Saberes y Ciencias n101: Pospandemia

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Editorial

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REFORMA AL SISTEMA DE PENSIONES tener derecho a la jubilación disminuyen de mil 250 a 750, y el gobierno federal cambiará la manera en que otorgará su partida para favorecer a los jubilados que menos ganan; los trabajadores seguirán aportando 1.125 por ciento de su salario, como lo hacen en estos momentos. Con dicha Reforma la pensión mejorará en promedio 40 por ciento; al disminuir las semanas cotizadas se espera que más trabajadores puedan ejercer ese derecho (la edad de 60 años para el retiro laboral se mantiene) y que aumenten los fondos para el retiro de los trabajadores, que actualmente se ubican en 17.7 por ciento del Producto Interno Bruto (4.3 billones de pesos) y en 2028 se espera que lleguen a 40 por ciento del PIB. En contrapartida, las manejadoras del fondo de pensión seguirán cobrando dos veces el estándar internacional por comisión (0.5 por ciento) y podrán canalizarlo hacia actividades de riego. Los jubilados a los que la Reforma alude son los del IMSS que perciben hasta cinco SMG; no incluye a los del ISSSTE, a los trabajadores de las universidades públicas o de gobiernos estatales o municipales. Para los beneficiados con la Reforma a las jubilaciones, su pensión será entre 54 y 103 por ciento de su último sueldo (actualmente es entre 31 y 102 por ciento), siendo los que perciben menores ingresos los que tendrán la mayor cobertura. La partida gubernamental no aumentará, sólo cambia la forma en que se aplica, antes de la Reforma aportaba 0.225 por ciento del salario más una cuota de hasta 15 SMG, ahora sólo aportará hasta cuatro Unidades de Medida Actualizada (para este año esas cuatro unidades equivalen a 3 SMG). Para el actual ejercicio fiscal, el gobierno federal destinará cuatro puntos del PIB (un billón de pesos) para los pensionados del ISSSTE y del IMSS, aparte de los 130 mil millones de pesos del Programa de Adultos Mayores.

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El empleo durante la crisis económica y la pandemia GERMÁN SÁNCHEZ DAZA

6 El mundo post-Covid-19, ¿hacia una nueva organización de la industria? SAMUEL ORTIZ VELÁSQUEZ Y BRENDA SUSANA ROJAS VELASCO

7 Cómo pensar a la globalización neoliberal frente a la pandemia del Covid-19 ADA CELSA CABRERA GARCÍA

8 y9 Pandemia y economía JAIME ESTAY

La larga crisis que se avecina ARTURO HUERTA GONZÁLEZ

es un suplemento mensual auspiciado por La Jornada de Oriente DIRECTORA GENERAL Carmen Lira Saade DIRECTOR Aurelio Fernández Fuentes CONSEJO EDITORIAL Jaime Cid Monjaraz Alberto Cordero Sergio Cortés Sánchez José Espinosa Julio Glockner Raúl Mújica COORDINACIÓN EDITORIAL Sergio Cortés Sánchez REVISIÓN Aldo Bonanni EDICIÓN Denise S. Lucero Mosqueda

· Nuestra portada: El neoliberalismo polarizó la desigualdad social y el Covid-19 evidenció la precarización laboral, la concentración del ingreso y la degradación del ambiente y de la vida humana. La imagen del mapa ha sido tomada y modificada de https://es.vecteezy.com/arte-vectorial/1040238covid-19-pandemic-outbreak-illustration-withworld-map

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Directorio

La economía mexicana apenas creció un punto porcentual por arriba de la población durante el neoliberalismo, requirió 28 años para duplicarse; fue una tasa de crecimiento económico menor a la del llamado milagro mexicano. En los años del neoliberalismo, algunas entidades triplicaron su valor agregado, como lo fueron Aguascalientes y Querétaro por la preponderancia de la industria automotriz; otras lo hicieron por el turismo, como Baja California Sur y Quintana Roo, en esta última entidad, el valor agregado de los servicios en 2018 fue del 62 por ciento en 2018 (Inegi, Censo Económico 2019) y al aeropuerto internacional de Cancún arribaron casi dos veces más turistas internacionales que al de la ciudad de México durante el primer semestre de 2020 (La Jornada, 21/07/20). No fue lo mismo para Campeche, donde el valor agregado actual es casi la quinta parte del registrado en 1990, o de Veracruz, Guerrero, Tabasco o Chiapas, que necesitarán entre 42 y 59 años para duplicar su valor agregado a las tasas de crecimiento observadas entre 1990-2018. El crecimiento del empleo fue algunas décimas superior al del valor agregado durante el neoliberalismo, pero las remuneraciones y la masa salarial registraron pérdida de poder adquisitivo: el salario mínimo general (SMG) de 2020 es menor al de 1990 en términos reales; el SMG por habitante en el primer trimestre de 2003 era de 1.08 y en el mismo trimestre de 2020 fue de 0.78; las personas ocupadas en el primer trimestre del año en curso que tenían cubiertas sus prestaciones de salud, vejez y vivienda eran 36 por ciento del total de ocupados y los que actualmente están jubilados (3.9 millones) representan el 19.5 por ciento del total de personas activas que tienen todas las prestaciones (Inegi. 1Trimestre de 2020. ENOE). Expresado en otros términos, el desempleo real (desocupados, subocupados y disponibles) es de 21 por ciento al primer trimestre de este año; los desocupados y trabajadores informales son dos terceras partes de la población económicamente activa y por cada trabajador jubilado sólo hay cinco activos (que reciben prestaciones sociales). El total de sueldos y salarios de las empresas de la industria y de los servicios representó menos del 7 por ciento del total de sus ingresos en 2018 y si la comparación de la masa salarial es con el valor agregado de esas empresas, el porcentaje es 21; esto significa que a los trabajadores solo se les paga la quinta parte del plus valor generado (Inegi. 2019. Censo Económico). El 22 de julio de este año, las representaciones empresarial, laboral y gubernamental signaron una Reforma para mejorar las prestaciones de los jubilados. No hay el compromiso empresarial de cubrirles a los trabajadores informales las prestaciones sociales para que puedan disfrutar en el presente de atención médica y de vivienda, y de pensiones en la vejez; tampoco se comprometieron a regularizar el outsourcing, situación en que se encuentra uno de cada seis trabajadores de la industria y los servicios. Con la Reforma, los empleadores aumentarán sus contribuciones de 5.15 por ciento del salario a 13.875 por ciento, este cambio será gradual y en ocho años se cumplirá la meta; las semanas para

La naturaleza y la economía no han sido generosas con Tlaxcala RAÚL JIMÉNEZ GUILLÉN

DISEÑO ORIGINAL Y FORMACIÓN Elba Leticia Rojas Ruiz Dirección postal: Manuel Lobato 2109, Col. Bella Vista. Puebla, Puebla. CP 72530 Tels: (222) 243 48 21 237 85 49 F: 2 37 83 00 www.lajornadadeoriente.com.mx www.saberesyciencias.com.mx AÑO IX · No. 101 · agosto 2020

Las opiniones expresadas en las colaboraciones son responsabilidad del autor y de ninguna manera comprometen a las instituciones en que laboran.

11 Tekhne Iatriké El desafío del regreso al trabajo en 2020 JOSÉ GABRIEL ÁVILA-RIVERA

12 y 13 El Covid-19 y la economía social solidaria JOSÉ DE JESÚS RIVERA DE LA ROSA

Épsilon

JAIME CID MONJARAZ

14 La entrevista La universidad pública ante los desafíos del país, reflexiones desde escenarios de cambio DENISE LUCERO MOSQUEDA

15 Reseña (incompleta) de libros El Universo en tu mano, un viaje extraordinario a los límites del tiempo y del espacio ALBERTO CORDERO

16 El objeto del mes Marte: La Primera Parada en la Colonización Galáctica OMAR LÓPEZ-CRUZ Calendario astronómico agosto-septiembre 2019 AGUSTÍN MÁRQUEZ Y JOSÉ RAMÓN VALDÉS


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Raúl Jiménez Guillén *

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a naturaleza y la economía no han sido generosas con Tlaxcala, es una idea que deja caer Mario Ramírez, al escribir un ensayo sobre la pobreza que se publica en el periódico nacional La Jornada en noviembre de 1989; tres años después lo traduce en un libro con el título Tlaxcala. Sociedad, economía, política, cultura (UNAM, 1992). En ese texto Ramírez asienta las declaraciones de un gobernador, un secretario de gobernación y un presidente de la República que se refieren a la entidad como la que posee “el campeonato de la miseria y del atraso”, la “tierra sin esperanza, de migración, yerma y sin perspectiva” y “un estado postrado que expulsaba población”. Lo que le lleva a señalar que “gobernadores sin talento sin mayor iniciativa se limitaron a jugar el papel nada dignificante de administradores de la pobreza”. Pero, registra una excepción. En 1975 llega al Ejecutivo local un personaje que impulsa el cambio de la base económica de la agrícola a industrial. El gobierno estatal aprovecha la política de descentralización que impulsa el Distrito Federal, lo que tiene un impacto importante en el desarrollo humano de la población porque ello obliga al gobierno a construir infraestructura y servicios públicos como carreteras, telefonía, agua potable, drenaje, escuelas, hospitales, etcétera. En 1998 se produce la alternancia en el Ejecutivo local y la casa de gobierno pasa del PRI al PRD, luego del PRD al PAN y del PAN al PRI, que en 2016 presenta un Plan Estatal de Desarrollo en el que establece un triángulo de prioridades cuya base es la educación y sobre ella se asientan la salud y el empleo. EL TRIÁNGULO DE PRIORIDADES

La base del triángulo del PED 2016-2021 ha logrado un avance importante. Si se toma de referencia la década de 2008-2018 se observa que la matrícula en educación básica pasa de 257 mil 391 a 252 mil 344 escolapios en lo que se observa un descenso del 1.75 por ciento, que es consecuencia del descenso de las tasas de fecundidad y natalidad. En educación media superior la cobertura alcanza el 76.2 por ciento. Durante la última década registra un crecimiento del 37.90 por ciento al pasar de 37 mil 241 a 51 mil 357 estudiantes y en el nivel superior, también se registra un alto crecimiento 56.54 por ciento. Sin embargo, la cobertura alcanza al 30 por ciento del grupo de edad de 19-24 años. En el ámbito de salud un referente importante es la mortalidad, ya que en ella se refleja las enfermedades que presenta la población y el resultado de la intervención de las instituciones del sistema de salud pública. Entre 1998 y 2019 el primer lugar lo mantiene la diabetes mellitus. Las enfermedades isquémicas del corazón pasan del lugar seis al dos. Cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado descienden del lugar dos al tres, la enfermedad cerebrovascular se mantiene en el cuarto lugar, En los lugares cinco, seis y siete aparecen nuevas enfermedades: Otras enfermedades digestivas, enfermedades hipertensivas y enfermedad pulmonar obstructiva crónica y se mantiene en el lugar nueve y 10: nefritis y nefrosis y accidentes. En lo que toca a empleo y en razón de la transformación de la base económica de agrícola a industrial y comercial, la política del gobierno estatal se enfoca a la atracción de inversión extranjera y nacional para la creación de empresas, y por lógica consecuencia, en el crecimiento del llamado trabajo decente. Para junio de 2020, la entidad cuenta con una población económicamente activa (PEA) de 618 mil 948 personas, de las que el 96 por ciento se encuentran ocupados. El 66.38 por ciento como asalariados, 22.84 por ciento son trabajadores por cuenta propia, 4.22 empleadores y 6.54 por ciento sin pago. El 7.88 por ciento no recibe ingresos, el 29.50 por ciento menos de un salario mínimo y el 40.04 menos de dos salarios mínimos mensuales, lo que determina que el 70 por ciento de la PEA viva con ingresos entre 3 mil y menos de 8 mil pesos mensuales, que sirven para mantener a familias de cuatro integrantes en promedio. LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS En Tlaxcala “no se logró una reducción de la movilidad social necesaria para atenuar el ritmo de contagios del patógeno” y se “rompió de manera anticipada la Jornada Nacional de Sana Distancia”, afirma el 3 de junio en conferencia de prensa el secretario de Salud; 12 días antes de iniciar con la etapa de la nueva normalidad.

La naturaleza y la economía no han sido generosas con Tlaxcala Durante el primer mes de la nueva normalidad, el número de contagios crecen un 98.46 por ciento al saltar de mil 691 a 3 mil 356; es decir, en promedio se presentan 57 casos diarios. Esto se refleja en la mortalidad que registra un crecimiento del 103 por ciento al pasar de 233 a 473 fallecimientos, en promedio 8.28 fallecimiento diarios. El 8 de junio el secretario de Salud informa del resultado en la aplicación del tratamiento llamado TRN4 compuesto por cuatro medicamente de uso comercial —ácido acetil salicílico, montelukast, ivermectina y azitromicina— que al aplicarse en la etapa de contagio reduce un 99 por ciento las posibilidades de gravedad. En atención a la línea de tiempo en el desarrollo de la enfermedad a partir del contagio, los primeros dos días son de incubación y los siguientes tres días de inflamación, y a partir del séptimo día de gravedad. Si se aplica el tratamiento, de acuerdo a una muestra de 966 paciente se recuperan 955. Una eficiencia del 99 por ciento que permiten un buen manejo de los contagiados, pero no significan una cura. LA VIDA DESPUÉS DE LA PANDEMIA En tanto no se encuentre una vacuna, que ha sido históricamente la forma en la que las pandemias se controlan en el mundo contemporáneo, lo que puede tardar más o menos un año en llegar. Los tlaxcaltecas deberán reconocer e incorporar el Covid-19 como una condición en su vida cotidiana. En una sociedad en la que la pobreza ha sido secular y en el que la economía informal es lo normal, ya que 72 personas de cada 100 se encuentran en ella, la vida de los tlaxcaltecas, por necesidad y tradición seguirá realizándose en los espacios públicos, particularmente en la calle, en el comercio. Por lo que deberá incorporar y convertir en hábitos la sana distancia y el autocuidado, particularmente en lo que se refiere a la higiene personal, así como en la identificación de los síntomas en el proceso de infección que le permitan acceder al tratamiento TRN4. En donde realmente debe producirse un cambio es en la intervención del Estado ya que debe ampliar y mejorar los servicios públicos, particularmente los de salud, educación y trabajo —más que empleo— a efecto de que la vida no se deteriore y vuelva a los indicadores de 2008. En la década 2008-2018 la pobreza desciende del 59.6 al 48.4 y en la pobreza extrema es radical al bajar del 9.5 al 3.1 por ciento. La vida de los tlaxcaltecas después del Covid-19 no cambiará tanto, acostumbrados a una eterna lucha en contra de la adversidad, la cultura se convierte en la punta de lanza para recuperar los vaivenes que produce la pandemia, lo que le lleva a redescubrir la cosmovisión que tiene y a luchar por establecer una relación más armónica con la naturaleza, a través de la recuperación del conocimiento y saberes comunitarios. En Tlaxcala no se observan los graves contrastes entre pobreza y opulencia, ya que la inmensa mayoría, aun antes de la llegada de la 4T había aprendido a vivir en la “justa medianía”. El próximo año la ciudadanía deberá renovar el Poder Ejecutivo, Legislativo y los ayuntamientos y ante esta circunstancia debe cuidarse de elegir a “personas sin talento” que solo se dediquen “administrar la pobreza”. Porque si bien la naturaleza y la economía no le han sido generosas, sí lo ha sido la voluntad, el trabajo y la identidad de su gente, que le ha permitido mantenerse como la tierra del pan de maíz. Porque si de algo están orgullosos los tlaxcaltecas es que frente a la adversidad han podido mantener “un alto grado de homogeneidad cultural y étnica” (Rendon, 1996). * rauljimenesguillen@yahoo.com


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Germán Sánchez Daza *

El empleo durante la crisis económica y la pandemia

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lo largo de este año los debates en torno a la situación mundial han transitado por las diversas dimensiones de la existencia humana, alcanzando el cuestionamiento sobre su extinción, íntimamente relacionado con el desastre ecológico. En los primeros días del año, la preocupación sobre la economía era la predominante, sin embargo, rápidamente fue desplazada por la acelerada emergencia de la pandemia, por lo que sus impactos y consecuencias se han entremezclado. En este artículo nos centraremos en la problemática económica inmediata, pero es fundamental reconocer que nos enfrentamos a la crisis de la modernidad capitalista. LA CAÍDA DE LA ECONOMÍA Y DEL EMPLEO MUNDIAL

Si bien la crisis económica mundial se anunció desde fines de 2018 (véase por ejemplo la caída de la producción automotriz), hacia el mes de octubre del siguiente año ya se dejaba sentir fuertemente, de tal forma que el mismo Fondo Monetario Internacional reconocía una “desaceleración sincronizada” (IMF, 2019). A partir de ese momento, dicho organismo ha tenido que ir disminuyendo sus “pronósticos” sobre el comportamiento económico mundial; en el más reciente (junio) propone que tendrá una caída del 4.9 por ciento, y para México predice una caída del 10.5 por ciento, optimistamente afirma que después vendrá una recuperación gradual; considerando que estas tendencias podrán aumentar la desigualdad, pues los más afectados por el desempleo son los trabajadores informales y las mujeres (IMF, 2020). Obviamente la preocupación del FMI está centrada en la recuperación de la rentabilidad del capital, de sus ganancias; pero ello solo puede ocurrir a partir de la actividad de los trabajadores1. En esa perspectiva, en su balance del mes de junio, la OIT (2020) calculaba que durante el primer semestre de 2020 se han perdido 400 millones de empleos, a los cuales se podrían sumar otros 140 millones, en el pronóstico “más favorable”; para los países del continente americano estima una pérdida equivalente a 70 millones de empleos de tiempo completo. Un dato importante es el desglose que hace respecto al tipo de pérdida: el Reino Unido el 73 por ciento es por suspensión del empleo (cierre temporal por confinamiento y sin pérdida del empleo) y el 27 por ciento es por una reducción de la jornada (igualmente, sin pérdida de empleo), en contraste, en México solo el 35 por ciento es una suspensión del empleo por confinamiento, en tanto que el 49 por ciento es pérdida de empleo que implica que no podrá recuperarlo posteriormente. La diferencia expresa la capacidad de negociación y resistencia que tienen los trabajadores de las economías dominantes frente a los periféricos. Asimismo, en dicho reporte se destaca que tendrá una mayor consecuencia negativa sobre el empleo femenino a causa de: a) los sectores económicos más afectados son aquellos en los que existe una mayor proporción de mujeres (hotelería, alimentos, comercio, servicios), b) en particular, los servicios domésticos son mucho más vulnerables frente a las medidas de contención y son predominantemente realizados por mujeres, c) los sectores sanitarios y de asistencia social son igualmente más afectados y prestados mayoritariamente por mujeres, d) la demanda incrementada de servicios de atención social (que incluye la demanda al interior de los hogares) durante la crisis pandémica es atendida por mujeres. Al respecto, una investigación de Oxfam (2020) documenta como el trabajo de cuidado no remunerado realizado por las mujeres se ha incrementado, de tal manera que cerca del 50 por ciento de ellas se sienten más ansiosas, deprimidas y aisladas; concluyendo que “La encuesta muestra que, si bien los hombres también han trabajado más en el cuidado durante la pandemia, la carga de trabajo del cuidado continúa recayendo de manera desproporcionada en las mujeres, en particular las mujeres de minorías étnicas y raciales, aquellas que viven en la pobreza y en comunidades sin acceso a infraestructura y servicios básicos”. LA TRAGEDIA DEL DESEMPLEO Y LA PRECARIZACIÓN LABORAL EN MÉXICO En el caso de nuestro país y con base en los datos de INEGI (2020a, 2020b), al mes de mayo hubo una pérdida de 11.5 millones de empleos, tomando como base el mes de mayo de 2019. De tal forma que el número de personas que se encuentran sin empleo (sin vínculo laboral con alguna empresa o unidad económica) se elevó de 7.4 a 21.3 millones. Entre los más afectados encontramos: a) una fuerte pérdida de empleos en los micronegocios y el autoempleo (en sus diversas formas), según la clasificación del INEGI se aprecia: el número de trabajadores por cuenta propia disminuyó en 4.3 millones de empleos (-34.0 por ciento), los micronegocios 5.6 millones (-25.5 por ciento), sector informal 4.7 millones (-31.5 por ciento); b) por su parte, el número de asalariados disminuyó en 5.7 millones: por sectores 1.6 millones en la manufactura y electricidad, 1.6 millones en la construcción, casi un millón en restaurantes y hoteles; la pérdida de empleo también incluyó a las medianas y grandes empresas, con 2.4 millones de empleos.

Los datos nos indican como el capital se defiende a costa de los trabajadores, destruyendo tanto los sueños del emprendedor (autoempleo) como las distintas estrategias de sobrevivencia (trabajo informal, comercio), y pasando también por encima de las defensas contractuales de los asalariados. En este último caso, los que logran permanecer en el trabajo quedan bajo condiciones cada vez más precarias, de tal forma que los que tienen contrato de planta (base) disminuyeron en 2.5 millones, los que tienen acceso a instituciones de salud en 2.1 millones, los que tienen prestaciones laborales en 2.4 millones; finalmente, se incrementó el número de asalariados que ganan hasta un salario mínimo en 1.2 millones, en tanto que los trabajadores con mayores ingresos disminuyó.

· Elaborado con datos de INEGI, ENOE y ETOE

En relación a la situación laboral de las mujeres —la cual está impregnada por toda la violencia, exclusión y explotación a que son sujetas por el capitalismo patriarcal—, la crisis y la pandemia vinieron a aumentar el deterioro de su situación, pues el trabajo de cuidado no sólo se incrementó, sino que también agudizó su carácter estresante, pues las labores en el hogar se multiplicaron con el confinamiento y fueron trasladadas directamente sobre sus espaldas, incluyendo entre ellas las actividades escolares. Según datos de la ENOE (INEGI, 2020c), para el primer trimestre de este año el promedio de horas semanales dedicado a actividades económicas y no económicas era de 63.15 en el caso de las mujeres, en tanto que en los hombres solo era de 52.56, pero al considerar el tiempo destinado a actividades no económicas la diferencia es mucho mayor: las mujeres laboraban 26.54 horas a la semana y los hombres 8.29. En este contexto, la violencia sobre la mujer se ha agudizado durante el confinamiento, un indicador de ello es que entre eneromayo de este año las llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer se elevaron en un 47.2por ciento en relación al mismo periodo del año 2019, de tal forma que hasta mayo se reconocían 385 feminicidios y un total de 39 mil 993 mujeres víctimas de diversos delitos (SSPC, 2020). La información estadística que nos ofrece el INEGI y la SSPC solo son una pálida ilustración de la tragedia que enfrentan lxs trabajadores y trabajadoras en nuestro país, la realidad es más dolorosa y profunda. Las notas de diversos medios de comunicación, la información y testimonios que circulan a través de las redes sociales y la misma convivencia en el entorno inmediato nos hacen sentir la angustia que viven meserxs, trabajadorxs del hogar, artistas, conductorxs de taxis, obrerxs de las fábricas cerradas… quienes han perdido su empleo-ingreso y con una alta probabilidad de que no logren conseguir otro en los próximos meses; ¿cómo sobrevivirán? ¿Qué estrategias o alternativas construirán? En este breve recuento queda por desarrollar en otro momento y con profundidad los impactos de la crisis y la pandemia en las comunidades y pueblos indígenas y campesinos, que sufren la continua violencia del capital, quien busca profundizar los procesos de apropiación de sus territorios para impulsar la minería, el turismo, la agricultura biotecnológica, así como los grandes megaproyectos de infraestructura. La pandemia mundial no ha detenido tales procesos, a pesar de que se ha reconocido oficialmente que son uno de los sectores sociales más vulnerables por la pandemia, dada las condiciones de pobreza y exclusión que le son impuestas. 5


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Por otro lado, en términos de la acción gubernamental, el presidente López Obrador calculaba que para el mes de mayo se perderían 400 mil empleos, y que la cifra total como consecuencia de la pandemia sería de un millón. Desde su perspectiva, hacia fines de año se alcanzarían a generar dos millones, lo cual estaba en línea con el plan de recuperación económica; al respecto destacó algunos de los programas y acciones gubernamentales: 230 mil Programa Jóvenes Construyendo el Futuro; 228 mil Programa de Mejoramiento Urbano en 50 ciudades del país; 200 mil Programa Sembrando Vida; 80 mil construcción del Tren Maya; 72 mil refinería de Dos Bocas; 47 mil en edificación de sucursales del Banco del Bienestar; contratación de 44 mil trabajadores de la salud para atender la epidemia; la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles dará trabajo a 44 mil personas; la Guardia Nacional incorporará a otras 26 mil personas, y la construcción de caminos rurales generará 15 mil plazas (Jornada, 2020). En resumen, tales perspectivas se fundamentan en su política social y en sus emblemáticos megaproyectos (los cuales han sido cuestionados por comunidades indígenas y organizaciones sociales). En términos de su política económica se ha mantenido su posición de austeridad en el gasto público, el rechazo al endeudamiento y a la transferencia de recursos a las empresas, además de efectuar una revisión de los sueldos de los funcionarios y servidores públicos; las acciones contra la corrupción y la evasión fiscal (junto con los moches) son complemento de su política fiscal. Está abierto el debate en torno a la suficiencia y eficacia de estas medidas, si con ellas se lograra no solo relanzar la economía, sino también lograr una mitigación de la desigualdad socioeconómica. ESTRATEGIAS DEL CAPITAL Y CONFRONTACIONES SOCIALES Como mencionamos, la economía mundial iniciaba ya un proceso de recesión desde 2019, sin embargo, el ritmo de acumulación de capital se mostraba lento después de la gran crisis de 2008, por lo que los grandes organismos financieros internacionales planteaban la necesidad de incrementar la productividad a través de la disminución de los costos laborales (mayor flexibilidad; es decir, subcontratación, empleos temporales, menores prestaciones) y el cambio tecnológico (al respecto ver los estudios del FMI y de la OCDE). El impulso de lo que se ha denominado como “Cuarta Revolución Industrial” (que tiene como pilar la Industria 4.0) fue acompañado con la amenaza del desempleo tecnológico, la robotización digital (combinada con el IoT, big data, inteligencia artificial, etcétera) dejaría sin trabajo a varias decenas de millones de obreros, al mismo tiempo que transformaría la mayor parte de las actividades productivas —se calcula que hay 2.4 millones de robots industriales funcionando (IFR 2019). Estos cambios “disruptivos” profundizarían la producción a través de las cadenas de producción globales y son los principales ejes de la estrategia de acumulación del capital hegemónico, al mismo tiempo que continúa su expansión y subordinación sobre todas las actividades humanas (su mercantilización) y la depredación de la naturaleza. El surgimiento de la pandemia se presenta como una oportunidad del capital para profundizar esa estrategia, pues además de permitirle disminuir su plantilla laboral, la angustia y desesperanza del desempleo facilita la aceptación de la caída de los salarios como del incremento en la intensidad del trabajo. Asimismo, la fusión de crisis-pandemia abre un gran campo de reapropiación de los recursos públicos por parte del capital a través de los recursos destinados a la recuperación.

1 En medio de la pandemia-cuarentena, han circulado en las redes reclamos ingeniosos, invitando a los capitalistas a producir sin trabajadores. 2 El pasado 30 de mayo se efectuó una “marcha” contra el gobierno de López Obrador, en la que participaron algunos cientos de personas en autos, de lujo y de modelos recientes, lo cual se resumió muy certeramente de esta manera: “Desde su Land Rover modelo 2022 gritó: AMLO nos mata de hambre” (Jornada de Oriente, 2020).

Referencias FMI (2019) Perspectivas de la economía mundial, FMI, octubre. FMI (2020) Actualización de las perspectivas de la economía mundial, FMI, junio. Jornada (2020) Prevé AMLO que por la epidemia se perderán un millón de empleos, Periódico La Jornada, 25 de mayo. Jornada de Oriente (2020) La cornada, Periódico La Jornada de Oriente, 1 de junio. IFR (2019) OUTLOOK on World Robotics Report 2019, International Federation of Robotics. IMSS (2020) Trabajadores asegurados, IMSS, abril. INEGI (2020a) Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, mayo, INEGI. INEGI (2029b) Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, junio, INEGI. INEGI (2020c) Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Indicadores de género. Mayo, INEGI. OIT (2020) El COVID-19 y el mundo del trabajo. Quinta edición, Observatorio de la OIT, Ginebra. OXFAM (2020) Comunicado, 16 de junio, consultado en https://www.oxfam.org/en/pressreleases/close-half-women-are-feeling-more-anxious-depressed-isolated-overworked-or-ill. SSPC (2020) Información sobre violencia contra las mujeres, SSPC Gobierno Federal, mayo.

Sin embargo, la salida a la crisis implica también una lucha entre los diversos capitales, incluyendo la disputa por la hegemonía mundial (China-EUA). Es en este contexto que las políticas de sanidad —confinamiento, atención y prevención, infraestructura, etcétera— son escenarios de disputa entre los capitales y con la población. Ejemplo de ello es la investigación sobre la vacuna contra el Covid-19, que es un campo de batalla en la que se encuentran enfrascadas las grandes empresas farmacéuticas mundiales junto con sus respectivos gobiernos, teniendo como fundamento los derechos de propiedad intelectual (patentes), que se confrontan con el interés público, social, de la población mundial. De igual manera, las presiones sobre la duración de la pandemia y las medidas de prevención ante la reanudación de las actividades productivas forman parte de las disputas sociales. En el caso de México, estas disputas se han manifestado ampliamente, mostrando a su vez el carácter subordinado, periférico, de su economía; ilustración de esto son los siguientes hechos: la pésima infraestructura sanitaria existente (herencia de las políticas neoliberales de privatización-mercantilización de las últimas cuatro décadas), sectores empresariales que se negaron al cese temporal de actividades (maquilas, mineras, grupo Salinas Pliego) y que han presionado para obtener un subsidio del Estado, la entrada en vigor del T-MEC y el impulso de las cadenas globales (subcontratación internacional), la pronta apertura de ciertos sectores (la declaración de “esencial” a la industria automotriz), las presiones sobre la regulación y explotación en la minería, la apropiación y mercantilización de recursos naturales fundamentales como el agua (el caso de la cervecera en Tijuana). De esta manera, la caída de la producción y la inactividad económica como estrategia contra la pandemia se han convertido en una amplia disputa entre las distintas clases y sectores sociales; desde el punto de vista del capital, se generaron distintas estrategias para proteger su valorización (rentabilidad) y hacer recaer el costo de la crisis y la pandemia sobre los trabajadores. Mención destacada son las presiones que han ejercido a través de sus organismos patronales para que se apliquen medidas económicas que tienen como principal objetivo la transferencia de recursos públicos a las empresas, en especial a las grandes corporaciones, lo cual ha ocurrido en las crisis anteriores (aún se sigue pagando la deuda pública contraída por el rescate bancario-empresarial de 1995, FOBAPROA), todo ello ha llevado a la resistencia activa de sectores empresariales y simpatizantes de la oposición (PRI-PAN) contra las políticas del gobierno federal2. Frente a lo anterior, la resistencia de los trabajadores ha sido más a partir de los centros de trabajo e individual, pues la mayor parte de los sindicatos aún mantienen sus relaciones clientelares y subordinadas al capital, siendo unos cuantos organismos sindicales los que tienen alguna capacidad de respuesta. Considerando la situación anterior y las características del mercado laboral —determinadas por la acumulación de capital, que se ha sustentado en los sectores exportadores (automotriz, electrónico) y de mayor depredación (minería, turismo)— con la pandemia y la cuarentena decretada es de esperar una mayor pobreza y deterioro de las condiciones de trabajo, pese a las políticas del gobierno federal. En este primer semestre del año, la violencia sistémica-estatal-patriarcal se ha manifestado con toda su crueldad y barbarie, muestra de ello son: la fuerza de los carteles delictivos (que incluye no solo a los traficantes sino todas sus redes políticas y económicas) se ha expresado cotidianamente y las luchas entre ellos siguen generando miles de muertos y afectando a grandes capas de la población; en tanto que la represión sobre los movimientos y líderes sociales continúa, entre estos actos violentos destacamos: el asesinato del líder rarámuri Antonio Montes, la masacre de 17 pobladores de San Mateo del Mar, la violencia policial contra jóvenes y ciudadanos de escasos recursos (los asesinatos de Giovanni López en Guadalajara, Carlos Navarro en Xalapa y de Alexander en Oaxaca), el encarcelamiento de activistas y líderes sociales (Kenia Hernández en el estado de México, Susana Prieto Terrazas en Matamoros, Eloy Méndez en Puebla). LA BÚSQUEDA DE NUEVAS ALTERNATIVAS El retorno a la nueva normalidad laboral se vislumbra como un gran campo de batalla, por un lado las empresas han establecido ya un salario disminuido (además de un recorte de plantilla), es seguro que los ahorros y recuperación del capital se hará a costa de las condiciones de trabajo (incluyendo la ampliación de jornada y el aumento de la intensidad laboral) y la violación de las medidas de sanidad que se establezcan; si bien las autoridades laborales actuarán para que se cumplan tales medidas, se ha manifestado que su capacidad es insuficiente para ello. Es posible que la resistencia se haga a partir de cada centro de trabajo, y no necesariamente por los sindicatos, quizá a pesar de muchos de ellos. Sin embargo, son cada vez más frecuente las reivindicaciones de un empleo y un ingreso garantizado, fortalecimiento de los sistemas de seguridad social, condiciones de trabajo seguras y con garantías sanitarias, respeto a los derechos humanos y de organización, demandas que son fundamentales, y todas ellas vinculadas con la defensa de la vida y de la diversidad. En este sentido hay que mencionar la resistencia desde las comunidades indígenas y campesinas, sus acciones para enfrentar las estrategias del capital y la pandemia, que reivindican su derecho a la autonomía, el respeto a sus culturas y territorios. La pandemia vino a evidenciar que el modo de consumo y reproducción capitalista —incluyendo el tipo de alimentación y de salud— está agotado, basado en los procesos industriales depredadores de la naturaleza, colocando a la humanidad en un alto nivel de vulnerabilidad, al borde de su extinción. La modernidad capitalista está agotada. * sanchezdazag@yahoo.com.mx

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Samuel Ortiz Velásquez y Brenda Susana Rojas Velasco *

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El mundo post-Covid-19, ¿hacia una nueva organización de la industria?

n las líneas siguientes reflexionamos sobre las consecuencias del confinamiento extraordinario provocado por la emergencia sanitaria desde dos aristas: las perspectivas de crecimiento para la economía mundial y un grupo de cambios de orden mayor en la organización de la industria mundial que al parecer se están acelerando con la pandemia. Con respecto al primer ítem, el impacto abrupto y generalizado de la pandemia asociada a la Covid19 y las medidas de paralización temporal de las actividades que se adoptaron en el mundo para contenerla, han ocasionado una dramática contracción de la economía mundial, la cual reducirá en 2020 sus niveles de actividad entre 4.9 por ciento (IMF, 2020) y 5.2 por ciento (WB, 2020). La recesión se ha catalogado como la peor y más profunda desde la Gran Depresión de la década de los treinta del siglo XX cuando el PIB mundial se contrajo en más de 20 por ciento (OCDE, 2020), y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto por habitante (WB, 2020). En términos generales se espera que las medidas extraordinarias se levanten durante el segundo semestre de 2020 y ello impulsaría la recuperación en forma de “V” con lo que el producto mundial en 2021 crecería a una tasa de entre 4.2 y 5.8 por ciento. No obstante, considerando que los países que han levantado el confinamiento se han enfrentado de inmediato a un rebrote, ello sugiere que la perspectiva “optimista” de expansión para 2021 puede verse interrumpida. Ante tal escenario, la OECD (2020) incorporó en sus proyecciones la posibilidad del “doble impacto” (con rebrote), que haría caer el PIB mundial en 2020 a una tasa de 7.6 por ciento y una recuperación de 2.8 por ciento en 2021. Así mismo, la tasa de desempleo sería de 10 por ciento en ambos años, lo cual advierte de paso que la recuperación del empleo perdido será muy lenta. Con relación al segundo ítem, el confinamiento puede tener un efecto de orden mayor, pues puede fungir como partera de nuevas tendencias en la organización de la industria mundial, que se venían gestando de tiempo atrás. Efectivamente, tras la crisis financiera mundial del 2008 los flujos mundiales de IED dejaron de crecer, junto con un lento crecimiento del comercio y una desaceleración de las cadenas globales de valor (CGV)1. Entre las causas que explican la lenta expansión de tales indicadores destacan (UNCTAD, 2020): i. Las operaciones en el extranjero de las empresas multinacionales (EMN) se volvieron cada vez menos dependientes de la IED. Ello en parte obedece a la consolidación de las formas no accionariales de la producción internacional (v.gr., manufactura por contrato, subcontratación de servicios, licencias y franquicias), como mecanismo de gobernanza en las CGV, que permite a las EMN controlar o coordinar la producción global, sin invertir en activos físicos. ii. La emergencia de tecnologías digitales que favorecen formas de producción internacional de activos ligeros. Al respecto, las EMN tecnológicas se hicieron cada vez más importantes y no requieren montos de inversión física, en virtud de que pueden llegar a los mercados de todo el mundo a través de canales digitales, en contraste, la IED en manufactura disminuyó. iii. Las políticas proteccionistas son factores que han elevado la incertidumbre en los agentes de la inversión. Se debe recordar que la IED se ha deteriorado a paso acelerado desde 2018 cuando cayó 13 por ciento como resultado de las repatriaciones de las ganancias extranjeras de las EMN americanas, luego de las reformas fiscales en aquel país de 2017 (UNCTAD, 2019). Por otro lado, en un contexto del predominio de las CGV, los aranceles bilaterales Estados Unidos-China han impactado no solo a los países involucrados, sino que están generando efectos indirectos en terceros países que participan de la producción global (IMF, 2019). Los fenómenos descritos son una resultante del creciente nacionalismo económico y de la revolución industrial 4.0 (RI4.0), y al parecer se están acelerando con

la pandemia (UNCTAD, 2020). El nacionalismo económico y la RI4.0 tiene como actores clave a Estados Unidos (EU) y China y ello es significativo para México, pues se trata de nuestros principales socios comerciales: i. Los próximos años atestiguarán un endurecimiento en las tensiones EU-China, cuya causa fundamental es la disputa por la hegemonía tecnológica (Rosales, 2020). El escenario principal en el que se enfrentan las potencias y sus empresas es el de las “tecnologías disruptivas” de la RI4.0, v.gr., inteligencia artificial, internet de las cosas, big data, robótica, computación cuántica, e-cloud, block-chain, nanotecnologías, vehículos autónomos, energías renovables, etcétera. ii. El T-MEC que entró en vigor el 1 de julio de 2020, busca elevar la competitividad de las exportaciones manufactureras americanas, a través de consolidar una cadena de valor regional que cierre la puerta a Asia y particularmente a China (Ortiz y Peralta, 2019). Nuevas reglas de origen, nuevos criterios de contenido laboral, compras de acero y aluminio, una nueva reforma laboral, buscan la integración regional y elevar los salarios en México, en las CGV que se construyeron en el TLCAN: electrónica, eléctricos y autopartes-automotriz. A ello se debe agregar que el acelerado avance tecnológico (robótica y reducción de los costos de los robots) de la industria automotriz (CEPAL, 2017), también contribuye a erosionar la principal ventaja competitiva del segmento que opera en México: los bajos costos salariales. En suma, la Covid-19 trastocó al mundo, en materia económica la recuperación será más lenta de lo esperado. La pandemia reveló el fracaso del neoliberalismo en materia de desarrollo económico, particularmente en infraestructura social. Finalmente, parece que está impulsando junto con el proteccionismo y la RI4.0, una nueva organización de la industria mundial, dirigida a cadenas de alcance regional. Dado lo limitado del espacio, por el momento dejamos planteada una pregunta de enorme relevancia: ¿Qué papel desempeñará México en dichos procesos?

EN TÉRMINOS GENERALES SE ESPERA QUE LAS MEDIDAS EXTRAORDINARIAS SE LEVANTEN

DURANTE EL SEGUNDO SEMESTRE DE 2020 Y ELLO IMPULSARÍA LA RECUPERACIÓN EN

FORMA DE “V” CON LO QUE EL PRODUCTO MUNDIAL EN 2021 CRECERÍA A UNA TASA DE ENTRE 4.2 Y 5.8 POR CIENTO

1 Entre 2010-2019: la IED creció a una tasa media anual de 0.8 por ciento, en los noventa creció al 15.3 por ciento y en la década de 2000 lo hizo al 8 por ciento; el comercio de bienes y servicios creció en 2.7 por ciento, lo que representó una tercera parte del crecimiento observado en la década de 2000; la participación relativa del valor agregado extranjero en las exportaciones pasó de 30.48 por ciento en 2008 a 28.26 por ciento. Referencias CEPAL. 2017. La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe. CEPAL, Santiago, pp. 93-200. IMF. 2020. Worls economic outlook update. IMF, Washington, DC, June. IMF. 2019. World Economic Outlook. Growth Slowdown, Precarious Recovery. IMF, Washington, DC, April, pp. 103-130. OECD. 2020. OECD economic Outlook, volume 2020 issue 1: preliminary version. OECD. Ortiz Velásquez, Samuel y Edgar Peralta Vilchis. 2019. “Perspectivas de la industria mexicana ante la renegociación del TLCAN y China”. Economía Informa 415 (marzo-abril), pp. 29-40. Rosales, Osvaldo. 2020. El sueño chino. Cómo se ve China a sí misma y cómo nos equivocamos los occidentales al interpretarla. Siglo XXI editores y CEPAL, Argentina. UNCTAD. 2020. World Investment Report 2020. International production beyond pandemic. United Nations Publications, New York, June 16. UNCTAD. 2019. World Investment Report 2019. Special Economic Zones. United Nations Publications, New York. WB. 2020. Global Economic Prospects, June 2020. Wold Bank Group, Washington, DC.

* Blog académico: https://economiamexicanaennumeros.blogspot.com/


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Ada Celsa Cabrera García *

Cómo pensar a la globalización neoliberal frente a la pandemia del Covid-19

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a pandemia por el virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad de Covid-19, ha venido a acelerar el debate sobre la intensificación de dos procesos que han cobrado importancia en los últimos años: el primero de ellos hace referencia a que asistimos a un proceso de “desglobalización”; contrario a quienes afirman que asistimos a un proceso de “globalización con características chinas”. La idea de “Desglobalización” ha tomado fuerza debido a que el comportamiento del comercio mundial con respecto al del PIB mundial ha mostrado dificultades para recuperar los ritmos de crecimiento que exhibió antes de la crisis del 2008-2009, particularmente a partir de observar que en el 2016 el crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías estuvo por debajo del crecimiento del PIB real mundial. De manera reciente, Iliana Olivié y Manuel García (2020) han observado que la globalización económica ha perdido terreno, algo que de manera general es percibido como desglobalización (si bien la globalización se ha desacelerado, en términos de su velocidad, esta no se ha reducido en términos de su escala). Por su parte, Monereo (2020) plantea que hoy nos encontramos ante el fracaso de la segunda globalización (la primera se ubicó a finales del siglo XIX y principios del XX) . Sin embargo, es importante mencionar que este no es el contexto en el que se habla por primera vez de “desglobalización”. Walden Bello titulaba, de manera respectiva, un capítulo de libro en 2001 y un libro en 2004, de la siguiente forma: “Praga 2000: hacia un mundo desglobalizado” en “Resistencias mundiales (De Seattle a Porto Alegre)” y “Desglobalización: Ideas para una Nueva Economía Mundial”. Ambos textos fueron escritos en el marco de su activismo en el movimiento No Global y de su aguzada una crítica hacia las consignas del libre mercado y hacia el proceso de globalización neoliberal. También vale la pena mencionar que la crítica hacia las políticas neoliberales tampoco se quedan en aquellas que derivan del movimiento No Global. Otras más han encontrado eco en los gobiernos progresistas de América Latina y los movimientos sociales populares que les acompañaron en su llegada al poder a inicios del presente siglo. De manera más reciente, los gobiernos de derecha en el mundo pugnan por un nacionalismo plagado de discursos racistas y xenófobos como el de Donald Trump en EEUU, Boris Jhonson en el Reino Unido, Viktor Orbán en Hungría, Jair Bolsonaro en Brasil, y Matteo Salvini en Italia. Cada uno de ellos, en al menos una ocasión, ha manifestado un claro rechazo a la mundialización económica. A lo anterior, se suma lo que Ramonet (2020) observa en la búsqueda de protección que la población busca y demanda del Estado y que podría mermar el

poderío del mercado al finalizar el actual contexto de pandemia. Como puede observarse, existen diversas críticas que cuestionan si el proceso de globalización neoliberal tendrá o no continuidad en el futuro inmediato. Por su parte, el otro debate al que hacemos referencia es el de la “Globalización con características chinas”. Se denomina así a la estrategia de una globalización que el gigante asiático está impulsando en un momento en el que en muchos países aparecen gobiernos con carácter antiglobalización y en un contexto que otros califican como de desglobalización (Dussel-Petters, 2018). El proyecto central de este proyecto es la Iniciativa “Franja económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda marítima de Siglo XXI” conocida como Belt & Road Initiative o BRI, cuyo objetivo es, en primer lugar, conectar por diversas rutas terrestres a China con Europa y, en segunda instancia, reorganizar la conexión con el sudeste asiático, el sur de Asia y el este de África para conectarse con el mar Mediterráneo. Desde China también se ha impulsado la construcción de instituciones que se presentan como fuentes de financiamiento alternativo a las que tradicionalmente existen en occidente. De acuerdo con Gallagher (2018) “China”, como fuente de financiamiento, ha tomado el rol de ser el Banco de Desarrollo más grande del mundo. Esto, a través de organizaciones internacionales financieras y políticas, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y la Agencia Estatal de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Otro elemento es el programa piloto que de manera reciente China lanzó para contar con una versión digital oficial de su moneda, con la probabilidad de una prueba más grande en los Olímpicos de Invierno de Beijing en 2022. Es importante recalcar que consideramos que los dos debates expuestos son expresión de un momento de la economía mundial en el que se hace aún más evidente la crisis de hegemonía de los EEUU, que existe desde la crisis de la década de los 70 del siglo XX. En este contexto, el nuevo coronavirus se convirtió en el “último campo de batalla entre Estados Unidos y China” (Gil, 18 marzo 2020). Ejemplo de ello fueron los cambios en el financiamiento a la OMS que se dieron el pasado mes de abril. China anunció la donación de 30 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la lucha contra Covid-19, para intentar paliar la retirada de Estados Unidos, que decidió unos días antes suspender su aporte financiero a dicho organismo argumentando que el organismo ha tomado posiciones demasiado favorables a Pekín. Vuelve la amenaza de una guerra comercial basada en la imposición de aranceles a partir de las acusaciones mutuas de EEUU y China sobre el supuesto origen del virus. La investigación para encontrar la vacuna contra el coronavirus SARSCOV-2 también se ha convertido en un terreno de disputa entre ambas potencias. Por su parte, Latinoamérica también mira a China, desde donde han llegado múltiples donaciones y la venta de equipos médicos, expertos y consejos para combatir la Covid-19. Algunos analistas ya han bautizado a este proceso como la nueva “diplomacia de las mascarillas” de China (Gil, 14 abril 2020). En conclusión, podemos decir que la pandemia ha acelerado el papel de China en los esquemas de la globalización neoliberal al mantener su contacto con las instituciones de ese proyecto político-económico, sin que por ello estas últimas se vean fortalecidas. Al mismo tiempo, ha mostrado el fortalecimiento del entramado institucional chino en su construcción de una globalización con carácteristicas chinas en la cual la BRI representa la estrategia principal.

VUELVE LA AMENAZA DE UNA GUERRA COMERCIAL BASADA EN LA IMPOSICIÓN DE ARANCELES

A PARTIR DE LAS ACUSACIONES MUTUAS DE EEUU Y CHINA SOBRE EL SUPUESTO ORIGEN DEL VIRUS.

LA INVESTIGACIÓN PARA ENCONTRAR LA VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS SARS-COV-2 TAMBIÉN SE HA CONVERTIDO EN UN TERRENO DE DISPUTA ENTRE AMBAS POTENCIAS

Referencias Dussel-Petters, E. (2018). Una globalización con características chinas. Nueva Sociedad, 1-10 Gallagher, K. (2018). China’s Role As The World’s Development Bank Cannot Be Ignored, NPR. Gil, T. (18 marzo 2020). Coronavirus: cómo el virus se volvió parte de la "guerra" política entre EE.UU. y China, BBC News Mundo. -(14 abril 2020). Coronavirus: cómo China gana presencia en Latinoamérica en medio de la pandemia (y qué implica para la región y el mundo), BBC News Mundo. Monereo, M. (26 de febrero de 2020). Se terminó la globalización: ¿qué hacemos ahora? Cuarto poder. Olivié, I. y Gracia, M. (2020). Is this the end of globalization (as we know it)?, Globalizations, 1-18. Ramonet, I. (25 de abril de 2020). La pandemia y el sistema-mundo, La Jornada.

* ada.cabrera@gmail.com


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Jaime Estay

PANDEMIA Y LAS MAGNITUDES DEL DETERIORO ECONÓMICO

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medida que la pandemia de la Covid-19 se ha ido desplegando, y con ella los periodos de confinamiento, el impacto en el funcionamiento económico de los distintos países se ha sentido con una fuerza cada vez mayor y han ido empeorando los pronósticos respecto de dicho funcionamiento para el futuro inmediato. Al respecto, en el siguiente cuadro se presentan 12 proyecciones del comportamiento de la producción mundial para 2020, que se han venido presentando en los meses recientes por parte de distintas instituciones. En él, se observa que a comienzos del año los pronósticos para 2020 eran de un crecimiento bajo —de entre 2 por ciento y 3 por ciento, lo que da cuenta de problemas ya presentes en el funcionamiento económico global— y que en los meses siguientes dichos pronósticos han ido fuertemente a la baja, estimando para 2020 caídas cada vez más profundas conforme ha avanzado el tiempo. A modo de ejemplo, a mediados de abril circuló ampliamente una proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), según la cual para este año la actividad económica mundial disminuirá 3 por ciento, y dos meses después —el 24 de junio— el mismo FMI ha estimado que la disminución será de 4.9 por ciento, en tanto que el Banco Mundial el 8 de junio estimó que para el 2020 la caída de la producción mundial será de 5.2 por ciento y el día siguiente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico estimó que la caída en 2020 será de entre 6 por ciento y 7.6 por ciento. Lo anterior deja en evidencia que lo profundo del deterioro económico ya presente se ha acompañado con correcciones fuertemente a la baja en las proyecciones al respecto, lo que da cuenta no sólo de la magnitud de los problemas que hoy atraviesan a la economía mundial, sino también de los altos niveles de incertidumbre acerca del futuro cercano, tanto respecto a la duración de la actual pandemia —incluyendo la posibilidad de nuevos brotes a fines de este año o comienzos de 2021—, como en relación a los avances y retrocesos en los procesos de desconfinamiento y a las políticas públicas que se vayan definiendo y modificando para hacer frente a la emergencia, todo lo cual vuelve muy inciertos los pronósticos respecto del desenvolvimiento de la actividad económica global y de los distintos ámbitos que la forman, aunque todos los pronósticos son claramente pesimistas.

TANTO LA PANDEMIA COMO EL CONFINAMIENTO AL QUE ELLA HA EMPUJADO HAN DEJADO AL DESCUBIERTO TENDENCIAS DE LARGA DATA VINCULADAS A LA ECONOMÍA, CUYA PRESENCIA EN EL ESCENARIO MUNDIAL HA DEFINIDO EL TERRENO EN EL CUAL HAN EJERCIDO SUS EFECTOS NEGATIVOS LA PANDEMIA Y EL CONFINAMIENTO Así, luego de sucesivas correcciones a la baja, las cifras más recientes proyectan para 2020 una caída en el comercio internacional de entre 13 por ciento y 32 por ciento según la Organización Mundial de Comercio (OMC) y de 20 por ciento según la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), y la misma UNCTAD proyecta este año una disminución de 40 por ciento en los flujos de inversión extranjera directa, en tanto que el Banco Mundial estima que en 2020 las remesas dirigidas a los países de ingreso medio y bajo se reducirán en 19.7 por ciento, lo cual incluye una disminución de 19.3 por ciento para América Latina y El Caribe, aclarando cada una de esas instituciones que las estimaciones están sujetas a corrección dados los cambiantes factores en los cuales se apoyan.

Algo semejante ocurre respecto de la pobreza y el empleo a nivel mundial. En lo que se refiere a la pobreza, en abril el Banco Mundial estimaba que en 2020 el escenario de la Covid llevaría a la pobreza extrema (ingresos diarios inferiores a 1.9 dólares) a un total de entre 40 y 60 millones de personas —22.6 millones en el África subsahariana— y un mes después sus estimaciones son que ello ocurrirá en un rango de entre 71 y 100 millones de personas, dependiendo del deterioro que se dé en la actividad económica global. En lo que respecta al desempleo, la Organización Internacional del Trabajo ha venido presentando estimaciones en una serie de informes titulados “El Covid-19 y el mundo del trabajo: Repercusiones y Respuestas”. En el primero de ellos, del 18 de marzo, se estimaba que el aumento de desempleados en el mundo como consecuencia de la pandemia sería de entre 5.3 millones —en el escenario “más favorable”— y 24.7 millones —en el escenario “menos favorable; por su parte, la OCDE ha informado que la tasa de desempleo en el promedio de sus 37 países miembros pasó de 5.3 por ciento en enero de 2020 a 8.4 por ciento en mayo y que, en un escenario “optimista” en el cual no ocurra una segunda ola de contagios, dicha tasa llegaría a 9.4 por ciento en el cuarto trimestre de 2020. La OIT en sus informes posteriores, considerando las distintas modalidades que ha asumido el confinamiento en el ámbito de las relaciones laborales y el empleo, ha venido estimando lo ocurrido con las “horas de trabajo perdidas”, lo cual abarca el desempleo, las reducciones de jornada, la inactividad y la (1) Banco Mundial, Global Economic Prospects. suspensión de empleo, tomando como punto (2) FMI, Perspectivas de la economía mundial. de comparación las horas de trabajo corres(3) OECD, Interim Economic Assessment Coronavirus: T pondientes al último trimestre de 2019. (4) CEPAL, América Latina y el Caribe ante la pandemia Respecto del primer trimestre de 2020, la esti(5) Instituto de Finanzas Internacionales, Capital Flows mación de esas “horas de trabajo perdidas” (6) The Economist Global Forescasting Service. empezó siendo de 4.5 por ciento, equivalente (7) CEPAL, Dimensionar los efectos del Covid-19 para p a 130 millones de empleos de tiempo comple(8) OCDE, Global Outlook. to (con jornadas de 48 horas) y en el informe más reciente —del 30 de junio— la estimación es de 5.4 por ciento, equivalente a 155 millones de esos empleos. Para el segundo trimestre de 2020, la estimación de “horas de trabajo perdidas” empezó siendo de 6,7 por ciento, equivalente a 195 millones de empleos de tiempo completo, y en el informe reciente dicha estimación es de 14 por ciento, equivalente a 400 millones de empleos. En ese informe reciente, de entre las distintas regiones del mundo para las cuales se entregan cifras los mayores porcentajes de “horas de trabajo perdidas” en el segundo trimestre de 2020 corresponden a América Latina y el Caribe, con 20 por ciento, y dentro de ésta a América del Sur con 20.6 por ciento. ALGUNAS TENDENCIAS SUBYACENTES Tanto la pandemia como el confinamiento al que ella ha empujado han dejado al descubierto tendencias de larga data vinculadas a la economía, cuya presencia


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me Estay *

Y ECONOMÍA

en el escenario mundial ha definido el terreno en el cual han ejercido sus efectos negativos la pandemia y el confinamiento. En el nivel más inmediato, dos de esas tendencias que interesa destacar son las referidas a los sistemas nacionales de salud y a la informalidad laboral. En lo que respecta a los sistemas de salud, a pesar de las alertas previas respecto de la posible aparición de pandemias, dichos sistemas estaban notoriamente impreparados ante la llegada de la Covid-19, la cual los ha sometido a una presión extrema, generándose incluso situaciones de colapso en distintos lugares. En ese sentido, la explicación de lo ocurrido se encuentra en los procesos de mercantilización y privatización de los servicios de salud que se han venido imponiendo desde hace ya varias décadas en la mayoría de los países, con la consiguiente reducción del gasto gubernamental en salud y el descuido de los sistemas de salud pública, paralelamente al crecimiento en la prestación privada del servicio de salud. Con ello, no solo la salud ha ido dejando de ser un derecho para transformarse en una mercancía, sino que también se han relegado objetivos referidos a la prevención, las campañas de información, la vigilancia, la recopilación de datos e información, la universalización de los servicios médicos, etcétera, imponiéndose una racionalidad de mercado en la cual además la investigación médica y la generación de nuevos fármacos ha estado cada vez más guiada por criterios empresariales, donde poca cabida tienen los largos tiempos necesarios para la generación de vacunas s. y medicamentos para enfermedades infecciosas de aparición aleatoria y cuyos usuarios navirus: The world economy at risk. potenciales pueden no ser suficientemente pandemia del Covid-19: efectos económicos y sociales. solventes. tal Flows Report Sudden Stop in Emerging Markets Desde luego, la mercantilización de las décadas recientes ha abarcado a mucho más 19 para pensar en la reactivación. que la salud —si bien es respecto a ésta que la pandemia se ha desenvuelto en terreno fértil—, ya que incluye a otros ámbitos, como la educación, la seguridad social y otros servicios antes públicos, e incluso a la entrega de distintos recursos naturales al capital privado, todo lo cual se ha sometido cada vez más a la lógica del mercado y de la ganancia. En lo que respecta a la informalidad laboral, también en este caso se trata de un proceso que lleva ya varias décadas y cuyo crecimiento es parte importante de los rasgos que han caracterizado al desenvolvimiento económico. Según la OIT, alrededor de 2 mil millones de personas trabajan de manera informal —a nivel mundial, el porcentaje de trabajadores informales en actividades no agrícolas es de casi 51 por ciento—, con mayores posibilidades de perder el empleo, con un acceso muy limitado a la protección social y a los servicios de salud y muchos de ellos con bajos salarios y sin posibilidad de atender al confinamiento por falta de recursos económicos, por todo lo cual no resulta extraño que sean estos trabajadores los que más fuertemente han disminuido sus ingresos como consecuencia de la pandemia; al respecto, la OIT estima que en el primer mes de la crisis los ingresos

LA CAÍDA DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA GLOBAL Y EL DETERIORO EXTREMO DEL COMERCIO INTERNACIONAL Y DE LOS FLUJOS DE INVERSIÓN EXTRANJERA YA ESTÁN IMPLICANDO INCREMENTOS IMPORTANTES DEL PROTECCIONISMO Y UNA FUERTE RUPTURA DE LAS LLAMADAS “CADENAS GLOBALES DE VALOR” de los trabajadores informales disminuyeron a nivel mundial en un 60 por ciento. A lo anterior se agrega que la informalidad está lejos de ser un fenómeno que afecta por igual a todos los países y grupos. Por una parte, la informalidad laboral se concentra en jóvenes y, por otra parte, la mayoría de las/los trabajadores informales están en los países de ingreso bajo y medio. Al respecto basta mencionar que, según la OIT, a nivel mundial un 77 por ciento de los trabajadores jóvenes tienen un empleo informal (79 por ciento en los hombres y 73 por ciento en las mujeres) y que en los países de ingreso bajo el porcentaje es de 95 por ciento (94 por ciento en los hombres y 96 por ciento en las mujeres). La situación de las/los trabajadores informales y de la mayor afectación que en ese sector tienen las políticas de confinamiento, es una clara consecuencia de la precarización laboral que ha adquirido fuerza en las décadas recientes, la cual ha estado avalada por las políticas gubernamentales y ha sido un componente central en la redefinición de las relaciones capital–trabajo a favor del primero y en contra del segundo. En suma, las tendencias respecto de los sistemas nacionales de salud y la informalidad laboral forman parte de lo que la pandemia y el confinamiento ponen en la mesa de discusión, y de lo mucho que habría que redefinir a la luz de la actual crisis sanitaria y económica. A esas dos tendencias interesa agregar otra, de carácter más general, cuya continuidad también está siendo cuestionada por esa doble crisis, y que es la creciente internacionalización de la economía. Dicha internacionalización, que es un componente central de la llamada “globalización económica” y que se ha concretado a través de cambios normativos — y del uso de avances tecnológicos— para facilitar al máximo la libre circulación de capitales y de mercancías por todo el planeta, si bien ya arrastraba problemas, por ejemplo en lo referido a las barreras al comercio, a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y a los intentos de la administración Trump para impedir la salida y forzar el regreso de capitales estadunidenses, es en el actual escenario mundial donde ha encontrado sus límites más severos. La caída de la actividad económica global y el deterioro extremo del comercio internacional y de los flujos de inversión extranjera ya están implicando incrementos importantes del proteccionismo y una fuerte ruptura de las llamadas “cadenas globales de valor”, quedando de manifiesto los riesgos que se derivan de la dependencia de productos importados, en particular —aunque no únicamente— de aquellos necesarios para enfrentar la Covid-19 y volviendo más atractiva la posibilidad de un funcionamiento económico más autocentrado y menos sujeto a lo que ocurra con los proveedores externos y con los restantes eslabones de las cadenas en las cuales se participa. Lo anterior apunta a procesos de relocalización de actividades productivas que en parte ya están ocurriendo, ya sea para traer dichas actividades a lugares más cercanos y confiables, lo que pudiera significar el reforzamiento de los vínculos con las contrapartes de acuerdos regionales, o para ubicar dichas actividades en el interior de la economía nacional, revalorando con ello los mercados internos, lo cual en todo caso para ser viable requeriría de políticas industriales y sectoriales, y de esfuerzos de generación propia de ciencia y tecnología, que en muchos casos han estado ausentes desde hace ya varios décadas. * jaime.estay@correo.buap.mx


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Arturo Huerta González *

La larga crisis que se avecina 1. NO SERÁ FÁCIL SALIR DE LA CRISIS ECONÓMICA ACTUAL.

5. LA CRISIS NO SE SUPERARÁ FÁCILMENTE

S

La crisis no se superará en el corto y mediano plazo, dada la destrucción de planta productiva, como por el problema de insolvencia y alto desempleo que están aconteciendo. No se dará una recuperación en “V”, ni en forma asimétrica. Caeremos en una recesión prolongada, debido a que no se vislumbran expectativas de crecimiento de exportaciones, ni del mercado interno, por lo que proseguirá la disminución de ingresos de empresas e individuos, como la cartera vencida, que limitan la capacidad de inversión y de gasto de los deudores. En los próximos años continuará la recesión, el desempleo, la inestabilidad bancaria y financiera, la mayor desigualdad del ingreso, que prolongarán tal problemática. Llevará muchos años a la economía nacional recuperar la pérdida de capacidad productiva y el empleo, como salir de los altos problemas de endeudamiento. Más se perderá y más tardaremos en recuperar lo perdido, al no frenarse la pandemia y no cambiar la política económica causante de los problemas que enfrentamos. El pasado reciente de las últimas cuatro décadas de mercado de economía abierta y menos Estado, ha determinado nuestro presente de bajo crecimiento y crisis, y determina un futuro incierto, considerando la incapacidad que se tiene para superar los problemas que enfrentamos.

e han frenado procesos productivos, tanto porque ha habido interrupción de abasto de insumos productivos importados, como por la cuarentena, así como por la falta de apoyo del gobierno a las empresas y trabajadores para evitar quiebre de empresas. Han caído las exportaciones, el comercio internacional, ha aumentado el desempleo, disminuyen los salarios y la demanda interna. La pandemia sigue, por lo que no será fácil reabrir los negocios y retomar el crecimiento. Los países desarrollados están actuando como si fuera una crisis como cualquier otra. Piensan que inyectando liquidez, bajando la tasa de interés a niveles cercanos a cero e incrementando el gasto público, retomarán el crecimiento. El problema es que ha disminuido el comercio internacional y la producción, así como la dinámica de acumulación e ingresos de empresas e individuos. Han aumentado los niveles de endeudamiento y los problemas de insolvencia, y se ha reducido la capacidad de sortear los embates que enfrentan las economías. Ello está ocasionando el cierre de muchas empresas, lo que disminuye la capacidad productiva, con la consecuente descapitalización y desindustrialización que reduce el crecimiento potencial de las economías, lo que dificultará retomar el crecimiento.

EL PASADO RECIENTE DE LAS ÚLTIMAS

2. LA CRISIS ES DERIVADA DE LAS POLÍTICAS PREDOMINANTES

CUATRO DÉCADAS DE MERCADO DE

La economía mexicana se encuentra en una crisis, no como resultado del Covid-19, sino derivada de las políticas que han predominado desde los años ochenta que han privilegiado más mercado de economía abierta y menos participación del Estado, favoreciendo al sector financiero y a las empresas transnacionales y han atentado sobre las condiciones endógenas de acumulación y nos ha llevado a depender del comportamiento de las variables externas, es decir, de las exportaciones, remesas, turismo internacional y entrada de capitales. Al pasar a actuar éstas en forma negativa por la pandemia, se evidenciaron los problemas y desequilibrios internos. La economía ya estaba en recesión cuando llegó el Covid-19, y al no tener condiciones productivas y financieras internas, ni manejo de política económica para hacer frente a los embates externos, se acentuaron los problemas. Las presiones sobre el sector externo se han incrementado, así como sobre las finanzas del sector privado y del sector público. Ello ha incrementado los requerimientos de financiamiento interno y externo que no están disponibles, por lo que se merma más la capacidad de inversión y de gasto, y acentúa la contracción económica y el desempleo. El contexto de crisis e incertidumbre está promoviendo salida de capitales y reduciendo la entrada de éstos, lo que desestabiliza el mercado de capitales y de divisas, lo que presiona sobre las finanzas privadas y públicas.

6. LA LIBRE MOVILIDAD DE CAPITALES Y LOS REQUERIMIENTOS DE ENTRADA DE CAPITALES, REDUCEN LOS MÁRGENES PARA FLEXIBILIZAR LA POLÍTICA ECONÓMICA.

ECONOMÍA ABIERTA Y MENOS ESTADO,

Al caer las exportaciones y aumentar el déficit de cuenta corriente, se incrementan los requerimientos de entrada de capitales y las presiones sobre el tipo de cambio. Ello impide bajar la tasa de interés y obliga a mantener la austeridad fiscal para disminuir las presiones de demanda sobre importaciones y el sector externo y sobre el tipo de cambio (que es lo que quiere el capital financiero para permanecer y no salir), por lo que se contrae más la actividad económica. Con la crisis nacional e internacional, el país ha pasado a ser menos atractivo para recibir y retener capitales, lo que complica el financiamiento del déficit de cuenta corriente. Ello obliga a las autoridades a mantener el diferencial de tasas de interés con Estados Unidos, como la austeridad fiscal para que el capital no salga y siga fluyendo a la economía. La economía no puede instrumentar una política contra-cíclica de baja tasa de interés e incremento del gasto público deficitario para contrarrestar los embates externos, debido a que si baja la tasa de interés menos fluyen los capitales al país, y provoca la salida de los que están en el país. De igual forma, si aumenta el gasto público, temen ocasionar presiones inflacionarias y sobre el tipo de cambio, que también provocaría salida de capitales y se complicaría el financiamiento del déficit de cuenta corriente. De ahí que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda no están usando sus herramientas para encarar la crisis. El banco central mantiene altas tasas de interés y no compra deuda pública en forma directa para que el gobierno pueda incrementar el gasto a favor de los servicios médicos, de los desempleados, de los que viven al día, como para apoyar a las empresas para frenar el quiebre y cierre de éstas. El gobierno quiere evitar caer en déficit fiscal y en mayor deuda y el costo de ello es sacrificar los propósitos nacionales de crecimiento, empleo y bienestar de la población. Las autoridades monetarias y hacendarias con su política económica nos conducen a una recesión duradera, que traerá graves costos económicos, políticos y sociales al país, lo que debilitará a la autoridad gubernamental.

HA DETERMINADO NUESTRO PRESENTE DE BAJO CRECIMIENTO Y CRISIS,

Y DETERMINA UN FUTURO INCIERTO

3. AUMENTO DEL ENDEUDAMIENTO Y DE LA CARTERA VENCIDA Al caer el ingreso de las empresas, al desvalorizarse sus activos y aumentar el costo de sus pasivos, terminan cayendo en cartera vencida, que les restringen su capacidad crediticia, de inversión y de gasto, lo que acentúa la contracción económica y el desempleo. Muchas empresas están vendiendo activos para pagar pasivos, por lo que terminan rematando sus activos y menos recursos obtienen para cubrir sus obligaciones financieras y mantenerse en el mercado. Hay empresas que son viables, que pueden cubrir sus deudas y reinvertir en condiciones de crecimiento, pero están cerrando ante la falta de apoyo gubernamental. Están quebrando muchas empresas de todos tamaños, aunque más las pequeñas. Los créditos de 25 mil pesos que otorga el gobierno a tasa de interés de 6 por ciento a las micro empresas, para nada les permite sobrevivir, dada la disminución de demanda que enfrentan. Mientras sigan las altas tasas de interés y los recortes presupuestales, mayor será el número de empresas que caigan en cartera vencida y en quiebra, lo que disminuye la capacidad productiva y de crecimiento de la economía. 4. CRECIENTE CIERRE DE EMPRESAS Y REDUCCIÓN DE LA CAPACIDAD PRODUCTIVA. Ante las pérdidas de ganancia y descapitalización e incapacidad de pago de su deuda, muchas empresas están cerrando y no volverán a abrir, por lo que se está reduciendo la capacidad productiva. Las empresas que sobrevivan, serán incapaces de satisfacer la demanda interna, lo que ocasionará presiones sobre precios e importaciones, en un contexto donde no se contará con divisas para financiarlas, por lo que aumentarán las presiones sobre el tipo de cambio. Ello se traducirá en alzas de la tasa de interés, como en políticas de austeridad para frenar presiones de demanda sobre precios, importaciones y tipo de cambio, lo que prolongará y acentuará la crisis.

7. URGENCIA DE CAMBIAR LA POLÍTICA ECONÓMICA Mientras más se retrasen las autoridades en instrumentar políticas de expansión del gasto y reducción de la tasa de interés a niveles cercanos a cero y en revisar el movimiento de mercancías y capitales y el funcionamiento del sector bancario-financiero, más empresas seguirán quebrando y cerrando, lo que contrae capacidad productiva, como el crecimiento potencial de la economía. Al contraerse éste, habrá menos generación de riqueza, de empleos y menos capacidad para mejorar salarios. El gobierno debe entender que enfrentamos una crisis severa, que requiere replantear toda la política económica que la ha ocasionado. No se puede proseguir con las mismas políticas económicas que han atentado sobre las condiciones endógenas de acumulación y han aumentado la vulnerabilidad de la economía en torno al comportamiento de las variables externas y que nos han colocado en esta problemática. * ahuerta@servidor.unam.mx


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Tékhne Iatriké José Gabriel Ávila-Rivera *

El desafío del regreso al trabajo en 2020

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xiste a estas alturas una verdadera sensación de desesperación a nivel mundial para poder reanudar actividades económicas en plena pandemia producida por el virus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad Covid-19, mientras todos los sistemas de salud valoran cómo puede hacerse en la forma más segura. Esto no solamente implica una presión económica sino también política, pues en un acto de inconciencia colectiva, no son raros los casos en los que se “relajan” las propuestas de confinamiento social y la gente comienza a salir o se proponen reuniones que incrementan en una forma sustancial, el riesgo de infección. Por otro lado, la crisis económica mundial obliga a que en el medio industrial y empresarial pequeño, mediano y grande, así como establecimientos de servicios e instituciones educativas ejerzan globalmente, presiones orientadas al regreso de actividades, sin analizar que a partir de este año, nada podrá ser igual al pasado. En este sentido, si bien no se puede hablar de una necesidad de cumplir electivamente, es decir, que cada quien decida cómo y en qué condiciones se puede regresar al trabajo cotidiano, deben existir escenarios que brinden seguridad tanto a personal de trabajo como a demandantes de servicio y compradores, de modo que impere una razonable seguridad para todos, disminuyendo el riesgo de contagio de esta enfermedad que si bien no es mortal en todos los casos, sí es extremadamente peligrosa en ciertos grupos poblacionales y es potencialmente transmisible por individuos que sin saberlo, pueden convertirse en verdaderas “bombas de tiempo” para personas con las que se convive y que acumulan factores de riesgo de padecer Covid-19 en su forma más grave. En este sentido es fundamental analizar lo que es evitable hablando en términos prácticos y lo que definitivamente no se puede controlar, por más esfuerzos que se hagan, desde puntos de vista institucionales y de gobierno que, en estos momentos, se desarrollan en medio de una crisis de un carácter inconmensurable. Toda empresa, institución o negocio, independientemente de su tamaño o del número de empleados y gente que atienda o que albergue, debe de contribuir a la salud pública, recurriendo a fórmulas tradicionales que son por todos conocidas y que deben de estar sustentadas simple y llanamente en el sentido común, dirigiendo también la atención a los mecanismos de control que tecnológicamente son innovadores y prácticos. La difusión de información válida, si bien debe de recaer en el gobierno, también implica un muy alto grado de responsabilidad en medios de comunicación que sin tener una regulación por el Estado (pues ejercer una presión puede entenderse como una limitación o una coerción en la libertad de expresión), debe de tener bases sólidas, fundamentadas en trabajos de investigación científica y no en rumores o suposiciones que por la sencillez en su concepción, resultan particularmente atractivas y fáciles de creer. Por supuesto esto representa un verdadero desafío, pues no solamente dependemos de decisiones que son difíciles sino además intrínsecamente peligrosas cuando ante un error, se pueden acarrear consecuencias verdaderamente inimaginables. No hay manera de predecir el futuro y si bien, contamos con elementos que nos pueden orientar para poder valorar lo que sucederá, la gran cantidad de variables a las que estamos sujetos nos deben marcar conceptualmente como seres vivos vulnerables, extremadamente frágiles, débiles e indefensos ante las poderosas fuerzas de la naturaleza. Debemos establecer como meta un cuidado generalizado, hablando de instituciones de enseñanza o compañías de servicios, ya que es en estos lugares donde se generan condiciones de verdadera custodia y que van más allá de lugares comerciales. Por citar un ejemplo y sin caer en la banalidad, no es lo mismo estar en un aula durante varias horas, en un teatro o en una sala de cinematografía o de conciertos, que en un día de campo o en un paseo al aire libre. Todo esto se acentúa en los centros de salud donde la concentración de

enfermos, requerirán de prácticas de control de infecciones mucho más estrictas que las tradicionales y que son realmente inimaginables. Por supuesto debemos aprender a establecer medidas de saneamiento rígidas, aunque también es necesario estar conscientes de que, soluciones de baja tecnología como limitar la asistencia a lugares concurridos cuando se sienta algún malestar, lavar las manos frecuentemente, utilizar cubrebocas que si bien, no protegen totalmente de ser infectados, sí representan una opción para disminuir el riesgo de diseminación de virus a través de las gotas de saliva que se expulsan hasta con la misma respiración; o la limitación de contacto estrecho como dar la mano, pueden ser métodos de protección plenamente validados. Sin embargo esto no es tan fácil de lograr pues se requiere de una disciplina social que está directamente relacionada con el nivel educacional que en nuestro país, desgraciadamente, deja mucho que desear. Hablando en términos de mayor riesgo de contraer una enfermedad como Covid-19, el transporte público, actividades sociales como fiestas grandes o reuniones religiosas, actividades recreativas donde se relajen las medidas de protección personal y todo ese cúmulo de actividades que llevamos a cabo en lo que era nuestra cotidianidad, definitivamente van a tener que ser modificadas hasta el momento en el que contemos con una vacuna efectiva (que por la probabilidad de mutación del virus tendrá que aplicarse cada año, como sucede con el virus de la Influenza), o bien, alcanzar una inmunidad colectiva que solamente se logrará dentro de varios años. Resulta verdaderamente vergonzoso a nivel mundial que seamos el primer lugar en obesidad infantil, primer lugar en consumo de bebidas azucaradas, si no el primero, sí uno de los primeros en diabetes e hipertensión, que son precisamente los factores que marcan un alto riesgo de tener Covid19 en su forma más grave, nos debe de ubicar en esta urgente necesidad de modificar los hábitos, orientados principalmente a comer muy bien, hacer ejercicio todos los días, abandonar el consumo de tabaco y aspirar a tener una vida sana y sobre todo, con mejor calidad. Esto es bueno y no necesariamente trágico, pues puede marcar un verdadero parteaguas en nuestra forma de valorar cada día de nuestra existencia. Se tendrá que reducir la densidad de poblaciones en escuelas, fábricas, oficinas y demás centros de reunión. Probablemente se requiera de buscar métodos de esterilización como filtros especiales de aire con una mejor ventilación, la utilización de luz ultravioleta que en ciertas frecuencias de onda, pueden ser letales para los virus, cambios en la arquitectura y otros métodos más eficientes y menos nocivos para el medio ambiente, como el rociado de desinfectantes que tiene un impacto realmente dañino. Es muy probable que el trabajo remoto a través de internet sea más frecuente. De hecho es mucho más barato, práctico, cómodo y puede llegar a ser muy eficiente. El problema será que sea de aceptación general. En este plano es fundamental comprender la importancia del trabajo en equipo, que es también algo que debemos de fomentar a nivel educativo y académico. Muchas otras cosas se podrían plantear como opciones para poder integrarnos socialmente a las actividades que acostumbrábamos, pero debemos de comprender que las cosas jamás podrán ser como antes. No considero que esto sea necesariamente malo, pero sí representan un reto para todos los individuos que conformamos este mundo actual que acuñamos dentro del término “modernidad”. Todavía nos falta mucho en este proceso de adaptación y si bien, resulta extremadamente doloroso por la terrible pérdida de empleos, la crisis social y política que nos aborda, la incertidumbre de no saber en qué momento podremos contagiarnos y la brusca condición de haber tenido que cambiar los planes de vida, debemos entender que enfrentamos un reto que lejos de ver como algo lamentable, nos debe de mostrar un panorama interesante por vencer.

ESTA URGENTE NECESIDAD DE MODIFICAR LOS HÁBITOS, ORIENTADOS PRINCIPALMENTE A COMER MUY BIEN, HACER EJERCICIO TODOS LOS DÍAS, ABANDONAR EL CONSUMO DE TABACO Y ASPIRAR A TENER UNA VIDA SANA

Y SOBRE TODO, CON MEJOR CALIDAD

* jgar.med@gmail.com


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José de Jesús Rivera de la Rosa *

· Imagen tomada y modificada de https://econocooperativa.wixsite.com/economiacooperativa/singlepost/2016/06/21/Manual-de-formaci%C3%B3n-sobre-Econom%C3%ADa-Social-y-Solidaria

El Covid-19 y la economía social solidaria

L

a crisis mundial visibilizada por la pandemia del SARS-Cov-2 (Covid-19) ha puesto sobre la mesa varios temas que deben tratarse con responsabilidad tanto de parte de los gobiernos, como las empresas, las instituciones educativas, los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil. Vivimos un cambio histórico del cual debemos estar conscientes y actuar de modo que colaboremos por el bien de todas las personas del mundo. En el diagnóstico de lo que está ocurriendo a escala mundial podemos ver dos interpretaciones generales. Por una parte, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), plantean la necesidad de fortalecer al capitalismo ante esta crisis y, por otro lado, movimientos sociales como el Foro Mundial de Economías Transformadoras argumentan la necesidad de otra economía, no capitalista y con bases en la solidaridad no como manera de manipular lo que la gente está haciendo, sino como alternativa de vida ante la crisis que estamos viviendo. En la primera interpretación, el FMI se refiere en diversos documentos publicados a partir del mes de mayo de este año a una “crisis excepcional a escala mundial”, medida en términos de la caída del Producto Interno Bruto mundial y por países. Ante esta crisis, se proponen acciones para enfrentarla, con el objetivo general de asegurar la recuperación del capitalismo, proteger la estabilidad financiera, facilitar los ajustes sectoriales y reavivar el comercio internacional. Para el logro de estos objetivos se han implementado ya varias acciones como la entrega rápida de recursos, sobre todo a empresas, duplicar el monto de los fondos de emergencia para los gobiernos, triplicar el financiamiento concesionario y la suspensión temporal del reembolso de deudas internacionales bilaterales. De acuerdo con el diagnóstico elaborado por los especialistas del FMI, se señalan a los países más vulnerables que califican como “emergentes y en desarrollo”, a los que dependen de las materias primas, a los que basan gran parte de su economía en los ingresos por el turismo y a los clasificados como los más pobres (en términos del ingreso). Finalmente, los organismos internacionales también están utilizando el concepto de “solidaridad”, definida según el FMI con el objetivo de calibrar las políticas sociales (ajustarlas para tener un crecimiento económico tradicional), disminuir la desigualdad, proteger a personas vulnerables y brindar acceso a todos a oportunidades. En otras palabras, es tan grave la crisis mundial que no les queda mas remedio que utilizar el concepto de solidaridad, aunque sus criterios y formas de evaluarlo no van acordes con este concepto alternativo al capitalismo. Es decir se utiliza el concepto sólo para dar una imagen, aunque en la práctica se sigue actuando de la misma manera que nos condujo a esta crisis mundial. Si hacemos una síntesis lógica de los objetivos, las medidas adoptadas, el señalamiento de los países más vulnerables y la “solidaridad” en términos del FMI, encontramos que lo que se pretende es crear un nuevo capital, redefinir su espacio mundial de acción (incluyendo a las grandes corporaciones transnacionales como elemento prioritario), garantizar la continuada mercantilización de la vida y de los bienes públicos, y aterrizar en un “capitalismo solidario”, lo cual es claramente contradictorio con su funcionamiento histórico. En esta interpretación de lo que está ocurriendo en el marco del Covid-19, lo que aparece en primer lugar en los temas prioritarios es la crisis económica; sin

ESTA CRISIS HA RECONFIGURADO NUESTRA IDEA DE TIEMPO Y ESPACIO. EL CUIDADO EN CASA, LA REPRODUCCIÓN DE LA VIDA Y EL COVID-19 SON UN RETO PARA QUE REVALOREMOS EL TRABAJO DOMÉSTICO Y DE LAS MUJERES DESDE UNA PERSPECTIVA DE ECONOMÍA SOCIAL SOLIDARIA.

TAMBIÉN TENEMOS LOS CASOS DE EMBARAZO, EL CUIDADO DE LOS BEBÉS, Y LA FEMINIZACIÓN DE LA FUERZA LABORAL E INCREMENTO DE LA DESIGUALDAD SALARIAL QUE DEBEN SER ABORDADOS DESDE UNA VISIÓN DE REPRODUCCIÓN DE LA VIDA Y NO DEL CAPITAL QUE NOS CONDUCE A LA MUERTE embargo, la recesión mundial ya estaba prevista antes de la pandemia, incluso podemos afirmar que esta nueva crisis es continuación de la que comenzó en 2008 y que no se ha podido superar con las prácticas del capitalismo, incluso temas como la desigualdad se han acentuado, así como la precarización del trabajo. En otras palabras, ya estábamos en una situación de alta vulnerabilidad antes de la llegada del Covid-19. Incluso los premios nobel de economía 2019 (Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer) han señalado que las innovaciones tecnológicas no van contra el capital, sino que buscan hacerlo más eficiente y vuelven a fracasar, como en el caso de la lucha contra la pobreza, pero se limitan a repensar la pobreza y no ahondan en eliminar el empobrecimiento planetario. La segunda interpretación nos lleva a visibilizar no solo la posibilidad sino la necesidad de una economía social solidaria, con una lógica distinta al capitalismo. En esta perspectiva se plantea que es muy importante no seguir cayendo en la 13


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lógica del crecimiento económico como indicador de un buen desarrollo económico y social, porque de ser así lo único que estaremos haciendo es volver a caer en los errores que nos han llevado a esta crisis mundial. En estos momentos y de aquí en adelante, lo que importa no es el crecimiento de la economía, que lleva al empobrecimiento de la humanidad y del planeta, la pauperización laboral, el freno a la institucionalización de la solidaridad, la desigualdad e inequidad en muchos aspectos como género, raza, religión, sino a un aumento de la solidaridad por el bien de todos. Desde esta perspectiva, entre los nuevos problemas que saltan a la vista tenemos el de la salud, que debe ser considerado como un bien público en el que todas las personas tengan garantizada la atención médica y el acceso a los tratamientos y medicamentos requeridos, evitando caer en la mercantilización de la salud en estos momentos de crisis sanitaria por la que estamos atravesando a escala local, regional y mundial. Lo anterior implica en primer lugar la elaboración de un diagnóstico actualizado de la situación que guarda el estado de salud de toda la población en México, las carencias existentes y definir las prioridades por estados, regiones y municipios en el corto, mediano y largo plazos. Lo anterior requiere la integración de un sistema de salud en el que participen todas las instituciones, publicas, privadas y sociales en forma colaborativa y solidaria, haciendo a un lado la mercantilización de la salud. Esta crisis ha reconfigurado nuestra idea de tiempo y espacio. El cuidado en casa, la reproducción de la vida y el Covid-19 son un reto para que revaloremos el trabajo doméstico y de las mujeres desde una perspectiva de economía social solidaria. También tenemos los casos de embarazo, el cuidado de los bebés, y la feminización de la fuerza laboral e incremento de la desigualdad salarial que deben ser abordados desde una visión de reproducción de la vida y no del capital que nos conduce a la muerte. Otro indicador del profundo cambio mundial que estamos viviendo se expresa en los indicadores del desarrollo humano. A cuarenta años de que se publicó el primer Informe mundial de desarrollo humano por el PNUD, todo parece indicar que en 2020 disminuirá el índice de desarrollo humano a escala mundial, pero ya desde el 2019 se preveía la situación ante la desigualdad prevaleciente entre países. El Covid-19 no ha sido la única causa de esta disminución, sino una expresión más de los efectos negativos del capitalismo sobre la vida humana y el medio ambiente en su conjunto. Desde esta visión alternativa proponemos la elaboración de un Informe de Desarrollo Humano desde la solidaridad, con indicadores elaborados desde cada comunidad de acuerdo a la problemática específica que están viviendo, definiendo prioridades de corto plazo y asegurar el seguimiento comprometido de los resultados, con una consulta permanente para ir ajustando los objetivos conforme a los requerimientos de cada comunidad. Proponemos pasar del IDH (Indice de Desarrollo Humano) al ISH (Indice de Solidaridad Humana). Ya hace varios años los participantes en el Foro Social Mundial de Economías Transformadoras han planteado que “otra vida es posible” y han venido dando pruebas fehacientes a través de sus prácticas y reconocimiento de los saberes de todas y todos. En esta crisis mundial de forma natural se visibiliza la fraternidad de todos los involucrados y con más fuerza se siguen llevando a cabo reuniones virtuales a escala mundial de forma que se siguen compartiendo experiencias y propuestas, que se presentarán en el Foro a llevarse a cabo en México en enero de 2021, un momento histórico. Se está en construcción de una sociedad distinta con una redefinición de la educación, como bien público, rescatando propuestas elaboradas desde los años 1960 como la educación popular planteada por Paulo Freire, y más recientes como la tecnociencia solidaria de Renato Dagnino, y en estos momentos en que la educación es por medio de la tecnología de la información, en línea, muchas personas no tienen acceso a internet o hay muchas fallas que dificultan el proceso. Sin embargo, no hay que caer tampoco en el “esclavismo científico” como planteaba hace ya algunos años Gabriel Gutiérrez, que nos lleva a trabajar más horas en casa con el mismo sueldo, sacrificando horas de convivencia familiar y desgastando nuestra salud sin reconocimiento de las autoridades. En este espacio innovador otra forma de asociación que ha recobrado fuerza es el cooperativismo, como alternativa a las empresas capitalistas a partir de la formación en valores y principios, de modo que se actúe de forma coherente a mediano y largo plazo y no sólo para conseguir financiamiento (ni caer en el clientelismo político) que es necesario pero no es el fin último del cooperativismo, de ahí las propuestas de banca ética y finanzas solidarias. Lo anterior requiere la constante visibilización de prácticas y saberes a escala local y mundial, como es el caso de la Campaña por un Curriculum Global de Economía Social Solidaria, y las nuevas políticas que se están implementando

por gobiernos municipales en varios países de América Latina y del mundo en su conjunto. En otras palabras, estamos en la construcción de una “espacialidad solidaria”, es decir un espacio y tiempo distintos, en los que se incluyen propuestas y prácticas de mujeres y hombres, de jóvenes y personas de la tercera edad, de distintas culturas y religiones, sin ningún tipo de discriminación y con una organización heterárquica, es decir de abajo hacia arriba y a la inversa, y justo en este momento de crisis mundial y cambio social histórico. La idea misma de responsabilidad se está repensando, pasando de la responsabilidad social a la responsabilidad solidaria de todos los involucrados. De aquí la necesidad de pensar en un Plan Mundial de Solidaridad a partir de la articulación respetuosa de los planes locales, nacionales y regionales. Desde la creación de este nuevo espacio de convivencia surgen diversos temas que se están ya trabajando, como el financiamiento de la solidaridad, el trabajo solidario, las mujeres solidarias, y la sustentabilidad solidaria. A diferencia del diagnóstico y propuestas planteadas por los organismos del capitalismo, en esta propuesta alternativa de la economía social solidaria se propone una evaluación no mercantil de lo económico y social, con indicadores que den cuenta no de la productividad como tradicionalmente se hace, sino del bienestar y el buen vivir de todos de manera respetuosa con el planeta en su conjunto. Una propuesta es sustituir al Producto Interno Bruto por la Solidaridad Mundial, y que sea tomado en cuenta en la elaboración de los Planes municipales, estatales y nacionales de solidaridad. Lo anterior implica retomar las propuestas de nuevas formas de organización, tanto locales como regionales, en las que los principios y valores se vinculen con el respeto, la hospitalidad y la fraternidad, como propuso Clodomir Santos di Morais. Por lo que respecta a la forma de producción y vinculación entre las comunidades y los países, se propone la integración solidaria en la que se sustituya la lógica de las ventajas comparativas por las redes de producción y consumo responsables, como lo propone Euclides Andre Mance. Todo lo anterior se sintetiza en algo que parece muy sencillo, pero que es complejo, sobre todo si se busca ser coherente con lo que se dice y lo que se practica, lo que le daría un nuevo sentido a la vida, justamente en estos momentos en que millones de personas están muriendo y el planeta en su conjunto está en crisis. Curiosamente el hecho de que los contagiados hasta el momento sean prácticamente el mismo porcentaje de hombres que de mujeres, de blancos y negros, de pobres y ricos, nos hace ver la igualdad de los seres humanos, y es justamente ante esa conciencia que debemos actuar de manera diferente a como lo hemos hecho hasta la actualidad. Debemos tener conciencia de que lo único que nos puede sacar de esta crisis mundial es la solidaridad, sentirnos realmente acompañados y protegidos, es el momento de reconocernos como seres humanos en esta casa común que es la Tierra. Vivimos un momento de cambio social histórico, en el que podemos contribuir para darle un nuevo sentido a la vida, si estamos conscientes de ello tendremos la fuerza para salir adelante por nuestro buen vivir y el buen vivir de todos como proponen colegas nuestramericanos. * jjesusriverar@gmail.com

Épsilon Jaime Cid

A nada en la vida se le debe temer. Solo se le debe comprender. Marie Curie (1867-1934) Física

La vida es lo que ocurre a tu lado mientras haces otros planes. John Lennon (1940-1980) Artista

Cada lágrima nos enseña una verdad. Platón (427-347 a.C.) Filósofo


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La Denise Lucero Mosqueda *

La universidad pública ante los desafíos del país, reflexiones desde escenarios de cambio El foro Retos de la Educación Pública Superior organizado por el Instituto de Ciencias (ICUAP), el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSYH), el Instituto de Física, la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) y el Centro de Estudios del Desarrollo y Social (CEDES), se ha reprogramado y ha tomado el formato de seminario virtual luego de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19. Este espacio de reflexión ahora en línea, en torno a los desafíos que enfrentan las universidades públicas del país en el contexto de los cambios que se viven en México tendrá una duración de nueve semanas en la plataforma digital de la universidad. El seminario mantiene sus propósitos de analizar, debatir y reflexionar sobre temas como la autonomía universitaria en el nuevo modelo de Educación Superior; docencia e investigación en la coyuntura actual; hacia una investigación conjunta SEP, Conacyt y universidades públicas Asimismo, la transición intergeneracional y renovación de la planta académica en la universidad; la vinculación con la Educación Media Superior; universidad y ciudadanía; y la responsabilidad social y cultural de las universidades públicas. En entrevista con , Francisco Vélez Pliego, director del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP, precisó algunas de las dificultades que enfrentan las universidades de carácter público y la necesidad de que el Estado mexicano defina políticas públicas en educación superior en un modelo y proyecto de desarrollo del país que permitan una estrategia sólida en la visión, contenidos y en el ámbito financiero.

VINCULACIÓN DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN DE POSGRADOS La investigación que se desarrolla en México es realizada en distintas dependencias e instituciones públicas y privadas que se caracterizan por una amplia diversidad de financiamiento, de funcionamiento y visión de los temas prioritarios a investigar. De allí que no existe una visión unitaria entre las instituciones encargadas de fomentar esta actividad, como lo son la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), sus símiles locales. Mientras en las universidades públicas desarrollan actividades para los niveles de educación media superior, licenciatura y posgrados, en otras se forman perfiles de especialización, lo que sitúa a las instituciones en desigualdad de condiciones y por tanto de visiones respecto al desarrollo de ciencia, tecnología y las humanidades, destacó el investigador en el área de las Ciencias Sociales y las Humanidades. “Esto supone muchas cosas, en primer lugar quién define los temas prioritarios a investigar, que en buena medida están definidos por intereses que son ajenos incluso a las realidades nacionales, y más vinculadas a intereses de procesos de gestión de saberes y conocimientos para grandes corporaciones, investigaciones básicas y de conocimientos de frontera; muy alejados de las realidades socioculturales, socioeconómicas, sociopolíticas e incluso de las necesidades de desarrollo de infraestructuras tecnológicas propias en función de las condiciones particulares del país”. LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS EN EL DESARROLLO DE MÉXICO Un segundo gran tema, continuó el también sociólogo, es lo relacionado con la promoción de Conacyt respecto a la participación de las Instituciones de Educación Superior en los programas nacionales estratégicos. “Me refiero a que requerimos de diseñar —y volvemos a las institucionalidades realmente existentes— mecanismos ágiles de colaboración interinstitucional que permitan abordar el debate fundamental y que está planteado con la conceptualización de origen del modelo, que se refiere a las experiencias de investigación de frontera alrededor de tres grandes debates: la interdisciplinariedad, la multidisciplinariedad y la transdisciplinariedad; no son lo mismo, pero tampoco se resuelve administrativamente el que estas posibilidades diversas de colaboración entre disciplinas, entre saberes, desde el punto de vista epistemológico y metodológico, se pueden resolver simplemente por voluntad. Hay que construir las condiciones, los ambientes académicos, las infraestructuras, y lo financiero, para que alguno de estos modelos de colaboración efectivamente den los resultados los deseados. “Son procesos que están ahí, así como tenemos definiciones relacionadas con formas de trabajo vistas desde las experiencias y las culturas científicas emanadas de cierto ámbito y, básicamente relacionadas con cierto grupo, con las relacionadas con ciencias naturales y exactas, y las humanidades.

“Pasa también por lo que plantean las metas del milenio: erradicar la pobreza y combatir las desigualdades, discutir los aspectos que están vinculados con la problemática del medio ambiente, a redefinir las relaciones como sociedad, como seres humanos con la naturaleza, en términos de modelos de producción y de consumo que nos permitan efectivamente preservar la diversidad, los efectos nocivos en todos los órdenes relacionados con el deterioro acelerado de las condiciones de habitabilidad del planeta y al mismo tiempo requerimos discutir a profundidad las formas en las que nos hemos organizado y dotado de instrumentos de gobierno que a todas luces están totalmente superadas. Colocar en el centro de atención los modelos de gestión y de gobierno que hasta ahora han prevalecido porque suponen enfrentar la necesidad de rediseñar los estados nacionales que son los que están en el centro de estas crisis, una visión de plurinacionalidad, diversidad étnica, cultural, religiosa”. EL RELEVO GENERACIONAL DE LA PLANTA ACADÉMICA Y AUMENTO DE LA MATRÍCULA DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS

Para Vélez Pliego, hay temas que generan grandes cuellos de botella para concretar propuestas de desarrollo de las Instituciones de Educación Superior de carácter público, resultado del modelo neoliberal de la educación —gerencial y patriarcal— de cómo hoy las universidades se administran. Un ejemplo es cómo responder al reto y presión de la ampliación de la matrícula, aceptando que esa es una necesidad del desarrollo del país. “El modelo neoliberal se concentró en el crecimiento de las universidades privadas, políticas que limitaron el de las universidades públicas como el primer espacio de ampliación de la matrícula para atender la demanda universitaria. Eso significó que cientos de miles tuvieran que resolver su demanda de educación en instituciones privadas de distinta calidad. “La composición demográfica del país hace que esta demanda de ampliación de la matrícula permanezca en el tiempo. Hasta los próximos cinco años empezará a disminuir paulatinamente —según los escenarios demográficos que tenemos— esto significa discutir de qué manera la universidad aumenta sus capacidades para atender esa demanda creciente: en infraestructura, en condiciones adecuadas de docencia e investigación, y mejores condiciones de la planta docente. “Las universidades de carácter público tienen una planta docente producto de las políticas de desarrollo y de crecimiento emanadas de los conflictos universitarios de las décadas de los 70 y 80; es decir, la mayoría de los docentes e investigadores universitarios consolidados que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores, con certificaciones de calidad docente, son profesores que ingresaron a la universidad en esas épocas, y hoy nos enfrentamos al relevo generacional. “Esto no quiere decir que quienes han emanado de universidades públicas y privadas con posgrado (maestría y doctorado) no estén en capacidad de sustituirlos, el problema es que no lo pueden hacer porque el modelo neoliberal instrumentado en las relaciones laborales, en el tema de jubilaciones y pensiones, lo que ha hecho es condicionar el incremento de las plazas académicas en las instituciones de carácter público a la autorización de Hacienda; es decir, a los recursos financieros existentes y no a las necesidades académicas. La discusión de las pensiones y jubilaciones es un gran pendiente, es lo que tiene a nueve instituciones en la quiebra financiera, más allá de si rectores y directores de instituciones han actuado adecuadamente frente a esa problemática, lo cierto es que es algo que hay que discutir, porque nos afecta a todos. “De lo contrario lo que veremos será el regreso al viejo modelo napoleónico de la universidad, a la disminución sustancial de profesores de carrera, de las plantas académicas públicas, la proliferación de las plazas horas clase, el detrimento de las condiciones salariales y de la relaciones laborales entre estas plantas académicas y estas IES de carácter público. “Esta misma visión del tema de jubilaciones y pensiones ha conllevado la precarización de la relación laboral entre los docentes, profesores investigadores y las universidades públicas. Los gobiernos pasados hicieron, como con la mayoría de la población, controlar el incremento del salario base, que ya lo ha dicho el subsecretario, el componente de estímulos y recompensas para los universitarios son mayores que el salario base y la contribución de las distintas modalidades de jubilación y pensión en las universidades de carácter público resultan irrisorios”. * deniselucero@gmail.com


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Reseña (incompleta) de libros Alberto Cordero *

El Universo en tu mano, un viaje extraordinario a los límites del tiempo y del espacio **

** Galfard, Christophe. (2016). El Universo en tu mano, un viaje extraordinario a los límites del tiempo y del espacio. Traducción de Pablo Álvarez Ellacuria. España: Blackie Books S. L. U.

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epito: a día de hoy, todo lo que sabemos del universo remoto proviene de la luz que llega hasta nosotros. Para descifrarla y entenderla tenemos que descubrir exactamente qué información transporta la luz y cómo interactúa con la materia y los componentes de esta (los átomos) que encuentra a su paso en el espacio. En capítulos posteriores de este libro te sumergirás directamente en el corazón de esos átomos, pero de momento no necesitas saber nada sobre ellos. Dejémoslo en que los átomos pueden describirse como núcleos redondos rodeados por electrones rotatorios y que estos últimos no están desperdigados al azar, sino organizados en capas alrededor del núcleo. Resulta tentador imaginarlos como planetas que giran en torno a una estrella central, pero eso llevaría a confusión: de hecho, a las trayectorias de los electrones alrededor del núcleo del átomo las llamamos orbitales para distinguirlas expresamente de las órbitas planetarias. A la velocidad adecuada, en teoría, un planeta puede orbitar alrededor de su estrella a la distancia que le plazca, pero ese no es el caso de los electrones. A diferencia de las órbitas planetarias, los orbitales electrónicos están separados por zonas de exclusión, espacios en los cuales los electrones simplemente no pueden estar. Además, los electrones pueden saltar con facilidad —en ocasiones, incluso espontáneamente— por encima de esas zonas prohibidas, de un orbital a otro. Sin embargo, y esto es lo que nos interesa, esos saltos no se producen gratuitamente. Para pasar de un orbital a otro, los electrones tienen que absorber o emitir algo de energía. Y puesto que cuanto más alejado está un electrón de su núcleo, mayor es la energía que transporta, para que un electrón salte de un orbital a otro más alejado tiene que ganar algo de energía, un poco como la llamarada con que un globo aerostático gana algo de altitud. Inversamente, para acercarse al núcleo el electrón tiene que emitir algo a fin de deshacerse de parte de su energía, como cuando un globo suelta aire caliente para dejarse caer hacia la Tierra. ¿De dónde sale esa energía? Precisamente ahí es donde entra en juego la luz: los electrones pueden saltar de un orbital a otro absorbiendo o emitiendo algo de luz. Pero no cualquier clase de luz.

Para pasar de un orbital a otro, los electrones tienen que saltar por encima de las zonas de exclusión electrónica que las separan y, para lograrlo, deben absorber o emitir una cantidad específica de energía que se corresponde con un rayo de luz específico. Si la luz que reciben no contiene la energía suficiente, los electrones no podrán dar el salto y permanecerán donde están. Del mismo modo, si los alcanza un rayo de luz excesivamente cargado de energía, podrían saltar por encima de varias zonas, e incluso verse expulsados del átomo al que pertenecen. La humanidad llegó a esta conclusión a comienzos del siglo XX. Quizá no te parezca algo sensacional, pero lo es. Einstein (que desde luego era el perejil de todas las salsas) recibió el premio nobel de física en 1921 por descubrir esto mismo a propósito de los átomos que componen varios metales. Tras décadas de experimentos (y reflexiones) realizados desde entonces sobre todos los átomos conocidos del universo, los científicos comprendieron que la energía necesaria para que un electrón se traslade de un orbital a otro en cualquier tipo de átomo corresponde específicamente al átomo del que forma parte. Y esto es una enorme suerte para nosotros, porque las diferentes energías se corresponden con distintas fuentes de luz, y mediante nuestros telescopios, evidentemente, podemos captar la luz procedente de casi cualquier lugar. Esta sencilla circunstancia significa que los científicos son capaces de saber de qué están compuestos objetos lejanos como las estrellas o las nubes de gas, incluso las atmósferas de planetas lejanos, sin necesidad de viajar hasta ellos. Ahora te explico cómo. Imagina una fuente de luz perfecta, una que emita luces en todas las longitudes de onda posibles, desde las menos potentes (microondas) hasta las más cargadas de energía (rayos gamma), en todas direcciones. Esa fuente perfecta crea una reluciente esfera lumínica. Si a cierta distancia se encuentra un átomo, sus electrones, cegados por toda la luz que llega hasta ellos, absorben desaforados todas las que necesitan para saltar a un orbital más cargado de energía. Y cuando lo hacen se excitan. ¿Cómo que se “excitan”? Sí, sí. Se excitan. Ese es el término técnico concreto con el que se describe lo que sucede entonces. Es un poco como cuando los niños se les ofrecen dulces en una fiesta. Y así como no resulta difícil saber a posteriori qué dulces prefieren los niños (basta con comprobar cuáles no se han comido), es posible deducir qué tipos de luz se ha tragado el átomo examinando cuáles están ausentes en su sombra. Toda la luz no consumida atraviesa indemne el átomo, y resulta sencillo detectar su característica longitud de onda. Los ausentes en cambio, aparecen como pequeños borrones oscuros en lo que, por lo demás, era un arcoíris continuo de colores y luz. Esa imagen recibe el nombre de espectro, mientras que los borrones oscuros se conocen como líneas de absorción. Los científicos son papaces de discernir qué átomos se interponen en el recorrido de una fuente de luz simplemente fijándose en las longitudes de onda ausentes en un espectro. De este modo valiéndote de la luz puedes descubrir qué tipo de materiales hay ahí afuera sin necesidad de llegar hasta su ubicación. Y todos los telescopios que captan luz y que la humanidad ha utilizado hasta ahora nos dicen que todas las estrellas del universo están hechas de la misma materia que el Sol, la Tierra y nosotros mismos. Todos los objetos cósmicos del firmamento nocturno están hechos de los mismos átomos que nosotros. Si no fuera así, nuestros telescopios nos lo dirían. Por eso, podemos imaginar que las leyes que gobiernan la naturaleza son las mismas en todas partes. Menos mal ¿no? * acordero@fcfm.buap.mx


agosto · 2020

El objeto del mes Omar López-Cruz *

Marte: La Primera Parada en la Colonización Galáctica

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I am gonna have to Science the shit out of this. Mark Watney, El Marciano, de Andy Weir.

M

i amigo Sergio de Régules publicó una colección de ensayos muy entretenidos que compiló en el libro Las Orejas de Saturno. La colección lleva el nombre del ensayo con el que abre la colección. Allí, Sergio se queja de la poca imaginación de Galileo en cuanto a su interpretación de sus observaciones de Saturno. El telescopio de Galileo era muy modesto, apenas de ocho aumentos, es decir podía amplificar una imagen distante tan solo ocho veces, pero llegó alcanzar hasta 30 aumentos. La imagen que veía Galileo de Saturno era borrosa debido a que las lentes eran defectuosas. El hermoso sistema de anillos de Saturno le pareció como si el planeta tuviese orejas. Galileo interpretó a las orejas como satélites, con base en la experiencia con los satélites de Júpiter que el mismo Galileo había descubierto. Pero se quedó profundamente intrigado: observaciones posteriores no mostraron a los satélites, luego aparecieron como “brazos”. Pero, cuando se trata de imaginar, Marte es el planeta canónico. Ningún otro planeta del sistema solar ha sido sujeto de tanta atención, ha causado tanta intriga y desmedido temor como Marte, el planeta rojo. Hemos imaginado que la vida se originó en el

ahora frío y árido planeta. Marte ha sido familiar a los humanos por su brillante color rojo y por sus errantes movimientos en el cielo, además las observaciones desde la Tierra han revelado detalles en su superficie que sugerían actividad, se han podido ver nubes, tormentas de polvo y movimiento en las capas polares. Podemos decir que Marte se parece a la Tierra. Y con nuestra imaginación ya lo hemos colonizado. En este siglo, quizá, podamos poner a los primeros humanos en Marte. Considero que el más osado ejercicio de imaginación científica se dio hace poco menos de 30 años. Reportaron que habían encontrado en un asteroide caído en la Antártida, unas formaciones que parecían bichitos. Dijeron que dicho meteorito era de origen marciano, estamos hablando del meteorito Allan Hills 84001 (ALH84001). Después de una aventura donde fue expulsado de Marte tras un impacto de otro meteorito, el ALH84001 había caído en la Tierra. El resultado se publicó en la revista Science en 1996, causó enorme revuelo en todo el mundo. Creo que Sergio se quedaría satisfecho con la imaginación empleada por los científicos, en este caso. No obstante, la prueba que presentan son imágenes producidas con microscopio de barrido de los supuestos bichitos no han sido consideradas como pruebas firmes. Otros estudios han sugerido que las formaciones en forma de gusanitos que se muestran con el microscopio en ALH84001, pueden formase de manera natural bajo las condiciones a las que se expuso el meteorito, sin tener nada que ver con los posibles micro-organismos. Otros dicen que el ALH84001 pudo haberse contaminado en la Antártida. Por un momento, los bichos marcianos eran nuestros hermanos. Aquí creo que ha tropezado la ciencia. No es la primera vez que el Planeta Rojo nos ocasiona vergüenza. Después de que en 1877 el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli anunciara que había visto rayones en la superficie de Marte, a los que él llamó canales, el astrónomo estadounidense Percival Lowell se propuso investigar estos canales. Estaba convencido que los cambios en la superficie de Marte eran producidos por las actividades de la civilización marciana. Construyó un telescopio para probarlo. Reportó en sus observaciones grandes canales, que deberían haber sido construidos por una civilización que necesitaba mover agua desde los polos. En su época fue cuestionado, el más fuerte entre los escépticos fue el naturalista Alfred Russell Wallace, quien en 1907 estimó que la temperatura en la superficie de Marte debería ser cercana al punto de congelación del agua. Las exploraciones con las misiones Mariner en los 70s demostraron que Lowell había imaginado los canales. Continuará... * omarlx@inaoep.mx

Efemérides Agustín Márquez y José Ramón Valdés *

Calendario astronómico

Agosto 9, 13:50. La Luna en apogeo. Distancia geocéntrica 404 595 km. Tamaño angular de la Luna: 29,5 minutos de arco.

agosto 2020

Agosto 11, 16:45. Luna Cuarto Menguante. Distancia geocéntrica: 404 115 km. Tamaño angular de la Luna: 29,5 minutos de arco.

Las horas están expresadas en Tiempo Universal (UT)

Agosto 1. El cúmulo globular M15 (Cúmulo de Pegaso) en la constelación de Pegaso, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la Esfera Celeste.

Agosto 12. Lluvia de meteoros Perseidas. Actividad entre el 17 de julio al 24 de agosto, con un máximo el 12 de agosto. La tasa máxima observable será de 140 meteoros por hora. El radiante se encuentra en dirección de la constelación de Perseo, con coordenadas AR=03h06m, DEC=+57º45´. El mejor momento será durante la madrugada del 12 de agosto, hacia la parte noreste, de la Esfera Celeste.

Agosto 3, 09:02. Marte en afelio. Marte estará a una distancia de 1,38 U.A. del Sol. Estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la Esfera Celeste.

Agosto 15. Venus en el punto más alto en el cielo matutino. Venus estará bien ubicado para observación en la madrugada del día 15, en dirección de la constelación de Géminis, hacia la parte este de la Esfera Celeste.

Agosto 3, 15:59. Luna Llena. Distancia geocéntrica 389 546 km. Tamaño angular de la Luna: 30,6 minutos de arco.

Agosto 18, 02:42. Luna Nueva. Distancia geocéntrica 371 219 km. Tamaño angular de la Luna: 32,5 minutos de arco.

Agosto 9, 08:00. Conjunción de la Luna y Marte. La Luna estará 0° 45´ al sur de Marte, en dirección de la constelación de Piscis, configuración bien ubicada para observación la mayor parte de la noche, cerca del cenit local.

Agosto 21. El cúmulo globular M2 (NGC 7089) en la constelación de Acuario, estará bien ubicado para observación la mayor parte de la noche, hacia la parte este de la Esfera Celeste.

* amarquez@inaoep.mx , jvaldes@inaoep.mx


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