y Hernández al otro, dispuestos a intervenir.
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Carlos Núñez se hace con el balón ante la fuerte oposición de “Cacá”. Detrás, Isidro Gallego, José Antonio Rodríguez y “Mito” Rodríguez. El partido Toralla-Areosa resultó muy disputado de principio a fin. Al término de la decisiva eliminatoria, el equipo marista conseguiría el ascenso a Tercera División Nacional.
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Campo de los Maristas, a principios de los años sesenta. En la instantánea se observa el muro lateral del campo, donde se situaban los banquillos y el público, prácticamente encima de la línea de banda. C.D. Areosa – C. Toralla. Isidro Gallego, del Toralla, lanza a canasta rodeado de contrarios. Gustavo Vega permanece atento al desenlace de la jugada. (Foto Llanos)
Aquí se puede ver el otro lateral del campo, con el bosque de fondo. En la toma fotográfica, Carlos Núñez, más que disputar el balón con un rival, parece ejecutar un paso de ballet. Paco Nistal ejerce de árbitro, y Gustavo Vega (10), Manuel Benito y Hernández (9), siguen la acción. Por el Club Toralla, Jaime Davila y Cándido Hernández se aprestan a recuperar el balón. (Foto Llanos)
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Al finalizar la temporada 1960/61, el Club Deportivo Areosa da cuenta de su actividad en el Boletín de los Antiguos Alumnos Maristas. La sección de fútbol que aún existe en la actualidad- y el hockey hierba eran otros deportes encuadrados en el club. En el baloncesto, además de señalar los éxitos del primer equipo, anuncia refuerzos para la siguiente temporada. El debut en la Tercera División se presenta difícil, y se pide el aliento de todos sus seguidores.
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Los Maristas, 1961/62. Se pasa a jugar en la nueva cancha, situada a un lado del campo de fútbol. Club Deportivo Areosa. Debut en Tercera División Nacional De pie: Borrás, Hernández, Juan Carlos Llopis, Gustavo Vega y Moreno. Agachados: Manolo Rodríguez, Carlos Núñez y Enrique Román.
A Coruña, Pista de Santa Lucía, 1962. Bosco de A Coruña – C.D. Areosa. Carlos Núñez se dispone a blocar la pelota al estilo de un portero de fútbol. Llopis y Manolo, pendientes del desarrollo del juego. La cancha, de cemento liso, se convertía con la lluvia en una pista de patinaje. Resultaba imposible botar el balón, y en ocasiones, atraparlo con ambas manos era la única opción para hacerse con él.
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Nueva cancha de los Maristas, 1962. Club Areosa-Concepción Arenal de Ferrol. Tercera División. Carlos Núñez anota una canasta, perseguido por dos contrarios. El número 11, Dimas, era uno de los mejores de su equipo, y pasaría a la Bazán unos años después. Hernández (7), del Areosa, permanece atento al rebote. El partido se juega en el campo de arriba, construido palmo a palmo por las gentes del Areosa.
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Los Maristas, 1960. C.D. Areosa Juvenil. De pie: Carlos Nuñez, Alfonso Varela, Crespo, Manolo e Iglesias. Agachados: Curty, S. Ocaña, Juan Eléxpuru y Uribe.
Ourense, temporada 1961/62. Club Areosa Juvenil. Fase de Sector De pie: Claudio, Escaned, Queralt, Mera, Carlos Núñez (entrenador) y Hermano Gregorio Víctor. Agachados: Garrigós, Varela, Carlos, Tomás y Carlos Pomar.
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Nuevo Campo de los Maristas, 1962. V Liga Nacional “Trofeo Gonzalo Aguirre”. Debut en la liga del C.D. Areosa ante el S.E.U. de Santiago, uno de los favoritos de la competición. Victoria para los santiagueses por 40-45. El vigués Gustavo Vega -máximo anotador de su equipo con 13 puntos- disputa un rebote. (Foto Tomás)
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Nuevo Campo de los Maristas, 1962. V Liga Nacional “Trofeo Gonzalo Aguirre”. Triunfo histórico del C.D. Areosa sobre el potente E.N. Bazán de El Ferrol. Las características de la nueva cancha se aprecian en esta fotografía de Siorty. La iluminación, el aro artesanal, el piso de tierra, la cal marcando las líneas de juego, la proximidad del público -no hay vallas-… Y ese soldado que se ve entre los aficionados, por qué no, podría incluso ser yo mismo, en mis tiempos de “mili” en el cuartel de Barreiro.
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El pívot del C.D. Areosa, Gustavo Vega -13 puntos y multitud de rebotes-, fue el jugador más destacado de su equipo en esa importante victoria sobre la Bazán ferrolana. (Foto Magar)
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Nuevo Campo de los Maristas, 1962. V Liga Nacional “Trofeo Gonzalo Aguirre”. Victoria del C.D. Areosa sobre el C.D. Orense, con Gustavo Vega -20 puntoscomo gran figura del encuentro. En la instantánea, el pívot vigués en un perfecto lanzamiento en suspensión.
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BoletĂn de los Antiguos Alumnos Maristas, en el que se hace balance de la temporada, se presentan los nuevos fichajes para la prĂłxima, y se anuncia el comienzo de la nueva campaĂąa.
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Campo de Taboada Leal, temporada 1962/63. C.D. Areosa. Segunda Nacional. De pie: Carlos Núñez (jugador-entrenador), Juan Carlos Llopis, Alfonso Álvarez y “Pirulo” Domínguez. Agachados: Carlos Pomar, Manolo Rodríguez y Luis Miramontes.
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Años sesenta. Las “riñas” entre el Hermano Miguel y Carlos Núñez han sido históricas, y por supuesto, sobradamente conocidas dentro de la familia marista. Sin embargo, esta parada de un viaje deportivo a Oporto que reproduce la imagen, parece irradiar cierta sintonía entre ambos. Tal vez sea debido a la botella que lleva en su mano el religioso, que, con seguridad, se la habrá regalado Carlos en busca de prebendas, y para lavar rencillas pasadas. El presidente -ataviado con el alzacuellos del marista- sonríe no sin malicia, mientras el hermano pone gesto dubitativo ante la ofrenda.
El Hermano Miguel, a lo largo de su amplia trayectoria en el Colegio del Pilar, ha sido un excepcional propulsor de todos los deportes. El baloncesto, el fútbol, el balonmano, el voleibol… tienen bastante que agradecer al impulso que siempre les brindó el hermano marista. Pero la relación cotidiana entre el Hermano Miguel y Carlos Núñez estaba plagada de continuas y pequeñas batallas. El deportista, a buen seguro, invadía los terrenos del hermano buscando mejoras para su club, y lo haría con la clásica pillería que esgrimía siempre Núñez para asuntos menores. La autoridad y el poder de la congregación marista tampoco se podían saltar a la torera como lo hacía el presidente. Nos decía un conocido intelectual gallego, Isaac Díaz Pardo, que cuando hay un conflicto, para aclarar dónde está la razón, se debe seguir como norma la estela del dinero.
101 Tal vez el Hermano Miguel y Carlos Núñez discutían sobre quién pagaba los balones, las camisetas, las licencias federativas, los arbitrajes, la luz y el agua de los vestuarios… ¿De quién eran los equipos de base? ¿Del Areosa o del Colegio?... Con todo, el Hermano Miguel y Carlos Núñez eran dos hombres buenos.
Colegio Nebrija, 1965. C.D. Bosco – C.D. Areosa. Gustavo en un lanzamiento de gancho ante la oposición del bosquista Pazos, y la atenta mirada de García Migón. El C.D. Areosa jugaba sus últimos partidos antes de pasar a denominarse Club Ademar. La lluvia y el barro no eran obstáculos para la disputa de partidos. (Foto Siorty)
102 En 1966, el Club Deportivo Areosa va a sufrir el definitivo cambio de nombre. Con la fundación de la Asociación de Antiguos Alumnos Maristas, todos los equipos vinculados a la citada entidad pasarán a llamarse con sus correspondientes siglas: “ADEMAR”. Sería el tercer nombre del club desde El Pilar de 1941. De aquí las peleas por el decanato que tenían continuamente Carlos Núñez y Antonio García Hermida. El “presi” del Ademar argumentaba que se trataba del mismo club, pero con distinto nombre. El “presi” bosquista no lo aceptaba. ¡Qué vengan los juristas y lo resuelvan!... aunque, como ya dijimos, no sé sabe si habrá respuesta para este asunto.
Frontón Municipal de As Travesas, 1968. Club Ademar. Tercera División De pie: Gustavo Vega (entrenador), Manolo Rodríguez, Matilla y Antonio Nieto. Agachados: Pepe Doval, Juanito, Carlos Núñez, Domato y José F. Ferro.
En 1968 Carlos Núñez se retira, después de 22 años de actividad en las canchas. Su último partido oficial, con 37 años, lo juega en la recién estrenada Pista Roja -descubierta en su inauguración- del Centro Deportivo Municipal de As Travesas. A partir ese momento, todos sus afanes se centrarán en su cometido como entrenador y presidente del club. Se pierde un estimable jugador, pero se gana dirección de equipo desde la banda y los despachos.
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Campo de Fútbol de la Madroa, 1966. Con motivo de las Fiestas Patronales de Candeán, se disputó un partido amistoso entre el Club Ademar y el C.D. Bosco. Para ello, se habilitó una cancha en pleno campo de fútbol.
Carlos Núñez, como capitán del Club Ademar, felicita a Enrique Cons, capitán del C.D. Bosco, vencedor en el partido amistoso celebrado en las Fiestas de Candeán.
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Ferrol, Gimnasio de la E.N. Bazán, 1969/70. Club Ademar. Tercera División. De pie: J.A. Rodríguez, Gustavo Vega, Suso, Armando Vázquez, Antonio Nieto y Carlos Núñez (entrenador) Agachados: Rafa Barreiro (delegado), Tati, Luis, Vicente Rodríguez “Cholas” y Pepe Doval.
Frontón Municipal, 1969. “Torneo Internacional Vigo-Oporto”. Los equipos del Ademar y del Bosco guardan un minuto de silencio por el fallecimiento de un familiar de Carlos Núñez. El partido finalizaría en empate -no había prórrogas, según el reglamento de aquel año-, la gran sorpresa de la jornada por la teórica superioridad bosquista. Carlos Núñez y A. García Migón eran los entrenadores.
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Front贸n Municipal, 1969, Club Ademar Junior. De pie: Gustavo Vega (entrenador), Fito Montenegro (delegado), Hip贸lito, Rodrigo, Bouzada y Pipo. Agachados: Gonzalo Seijo, Ba帽os, Octavio y Queralt.
Los Maristas, 1968. Club Ademar Juvenil.
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Temporada 1970/71. Club Ademar Juvenil.
Pista Roja del Centro Deportivo Municipal, 1972. Club Ademar. De pie: Felipe de la Osa, Vicente Rodríguez, Armando Vázquez, xxxxx y Carlos Caballero. Agachados: Gonzalo Seijo, Collazo, Doval y xxxxx. Las canastas de cristal que se ven habían sido fabricadas en Factorías Vulcano a finales de los años cincuenta, para una exhibición de los Harlen Globetrotters en Balaídos. Luego pasaron al Jardín Park, y más tarde al Centro Deportivo Municipal.
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Centro Deportivo Municipal de As Travesas, 1970/71. Club Ademar Junior, con los “jefes” Carlos Núñez y Gustavo Vega a un lado, y el entrenador Isidoro Queiro -árbitro en los años sesenta- al otro.
En estas fotografías de los equipos de categorías inferiores, ya aparecen jugadores que más adelante darían un enorme rendimiento al Club Ademar. Algunos de ellos, llegarían a ser entrenadores importantes en el momento de retirarse de las canchas de juego. El Colegio Marista no sólo fue y es un vivero inagotable de jugadores, sino también de entrenadores estrellas dentro del ámbito regional, nacional, e incluso internacional: Gonzalo Seijo, Armando Vázquez, Abelardo Collazo, Felipe de la Osa, Vicente Rodríguez “Cholas”, los Doval… En los ochenta, llegará la generación de los hermanos Méndez, de los Carbonell -Marcos llegaría a jugar en el Real Madrid de Primera División-, de los Ferro, los Caruncho…
Miguel Méndez, en su época de jugador juvenil. Su vocación de entrenador lo alejó pronto del puesto de base-escolta en las canchas de juego. Como “coach” se inició en el Compañía de María Femenino de categoría juvenil, y entre otros, dirigió al Club Cíes-Balón Park de Liga EBA. Actual entrenador del Real Club Celta y de la Selección Española Femenina Sub-18.
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Los jugadores que posan agachados en la fotografía son los del magnífico equipo juvenil que entrenaba Julio Castro. Carlos Núñez se queja aún hoy en día de que Julio y Javier Gonzalo, el primero por la izquierda -padre de un jugador, y antiguo presidente del Club Estudiantes de Vigo-, se quisieron llevar al equipo en bloque al Real Club Celta, cosa que él no permitió.
Temporada 1970/71. En el boletín anual de la Asociación de Antiguos Alumnos Maristas, el baloncesto da cuenta brevemente de su actividad a lo largo del año. En la fotografía que acompaña el comentario, forman los tres equipos representativos del Club Ademar: sénior de Tercera División, junior y juvenil.
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Frontón Municipal de As Travesas, 1971. Club Ademar, Tercera División. De pie: Gustavo Vega, Suso, Joaquín, Collazo, Armando Vázquez y Carlos Núñez (entrenador). Agachados: Doval II, Felipe de la Osa, Carlos Caballero y Pepe Doval.
Camping de Mougás, 1972. Concentración de pre-temporada del Club Ademar de Tercera División. De pie: Pepe Doval, Vicente Rodríguez, Crespo, Gustavo Vega, Fito Montenegro (delegado) y Antonio Nieto. Agachados: Octavio, Gonzalo Seijo, Lito Marzoa, José Cuesta y Carlos Caballero.
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Frontón Municipal de As Travesas, 1973. Antonio Nieto anota una canasta a pesar de oposición de su rival. Crespo y Caballero siguen la jugada.
El Club Ademar, igual que el resto de equipos importantes de la ciudad, abandona su cancha del Colegio Marista, y pasa a disputar sus partidos en el Centro Deportivo Municipal de As Travesas. No cabe duda que con el traslado, el Ademar comienza a perder los signos de identidad que le dieron carácter durante treinta años de vida. Ya no tendrá su fiel hinchada colegial, ni
111 los muchos seguidores del barrio del Pilar, ni contará con la cercanía de su cantera con la que siempre había convivido, ni con el calor de la casa donde nació…
Frontón Municipal de As Travesas, 1973. Armando Vázquez se dispone a anotar una canasta, con Caballero al otro lado del rebote, y al fondo, José Cuesta.
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Frontón Municipal de As Travesas, 1973/74. Club Ademar, Tercera División De pie: Fito (delegado), Antonio Nieto, Armando Vázquez, Gustavo Vega, Crespo, Vicente Rodríguez y Carlos Núñez (entrenador). Agachados: Felipe de la Osa, Lito Marzoa, xxxx y Pepe Doval.
Frontón Municipal de As Travesas, 1974/75, Club Ademar. Tercera División De pie: Octavio, Gustavo Vega, Crespo, Antonio Nieto, Armando Vázquez y Carlos Núñez (entrenador). Agachados: Seijo, Caballero, José Blanco y José Cuesta.
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Frontón Municipal, 1974/75. Club Ademar, Tercera División. De pie: Lito Marzoa, Gustavo Vega, Crespo, Antonio Nieto, Armando Vázquez y Carlos Núñez (entrenador). Agachados: José Cuesta, Gonzalo Seijo, José Blanco y Carlos Caballero.
Frontón Municipal, 1974/75. Club Ademar - Bosco de Orense. Tercera División Gustavo (14) y Crespo (12) pelean por el rebote. Seijo (13), atento. (Foto Freire)
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Página de “El Pueblo Gallego” del 15 de Octubre de 1975.
Fue en la campaña 75/76 cuando entrené al Club Ademar de Tercera División Nacional. Se había juntado una excelente plantilla, e hicimos un comienzo de campeonato arrollador. Permanecimos imbatidos hasta el comienzo del año. Pero el 8 de enero, a raíz de jugarse una jornada aplazada en el mes de noviembre por la muerte de Franco, perdimos el primer partido de la competición ante el Santa María del Mar coruñés a falta de 11 segundos para el final. Desde ahí, comenzamos a decaer, y la Liga se nos escapó en favor del equipo de A Coruña. Como es natural, culpé al “Generalísimo” de nuestra derrota, porque la realidad es que nos cortó la impecable marcha que llevábamos en aquel momento. En noviembre le hubiéramos ganado a los coruñeses. Una “herida de guerra” en mi historial.
115 “Al descanso ganábamos por 17 puntos, diferencia casi insalvable en el baloncesto de aquella época -cuenta Carlos Núñez-. Me acerco a los árbitros, les señalo el reloj, y les informo:
“Se habrán dado cuenta de que esta primera parte ha durado una hora y diez minutos.” “¡Sí, sí! Usted tranquilo. Ya nos hemos dado cuenta.” Ya comentamos más de una vez que en los partidos en O Barco de Valdeorras podía ocurrir de todo: que los árbitros se rajasen ante la presión ambiental, que permitiesen toda clase de juego violento, que barriesen descaradamente desde el primer minuto, que los espectadores agarrasen a los contrarios en los saques de banda… Y que la duración del partido dependía de si el equipo local iba ganando o perdiendo. Si ganaba, se acababa antes del tiempo reglamentario. Si perdía, se prolongaba hasta que ganase. El cronometrador de la mesa -manual en aquellos tiempos-, como es lógico, era de casa y posiblemente directivo del club local. Recuerdo un año con el Estudiantes en que el encuentro estaba señalado para las doce de la mañana del domingo. Nuestro jugador Romero Bello se desplazaba desde Madrid en tren, y tenía fijada la hora de llegada a O Barco a las doce menos cuarto. El tren llegó con hora y media de retraso, aún se trasladó de la estación al campo, y todavía le dio tiempo para jugar toda la segunda parte. En esta ocasión el partido tuvo que finalizar, porque la diferencia de puntos a favor del Estudiantes aumentaba a cada minuto más de juego. Y en este Barco-Ademar que cuenta Carlos Núñez, el partido no se acabó hasta que los locales se pusieron por delante en el marcador con siete puntos de ventaja sobre el Ademar. El segundo tiempo había durado otra hora y diez minutos. “Se lo comento de nuevo a los árbitros, y les pregunto: “Si ustedes van a dar un informe de lo que ha ocurrido, yo presento un recurso ante el Comité de Competición. Si no me van a respaldar con la verdad, ya no me molesto en presentarlo.” “Nosotros vamos a dar un informe del partido que indique lo que ha pasado. Si usted quiere presentar un recurso, hágalo.”
116 El recurso salió favorable al Club Ademar -los árbitros respondieron a su promesa-, y por primera vez en España se iba a repetir un partido por irregularidades en la mesa de cronometradores.
El comentario de “Faro de Vigo” explica a las claras el desenlace de la repetición del partido. Su especialista en baloncesto, “Enceste”, felicita al Club Ademar por su difícil victoria en O Barco de Valdeorras.
117 Los recursos que presentaba Carlos Núñez resultaban convincentes y efectivos. Sólo fallaban cuando la respuesta era el silencio administrativo, o bien cuando el veredicto llegaba fuera de plazo, “a toro pasado” que se dice vulgarmente, cuando ya había perdido toda su eficacia, y no resolvía nada ni un sentido ni en otro. La noticia del fallo del Comité de Competición de repetir el encuentro salió destacada a toda plana en el diario “Marca”. Por lo tanto, el Club Ademar tuvo que desplazarse de nuevo a O Barco de Valdeorras. Y en el correspondiente trayecto se encontró con la nieve… por culpa, por supuesto, de uno de los famosos recursos de su presidente Carlos Núñez. Al final todo mereció la pena: victoria en el partido a puerta cerrada -por cierto, con la presencia en el campo del cronometrador del encuentro anterior-, bonita vivencia en el viaje con la sorpresa de la nieve -siempre interesante para los vigueses, que no la ven en todo el año-, y feliz regreso por aquellas tortuosas carreteras.
Aquí tenemos la comitiva del Club Ademar con el responsable en medio, Carlos Núñez. Caras sonrientes, disfrutando del acontecimiento. Seijo, Armando Vázquez, Fito Montenegro, Gustavo Vega, Carlos Caballero, las novias…
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Gustavo Vega palmea bajo el aro en uno de sus últimos partidos sobre la cancha. Sin lugar a dudas, ha sido el jugador más carismático del Club Ademar a lo largo de su historia… Carlos Núñez aparte.
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Front贸n Municipal de As Travesas, a帽os setenta. Club Ademar Juvenil, con su delegado Fito Montenegro y su entrenador Iparaguirre.
Pabell贸n de As Travesas, 1974/75. Club Ademar Junior
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En este informe se da cuenta del comienzo de las Escuelas Deportivas del Club Ademar. Se iniciaba así el trabajo en una de las más importantes canteras del baloncesto vigués. De hecho, en aquella temporada, el equipo de Categoría Provincial, formado por jugadores junior y entrenado por Abelardo Collazo, se proclamaba campeón con absoluta facilidad.
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Y en esta misma campaña, 81/82, el Ademar Infantil se proclama Subcampeón de España de su categoría.
Años ochenta. Club Ademar Junior. De pie: Alex (delegado), xxxxx, Jaime Molares (entrenador), “Charly” Garrido, Gutiérrez, Contreras y xxxx. Agachados: Oli, “Pepe Paco”, Manolo Sousa, Germán Ferro, Fariña y xxxxxx.
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Vigo, 1983. Inauguración del Pabellón del Colegio de la Enseñanza. Partido amistoso entre el Club Ademar y el Obradoiro CAB de Santiago. De pie: Vaquero (delegado), Suso Cobián, Fernando Carbonell, J. Vigo, Juan Fernández (presidente del OAR de Ferrol), Roberto Rodríguez, Carlos L. Santamaría, Tito González, Nate Davis y J. García (refuerzos cedidos por el OAR), y Abelardo Collazo (entrenador). Abajo: Zapata, Miguel Méndez, Ángel Caruncho, Carlos Ferro, Lito Marzoa, Gonzalo Seijo y Richi Morodo.
Lleno espectacular en el Colegio de la Enseñanza para presenciar el partido que evoca la fotografía superior, y que sirvió como estreno del flamante pabellón del centro escolar. El recinto se reforzó para el evento con unas gradas supletorias montadas en un lateral de la cancha, que al final resultaron insuficientes para albergar al numeroso público asistente. El Obradoiro CAB de Santiago, recién ascendido a División de Honor, contaba en sus filas con Mario Iglesias, Javier Lomas, Miguel Juane -director-gerente del Xacobeo-Obradoiro en su regreso a ACB-, el vigués Alberto Abalde, Popocho Modrego… En el banquillo, Julio Bernárdez, el entrenador del ascenso. El Ademar, por su parte, jugaba reforzado por el norteamericano Nate Davis y el argentino J. García, ambos del OAR de Ferrol de División de Honor.
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Al final del encuentro, fotografía para el recuerdo: Abelardo Collazo, entrenador del Ademar, Lito Marzoa, Nate Davis y Gonzalo Seijo. A la derecha, Pablo, el pequeño de los hermanos Caruncho, observa con admiración al pívot norteamericano.
Dicen los entendidos que vivieron aquellos años en que comenzaban a llegar extranjeros a nuestro baloncesto -sólo dos por equipo, y sin comunitarios-, que el pívot norteamericano Nate Davis, junto a sus compatriotas Hollis y Audie Norris, fueron las grandes estrellas de la década de los ochenta. En la década de los setenta lo habían sido los norteamericanos Clifford Luyk y Wayne Brabender, ambos del Real Madrid y nacionalizados españoles. Con su presencia en el baloncesto hispano, la selección nacional, que hasta entonces ocupaba un puesto bastante mediocre en el concierto europeo, dio un salto de calidad definitivo que lo llevaría en los Juegos de los Ángeles en 1984 a disputar la final olímpica contra Estados Unidos, consiguiendo su primera medalla de plata. En la historia del baloncesto español, la aportación de estos formidables jugadores americanos constituye un factor decisivo para la permanente superación de nuestro nivel técnico. No era sólo lo que jugaban en el plano individual; era sobre todo lo que enseñaban en el entorno de su club y de su ciudad.
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Colegio de la Enseñanza, 1983. Partido amistoso del Club Ademar. De pìe: Jacobo Caruncho, Zapata, Gustavo Vega, Abelardo Collazo y Vaquero. Agachados: Felipe Sas, Cardi, Ángel Caruncho y Miguel Méndez.
Me comenta Suso Cobián, ex jugador del club en los años ochenta, que el Ademar tenía un himno que solían cantar en los viajes y en las celebraciones.
<<Lo habían inventado Jaime Gómez, “Yeyo” Oubiña y toda aquella pandilla del colegio -me cuenta Carlos Núñez-. Iba dedicado a nuestros eternos rivales del Bosco. Lo reformamos un poco, y aún hoy en día, cuando tenemos alguna cena de antiguos jugadores -muchas veces con los del Canon- lo recordamos. >> “Os de A RONDA son moi finos coa pelota, o que a xoga nunca a perde hasta que lle cuadre, pero nosotros os de ADEMAR somos máis finos, porque somos un equipo encestador.” (bis) “¡Volou, volou, volou!, a gaivota nun cordel, ¡Volou, volou, volou!, aos da RONDA no lle vai ben.” (bis)…
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Pabellón de Balaídos, 1986/87. Club Ademar, Tercera División Nacional De pie: José Enrique, Pampi, Juan Fernández, Jorge Pena, Tito, Jenaro Vázquez y Fernando Pérez “Mani” (entrenador). Agachados: Camilo Rey -mi hijo mayor-, Ángel Caruncho, Miguel Fernández, Tino Lojo, Richi Morodo y Félix Otero.
Ourense, 1987/88. Club Ademar, Tercera División Nacional. De pie: Carlos Núñez (delegado), Crexáns, Richy Morodo, Antonio, Novoa, Roberto y Zapata (entrenador). Agachados: Nacho Chao, Mariño, Javi Portas, Gutiérrez y Ángel Caruncho.
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Temporada 1986/87. Club Ademar Juvenil De pie: Fernando Carbonell (entrenador), Rubén, Carlos, Quique, Javi y Carlos Nuñez (delegado). Agachados: César Jiménez, Javi Díaz, Juan y Pérez de Lis.
Temporada 1987/88. Club Ademar Junior. De pie: Diego Contreras, Antonio, Quique, Dani Álvarez, Burgos, Rubén y Horacio Silva (entrenador). Agachados: Rafa Barreiro (delegado), Guillermo Ojea, Alex Valverde, Javi Díaz, Felipe, Pérez de Lis y Contreras.
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En la campaña 89/90, el Ultratur-Ademar milita en Segunda Nacional. La crónica de “Faro de Vigo” da cuenta de su triunfo sobre el Frinsa Ribeira, y el pie de foto habla de su mejoría. La plantilla, desde luego, es tal vez la mejor de su historia. De pie: Fernando Carbonell, Antonio Reigosa, Juan Castro, Carlos Núñez (delegado), Pastoriza (entrenador), Novoa y Pablo. Agachados: Javi Díaz, César Jiménez, Ángel Caruncho, Marcos Carbonell, Sousa y Contreras.
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Raúl Rodríguez informa en “Faro de Vigo” de una apretada victoria del Frigolouro de Porriño sobre el Ultratur Ademar. También se lee un apunte sobre el tercer equipo vigués de esos años, el Chocolates Sabú, que dirigía Miguel Méndez.
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Pabellón de Balaídos, 1990. Ultratur Ademar-Frigolouro de Porriño, Segunda Nacional. En esta categoría jugaban por entonces tres equipos de Vigo: Bosco-Aguas de Mondariz, Ultratur-Ademar y Chocolates Sabú. A la rivalidad entre ellos, había que añadir un cuarto en discordia: el Frigolouro porriñés, compuesto en su mayoría por jugadores vigueses.
130 En la temporada 1991/92, el equipo cadete del Club Ademar Maristas se proclama Campeón de España en la Fase Final celebrada en El Ejido (Huelva). Es el éxito deportivo más brillante de los cincuenta años de historia del club. Entidades tan importantes como el F.C. Barcelona, el Joventut de Badalona, el Real Madrid, el CAI Zaragoza… se vieron superadas por el modesto Club Ademar, preparado por Vicente Rodríguez “Cholas”.
El Ejido, mayo de 1992. Club Ademar Maristas Cadete, Campeón de España. De pie: Eduardo, Marcos, Carlos de Miguel, Quique (delegado), Antonio Pérez (ayudante), Jesús Núñez, Andrés y Vicente Rodríguez (entrenador). De rodillas: Rafa Barreiro (delegado), Paco Martín, Jorge, Pablo, Omar Fares e Iván Almeida.
Vicente Rodríguez, un hombre de la casa, ex alumno marista, e iniciado en el baloncesto en las canchas del Colegio del Pilar, sería la mano experta, exigente, trabajadora hasta el límite, infatigable… que conduciría a este excelente grupo de jugadores al más alto nivel de su categoría. Su título de campeón era la gran sorpresa de los campeonatos, rompiendo la hegemonía de los grandes del basket español.
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La final del Campeonato de España de Cadetes, Club Ademar Maristas- F.C. Barcelona, va a comenzar. Los jugadores se saludan y el árbitro se apresta a dar la lucha inicial.
En el flamante Pabellón de El Ejido, 1992, se celebra la jornada de clausura del Campeonato de España de Cadetes. Lo más alto del pódium ya está reservado para el Ademar Maristas. A su lado, estarán el F.C. Barcelona y el Real Madrid. ¡Total, nada! ¡Vaya éxito!
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Los campeones de España Cadetes con la bandera gallega: Pablo, Omar, De Miguel, Paco Martín, Jorge, Jesús Núñez, Eduardo, Andrés, Marcos e Iván Almeida.
En lo más alto del pódium, flanqueados nada menos que por el F.C. Barcelona y por el Real Madrid. Delante, las autoridades políticas y deportivas, y entre éstas, Wayne Brabender, el americano nacionalizado del Real Madrid, 190 veces internacional.
133 En 1995, un grupo de ex jugadores del club, encabezados por Carlos Vázquez Ferro, proponen al presidente Carlos Núñez un proyecto interesante y muy ambicioso, aunque alejado de la tradicional filosofía del Club Ademar. Se trataba de formar un equipo de alto nivel para participar en Liga EBA, y dar salida a los muchos jugadores propios que, por su calidad, tenían que “emigrar” año tras año a otros clubs de categoría superior. En un lejano horizonte se contemplaba también la posibilidad de conseguir el ansiado ascenso del baloncesto vigués a la máxima liga nacional, la ACB. El proyecto obligaba a reunir un alto presupuesto -hablaban de un sponsor-. Se trataba de una renuncia al amateurismo que definía la esencia, el ADN del club. ”Ya sabéis que en
el Ademar nunca ha cobrado nadie, ni jugadores, ni entrenadores.”, argumentaba Carlos Núñez a Carlos Ferro y compañía. Al final, ante la firme insistencia del grupo reformista, y con su total oposición al nuevo proyecto, Carlos Núñez cede la presidencia del club a Carlos Vázquez Ferro, y anuncia su inminente retirada. En junio de 1995, y después de largas conversaciones, el Club Ademar y el Club Baloncesto Adesa se unen para fundar el Club Baloncesto Cíes, con la finalidad de dar continuidad deportiva a los jugadores vigueses destacados. La presidencia del nuevo club la ostenta Carlos Vázquez Ferro, y su primer entrenador es Miguel Méndez. Tras la fusión, y aprovechando la oportunidad, se hacen con los derechos deportivos del Concello de Portas, y entran directamente a competir en Liga EBA, por aquel entonces la segunda categoría nacional. El Club Ademar desaparece como tal, y pone fin a una intensa actividad baloncestística de más de cincuenta años. Atrás quedaban miles de horas de trabajo, de esfuerzo desinteresado en la formación de millares de jugadores, de noble lucha deportiva, de títulos importantes, de premios honoríficos, de un reconocido prestigio ganado palmo a palmo a través del tiempo… El Club Ademar es ya historia.
134 En 1998, la familia marista le dedica un cålido y multitudinario homenaje a Carlos Núùez.
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Capítulo V
LOS HEREDEROS DEL TALENTO _____________________________________________________
136 Antes, cuando me encontraba con una figura del baloncesto de antaño en la grada del Pabellón Municipal de Baiona, nos saludábamos con afecto, nos interesábamos por las respectivas familias, hablábamos de nuestra salud… y de inmediato, le preguntaba: “¿Y tú por aquí?” “Mi hijo. Es el número 10.” Ahora, después de la lógica cortesía, ya voy directo al grano: “¿Cuál es tu hija?” . “La de la cola, el número 8.” Es sorprendente comprobar la cantidad de hijos, sobrinos, incluso nietos, de antiguos jugadores, de fieles seguidores de toda la vida, de directivos retirados, de entrenadores… que juegan al baloncesto siguiendo la estela de sus antecesores. Y resulta curioso comprobar como éstos, ausentes durante años, regresan a las canchas para seguir las evoluciones de sus “peques”. A tenor del actual comportamiento apasionado de los padres y familiares -la mayoría con más entusiasmo que conocimientos-, pienso con serias dudas si los jugadores de antaño también participarían en esa actitud ruidosa, protestona contra los árbitros de turno, sensibles a cualquier irregularidad -que por desgracia, abundan-, extremadamente críticos con los propios entrenadores… Y no, compruebo que por lo general, no. Suelen mantenerse algo distantes de los grupos de choque, se sonríen a menudo con lo que ocurre, aplauden las buenas jugadas -incluso las del rival-… y aunque no lo exterioricen demasiado, sufren como en sus mejores tiempos con los avatares del partido. En Baiona, y también por el Pabellón de Panxón, he coincidido con personajes importantes de la historia del baloncesto vigués, que acuden, ¿cómo no?, a ver a sus chicos: Vicente Rodríguez a su hijo Yago; las ex internacionales Ángeles Araújo y Carmen Martínez a sus hijas María y Águeda; el extraordinario Mazinho -éste no es del basket- a su hija Thaisa; José Manuel Díaz, el pívot del Skol, Celta, Frigolouro… a su hijo Alberto; el elegante alero Miguel González a sus hijos Raquel y Pablo; la madre de la céltica Carmen Patiño a su nieta Alejandra; el periodista Antonio Estévez y la ex celtica Juana Ingelmo a su hijo Álvaro; Rosa Prieto, la pívot del Círculo Mercantil, a su hija Inés;
137 Albert Gaugrés, el que fuera alero del Bosco y del Frigolouro, a su hija Sara; el catalán Navarro, jugador que fue de Primera División y entrenador hace años del Ourense de ACB, a su hija Rebeca, cadete del Celta; Roberto Canella, el veterano jugador del Ureca y a veces entrenador de base, a su hija Marta … y ayer mismo, Rafa Tapias, mi eterno compañero del Estudiantes y del Rodaballo, a seguir de cerca a su nieta Jimena. Con otros muchos no hemos coincidido en Baiona, ni en Panxón, pero sí en los pabellones del entorno vigués, donde se repiten con frecuencia este tipo de encuentros. Alberto Abalde, el ala-pívot del Obradoiro y del OAR, siguió a su hija Tamara durante bastantes años, y ahora lo hace con su hijo Alberto. Lo mismo ocurre con Julio Cesar Bernárdez, jugador y entrenador del Obradoiro, del Bosco, del Celta, del Frigolouro, directivo del Gestibérica… con sus hijos David y Borja. Telmo Silva, ex preparador físico de la selección española femenina, se supone que vigilará a su hijo Nacho en sus funciones de entrenador de las infantiles del Celta; como lo habrá hecho Pepe Casal con su hijo Iago mientras estuvo en Marín, en el Gestibérica y ahora, en el flamante XacobeoObradoiro de Santiago. Si este ramillete de jugadores y entrenadores que se inician, heredan tan sólo un poco del talento de sus antecesores, ya tienen asegurada buena parte del camino del éxito. Cuentan para ello con un valioso aval, una tarjeta de garantía, un certificado de calidad… que otros muchos no poseen. He sido siempre de la opinión, y la sigo manteniendo, de que los hijos de jugadores, de entrenadores, de directivos… incluso los hermanos pequeños… tienen una amplia ventaja sobre el resto de sus compañeros y rivales. La lección primera, la más básica, la indispensable para un buen arranque, ya la llevan bien aprendida desde la cuna. Entender el baloncesto, conocer su filosofía, comprender su lenguaje, descubrir su picaresca, escuchar el latido del balón en la pista, sentir el aplauso, también el abucheo de los hinchas contrarios, oír el pitido agudo de los árbitros, o la bocina de la mesa de anotadores, observar con de-
138 talle el transcurrir implacable de los segundos en el marcador, leer el juego… Todo esto lo han ido asimilando al mismo tiempo que aprendían a andar, que comenzaban a hablar, que fueron al colegio y juguetearon con los compañeros, que se iniciaron en la lectura y la escritura, que pasearon por el parque y anduvieron en triciclo… Cuando llegan al baloncesto con seis años, ya pasan al segundo curso. Mi hijo Camilo asistió en serón a muchos entrenamientos de su madre, Picuca Martínez, en el Celta Femenino que yo dirigía en aquella época, años setenta. Lo cuidaban Elena Sarmiento, la delegada, o su hermana Rosa, ex jugadora del Estudiantes. Después me acompañó -igual que Rubén, el pequeño de mis tres hijos- a los partidos del Club Rodaballo en el que yo jugaba, y los presenciaba sentado en nuestro banquillo. A los pocos años ya empezó a competir. Su madre, a pesar de sus “tablas” como jugadora, y a diferencia de las mamás de ahora, se ponía tan nerviosa viéndolo jugar, que muchas veces no asistía a los encuentros, incluso después de llevarlo en coche hasta la misma puerta del pabellón de turno. La historia se repetiría con su hermana Cristina y con Rubén, de forma que la primera clase la llevaban tan aprendida, que se saltaron el primer curso en las escuelas a las que acudieron. Cristina estuvo en el mejor grupo del Centro Deportivo Municipal -actual I.M.D.-, entrenando junto a los mejores alumnos, y digo alumnos con “o” porque eran todos chicos: Tino Lojo, los hermanos Fernández, Félix, Jenaro Vázquez, Andrés Cadahía, Suso García, su hermano Camilo… Y también con los mejores profesores: Fernando Pérez “Mani”, José Torres, José Luis Fernández Brea, Quico Macías… Rubén se matriculó en las Escuelas Municipales antes de la edad permitida. A los responsables de recoger las inscripciones, Picuca les explicó que lo hacía con el consentimiento de Pepe, el administrador; a éste, le aclaró que los responsables técnicos estaban de acuerdo en admitirlo con un año menos de
139 los reglamentarios. La madre de mis hijos siempre fue algo “marrullera” en esto del baloncesto profundo.
Éstos son Picuca Martínez y Rey Lama, los padres, hermanos, también tíos, y ahora abuelos, de la saga “Rey Martínez”. En la primera fotografía, y en la primera fila de la grada por la izquierda, nuestro hijo Camilo, en brazos de sus abuelos maternos, recibe una de las tantas lecciones de baloncesto de las que hablaba.
En la siguiente página, Camilo Rey Martínez, el hijo mayor, da una asistencia con buen estilo, jugando con los juniors del Celta en el Colegio de los Jesuitas; Cristina, la hija, entra a canasta con la izquierda, en su época de infantil del Celta; Rubén, el pequeño, anota una entrada a aro pasado en medio de varios contrarios, en sus tiempos de jugador en Salamanca. Opina el padre -y lo confirma la madre- que en ellos se puede observar una buena escuela, un excelente estilo, un saber estar, una depurada técnica… ¿Qué vamos a decir los padres? Pero, ¡ojo!... que nosotros no les enseñamos nada. Fueron sus
140 entrenadores de base los que lo hicieron: Fernando Pérez “Mani” -inició a los tres-, José Fandiño -con Camilo- José Luis F. Brea y Vicente Rodríguez “Cholas” -con Cristina-… Doy fe de que les instruyeron de forma inmejorable… y también de que nuestros hijos aprendían con la notable ventaja de las enseñanzas de cuna.
Ciudad Deportiva del Círculo Mercantil de Vigo, 1986. Padre e hijos jugando en un torneo social de verano.
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Aquí tenemos a mi hermano Miguel Rey Lama, años setenta, posando para la posteridad, y luciéndose en dos brillantes jugadas en la Residencia San Isidoro de Madrid, en su época de estudiante universitario. Y vemos a la derecha a su hijo, Miguel Rey Mallén, -lógicamente también mi sobrino-, cadete del Club Maristas que entrena Vicente Rodríguez en la temporada 2009/10.
Entre otras cosas, se pueden advertir por los testimonios fotográficos, ciertas diferencias notables: el padre juega en cancha al aire libre, piso de cemento, canastas de madera algo desvencijadas, balón gastado y botines de lona. El hijo dispone, en cambio, de un flamante balón de cuero, pisa un suelo de impecable parquet, practica a cubierto, se supone que lanza en ca-
142 nastas de cristal con aros basculantes, y calza excelentes botas de baloncesto de las marcas Nike o Adidas. En el jugador de antes se percibe la moda de aquellos tiempos -camiseta ajustada y pantalón corto-, mientras que en el jugador actual, es evidente la holgura de su vestimenta. Ambos son de la saga “ReyMartínez”, por la rama de los “Rey Lama”. El siguiente protagonista es de la misma saga, pero por la vertiente de los “Martínez Marzoa”. Se trata de Javi Martínez Torres.
Mi sobrino Javi Martínez Torres, en un Concurso de Mates.
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Javier Martínez Torres, temporada 2009/10, ejerce de ala-pívot en el Club Vigo de Primera Autonómica, y es, sin lugar a dudas, un auténtico “matador”, y el único de la saga, hasta el momento, que se mueve en sitios de la cancha tan cercanos al aro. La familia, mientras no llegó Javi, no daba más que para bases, escoltas y aleros.
Pero aún vienen por detrás los de la última generación, y quién sabe si de ahí saldrá el pívot nato que complete la diversidad de puestos de la saga “Rey Martínez”. Por lo de pronto, uno de ellos, con edad bien temprana, tres años, ya hace “mates” con la máxima determinación, y se ayuda para conseguirlo con quién sea, incluida su abuela Picuca. No se conforma con tirar desde cerca, que también lo hace y con buena mano; pero necesita “matar”, tiene hambre de espectáculo.
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Bruno Rey Rodríguez se muestra contundente en su peculiar “mate” a la inversa. Mirada desafiante, lengua burlesca, y aunque madrileño de nacimiento, luce los colores célticos en su equipaje. Su padre, Camilo Rey Martínez, quiere dejar constancia de sus orígenes vigueses.
Y estas dos son las más pequeñas de la saga “Rey Martínez”, que como es natural, ya empezaron a formarse en los conocimientos básicos. La rubia, Estela, cuenta con dos años recién cumplidos, y la morena, Ayana, con poco más de uno. La madre de ambas, mi hija Cristina, ya presume de que Estela pasa con gran estilo; y que Ayana se concentra al máximo viendo juguetear a su hermana y a su madre… como tratando de asimilar ideas… Los abuelos, Picuca y yo, hasta nos lo creemos.
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“Los Abalde” son saga de excelente categoría. No se andan en medianías. Alberto Abalde, el padre, ha sido de los pocos jugadores vigueses que ha llegado a la máxima categoría nacional, primero con el Obradoiro CAB, y después con el OAR ferrolano. Siete participaciones en ACB constatan un envidiable historial. En la fotografía, aparece en funciones de entrenador con el Gestibérica Júnior en un torneo amistoso en Gaia (Portugal). El curioso trofeo que muestra en sus manos indica que el triunfo se vino para Vigo. Tamara Abalde, mitad ferrolana, mitad viguesa, es la mejor jugadora que ha dado la cantera viguesa en los últimos
146 tiempos. Con tan sólo veintiún años, luce un palmarés espectacular: medalla de oro en los europeos sub-16 de Italia-2004 y de Polonia-2005; medalla de oro en los europeos sub-18 de Tenerife-2006; medalla de plata en los europeos sub-18 de Servia2007; olímpica en Pekín con diecinueve años; internacional en treinta y dos ocasiones… Con quince años debutó con el Real Club Celta en Primera División. En la temporada 2007/08 jugó la liga universitaria norteamericana, NCAA, donde fue nombrada la mejor debutante: “SCL FRESHMAN ON THE YEAR”. En las campañas siguientes, 2008/09 y 2009/10, defendió los colores del Rivas Ecópolis de Madrid.
Temporada 2008/09. Rivas Ecópolis- R.C.Celta Tamara Abalde, luchando por los suelos con sus antiguas compañeras célticas. Abajo, en un entrenamiento con el Rivas Ecópolis. Ejercicio: “uno contra uno”
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Alberto Abalde Jr., ejerciendo de director de juego con la Selección de Vigo.
Alberto Abalde Jr., el pequeño de la saga, sigue la trayectoria de la familia con firme decisión. Componente de las selecciones gallegas de su edad, acaba de ingresar en las escuelas del Joventut de Badalona -la de más prestigio de España, junto a la del Club Estudiantes de Madrid-, donde ha sido elegido para formar en su equipo Cadete A.
Alberto, dirigiendo un contraataque con los cadetes del Joventut de Badalona. Su padre ha sido pívot, reconvertido en ala en sus últimos tiempos, y su hermana se mueve también por esas posiciones. Alberto Jr. se está forjando como un base moderno, hábil, potente, y posiblemente, dentro de poco, con dos metros de estatura.
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“Los Vega”: Gustavo Padre, Gustavo Júnior y Antía. El chico jugó en las categorías inferiores del Club Ademar. Por diversas razones, lo dejó pronto. El padre y la hija cuentan, en cambio, con un amplio historial en su currículum baloncestístico. Ademar, Estudiantes, Manuel Álvarez, Citroën… en el de él. Compañía de María, Airexa… en el de ella. Ambos, pívots, y con bastantes virtudes en común: mucho poder bajo los aros, buena anotación y excelentes jugadores de equipo. Casi medio siglo los separan en las fotografías. Él, con su equipo del alma, el Ademar, en 1971. Ella, con el Club Airexa-Andersen de Nigrán, en 2010, campeón de la Liga Autonómica gallega. A la hija le iría bien algo de la habilidad y rapidez de su padre, y éste le hubiera agradecido la contundencia en el juego de la hija.
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Pabellón Municipal de Baiona, 2009. El futbolista Mazinho con su hija Thaísa Alcántara, “Tatá”, jugadora del Colegio Los Sauces, participante en el “IV Torneo Internacional de Minibasquet Caixanova de Baiona”. Después, pasaría a las infantiles del Real Club Celta.
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Valery Karpin y su hija María Karpina, jugadora del Real Club Celta Infantil. El padre ya es leyenda del fútbol céltico, y ahora, la hija, es una firme promesa del baloncesto vigués. Con que ella haya heredado tan sólo la mitad de los valores deportivos de su padre, podría llegar a figura del basket.
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La saga de los “Gómez-Sarmiento”. El padre, Jaime Gómez -presidente de la sección de baloncesto del Celta Femenino en los años setenta-, en sus tiempos de jugador de El Pilar, año 1945; la madre, Elena Sarmiento, delegada del Estudiantes y Celta durante dos décadas; la cuñada, hermana y tía, Rosa Sarmiento, jugadora del Club Estudiantes en los años sesenta; y Marcos Gómez Sarmiento, hijo y sobrino, jugador en activo del Club Rodaballo.
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“Los Montes”. A la izquierda, el padre, Suso Montes, en su época de jugador del Obradoiro CAB de Santiago. A su derecha, María Montes, cadete del Club Airexa, y Alicia Montes, infantil del Club Airexa. Abajo, Emilio Montes, un alevín de primer año, que ya juega en infantiles con el Club Airexa… y lo hace de ensueño. Dentro de muy poco, Emilio jugará mejor que lo hizo su padre hace años… y a Suso, ¡le hubiera gustado tanto verlo jugar!
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La saga de “los Bernárdez” empieza con el padre y los tíos de estos dos hermanos que muestran las fotografías. Ellos no jugaron, pero fueron fieles seguidores del baloncesto desde los años cincuenta, y se les recuerda en el Campo de Granada asistiendo a los partidos del legendario Club Estudiantes. A Julio César Bernárdez lo “condenaron” los directivos del Obradoiro CAB a cambiar la cancha de juego por el banquillo, y debieron acertar, porque pocos entrenadores pueden presumir de un ascenso a Primera División -actual ACB- como logró en la temporada 1980/81 con el club compostelano. Por eso escogemos esta imagen de entrenador que luce con evidente clase, para representarlo en la larga saga familiar. El Obradoiro, el Bosco, el Celta Masculino, el Celta Femenino, el Frigolouro Porriño… son equipos dirigidos por uno de los mejores preparadores que ha dado el baloncesto gallego. En la instantánea de la derecha, su hermano Javier -catorce años más joven-, vistiendo la camiseta del histórico Xuventude, uno de los clubes más antiguos de la competición sénior local de la Delegación Viguesa de Baloncesto.
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David Bernárdez, el mayor de los hijos de Julio, en su debut en LEB Plata con el Gestibérica-Ciudad de Vigo. Año 2009, aún era júnior. El prometedor alero vigués pasaría al Obradoiro CAB de Liga EBA en la campaña siguiente.
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El día del debut de David en el Pabellón de As Travesas, sus amigos lo felicitan al finalizar el partido: la excelente base Marta García, la escolta Yoya Antón, el entrenador de base Isaac Pereira, la pívot Pau Míllara… Y como hacen los jugadores modernos, también “mata”.
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Borja Bernárdez es el pequeño de la saga de “los Bernárdez”. Arriba a la izquierda, en la cancha del Colegio del Pilar, de alevín del Maristas en 2006; a la derecha, de espectador, en un partido del Gestibérica en las gradas de As Travesas, año 2007; abajo, en Fontes do Sar, 2009, luciendo la mítica camiseta del Obradoiro de los años setenta, naturalmente propiedad de su padre, prenda que por cierto, causó sensación entre la vieja hinchada del “Obra”.
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En 2007, un admirador que parece “algo mayor” que “los Bernárdez”, se hace una fotografía en medio de los dos. Borja, con papel y “boli” en sus manos, se prepara para firmarle un autógrafo. Si este muchacho, con una camiseta del Barça, piensa dedicarse al baloncesto, le vemos con muy poco futuro, ya que no creemos que crezca más… y por lo tanto, sólo le queda el futbol. ¡Qué tenga suerte!
Ourense, Pabellón Paco Paz, 2008. El ex madridista Alberto Herreros, 159 veces internacional, con Borja Bernárdez, en los prolegómenos de un partido amistoso de la selección española.
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La saga de “los García”. Éstos son hermanos, y que se sepa, sin descendientes en edad para el baloncesto. Kelly y Consuelo García han jugado con el Xerox-Vigo en División de Honor y competiciones europeas. A Maxi García lo vemos con la camiseta del Cíes, aunque jugó también en Porriño y en algún otro equipo de Liga EBA.
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La saga de “los Patiño”. Carmen Patiño, en su época como ala-pívot del equipo juvenil del R.C. Celta, año 1982; en medio, su hija, Alexandra G. Patiño, infantil del R.C. Celta, temporada 2008/09; a la derecha, Rosa Patiño, en la directiva, desde hace años, del R.C. Celta.
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“Los Alvarellos” no podían faltar a la cita. La saga, aunque corta, padre e hija, mantiene vivo el protagonismo del apellido en nuestro baloncesto. El padre, el popular y famoso triplista Guillermo Alvarellos, aparece en la primera estampa defendiendo los colores del R.C. Celta, campeón gallego de Tercera División 71/72; en la siguiente, con el Club Efeco, campeón de la Liga Provincial 1983/84; abajo, levantando el trofeo de subcampeón de la Liga Local 2001/02 con el Club Rodaballo. La hija, Raquel Alvarellos, da sus primeros pasos baloncestísticos en el Colegio Los Sauces, temporada 2008/09. Entrenada por un hijo de Paco Martínez, es la primera por arriba en la fotografía del equipo. A su lado, “Tatá” Alcántara, la hija de Mazinho. Abajo, Jimena Escobar Tapias, la nieta de Rafa Tapias.
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La saga de “los Cobián”: El hermano mayor, Pololo, con la camiseta del Estudiantes de Vigo, fue el primer vigués en jugar en la máxima categoría nacional; a la derecha, Carlos, jugador del R.C. Celta de Tercera División en los años setenta; abajo, el pequeño, Suso, en su época con el Bosco de Segunda División Nacional.
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Marta Cobián, hija mayor de Suso, se inició en el Celta Cadete, siguió en el Celta Júnior, y debutó en División de Honor con el primer equipo. Ha jugado en la Selección Gallega en todas las categorías: infantil, cadete, júnior y sénior. Militó en el Unami Caja Segovia (Liga Fem. 2), Arxil de Pontevedra (Liga Fem. 2), Arranz Jopisa de Burgos (Liga Fem. 2) y en el Fundal Alcobendas (Liga Fem. 2).
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Las dos hermanas, Marta y Nuria Cobián. Ésta, la pequeña, empezó en los Salesianos, siguió en las cadetes y en las juniors del Real Club Celta, y llegó a jugar en el María Pita de A Coruña (Liga Autonómica). Sus estudios de Arquitectura la retiraron del baloncesto. Abajo, en un duelo a muerte por su padre.
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Pabellón de Valença (Portugal), verano de 2009. Marta Cobián refuerza al Club Andersen Júnior, entrenado por su padre Suso Cobián, en un partido amistoso. Ya le gustaría al padre contar habitualmente con la hija para las competiciones oficiales.
165 “Los Canella”: padre e hija
Roberto Canella, en su época de jugador del Bosco, 1983; de veterano en las filas del Club Ureca en los noventa; y en su faceta de entrenador con el Airexa Infantil, campeón de Liga y Copa Local en 2009/10. A la derecha, su hija, Marta Canella, cadete del Celta 2009/10. Ha formado con la Selección Gallega Infantil y Cadete. Es una firme promesa del baloncesto vigués, que pronto debe llegar al primer equipo. Es cuestión de tiempo. El primer entrenador de Marta: su padre.
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En la primera foto, Marta Canella con la Selección Gallega Infantil en el Campeonato de España-08; en la siguiente, con el C.B. Baiona; en medio, con el Celta Cadete; a la izquierda, recibiendo del ex internacional Villalobos el premio a la “Mejor Jugadora” del “I Torneo de Minibasket de Baiona”; por último, con Tamara Abalde, una de sus ídolos.
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Compañía de María, 2007. Marta Canella, defendiendo los colores del Club Baloncesto Baiona, el equipo de sus orígenes.
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La saga de “los González”. El padre, Miguel González, alero de depurada técnica, excelente anotador, y la elegancia personificada en la cancha. Jugó en Liga EBA -finales de los ochenta y principio de los noventa- con el Club Galeones-Skol, Real Club Celta, Aguas de Verín y Club Porriño. La hija, Raquel González, alevín del C.B. Baiona, hereda de su padre el talento, el estilo y la facilidad anotadora. Está llamada a ser una base de excepción. El hijo, Pablo González, benjamín del C.B. Baiona, ya apunta prometedoras condiciones, y cuenta, además, con doble garantía de calidad, la de su padre y la de su hermana.
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Los de las fotografías son algunos componentes de la saga de “los Tapias”. Si estuvieran todos, necesitaríamos medio libro sólo para ellos. Arriba, el mayor de los hermanos, Rafa Tapias Presa, en sus tiempos de jugador del Club Estudiantes de Vigo y del Club Náutico de Vitoria -años sesenta-. Abajo, Juan Tapias Presa, de juvenil en el Club Estudiantes -finales de los sesenta-, y en el primer equipo del C.D. Bosco de Vigo de Segunda Nacional -principio de los setenta-. A la derecha, Gustavo Tapias Presa, en su época de escolar con el Colegio Muro, 1967.
170 Y en esta reseña fotográfica se echa en falta los primos, “los Presa”: María José -Celta de Primera-, Rosa, Ana y Begoña -juveniles del Celta y Mercantil en los años setenta-, Rafa -Porcelanas Santa Clara y Club Rodaballo-, y Yago -Club Rodaballo-.
Y en la saga de “los Tapias” ya hay que incluir a los nietos de Rafa: Aila Barreras Tapias, alevín del Club Airexa de Panxón, 2008/09, y su prima Jimena Escobar Tapias, infantil del C.B. Baiona, temporada 2009/10. Si salen como el abuelo, calidad garantizada.
A buen seguro que en esta saga de “los Tapias” olvidamos a más de uno. Son familia tan numerosa y deportista, que posiblemente quede atrás algún hermano, primo, sobrino o nieto.
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La saga de “los Núñez Gayoso”. En primer lugar, el legendario Carlos Núñez, ejecutando un bonito tiro en suspensión en una Fase de Sector celebrada en Madrid en 1955. En medio, su primo Chuco Gayoso, jugador histórico de los años cuarenta y cincuenta, vistiendo la camiseta del Club Constitución. Con anterioridad había jugado en El Pilar. Fue un personaje muy popular y querido, muy llorado por todo Vigo tras su repentino fallecimiento. A la derecha, otro primo, Alberto Gayoso, que jugó en el Club Areosa y en el Club Estudiantes en los años cincuenta. Con el inicio del balonmano a siete en Vigo, a finales de la mencionada década -anteriormente sólo existía el balonmano a once-se pasó al nuevo deporte, y destacó en las filas del mítico Club Vulcano, primer equipo gallego en ascender a la máxima categoría nacional. Llegó a ser internacional.
172 Alvaro Gayoso, un tercer primo de Carlos Núñez, jugó al baloncesto en las categorías inferiores del C.D. Bosco, allá por los años cincuenta. Era un jugador zurdo, y él que esto escribe, coincidió a menudo con Gayoso en el patio del colegio salesiano, iniciándonos en nuestro querido deporte. Fue un seguidor ferviente y entusiasta del equipo bosquista. Carlos Núñez, de privilegiada memoria, me cuenta: ”Con su
vozarrón y poblados bigotes, dirigía a la perfección a la entusiasta hinchada en la vieja cancha de Taboada Leal, década de los sesenta. “¡Bos co me mos! ¡Bos co me mos!...”, era uno de los “gritos de guerra” que había inventado con su habitual ingenio.” “En una ocasión, al finalizar un BoscoAreosa, se me acercó y me dijo con nobleza: “¡Qué bien jugaste, primo!”. Le contesté con ironía: “A propósito Alvarito –trastocando de nuevo el mencionado grito de ánimo-, ¿por qué llamáis a los del BOSCO, MEMOS?”
Una vez desaparecido el Club Ademar en los años noventa, y tras su retirada definitiva, la sombra de Carlos Núñez en el baloncesto tendría que seguir proyectándose de alguna manera. Ahora, en el nuevo siglo, son sus nietos los que siguen manteniendo la presencia de la saga “Núñez Gayoso” en las canchas de Galicia. Su nieto mayor, Dani Rodríguez Núñez, comenzó hace unos años en el equipo cadete de Salesianos, entrenado por Fernando Pérez “Mani”. Luego jugó en el Gestibérica Maristas de categoría junior, que hacía alguno de sus entrenamientos semanales en Tui. Por esto pasó después al Seis do Nadal, con la cancha de entreno próxima a su domicilio.
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Arriba, Dani R. Núñez, de pie, el primero por la izquierda, con el equipo de Salesianos Cadete en un Intersector. Temporada 2006/07. A la izquierda, jugando un partido en la cancha de los Salesianos.
A la derecha, durante un entrenamiento en los Salesianos, Dani tira a canasta en una perfecta suspensión. Sólo nos queda por saber, para confirmar su buena técnica, que el lanzamiento resultó efectivo.
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Arriba: Club Salesianos Cadete, temporada 2007/08. Dani R. Núñez, con el número 4. Entrenador: “Chichón” A la derecha: Pabellón de Tui. Club Gestibérica Maristas Junior, temporada 2008/09 Dani R. Núñez, de rodillas, el tercero por la izquierda. Entrenadora: Cristina Cantero.
Éstos son otros dos nietos de Carlos Núñez, Alberte y Javi Rodríguez Núñez. Ya se preparan para mini-basket en las Escuelas de Porriño a las órdenes de Darío Méndez, conocido entrenador vigués, procedente de la inagotable cantera marista.
“¡Qué Javi! ¿Van entrando? ¿Cuántas metes?”, le dice el abuelo al pequeño de sus nietos. “¡Todas, abuelo!”,
responde desafiante, sin la más mínima duda.
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La saga de “Los Graugés”: el padre, Albert, gerundense llegado al C.D. Bosco en 1989, procedente del Cacaolat-Granollers, jugó también en el Concello de Méis y en el Club Porriño -ocho años-. Afincado en Vigo desde entonces, apura su afición defendiendo los colores de un clásico de la categoría sénior local, el Club OH! Vigo. La hija, Sara, ya destaca en las filas del “Seis do Nadal” -de rojo en las fotografías-, va cubriendo las obligadas etapas de mini-basket, infantiles y cadetes. Si hereda del padre, tan sólo la mitad de su calidad, tiene asegurado un excelente futuro en el baloncesto.
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Capítulo VI
EL MERCANTIL FEMENINO _____________________________________________________
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Pista Roja, 1975. El primer equipo de baloncesto del Círculo Mercantil de Vigo De izquierda a derecha: Paqui García, Picuca Martínez, María del Carmen Veiga, Calu, Chiqui, Amparo Izquierdo, Chelo Bello, Anun y Tatá Pastoriza.
178 El Círculo Mercantil de Vigo, antes de la inauguración de su Ciudad Deportiva, mediados de los años setenta, ya contaba con una poderosa sección de tenis de mesa -su primer equipo competía en la máxima categoría nacional-, destacados jugadores de billar -más de un campeón de España-, y un grupo numeroso y selecto de practicantes de ajedrez. Al disponer de las nuevas instalaciones, la veterana sociedad fue incorporando poco a poco otros deportes, que al cabo de unos años le darían un amplio reconocimiento en la ciudad, y un prestigio que crecía día a día con los éxitos de sus equipos: el tenis -llegó a ser Campeón de España Absoluto por Equipos Femeninos-, el balonmano -alcanzaría la División de Plata-, el fútbol-sala y el fútbol a siete -ambos de una implantación social espectacular-, y ¿cómo no?, el baloncesto -llegaría a ascender a la categoría de plata femenina-. En 1977, con Servando Lopo -legendario jugador de los años cincuenta- como delegado de la sección, se inicia el baloncesto en el Círculo Mercantil con un equipo femenino. En esta primera andadura se juega en una cancha descubierta, que pronto, al cabo de dos años, se convertiría en el flamante pabellón cubierto de la Ciudad Deportiva, escenario de campeonatos de España, de históricas hazañas, de actos sociales de gran relieve… El equipo debutante, entrenado por Felipe de la Osa, se proclama en su estreno campeón de la Liga Provincial. Formaban su plantilla, entre otras, las ex célticas María del Carmen Veiga y Picuca Martínez -retiradas de la alta competición-, Amparo Izquierdo -campeona de España junior con el Celta-, Chelo Bello -ex junior del Celta-… Después de este prometedor arranque, el baloncesto comienza a crecer con fuerza en la sociedad, y al poco tiempo ya compite en categorías inferiores con equipos de infantiles, juveniles y juniors. El conjunto sénior pasa a disputar las competiciones regionales, y pronto se sitúa en lugar preferente para el ascenso de categoría. Tardaría en llegar, pero se consiguió.
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Servando Lopo fue el impulsor inicial del baloncesto en el Círculo Mercantil. En la primera fotografía, principios de los años cincuenta, aparece vistiendo la camiseta del desaparecido Colegio Mezquita. En la otra, ya veterano, participando en un torneo social de verano del Mercantil en 1986.
La inquietud por implantar el baloncesto en la entidad, lleva a sus dirigentes a promover escuelas de verano, y como consecuencia inmediata, a la formación de equipos de categorías inferiores. El buen entendimiento con los responsables del baloncesto en el Colegio de las Jesuitinas les sirve para iniciarse con el refuerzo importante de un grupo de jugadoras que ya en su primera participación con el Círculo Mercantil, se proclamarían campeonas provinciales, y accederían al primer Intersector que disputó un equipo del club. Pedro Bonamusa, Andrés Rial y Fernando Prieto se incorporan a las labores directivas, aportando savia nueva en la dirección, y más adelante tomarían el relevo definitivo de Servando Lopo, absorbido en su tiempo por otras tareas de la sociedad. La sección va cogiendo forma, y con estos pequeños triunfos iniciales, consigue el aliento necesario para perseverar en el esfuerzo, y adquirir en el Mercantil el prestigio indispensable para seguir progresando.
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Ciudad Deportiva, temporada 1980/81 El primer equipo juvenil del Círculo Mercantil. De pie: Jaime Molares (entrenador), Nuria Vila, Ana, Olga Naveira, Carolina Silveira, y Rosa Prieto. Agachadas: Belén, Mayte Gorospe, Ana, Tere Ladero, Techy Rial y Mavi Bonamusa.
El equipo juvenil en un alto en el camino en su viaje a un Intersector en Salamanca. Techy, Belén, Rosa, Mayte… y el oso mascota recién estrenado.
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Salamanca, 1981. La expedición del Mercantil Juvenil a las puertas del hotel. En primer plano, Pedro Bonamusa, delegado del equipo, Olga, Tere, Mayte y Mavi. Detrás, Nuria, Techy, Rosa, Belén… Al fondo, las madres acompañantes.
Las juveniles, en el Intersector celebrado en Salamanca en 1981.
182 En la temporada 82/83, con el equipo sénior jugando en segunda nacional desde hacía varias campañas, se reúne una formidable plantilla a las órdenes de José Benedicto “Chachi”. Varias ex célticas en sus filas: Amparo Dios, Ángeles Liboreiro, Maribel Lorenzo, Picuca Martínez, Paqui, Dori Barciela y Ruby Álvarez. Junto a las junior de casa, Techy Rial, Tere Ladero y Nuria Vila, conformarían un grupo excepcional que se adjudica la fase regional con bastante facilidad. A falta de un mes para acudir al Intersector de Ascenso a Primera División B que se celebraba en Ávila, y en pleno entrenamiento en el Gimnasio del Colegio Salesiano de la Ronda, fallece repentinamente Maribel Lorenzo a causa de un aneurisma cerebral. Su muerte causó una profunda conmoción en todo el baloncesto nacional. La internacional viguesa, que fuera el “techo” de la selección nacional con 1,85 m. de estatura, era una persona muy querida en todos los ambientes en que se movió a lo largo de más de quince años en la máxima categoría. El Mercantil, con serias aspiraciones al ascenso antes del desgraciado suceso, quedó roto por completo con la repentina pérdida de su jugadora. Se dudó de participar en el Intersector de Ávila, pero al fin la directiva decidió asistir a la competición como mejor homenaje a Maribel Lorenzo. Se lucieron lazos negros en el equipaje de juego, y el público abulense dispensó en todo momento cálidos aplausos de cariño al conjunto olívico.
Ciudad Deportiva, 1982. Inicio de temporada, y presentación informal -en un entrenamiento- de la plantilla a la directiva de la sociedad. Maribel Lorenzo, en el centro, junto a sus antiguas compañeras en el Celta. A su izquierda, las amigas del colegio, Amparo Dios y Picuca Martínez -su primera entrenadora-. A su derecha, Dori Barciela, Begoña y Ruby Álvarez, también compañeras en el Real Club Celta.
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Ávila, 1983. Círculo Mercantil de Vigo Fase Intersector de Segunda División De pie: José Benedicto “Chachi”, Nuria Vila, Dori Barciela, Carmen, Ruby Álvarez y Pedro Bonamusa (presidente de la sección). Agachadas: Ángeles Liboreiro, Amparo Dios, Picuca Martínez, Paqui, Tere Ladero y Techy Rial.
La expedición a Ávila, saliendo desde la estación del tren. Un ambiente de tristeza y decaimiento invadió al equipo en todo el viaje y en la propia competición.
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Ávila, 1983. Visita de la expedición del Mercantil a unas ruinas de la ciudad.
Ávila, 1983. Amparo Dios, Ángeles Liboreiro -considerada la “Mejor Jugadora” del Intersector- y Picuca Martínez.
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Pontevedra, 1981. Círculo Mercantil Juvenil. De pie: Rey Lama (entrenador), Ana, Nuria Vila, Conchi, Rosa Prieto, Olga Naveira y Pedro Bonamusa (delegado). Agachadas: Techy Rial, Ana, Tere Ladero, Mavi Bonamusa y Belén.
Vilagarcía, 1981/82. Círculo Mercantil Junior. De pie: Rey Lama (entrenador), Nuria, Nuria Vila, Rosa Prieto, Filo y Fernando Prieto (delegado). Agachadas: Tere Ladero, Mayte Gorospe, Techy Rial y Ana Presa.
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Ciudad Deportiva, 1982/83. Círculo Mercantil Júnior De pie: Fernando Prieto (delegado), Ana Presa, Mayte Gorospe, Nuria, Rosa Prieto y Rey Lama (entrenador). Agachadas: Cristina de Benito, Rita Tourón, Techy Rial, Paula Crespo y Tere Ladero.
La cantera empezaba a dar sus frutos, y pronto jugadoras de este equipo junior y del juvenil -entrenado por José Luis Fernández Brea- pasarían a formar en el conjunto de Segunda División: Techy Rial, Rita Tourón, Anabel Nieto, Belén, Tere Ladero… Y eso, a pesar de que otras promesas se perdieron al ausentarse de Vigo por razón de sus estudios universitarios, y en el caso concreto de Nuria Vila -falta en la fotografía de arriba- para ser fichada por el Real Club Celta. Este grupo de jugadoras constituyeron la base del primer equipo del club durante muchos años, siempre completado por ex jugadoras del Celta que abandonaban la alta competición, o bien no daban el nivel necesario para jugar en la máxima categoría.
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Ciudad Deportiva, 1983/84. Círculo Mercantil Segunda División Nacional De pie: Paco Martínez (entrenador), Ana Ruth Domínguez, Anabel Nieto, Rita Tourón, Isa Gil, Gemma Domínguez, Clavel y Andrés Rial (presidente). Agachadas: Tere Ladero, Ana Ruth Cerdeira, Techy Rial, Belén, Teresa y Jimy Fernández.
Paco Martínez sustituye a “Chachi” al frente del primer equipo del club. Se retiran Picuca Martínez, Amparo Dios, Dori Barciela, Ruby Álvarez, Ángeles Liboreiro… Se incorporan las hermanas Domínguez, Clavel, Ana Ruth Cerdeira, Isa Gil, Jimy Fernández… y se afianzan en la plantilla las juniors y juveniles que más destacaban. El Mercantil continúa aspirando a todo en Segunda Nacional, pero el ansiado ascenso a Primera División B se le resiste. Siempre anduvo cerca, y sin embargo, los distintos equipos entrenados desde sus inicios por José Torres, Abelardo Collazo, Rivera, el canario Miguel y José Benedicto “Chachi”, por unas cosas u otras, nunca lo lograrían. Y eso, a pesar de las buenas plantillas con las que contaron. Tampoco Paco Martínez, ni Juan Naveira, ni Suso Cobián en sus dos primeras temporadas en el club… No había forma.
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Podría ser un “quinteto inicial” de mediados de los años ochenta. De pie, Isa Gil, Anabel Nieto y Ana Ruth Cerdeira. Agachadas, Jimy Fernández y Techy Prieto. Dos canteranas, Anabel y Techy, y tres jóvenes promesas célticas que no cuajaron en el primer equipo celeste, pero que dieron un espectacular rendimiento en el Círculo Mercantil.
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Temporada 1983/84. El equipo de C铆rculo Mercantil Juvenil, dirigido por Pepe Conde, se proclama Campe贸n Regional en la Fase de Sector disputada en Ourense.
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Ciudad Deportiva, 1983. Presentación oficial de los equipos del Círculo Mercantil: tres femeninos y dos masculinos. El baloncesto se iba asentando con fuerza en la sociedad, a pesar de los enormes inconvenientes que presentaba la distancia y la difícil comunicación con la Ciudad Deportiva para los entrenamientos cotidianos.
Con el decidido empeño de asentar el baloncesto en la sociedad, se organizó este interesante partido masculino -año 1984- entre una Selección de Socios del Mercantil y una Selección de Vigo. Al frente de ésta, el vigués Larry y el porriñés Suso Silva. José Luis Pérez dirigía a los representantes del Mercantil.
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Ciudad Deportiva, mediados de los aĂąos ochenta. El CĂrculo Mercantil sigue cuidando con ilusiĂłn a sus equipos de base. Arriba, un equipo juvenil dirigido por Jaime Molares -el primero por la izquierda-; abajo, el infantil.
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Ciudad Deportiva, 1985/86. Círculo Mercantil. Segunda División Nacional De pie: Juan Naveira (entrenador), Marisol, Belén, Anabel Nieto, Rita Tourón, Isa Gil, Clavel y Andrés Rial (presidente) De rodillas: Jimy Fernández, Ana Ruth Cerdeira, Teresa, Techy Rial y Rosa.
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A pocas jornadas para finalizar la Fase Regional, campaña 85/86, el Mercantil cambia de entrenador. Suso Cobián se hace cargo del equipo sustituyendo a Juan Naveira, y consigue lo que parecía imposible en aquel momento: clasificarse para la Fase de Ascenso, que una vez más se saldaría sin resultados positivos. Se inicia una etapa con Cobián en el banquillo, en la que comienzan a lograrse triunfos importantes, que culminarían con el anhelado ascenso a Primera División B en la temporada 1988/89. Las jugadoras de la cantera ya ofrecen un rendimiento extraordinario. La alero Techy Rial, la ala-pívot Rita Tourón y la pívot Anabel Nieto -hija de la malograda Maribel Lorenzo-, son las principales exponentes del buen trabajo realizado por sus entrenadores de base. Jaime Molares, José Luis Fernández Brea, yo mismo… cuidaron de su preparación al paso por juveniles y juniors. Después, ya en categoría sénior, serían Paco Martínez, Juan Naveira, Suso Cobián… los que orientaron su madurez.
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En la primera eliminatoria que daba paso a la Fase de Ascenso, temporada 1986/87, el Círculo Mercantil batía a domicilio al Café Doce de Valladolid. La victoria, aunque por un escaso margen de puntos, 59/63, parecía encarrilar la eliminatoria para las viguesas. Sin embargo, no se cumplieron las previsiones. El partido de vuelta en la Ciudad Deportiva se convertiría en uno de los encuentros más dramáticos de la historia del baloncesto del Mercantil. Al final, después de un juego espectacular por parte de los dos conjuntos, el triunfo se quedaría en casa tras disputar nada menos que tres prórrogas. Resultado, 87-85, y máxima incertidumbre hasta el último minuto.
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El Círculo Mercantil, al vencer en la eliminatoria previa al Café Doce pucelano, se clasifica para disputar la Fase de Ascenso que se celebra precisamente en Valladolid. Una derrota por tres puntos en el primer partido ante el Fiat de León, 72-69, les privaría de poder acceder a la siguiente fase. Gana los dos siguientes partidos al Pio XII de Santiago y al Covadonga de Gijón, y se clasifica en un meritorio, pero insuficiente, segundo puesto de grupo. Como en ocasiones anteriores, el Mercantil seguía acercándose al objetivo del ascenso, pero en los momentos decisivos, la fortuna no acompaña, quedándose a las puertas del éxito.
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Al regreso del Intersector, el equipo de Suso Cobián disputa la primera edición de la Copa Galicia. Después de varias eliminatorias resueltas con clara superioridad, disputa la final ante el Pio XII santiagués. Se juega en el Pabellón Municipal de Caldas de Reis, que inaugura su flamante instalación con este acontecimiento deportivo. Los dos finalistas se vuelven a encontrar, y el partido podría servir al cuadro compostelano como revancha de la derrota sufrida ante las viguesas en el Intersector de Valladolid. No había pasado ni un mes, y ya se les presentaba la oportunidad de resarcirse del contratiempo anterior. Pero de nuevo el encuentro se saldaría con una victoria del Círculo Mercantil, tan laboriosa como merecida, por un apretado marcador de 73-69, después de ir ganando en el descanso por 22 puntos de diferencia. En el acto final de entrega de premios, la capitana del Círculo Mercantil, Techy Rial, recogería de manos del Alcalde de Caldas de Reis y del Presidente de la Federación Gallega de Baloncesto, el trofeo de campeón de la I Edición de la Copa Galicia. En un evento tan importante, y con marcado protagonismo vigués, se echó en falta la presencia de federativos de nuestra ciudad.
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Temporada 1986/87. El Mercantil de Suso Cobián fortalece el equipo con los fichajes de la ex céltica Sole Granados, y de Marta Méndez y Cristina Silva, procedentes del Real Club Celta Juvenil.
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As Travesas, 1987/88 Círculo Mercantil de Vigo, Segunda División Nacional De pie: Clavel, Susana, Marta Méndez, Suso Cobián (entrenador), Anabel Nieto, Ana Ruth Cerdeira y Andrés Rial (presidente). Agachadas: Bea, Isa Gil, Pío, Jimy Fernández y Techy Rial.
Suso Cobián, al frente del equipo de Segunda División, sigue cosechando triunfos interesantes. En la pretemporada de 1987/88, logra un nuevo éxito en tierras portuguesas. El Mercantil participa en Vilanova de Galla en un torneo con las mejores formaciones de Portugal, y se lo adjudica con manifiesta superioridad. Como nota curiosa hay que señalar que el premio a la “Mejor Jugadora” del torneo le fue concedido a Jimy, según los portugueses, la “norteamericana” del Círculo Mercantil de Vigo. El trofeo a la “Máxima Encestadora” se lo adjudicó Techy Rial.
Jimy Fernández, la excelente base del Círculo Mercantil.
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Comienzo en Porriño
Comienza la temporada 1988/89 en Segunda Nacional, que va a resultar decisiva para el futuro del Círculo Mercantil de Baloncesto. Su entrenador, Suso Cobián, continúa al frente del equipo, y después de tantos años persiguiéndolo, llegaría por fin el ansiado ascenso a Primera División B. El Mercantil se presenta en O Porriño con la gran novedad del fichaje de la ex céltica Marisol Paíno, cuya aportación será a la postre fundamental para alcanzar el objetivo. Años más
203 tarde, Suso Cobián confesaría: “Hasta que fiché a Marisol, no
conseguimos ascender.”
En su debut liguero en el Pabellón Municipal de O Porriño ante el Sarmodi, mucha animación en las gradas para ver a Paíno en su regreso a las canchas, con una discreta actuación por su parte. El Mercantil arrolló al representante porriñés por un contundente 43-103. El comienzo no podía ser más esperanzador.
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Ana Ruth Cerdeira, Jimy Fern谩ndez y Techy Rial, las jugadoras m谩s veteranas del Mercantil, y aunque j贸venes, eran ya muchas las temporadas que llevaban en el club. Techy, la capitana, casi desde su fundaci贸n.
205 El Círculo Mercantil va sumando victoria tras victoria, demostrando una superioridad manifiesta sobre sus más destacados rivales. La incorporación de la veterana Marisol Paíno a una plantilla excelente como ya existía, sirvió para marcar definitivamente las diferencias. El equipo de Suso Cobián se exhibió en todos los campos por donde pasó, arrasando a sus contrarios.
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La internacional Marisol PaĂno fue jugadora decisiva en el ascenso.
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Nuria Figueroa, Marta Méndez y Cristina Silva, jóvenes valores procedentes del Celta, a las que entrené en mi etapa de preparador del equipo juvenil céltico en las temporadas 86/87 y 87/88.
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El equipo del Mercantil sigue imparable en su marcha hacia el ascenso, sin encontrar en toda la temporada un solo rival que lo pusiera en dificultades. Su poder de anotaci贸n queda reflejado en este resultado contundente, 62-90, ante el Clesa Ferrol.
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Se acaba la liga regular con otro triunfo abultado del Mercantil, esta vez sobre las pontevedresas del Arxil. Son varias las jugadoras que garantizan la elevada anotación del equipo: Techy Rial, Marisol Paíno, Jimy Fernández, Cristina Silva, Nuria Figueroa…
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Pero un despiste incomprensible de las viguesas en Ferrol hizo necesario un tercer partido para resolver el playoff clasificatorio para la final gallega. La superioridad de las pupilas de Suso Cobiรกn en el desempate, 102-55, no deja lugar a dudas.
211 Luego, en la final celebrada a partido único en Poio, el Mercantil se proclamaría campeón gallego con autoridad, clasificándose para la Fase de Ascenso a Primera Nacional, que se disputaría en Vitoria en el mes de Junio.
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Temporada 1988/89. Círculo Mercantil de Vigo Ascenso a Primera B De pie: Suso Cobián (entrenador), Marisol Paíno, Aurora, Nuria Figueroa, Sonia, Susana, Marta Méndez, Cristina Silva y Andrés Rial (delegado) De rodillas: Ana Ruth Cerdeira, Jimy Fernández, Techy Rial, Bea, xxxxx y xxxxx.
Había pasado más de una década desde la fundación del equipo, y por fin, en la capital vasca, se lograría el codiciado ascenso a Primera División B, objetivo que se venía persiguiendo con tanto ahínco desde entonces. Exitosa temporada, 1988/89, que quedaría grabada para el recuerdo de los vigueses, como el mejor logro del Círculo Mercantil Femenino, y al mismo tiempo, como el increíble detonante de su inesperada desaparición.
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En la campaña anterior, 1987/88, el Mercantil ya se había acercado a los puestos de privilegio de la Segunda División Nacional, haciendo méritos más que suficientes para ser considerado como un serio aspirante al ascenso de categoría en un futuro inmediato, como a la postre se confirmó. Su entrenador, Suso Cobián, venía moldeando la plantilla a lo largo de casi tres años, a base de trabajo y perseverancia. Se había hecho con un grupo ideal, mezcla de jugadoras de casa, de jóvenes ex jugadoras célticas, y de alguna veterana de gran experiencia. Al tercer año de empeño, se conseguía culminar el proyecto en una inolvidable semana de buen juego y determinación. En el año del ascenso, tras la desaparición del Real Club Celta -en agosto de 1988-, el Círculo Mercantil se había convertido en el primer equipo de la ciudad, y como se demostraría en Vitoria, a la altura de los mejores de Galicia. De hecho, ya contaba en su haber con una Copa Galicia, competición de prestigio, abierta tan sólo a los mejores conjuntos de la región. Y lo que en principio resultaba un éxito total, muy celebrado por los socios de la entidad, y por el mismo baloncesto de Vigo -que entendía en aquel momento que el Mercantil podría cubrir la lamentable pérdida del Celta-, se convertiría al final en el motivo de la desaparición de la sección de baloncesto femenino de la sociedad viguesa. Se cerraba así una década larga de actividad en el Círculo Mercantil, iniciada con Servando Lopo como delegado, y cerrada por Andrés Rial con su dimisión, ante la postura inadmisible de la directiva de la entidad. A la desaparición del Real Club Celta Femenino, seguía un año después la del Círculo Mercantil. Al menos, la plaza alcanzada en Vitoria para jugar en la Primera División B sería cedida a la Agrupación Deportiva Viguesa de David Hortas, que bajo el nombre de Club Xerox-Vigo, ascendería a División de Honor al año siguiente.
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Como reflexión personal, ahora que revivo aquel momento del ascenso, pienso en lo orgulloso que me sentí en su día… ¡y mucho más ahora, 2010, ya pasados veinte años!, al encontrar entre la plantilla del éxito a cinco jugadoras que tuve la suerte de entrenar, cuatro en sus años de juveniles, y una en edad junior: Nuria Figueroa, Cristina Silva, Carmen Patiño y Marta Méndez en el Celta juvenil, y Techy Rial en el equipo junior del Mercantil. Éstas son las grandes satisfacciones que mantienen vivas la ilusión y la motivación en los entrenadores, y no me refiero a los profesionales, sino a los que modestamente enseñan cada día el baloncesto a niños y niñas que quieren empezar en este apasionante deporte.
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Techy Rial, la jugadora más emblemática del Círculo Mercantil a lo largo de sus doce años de historia en el baloncesto. Una alero anotadora, de buen tiro a distancia y de rápido contraataque, y la que más veces vistió la camiseta de la veterana sociedad.
218 Tras alcanzar el éxito más sonado de su historial, el Mercantil Femenino se vería condenado a la desaparición, al no contar con el imprescindible apoyo de la directiva de la sociedad, ni tampoco con el permiso necesario para encontrar una posible solución económica a los elevados gastos de la nueva categoría. Se cedió la plaza a la Agrupación Deportiva Vigo, dirigida por David Hortas -futuro Club Xerox-Vigo de División de Honor-, sin consulta alguna con los delegados de la sección, y con ciertos rumores -aún hoy en día- de dudosas maniobras. La rectores del Círculo Mercantil ya habían suprimido con anterioridad a su representante de tenis de mesa en la máxima categoría nacional -incluso con internacionales en sus filas-, a su equipo de balonmano de Primera Nacional -su entrenador y varios de sus jugadores fueron piezas decisivas en el ascenso a Asobal del Teucro de Pontevedra en la siguiente temporada-, y al conjunto femenino de tenis, también en la máxima categoría -ex campeón de España absoluto por clubs-. Ahora repetía conductas anteriores con el equipo de baloncesto, y lo hacía repentinamente, sin aviso previo, sin concesiones de ningún tipo, y lo que es más grave, a espaldas de los delegados de la sección, que venían trabajando con esfuerzo e ilusión desde hacía muchos años, y que ya tenían encaminada las negociaciones con un posible sponsor, para resolver así el alto presupuesto que exigía la Primera División B Nacional. La dimisión de su delegado Andrés Rial y de su grupo directivo no se hizo esperar, y como consecuencia, se llegó la desaparición definitiva del Círculo Mercantil Femenino. No sabemos si desde el punto de vista económico de la sociedad, la directiva que presidía Segundo Fábregas habrá acertado con estas medidas. Al desaparecer los equipos de élite de tenis de mesa, de balonmano, de tenis femenino y de baloncesto femenino, el Círculo Mercantil iba a rebajar considerablemente su presupuesto… pero también su prestigio, como es evidente… y poco a poco, también el número de sus socios. La presencia diaria de los equipos del Mercantil en los medios constituía, sin pretenderlo, una promoción de la entidad de un valor incalculable, cuyo alcance nunca se podrá cuantificar.
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Estoy seguro de que si levantara la cabeza el gran presidente don Camilo Veiga -que no era precisamente un hombre del deporte-, no hubiera permitido que desapareciesen los equipos del CĂrculo Mercantil que tanto prestigio otorgaban a la sociedad. El tenis de mesa, el balonmano, el tenis femenino y el baloncesto tendrĂan una soluciĂłn satisfactoria para continuar su trayectoria deportiva.
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Capítulo VII
¡VAYA CON LA SENTENCIA! ... Y ALGO MÁS _____________________________________________________
223 ¡Cuántas veces me tuve que tragar esta sentencia! En su momento, principios de los años noventa, pensaba todo ufano que la realidad era exactamente así: “En el baloncesto ya
lo he visto todo. No hay nada nuevo que se me pueda ofrecer.” Llevaba en nuestro querido deporte desde 1948, es
decir, más de cuarenta años, y se lo decía a mis compañeros del Club Rodaballo cuando ya me iba a retirar de las canchas de juego. A partir de entonces -continué de entrenador-, cada día que pasaba me iba encontrando con algo nuevo, y una vez tras otra, me sorprendía que pudieran ocurrir acontecimientos, situaciones técnicas, frivolidades, anécdotas… que yo, con mis cincuenta años largos de baloncesto, no hubiera conocido o vivido con anterioridad.
- Querido amigo, ¿tú conoces algunos hermanos trillizos en el mundo del baloncesto? - Los Caruncho, del Canon, son tres hermanos. - Pues sí, efectivamente, pero no son trillizos. En el Estudiantes he tenido a dos parejas de hermanos como compañeros de equipo: Rafa y Juan Tapias, y José Abundio y José Luis Fernández Ferro. También en el Rodaballo: Alberto y Octavio Gómez, y Rafa y Yago Presa. Me he enfrentado en muchas ocasiones con rivales que contaban con hermanos en sus filas: los Bermúdez en la Bazán de Ferrol; Chavo y Chivia en el SEU de Santiago; los Perla en Ourense; los Sagi-Vela en el Estudiantes de Madrid; los Vázquez en el Vicus; los Caruncho en el Canon; los Bernárdez en el Xuventude; los Garrido en el Ureca… Como entrenador del Celta tuve a hermanas en el equipo contrario: las Cochoud en el Creff de Madrid; las tres Gómez de Frutos en el Medina de A Coruña; Rosa y Mercedes Castillo en el Picadero de Barcelona; las Famadas en el Argentona catalán…; también en el propio equipo, Toya y Susana García. Hasta he compartido camiseta en el Rodaballo con padres e hijos: Carlos Cerdeira y su hijo Alejandro, y Benito Lorenzo y su hijo Alberto. En el Estudiantes con cuñados, Rafa Tapias e Isidro Gallego.
224 Incluso un excelente árbitro de los setenta, Ángel García Torrón, arbitraba al que sería su futuro suegro, Carlos Cerdeira. “No le protestéis -nos pedía Carlos a sus compañeros del Rodaballo con gesto de preocupación.” Teníamos fama de algo “folloneros”… cosa que era mentira, naturalmente. ¡Pero trillizos! Jamás los había visto en una cancha de baloncesto. Ya había oído hablar de ellos a su entrenador en alevines, Serafín da Silva: “Éstos son la hos…, Luis. Se comen a
quien se le ponga por delante. ¡Y pobre del que no defienda!”
Me los encontré por primera vez en una cancha, en el Pabellón de Panxón, compitiendo por su colegio en el “Maratón de Baloncesto” que suele organizar el Club Airexa en mayo. El informe espontáneo y expresivo de Serafín sobre sus pupilos no podía ser más exacto. “Son alevines de primer año. ¡Como crezcan…!”, auguraba su entrenador con pleno convencimiento. Ágiles, rápidos, luchadores, bravos, talentosos, anotadores, listos… no muy altos de momento, de ahí la observación de Serafín. Uno de ellos -por entonces ni los distinguía ni sabía su nombre-, dirigía desde la banda a sus compañeras de estudios en uno de los partidos de mini-basket de la citada competición. Se desgañitaba dándoles instrucciones, corriendo el campo de un extremo a otro, gritando, gesticulando… pero las niñas no se enteraban de nada. Ni de las indicaciones del trillizo, ni en dónde tenían que atacar y defender, ni qué debían hacer con el balón… ni que estaban jugando al baloncesto. Ya desesperado, sin ánimos para más, expresó su frustración con pena: “¡Esta juventud
de ahora!...”
- Querido colega, a partir de enero los voy a entrenar. Ya veremos a ver qué pasa. - ¿Y tú, Luis, sabes entrenar trillizos? - Me temo que no. Además me siento indefenso, no sé a quién acudir. Yo conozco a excelentes entrenadores de pívots, a especialistas en el tiro, a preparadores físicos, a formidables monitores de fundamentos, a tácticos empedernidos… que me podrían aconsejar con mucho gusto. ¡Pero entrenadores de trillizos!... Me veo muy mal.
225 El otro día, septiembre de 2009, en un partido de entrenamiento entre cadetes del mismo club, las diez jugadoras de campo cayeron en el más absoluto de los despistes. Después de la primera canasta del tercer cuarto, el equipo que debía atacar bajó a defender rápidamente al otro campo, y el equipo que tendría que defender, sacó de fondo, y se colocó con orden para atacar contra su propio aro. El árbitro tuvo que intervenir con varios y estridentes pitidos para parar el juego y ordenar la situación. Aún así, fueron los entrenadores respectivos los que, a grito pelado, debieron aclararles el error a sus jugadoras. Yo he visto amagos individuales de atacar indebidamente contra la canasta propia, incluso efectuar un lanzamiento, y hasta meter el tiro, pero siempre han sido situaciones protagonizadas por un sólo jugador, a veces por dos, porque otro despistado del equipo contrario también le defendió para que no encestase. Normalmente estas circunstancias vienen precedidas de un cambio en un tiempo muerto o en el inicio de un cuarto, y siempre de forma individual. Este mismo año, 2010, un jugador de ACB anotó en su propia canasta. Tuve que vivir cincuenta y siete años de baloncesto para ser testigo del fallo en masa de los dos equipos, sin que ninguna de las diez jugadoras en cancha percibiese el monumental error.
“Un fallo lo tiene cualquiera. No es para tanto”, me contestaron al unísono cuando las recriminé con dureza. “No, no lo es. Lo que pasa es que no ha sido un fallo, han sido diez. Y lo malo es que si no sabéis dónde atacar o dónde defender, difícilmente podréis jugar al baloncesto.” Desde ese día, supongo que me odian.
“¿Qué equipos eran? No me acuerdo. Cada día, mi memoria es más frágil.” Varios de mis familiares, profesores de instituto, me aclararon enseguida: “¿Trece, catorce años?… Están en su mun-
do.”
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Vigo, 1986. No es una jugadora “cantante”, de esas que se marcan faroles, que no cumplen con sus obligaciones, que no responden a las expectativas… Es la estadounidense Kim Hampton, que antes de llegar al R.C. Celta, ya había grabado un disco, tenía otro en preparación, y venía de hacer una gira exitosa por su país con un conjunto de música moderna. La excelente pívot cuajó una espectacular Liga con el Celta a las órdenes de Julio Bernárdez. Buena anotadora -con una zurda letal-, eficaz defensora y jugadora de muchas tablas. Su aportación fue decisiva para conseguir un meritorio tercer puesto en la campaña 85/86. El bello rostro de Kim -reflejado en esta expresiva instantánea de Arjonesse enciende cuando el periodista le pregunta: “¿El sueño de mi vida? Ser una gran estrella de la canción en Estados Unidos.” Si su talento con el balón se repite en la canción, no hay ninguna duda de que así habrá sido. La imaginamos con ese gesto tan lindo y soñador, micrófono en mano, y entonando una sentida balada de amor…
227 Nacho Arroyo, el mejor especialista en “mates” de su tiempo, me comentó hace unos días que el primero en Vigo en hacer “mates“ había sido Suso Cobián. Parecer ser que cuando Cobián anotó su primer “mate” en un encuentro de infantiles, allá por los años ochenta, se quedó tan orgulloso y satisfecho de su hazaña que se pasó el resto del día practicándolo, para poder repetir la jugada en el próximo partido. Él confiesa que tan sólo empleó el resto del día, pero yo estoy seguro de que además de esas horas declaradas, le echó muchas más a lo largo de su juventud. Demasiadas, diría yo, para un entrenamiento destinado exclusivamente a la galería, abandonando en cambio la práctica de otro tipo de movimientos o tiros a canasta más necesarios. Ahora, transcurridos treinta años, deduzco la procedencia de ciertas debilidades que yo advertía en el juego de Suso Cobián en su época del Bosco, del Ademar… En definitiva, un mal uso de las horas de trabajo. Si sus discípulas leen esto, a ver cómo les dice a sus niñas del Airexa, o del Andersen, o del Salesianos… que no entrenen el tiro de espaldas al aro, o el dribling por debajo de las piernas del contrario, o el tiro desde el círculo central, o el gancho desde el córner… En resumen, que no practiquen las acostumbradas “gili…” que todos los jugadores suelen entrenar cuando son niños, o menos niños, o ya de adultos.
Suso Cobián, entrenando el “mate” en el Frontón Municipal.
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El recorte de prensa, con fotografía y pie de foto, lo dice casi todo. No sé si lo que cuentan puede ser cierto, o son simplemente bromas y fantasías de Paquiño Martínez. De ser verdad, el “Trapallada”, nombre del pretendido equipo trotamundos de aquel verano de 1977, sería casi una selección gallega. Al menos, muchos de los mencionados estarían en un posible combinado de Galicia. El “Trapallada” se convertía en un equipo de ferias y fiestas, y me hace recordar los años sesenta cuando en verano se acudía a muchas de las fiestas patronales de los alrededores de Vigo y del resto de Galicia. Cangas, Ponteareas, Santiago, A Estrada, Pontevedra, Ourense, A Cañiza, O Barco… Con el Estudiantes jugamos en Cangas en plena calle, por donde circulan los coches en la actualidad; lo hicimos en la Alameda de Pontevedra; en A Praza da Quintana en Santiago; en el campo de fútbol de A Estrada; en parques de Ponteareas y A Cañiza… Pero es que el “Trapallada” de Paco Martínez extendía su gira de verano al norte de España y a Francia… ¿Habrá sido cierto?
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En junio de 2006, la Federación Gallega organizó en Lugo un partido de “viejas glorias” entre una Selección de Galicia y una Selección de España. Son encuentros que siempre tienen el atractivo de ver en la actualidad a los famosos de hace años. Resultado apretado a lo largo de todo el encuentro, con victoria final para la Selección de España por 53/51. Las estadísticas reflejan fielmente el estado de forma de los contendientes. Por Galicia, los mejores fueron el lucense Manel Sánchez (20 puntos) y el ferrolano Manolito Aller (6). Por la Selección de España, destacaron Antúnez (17), Jordi Villacampa, Juan Orenga (ambos con 11) y Joaquín Costa (4).
230 El famoso entrenador Pedro Ferrándiz iba levantando polémica por donde pasaba. Como aún sucede hoy en día, había la opinión generalizada en el país de que su equipo, el Real Madrid, se veía continuamente favorecido por el estamento arbitral. En aquellos años sesenta y setenta -en plena dictadura- se aseguraba que el conjunto madrileño era “el equipo del régimen”. A estas observaciones de los periodistas, Ferrándiz contestaba con su peculiar estilo: “A la hora de pagar a un árbitro,
el Real Madrid paga mejor.”
En cierta ocasión acudió a Milán al homenaje del célebre entrenador italiano Cesare Rubini, y en rueda de prensa declaraba con su ironía habitual: “Soy como un hermano para Ru-
bini, pero siempre le he ganado, excepto en un partido en el que fue más rápido que yo comprando a los árbitros.”
En España ya estaba todo el mundo acostumbrado a las excéntricas declaraciones del técnico madridista. La difusión mediática de entonces -años setenta- tampoco tenía nada que ver con la actual. Ahora mismo, en 2010, cualquier frase extravagante de un famoso es recogida al instante por la totalidad de los medios internacionales. En aquel momento, las declaraciones de Pedro Ferrándiz en Milán generaron un enorme escándalo, y trascendieron por los diarios europeos con rapidez.
Frontón Municipal -descubierto por entonces-, 1965. El Real Madrid en un amistoso contra el Manuel Álvarez. El primero por la izquierda es Pedro Ferrándiz.
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Navidades-2007. El Club Gestibérica-Ciudad de Vigo felicita las fiestas a sus seguidores. En las imágenes, la plantilla al completo con su entrenador Tito Díaz y su ayudante Iago Casal. Abajo, el más carismático de sus jugadores, Shawn Jackson, con un hijo de un compañero en sus brazos.
A causa de la tremenda crisis económica mundial, iniciada en 2008, el valioso patrocinio de “Gestibérica” llegaba a su fin. El “Ciudad de Vigo” se quedaba sin sponsor, y su continuidad corría serio peligro. En el último instante, verano del 2009, la firma brasileña KIC,S asumía el patrocinio. ¡Adiós al “GESTI”!
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Los lucenses, Pepe Conde y Tito Díaz, dos históricos del baloncesto gallego, defendiendo los colores del Club Breogán-La Casera de Lugo.
En los años ochenta, Pepe Conde y Tito Díaz vistieron la camiseta del Club Breogán-La Casera de Primera División, y ambos desempeñaron en el equipo las funciones de base con bastante acierto. Pepe Conde pasó del equipo lucense al Obradoiro CAB de Santiago, y luego ficharía por el C.D. Bosco de Vigo, donde jugaría durante muchos años hasta su retirada, poco antes de la desaparición del legendario club vigués. Tito Díaz, después de jugar en Lugo, pasó a distintos equipos gallegos, y militó una temporada en el R.C. Celta de Primera B, club de triste recuerdo para los aficionados vigueses. ¿Quién les iba a decir a ambos en los años ochenta, que el destino los iba a unir de nuevo en el siguiente siglo para compartir un mismo proyecto? El Gestibérica-Ciudad de Vigo de LEB Bronce, temporada 2007/08, entrenado por Tito Díaz, se proclamaba campeón y ascendía a LEB Plata. Su antiguo compañero
233 del Breogán, Pepe Conde, desempeñaba las funciones de directivo… y con mucho mando.
As Travesas, 2007. Se vive uno de los momentos más felices del GestibéricaCiudad de Vigo. Acaba de proclamarse campeón de LEB Bronce, y por lo tanto, asciende a LEB Plata. Sus jugadores, en el clásico ritual de llevarse como recuerdo la red de una de las canastas.
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Al prestigioso entrenador norteamericano, Phil Jackson, el más laureado de la NBA, no le van a llegar los dedos de las manos para lucir los “anillos” ganados en la mejor competición del mundo. Lleva diez, y si al final de la campaña 2009/10, consigue un nuevo título con Los Ángeles Lackers, ya tendrá el problema… aunque pensándolo bien, todo se soluciona colocando dos en un mismo dedo. Como se puede observar en el comentario de Diego Doval en “Faro de Vigo”, el famoso entrenador es un apasionado de las letras, hasta el punto de haber escrito varios libros. Considera, además, que la lectura es una actividad necesaria para el deportista, y ordena a sus jugadores leer como si se tratase de una parte más del entrenamiento.
235 En cambio, otro eminente entrenador norteamericano, Chuck Daly, fallecido en 2009, tenía al deporte del golf como su gran pasión al margen del basket. Con dos anillos de la NBA en su haber, conseguidos con los Pistons de Detroit en las temporadas 89 y 90, alcanzó el zenit de su fama con el mítico “Dream Team”, campeón olímpico en Barcelona-92.
El “Dream Team” -“Equipo de Ensueño”-, vencedor en los Juegos Olímpicos de Barcelona-92. Chuck Daly en medio de Michael Jordan, Larry Bird, Magic Johnson, Pat Ewing, Karl Malone, David Robinson, Jhon Stockton, Charles Barkley… Está considerado como el mejor equipo de todos los tiempos.
Pues bien, en un verano de los años noventa, Chuck Daly llegó de visita a España, no sabemos con exactitud si invitado por la Federación Española o simplemente de vacaciones por su cuenta. El caso es que entre las muchas recepciones que tuvo en todo el país, hubo también una en Galicia. A un asesor de la Consellería de Deportes de la Xunta de Galicia -por cierto, con excelente palmarés en su currículum baloncestístico- se le ocurrió, con muy buen juicio, organizar una conferencia del maestro americano en la ciudad de Pontevedra. Allí acudieron la mayoría de las “fuerzas vivas” del basket gallego, con ilusiones bien fundadas de escuchar las autorizadas opiniones del famoso “coach”.
236 Comenzó el acto, ya habían pasado más de quince minutos de charla, y Chuck Daly todavía no había ni mencionado el baloncesto para nada. Todo el tiempo inicial se le fue en elogios a la Isla de A Toxa -donde lo hospedaron-, a las excelencias de su campo de golf -que disfrutó activamente-, a las maravillas de este deporte, a los beneficios que reportaba a los deportistas…
Dos conocidos entrenadores -y ex jugadores de nivel-, con gran prestigio en el ambiente gallego, e íntimos del asesor de la Xunta, habían acudido juntos a la conferencia, atendiendo la invitación expresa del amigo. A la vista de la marcha que llevaba el discurso del norteamericano, ni cortos ni perezosos, se levantaron de sus asientos sin la más mínima discreción, y se marcharon del acto ostensiblemente enfadados, y armando con su salida el consabido revuelo entre el resto de asistentes. Luego recibirían la gran bronca del asesor amigo por el escándalo que propiciaron. “Una tomadura de pelo. No se podía consentir.”, le contestaron. “Este tío, ¿por quién nos tomó?” Seguro que pasados los años, los dos personajes de la “hazaña” se reirán del hecho cuando lo recuerden, y hasta pue-
237 de que presuman de haber dejado con la palabra en la boca a un número 1 del baloncesto mundial. Lo que no sabemos a ciencia cierta es si al final de la conferencia de Chuck Daly, los asistentes habrán cambiado el balón de baloncesto por los palos de golf.
Chuck Daly da instrucciones a Joe Dumars y a Isiah Thomas durante un partido con los Pistons de Detroit.
¿Qué quiénes eran los protagonistas del suceso?... ¡Y yo que sé! Lo sabía, pero ya no me acuerdo… aunque puedes preguntar. Alguien lo recordará.
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Plaza de Toros de Ourense, Fiestas del Corpus, 1955. Club Areosa De pie: Cándido Gil (jugador-entrenador), Benito Lorenzo, Yeyo Oubiña, Riveiro y José A. Román. Agachados: De la Peña, Lago, Carlos Núñez y Carlos Cossío.
Lo de jugar en una plaza de toros al baloncesto ya viene de antiguo. Ahora, a principios de este siglo, lo han hecho el Real Madrid y el Club Estudiantes en la plaza de Vista Alegre. Los ourensanos, gente de talento comprobado y buenos inversores, de paso que instalaban una plaza portátil para disfrutar de la fiesta nacional, también la utilizaban para disputar en ella el Trofeo Corpus de baloncesto. Durante varios años invitaron al Areosa y al Bosco a la festividad. No sabemos a ciencia cierta si los ourensanos habrán sido los precursores del “basket en plaza de toros”, pero la acertada visión de usarla para algo más que para unas jornadas taurinas, queda patente con el testimonio que se aporta. Lo único que pudo suceder, en escenario tan emotivo, es que Carlos Núñez contara después que en el contraataque “entró a matar” hacia la canasta, o que le hizo “un pase de espaldas” a Cándido Gil, o que el leñero de turno del Bosco le puso hasta “banderillas”, o que a una finta del juego le llamara “una verónica”, y ya por último, que en vez de una copa, como capitán del Areosa, había recibido de la autoridad “el rabo y dos orejas”.
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Capítulo VIII
¡ VUELVE EL “OBRA” ! _____________________________________________________
240 Después de diecinueve años de una batalla judicial sin precedentes, que hará historia en el deporte español, el Obradoiro Club de Amigos del Baloncesto de Santiago llega a la Liga ACB en la temporada 2009/10. Pasado tanto tiempo, hago memoria sobre lo sucedido, y por más que me esfuerzo, no acabo de recordar con exactitud lo que ocurrió en su día. Busco fuentes de información y me lo cuentan. Traslado los hechos a estas líneas para aquellos que, como yo, lo hayan olvidado, y también para informar a los jóvenes que no habían nacido todavía, o bien tenían muy pocos años. Pretendo, de esta forma, que se enteren de la increíble historia del “Obra”, el único representante gallego en la Liga ACB actual, y desde ya, algo más que un equipo de baloncesto.
<<El Obradoiro Club de Amigos del Baloncesto fue fundado en 1970 por veintinueve socios fundadores. Se intentaba dar una sucesión al histórico SEU de los años cincuenta y sesenta (de los Chavo, Chivia, Barca, Vitolo, Fenollera, Carlos Lamela, Manuel Filgueira, Víctor Félix…), desaparecido con los cambios políticos, y acogido bajo la tutela de la S.D. Compostela, que como suele acontecer en el seno de los clubes de fútbol, no le prestaba al baloncesto la debida atención. >> <<El Obradoiro comienza a jugar en Tercera División en la temporada 1970/71, e igual que sus clubs antecesores, lo hace en el legendario Gimnasio Universitario -hoy en día, Auditorio de la Universidade de Santiago de Compostela.-. >> <<En la campaña 1976/77 asciende a Segunda División, y años después se integra en la recién creada Primera División B. Abandona el Gimnasio Universitario y se traslada a jugar al flamante Pabellón do Sar, de titularidad propia, y siempre lleno de una entusiasta, entendida y fiel afición. >> <<Eran tiempos de entrenadores como Couceiro, Carlos Lamela, Jorge Peleteiro, Alfonso Rivera… del eterno Pepe Casal como preparador físico… y de los Mario Iglesias, Quino Salvo, López Cid, Javier Lomas, Tonecho Lorenzo, José Antonio Gil, Julio Bernárdez, Alberto Abalde, Rafa Montero, Popocho Modrego,
241 Suso Montes… Se estaba fraguando el ascenso del Club Obradoiro a la máxima categoría del baloncesto español. >> <<La ilusión de sus dirigentes, el apoyo de una incondicional afición, el buen planteamiento técnico, y el trabajo exhaustivo en cancha de varios años, situaron al “Obra” a la cabeza de los aspirantes al ascenso. >>
El Gimnasio Universitario, durante un partido en los años sesenta entre el SEU de Santiago y el Club Estudiantes de Vigo. Sería la primera cancha del Obradoiro CAB.
<<En 1981/82, el Obradoiro CAB alcanza al fin el codiciado ascenso a División de Honor -equivalente a la actual ACB-, y se erige como el primer equipo compostelano capaz de llegar a la categoría más alta de su deporte. >> <<El entusiasmo desbordante de la ciudad se pone de manifiesto en el multitudinario recibimiento que se le tributa al equipo en el Aeropuerto de la Bacolla. >> <<Luego vendrían las recepciones oficiales en el Ayuntamiento y en la Xunta de Galicia. >> <<Santiago vibraba con un equipo que había conseguido aglutinar voluntades, crear ilusiones, y rematar con el éxito del ascenso el esfuerzo de tantos años en la lucha diaria. >>
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Pabellón do Sar, propiedad del Obradoiro CAB, e inaugurado en los años setenta. La afición llenaba a rebosar las gradas en cada partido.
Esta ruidosa y apasionada peña acompañó al “Obra” del ascenso en todos sus desplazamientos de aquella histórica liga de 1981/82.
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Pabellón do Sar, 1982. El pívot Alberto Abalde anotando una bandeja sin oposición. El vigués fue una pieza importante en el ascenso del Obradoiro a Primera División.
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Pabellón do Sar, 81/82. El mítico Obradoiro CAB del ascenso a División de Honor. De pie: Julio Bernárdez (entrenador), Pepe Casal (preparador físico y entrenador), Alberto Abalde, Balagué, Vidal y Cors. Agachados: Javier Lomas, Vallejo, Echarri, Popocho Modrego, Rafa Montero, José Antonio Gil, Mario Iglesias y Añón (fisioterapeuta).
Pabellón do Sar, 1982. El “Obra” festejó el ascenso dos veces. Ésta es la primera, al finalizar el penúltimo partido de liga con triunfo claro sobre el Bosco de La Coruña. Suponía, en aquel momento, el titulo y el ascenso. Los jugadores saludan a la afición.
245 <<Cuando se cantaba el alirón en el penúltimo partido de liga, unos resultados inesperados obligaron al “Obra” a un triunfo agónico en la última jornada. Cundió el nerviosismo en el club y en la afición, y fue necesario esperar a la victoria en Mataró para proclamarse campeón y lograr el ascenso. >>
Crónica histórica del diario deportivo “As”, que da cuenta del triunfo decisivo del Obradoiro en la cancha del C.D. Mataró.
Los máximos anotadores del Obradoiro, Mario Iglesias (25 puntos) y José Antonio Gil (28), ambos con tres ases de nota en su actuación.
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ÂĄFinal del partido! AlegrĂa desbordante entre jugadores y aficionados. Julio BernĂĄrdez aupado a hombros por sus jugadores.
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Recibimiento apoteósico de la afición en el Aeropuerto de Santiago. Jóvenes, muchas mujeres, incluso niños… ¡Impresionante!
El entrenador Julio Bernárdez es felicitado por los aficionados.
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Los aficionados aplauden al equipo en su llegada. El jugador Mario Iglesias y Julio Bernรกrdez son los primeros en aparecer.
El entrenador del ascenso paseado en hombros por el aeropuerto.
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Los aficionados arrollan a los jugadores y técnicos.
Santiago, 1982. Recepción en San Caetano. El presidente de la Xunta, Fernández Albor, recibe a directivos, cuerpo técnico y jugadores del Obradoiro CAB. A la izquierda, el presidente del club, Antonio Castro; de frente, el jugador Balagué y Pepe Casal, preparador físico; a la derecha, Añón, el fisioterapeuta, y Julio Bernádez, el entrenador.
250 <<Para el debut en División de Honor, ante la obligada ausencia del entrenador del ascenso, Julio Bernárdez -cumpliendo el Servicio Militar en Madrid-, el Obradoiro CAB contrata al prestigioso coach yugoslavo Todor Ladzic. >>
El americano Nate Davis, reforzando al Ademar de Vigo en un partido amistoso. Tal vez haya sido el mejor extranjero de la liga española en los años ochenta.
251 <<A pesar de un comienzo esperanzador en Primera División, temporada 82/83, con triunfo sobre el Caja de Ronda actual Unicaja de Málaga-, el Obradoiro no es capaz de mantener el elevado nivel técnico de la competición, y acaba descendiendo sin paliativos a Primera B. >>
Primer “cinco inicial” del Obradoiro en Primera División De pie: Chuck Verdever, Alberto Abalde y Jon Pagés. Agachados: Javier Lomas y Popocho Modrego.
252 <<En la campaña 83/84, arrastrando el desencanto lógico del rápido descenso de la máxima categoría, el Obradoiro remata de mal en peor la Liga, y acaba bajando a Segunda División. Asciende de inmediato a la siguiente temporada, y pugna de nuevo por los primeros puestos de la Primera B, que daban opción a la lucha por el ascenso a Primera División. >> <<Al fin, en la temporada 89/90, el Obradoiro se clasifica para los playoff por el ascenso, y le corresponde enfrentarse al Júver-Murcia en eliminatoria decisiva al mejor de tres partidos. El pronóstico de los entendidos se presenta como muy comprometido para los intereses compostelanos. >>
Santiago, 1989. El histórico equipo, Óptica Val-Obradoiro -también patrocinado por Caixa Galicia-, que se enfrentó al Júver-Murcia en el playoff de ascenso a Primera División en la temporada 1989/90. Arriba: Owi Cameron (delegado), Suso Marque (médico), Paco Dosaula, Chicho Herránz, Valentín Baeza, Manuel Fdez. “Pirulo” (entrenador), Víctor Anger, José Luis Criado, Tonecho Lorenzo (2º entrenador), José A. Rodríguez (preparador físico). Abajo: Bill Collins, Popocho Modrego, Chema Solsona, Paco Solsona y Jordi Morella.
253 Aquí se inicia la batalla judicial del Obradoiro contra la justicia deportiva del país, que hará historia en los anales del deporte español. Ha sido tan larga, 17 años, con tantas vicisitudes, y ha pasado por tantos tribunales de justicia, que sería digna de una interesante película de jueces, abogados, políticos deportivos, acusados, inocentes... Argumento, desde luego, sobrado de alicientes para un emocionante film.
<<En el ya famoso playoff por el ascenso a ACB, entre el Óptica Val-Obradoiro y el Club Júver-Murcia, se produce un hecho curioso que da lugar al largo proceso judicial. >> <<En la estancia del Obradoiro en Murcia, se presenta en el hotel un matrimonio -¿por qué razón?, ¿engañados?, ¿por miedo?...- que declaran no ser los verdaderos padres del jugador del Júver-Murcia Esteban Pérez, como figuraba en la documentación que acreditaba la nacionalidad española de Pérez. >> <<Las normas de la competición sólo permitían un jugador extranjero por equipo, y este puesto ya lo ocupaba en el club murciano el norteamericano Mike Philips. >> <<El Obradoiro, que pierde el playoff después de una determinante actuación de Esteban Pérez, denuncia el hecho al Comité de Competición, reclamando su victoria en la eliminatoria por alineación indebida, y por lo tanto, su derecho al ascenso automático a ACB. >> <<Tanto el Comité de Competición y Apelación de la Federación Española, como el Comité de Disciplina Deportiva del Consejo Superior de Deporte, se inhiben sobre la irregularidad cometida. Ante el desamparo en que se ve sumido el Obradoiro, opta por apelar a los tribunales de justicia ordinaria. >> <<El abogado compostelano Antonio Vázquez Guillén y su hermano, el procurador Argimiro Vázquez Guillén, llevan la representación del Obradoiro en la demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Al mismo tiempo, denuncian al jugador Esteban Pérez por falsificación de documento público, ante el Juzgado de Murcia. >> <<En junio de 1994 -habían pasado cuatro años-, el Juzgado de Murcia condena a Esteban Pérez a una multa de 200.000 pesetas -que paga el gerente del Júver-Murcia- y a seis
254 meses de arresto -que no cumple por no tener antecedentes-, por falsificación de documento público. El jugador había confesado que sus verdaderos apellidos eran Pérez Spatezza -y no Pérez Beltrán-, y que no era español, sino argentino. >> <<Al hilo de esta sentencia, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid falla a favor del Obradoiro en septiembre de 1994, le declara ganador del playoff, y obliga a la Liga ACB a integrarlo en la competición. >> <<La Liga ACB exige entonces al Obradoiro el pago del correspondiente canon de entrada, 2,4 millones de euros, y envía una auditoria a Santiago para verificar su estado de cuentas, que arrojaba en ese momento un saldo negativo de 297,468 euros -¿deuda posiblemente originada por el Pabellón do Sar, propiedad del club?-, circunstancia que le negaba su inclusión en la ACB. >> <<El Obradoiro, por su parte, presenta en la sede de ACB los avales necesarios que se exigían en la Liga 1990/91. La ACB deniega su participación por no cumplir los requisitos exigidos en ese momento. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha- bía suspendido cautelarmente el comienzo de la Liga, avala la decisión de ACB, y levanta la suspensión. >> <<Nuevo recurso del Obradoiro ante el Tribunal Supremo demandando su incorporación a la ACB en las condiciones de 1990/91. La sentencia favorable tardó siete años en producirse, y su ejecución, más de uno. El Tribunal Supremo dio la razón al Obradoiro frente a organismos tan poderosos como la Federación Española de Baloncesto, la Liga ACB e incluso la Abogacía del Estado que representaba al Consejo Superior de Deportes. La sentencia última y definitiva se produce el 12 de noviembre de 2007, y el auto de ejecución, el 17 de julio de 2008. El Obradoiro CAB solicitó un año de prórroga en la ejecución de la sentencia. >> <<El 15 de junio de 2009 -último día de plazo para realizar la inscripción, y diecinueve años después del playoff-, el Obradoiro CAB formaliza su inscripción en la Liga ACB, la mejor liga del mundo después de la NBA norteamericana. >>
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Actual campo del Obradoiro, temporada 2009/10, el Multiusos Fontes do Sar. El equipo santiagués tuvo una excelente presentación en la ACB ante el F.C. Barcelona, aunque al final perdiese por escasa diferencia. Las gradas se han visto abarrotadas desde el primer partido, haciéndose incluso insuficientes para albergar -a pesar del graderío portátil instalado en el fondo de la derecha-, no sólo a la hinchada compostelana, sino también a aficionados llegados de toda Galicia.
<<Ahora, después del calvario interminable sufrido por el club santiagués, no se descarta presentar una demanda por daños y perjuicios contra la Federación Española de Baloncesto, por esos diecinueve años que ha tenido que esperar el Obradoiro para ocupar su plaza. Estos daños, según un estudio de varios profesores de Económicas de la Universidade de Santiago -tomando como ejemplo la trayectoria durante ese tiempo del Club Júver-Murcia, equipo beneficiado en su día- podrían ascender a 90 millones de euros. >> Hoy, el Obradoiro CAB se ha convertido en algo más que un equipo de baloncesto. Representa la lucha abnegada por la justicia de un pequeño grupo de valientes, capitaneados por José Ramón Mato y José Ángel Docobo, que han permanecido sin desmayo, con incansable esfuerzo, año tras año, en la pelea sin cuartel contra los grandes organismos deportivos del país. Sin amedrentarse lo más mínimo, sin someterse a los repetidos
256 intentos de intimidación por parte del poder oficial, y haciendo valer los derechos de su club. Si su fiel afición ha esperado con infinita paciencia, y siempre atenta durante tantos años a la marcha de las demandas del Obradoiro -de las que siempre se daba cuenta en la Asamblea Anual-, ahora, con la razón en la mano que validó el Tribunal Supremo, se ha volcado como nunca con el club de sus amores, arrastrando además a aquellos que en su día aún no habían nacido, o eran todavía niños. La hinchada del “Obra” ha enriquecido su masa notablemente al paso de estos largos años. Alrededor de su bandera, a los entusiastas de antes, se han unido los jóvenes de ahora con su fuerza e ilusión. El Obradoiro Club de Amigos del Baloncesto se ha erigido en bandera del país gallego contra los abusos del poderoso centralismo, que durante siglos le han hecho tanto daño a Galicia. Es el triunfo inusual de los pequeños contra las grandes instituciones del país, reforzado además por todas las sentencias posibles de los supremos tribunales de justicia. El “Obra” es un símbolo para los gallegos, que desde todos los puntos de la región, llenan el Pabellón de Fontes do Sar en cada partido. Al Obradoiro le han puesto todas las barreras imaginables para sacarlo de en medio. Después de su triunfo en los juzgados, hasta no le permitieron la hipotética opción de vender su plaza de ACB, o fusionarse con otro club -se habló, entre otros, del Beiramar Rosalía de Santiago-. Pero ahí está el Obradoiro CAB, desde el comienzo de la campaña 2009/10 de la Liga ACB, llenando el pabellón de paisanos gallegos que quieren colaborar con su presencia y ánimo en el ejercicio de la justicia, y defender con sentido de patria las aspiraciones legítimas del club compostelano.
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En el recorte de prensa de la época, año 1990, se refleja la persecución a la que fue sometido el Obradoiro por la Federación Española de Baloncesto. Llegó hasta tal punto, que al club santiagués se le impidió jugar en Primera B, alegando toda clase de razones. Como consecuencia, se vio relegado a la categoría provincial, y a empezar de nuevo su andadura deportiva. En las declaraciones del procurador, Argimiro Vázquez, ya se menciona también la posibilidad de una futura indemnización, una vez que la demanda prosperase. Conseguida la angustiosa inscripción del Obradoiro en ACB -resultó casi milagroso el lograr su financiación-, se enfrentaba el club a la enorme dificultad técnica de formar el equipo con tan escaso presupuesto y con tan poco tiempo para decidir. Los partidos de pretemporada no albergaron demasiado optimismo en cuanto al futuro del Obradoiro. Más de un técnico capacitado le auguraba un descenso inmediato, sin esperar ni a la Navidad, a las primeras de cambio: “No van a ganar ni un par-
tido”.
Se equivocaron de lleno, porque el “Obra”, además de ser la mirada de todos los medios informativos del país, que dieron cuenta de los antecedentes con minuciosidad, se convertía en el equipo sorpresa, el equipo de moda de la ACB, que llevaba en su camiseta además de un meritorio baloncesto, el sentimiento de todo un pueblo.
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El 15 de junio de 2009, el diario “El País” se hace eco de la peculiar situación, y dedica al Obradoiro CAB una plana entera de su especial “vida & artes”. En la fotografía que ilustra el comentario -que define como plantilla de los ochenta-, se muestra un equipo de finales de los setenta, pero ya muy cerca del que protagonizó el histórico ascenso a División de Honor en la temporada 81/82. De hecho, varios de sus componentes participaron con su aportación en el celebrado ascenso de categoría. De pie: Alberto Abalde, López Cid, Tonecho Lorenzo, Caso, Carlos Calvo (presidente) y Carlos Lamela (entrenador). De rodillas: Eduardo Echarri, Boni Rodríguez, Alfredo Domínguez, Pedro Abejón, Julio Bernárdez -futuro entrenador del ascenso- y Pepe Casal (preparador físico).
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El periódico gratuito “aDn” lanza una edición especial dedicada por completo al Obradoiro. En portada, el anuncio del regreso a la máxima categoría nacional. Imagen del partido de pretemporada, Obradoiro-Dinamo de Moscú.
260 Parece que la directiva que preside José Ángel Docobo, con Miguel Juane -ex jugador del “Obra”- como director general, con el aurousano Alberto Blanco como director deportivo, y con los entrenadores Curro Segura y su ayudante Iago Casal, están acertando plenamente en la configuración de la plantilla -a pesar del bajísimo presupuesto-, y en lo que se refiere exclusivamente a la parte técnica, en su puesta a punto en la cancha de entrenamiento.
El prestigioso intelectual José Luis Alvite le dedica al Obradoiro CAB en las páginas de “Faro de Vigo” este interesante comentario. La aguda ironía del periodista explica con bastante claridad la situación, y nos sorprende con unos formidables conocimientos de baloncesto. Es obligado suponer que también él perteneció a la antigua hinchada del “Obra” de tiempos del ascenso y del famoso playoff.
El Obradoiro “Xacobeo Blu:Sens” -obviamente por razones comerciales-, que ya había dado buenas sensaciones en su debut en ACB contra el F.C. Barcelona, se asienta en la Liga, y al final de la primera vuelta se encuentra en una cómoda y esperanzadora posición de mitad de tabla. Tanto es así, que está a punto de participar en la Copa del Rey, competición reservada tan sólo para los ocho primeros.
261 El resultado más relevante: su triunfo memorable sobre el Real Madrid, que llegaba imbatido al Multiusos Fontes do Sar. La última visita del equipo merengue a Santiago de Compostela en partido oficial databa del 6 de enero de 1983, resuelta con una contundente victoria blanca por 70-l25.
El recorte de prensa pre-partido ya señala la firme decisión del Obradoiro de intentar acabar con la imbatibilidad del Real Madrid.
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El â&#x20AC;&#x153;Faro de Vigoâ&#x20AC;? recoge la formidable victoria del Obradoiro sobre el Real Madrid.
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El presidente del Obradoiro CAB, José Ángel Docobo Durantez. El periódico “aDn” le dedica esta fotografía, una larga entrevista y el acertado comentario.
Entre otras cosas interesantes que recoge la entrevista al sufrido presidente, es de mencionar un titular muy significativo:
“Recolleu en 1992 un club ferido de norte, viviu anos de pesadelo e un bo día espertou na ACB. A historia de José Ángel Docobo (A Coruña, 1951) é a historia dunha paixón sen límites.”
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265 Luis, ¿no me vas a contar nada más del Obradoiro? ¿Qué quieres saber? Que ya le ganó al Fuenlabrada, Al Unicaja, al Joventut de Badalona, al Real Madrid… - No, eso ya lo sé. Algo de antes. - Te refieres a algo de la “antigüedad”, como tú dices. - Luis, no creo que sea tanta antigüedad. - Pues mira colega, por lo de pronto tú aún no habías nacido cuando se jugó el famoso playoff. Y en el primer ascenso a Primera, dudo que tus padres ya se conocieran. Pero bueno, está bien que quieras enterarte. Ya veo que te emociona el “Obra”. Vamos a charlar con Julio Bernárdez. -
En las fiestas de Navidad-09, el Obradoiro CAB felicita a sus seguidores en los siete idiomas de los jugadores
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Capítulo IX
MÁS COSAS DEL “OBRA”… CON JULIO BERNÁRDEZ ____________________________________________________
267 - El Obradoiro ya es algo más que un equipo de baloncesto - le comento a Julio Bernárdez nada más saludarnos-. ¿Vas
a los partidos? - ¿Cómo que si voy a los partidos? No fallo uno, soy socio, y además, llevo siempre a mis dos hijos. El “Obra”, para mí y para muchos como yo, es algo que se siente muy adentro desde hace más de treinta años. Tenemos que estar ahí, unidos, empujando, alentando al equipo. - Entonces, ¿qué me cuentas de lo que se está viviendo en Santiago? Luis, aquello es algo increíble, inenarrable, emocionante… Me acerco a las puertas del pabellón, entro en el hall, voy por los pasillos, por las escaleras… y no dejan de saludarme y pararme a cada paso. Desde la puerta hasta mi asiento tardo media hora en llegar, y eso porque el partido va a comenzar -yo siempre acabo sentándome con el salto inicial en el aire-…. que si no, podría tardar horas y horas… ¿Sabes quiénes son los que me saludan? Todos los hinchas de los años setenta y ochenta. No falta uno. Esos y esas que ves en las fotos recibiéndonos en el aeropuerto, festejando el ascenso, llevando banderas y cornetas, los de la Peña del Bombo… siguen hoy, si cabe, con mayor entusiasmo que entonces. Eso sí, y lo notamos, con más de veinte años encima… y con sus hijos aumentando la hinchada. - ¡Te veo emocionado! - Pues sí, lo estoy en cada partido. Al ver aquella gente de los años setenta con tanto entusiasmo, con tanto fervor, con tanta ilusión, ¡con tanta rabia!... se comprende con facilidad el por qué están allí, el por qué no falta nadie, el por qué de sus incesantes ánimos al equipo… Detrás de lo de siempre, detrás del baloncesto… hay ahora por añadidura, la expresión de ese honor dañado, de esa injusticia exultante, de ese sentido patrio, de esa Galicia maltratada… ¡O BRA DOI RO! No paran, Luis… e inventan sin parar nuevos gritos de aliento… ¡O BE ERRE A! ¡OO BRA!... -Julio, de pronto, detiene su relato… Nosotros a la espera…- ¡No os cuento más! ¡No quiero aburriros! ¡Sí, sí, por favor! ¡Sigue contando! -suplica mi joven colega de conversación, dando un salto en el sofá.
268 Bueno, conforme. Si el chaval me lo pide, seguiré… No está mal que los jóvenes se interesen por esos valores tan olvidados, y de tanta importancia. Esa historia propia y reciente, que habitualmente es despreciada por la juventud. Algunos aún no saben quién era Francisco Franco. El “Obra” se fundó en tiempos de la dictadura. -
Julio se levanta de repente del sillón, se acerca a la librería repleta de libros, y saca un voluminoso álbum. Lo abre, y nos enseña una fotografía.
Año 1980. Obradoiro CAB de Primera División B. De pie: Andrés Caso, Jhon Powell, José Antonio Gil, Pedro Abejón y Owie Cámeron (delegado). Sentados: Boni Rodríguez, Alfredo Domínguez, Carlos Lamela (entrenador), Julio Bernárdez y Moncho Novoa.
<<De aquella –sigue contando Julio-, las camisetas del equipo eran de color granate, como podéis comprobar en esta instantánea. Mi hijo Borja, en el último partido de ACB contra el Joventut de Badalona, se empeñó en llevar puesta esa camiseta mía con el número 11, que yo conservo como algo que forma parte de mi vida. Fue la sensación. Los hinchas de entonces la
269 reconocieron, y se hacían fotografías a lado de Borja, para conservar el recuerdo de aquellos años. Hasta el Director General del Obradoiro, Miguel Juane -extraordinario ex jugador de los años ochenta-, se hizo también su correspondiente fotografía.
Multiusos Fontes do Sar, 2009. Borja, el hijo pequeño de Julio Bernárdez, con la mítica camiseta granate del “Obra” de los años setenta. Llamó la atención en los pasillos y en las gradas, y muchos aficionados históricos se acercaron a fotografiarse con él.
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Una “vieja gloria” del “Obra”, Tonecho Lorenzo -en funciones de comentarista con la TVG-, se fotografía con Borja Bernárdez. Como se puede comprobar, Tonecho también asiste a los partidos con una reliquia: el chándal de los años setenta.
El ourensano Antonio López Cid, figura del “Obra” de las décadas de los setenta y ochenta. Fiel asistente al Multiusos Fontes do Sar, y propulsor importante -con Tonecho- de las reuniones anuales de los veteranos del Obradoiro.
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Multiusos Fontes do Sar en los prolegómenos del Xacobeo-Joventut de Badalona. Una joven aficionada, Anabel, se hace la fotografía de rigor con Borja. Po-dría ser que la sonriente hincha fuese hija de algún histórico del Obradoiro.
La instantánea de padre e hijo en la cancha del “Obra” no podía faltar.
272 Yo llegué al Obradoiro por pura casualidad, y ese hecho marcaría el rumbo de mi vida. ¿Os lo cuento? -
<<Un día de verano, 1977, en plenas vacaciones, mi amigo Quino Salvo tenía que acudir a Santiago a jugar un partido amistoso de pretemporada con su equipo -el Obradoiro lo había fichado la campaña anterior-, y yo le acompañé. >> <<Al llegar al campo, José Manuel Couceiro, el entrenador de los juniors, le preguntó por mí. “Es un amigo que jugaba conmigo en los Salesianos.” “Pues dile que se mude.” Yo encantado de poder jugar, pero el problema era que no tenía ni ropa, ni botas, ni nada. Me lo prestaron todo, y las botas me apretaban tanto, que llevaba el pie medio doblado dentro de ellas. Me estuvieron doliendo los pies durante varios días. >> <<Al finalizar el partido, Couceiro se interesó por mi situación personal. “Voy a estudiar Magisterio en Vigo.”-mis padres no me podían pagar una carrera fuera de casa-. “Pues te vienes a Santiago, te damos una beca, estudias aquí, y juegas con los juniors del Obradoiro”. Aún me quedaba una temporada
en esa categoría, y el “Obra” siempre le prestó mucha atención al equipo junior. Fui el chaval más feliz del mundo. Me matriculé en Geografía e Historia, y a jugar en el Obradoiro. >>
Pabellón do Sar, temporada 78/79. Obradoiro CAB Junior. De pie: Abuín, Couceiro (entrenador), Moncho Novoa, Eduardo Echarri, Julio Bernárdez, Quino Salvo y Pachi. Agachados: Luis Chao, xxxxx, Javi, xxxxx y Apaolaza.
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<<Este fue mi primer equipo en el Obradoiro -explica Julio, señalando la fotografía de la página anterior-. En esta otra, estoy a punto de recibir un trofeo por ser elegido en el “cinco ideal” de un Intersector que ganamos en Santiago. Cuando se lo conté a mi padre, me dijo: “¡Pues menudo nivel debía haber en ese Sector!” Siempre fue muy crítico conmigo… y me jorobaba. Pero era así. Yo creo que me lo decía para que me esforzara más. >> <<Jugué cinco temporadas con el primer equipo. Una con Alfonso Rivera como entrenador -me subió del junior-, otra con Fernando Valenzuela y Jorge Peleteiro, y otra más con Carlos Lamela. Después, con 23 años, me echaron al banquillo como técnico… y todo, por culpa de Pepe Casal. >> Julio César iba pasando una a una las páginas del álbum, y nos explicaba su contenido con todo detalle y con su habitual gracejo. Pero de repente, observo que se cuela una sin hacer ningún comentario, y ya me olí que ocultaba algo.
página.
- Nada, nada, esta no tiene interés. - ¡Enseña, enseña! -le exigí, obligándole a recuperar la
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<<Ya veis, aĂşn encima de que no nos pagaban, nos imponĂan multas -se lamenta Julio-. A la directiva de entonces no la recuerdo precisamente con mucho cariĂąo. >>
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Pabellón do Sar, 1976. Obradoiro CAB. De pie: Carlos Calvo (médico), Quino Salvo, López Cid, Andrés Caso, Jhon Powell, Eduardo Echarri, Carlos Lamela (entrenador) y Owie Cameron (delegado). De rodillas: Moncho Novoa, Julio Bernárdez, Alfredo Domínguez, Boni Rodríguez, Pedro Abejón y José Antonio Gil. ”UN EQUIPÓN”, nos dice Julio Bernárdez.
Pabellón do Sar, 1979. Obradorio CAB. De pie: xxxxx, Alfonso Rivera (entrenador), Eduardo Echarri, Juan Zapata, Apaolaza, Alberto Abalde y Rafa Loureiro. De rodillas: Luis Chao, Boni Rodríguez, Julio Bernárdez, Pena y xxxxx.
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Pabellón do Sar, 1980/81. Obradoiro CAB. De pie: Jorge Peleteiro (entrenador) Juan Zapata, José Antonio Gil, Vidal, Eduardo Echarri, Alberto Gracia y Pepe Casal (preparador físico). De rodillas: Covelo, José Alonso, Boni Rodríguez, Julio Bernárdez y Mario Iglesias.
<<Con Carlos Lamela -a quien conoces bien de tu épocanos llevábamos muy mal. Mira qué multa le puso a un compañero de equipo. >>
277 <<Me pagaban 15.000 pesetas al mes, más piso y manutención. Con eso nos daba a Mario Iglesias y a mí -a él aún no le pagaban-, para vivir de “p… madre”. >>
El coruñés Mario Iglesias fue uno de los mejores jugadores que tuvo el “Obra” en toda su historia. Hace poco, nos decía su compañero Calvelo: “Era como un Dios en Santiago. Lo adoraban.”
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<<Una entrada de los años ochenta. Las mujeres pagaban menos que los hombres. Si fuera hoy en día, se supone que las feministas armarían un buen follón por discriminación de sexo. >>
Pabellón do Sar, 1979. Por lo que parece, Julio Bernárdez viene de una pequeña escaramuza con alguno de sus rivales del Grupo Covadonga de Gijón. El contrario le protesta al árbitro, y Mario Iglesias separa a su compañero de la gresca.
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Calendario de competici贸n de la Liga de Segunda 78/79, y plantilla del Obradoiro CAB para esa campa帽a.
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<<José Antonio Gil fue un extraordinario alero anotador de los años ochenta. Sus compañeros le acusábamos de no saber nada más que tirar. Él nos respondía que también defendía y que era un buen pasador, virtud precisamente de la que no gozaba. Le teníamos prohibido pasarle a nadie. “Tú, todo lo que cojas te lo tiras.” No bajaba nunca de los veinte puntos. >> <<Gil y Mario Iglesias eran los máximos anotadores del Obradoiro de aquella década. El primero, desde todos los lugares de la cancha, y el segundo, dentro de la zona. >> <<A mi juicio, Mario fue el mejor jugador del Obradoiro de todos los tiempos. >>
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Años setenta. Crónica de un amistoso del Obradoiro con la Selección de Cuba.
Pabellón do Sar, 1981. Un lanzamiento de José Antonio Gil en un partido del Obradoiro ante el Bosco de A Coruña.
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<<El diario deportivo “as” prestaba mucha atención al baloncesto de Primera División B. Publicaba reseñas de todos los partidos de la jornada, y nosotros estábamos siempre pendientes de los “ases” individuales que nos ponía en cada una de nuestras actuaciones. Incluso, si conocíamos al periodista de turno, le llorábamos para que nos pusiese un “as” de más. >>
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Suso Montes, otro jugador viguĂŠs a aĂąadir a la larga lista de los que pasaron por las filas del Obradoiro CAB.
Plantilla del Obradoiro CAB en la Liga de Segunda 80/81.
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Una de las muchas crónicas del diario “As” sobre los partidos de Segunda. En el recorte de abajo, “El Correo Gallego” informa sobre un claro triunfo del “Obra”.
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Pabellón de Sar, 1980. Obradoiro-Pepe Ramón – Porcelanas Santa Clara. Augusto de la Concepción y Julio Bernárdez, dos vigueses que llegaron al Obradoiro desde la inagotable cantera de los Salesianos, como Qino Salvo, Suso Montes… Prolegómenos del partido. El “Obra” se jugaba el descenso de categoría, y de ahí la cara de angustia de Julio, frente a la relajada de Augusto, que disputaba un partido intrascendente para su equipo.
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Pabellón do Sar, 1980. Obradoiro CAB. De pie: Peña, Pepe Casal (preparador físico), Bandín, Eduardo Echarri, Mario Iglesias, Vidal, Julio Bernárdez, xxxxx y Jorge Peleteiro (entrenador). De rodillas: Gonzalo, Boni Rodríguez, Goyo, xxxxx, José Antonio Gil y Suso Montes.
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Pabellón de Sar, 1980. El partido decisivo para el “Obra” acaba de terminar con resultado favorable. La cara de Augusto, que salió derrotado, no es la sonriente de antes; y la de Julio, se muestra relajada y feliz. En medio, Juan Ayres, entrenador de ambos en los juveniles del Colegio Salesiano de Vigo.
Pabellón do Sar, 1981. Julio César Bernárdez, en sus primeros tiempos de entrenador en el Obradoiro CAB.
290 <<Aquí se acabó mi época de jugador. Un buen día, en el verano de 1981, me cita Pepe Casal, el hombre fuerte del “Obra” en el aspecto técnico, y me suelta a bocajarro: “Julio, no contamos contigo.” Quedé mudo un buen rato, no salía de mi asombro... “Bueno -le contesto-, si lo habéis decidido así, me jo…, pero no pasa nada.” En aquel instante me sentí completamente destrozado… Me iré a Málaga, pensé enseguida -se interesaron por mí a través de José Antonio Gil, que había fichado por ellos-. “Julio, queremos que seas el entrenador del equipo.” “¿Cómo?... ¡Pero Pepe! -yo más asombrado todavía-, si no tengo ni carnet de monitor.” “No te preocupes por eso. Te hacemos ficha de ayudante, y yo pongo el carnet de entrenador.” >> <<Fue un chantaje. Años después jugué unos meses
con el Club Porriño, pero hasta mi incorporación al equipo de veteranos del Xuventude, ya no volví a ser jugador. >> <<La mayor dificultad que iba a encontrar en mi nuevo cargo eran mis 23 años, y el conseguir hacerme respetar por unos jugadores que habían sido compañeros míos hacía un par de meses. Menos mal que tenía a mi lado a Pepe Casal, y que a la postre, sería pieza fundamental en el ascenso. >> <<Y acertaron, porque esa misma temporada ascendimos a Primera División… sin proponérnoslo nadie. >>
Mataró, 1982. Julio Bernárdez dirigiendo al “Obra” en el partido decisivo del ascenso. “Con mi jersey “talismán” de la Universidad de Santiago”, nos aclara Julio. A su lado Pepe Casal, el preparador físico, y la garantía necesaria para imponer la disciplina y el respeto en la plantilla.
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<<Al comienzo de la temporada 1981/82, la mítica revista “NUEVO BASKET”, me hace una larga entrevista. Con mis 23 años recién estrenados, era el entrenador más joven de la categoría. Si hubiese continuado con el equipo en Primera División en la temporada siguiente, con 24 años, me habría convertido en el preparador más joven de la historia. Seguramente aún hoy en día, 2010, seguiría siéndolo. ¿Qué por qué no seguí? Por culpa del Servicio Militar que tuve que cumplir en Madrid… y también por una nueva directiva que me consideraba poco para entrenar en Primera. >>
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Al final de la temporada del ascenso, obligada visita del “Obra” al Arzobispo de Santiago, que debió bendecirlo con tanto esmero y poderío al principio de la campaña, que ascendió a Primera hasta sin querer. “Ahora que lo pienso -reconoce Julio-, tal vez fuera el Arzobispo el máximo responsable de nuestro éxito”.
Pabellón de Sar, 1981. A finales de temporada, Jorge Peleteiro es cesado, y lo sustituye Pepe Casal en el banquillo. Julio Bernárdez fue su ayudante en varios partidos, aunque seguía como jugador. En el último encuentro, contra el Lliria, por ausencia de Pepe Casal, Julio hubo de dirigir el equipo, y como es natural, no jugó ni un minuto. Hubo empate en su debut como entrenador único.
293 <<Llegó el ascenso, la euforia del triunfo, el recibimiento apoteósico, las mil celebraciones… y también llegó para mí el Servicio Militar que debía cumplir en Madrid, y que me alejaba del banquillo del Obradoiro. A la temporada siguiente, para debutar en Primera División, contrataron al prestigioso entrenador yugoslavo Todor Lazic. >> <<El “Obra” sólo pudo ganar dos partidos en Primera, y ya estaba descendido, sin remedio, a la mitad de la Liga. >> <<Me llamaron de nuevo para entrenar al equipo en Primera B, pero yo no acababa la “mili” hasta el mes de octubre. Intentaron mi traslado a Santiago, no fue posible, y mientras tanto, dirigía los entrenamientos desde Madrid con la ayuda de Tonecho Lorenzo. >>
“La Voz de Galicia” anuncia el regreso de Julio Bernárdez al banco del Obradoiro.
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<<”El Correo Gallego” siempre estuvo volcado con el Obradoiro. No faltaba nunca una plana dedicada por completo a nuestro equipo. >> <<En el acto de presentación del Obradoiro 83/84, como es habitual, todo fueron buenas intenciones. Discurso del presidente Carlos Calvo, mi anuncio como entrenador de mucho trabajo y sacrificio, y palabras del capitán Alberto Abalde. >> <<Se hizo una mala pretemporada, y se comenzó la Liga perdiendo los cuatro primeros partidos. Entró el nerviosismo, aparecieron las dudas, y me destituyeron sin darme tiempo a regresar de Madrid. Me lo comunicaron en el cuartel. >>
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Tres personajes importantes en la historia del baloncesto compostelano. El base José Calvelo, el entrenador del ascenso a Primera División, Julio César Bernárdez, y el ala-pívot Mario Iglesias. Calvelo, es en la actualidad, año 2011, un prestigioso agente de jugadores de NBA -como Raúl López-, de ACB -Fran Vázquez entre otros- y de futbolistas.
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<<El Obradoiro acabó descendiendo a Segunda. Mi amigo Quino Salvo, jugador en aquel momento del Lliria, salía en mi defensa en el último partido de la Liga jugado en Santiago, con el “Obra” ya descendido. >>
297 <<Acabé mis estudios de Geografía e Historia, y ya tocaba volver a casa. En Vigo entrené al Bosco, al Celta Masculino y al Celta Femenino. Al cabo de tres temporadas, el Obradoiro vuelve a llamarme para entrenar al equipo de Primera B. Por tercera vez cogía las riendas del “Obra”. >>
<<El equipo tenía sensibles bajas: el escolta Joserra Lete, los bases Ricardo Aldrey y José Calvelo, y el alero Miguel Juane. A los bases y a Juane se los había llevado Juan Fernández al OAR ferrolano, que militaba en el otro grupo de Primera División B. Eran jugadores de casa, hechos en el Obradoiro, pero la oferta económica y el proyecto de ascenso no pudieron ser rechazados por los jóvenes jugadores. Estuvieron muchos años en Ferrol con un excelente rendimiento. Ricardo Aldrey, en su
298 última temporada con el “Obra”, ya había sido convocado por Antonio Díaz Miguel para la Selección Nacional, y se convirtió en el primer santiagués en llegar a internacional. >>
La caricatura de Sergio en “El Correo Gallego” deja bien clara la buena noticia.
299 <<Se consiguió sustituir a Miguel Juane y a Joserra Lete con ciertas garantías, pero el puesto de base presentaba bastantes dudas. >> <<Contábamos, en cambio, con una formidable pareja de americanos, que, a priori, parecía sostener con creces nuestro juego interior, tanto en defensa como en ataque. >>
El pívot estadounidense Mike Schultz había sido un hombre muy codiciado al inicio de la temporada 1987/88. Su baja en el Joventut de Badalona provocó que numerosos clubs se interesasen por él. Al final, el Obradoiro se hizo con sus servicios. Bill Collins, el otro pívot norteamericano, iniciaba su segunda temporada en el Obradoiro, y era un jugador de contrastado rendimiento. Ambos jugadores, de 2,05 de estatura, y 32 y 33 años respectivamente, se encontraban en los últimos compases de su carrera baloncestística. Esta situación traería serias dificultades para Julio Bernárdez al poco de iniciar la Liga.
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<<La Liga comenzó titubeante, una de cal y otra de arena, hasta que enlazamos cuatro derrotas consecutivas, y en ese punto, el nerviosismo de la directiva estaba a punto de explotar. Se había hecho un gran esfuerzo económico con Mike Schultz para poder aspirar a lo máximo, al ascenso a Primera División. Los resultados no acompañaban, y el Feiraco-Obradoiro se alejaba cada vez más de los puestos de privilegio. >>
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Feiraco-Obradoiro CAB, 1987/88. Primera División B De pie: Cámeron (delegado), Mario Iglesias, Paco Dosaula, Bill Collins, J. Bernárdez (entrenador), Mike Schultz, Julio Torres, Miguel Polo y Tonecho Lorenzo (ayudante). De rodillas: Andrés Cadahía, Moure, Tato Abadía, Julio Jiménez, Quico Montero, Montes y José Andrés (preparador físico)
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<<En el octavo partido de Liga, contra el Andorra, se ten铆an fundadas esperanzas de victoria. La lesi贸n de Mario Iglesias en una mano -que le impidi贸 jugar-, y la grave enfermedad de la madre de Bill Collins, que lo mantuvo fuera de su rendimiento habitual, dieron al traste con nuestras posibilidades. >>
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306 <<Llegó el partido en casa contra el Askatuak, el noveno de la Liga, y el ambiente en el seno del club ya era de nerviosismo y frustración. Jugamos de desastre, con escasa actitud en varios jugadores. La afición nos silbaba cada vez más a medida que avanzaba el encuentro -sobre todo a Mark Schultz y a mí-, pidiendo desde la grada que sacara a los juniors… >> <<Al final de aquella nueva derrota, en una conversación rápida en la misma cancha con el presidente Carlos Calvo y el asesor técnico del club Pepe Casal, les planteé una decisión urgente: “O Mike Schultz o yo.” >> <<El martes, 13 de Octubre, en reunión de la Junta Directiva, con buena lógica -esto lo digo ahora al paso de los añosacordaron destituirme del cargo de entrenador. El americano era un jugador demasiado costoso para prescindir de él, y no había dinero, ni para pagarle un hipotético despido, ni para sustituirlo por otro. Resumen: el entrenador Julio Bernárdez es destituido, y como mi contrato era por dos temporadas, me tuve que aguantar sin hacer nada, a la espera de resolver mi situación.>>
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<<En la temporada 83/84 había durado hasta la cuarta jornada. En ésta, 87/88, me destituyeron a la novena. No pasé del mes de octubre. >> <<En esta continua relación amor-odio que tuve siempre con el Obradoiro CAB en la década de los ochenta, me ocurrió de nuevo algo sorprendente: como aún estaba con contrato
309 en vigor, al final de la Liga me repescaron para sustituir a José Manuel Malvar en el playoff de descenso que debíamos disputar contra el Andorra. >>
<<Me hice cargo del equipo el equipo un día antes de iniciarse el play-off. No pudo ser, perdimos por 3-1, y se consumó el descenso. >>
310 <<Antes, a mitad de temporada, acabaron despidiendo a Mark Schultz -lo que yo les pedía antes de cesar-, y para agravar más la situación, Bill Collins tuvo que regresar a Estados Unidos a causa de la grave enfermedad de su madre. >> <<Parte de la directiva -la que estaba de mi lado- había dimitido a raíz de mi cese, y el resto lo hizo al finalizar la Liga con el equipo ya descendido. El Obradoiro estuvo a punto de desaparecer, pero la llegada del jordano Ghaleb Jaber Ibrahin, propietario del Hotel Araguaney, evitó que ocurriera. >> <<Se asesoró con gente de Santiago, y decidió con su Junta Directiva que yo era el entrenador idóneo para dirigir el Obradoiro. Me llamó por teléfono a Vigo y me dio pocas opciones: “Tienes contrato en vigor -había fichado por dos temporadas con la directiva anterior-, y queremos que vengas a entrenar
el equipo. Hemos conseguido plaza para salir en Primera División B.” >>
<<No nos quedaba mucho margen de maniobra para confeccionar una plantilla con garantías. A esas alturas los equipos ya estaban en pretemporada, y nosotros, en cambio, no contábamos ni con media docena de jugadores. >>
“El Correo Gallego” confirma el nombramiento de Julio Bernárdez como entrenador del Obradoiro para la campaña 87/88. Anuncia también, la ratificación de Ghaleb Jaber como nuevo presidente del club.
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<<Total, que empezaba con el Obradoiro por quinta vez. Me habían destituido en dos ocasiones, e iba camino de la tercera, y definitivamente, la última. >> <<Para venir a entrenar al Obradoiro, había abandonado el puesto de gerente del Pabellón Municipal de Porriño. En su día, le había explicado al alcalde Barros la situación, y lo comprendió. Siempre me trató de maravilla. >> <<Iniciamos la Liga con una plantilla poco equilibrada, muy joven -cinco juniors-, y con demasiados jugadores debutantes en la categoría. Se podía hacer un buen equipo, pero era necesario mucho trabajo y tiempo para configurar el conjunto y aclimatarlo a la Primera B. La competición, aún encima, se volvía cada año más exigente. >>
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“El Correo Gallego” informa sobre la presentación del nuevo Obradoiro 87/88. Abajo, Julio Bernárdez hace un análisis de la plantilla.
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<<En la primera jornada de Liga nos enfrentamos a uno de los grandes favoritos, el Cajamadrid. El partido fue espectacular, con un resultado centenario, 101-112, y con una brillantez ofensiva poco común. A pasar de perder, el Obradoiro había dado muy buenas sensaciones. >> <<El joven americano Middlebrooks anotó la friolera de 44 puntos, y encandiló a la afición con cestos de todas las formas y maneras. De todos modos su aportación defensiva debía mejorarse. >> <<Sólo la falta de experiencia nos impidió hacernos con la victoria en los momentos de la segunda parte en los que íbamos por delante. Lo peor es que esta situación se iba a repetir en los siguientes partidos, y al final, el nerviosismo generalizado
314 de directivos y afición provocó una nueva destitución en esa relación “amor-odio” que siempre tuve con el Obradoiro. >>
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<<La marcha del equipo no se enderezaba y mi destitución se veía venir. No pasé del mes de octubre. El lucense Manuel Fernández “Pirulo” -ex jugador del Obradoiro- ocuparía mi plaza en el banquillo. Al final, se evitaría el descenso. >> <<En la temporada siguiente, 89/90, con “Pirulo” de entrenador, se jugaría el famoso play-off por el ascenso con el Júver-Murcia. El Obradoiro tardó diecinueve años en ganarlo. >>
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<<Mientras tanto, Barros, el alcalde de Porriño, me estaba reclamando con urgencia para que volviera a hacerme cargo del Pabellón Municipal y demás instalaciones deportivas. >> <<Días después de cesarme en el Obradoiro, llegué a una solución económica con el presidente, y regresé a Vigo. >> <<Atrás quedaban diez años de defensa de los colores del “Obra”, desde el puesto de jugador junior hasta el de entrenador del primer equipo, pasando también por la preparación de los juniors. >> <<Se había acabado el “Obra” para mí, pero aún quedaban las cenas que todos los años celebrábamos los ex jugadores. La última, en junio de 2009. >> Meses después de esta última celebración, el Obradoiro CAB volvía a la máxima categoría nacional, antes llamada Primera División, y ahora Liga ACB. Julio Bernárdez y muchos de los
318 míticos jugadores de los años setenta y ochenta, asisten puntualmente como socios a todos los partidos de su equipo. El corazón manda.
Fontes do Sar, 2009. Dos legendarios del Obradoiro con mucha historia a sus espaldas, Julio Bernárdez y Tonecho Lorenzo. Julio exhibe su actual carnet de socio, que Tonecho sostiene como explicando que él también lo es.
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Capítulo X
UN TRIUNFO PARA LA HISTORIA _____________________________________________________
320 En los años setenta, el baloncesto femenino español se encontraba casi en los últimos puestos del ranking europeo. Por encima de Portugal, de Inglaterra, de Dinamarca… a la par que Bélgica, Suiza, Finlandia… y por debajo, bastante por debajo, del resto de países continentales. No sólo el baloncesto, sino el deporte en general de nuestras féminas comenzaba a dar sus primeros pasos, eso sí, con exagerada timidez. Hasta entonces, incluso no encajaba demasiado bien con las costumbres sociales del país. Digamos que se tachaba a sus deportistas de un tanto “macholos”, algo reñido por completo con la femineidad. A raíz del Campeonato de Europa Junior celebrado en Vigo en 1974, España empieza a acercarse a los países de categoría media, aunque todavía se mantenía a mucha distancia de los mejores. El sexto puesto alcanzado en la citada competición fue un paso al frente decisivo, y punto de partida hacia una escalada constante en el concierto europeo. Ese mismo año, la selección absoluta se clasificaba por primera vez para participar en un Campeonato de Europa. Ahora, a punto de finalizar la primera década del nuevo siglo, nuestra selección ya se encuentra entre las mejores, no sólo del continente, sino también del mundo. En las competiciones europeas por clubs, Copa de Europa y “Liliana Ronchetti”, los representantes españoles no pasaban de la tercera ronda. En el pasado año 2009, el Perfumerías Avenida de Salamanca jugó la final por el título europeo, y el Ros Casares de Valencia ya cuenta con alguna Copa de Europa en su palmarés. El Real Club Celta Femenino, además de su permanente aportación de jugadoras al equipo nacional, tuvo su protagonismo a nivel de clubs en esta escalada. En 1977, para celebrar su primer Campeonato de Liga, y en homenaje a las campeonas, se enfrentaron en partido amistoso a un “monstruo” del baloncesto europeo, el Clermont Ferrand francés, campeón de su país y subcampeón de Europa, y ya por entonces semiprofesional, con la estrella norteamericana O´Connors en sus filas, y con un entrenador también norteamericano en el banquillo, Mr. Walter Sweek.
321 El domingo 17 de abril de 1977, fecha para la historia del basket español, el Celta derrotaba a las francesas por 69-66 en un emotivo partido, y con el Pabellón de As Travesas abarrotado de público. Aunque se trataba de un encuentro amistoso, la prensa nacional se hizo eco de la espectacular victoria de las viguesas sobre el famoso equipo francés, dominador por entonces junto a las rusas del concierto europeo a nivel de clubs.
1977. “Faro de Vigo” destaca en titulares el partido del Celta con las francesas, y señala a Susana García como la gran revelación céltica de la temporada.
El R.C. Celta vivía un estado de euforia generalizada, tras la consecución de su primer título de Liga. Se había desbancado a madrileñas y catalanas de su acostumbrada hegemonía. En la “Fiesta del Basket”, como tituló la jornada el diario “Faro de Vigo”, el presidente de la Federación Española, Segura de Luna, entregó en los prolegómenos del partido el trofeo de Campeón de Liga 76/77 a la capitana céltica Amparo Dios. En medio del delirio de los aficionados, el cuadro celeste recibía en mitad de la pista una prolongada y entusiasta ovación como reconocimiento a su meritorio triunfo. Además del homenaje a las campeonas, se rendían también honores a ex jugadoras, ex entrenadores y ex directivos, que desde finales de los años cincuenta, habían trabajado sin descanso en el progreso del baloncesto femenino vigués.
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As Travesas, 1977. Real Club Celta, Campeón de Liga 76/77 Partido amistoso contra el Clermont Ferrand (Francia) De pie: Elena Sarmiento (delegada), Marisol Paíno, Ángeles Liboreiro, Maribel Lorenzo, María José Presa y Vicente Rodríguez (entrenador) Agachadas: Virginia Barros, Gloria Martínez, Pepa Calvet, Ángeles Todo, Amparo Dios y Susana García. Falta en el equipo Carmen Martínez, con la selección junior en esas fechas.
El Celta redondeó la hazaña logrando el título sin perder un solo encuentro, y mostrándose como un excepcional bloque desde principio a fin de la competición. Si bien todas las jugadoras dieron un rendimiento sobresaliente -Ángeles Liboreiro, Marisol Paino, Maribel Lorenzo, Pepa Calvet, Carmen Martínez, María José Presa…-, la base Susana García se consolidó como una de las mejores jugadoras de España en esa demarcación, y se erigió en la gran revelación de la temporada. Hasta principios de la campaña anterior siempre había ocupado el puesto de alero, y ese año, después del intenso trabajo iniciado en la Liga pasada junto al entrenador Vicente Rodríguez, fructificó al fin en su brillante reconversión en base. Una base de lujo para el Real Club Celta durante muchos años. A partir de ese momento, Susana García sería convocada durante toda una década como fija en la selección nacional. Al final de su carrera deportiva, había vestido la camiseta nacional en más de setenta ocasiones.
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1977. Las fotografías de Magar en “Faro de Vigo” ilustran el éxito de la jornada vivida por el celtismo en el partido-homenaje R.C. Celta-Clermont Ferrand.
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La extraordinaria victoria céltica fue recogida por los principales periódicos de la nación. Los diarios deportivos “Marca” y “As” de Madrid, y “Dicen” de Barcelona, además de toda la prensa regional, se hacían eco del triunfo, que marcaba todo un hito histórico para el baloncesto femenino español, como así reflejaban las crónicas.
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La desaparecida “Hoja del Lunes” de Vigo dedicó una plana entera al homenaje a las célticas. El consagrado fotógrafo Ángel Llanos certifica el acto con sus magníficas instantáneas de los acontecimientos: primero, en los prolegómenos del partido, la entrega por parte de Segura de Luna de la copa de la Liga a Amparo Dios, capitana céltica; después, en el descanso, el homenaje a las “viejas glorias” del Estudiantes y Celta, así como a los distintos técnicos y directivos que pasaron por ambos clubs; al final, el alcalde Joaquín García Picher -también técnico en los años sesenta del Club Estudiantes Femenino- entrega a manos de su capitana, el trofeo al vencedor del encuentro; y como colofón, escenas del propio partido y fotografía del club visitante.
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Entre los homenajeados, un directivo de excepción, don José Nistal -en el centro, con traje oscuro- el último presidente del Club Estudiantes, y fiel acompañante de “sus niñas” en todos los desplazamientos del equipo por España.
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Lunes, 18-4-77. El pie que acompaña la emotiva fotografía de Ángel Llanos en la “Hoja del Lunes” destaca la actuación de Ángeles Liboreiro.
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Las francesas del Clermont Ferrand nunca sospecharon que un modesto club español de provincia pudiera superarlas. En su frustración, el entrenador Walter Sweek protagonizó una serie de malos gestos -entre otros, tiró con violencia al centro del campo el ramo de flores entregado a su equipo en los prolegómenos del partido- que acabaron con su expulsión. Alguna de sus jugadoras también se manifestó antideportivamente a lo largo del encuentro.
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La pívot francesa lucha denodadamente por un rebote que ya tiene atrapado Marisol Paíno. A su lado, Maribel Lorenzo y Ángeles Liboreiro completan el triángulo defensivo. A la derecha, Susana García sigue atenta la evolución del juego.
Una afición entregada llenaba las gradas del Pabellón de As Travesas. “Las niñas”, como se les conocía cariñosamente, gozaban de una popularidad y simpatía en la ciudad que hoy en día, 2010, no se creería, sino fuera por estas imágenes que dan fe de la realidad de aquellos tiempos de gloria que vivía el baloncesto femenino del Real Club Celta.
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Martes, 19-4-77 “Faro de Vigo” En la primera fotografía, Maribel Lorenzo entrega una medalla conmemorativa a José Nistal, último presidente del Club Estudiantes de Vigo, y testigo incondicional de las actuaciones de sus “niñas” por toda España. En la siguiente, Segura de Luna, presidente de la Federación Española, entrega un trofeo a Marisol Paino, presuntamente, por la sonrisa de ésta, con palabras cariñosas hacia su persona. En la última, el equipo campeón posa con antiguos entrenadores, jugadoras y directivos del Estudiantes y Celta. De pie: Rosa Sarmiento, Isidro Gallego, Jorge Domínguez, José Patiño, José Nistal, Julio Castro, Felipe de la Osa, Boliche, Aurora, Anun…
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1977 “Faro de Vigo”
Dos años después, el 22 de noviembre de 1979, el Real Club Celta vencía de nuevo a las francesas del Clermond Ferrand. Esta vez no se trataba de un partido amistoso. Era nada menos que una eliminatoria de octavos de final de la Copa de Europa, en la que al equipo céltico le había tocado en suerte el inasequible campeón de Francia. Bajo la dirección desde el banquillo de Paco Martínez, el Celta se impuso con autoridad después de un trabajado partido. En relación al histórico encuentro anterior, faltaba Ángeles Liboreiro -por motivos de maternidad-, pero se habían incorporado una promesa de la cantera, Ángeles Araújo, y la coruñesa Ruby Álvarez, que suplían las ausencias en el pívot de Maribel Lorenzo -retirada de la competición nacional- y de Carmen Martínez fichada por el poderoso Club Iberia de Madrid-. Susana García con 26 puntos, Pepa Calvet con 10 y Marisol Paíno con 20, fueron las artífices del triunfo. Discreta aportación de sus compañeras en ataque, pero eficaz trabajo en las labores defensivas.
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1979 “Faro de Vigo”
333 La prensa francesa recoge la derrota del Clermond Ferrand en Vigo, y presagia que su equipo no lo tendrá fácil para superar los catorce puntos de desventaja con que llega al partido de vuelta. Destaca la gran actuación de las españolas Paíno, con 20 puntos en su haber, y de la “petite S. García (1,62 m)”, con nada menos que 28. No obstante, los franceses confían en remontar la diferencia a base de realizar un gran encuentro, y teniendo en cuenta además que las españolas no estarán tan agresivas en Francia como lo estuvieron en España.
334 La crónica francesa habla de “une très nette défaite” es decir, unha desfeita - de su equipo, “…ante 2,500 espectadores, que dieron al partido un verdadero ambiente de corrida.” suponemos que de toros-. Un comentario más de la imagen que España daba en el mundo por entonces: un país de toros… y flamenco. Milagro que a nuestras jugadoras no las hubieran equiparado a Lola Flores o Marifé de Triana. De todas formas, comentarios aparte, la asistencia de espectadores a los partidos del Celta era algo reconocido como excepcional en el mundillo del baloncesto español.
En la reseña del pre-partido de vuelta, el periódico galo comenta que hacía mucho tiempo que el Clermont Ferrand no se encontraba en una situación tan delicada. Los quince puntos de ventaja que debía conseguir, no parecían un logro precisamente fácil. Sin embargo, apunta el comentarista, el largo viaje que hubieron de soportar las viguesas en su desplazamiento en autobús hasta Francia -pasando antes por San Sebastián para disputar la jornada de Liga, con 50-54 a favor del Celta-, podría ser un factor decisivo para el desenlace de la eliminatoria. Destaca que Paíno (1,80 m) anotó 34 puntos en el citado encuentro.
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Al final, el C.U.C. de Clermond Ferrand salvó la situación, y superó al Real Club Celta con relativa facilidad. Al descanso, la eliminatoria estaba resuelta. Pero el susto en el cuerpo se lo llevaron las francesas, situación impensable que pudiera suceder en el basket español de aquella época.
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Capítulo XI GALERÍA DE IMÁGENES
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337 Escarbando en el baúl de los recuerdos de tantos amigos del baloncesto, se acaban encontrando, sin pretenderlo, fotografías, recortes de prensa, folletos, escritos… que atraen forzosamente nuestra atención. Esto no sólo sucede por su lógico contenido deportivo, sino también por su curioso significado, por sus especiales circunstancias, por la época histórica que narra la escena, por las sensaciones que emanan de las imágenes… Muchas veces son los mismos personajes que captaron las cámaras los que merecen su singular presencia en esta sección habitual de nuestras charlas. En la presente ocasión, se pasará de la “moda” de los cincuenta, a una histórica recepción en la Xunta de don Manuel; de un maratón de basket, a uno de los primeros concursos de “mates” de la comunidad gallega; del primer “campus” de verano en Vigo, a varios equipos de infantiles y juveniles de los años setenta; de los “funámbulos” del deporte vigués, a los legendarios del “Obra”… En esta sección prodigio, uno se puede encontrar toda clase de sorpresas. La magia del tiempo configura sensaciones que en su día seguramente no se producían, pero ahora mismo, pasados tantos años, afloran sentimientos, ocasionan observaciones imprevistas, rezuman nostalgias, resurgen recuerdos entrañables…
Querido amigo de charla, te has fijado lo elegante que era la gente de los años cincuenta y sesenta… Todos con su chaqueta, su corbata, su señorial abrigo o gabardina… Las damas con sus chaquetones, sus coquetos modelos, con el “glamour” de la época… - ¿Y a eso le llamas elegancia? ¡Vaya aspecto más ridículo! ¡Asistir a un partido de baloncesto de traje y corbata! Luis, tú ya chocheas un poco. Puede ser. -
En la actualidad, y ya desde hace años, en ACB, Ligas LEB, Liga Femenina… obligan a los entrenadores, ayudantes y delegados a ir perfectamente trajeados a los partidos. No han descubierto nada nuevo. Esa compostura que le exigen a la gente de banquillo ya la mantenían, sin necesidad de
338 ninguna orden estricta, los entrenadores y delegados de aquellos años.
Querido colega, por entonces había un sentido de la elegancia que no tenéis las generaciones de las últimas décadas. Más bien diría todo lo contrario, os habéis vuelto vastos, brutos, insensibles… De ahí vienen las actuales exigencias a los profesionales del banquillo, nada más que con la acertada intención de proteger la buena imagen general del baloncesto. Luis, ya te dije infinidad de veces que eras un “antitiguo”, que estás completamente pasado. Sí, es verdad, en lo de “antiguo” llevas toda la razón. Pero en lo de la elegancia… Ahí, sí que patinas de largo. -
Los Maristas, 1961. José Ángel Román, entrenador ocasional del Club Areosa. Traje oscuro, corbata, insignia en la solapa y zapatos negros de vestir. Ourense, Fiestas del Corpus, 1955. “Yeyo” Oubiña, en funciones de entrenador del Areosa. Trinchera a la última moda, con botones de madera grabados.
El Hermano Arturo, actuando como delegado del Club Areosa en 1961. Sotana impecable de religioso marista, con su crucifijo de reglamento.
Quico Méndez, entrenador del Club Areosa en 1951. Traje cruzado de solapas anchas, corbata a juego con motas de color, porte natural elegante.
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“Pichicho” Giráldez, entrenador del SEU de la Escuela Industrial de Vigo en 1951. Traje oscuro de chaqueta cruzada, camisa blanca de cuello caido, corbata estrecha. Julio Castro, entrenador del Club Estudiantes en 1963. Conjunto de chaqueta sport con pantalón gris, gafas de sol favorecedoras. Raposo, delegado del SEU de Santiago en 1961. Traje oscuro, estilo desenfadado, corbata con prendedor, cinturón luciendo hebilla.
Comitiva del Club Estudiantes de Vigo en su desplazamiento a Santiago de Compostela para enfrentarse al SEU. Parón en Caldas de Reis para la comida. Año 1962. De aquella no había uniforme obligatorio para los viajes, tal como ocurre en los equipos de élite de hoy en día. Por este testimonio, se puede comprobar en directivos y jugadores, la “elegancia” a la que me refiero.
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En febrero de 2001, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, acompañado de Eduardo Lamas, Secretario Xeral para o Deporte, recibe en Santiago al CeltaBanco Simeón, proclamado un mes antes Campeón de la Copa de la Reina en Las Palmas. La plantilla de jugadoras, técnicos y directivos asistieron a la recepción, así como Ramón Barral y Claudio Táboas, responsables de marketing del Banco Simeón. Se vivían días de gloria.
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Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 2001. Mar Xantal, capitana del Real Club Celta-Banco Simeón, con la Copa de la Reina conquistada en la Fase Final celebrada en Las Palmas. Diecisiete años antes, 1984, el Celta la había ganado por última vez, precisamente, en Santiago.
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Año 1985. La expedición bosquista viaja a Segovia, hace un alto en el camino, y posa para la posteridad. A la izquierda, Julio Bernárdez, el entrenador, que hasta en los descansos del viaje, da instrucciones a sus jugadores. Aunque éstos -Arús, Aramburu, Toni Soto, Juan Pedrido, Ángel Barbará, Javier Dana, Jaime Pascual, Pepe Conde, Suso Montes…- no parecen hacerle demasiado caso. Abajo, con gafas, Tomás Alonso, el eficiente y atento directivo bosquista, recordado con tanto afecto por los muchachos.
Torrelavega, 1986. El grupo bosquista exhibe el cartel anunciador -encontrado de camino- del partido a disputar al día siguiente. Arriba: Juan Vila, Paco Termenón -segundo entrenador-, Nacho Arroyo y Santamaría. Agachados, xxxxx, Pepe Conde y Ángel Barbará.
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Una carta de los años cincuenta del C.D. Bosco a un anunciante.
Lo que no recuerdo a ciencia cierta es cómo se financiaban los clubs de los años cincuenta. Por entonces no había las múltiples subvenciones que existen hoy en día: el Concello, la Diputación, la Xunta de Galicia… Tampoco existían firmas patrocinadoras de clubs, por muy importantes que éstos fueran. También es verdad que en aquellos tiempos nadie cobraba una sola peseta, ni como jugador, ni como entrenador. Me parece recordar que se pagaba una cantidad insignificante por la entrada al campo, y que los clubs tenían socios que aportaban una modesta cuota mensual. Antonio García Hermida, el “presi” del C.D. Bosco, era un auténtico prestidigitador de las finanzas de su club. Una prueba: el escrito-testimonio que podemos leer, que pone de manifiesto un estilo publicitario de lo más actual.
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Temporada 2005/06. Club San José de la Guía Senior A Liga Local De pie: Jose, Javi, Ernesto, Jose, Ricardo y Cesar. De rodillas: Rosi (delegada), Pablo Blanco, Juan, Miguel, Juan y Rubén Zabaleta.
Temporada 2005/06. Club San José de la Guía Senior A Liga Local De pie: Rodrigo (entrenador), Pit Fernández, Mirian, Ángela, Miky Sinde, Lorena y Rubén Zabaleta (2º entrenador). De rodillas: Bea, María, Ana, Romina y Genoveva.
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Ángela Méin luciendo el regalo de las jugadoras: unas botas Converse “All Star”.
Ángela Méin, la hincha más famosa del Celta Femenino, sigue al equipo fielmente desde los años setenta. Hace poco ha sido nombrada “Socia de Honor” a raíz de una donación que ha hecho al club de sus amores. Es la persona más querida de toda la familia céltica. En una ocasión, con motivo de su cumpleaños, las jugadoras del primer equipo le regalaron las míticas botas Converse modelo All Star, con la firma de todas ellas en la lengüeta, y el escudo del club en un lateral. Pero nos tememos que Ángela las va a usar muy poco por temor a estropearlas, y es que para ella, “esa joya”, ha de ser cuidada como la mejor de sus pertenecías.
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Temporada 1975/76. Equipo infantil del Colegio Apóstol Santiago. El entrenador Martínez Terzado cuidó de esta cantera durante varias temporadas, y aunque nunca ha sido muy abundante, ni en equipos participantes, ni en número de jugadores, siempre ha dado frutos interesantes al baloncesto vigués. En este caso, el Bosco se llevaría a su primer equipo a Jaime Pascual (12) y a Nacho Arroyo (8).
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Año 1979. Equipos del Colegio Jesuitinas de Vigo. Arriba, el infantil, entrenado por Jaime Molares. Abajo, el alevín, entrenado por Héctor Cacharrón. En las décadas de los setenta y ochenta, el baloncesto tuvo una gran implantación en este colegio vigués. Entre otras, vemos a Marta, Felisa, Begoña, Belén Bao, Nanda Prieto, Patri Rial, Elena, Puime… y a Anabel, Loly Guntín, Cristina, Paula, Marta…
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Verano de 1989. El primer Campus celebrado en Vigo, organizado por el entrenador vigués Paco Martínez y el Club Granollers, con la colaboración de “Caixavigo”. Habían venido como jugadores invitados el catalán Chichi Creus y el norteamericano Wayne Robinson, que convivieron con el grupo durante la semana que duró la actividad. Entre los monitores locales estaba el jugador Nacho Arroyo, que fue requerido para explicar el “mate”. En aquella época, se trataba de algo casi exclusivo de los jugadores de la NBA. Pero empezaba a llegar a España la espectacular novedad, y en Vigo por entonces, Nacho era uno de los pocos jugadores capaz de realizarlo.
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As Travesas, 1989. “Campus de Verano Club Granollers” Nacho Arroyo, monitor del campus, hace una exhibición de “mates” para los alumnos. En las fotografías anteriores vemos un “mate” a dos manos, y a una con “aro pasado”. En ésta, uno de frente a una mano. Nacho se había convertido en un especialista.
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Porriño, 10 de enero de 1990. “Faro de Vigo” informa de la celebración del “XXV Aniversario del Club Frigolouro Porriño”, con un partido espectacular frente al Caixa Ourense de Liga ACB. Antes se jugó un encuentro de “viejas glorias”, y en el descanso, un concurso de mates.
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El 27 de diciembre de 1988, “La Voz de Galicia” da cuenta del concurso de mates que se celebra en el Pabellón de Balaídos, con motivo de la Feria de la Juventud
“Xóvenes”.
El pontevedrés Valentín Baeza (Obradoiro de Santiago), el vigués Andrés Cadahía (Obradoiro de Santiago), el canario José Manuel Díaz (Bosco de Vigo) y el también vigués, Juanjo Comesaña (Bosco de Vigo), rivales todos ellos de Nacho Arroyo (Frigolouro de Porriño) en el citado concurso de mates.
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Portada del librillo de “Las XXX horas seguidas de Baloncesto…”, en el que se explican las normas de juego, equipos participantes, jugadores, árbitros, premios…
García Hermida, el presidente del C.D. Bosco, siempre fue persona aficionada a promocionar el baloncesto a toda costa. Cuando la temporada estaba ya finalizada, encontraba cualquier pretexto para recuperar la actividad. En 1967 organizaba en el Colegio Salesiano de la Ronda “Las XXIV horas seguidas de Baloncesto”, disputadas en aquella ocasión entre el C.D. Bosco y el Club Estudiantes de Vigo.
354 Seis años después, se celebraban en el Centro Deportivo Municipal de As Travesas “Las primeras XXX horas seguidas de Baloncesto en España”, disputadas esta vez entre el C.D. Bosco y un combinado del Manuel Álvarez y del Ademar.
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Por cada equipo formaban treinta y dos jugadores, seis suplentes y cuatro entrenadores.
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Para dirigir el evento se contaba con diecisiete 谩rbitros y veintid贸s auxiliares de mesa.
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El combinado Manuel Álvarez-Club Ademar resultó vencedor de “Las primeras XXX horas seguidas de Baloncesto en España”, y uno de sus entrenadores, Carlos Núñez, estuvo presente sin descanso en la totalidad de los partidos. Unos años después, en 1978, bajo la organización de Antonio García Hermida como en ocasiones anteriores, se volvería a establecer un nuevo record: “LAS PRIMERAS XXXVI HORAS SEGUIDAS DE BALONCESTO EN ESPAÑA” El escenario, el mismo del anterior, el Pabellón de As Travesas. Y los rivales, un Combinado Gallego y el Club Pontesa de Arcade. Que nosotros sepamos, nunca más se volvería a mejorar este record en nuestra ciudad. ¿Se habrá intentado en algún otro lugar?... ¿Quién sabe?
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Tarragona, 1981. “OPERACIÓN NUEVOS VALORES”, promovida por la Federación Española de Baloncesto. Cuatro jugadores de la Federación Gallega-Sur fueron seleccionados: Nacho Arroyo (Bosco), Manuel Suárez (Salesianos), Jorge Falagán (Manuel Álvarez) y Carlos Manuel Rodríguez Carbó (Pontesa de Arcade).
Cabeza de Manzaneda, 1991. “Campus Audie Norris” organizado por Paco Martínez en la estación de montaña ourensana. En la fotografía, el americano Audie Norris, el monitor Nacho Arroyo y una alumna del campus. El jugador del Barça convivió con monitores y alumnos durante toda la semana, y dio muestras de una simpatía personal que encandiló a los niños y a los propios entrenadores.
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As Travesas, 1991. Juana Ingelmo, entrenadora del Club Xerox Vigo, Primera Nacional B, se dirige a sus jugadoras en un “tiempo muerto”.
As Travesas, 1990/91. Club Xerox Vigo. Primera Nacional B Ascenso a Primera División Nacional De pie: Mercedes García, Ángeles Araújo, Susana Pomar, Consuelo García, Anabel Rojo y Nieves Lobón. De rodillas: Belisa González, Rosa Costas, Mónica Núñez, Carmen Victoria, Carmen Patiño y Kely García.
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Julio Larrañaga, el polifacético colaborador vigués de prensa y radio, le hace una entrevista para el desaparecido “Vigo Deportivo” a la catalana Carme Lluveras, entrenadora del Club Xerox-Vigo de División de Honor. Corría la temporada 1991/92, y el equipo vigués afrontaba una campaña muy dura con la disputa de la Liga y la Copa Continental Liliana Ronchetti.
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La entrenadora Carme Lluveras con el presidente del Club Xerox-Vigo, David Hortas, durante una rueda de prensa. El máximo mandatario del club se erigió en el salvador del baloncesto femenino vigués, tras la traumática desaparición del Real Club Celta en agosto de 1988. Precisamente Carme Lluveras había sido fichada para dirigir al Celta en aquella fatídica temporada que no se llegó a iniciar.
A lo largo de más de cincuenta años de baloncesto femenino en Vigo, tan sólo hubo al frente de nuestros máximos representantes cinco entrenadores foráneos: los madrileños Nacho Polo -residente en Vigo en aquella época como ex jugador del Porcelanas Santa Clara- y Pepe Merino, las catalanas Carme Lluveras y Ana Junyer, y el maño Carlos Iglesias. A la salmantina Juana Ingelmo, que consiguió el ascenso a Primera con el Xerox-Vigo, no la podemos considerar en este grupo. Su unión con el conocido periodista vigués Antonio Estévez la acredita como una viguesa más. Salvo Nacho Polo, que hizo doblete con el Celta, Liga y Copa, los demás han pasado por Vigo con más pena que gloria. En el caso de Ana Junyer y Carlos Iglesias, no llegaron al final de su contrato, siendo destituidos a mitad de la competición.
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No creo que a ningún árbitro vigués de los de ahora, ni a los de las últimas décadas, le hayan concedido la “Medalla de Honor” de la Federación Española de Baloncesto, como la que se le otorga con este diploma a Paco Nistal en 1960.
Junto a mi “apasionada” y “patética” relación con los árbitros, sobre todo cuando con la edad alcancé el sentido común, guardo en cambio una respetuosa admiración hacia los buenos árbitros. Parto de la base, además, de que considero el baloncesto como el deporte más difícil de arbitrar. Si tú reúnes en la grada a tres entendidos, pueden dictar veredictos completamen-
363 te contradictorios sobre la misma jugada: personal del defensor, personal de ataque o choque fortuito. Los árbitros españoles en ACB se ven obligados a retirarse a los cuarenta y cinco años, y en cambio, los americanos de la NBA, cuyos dirigentes son los que más saben de esto, permiten que lleguen pitando al menos hasta los setenta.
La estrella de la NBA, Charles Barkley, y el árbitro más famoso de la Liga americana, Dick Bavetta. En la escena, al término de una carrera benéfica que disputaron entre los dos hace unos pocos años.
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Con lo que me cuentan en este artículo, ya me considero admirador de Dick Bavetta sin más preguntas, y a pesar de no conocerlo sobre la cancha. Pero arbitrar hasta los 70 años y llevar a cuestas 35 ligas de la NBA, sólo lo pueden hacer los escogidos. ¡Mi admiración!
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Santiago de Compostela, 1976. Grupo de clasificación para la Fase Final del Eurobasket. El pívot ruso Vladimir Tachenko, 2,20 de estatura y 17 años, con el vigués Suso Cobián, del grupo de estadística en la competición.
Cuentan de Tachenko que se lesionó de cierta gravedad en los primeros compases de unos Campeonatos de Europa y que el cuerpo médico ruso ya lo enviaba de vuelta a su país. “El brujo” Torrado, pontevedrés de nacimiento, y “fisio” sobradamente conocido por sus especiales métodos, lo trató con sus hierbas mágicas, y el ruso volvió a la cancha al siguiente partido, ante el asombro de todos los médicos presentes en la competición.
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Pabellón de As Travesas, 1968. A los pocos meses de su inauguración, se celebra en Vigo con gran éxito el III Campeonato de Europa Junior. La U.R.S.S. sería el brillante vencedor de una final apasionante ante Yugoslavia. Ambos países -con Estados Unidos, los más potentes del mundo en las décadas de los sesenta a los noventa-, han desaparecido en la actualidad como tales del concierto político internacional.
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El equipo de la U.R.S.S. sería el campeón de III Campeonato Europeo Junior. Ya lo había sido en las dos ediciones anteriores.
España consiguió un meritorio quinto puesto. Por entonces, el baloncesto español no pasaba de la mediocridad en el ranking mundial. A partir de este campeonato, empezó a mejorar considerablemente sus opciones, hasta llegar a la final olímpica en los Juegos de Los Ángeles de 1984.
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“Las cañoneras célticas” son estas cinco sonrientes jovencitas que desafían incluso al F.C. Barcelona. Stakneviciene, María Pina, Noemí Jordana, Blanca Marcos y Pilar Valero firman un 44 % de efectividad en lanzamiento de triples. A mitad de la campaña 2009/10, en todo el basket nacional sólo se ven superadas por el Barça (48 %). Blanca Marcos ha anotado 9 triples de 11 intentos, el 81 %, algo de lo que muy pocos jugadores pueden presumir.
Y Pilar Valero, la brava alero céltica, no deja de sorprendernos cada día. Ya sabemos de su extraordinaria rapidez en la cancha, de su habilidad anotadora -aparece entre las “cañoneras”-, de su esplendida veteranía, de su formidable condición física -impropia para los años del D.N.I.-… y también de ese carácter optimista, alegre, animoso… de esa sonrisa que contagia. Pero, ¿qué pasa con esa imagen de Pilar que vemos en la página siguiente? Se nos presenta con una vestimenta algo extraña para la práctica del basket. Gorro, bufanda, muñequeras reflectantes, pantalón ajustado… ¿Qué pasa? Nada especial. Tan sólo que Pilar Valero, con el previo permiso de Paco Araújo y Cia., se nos ha ido a correr la famosa “San Silvestre Vallecana”, que se celebra el último día de cada año por las calles del barrio madrileño. Junto a 30.000 atletas, ha cubierto el recorrido con éxito, y entre 2.189 mujeres se ha clasificado en el puesto 32.
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Cuando deje el baloncesto -a tenor de su increíble condición física y técnica, dentro de no menos de diez años-, es probable que nos encontremos a Pilar Valero en las célebres maratones de New York, Londres, Tokio… Y hasta es posible que con su acostumbrada perseverancia, pueda optar a medalla en su grupo de edad.
¿Y quién es ese muchacho aguerrido que pelea denodadamente por el balón? ¿Cómo puede consentirse tanta violencia en una cancha de baloncesto? ¡Qué carácter se gastan los jugadores!
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¡Eh! No es baloncesto, es rugby. Y el muchachote que aparece a la izquierda en la imagen no es otro que Julio Bernárdez, ex del Obradoiro, del Bosco, del Celta, del Porriño… Jugaba en el Club Universitario de Santiago en 1989.
Esto ocurría en 1989, y se ve que Julio Bernárdez suplía su ostracismo en los campos de baloncesto por el esforzado deporte del rugby. De paso, se iría acordando de la encerrona de su amigo Pepe Casal, que lo retiró de las canchas con 23 años. Julio no hizo otra cosa que seguir la trayectoria que otro vigués, Josechu Curiel -también hombre del baloncesto-, había marcado en las década de los sesenta y setenta, donde no sólo había practicado el rugby, sino que incluso llegaría a internacional, y a ostentar el cargo de capitán de la selección española. Y aún hay más. El actual presidente del Club Baloncesto Baiona, Alfonso Mandado, ha sido destacado jugador del mencionado deporte, y en la actualidad, 2010, y desde hace años, es presidente de la Federación Española de Rugby. Parece que el baloncesto vigués, aunque aisladamente, mantiene una relación intensa con el noble y duro deporte del rugby. ¡Que continúe por mucho tiempo!
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Genaro Borrás, el entrañable traumatólogo vigués, se nos ha ido en 2008 tras una larga enfermedad. Una sensible pérdida para el deporte de la ciudad, que siempre tuvo al doctor dispuesto a atender a todo cuanto deportista llegaba a su consulta. Médico de la Selección Española de fútbol, del R.C. Celta, y de tantos y tantos deportistas de Vigo y de su entorno, siempre ha mantenido un tono afable y optimista con sus pacientes, dándoles ánimos con su peculiar trato sencillo, humano, muy cercano, y con la simple naturalidad de esas personas que quieren ayudar a los demás sin condicionamientos. El baloncesto ha tenido en Genaro Borrás a su doctor de lujo: las jugadoras célticas por su condición de médico del club; el resto de jugadores de la ciudad, como médico del seguro de la Federación Gallega. Ya fuesen unos u otros -también deportistas de otras modalidades-, a través de cualquier medio o en consulta directa, todos ellos han encontrado en Genaro la atención entendida de un experto, y la atención abierta de un amigo.
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Con motivo del “75 Aniversario del Real Club Celta”, el diario “Faro de Vigo” publica la historia del club a través de unos cuadernillos coleccionables de entrega semanal. En el turno del baloncesto me hacen esta entrevista.
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En diciembre de 2009 se nos iba la pequeña Clau, infantil del Real Club Celta, que no pudo superar la repentina, grave y extraña enfermedad que la venía asolando durante el último año. Hondo pesar en la familia céltica, sobre todo en sus compañeras más cercanas, y también en todo el baloncesto vigués y gallego, que de forma multitudinaria expresó sus muestras de condolencia.
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As Travesas, 1979. La internacional y polémica Marisol Paíno parece intentar un “mate” de los de ahora, pero como se aprecia en la jugada, le falta tan sólo un poco para lograrlo. Con unas facultades físicas fuera de lo común, era una de las mejores jugadoras de su época. Internacional fija, hasta que por decisión propia abandonó la selección.
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En 1998, “Faro de Vigo”, con motivo del “75 Aniversario del Real Club Celta”, publica una pequeña historia del equipo femenino de baloncesto.
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El diario “Faro de Vigo”, a raíz del “75 Aniversario del Real Club Celta”, dedicó el capítulo 41 de su historia al equipo de baloncesto femenino. Entre otros asuntos, mencionaban a vuela pluma, el affaire Marisol Paíno, que causó tanta conmoción en toda la prensa del país, y que aún hoy en día es recordado incluso por gente ajena al baloncesto.
La revista “NUEVO BASKET” da cuenta de los resultados, clasificación y máximas encestadoras de la Liga 81/82 en la jornada nº 13. Al frente de esta última, Marisol Paino.
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¡ORO PURO! ¡ORO PURO! ¡ORO PURO España, campeona del Mundo.
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As Travesas, 1984. En la imagen, vemos un Real Club Celta de muchos kilates, plagado de internacionales, y dirigido por Vicente Rodríguez “Cholas”. Floriano Fernández era el preparador físico. De izquierda a derecha: Ángeles Araújo, Susana García, Isa Piñeiro, Elena Moreno, Sole Granados, Belisa González, Ángeles Liboreiro, Celia Lago, Juana Ingelmo, Carmen Martínez, Sheila Ford, Mery Pereira y Piluca Alonso.
La célebre “Peña del Bombo”, que acompaña al Real Club Celta Femenino desde los años setenta. Hoy en día, campaña 2009/10, la ”Peña del Bombo” continúa con el mismo entusiasmo de antes, y permanece fiel en sus ánimos a las chicas celestes. Se supone que habrá caras nuevas en el grupo, y también que, por desgracia, faltarán algunas caras de los inicios, entre ellas, la de uno de sus fundadores, aún presente en esta fotografía. A todos, a los de antes y a los de ahora, mi sentido recuerdo, mi admiración y mi gratitud.
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En septiembre de 2009, el Real Club Celta Femenino cumplía su cuarenta aniversario. Las celebraciones se iniciaron en el mes de mayo con un amistoso España-Cuba, resuelto con una fácil victoria para las nuestras. Quedaba en evidencia el flojo nivel de las cubanas -con problemas graves en su país co-
381 mo para andar con juegos-, y se confirmaba, en cambio, el excelente momento del baloncesto español, en el que también están incluidas las féminas. España contó en su conjunto con representantes célticas, como casi siempre a lo largo de su historia. En la presente ocasión, eran Laura Nicholls, Alba Torrens y Tamara Abalde -en esta campaña 09/10 en el Rivas Futura de Madrid. Hacía siete años que la selección no visitaba Vigo. La última, en un partido contra Alemania de clasificación para el Campeonato de Europa -se ganó con facilidad-, con Vicente Rodríguez “Cholas” como entrenador. La ciudad viguesa, al parecer, siempre le ha dado buena suerte a nuestras selecciones de baloncesto… y continúa.
Laura Nichols, Alba Torrens y Tamara Abalde saludan eufóricas desde la pista a los muchos seguidores con que cuentan en las gradas de As Travesas.
Pero en el banquillo estaban también presentes dos vigueses de relumbrón: la ayudante del entrenador, Susana García, y el preparador físico, Domingo Salinas. Ambos con varios
382 años a cuestas en su cargo, muchos partidos amistosos, varios europeos, unos Juegos Olímpicos y varias medallas. De momento, parece que tanto jugadoras como técnicos seguirán en el equipo que dirige Evaristo Pérez. Hay un rumor bien fundado: el entrenador céltico Miguel Méndez podría sucederle al frente de la Selección Española.
Miguel Méndez goza de un excelente palmarés al frente de nuestras selecciones de categorías inferiores. En 2001 se hizo cargo de la Selección Sub-20, con la que participó en los Campeonatos de Europa de 2003 y 2005, consiguiendo una meritoria medalla de plata en este último. En 2006, con la Selección Sub-18 se proclama Campeón de Europa en Tenerife. En 2007, dirige a la Selección Sub19 en el Mundial de Bratislava, y se clasifican en una valiosa cuarta plaza.
Los titulares de “Faro de Vigo” dan cuenta de la posible candidatura de Miguel Méndez para ocupar el puesto de seleccionador nacional en un futuro no muy lejano. Por lo de pronto, en esta campaña 2009/10, ha regresado al “staff” técnico de la FEB, y se hará cargo de la Selección Sub-18 que disputa en el verano próximo los Campeonatos de Europa. Es incuestionable que tarde o temprano, Miguel Méndez está destinado a dirigir nuestra selección nacional absoluta.
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Pepe Vázquez ha sido para los vigueses “la voz” de Radio Vigo desde 1939 a 1984. En tiempos de una sola emisora en nuestra ciudad -y también después con varias-, el poderoso e inconfundible sonido de su palabra nos hacía identificar el medio con facilidad, al mismo tiempo que escuchábamos de sus labios las más diversas noticias. Entre ellas, las deportivas. En el momento de su jubilación, la “Unión de periodistas deportivos de España”, en su “Gala del Deporte 1984” otorga a Pepe Vázquez la Medalla de Oro a la Información Deportiva.
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“La Voz de Galicia” informa sobre la “Vilagarcía Basket Cup´09”.
Si se trata de dilucidar cuál es el torneo de más prestigio de Galicia, tenemos, sin la menor duda, que elegir el “Vilagarcía Basket Cup” como el mejor. Desde 1995 se celebra en la capital arousana este evento, siempre de carácter internacional, y en las fechas de vacaciones de Semana Santa. Ningún otro que se juegue en nuestra comunidad se acerca ni un poco a su calidad técnica, a su bien ganada fama en España y en Europa, al número de espectadores, a la cantidad de jugadores participantes en competiciones paralelas de categorías de base… ni tampoco a la respetable cifra de ediciones que completan su historial. En la mayoría de ellas, el torneo ha encuadrado a equipos sub-20, y en su palmarés se encuentran los mejores clubs del país, como el Real Madrid, el Unicaja, el Barcelona F.C., el Joventut, el Estudiantes… y grandes clubs europeos, Zalguiris, Yugoplástica, Partizán, Treviso, Dinamo de Moscú… También pasaron por Vilagarcía jugadores que años más tarde llegaban a la NBA: Korolev, Samb, Planicic, Marc Gasol… En la reciente edición del 2009, la décimocuarta, se ha hecho un importante cambio, que no sabemos si se mantendrá en un futuro. La clásica participación de clubs sub-20 se ha sustituido por selecciones nacionales sub-20.
385 Francia le ganó la final a Rusia en un trepidante partido, 66-63, y España, dirigida por Juan Antonio Orenga, quedó clasificada en tercer lugar tras superar a Italia por un claro 91-69.
Como curiosidad de esta última edición, debemos mencionar el espectacular “grito de guerra” de la selección de Nueva Zelanda, el “haka”, que ha puesto de moda su equipo de rugby antes de los partidos. En la imagen superior, contra Francia
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“Faro de Vigo”, 3 de diciembre de 2009. El diario vigués recuerda el veinte aniversario del fallecimiento del legendario jugador Fernando Martín.
387 Fernando Martín, fue el primer español en jugar en la NBA. Un desgraciado accidente automovilístico le quitó la vida en su mejor momento deportivo. Un brillante palmarés lo acredita como un jugador del más alto nivel técnico, destacando, además, por su temperamento luchador y ambicioso. Hasta la llegada de la generación de Pau Gasol, estaba considerado como el mejor jugador nacional de la historia. Cuentan que al vestuario del Real Madrid, preparándose para jugar un partido de Liga, llegó la noticia de un grave accidente de coche de un conocido jugador de baloncesto, sin que informasen de quién se trataba. Fueron llegando los que faltaban, en medio de una creciente preocupación y nerviosismo… y solamente quedaban dos, Villalobos, que apareció puntual, y… En aquella década de los ochenta se hizo famosa la tremenda rivalidad que mantenía en cancha con el pívot americano del Barcelona Audie Norris. Lo curioso es que fuera del partido eran excelentes amigos, circunstancia que no parecía ser así a tenor de los marcajes -a veces hasta violentos- que se hacían mutuamente. En el emocionante y populoso entierro de Fernando Martín, su amigo Audie Norris lloró amargamente la pérdida de su rival.
Audie Norris, pívot norteamericano del F.C. Barcelona en la década de los ochenta. Además de ser uno de los extranjeros más valiosos de esa época, era una persona de una condición humana excepcional.
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Algunos de los principales dirigentes vigueses: Javier Rodríguez, Pablo Beiro, Guillermo Touza, Paco Araújo y Alfonso Posada.
Una persona muy allegada me comenta siempre cuando se afronta el tema: “Directivos no van a faltar nunca”. Opina que faltará un delantero goleador, o un director de juego, o un lateral lanzador, o un velocista de nivel, o una pívot anotadora… Pero directivos, nunca. Sin embargo, no creo que el deporte vigués encuentre sustitutos fáciles para estos personajes de la fotografía. Y la verdad es que yo, que los recuerdo jovencitos no debe hacer demasiado tiempo, me parece por esta estampa que los años ya les deben pesar un poco. Me refiero a los años biológicos, porque los deportivos, a tenor de los miles de avatares sufridos durante tantas temporadas, ya los tendrían que haber arruinado física y anímicamente -monetariamente puede que también- desde hace muchísimo tiempo. Pero aguantan, parecen “los inmortales”. Cuando ya están al borde del cataclismo, resurgen no sé con qué fuerzas extraterrestres, y siguen el angustioso camino que han elegido. Son verdaderos funámbulos en el mundo deportivo, artistas del arriesgado equilibrio que conlleva el actual “status” en la élite. Lo malo es que cualquier día de estos, se quedan hasta sin el alambre.
389 A pesar de la teoría de la persona allegada, demostrada en la práctica en repetidas ocasiones durante más de medio siglo, me da la impresión de que en el caso de estos dirigentes se va a equivocar de pleno. Pero… ¿quién sabe? La edad, desde luego, no les va a perdonar. El bueno de Octavio Rodríguez tuvo en su hijo Javier un sucesor deseable, y que además continúa fielmente el “rol” tan personal que marcó su padre en la dirección del club. Aunque no sé si mantendrá el hijo las costumbres del padre en su totalidad, y si no es así en cuanto a esta tradicional superstición que voy a contar, sería el momento oportuno para retomarla, principios del 2010, y poder superar con tan especial ayuda la mala situación actual. “Octavio siempre estrenaba algo en cada
partido que jugaba su equipo, y lo recuerdo en muchas mañanas del sábado, pasando por El Sport a comprar unas muñequeras, o calcetines, o grasa para las manos, o un brazalete de capitán… cualquier chorrada que, según él, le garantizase la buena suerte… y la iba teniendo.” De manera que si Javier no mantiene la
superstición del “jefe”, tal vez pudiera probar… Sin embargo, no creo que ningún hijo de Javier, ni tampoco los sucesores familiares de estos entrañables personajes, se atrevan a coger las riendas de tan descerebradas misiones. “Los inmortales”, los empedernidos soñadores, los salvadores del deporte vigués, los doctores en mendicidad puerta a puerta… y yo que sé cuantos adjetivos y frases se podrían seguir añadiendo, no deben pensar en dejar “su locura” como herencia en la propia casa. Dicen adivinos del futuro, profetas religiosos, sectas misteriosas, magos del saber… que el mundo se acaba en el 2012. Nadie se lo cree, pero si le preguntas a Pablo Beiro, o a Alfonso Posada, o a Guillermo Touza, o a Paco Araújo, o a Javier Rodríguez… seguramente te contestarán: “El mundo
puede que no, pero mi equipo… no sé si llegará allá.”
A éstos, en temas futuribles, ni caso. Llevan así diez, veinte, treinta años… una eternidad repitiendo lo mismo. No sé muy bien si son dioses o diablos, pero sean lo que sean, eso sí, son formidables ciudadanos de Vigo.
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Eran tiempos de la dictadura, y el Joventut de Badalona se veía obligado a castellanizar su nombre en el banderín conmemorativo del Campeonato de Liga que había ganado (1967). Por entonces, Nino Buscató ejercía de base y de gran capitán del equipo. Llegó a ser 220 veces internacional. Junto a Emiliano Rodríguez, fue el jugador más carismático del baloncesto español de los años sesenta y setenta. El Joventut de Badalona se caracterizaba por utilizar en sus filas jugadores de su propia cantera, y de gozar de un juego rápido y brillante. Compartía con el Estudiantes de Madrid todas las simpatías del baloncesto nacional.
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En la década de los ochenta, la desaparecida revista de baloncesto “REBOTE” felicitaba las fiestas navideñas a todos sus lectores con esta singular portada. Entre los jugadores escogidos que aparecen en las caricaturas, un vigués, Quino Salvo -el primero por la derecha de los de arriba-, por entonces en el Forum Valladolid. El primero de los de abajo es el yugoslavo Slavnic (Joventut de Badalona), que empezó a destacar en el Campeonato Europeo Junior jugado en Vigo en el año 1968
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Las “viejas glorias” del Obradoiro CAB se reúnen todos los años -y van casi treinta- para recordar los felices tiempos pasados. Juegan un disputado partidillo entre ellos como preámbulo, y luego asisten a la entrañable y suculenta cena de rigor. En esta fotografía a pie de campo de finales de los noventa, faltan muchos de los fieles asistentes a la convocatoria anual. El coruñés Tonecho Lorenzo y el ourensano López Cid son los maestros de ceremonias de las efemérides, y año tras año desde su inicio, llevan el peso de organizar con esmero y especial cariño la tradicional reunión. De pie: Miguel Juane, López Cid, Tonecho Lorenzo, Andrés Caso, Alberto Abalde, Joserra Lete y Vitolo. De rodillas: Reparaz, Pepe Conde, Sergio Delpont, Ricardo Aldrey, Manel Sánchez, Suso Fernández y Miguel Loureiro.
En el fondo de las tradicionales reuniones anuales de las “viejas glorias” del Obradoiro, subyace el sentimiento común de mantener viva la llama del club -maltratado gravemente en el 90 por la justicia deportiva-, y permanecer alerta mientras tanto, en un intento íntimo de conservar el alma del “Obra”, y a la espera paciente del veredicto favorable que al fin llegó. Y con él, la participación -que ya es historia por su relevancia- en la Liga ACB, que hoy en día, junto a la NBA, es la mejor competición del mundo. Se supone que los antiguos jugadores, algunos de ellos testigos de los sucesos de los noventa, se encontrarán reconfortados por la sentencia final, y entusiasmados con la participación del Xacobeo-Obradoiro en la ACB-2009/10.
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En el 2006, la actual directiva del Obradoiro CAB rindió un homenaje a las “viejas glorias” para celebrar el “25 Aniversario del Primer Ascenso a Primera División”.
394 Imágenes de reuniones como las que vemos en páginas anteriores podríamos repetirlas hasta casi treinta veces. Las que contemplamos ahora son suficientes para observar el ferviente sentimiento “Obra” que impera entre todos. Comprobamos también la fuerte presencia de “viejas glorias” de Vigo, que durante las décadas de los setenta y ochenta, han sido protagonistas importantes en el devenir del club. La lista de vigueses en el Obradoiro es bastante larga, y más aún, si incluimos en ella a los jugadores foráneos que se afincaron definitivamente en Vigo, y también, a algunos enraizados en sus equipos durante muchos años -Bosco, Salesianos, Skol, Celta…-. Antes o después, todos ellos vistieron la camiseta del conjunto compostelano… y por lo que se ve, les ha calado tan hondo que siguen estando ahí en cada celebración. Entre los vigueses, hay dos nombres que son historia del “Obra”: Julio Bernárdez y Pepe Casal, los dos entrenadores del ascenso a Primera en la campaña 81/82, y ambos con muchos años de apasionada entrega al club santiagués. Además de los mencionados, debemos recordar al todoterreno Quino Salvo, a los pívots José Torres, Alberto Abalde y Miguel Polo, a los aleros Suso Montes -se nos fue hace unos años- y Augusto de la Concepción, al ala-pívot Andrés Cadahía… También al lucense Pepe Conde (Bosco), al venezolano Félix Muñoz (Bosco, Skol, Celta, Porriño), al canario José Manuel Díaz (Skol, Celta, Porriño) , al pontevedrés Valentín Baeza (Skol, Celta), al mismo Tonecho Lorenzo (Bosco), al madrileño Joserra Lete (Bosco) -actual Secretario Xeral de Deportes de la Xunta… En estas citas anuales de intocable tradición, tampoco faltan los directivos históricos del Obradoiro CAB -algunos de ellos, fundadores-, tales como Antonio Castro García, Carlos Recouso, Alejandro Castro, José Ángel Docobo -actual presidente-, Óscar Martínez, Owie Cameron… Y los entrenadores Carlos Lamela, José Manuel Couceiro, Javier Lorenzo, el peruano Vitolo, el ourensano Pirulo -entrenador del “Obra” en el famoso, playoff contra el Júver-Murcia… el entrañable y popular “fisio”, Añón… el famoso árbitro de la época, Sanchís…
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Quedan atrás muchas horas de entrenamiento compartidas, muchos kilómetros de viajes juntos, muchas ilusiones, grandes victorias, tristes derrotas… y logros como el ascenso del 81/82… y un playoff de ascenso ganado diecinueve años más tarde… Es el espíritu del “Obra” que perdura vivo… y que en 2009, con la justicia en la mano, revivirá todavía más.
Si se profundizase con calma en su memoria, cada uno de estos personajes nos podría relatar escenas, anécdotas, sucesos, curiosidades… inolvidables, que llenarían al completo las páginas de un libro. Bien es verdad que muchas de estas pequeñas historias no tendrían, a buen seguro, nada que ver con el deporte de la canasta. Tal vez en una próxima charla, alguien cuente… incluso se vaya de la lengua.
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Ésta es la última cita, la del 2009, que hace la número 29 de las celebradas hasta ahora. Cuarenta y siete asistentes y una ausencia muy especial, José Manuel Couceiro, por motivos de salud. La próxima del 2010 puede que sea la más celebrada y la más multitudinaria de todas. Esperemos que las “viejas glorias” del Obradoiro Club de Amigos del Baloncesto puedan festejar el regreso de su querido equipo a la élite del basket nacional… y ¿cómo no?, el triunfo definitivo en los tribunales de justicia. ¡UN BRINDIS POR ELLO! ¡POR EL OBRADOIRO!
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ÍNDICE
Página I Los “secretos” de Carlos Núñez ………………………………………. 13 II ¿Cómo va la cantera? ..………………………………………….…….. 42 III Huellas… de los cuarenta y cincuenta ..………………………… 55 IV El Club Ademar ……………………………………………………………. 74 V Los herederos del talento ……………………………………………… 135 VI El Mercantil Femenino ………….……………………………………… 176 VII ¡Vaya con la sentencia!... y algo más …………………………. 222 VIII ¡Vuelve el “Obra”! ……………………………….…………………… 239 IX Más cosas del “Obra”… con Julio Bernárdez …………………… 266 X Un triunfo para la historia ……………………………………………… 319 XI Galería de imágenes ……….…………………………………………… 336
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Mucho nos gustaría tu intervención en nuestras charlas, a través de tus comentarios, de tus fotografías, de tus recuerdos, de tus anécdotas… y ¡¡también de tus críticas!! luisalbertoreylama@gmail.com
¡Mil gracias!
Muy pronto <<CHARLAS BAJO LA CANASTA>>
Charla cuarta
Cestas de “pexegos” Charlaremos del inventor del baloncesto, de los “inmortales” del basket vigués, del club decano de la provincia, observaremos más testimonios fotográficos de los años cuarenta y cincuenta, recordaremos la primera Copa de la Reina ganada por el R.C. Celta, hablaremos del Club Manuel Álvarez… e igual que en charlas anteriores, expondremos la habitual Galería de Imágenes como remate final.