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FEBRERO 2022
AEROCOMERCIAL El hidrógeno: clave en una aviación sostenible
Los ZEROe de Airbus, tres conceptos: un turbohélice, un “primo” de la Familia A320 y una innovadora ala voladora.
ALEJO MARCIGLIANO
E
l hidrógeno es viable como combustible aeronáutico. La sospecha de muchos investigadores fue confirmada hace pocos días por el Consejo Internacional para un Transporte Limpio (The International Council on Clean Transportation, ICCT). Este panel de expertos técnicos interdisciplinarios presentó el informe titulado: “Análisis de performance de la evolución del hidrógeno como propulsor de aviones”, elaborado por los doctores Jayant Mukhopadhaya y Dan Rutherford. El trabajo plantea fundamentalmente que es viable utilizar el denominado “hidrógeno verde” para impulsar los aviones. El tema no es menor, varias aerolíneas en solitario, como la low cost británica Easyjet o la propia Airbus, han venido avanzando en esta senda de investigación.
¿QUÉ VIENE CAMBIANDO? Hace más de una década que la aviación comercial viene investi-
Aunque tiene desafíos que resolver, la tecnología de hidrógeno para impulsar aviones se perfila como la más económica y ecológica. Más aún que los biocombustibles. gando cómo sustituir el combustible aeronáutico tradicional, derivado de material fósil, por otro mucho menos contaminante. Primero surgieron los biocombustibles, especialmente derivados de ciertas especies de plantas, por ejemplo, la jatrofa. La ventaja de esta especie es que tiene una gran resistencia, no se utiliza como alimento y puede ser sembrada en espacios donde otras especies no pro-
gresan. Claro, implica un trabajo desde cero (debe ser plantada, cuidada, cosechada y luego destilada para producir el biodiésel) y aunque crece en tierras adversas o no habitualmente utilizadas para sembrar especies que sí se pueden consumir como alimentos, se debe plantar. Esto es: en algún momento, en los volúmenes que demanda la aviación, sí puede rivalizar con la producción de alimentos. Una segunda generación de Combustibles Sustentables de Aviación (Sustainable Air Fuels, SAF) se basó en reprocesar otras sustancias, es decir reutilizarlas. Tal es el caso del aceite de cocina doméstico reprocesado. Los biocombustibles tienen grandes virtudes: tienen un punto de destello similar al Jet-A1, y no necesitan una infraestructura diferente para ser almacenado y transportado. Y tampoco el avión demanda adaptaciones. Sin embargo, los últimos reportes medioambientales sobre el Cambio Climático, especialmente el emiti-
do en agosto de 2021 por el Intergovernamental Panel of Climate Change (IPCC), encendieron todas las alertas. Los plazos se acortan, el mundo entero se asoma a un punto de no retorno y las acciones deben ser urgentes. En consecuencia, no hay tiempo para esperar la reducción paulatina de emisiones de dióxido de carbono (CO²) como estaba planteada hasta 2050. Por eso se cambió a la “descarbonización”, un concepto que busca las emisiones cero. Y eso terminó poniendo inicialmente en entredicho a los SAF, porque aunque reducen notoriamente las emisiones respecto del combustible tradicional, no las eliminan en su totalidad. Por otro lado, los SAF continúan siendo escasos, en cuanto a producción, y caros.
LOS PEROS DEL HIDRÓGENO El trabajo de ICCT demuestra incluso en progresiones de valores finales, que el denominado “hidrógeno verde” es rentable e incluso