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Contexto flamenco

Sapiencia flamenca

■ carlos rey · presidente de la fragua | Es evidente que los cauces y formas de aprendizaje del flamenco han evolucionado con el tiempo. Sin embargo, este hecho no tiene por qué generar controversia con respecto a la pérdida de autenticidad de un arte popular que, durante demasiado tiempo, vivió ajeno al mundo académico.

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Es importante conocer y reconocer los orígenes, ponerlos en valor y respetarlos. Saber de dónde venimos nos despeja el camino para saber a dónde queremos ir, pero también nos engrandece el incorporar a nuestro particular acervo artístico nuevas maneras de asimilación y transmisión.

Con fundamento dice Rancapino que «el flamenco se escribe con faltas de ortografía», y seguramente no le faltaba razón a Pepe Marchena cuando afirmaba que «para cantar bien flamenco, hay que tener los pantalones rotos». No hacían otra cosa que describir sus propias vivencias, el mundo que les tocó vivir.

Una mirada distinta, y no por ello contradictoria, aporta Rocío Márquez cuando nos contaba en el anterior número de La Fragua que «el conocimiento me ha dado libertad»; o Laura Vital cuanto imparte sus clases de cante en el conservatorio.

El puente de unión de ambas visiones lo forman Paco de Lucía y Camarón de La Isla, que, sabiendo de sus orígenes y orgullosos de ello, no permitieron que el peso de la tradición limitara sus ansias de experimentar, de aprender, de crecer.

Y es que la sabiduría es prudente, pero insaciable, y la pureza no es otra cosa que la ausencia de complejos y prejuicios.

La importancia del compás

■ maría del carmen garcía tejera y josé antonio hernández guerrero | Sobre el origen de los cantes se han propuesto diferentes teorías. Unos autores afirman que nace de la expresividad del sentimiento sexual, como una manifestación del cortejo amoroso. Otros defienden que, inicialmente, servía para estimular y para organizar el trabajo colectivo, para aliviar el cansancio y distraer el aburrimiento. No faltan quienes explican que es una manera de imitar las melodías de las aves cantoras, y son muchos los que piensan que, simplemente, son formas de acompañar los movimientos de la naturaleza y los ritmos biológicos humanos. Todos sabemos que los principales órganos corporales -corazón, cerebro, pulmones, hígado, riñones- se mueven rítmica- mente. En mi opinión, los cantes son los resultados de estos y de otros factores que, como el baile, las melodías y la poesía, nacen y se desarrollan unidos y entremezclados.

Estamos de acuerdo, sin embargo, en que el origen común está en el ritmo -sí, en el compás- que, como es sabido, es la ley que regula toda la energía cósmica y el desarrollo de la vida. Recuerden que Apuleyo, el escritor romano más importante del siglo II, afirmó que «La naturaleza se mueve a ritmo»: Movet musica mundus. Los neurólogos actuales enseñan que la mente y la conducta humanas se asemejan a una danza mágica.

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