Monteadentro 004 / junio 2015

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Junio de 2015 El Retiro, Antioquia DISTRIBUCIÓN GRATUITA

PERIÓDICO TRIMESTRAL

<Al que le van a dar, le guardan>

004

UN VIAJANTE MAICERO Elkin Obregón / p • 3 OLORES DE ESTABLO EN LA COCINA Julián Estrada / p • 4 UN BUEN LÍDER ES UN BUEN MAESTRO Marisol Henao / p • 7 CARIDAD INFINITA Samuel Velázquez / p • 8 LA BLAKEA León Sierra / p • 10

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JULIÁN ESTRADA OCHOA NICOLÁS NARANJO BOZA ELKIN OBREGÓN SANÍN LUIS GERMÁN SIERRA JARAMILLO Comité Editorial ALEJANDRA ESTRADA SIERRA Directora artística y de contenido GLORIA BERMÚDEZ BERMÚDEZ Coordinadora

MIGRACIÓN Y AUTONOMÍA

ELKIN OBREGÓN SANÍN Corrector LAURA BUSTAMANTE CORTÉS NATALIA VÉLEZ ESCOBAR Diseño y diagramación FOTO CARÁTULA: Cocinas de El Retiro. De la serie Cocinando recuerdos. Camilo Cortés. 2013.

ALEJANDRA ESTRADA SIERRA

ISSN: 2389-8747 Impreso en El Colombiano

Corporación rural Laboratorio del Espíritu Km 6, vía El Retiro - La Ceja. Vereda Pantanillo Teléfono: (574) 5410579 www.laboratoriodelespiritu.org monteadentro@laboratoriodelespiritu.org Colombia, 2014

APOYAN

Directora Monteadentro

C

on la edición anterior recién salida del horno fuimos a la vereda El Barcino, al sur de El Retiro, a dar a conocer el periódico, repartirlo y leer juntos. Una vereda que limita con Montebello, zona algo más cálida que el norte del municipio. Nos recibieron doce personas, tres perros, y un paisaje impresionante. Aparte de la belleza del lugar, de su limpieza, de la amabilidad de las personas, algo me impactó profundamente: en esta vereda sólo habitan 26 personas, unas 13 familias, todos adultos mayores. Hijos y nietos han tenido que migrar a otras veredas, al pueblo o a la ciudad por la imposibilidad de vivir de cultivar la tierra y porque, hecho determinante, no hay escuela. Ésta se derrumbó en el 2013. La migración del campo a la ciudad es un fenómeno mundial, paulatino. En 1950 menos del 30% del total de los habitantes del mundo vivía en las ciudades. Para el año 2000, ese porcentaje se elevó al 50%. Sin embargo, en Colombia, un 70% de la población ya vivía en las ciudades para ese entonces: la violencia, la crisis agraria, la degradación del medio ambiente, la concentración de la propiedad (en un país donde el 95% del territorio es rural, el 80% de la tierra pertenece al 14% de los propietarios), acentúan la pobreza y dificultan la prosperidad de la pequeña y mediana agricultura. Y este conjunto hace ver la ciudad como un escenario lleno de promesas. Al instante recordé el nacimiento de algunas iniciativas independientes de cultivar orgánicamente en las ciudades: en andenes, parques, en cualquier retazo de tierra que dejara libre el cemento. Lo hacen como un acto subversivo, para tener una opción saludable a la hora de elegir sus alimentos y que la nutrición dependa de ellos.

ALIADO

Y al cabo entendí las conexiones de mi memoria, uno y otro fenómeno son síntomas de lo mismo: de la apropiación de tierras, semillas y mercados por unos pocos. Hoy, cerca de un billón de personas aguanta hambre en el mundo. Esto no se debe a la superpoblación, sino al mal uso de los suelos y a la pésima distribución de tierras, riqueza y conocimiento. Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, ¿cómo explica que tenga gente con hambre? Recuperar la pequeña agricultura es la clave para disminuir la pobreza y mejorar la calidad de vida en áreas rurales y urbanas. La migración del campesino pone en riesgo la seguridad alimentaria del país y es síntoma de cómo se nos ha olvidado proveer para nosotros mismos. Cultivar el suelo propio y comer de sus frutos es un acto de independencia, de autonomía. Pero esto, ¿nos interesa siquiera como país? ¿Entendemos la gran revolución que implica mirar de nuevo al campo? O, como en algunas ciudades de países del primer mundo, ¿terminaremos cultivando en los andenes? EDITORIAL

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UN VIAJANTE MAICERO ELKIN OBREGÓN SANÍN Caricaturista y escritor

S

in que este cronista se lo proponga, parece que la mención de un personaje lo llevara a hacer de éste el protagonista de otro escrito. Así pues, invito aquí al ya mencionado Efe Gómez, pisando terrenos que no me corresponden. Nació Francisco Gómez Escobar —para siempre Efe Gómez— en Fredonia —1873—, y murió en Medellín en 1938. Los retratos y dibujos que de él nos quedan coinciden en decirnos que era feo, narizón y de semblante apacible. Estudió ingeniería en la Escuela de Minas de Medellín, y ese oficio, como se verá, marcó de algún modo su destino de escritor. Paréntesis que viene a cuento: a finales del siglo XIX y comienzos del XX, Medellín, contra lo que se suele creer, estaba abierto a la cultura. Se leía mucho, se importaban muchos libros, se editaban muchas revistas de asuntos literarios. En esas revistas empezó a escribir Efe, y esos libros leyó, de autores alemanes, franceses, rusos, españoles. De todos esos escritos se nutrió, y los incorporó, depurándolos, a su propio mundo espiritual y literario. Por razones de su trabajo, el ingeniero Efe Gómez recorrió buena parte del territorio antioqueño. Visitó campamentos mineros, aldeas y poblachos, fondas, tiendas, sembradíos, pensiones y albergues, lugares de juergas. Todas esas andanzas, esos cuadros que vio con mirada certera, no hicieron de él un costumbrista, como tantos hubo, sino un observador desesperanzado de la condición humana. En esos seres primarios vio, y registró, las mismas cosas que sus lecturas le habían mostrado, envidias, odios, venganzas, violencias, y a veces, también, una llamita de amor, casi siempre apagada por un destino cruel. No todos sus relatos respiran ese tono, pero sí, hay que decirlo, los mejores; como ejemplo supremo está su cuento Guayabo negro (obra maestra de la literatura colombiana), que nos deja en el alma la inquietante sensación de lo cerca que puede estar, para todos nosotros, el borde del abismo.

| Ilustración: Horacio Longas.|

Pero hay otro Efe, nos lo recuerda su hija Clarita (1), el animador de tertulias de café, amable, risueño, lleno de anécdotas, adorado por sus amigos, respetado por don Tomás Carrasquilla, tan poco dado a respetos. Es el Efe que se muestra en sus crónicas, y en sus pocos poemas, textos raizales, ricos de ese humor antioqueño, tan picaresco como fino (y tan escaso: pienso en don Tomás, en Rafael Arango Villegas, en Fernando González), que sólo puede mostrar un hombre cordialmente uncido a su tierra y a sus gentes. Como muestra remato esta crónica, para alivio de mis lectores, con una joyita suya, El gallo: monteadentro 03

El gallo de San Luis Gonzaga, en la cresta un clavel sangrante, rútilos los ojos, saliente el pecho, se pasea gallardo. Cada vez que asienta las patas parece que sonaran, como campanadas, los espolones asesinos. Con movimientos cortos, explosivos, mueve el cuello: a lo largo de él la luz corre, chorrea. Cruza la gallina blanca de las ánimas benditas: una polla de primera postura. Cacareo sonoro, piropo saleroso, olé galante. La polla se detiene, emocionada, a picar un grano que se traga. El gallo gira en su redor, y el ala crujiente barre, raya el suelo. Corre la polla provocadora. La sigue a escape, la alcanza, la muerde del copete, la sujeta… La crispatura suprema. La polla sale sacudiéndose. El gallo se planta, y, altanero, bate las alas, se yergue y canta. Sigue su paseo, y al ir por debajo de la cuerda en donde han puesto a secar la ropa al sol, se agacha: le parece que no cabe, que va a tropezar en la cuerda la erguida cabeza altanera. Gallo pa’ buen fullero —piensa el viejo Cosme Zúñiga—, cuidao no cabes, maldito. Si del suelo a esa cuerda hay como dos varas y media, y tú tendrás como dos cuartas de la cresta al suelo… Para eso sí, es que… ¡Ah! Así era yo cuando muchacho. Recuerdo que una noche de luna llena en que salía de casa de Marcela, al brincar de la puerta al patio me agaché, porque creí que me iba a topetar con la luna, que estaba al frente, en medio del cielo… (1). Clarita Gómez, prólogo al libro Efe Gómez, sus mejores páginas, Ediciones Autores Antioqueños, texto básico para acercarse a la obra de Don Efe.


OLORES DE ESTABLO EN LA COCINA JULIÁN ESTRADA OCHOA Antropólogo

I

mpermeable como soy a las ciencias de la psiquis, permítaseme especular en aquello que de manera sofisticada llaman “memoria gustativa” y que en el fondo no se trata sino de la añoranza de los sabores de infancia. Aunque parezca mentira, no fui niño de tetero en boca a toda hora, pues tuve la gran fortuna de visitar a Doña Vaca en una edad en la cual yo apenas comenzaba a dominar el arte de caminar. Me contaron mis mayores, que me aparecí en el establo a una hora, cuando aún no clareaba el sol, sobrepasando obstáculos de talanqueras, broches y portillos y sin temores de terneros, ni escrúpulos del estiércol que abundaba por doquier. Aseguran los testigos de mi primera proeza glotona, que sin temor alguno me arrimé tambaleando a las patas del descomunal animal, y sin terciar palabra ni pedir permiso halé la ubre cual ordeñador habitual. El premio a mi osadía fue recompensado con un vaso de postrera, mi primer vaso de postrera, claro está; convirtiéndome desde entonces en adicto a tan noble y natural manjar, el cual por su esencia rural constituye hoy en día para mí un disfrute completamente excepcional. Hace algunos años fui invitado a una preciosa finca, llamada “La Inés”, en la cual, desde el mismo instante en que pisé el umbral de su amable cocina, ésta me hizo recordar aquellas que de niño conocí en compañía de mis tíos y mi abuelo, a quienes hoy agradezco el que se hayan encartado conmigo, pues gracias a ellos, hoy me ufano de conocer y recordar aquellas haciendas - cafeteras unas, ganaderas otras - establecidas en el suroeste y el bajo cauca antioqueño. Sobra decir que en todas ellas, mis lugares preferidos eran los fogones y las mesas de trabajo de donde salían bandejas y palanganas con todo tipo de vituallas de cocina criolla. Pues bien, en “La Inés”, se me disparó el olfatímetro, durante el ajetreo propio al servicio del primer desayuno, el cual alborotó los aromas de la cafetera, aquellos de la olla de aguapanela, los propios de la paila de huevos revueltos con junca frita, y más aun aquellos del caldero de la morcilla y los chorizos … todos superados por la primera fumarola de arepas quemadas, exigidas así por comensales remilgados.. Sin embargo, gracias a mi remota y vigente costumbre de levantarme con horario de ordeñador, en aquella finca volví a sentir esos aromas que desde parvulito no sentía; eran los aromas de una cocina abierta en la alborada, aún sin fogón prendido y sin aromas de café; pero donde ya hacían presencia la postrera, el quesito y la cuajada. Lloré de emoción… me sentí privilegiado y durante tres mañanas seguidas me atraganté de postrera y de cuajada.

|Cocinas de El Retiro. De la serie Cocinando recuerdos. Foto: Camilo Cortés. 2013.| monteadentro 4


Aseguran los testigos de mi primera proeza glotona, que sin temor alguno me arrimĂŠ tambaleando a las patas del descomunal animal, y sin terciar palabra ni pedir permiso halĂŠ la ubre cual ordeĂąador habitual.

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MUÑECA LUZ MIRELLA BEDOYA BEDOYA Integrante del semillero de periodismo

“No sé leer, no sé la letra ‘o’, pero sé tratar a la gente” Muñeca fuera su gran debilidad, conoció a la mujer de su vida. “La conocí un día cuando fui donde un vecino, Nazario Ospina, por unas chirimoyas. En tan solo tres meses me enrolé(2) y le propuse matrimonio. Luego pensé: ‘si sale buena esposa me quedo pero si sale mala me vuelvo para el Eje Cafetero’. Estaba claro que la familia ya era un futuro para él y no necesitaba más para ser más feliz. Nunca lo olvida: “Cuando me casé contaba con treinta mil pesos prestados, los que eran pa’ pagarle al padre pero no los pagué”. La pareja lleva 33 años casada y él es feliz con su esposa Marina, quien ha sido su amiga, cómplice de borracheras, felicidades y tristezas. Con 73 años, reconoce que la mayor pasión que tiene son los caballos, pues su padre fue arriero. Heredó ese amor por las bestias porque cuando tenía solo seis años se iba con su papá para Montebello a una vereda que se llama El Gavilán a traer revuelto para vender en La Ceja (quedaba a tres horas en caballo). Desde eso no le pueden faltar sus caballos. Ellos fueron sus aliados en todas sus locuras y lo siguen siendo. Con ellos ha ganado muchos trofeos, entre esos uno que se ganó hace 28 años (1987) por ser el primer campesino en asistir a la cabalgata que se realiza los 28 de diciembre en las fiestas de “Los negritos” en El Retiro. También tiene algo muy curioso: le gusta deberle a la gente, así no necesite la plata. Aclara que paga. Nunca se queda con lo que no es de él. Este personaje tiene encanto, inteligencia y buen humor cuando se trata de negocios. A esto muchos le dicen “malicia indígena”. Es mucho lo que se habla de él, sus historias son contadas por vecinos, amigos y conocidos que pintan con imaginación lo que fue, lo que es y será para todos nosotros. Hoy “Muñeca” vive feliz en su casa y morirá con su gran amor: su esposa e hijos.

| Muñeca. Foto: Luz Mirella Bedoya. 2015 |

L

N

CARRIZALES

a gente no lo conoce como Jairo de Jesús Echeverri Henao, sino como “Muñeca”. Se le conoce así porque cuando se compró su primer caballo le puso “Muñeca”. Tan solo le costó un peso con cincuenta centavos. Quien le puso ese apodo fue Víctor Bravo, un gran amigo con el cual se emborrachaba.

ENVIGADO RIONEGRO LOS SALADOS DON DIEGO NORMANDÍA

Desde los siete años trabajó ordeñando vacas, cogiendo café, cuidando cocheras, trabajando en ganadería pues la situación económica en la época era muy dura. Cuando tenía 17 años se fue para el Eje Cafetero a coger café y se quedó 20 años trabajando en una finca para ayudar a sus trece hermanos. Sus experiencias marcaron su forma de ver la vida, las cuales narra ahora a modo de anécdotas. Sobre uno de tantos sucesos cuenta: “Uno tiene que escoger sus amistades. Por eso yo no era [amigo] con cualquiera. Estaba con unos amigos tomando. En ese momento uno me ofreció una pitaita.(1) Yo sabía qué era y me fui”.

SANTA ELENA

EL PORTENTO

EL CHUSCAL

LEJOS DEL NIDO

EL CARMEN

CALDAS

Después de vivir mucho tiempo en Manizales, se devolvió para la vereda Pantalio. Ya había disfrutado mucho de la vida, jugado y tomado, y estaba cansado de tantas novias que había tenido. Y como el amor

PANTANILLO PUENTE PELÁEZ

LA HONDA

LA LUZ LA HONDITA

LA AMAPOLA PANTALIO LA CEJA

EL BARCINO NAZARETH

TABACAL

LOS MEDIOS MONTEBELLO

EL RETIRO Y SUS VEREDAS

(1). Fumada de marihuana. (2). Enamorarse.

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UN BUEN LÍDER ES UN BUEN MAESTRO MARISOL HENAO BEDOYA Integrante del semillero de periodismo

D

No quiero que dependan de mí para todo lo que necesite la vereda sino que juntos pensemos el futuro.

oña Consuelo Bedoya, su esposo, Rodrigo Antonio Villegas, y sus dos hijos, Dubán y Jonathan viven hace 10 años en la vereda Los Medios, en una hermosa finca para el cultivo de café, plátano, aguacate, piña y, además, la cría de gallinas y marranos. Al escucharla se evidencia su amor, interés y sentido de pertenencia por su vereda. Cálidamente nos cuenta que empezó a trabajar desde los 15 años para ayudar a su mamá y a sus hermanos y desde entonces no ha parado. Hoy en día su trabajo principal es luchar por una comunidad, como enamorada que es de la gente y de la naturaleza. Hace dos años es presidenta de Acción Comunal y, como líder, busca que su vereda recupere la productividad del campo así como que no olvide las fiestas y tradiciones y haya mejor educación para niños y jóvenes. Nos dice: Amar la naturaleza es lo más importante y yo busco que mi gente la ame también. Les enseño a apropiarse de ella, pues nos hace sentir bien. Antes no había ese interés. Para cumplir con sus palabras trabaja en el proyecto “Bosques para la vida” de la Corporación Madremonte, en el que, en convites, siembran árboles para fortalecer los bosques. Ahora tiene un nuevo proyecto llamado “Sembradoras de vida”, en el cual las mujeres se encargan también de la siembra de árboles nativos y de reforestar las micro-cuencas. Con la administración municipal de El Retiro gestiona mejoramientos de vivienda y presupuestos participativos (los cuales se invierten en insumos y herramientas para el cultivo de café —principal producto de la vereda reconocido por su calidad y sabor—).

Mientras yo pueda, voy a hacer todo lo posible por la vereda, pero cuando no, ya creo haber hecho mucho por mi comunidad. Es por eso que me gusta mucho enseñarle a los niños a que sean líderes también.

| Consuelo Bedoya. Foto: Luz Mirella Bedoya. 2015 | ¿Cómo logra tanto? Mientras conversábamos tomándonos un delicioso chocolate respondió mi pregunta así: Simplemente les enseño. Aunque yo no tuve una buena educación, en las reuniones y encuentros les hablo de lo unidos que debemos ser. No simplemente por sentarme a dar lata, y decir qué se va hacer. Eso es mandar. Sino cómo debemos ser.

Así voy trabajando, aunque sea esclavizante y comprometedor… Ser un buen líder implica dedicarse a la comunidad. Y no solo se dedica a gestionar, organiza la Novena del Carmen y novenas de navidad para compartir en familia con la finalidad de reunir a toda la comunidad. Cada familia lleva algo para compartir, como arepas, aguacates, chocolate, buñuelos, etc., pues según Doña Consuelo, Así la comunidad se une, se acompaña y crece. Fuera de esto le gusta escribir, y así lo expresa: Aunque no soy experta me gusta guardar recuerdos, por eso copio todo en un cuaderno.

| Consuelo Bedoya. Foto: Laura Bustamante. 2014 |

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María Eugenia Bedoya Suaza pertenece a la vereda Los Medios hace 28 años y le ha tocado vivir la violencia que en una época golpeó a esta comunidad. Pero también vive el cambio y el desenvolvimiento que tiene ahora. Dice: Vea, a mi me tocó presenciar toda la violencia que hubo aquí. No me quiero ni acordar. Ver todos los vecinos salir empacando en los carros sus coroticos y saber que nosotros, los de este lado, quedábamos en pura soledad… Muy duro. Uno no quisiera que anocheciera, deseábamos que siempre estuviera de día. Pregunto: ¿Y de pronto ustedes no pensaron en irse también? Lógico. Pero ¿pa dónde? Del miedo hasta nos queríamos ir siquiera pal parque del Retiro. Pero, ¿después qué? Más bien nos quedamos aquí. Al fin y al cabo nada debíamos. Ya con el tiempo nos fuimos haciendo fuerza los mismos vecinos. Ya la vereda empezó a tomar fuerza y ser más unida, ya algunas familias volvieron y ahora la vereda es muy tranquila, la economía muy variada, hay muchos cultivos: aguacate, piña, café, yuca, flor y así. Sinceramente, pa´ decir la verdad, Consuelo ha sido muy verraca. Todo lo que tiene que hacer, trabajar con Rodrigo en los cultivos, en la casa ¡y no sé cómo saca tiempo pa´ tanto! Es muy animada, muy activa. Ahora con Consuelo la vereda se ha unido más. Hablando de otra cosa, me gusta mucho el periódico de ustedes. Tengo los dos acá guardaditos, ya el primero no tiene una hoja (risas) porque la utilicé pa’ envolver una piña. Pero me gusta mucho leerlo pa’ practicar la lectura, pues yo soy la secretaria del acueducto y me gusta practicar y uno se entretiene. En resumidas cuentas: es una vereda hermosa llena de gente emprendedora. Y Consuelo es una gran líder, querida y respetada por la comunidad como gran maestra…


CARIDAD INFINITA SAMUEL VELÁZQUEZ BOTERO

U

na familia de campesinos que están sentados alrededor del fogón, iluminados por llamas movedizas y elásticas. Afuera, la noche tenebrosa, asaetada con puñales de oro y deshecha en lágrimas como la Virgen María. Un ventarrón despótico que azota el platanar y lo hace crujir en diabólica danza. Las gallinas, vuelta cada cual una bola plumada, en su gallinero. Más allá, la tormenta, negruras pavorosas, y alrededor y entre todo, Dios justiciero. JACINTO. –(Examinando con los ojos el techo de la cocina.) Cómo se retuerce este rancho! Sí que arriesga… SARA. –(Meciendo en los brazos el menor de sus hijos.) No lo permita la Reina del Cielo. Vamos a rezar el Rosario. A ver, muchachos, enderécense. MOZO I. –(Estirando los brazos.) Tan sabroso que estaba yo, medio dormido al calor, oyendo como muy lejos esta nada de tempestad. CARMELA. –Sí que tengo miedo! Y aunque cierro los ojos, siempre veo los relámpagos, como si tuviera los párpados de vidrio. Miren eso! Qué lindo es el mundo azul, pero da mucho susto. MOZO II. –Y qué ganan el agua, el aire y la candela en armar esa batahola tan horrible, si no hay riesgo de que nadie les plante? Se me figuran tres perros con tamaños colmillos que cuidan una casa vacía; para los ladrones que han de arrimar…… SARA. –Pero, es mejor no torearlos; recemos. UNA NIÑA. –Oigan el perro! CARMELA. –Y una pobre gallina! JACINTO. –La zorra…… Ah, condenado animal! MOZO I. –(Dando un salto y alcanzando una escopeta.) Ah, maldita….ahora verás! MOZO II. –(Cogiendo un machete.) Ladrona; cómo se aprovecha de la tempestad! UN NIÑO. –Pero, corramos, porque si no, ni saludes de la gallina. SARA. –No se la dejemos comer; corramos.

|Ilustración del autor|

TODOS. –Corramos! La familia que vuela por entre el platanar, dando tumbos y caídas en la sombra; en segundo término, el perro, que late rabioso y apresuradamente; el doloroso y casi humano clamoreo de la gallina, que pide socorro, diciéndole claramente al corazón sensible: –No me dejéis matar; recordad cuánto os he querido. Yo soy muy humilde…… no sé defenderme; estaba dormida y……mi nido de pajas…… mis praderas…… el cielo azul…… La tempestad arrecia; el huracán desordena el esbelto encolumnado del platanal y le rasga las hojas, como si fuera cada una documento infame; el cielo es una fuga de víboras de fuego; ondula el trueno con elegante traqueteo, conmoviendo los cielos y la tierra, y entre todo y por encima, Dios incontrarrestable. SARA. –Es la Marquesa! Pobrecita mía; no se la dejemos comer. JACINTO. –Por nada de este mundo. Cuidado, muchachos, con errar el tiro. MOZO I. –Y no la ha largado; qué animal tan endemoniado es la zorra!

CARMELA. –Cómo se queja la Marquesa! Amorcito mío de mi corazón; tan lindas que tiene las plumas del cuello; y pone todos los días. OTRO NIÑO. –(En voz baja.) Véanla! Se le plantó al perro. TODOS. –Chist! MOZO I. –No la veo. SARA. –Mírala; se va a saltar por sobre el cercado. MOZO I. –(Tendiendo la escopeta.) Sí, sí, quietos… JACINTO. –Apúnta bien. MOZO I. –(Disparando.) Así estás como yo quería, maldita! UN NIÑO. –(Corriendo a examinar la zorra.) Le diste en la cabeza; vengan y verán. MOZO II. –(Dándole a la zorra un machetazo en la frente.) Y esto, por si algo te falta, bandida!

LECTURAS PARA COMPARTIR EN LA COCINA 08


Tan linda y tanto que te quiero. No te ven esa cresta como una rosa? Pero, cállate el piquito, que ya matamos la zorra, y aquí te adoramos todos. SARA. –(Alzando la gallina, que ha quedado viva y perfectamente sana.) A ver, divina, qué te sucedió? Nada, no tienes nada. Pero, no chilles de ese modo, que ya no corres peligro. Bendito sea Dios, que nos permitió hacer esta obra de caridad. JACINTO. –(Cogiendo la gallina.) Eh, Marquesa, de buena escapaste; pero no chilles de ese modo, hija mía, que ya estás a salvo. MOZO I. –(Cogiendo la gallina.) Nos debes la vida, copetona cantadorcita; pero, no hay quién te aguante la chillería; de qué tienes miedo ya?

MOZO II. –Ah bueno ahora un caldo caliente y gustoso! CARMELA. –Como de gallina? UN NIÑO. –Sí; y con una o dos presas por el borde de la taza. MOZO I. –(Alzando la gallina.) Y ésta si que está gorda! Cómo serán los ojos de manteca que hay en el caldo de este animalito. JACINTO. –A mí lo que más me gusta es la pechuga; tan blanca! Parece de marfil. SARA. –Hombre, no seas simple, que lo mejor es la rabadilla. CARMELA. –No hay como la cabeza; los sesos son una delicia.

CARMELA. –(Cogiendo la gallina.) Tan linda y tanto que te quiero. No te ven esa cresta como una rosa? Pero, cállate el piquito, que ya matamos la zorra, y aquí te adoramos todos.

MOZO II. –Y los muslos, pues? Se desprende esa carne como si nunca hubiera tenido que ver con el hueso.

UN NIÑO. –(Cogiendo la gallina.) Si no es por nosotros, estabas en el buche de aquella tía; pero, anda con la miedosa y el modo de chillar.

MOZO I. –Saben lo que hay? Que lo mejor es el ala, aunque a última hora no es sino una provocación, porque casi no tiene de donde morder.

MOZO II. –(Cogiendo la gallina.) Pues salvamos una vida, pero, si ha de seguir chillando de ese modo……. Vamos, qué te pasa?

UN NIÑO. –Yo me contento con las patas, la molleja, el corazón y el hígado. (Saboreando) qué encanto! Tiene el hígado un amargor……

EL CHIQUITÍN. –(Tocando la gallina.) De quién tiene miedo, mamá?

MOZO I. – No sigamos esta conversación porque es de las peligrosas.

SARA. –Si no tiene; es que la tenemos muy contemplada, vamos a la cocina, que aquí nos emparamamos.

SARA. –Sí, es mejor que la dejen; están ustedes firmando una sentencia de muerte.

TODOS. –Sí, sí; qué horror de tempestad!

CARMELA. –Sí, dejen eso. JACINTO. –Si no fuera tan tarde……

***

SARA. –Qué sucedería?

La familia sentada nuevamente al rededor del fogón comenta, hablando todos a la vez, la escena pasada y acaricia Carmela la gallina, caloreándola en el regazo y diciéndole ternuras como a una hermanita. El perro se riza rápidamente, sacudiendo el agua de la piel y se tiende luego como enigmática esfinge, la cabeza puesta sobre las manos, a mirar con insistencia la danza de espíritus rojos que bailotean en las llamas. Se aleja la tempestad con un rumor trágico como de ejército que se marcha. Asoma la luna entre un encendido blanco de frío y derrama una aura de paz sobre toda la tierra; el interior de la cocina aparece cruzado por todas partes de incorpóreas espadas de plata. Entran los animales en sosiego, y se regocijan las almas buenas; y por sobre tanta seda, tan dulce claridad y apacible anochecer, Dios vencedor. JACINTO. –(Bostezando.) Qué horas serán? SARA. –Muy temprano; son las siete. MOZO I. –Pero hace hambre. UN NIÑO. –De veras, mamá, qué hay de cena?

MOZO I. –De veras…… UN NIÑO. –Pero, de aquí a que nos vamos a acostar sí se cocina. MOZO II. –Si quieren, yo rajo la leña. SARA. –Es decir que la matamos? TODOS. –Por supuesto. MOZO I. –(Retorciéndole el cuello a la Marquesa.) Se escapó este animalito de que se lo comiera la zorra. SARA. –(Poniendo agua a hervir para pelar la gallina.) Si no hay nada más atrevido que ciertos animales. UN NIÑO. –Qué enemigo traicionero es una zorra! Y para remate no le gustan sino las gordas. CARMELA. –Y lo que han de ver es que llega pasito a pasito como quien no quiere la cosa. JACINTO. –Bendito sea Dios, que al hombre le dio buen corazón, no como a ciertos animales que son tan malvados. TODOS. –(Ayudando a pelar la gallina.) Sí, tan malvados……

Samuel Velásquez Botero nació en Santa Bárbara, Antioquia en 1865. Fue pintor, ilustrador, crítico de arte, poeta, cuentista y novelista. Colaboró en diversas revistas del país. Su novela ‘Madre’ es su obra más lograda. Se tradujo al francés y se publicó en “Le Figaro” de París. Al comparar una novela de Tomás Carrasquilla con “Madre” de Samuel Velásquez, don Tomás respondió: “¡‘Madre’ sólo hay una!”. La Colección de Autores Antioqueños publicó tres novelas de Velásquez: “Madre’, “Hija” y “Al pie del Ruíz”. “Caridad infinita” se publicó en la revista bogotana “El gráfico” hace cerca de 100 años y hace parte de la compilación de obras de Velásquez “Sueños y verdades”. Nota: se respetó la ortografía original.

LECTURASmonteadentro PARA COMPARTIR 09EN LA COCINA 09


LA BLAKEA LEÓN SIERRA RODRÍGUEZ * Ingeniero agrónomo

E

n la finca que tenía mi papá en el municipio de El Retiro, en el Oriente Antioqueño, había un árbol muy bonito de flores grandes, con pétalos gruesos y de color rosado intenso. Este árbol estaba situado al borde de un camino de herradura que servía de lindero con la finca del señor Álvaro Restrepo J. Cierto día, el señor Restrepo nos llamó para indicarnos que quería ampliar el camino y convertirlo en uno carreteable, pero antes, deseaba estar de acuerdo con nosotros, de tal manera que ninguna de las dos fincas resultara perjudicada. Cuando nos encontramos en el camino para definir los trabajos a realizar, Álvaro, refiriéndose a ese árbol nos dijo:

“Cuídenlo mucho, este es un árbol muy raro y solo es conocido en esta región; es más, mi hermano el padre Sergio lo reportó por primera vez para la ciencia y en su honor el nombre científico del árbol hace referencia a su nombre”. Efectivamente se amplió el camino y el buldozer que realizó el trabajo pasó muy cerca del árbol, lastimando sus raíces. Días más tarde el árbol se cayó y al poco tiempo murió mi papá, heredando yo el terreno con el árbol caído. Pasado algún tiempo, noté que las ramas en contacto con el suelo echaron raíces y rebrotaron; en ese momento, decidí intentar su propagación a través de un acodo. El resultado fue exitoso, y actualmente existe cerca a mi casa un frondoso árbol de aproximadamente ocho metros de altura proveniente del primer acodo que hice. Años después, el padre Sergio fue asesinado por la guerrilla y en el periódico El Colombiano se publicó un artículo lamentando su muerte y resaltando su labor en la botánica de la región. En dicho artículo se hacía referencia al nombre científico de un árbol relacionado con el nombre de Sergio; para confirmar esta información, contacté a Gloria Bermúdez, pensionada de la Universidad de Antioquia y amiga personal del biólogo Ramiro Fonnegra, director del Herbario de esa universidad. Llevamos una muestra del árbol y allí fue identificado como Blakea princeps (lind) cogn. var. splendida de la familia Melastomataceae. No satisfecho con esta información, me dirigí con Gloria a la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, allí nos facilitaron el expediente del padre Sergio Restrepo; lastimosamente, el artículo del periódico El Colombiano que buscábamos no estaba disponible; es decir, mi duda se mantuvo. De mis observaciones sobre este árbol he podido recopilar la siguiente información: la floración inicia cada año durante junio y termina en diciembre. En este último mes empiezan a madurar los primeros frutos, que son unas cápsulas carnosas en forma de copa con una tapa de borde rojizo. Atraídos por la maduración de los frutos empiezan a llegar aves que con su pico retiran la tapa y se alimentan del contenido, el cual consiste en una pulpa de sabor dulce conteniendo innumerables semillas muy pequeñas.

|La blakea. Foto: León Sierra. | monteadentro 10


Las aves que más frecuentan este hermoso árbol son: • Carriquí de montaña (Cyanocorax yncas) • Tángaras de diferentes especies, siendo una de las más numerosas la Tángara capirotada (Tangara heinei). • Azulejo común (Thraupis episcopus) • Azulejo palmero (Thraupis palmarum) • Tucancito esmeralda (Aulacorhynchus prasinus) • Mirla común (Turdus fuscater) • Cacique candela (Hypopyrrhus pyrohypogaster) Las aves me enseñaron a reconocer los frutos maduros, gracias a lo cual ya cuento con más de 20 árboles propagados por semilla. Su crecimiento inicial es lento y se adapta muy bien en zonas de ladera con buen drenaje. En la publicación Especies Vegetales del Altiplano del Oriente Antioqueño en peligro de extinción, cuyos autores son Fernando Alzate G., María Cristina Gómez S. y Sergio Luis Rodríguez, el Blakea princeps es considerado una especie en peligro crítico de extinción (2008).

|Aves que visitan la blakea. Fotos: León Sierra.|

pétalos limbo

pistilo sépalos

nervaduras

brácteas

pecíolo vaina

12 m

estambres

cordiforme

espatulada

ovalada

linear

ciliada

dentada

ondulada

entera

curvinervia

pinnatinervia

TIPOS DE HOJA

*Ingeniero Agrónomo, caminante, amante de la naturaleza y aficionado a la fotografía. Al recibir de herencia un terreno con un pequeño bosque, quiso convertirlo en un gran bosque nativo. Así inició la recolección de semillas de árboles que encontraba en sus caminatas, y después de 30 años tiene un bosque con más de 150 especies. Para su identificación se asesoró del Jardín Botánico de Medellín, el herbario de la Universidad de Antioquia y la Universidad Católica de Oriente.

HISTORIAS DE ÁRBOLES

SEGÚN SU POSICIÓN

verticiladas

ESCALA

ápice

11

imparipinnada

PARTES DE LA HOJA

opuesta

PARTES DE LA FLOR

trifoliada

Fruto carnoso de 4 centímetros con numerosas semillas muy pequeñas embebidas en una pulpa de sabor dulce.

USOS: Su uso principal es ornamental. Sus frutos son muy apetecidos por aves como tángaras, mirlas, caciques candela y tucanes.

SEGÚN SUS NERVADURAS

plinervia

Florecen de 2 a 3 flores por rama, de 15 cm cada una, con 2 pares de brácteas en la base, 6 pétalos color rosado y estambres color crema.

PROPAGACIÓN: Los frutos se recolectan del árbol cuando al crecer superan las brácteas de la base y se aprecia su color morado. Se extrae la pulpa y se macera en agua con la mano para separar las semillas, las cuales se limpian pasándolas a través de un colador. El período de germinación es de 30 días.

SEGÚN SU BORDE

alterna

Hojas simples, opuestas, borde entero, curvinervias, forma ovalada, consistencia dura y gruesa, tamaño promedio 30 centímetros de largo por 20 de ancho, pecíolo de 1 centímetro.

FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN: Normalmente la floración se inicia en el mes de Junio y continúa en forma progresiva hasta el mes de Enero. Los frutos maduran 3 meses más tarde.

simple

NOMBRE CIENTÍFICO: Blakea princeps NOMBRE COMÚN: Amarrabollo real FAMILIA: Melastomataceae DESCRIPCIÓN: Árbol hasta de 12 metros de altura y tronco de 45 centímetros de diámetro, muy ramificado desde 1 metro de altura.

SEGÚN SU FORMA LOCALIZACIÓN: En El Retiro es una especie no muy común y con una localización muy específica en la cuenca de la quebrada Pantanillo. Fuera de esta cuenca es muy rara.

CARACTERÍSTICAS DE LAS HOJAS

BLAKEA PRINCEPS


1

2

3

4

5

6

7

8

1

CRUCIGRAMA HORIZONTALES: 1. Con este bonito nombre se conoce también al pájaro barranquero. 2. Indicativo. Mujer muy obediente de la religión. 3. Frutos rojos muy comunes en clima frío. Avanza al revés. 4. La mejor carta. Voz que se oye en la plaza de toros o en el estadio. 5. Todo terminó al revés. El Cauca, el Atrato y el Magdalena son los más importantes de Antioquia. 6. Antes de Cristo. Al revés Principal o primero en una clase. 7. Así se conoce también al puma. Esta molestia se cura con la flor del saúco.

2 3 4 5 6

VERTICALES: 1. En un periodo así, generalmente, ocurre nuestra rutina.

7

2. Este animal se encuentra todavía en el sureste antioqueño en el Páramo de Frontino. “Yo, que elevé la bandera hasta el vértice altivo” 3. Utensilio para alumbrar las calles que consiste en una luz eléctrica o de gas sostenida en un pie de hierro o soporte (invertido). 4. Adjetivo demostrativo femenino y plural. Un completo desconocido. 5. El sol de los antiguos egipcios. 6. Invertido, cariñoso para nuestro progenitor. Grupo de cuerda y romántico, al revés. 7. Con esto debería resolverse todos los conflictos. |ELKIN OBREGÓN|

8. El avistamiento de estas criaturas es un nuevo filón turístico en Antioquia.

POLLO DE LAS 7 CUCHARADAS SANTIAGO AGUDELO URIBE Cocinero

S

i no sabe muy bien qué cocinar y no tiene tiempo de salir de compras, esta receta puede ser lo que busca. Aproveche lo que tiene en la despensa de la casa: salsas, verduras, licores… En total necesita 7 ingredientes. De cada uno, una cucharada. Se pueden repetir ingredientes y poner 2 cucharadas de uno de ellos. Estas mezclas siempre salen bien. Cuando se pone salsa de soya no se debe añadir sal.

A continuación, damos un ejemplo de los ingredientes a usar:

1 cucharada de mostaza

1 cucharada de aceite

8 presas de pollo (se puede usar el pollo completo)

1 cucharada de cebolla finamente cortada 1 cucharada de panela rallada 1 cucharada de salsa de tomate 1 cucharada de agua o de licor 1 cucharada de sal

PREPARACIÓN En una olla mezclar las presas de pollo con las 7 cucharadas y ponerlo a fuego lento, tapado, de 35 a 40 minutos. Puede servirlo acompañado de arroz blanco, papas cocidas en leche, pimienta y mantequilla, y ensalada monteadentro 12


ZORRO VA A LA ESCUELA

JAIRO BUITRAGO Escritor e ilustrador

Zorro va a la escuela.

Zorro va a la escuela...

¡Conmigo!

Es el más alto de la clase.

Compartimos la lonchera y… no le gustan los juegos bruscos.

Pero se duerme en clase.

¡No hagas dibujos, haz las tareas!

Zorrito se va solo hasta su casa, sus papás no pueden recogerlo.

¡Adiós!, hasta mañana.

|Ilustraciones del autor|

CUENTOS DESOBEDIENTES 13


EL ÚLTIMO VIAJE DE RAMÓN

PRISER El PRISER es un programa de CORNARE, que consiste en fortalecer la educación ambiental involucrando a las comunidades. Este año, las veredas Tabacal, Pantalio y El Portento han sido elegidas como beneficiarias.

“He ido poco a poco a la reforestación de nacimientos de agua de la vereda El Portento con algunos árboles donados, este proyecto abarca la protección de bosques y me gusta mucho” Abraham Cardona, vereda El Portento.

TERTULIAS MONTEADENTRO

LUCIANO PELÁEZ FREIDEL Periodista

E

n todos los hogares, sospecho, hay tío calavera, desavenencias, memorias, invocaciones, algo que engavetar. En algunos, además, hay perro. Y pienso que a esa pequeña sociedad, la familia, le viene muy bien aquella cosa peluda –que en Colombia suele estar muy bien motilada- llamada perro. La patria es el reino de la infancia, dicen, algo azucarados, que dijo o escribió Rilke. Le sumo, y disculpan lo relamido, el perro de la infancia. O mejor, el recuerdo del perro de la infancia. Propio o ajeno, gozque o de linaje. Cuestión que un buen día llega a casa Ramón: en principio estamos hablando de un como labrador, dócil y simpático, que al poco deja ver las costuras de su malicia atávica. Y los visos de las muchas razas que lo anteceden y lo constituyen. Que va a dañar el jardín. Que se va a comer la pata del mueble. En efecto todo eso hacía, como si tal cosa. Después, su estructura de labrador pasa al terreno de las alegorías: nuevo pelaje como de escoba, como Hena de 3 mil. Las orejas pierden garbo y se desgonzan, las confiancitas en las casas aledañas aumentan, al punto que luego de vagabundear por días o semanas por quién-sabe-dónde, aparece el muy condenado, despacha su comida, uno que otro bostezo y a la calle, principalmente a preñar paisanas.

Desde marzo, Monteadentro llega a las veredas de El Retiro con tertulias. Una vez al mes nos reunimos alrededor de una fogata, leemos el periódico en voz alta, conversamos, escuchamos el ensamble de cuerdas del Laboratorio del espíritu, y comemos juntos.

“ Nos merecemos espacios como estos que nos permitan conocer más sobre lo que hacemos y por qué lo hacemos. Las tertulias serán lo más significativo que tendrá el periódico pues permite acompañarnos y compartir conversas, escritos, lecturas, risas, música, aguapanela, buñuelo... no perder la costumbre de reunirnos para disfrutar de mi vecino y que los encuentros se conviertan en un goce total, educativo y cultural” Mirella Bedoya. Tallerista del Laboratorio del espíritu, integrante del semillero de periodismo de Monteadentro.

Pasa el tiempo y Ramón ahí, de casa en casa por la vida, bonachón, con su pelambre más bien fea, con cara de nutria, haciéndose querer por su marrulla criolla muy evidente cuando al llamado de sus amos, orejas abajo, cola entre el rabo, mirada de reojo, como si nada, sale disparado a callejear hasta que él y solo él lo considere necesario.

Y pienso que a esa pequeña sociedad, la familia, le viene muy bien aquella cosa peluda –que en Colombia suele estar muy bien motilada- llamada perro. Pasa el tiempo aún más, y los de la familia nos hacemos algo viejos, cada uno a su turno. Nos desperdigamos por aquí y por allá. Se casaron unos, se divorciaron otros, y Ramón atento, en el reparto, que de 7 en 7 es cruel la tómbola del almanaque perruno. Una mañana Ramón no se levanta más… diagnóstico: cáncer. Otro día, soleado, casi promisorio, llega el implacable carro de la veterinaria y Ramón, en uno de sus últimos estertores, recupera de un ramalazo la vitalidad del criollo de todas las razas, de todas partes a todas horas. Corre, menea la cola, saluda, se sube al auto, feliz, rumbo al último viaje, a la inconsulta eutanasia. El perro de la infancia.

|Ilustración: Alejandra Estrada| monteadentro 14

| “TERTULIA 4” Tertulia en vereda El Barcino. Foto: Luz Mirella Bedoya. 2015.|


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Señora Doña Pastora, Es que tengo un bebecito de un mes que alimento sólo con leche materna porque en el hospital me dijeron que eso era lo mejor. Pero yo ando toda preocupada porque pide leche todo el tiempo y es como con hambre a toda hora, es como si no tuviera suficiente leche… Será porque me mantengo cansada de tanto oficio que hay que hacer desde que nació el niño… ¿Sí es verdad que mi leche es mejor que la de tarro? Y entonces ¿por qué tiene hambre todo el tiempo? ¿cada cuánto lo debo alimentar?... es que mi hijo quiere estar todo el tiempo ahí pegado. De verdad espero que me pueda responder, Mamá cansada

DOÑA PASTORA Pregúntele lo que quiera que ella es una biblia Lactancia Querida Mamá cansada,

C

omprendo su preocupación. Muchas madres sienten dudas respecto a la mejor manera de alimentar a sus hijos. En primer lugar, quiero decirle que lo está haciendo muy bien. La ciencia está redescubriendo lo que ya sabían nuestros bisabuelos: que la lactancia materna es el mejor alimento. Es la mejor manera de proteger a los recién nacidos de las enfermedades, y de fortalecerlos para toda su vida. Si el agarre es correcto y se amamanta cada que el bebé lo requiera, todas las madres (salvo situaciones excepcionales) producen la cantidad exacta de leche que necesitan sus bebés. Le dejo algunas recomendaciones: 1. El bebé debe alimentarse cada que lo pida. Es conveniente ofrecerle el pecho cuando “busque”, gruña o se chupe los dedos, sin esperar que llore de hambre. 2. El bebé se coge bien al pecho cuando abarca el pezón más una buena parte de areola con la boca. De ese modo vacía bien el pecho.

3. Es importante que mame todo el tiempo que quiera del mismo pecho, porque la leche del final tiene más grasa (más calorías). Si quiere más, se le puede ofrecer el otro pecho después. 4. Los bebés maman para alimentarse, pero también para consolarse y para sentirse protegidos y queridos. Si le ofrece el pecho a su hijo siempre que lo desee, aunque no sea por hambre, no se equivocará. 5. Si el bebé duerme tranquilo una o dos horas seguidas y no parece enfermo, entonces toma suficiente leche. Solo hay que preocuparse si el bebé moja menos de 3 pañales al día o si la orina es muy concentrada. 6. Es ideal alimentar a los bebés con lactancia materna exclusiva los seis primeros meses. Pasado este periodo, sus necesidades nutricionales cambian y es el momento de darle otros alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan mantener la lactancia materna hasta los dos años.

¿CÓMO HACER UNA CASA DE PAPEL?

1. Dobla por las líneas punteadas para hacer pliegues, y deja el papel extendido

2. Dobla hasta encontrarte con la línea de la mitad

3. Dobla hacia atrás por las líneas punteadas

4. Dobla hacia atrás por las líneas punteadas

5. Dobla hacia adelante por las líneas punteadas

9. ¡Lista la casa! 6. Dobla para hacer pliegues y déjalos extendidos

7. Abre el bolsillo, y aplana

8. Dobla hacia atrás por las líneas punteadas

Los invitamos a darnos sus opiniones, sugerencias, quejas y comentarios. Recuerde que puede suscribirse o pautar con nosotros. 5414163 / 5410579 / 3155164303 monteadentro@laboratoriodelespiritu.org www.laboratoriodelespiritu.org

Monteadentro


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