SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 469 /// 8 DE MARZO DE 2021 /// AÑO 10
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
8M2021 Mujeres en la Cultura
En esta edición, los testimonios de Marxitania Ortega, Nidia Saucedo, Reyna Marely Flores Martínez, Maliyel Beverido, María Helena González, Tere Velázquez Navarrete, Cissi Montilla, Judith Romero, Laura Zesati Ibargüengoytia, Adela Bañuelos, Irma Valerio Quintero, Maritza M. Buendía, Julieta Medina, Rosy Campos, Mariana Terán y Pilar Alba.
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LA GUALDRA NO. 469 /// 8 DE MARZO DE 2021 /// AÑO 10
La Gualdra No. 469
Editorial
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ice la organización ONU Mujeres, que “el Día Internacional de la Mujer de este año es un clamor a favor de la generación de igualdad, a fin de actuar para conseguir un futuro igualitario para todas y todos”;1 sin embargo, lejos de ver que eso pueda ser alcanzado en un futuro próximo, pareciera que no podemos salir de una especie de juego perverso en el que cuando parece que por fin vamos llegando a la cima de una tortuosa montaña, alguien arroja piedras para hacer retroceder a los participantes. Las condiciones de desigualdad e inequidad persisten; la violencia intrafamiliar continúa y los feminicidios van en aumento. Existe la evidencia de que actualmente el sector femenino gana menos que el masculino desempeñando el mismo tipo de trabajo, incluso estando en el mismo puesto. Esa situación no está superada. Hace muchos años, en uno de los primeros trabajos que tuve al egresar de mi carrera profesional, me di cuenta de que mi antecesor en el puesto ganaba casi el doble que yo; fui con mi jefe y le pedí que me aclarara los motivos y él, amablemente y sumamente convencido, me dijo algo así como “Usted para qué quiere ganar más, si no tiene hijos...”, recuerdo que le contesté que esperaba fuera una broma y que quería que el mismo sueldo del trabajador anterior se me diera a mí también, que lo de no tener hijos era una decisión personal y que yo estaba ahí por mis capacidades, no para justificar mi desempeño reproductivo. Mi exjefe se sorprendió, tenía tan culturalmente asumido el pensamiento machista que ni siquiera se percataba de lo ofensivo que había resultado su argumento. Sí me igualaron el sueldo, pero yo no duré mucho tiempo trabajando ahí. En el artículo citado al principio, se afirma que en “un análisis de equipos de trabajo sobre la Covid-19 de 87 países, solamente el 3,5 por ciento de estos tenían paridad de género”; las notas en la prensa e informes de organismos internacionales dicen que los actos violentos de todo tipo, en contra de las mujeres, siguen aumentando. Tendríamos que asumir de ya que la violencia no es una sola. Hablemos claramente y con todas sus letras de “las violencias” para que sean asumidas como algo que no se debe repetir, que por el contrario nos queda mucho por hacer para desaparecerlas. Démosle nombre a cada una: la económica, la sicológica, la física... porque el machismo y la misoginia van ganando terreno y ahora, hasta pareciera que se premian sin ningún tipo de pudor. Un hombre que es acusado de viola-
ción quiere ser gobernador y el aparato y sistema políticos muy probablemente se lo permitirán en Guerrero. Las acusaciones no bastan, las pruebas tampoco, la organización y el repudio en todo el país para que esa candidatura no fuera concedida en Guerrero no fueron suficientes. Este ha sido un tema recurrente en diferentes círculos de discusión; la indignación, sin embargo, parece quedar otra vez solo en eso: en un sentimiento nada más y sin consecuencias; porque lo cierto es que la información sobre este tipo de casos no permea en todas las capas de la población mexicana; y porque muchos, quienes conocen la verdad sobre este individuo, han callado, por interés o por no meterse en problemas, por disciplina partidaria, por lo que sea... quienes son testigos de una infamia y callan, se convierten en cómplices del delito. Y eso aplica para todo, para todo tipo de normalización de violencias contra las mujeres en términos amplios y difundidos: quienes callan ante la ignominia están de acuerdo en que continúen la misoginia y los actos violentos derivados de ella. Y son muchos. Sirva esto para señalar que no solo los hombres violentan a las mujeres; lo más triste del caso es que existen también mujeres cuya misoginia es tal que han hecho de las redes su mejor aliado para proferir agresiones, para dañar y denostar. La historia es la misma, aunque los perpetradores del daño y las víctimas sean diferentes. Nos queda mucho por trabajar en cultura de paz. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en La Gualdra presentamos el testimonio de un grupo de mujeres, que, pese a todo, se desempeñan exitosamente en el ámbito de la cultura y las artes en varios estados del país y en el extranjero. No son todas, pero son una muestra representativa de lo que se hace bien en el país. Va mi reconocimiento para aquellas mujeres que luchan todos los días para generar, con su trabajo, un ejemplo de vida. Gracias Marxitania, Nidia, Reyna Marely, Maliyel, María Helena, Tere, Cissi, Judith, Laura, Adela, Irma, Maritza, Julieta, Rosy, Pilar y Mariana; y a todas las mujeres que siguen trabajando para hacer de este mundo un lugar más justo, amable e igualitario. Que disfrute su lectura.
Contenido Marxitania Ortega Nidia Saucedo
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Reyna Marely Flores Martínez
Maliyel Beverido María Helena González Tere Velázquez Navarrete
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Cissi Montilla Judith Romero Laura Zesati Ibargüengoytia
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Adela Bañuelos Irma Valerio Quintero Maritza M. Buendía
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Julieta Medina Briones Rosy Campos
Mariana Terán Pilar Alba
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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
1 https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/ international-womens-day?gclid=CjwKCAiAkJKCBh AyEiwAKQBCkn9Qt8uC99PaHIpuEBcLzGD1D-AinjsJeylpnbU7D--0MH-p36JFpBoCoMYQAvD_BwE
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Marxitania Ortega
/// Marxitania Ortega. Escritora, ceramista, docente
Nidia Saucedo S
oy productora y conductora del Informativo Cultural Parnaso del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión. Legué al mundo de los medios de comunicación a la edad de 17 años; a esa edad tuve la oportunidad de conocer el ambiente periodístico que se desarrolla en nuestro Estado. Desde el primer día que conocí cómo se hace en la radio un programa de noticias y las implicaciones del trabajo de campo en la sociedad, me enamoré de inmediato de esta profesión. Me decidí por las humanidades, para poder estudiar Ciencias y Técnicas de la Comunicación. Al finalizar mi carrera, llegué al área de Difusión y Animación Cultural del IZC; ahí tuve mi primer acercamiento con las y los creadores que hacen el arte y la cultura de mi Estado de una manera más directa -estaba al cargo de la agenda cultural-; luego me cambié al área de comunicación social del instituto, y en la cobertura de todas las actividades artísticas y cultural, trabajé como reportera. Llegué luego a Radio Zacatecas, bajo la dirección de Tere Velázquez, con la encomienda de formar un equipo que estuviera al frente de un informativo cultural; así nace Parnaso, el espacio cultural del SIZART que este 2021 cumple 10 años de estar al aire y de llevar a la audiencia contenidos del ámbito cultural y artístico de nuestra entidad. En este espacio he estado a cargo de la producción, los contenidos, edición de notas, grabación, la agenda de invitados, y desde hace unos años al frente de la conducción. Tengo la satisfacción de consolidar este espacio como uno de los programas con mayor audiencia en el estado, caracterizado por hacer de la cultura y el arte un medio de conocimiento, convergencia y convivencia entre las y los creadores con nuestro auditorio. Amo y disfruto el poder estructurar un in-
/// Nidia Saucedo, conductora de Parnaso, noticiero cultural del SIZART
formativo dinámico que mida el pulso de la actividad cultural en Zacatecas, conocer a sus protagonistas y crear vínculos; ellos me han permitido seguir creciendo como profesionista y como persona. Disfruto ser parte de este puente entre los artistas y la sociedad, tratando siempre de diversificar los contenidos, aumentar la pluralidad y la equidad. De nosotras depende, desde los medios de comunicación, contribuir a formar audiencias informadas, con veracidad y oportunidad. Agradezco la oportunidad de poder invitar a las mujeres a que disfrutemos y amemos todo lo que se nos presenta, aquellos encuentros que nos pone la vida, con gozo y sin arrepentimientos: todo es aprendizaje.
preparación de la comida, las tareas de los hijos, el café de la mañana y el de la tarde, ahí habían surgido muchas de las esculturas, tazas y platos que ese día esmaltábamos. Quizás sea mi cerebro extraño lo que me lleva a brincar de aquí a allá entre oficios y proyectos, pero quizás el ser mujer tenga algo que ver. Por ello para mí, escribir y sostener consistentemente mi voz, entre todo lo que sucede en la vida, es un logro. Escribo lentamente. Me tomo el tiempo porque lo que toma forma en las páginas pasa inevitablemente por mi cuerpo. Entre todas las tentaciones de la vida cotidiana, desde los trastes que siempre invitan a ser lavados y el polvo que va volviendo gris la superficie del librero, hasta las necesidades económicas y las expectativas de productividad, mi gran logro personal es darle a mi voz, a mi necesidad de expresión, todos los días, y confiar en mis procesos creativos, más allá de las obras o los resultados concretos. De ahí que mi mensaje para este 8M, sea no postergar nuestra voz, no postergar nuestra necesidad de expresión porque en ella va nuestra vitalidad y la dignidad de nuestro espíritu.
Reyna Marely Flores Martínez
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oy zacatecana, Licenciada en Mercadotecnia por el Tec de Monterrey y Licenciada en Piano por la Universidad Autónoma de Zacatecas. En Suiza estudié la maestría en gestión deportiva internacional y actualmente soy Manager de Mundiales de FIFA. Como manager de mundiales de FIFA, actualmente me encargo de supervisar la organización de mundiales de futbol, inspección y selección de estadios y centros de entrenamiento, aprobación de uniformes de juego y preparación de administradores y organizadores de los partidos. He capacitado a mujeres mexicanas para que participen como operadoras de partidos en mundiales de FIFA en Francia y en Uruguay; y actualmente soy mentora de jóvenes de diferentes nacionalidades que desean incursionar en la industria deportiva internacional. En 2008, durante mis estudios en Suiza, di un recital de piano para recabar fondos para niños sordos de México a través de la Embajada de México en Suiza; el haber podido contribuir a través del arte a la mejora de condiciones para estos niños me dio una gran satisfacción. En 2014 fui invitada también a dar un concierto de piano para darle la bienvenida al Embajador Emérito de México en Suiza, Jorge Castro-Valle Kuehne. Soy miembro de la mesa directiva de la Red Global de Talentos Mexicanos en el extranjero, reconocida por el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME) del Gobierno de México. El poder comunicarme en 8 idiomas ha sido tomado en cuenta para gestionar proyectos; durante mi estancia en la UEFA, fui directora de partidos de la UEFA Women’s Champions League, así como adjunta de partidos de la Europa League. Desde 2014 soy redactora de la revista electrónica PuntoLatino.ch, cuyo principal objetivo es difundir la cultura latina en Sui-
/// Reyna Marely Flores Martínez. Manager de Mundiales de FIFA
za; ahí participo elaborando reportajes sobre manifestaciones culturales como exposiciones al aire libre, en museos, festivales de cine y otras actividades relacionadas con Latinoamérica. Durante la pandemia aprendí a tocar la guitarra y completé un curso de Mercadotecnia musical. Previamente trabajé como Coordinadora del Coloquio Musical de Zacatecas organizando temporadas de conciertos de música de cámara; como coordinadora de Difusión Cultural en el Tec de Monterrey; y simultáneamente, fui docente de piano en la UAZ. He recibido reconocimientos como el “Premio Mujer Tec 2015”, el “Borrego de oro”, el “Premio estatal de la juventud” en actividades artísticas (2005) y académicas (2007)”, “Ciudadana del año” (2019) y obtuve dos primeros lugares en concursos de piano. Mi mensaje en este día de la mujer es que las mujeres se preparen lo mejor posible en el ámbito de su preferencia y se atrevan a emprender sus ideas y proyectos; así como a establecer una visión y plantearse objetivos para cumplir sus metas. Sí se puede.
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er escritora es una aspiración permanente. Hace poco una maestra me sugirió que podría tener Trastorno de déficit de atención e hiperactividad. La sugerencia me pareció ofensiva. ¿Cómo podría, yo, tener TDAH, si la atención al detalle hasta la obsesión es lo mío? Días más tarde, después de leer sobre el tema me di cuenta de que la atención obsesiva no solo en una, sino en varias cosas, y la impulsividad, son características de las personas que compartimos este “trastorno” neurológico. Quizás se deba a eso a que todo el tiempo ando brincando entre oficios. Escribo, pero también soy terapeuta corporal, pero también ando siempre en la búsqueda de generar proyectos comunitarios, pero también doy clases de filosofía, pero también dibujo, pero también hago cerámica, pero también… a veces quisiera que el “pero” no se convirtiera, en el tiempo y en el espacio que habitamos, en una disyuntiva. Un día, en el taller de cerámica, platicábamos con otras mujeres ceramistas sobre nuestros espacios de trabajo. Descubrimos que la mayoría trabajábamos en el comedor. En la mesa del comedor, entre la
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Maliyel Beverido
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n la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana no hay un “Mes de la mujer”, es nuestra casa todo el año. Dirijo un Centro Cultural Universitario cuyo objetivo es la promoción y difusión de disciplinas artísticas. Bajo el techo a mi cargo hay un teatro, un foro al aire libre, un auditorio pequeño, un patio de conciertos, dos terrazas multiusos y una galería. Eso que suena tan importante, tan solemne y tan excitante es un reto con muchas aristas burocráticas y administrativas nada glamorosas. Cuento con un equipo de colaboradores entusiastas e imaginativos, pero para un espacio de 2500 m2 con diversas funciones somos solo 5 operativos, tres intendentes y dos guardias. Mis dificultades tienen que ver más con una comprensión deficiente de las dinámicas culturales que con cuestiones de género, aunque también se dan. Aunque podría pensarse que en el medio cultural una mujer en una posición directiva sería
mejor aceptada que en otros ámbitos (finalmente, estamos entre gente culta, inteligente y sensible ¿no?), no siempre es el caso. Con mis colaboradores directos nunca he tenido problemas por ser mujer. Siendo un equipo tan pequeño, aunque cada uno conoce sus tareas y responsabilidades, todos le entramos a todo cuando hace falta (y es seguido que haga falta), y eso incluye trepar, trapear, cargar, clavar, lavar… Con otros interlocutores la cosa puede no ser tan fácil. Como yo contesto mi teléfono directo, algunos de los que llaman -proveedores, funcionarios y directores de otras dependencias- piden de inmediato hablar “con el administrador o el encargado”, asumiendo que soy la secretaria, y tengo que explicarles que probablemente con quien quieren hablar es conmigo, que hay un administrador, pero es mi subalterno, y que la que toma las decisiones finales soy yo. Hay casos en los que, a pesar de esta explicación, insisten en dialogar con un hombre.
/// Maliyel Beverido, poeta y directora de La Casa del Lago en Xalapa, Ver.
En la programación de nuestras actividades el género, por supuesto, es un factor que tomo en cuenta, y no siempre como se espera. En enero organicé un ciclo de lecturas dramatizadas de obras escritas por mujeres: cinco talentosas jóvenes que cruzaron por las aulas de nuestra universidad y que han sido reconocidas y premiadas en diversos certámenes de dramaturgia. Muchas personas (hombres y mujeres) me preguntaron entonces “¿por qué no te esperaste a marzo, para hacerlo en el ‘mes de la mujer’?”, ¡pues precisamente porque pienso no debe haber un ‘mes de la mujer‘!; porque me parece que estas son mujeres talentosas que merecen atención en cualquier momento del año; y porque no quiero constreñir en una ventana de tiempo a las creadoras para cumplir con una agenda que solo es de apariencia. Todavía queda mucho por desbrozar para la normalización del liderazgo femenino.
María Helena González
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oy directora general de Museos y Exposiciones del Estado de Morelos. Me especialicé en crítica de arte; el haber sido sobrina del pintor Manuel González Serrano propició que desde chica estuviera involucrada con el arte y los artistas; mi papá era abogado y estaba en contacto, además, con periodistas. Desde chica he sido asidua a los museos; ahí tiene que ver la noción de vocación y de profesionalización; la historia del arte se entiende también a veces de una forma un poco romántica, y esto significa que pensemos que el arte nos tiene que gustar así, como por arte de magia, sin que tengamos la necesidad de entrarle a la teoría, a la crítica. Después, me convertí en “metiche profesional” de talleres de artistas, publiqué muchísimas cosas; y manejé la “Fundación Noval para la cultura y las artes”. Durante muchos años publiqué como “María Helena Noval”, por recomendación de José Avilés Fabila –mi editor en El Búho de Excélsior, donde publiqué durante 10 años-; hace 3 años me divorcié del Sr. Noval y retomé mi apellido. He publicado muchos libros. No concibo mi vida sin ir a los museos. Mis hijos me dicen “Trabajas en museos y todavía vas a
/// María Helena González
ellos los fines de semana”, la respuesta es sí. Me gusta muchísimo mi trabajo y estoy enamorada de la historia del arte. Ahora, al frente de un grupo de museos públicos me enfrento a la falta de presupuesto, y también a la situación complicada de que se habla de “la muerte de los museos”, de la posibilidad de que esto suceda y de ver que muchos de ellos han cerrado sus puertas. Durante la pandemia hemos seguido trabajando; desde que entré a trabajar a la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos hemos realizado semana con semana “los Miércoles de Museos” ininterrumpidamente; sin estar encantada con la “virtualidad”, hemos recurrido a esta modalidad para no parar con las actividades. A propósito del Día Internacional de las Mujeres, recuerdo a Rosario Castellanos y a Ana Mendieta; estamos viviendo una época enmarcada conceptualmente en los derechos humanos, estamos exigiendo todo el tiempo que nuestros derechos sean respetados en todos sentidos. El tema es de todos, el mes de marzo no es exclusivo de la mujer, y no es para andar haciendo festejos light; hay que ir mucho más allá del lugar común y de lo políticamente correcto. Finalmente es un tema de respeto.
/// Tere Velázquez Navarrete, directora del SIZART. Las mujeres de mi vida
Tere Velázquez Navarrete Las mujeres de mi vida
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a equidad, la igualdad y el respeto, empiezan en casa. Me consta. Tres mujeres me definieron. Las celebro. Mis abuelas y mi madre explican por qué soy la mujer que soy. Por distintas circunstancias, quizá sin saberlo, ellas colaboraron a romper el pacto patriarcal, lo cual les agradezco siempre. Mi abuela materna quedó sola muy joven. Sus hermanos fueron muertos durante la revolución, en distintas batallas y su única hermana fue alcanzada por una bala perdida. Rosa Zavala, que así se llamaba, quedó sola y sola enfrentó al mundo. Mi abuela paterna, Eleuteria Campos, supo cuándo agarrar rumbo al norte a buscar fortuna, y cuándo regresar al no encontrar el sueño americano. Allá nació mi padre, en Phoenix. La abuela se opuso terminantemente a que fuera zapatero como mi abuelo y tampoco quería que fuera cantante, lo que él más anhelaba. Bernardino no fue ni una ni otra cosa. La abuela fue determinante, para bien o para mal. María Ignacia, madre de siete, asumió riendas tal como había aprendido. A mi padre le vino bien siempre una mujer con tanta determinación, de gran carácter -como su madre- con la que vivió 56 años, diez meses y 30 días. Él llevaba esa
cuenta, y él sabía bien por qué. Con ella formó una familia en la que todos aprendimos y colaboramos sin distingos. Entre Velázquez Navarrete nunca hubo un “sírvele a tu hermano”; jamás “primero los hombres”; y ni esperanzas de que solamente nos encargáramos de los quehaceres domésticos las mujeres. Ahí hubo siempre piso parejo. Mis abuelos, mi padre y mis hermanos, tuvieron la fortuna de vivir su masculinidad poderosa, respetando a las mujeres, escuchándolas, entendiéndolas, haciendo equipo con ellas. Los Velázquez Navarrete somos siete hermanos con familias estables, donde replicamos un modelo colaborativo, donde nadie es más que nadie; donde se asumen responsabilidades en aras de sacar adelante a cada familia, con buen trato y respetando las diferencias. Así que cuando por estas fechas me preguntan si he sentido alguna vez que por ser mujer se me niega algo, recuerdo que soy quien soy gracias a tres mujeres de mi vida que mostraron con ejemplos cotidianos que la decisión y la fortaleza está en nosotras mismas. Por eso es importante abonar a la cultura de la equidad con justicia y empezar a practicarla en casa, rompiendo la organización patriarcal. Empecemos en casa.
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Cissi Montilla
/// Cissi Montilla. Gestora Cultural. Dir. Gral. de Desarrollo Cultural en la Secretaría de Cultura del Estado de SLP.
grandes diferencias e inequidades que había con respecto a la mujer... no voy a entrar en detalles, pero sí diré que me impresionó fuertemente, por lo que me he dedicado en estos 22 años a formar gestores culturales con los que siempre he tratado de reflexionar y profundizar en temas álgidos como la equidad, la no violencia, la no discriminación tanto como en conceptos y metodologías para mejorar cada día sus intervenciones en el desarrollo cultural del país. Puedo decir que siento que hemos avanzado mucho aunque falta todavía un largo camino para que se allanen esas grandes diferencias, se logre controlar la violencia contra la mujer y se valoren los aportes que hacemos desde esta mitad del mundo, empezando por las mismas mujeres y sus familias. Creo que debemos enfocarnos en los niños y desde ahí comenzar a incidir para que cambien esos patrones tan antiguos en los que la mujer no merecía ningún tipo de respeto. Hoy veo mujeres jóvenes menos sumisas, más independientes y decididas a marcar esa diferencia, hemos de seguir luchando ¡para que todas puedan decidir sin miedo lo que quieren ser y puedan serlo!
Judith Romero S
oy fotógrafa y diseñadora editorial. Vivo en Oaxaca desde 1994 y coordino la galería de fotografía Resplandor. Realizo proyectos de fotografía documental, desde hace 15 años, enfocándome siempre en temáticas sociales con perspectiva de género; también me interesa explorar aspectos vinculados al cuerpo, las identidades y las decisiones (políticas) que asumen las mujeres frente a los mandatos sociales. He realizado investigaciones y trabajos documentales en comunidades indígenas, afromexicanas y mestizas, principalmente en regiones de Oaxaca. Aunque es arduo el trabajo de la fotografía independiente, me ha proporcionado grandes satisfacciones como conocer otras culturas y personas; a partir de estas exploraciones también he conocido amistades de toda la vida. Por ejemplo, el proyecto documental “Otras Mujeres. La decisión de no tener hijos” me dio la oportunidad de conocer y trabajar en profundidad con 18 mujeres de diversas procedencias, lo que me permitió reflexionar sobre la importancia de romper el silencio y dialogar con otras mujeres para visibilizar sus experiencias e historias. Creo que es algo invaluable tener la oportunidad
de aprender a partir de las relaciones humanas y de las historias profundas que emergen en un proyecto visual. A pesar de las enormes dificultades que plantea cada proyecto, me entusiasma siempre vivir la experiencia y continuar en esa búsqueda y camino. A la vez, me da una satisfacción saber que mi trabajo pueda servir para preservar la memoria y las historias de las que aprendo en las comunidades. Creo que es importante conmemorar el Día de la Mujer y, desde luego, mostrar en diversos escenarios y contextos, la potencia que nos otorga una visión feminista. Pienso que aún hay restricciones, desigualdades y prejuicios a los que seguimos sometidas las mujeres en una sociedad patriarcal y machista. Por ello es importante conocer, explorar y documentar, desde nuestros propios ámbitos, las condiciones en las cuales viven actualmente las mujeres, así como testimoniar su presencia como sujetos activos en la transformación de las sociedades. Pero no son tiempos solo para conmemorar, sino sobre todo para continuar con el legado de luchas pasadas y generar nuevas estrategias para la emancipación. Aún nos queda mucho por luchar…
/// Judith Romero, en el Taller de Heliograbado Ediciones Izote, Xalapa, Veracruz, 2019.
/// Laura Zesati. Presidenta del CTCZAC y Dir. de Hotel del Arte Santa Rita
Laura Zesati Ibargüengoytia
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oy Licenciada en Mercadotecnia por el Tec de Monterrey, esposa, mamá de 3 hijos, directora del Hotel del Arte Santa Rita y presidenta del Clúster Turístico y Cultural de Zacatecas. Después de vivir muchos años fuera de Zacatecas, la vida me permitió regresar a esta maravillosa ciudad, de la cual me volví a enamorar: la redescubrí y valoré todavía más, principalmente por la manera con la que se viven el arte y la cultura, tan natural, tan cotidiana, tan de todos. Creo fielmente que sin compromiso las cosas no pueden avanzar; para que las cosas sean diferentes, mejores, tenemos que impulsar el cambio nosotros; con esta visión empezamos a operar el Clúster Turístico y Cultural de Zacatecas, lo que me ha permitido trabajar de la mano de talentosísimas mujeres para lograr proyectos en beneficio de Zacatecas, enfocados sobre todo al área de profesionalización, proyectos de difusión artística y cultural como el Museo del Cielo, en proceso en este momento; la modernización de museos mediante implementación de tecnologías; la producción de programas
enfocados a la promoción de Zacatecas; y proyectos educativos. Desde una postura ciudadana y gracias a todos estos proyectos he corroborado que el trabajar en equipo exitoso implica siempre un “ganar-ganar”. El Día Internacional de la Mujer, y todos los días, mi compromiso es demostrar a mi hija que no hay límites, que todo es posible; deseo también que cualquier niña que vea algún proyecto realizado por el Clúster se inspire y sepa que puede lograr lo que se proponga. Reflexiono ahora acerca del vínculo de la mujer con la cultura, me viene a la mente el talento, capacidad, compromiso y disciplina de tantas mujeres que a través del tiempo han contribuido a hacer una mejor sociedad y cuyo legado debe visibilizarse por el bien de todos y todas. Tenemos ahora un gran compromiso con la formación de las actuales generaciones, para que valoren y se involucren de manera directa en temas culturales, artísticos y de la preservación del patrimonio de la ciudad en que viven; pero, sobre todo, para que contribuyan a la formación de una mejor sociedad.
M2021 Mujeres en la cultura
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ací en la Ciudad de México y cuando cumplí 4 años mis padres pudieron regresar a su patria, Venezuela, después de doce años de exilio. Crecí, me formé, construí mi familia y trabajé en Venezuela desde esa época hasta el 1998, año en que regresé a vivir a mi lugar de origen. Mientras estuve en Venezuela nunca tuve ninguna necesidad de pensar especialmente en mí como mujer o como alguien con menos derechos; desde el punto de vista laboral académico, familiar o amoroso nunca viví un momento desagradable, agresivo, limitante o frustrante; la mujer venezolana tiene muy bien ganado un lugar como parte importante del país, de la sociedad, e históricamente ha sobresalido por papeles muy significativos en el desarrollo de ese territorio y eso se reconoce y se percibe en la forma de ser de las mujeres venezolanas; aclaro que hablo de la Venezuela de antes... la de ahora no la conozco puesto que ya tengo 22 años en México. Todo cambió al llegar a estas hermosas tierras, aunque tuve la fortuna de comenzar a trabajar apenas llegando, y de poder hacerlo con gente maravillosa, comencé a percibir, ver, vivir y sentir las
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Adela Bañuelos
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oy Adela Bañuelos Acevedo, directora del Museo Francisco Goitia en la ciudad de Zacatecas, México. Mi desempeño laboral ha sido mayormente en el ámbito cultural centrado en tres actividades: gestión, museología y museografía. Soy Licenciada en Arquitectura con maestría en Administración pendiente de titulación. Realicé estudios de museología y museografía avalados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ahora Secretaría de Cultura federal. En los diversos equipos de trabajo en los que he sido
integrante tanto en el lugar de subordinada como en el lugar de coordinadora, líder o directora, reconozco y celebro que la presencia del género femenino ha sido relevante en atención a su capacidad, inteligencia, perspectiva, responsabilidad, compromiso y perseverancia; la habilidad de la mujer para reunir a las personas favorece la formación de equipos de trabajo y fomenta la participación mejorando la toma de decisiones, así como en aquellos en donde colaboramos juntos hombres y mujeres se genera una mayor creatividad y aser-
tividad aumentando con ello la productividad, empatía y por ende resultados eficientes en cada actividad o proyecto realizado. Fortalecer los lazos del género femenino apoyándonos unas a otras, es una herramienta de cambio para una convivencia sana desde lo personal hasta lo comunitario logrando un estado del bienestar, siendo y reconociéndonos como ciudadanas plenas, porque cuando hablamos de ciudadanía hablamos de poder, de responsabilidad, de autonomía y dignidad, de equivalencia y
diversidad evidenciando que unidas podemos tener un estado de bienestar, aceptación y reconocimiento. Confío en que las administraciones públicas adopten cada vez más estrategias y medidas que fomenten la participación de las mujeres, de obligado cumplimiento, porque es lo socialmente justo, lo económicamente eficiente, lo emocionalmente inteligente y porque únicamente de esa manera se alcanzaría la plena ciudadanía cultural de las mujeres. Reconozcámonos como parte de una misma tribu.
/// Adela Bañuelos, directora de Museo Francisco Goitia en Zacatecas
Maritza M. Buendía
E /// Irma Valerio. Dir. de la galería que lleva su nombre en Zacatecas
Irma Valerio Quintero
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e historias de mujeres... y conmemoraciones. El ser humano se forja a lo largo del camino. Es así que un logro no viene solo y está engarzado en las circunstancias y adversidades. Viví la naturaleza desde los primeros años de mi niñez en Villanueva, pueblo donde nací, al sur de Zacatecas. Creo que el gusto por el arte y la estética me entró por los ojos, a través de la tía Lupita a quien le tocó ser protectora de mis hermanos y yo al morir mi madre, nos dio todo su amor y protección. La honraré toda la vida. Ella era la modista del pueblo. Hacia uniformes, vestidos casuales y de novia, así que aprendí a ver la forma en los trazos, el color y la textura de las telas. Mi padre poseía un pequeño rancho al que acudíamos con frecuencia. Ahí aprendí a apreciar la naturaleza, los amaneceres, atardeceres, escuchar el silencio del campo y ver los cambios de paisaje. Esto aportó a mi sensibilidad. Comencé a trabajar desde muy jovencita. Me desempeñaba en un banco donde aprendí a vender servicios-abstracciones. Muchas horas de trabajo diario, números, cifras y datos sin tecnología, metas y relaciones públicas. Esto forjó mi carácter para lo que seguiría...
Me casé, tengo cuatro hijos: Irma Alejandra, Paco, Gaby y Gerardo, quienes ahora, junto con mi esposo, hemos hecho ‘‘empresa familiar’’. Decidí comenzar a realizar mi idea de crear una empresa cultural que además me permitiera compaginar con mis roles de esposa y madre. Era el año de 1991 y entonces no era muy bien visto que una mujer casada saliera a trabajar. En todas las épocas ha sido un reto para la mujer romper paradigmas. En esta empresa me he dedicado con pasión, compromiso y entrega a la promoción, difusión y venta del trabajo de nuestros creadores plásticos, con objeto de hacer de nuestros bienes culturales, bienes sustentables. Esta historia comenzó hace 30 años. Nuestra hoja de vida dice que se han realizado 248 exposiciones en el país, 9 en el extranjero y 49 subastas de arte. Hemos publicado diversos libros y catálogos de arte. Estoy segura que con el arte he tocado vidas y alegrado corazones. No soy la misma mujer después de mi paso por el mundo del arte. Agradezco hacer visible el trabajo de tantas mujeres que a la vez que crecemos como personas, aportamos a la sociedad.
scribo con mis manos, con mi cuello, con mis hombros, con el latir de mis sienes, con los pies. Escribo con mi boca, con los dientes, también con mi vestido negro, con mis botas, con mi perfume, con olor a champú en el cabello, con aretes y pulseras. (O sin aretes, sin pulseras, sin champú.) Escribo con mi espacio, con este espacio: con el polvo, construcción en obra negra, metáfora de la silente vida. Escribo con una mesa que nadie usa, con el recuerdo de mis amantes muertos, con la conciencia de lo vano, con temor de lo fugaz… y con esta silla que me espera, donde me siento, donde al final tan solo callo y me
siento a mirar a quien me mira. Escribo siempre, primero, para mí. Porque soy mi principal lector más caprichoso, mi yo más pulcro y egoísta. Escribo con el corazón despierto, alborozado, como niña que guarda para sí una sorpresa repentina. La escritura es un trozo de chocolate dando vueltas en mi boca. Coloco una palabra. Cualquier palabra. Escribo, por ejemplo, Amor, pero igualmente puedo escribir Silla, Puerta, Ventana… También Mujer. Centro la palabra Mujer justo en medio de la pantalla en blanco. La dejo ahí, le doy su espacio, me alejo. Las otras, las demás palabras, las Mujeres, pronto llegarán.
/// Maritza M. Buendía. Escritora y docente universitaria. Foto de Ernesto Moreno.
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Julieta Medina Briones El Museo Zacatecano, un espacio incluyente
/// Julieta Medina Briones. Directora del Museo Zacatecano
serios enfrentamientos con los dirigentes en turno y fui objeto de agresiones verbales, hostigamiento, e incluso boicot de algunas actividades culturales. Ignoro si mi condición de mujer fue factor que influyó en todo ello. Afortunadamente en el año 2010 el museo se trasladó a su actual sede, la antigua Casa de Moneda de Zacatecas.
Uno de los objetivos del museo es facilitar a las y los creadores que su trabajo artístico y/o cultural sea reconocido; en este sentido, sí existe una visión de género y un interés particular en incluir y apoyar con determinación las propuestas de mujeres. Se han llevado a cabo, en mayor número, exposiciones, presentaciones de libros, talleres y char-
Rosy Campos
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oy Rosy Campos, apasionada del arte popular y fan de la competitividad y sustentabilidad de la microempresa, actualmente subsecretaria de desarrollo artesanal del estado de Zacatecas y docente. Tengo la fortuna de poder estar trabajando con dos de mis pasiones, las cuales las he podido conjugar dentro de las actividades que realizo, dentro de la subsecretaría, con el objetivo de potencializar el sector artesanal del Estado, a través del desarrollo e impulso de políticas públicas que apoyen al mismo, conjuntando en ellas los aspectos sociales, económicos, culturales, comerciales y turísticos del sector, coordinando con ello programas de capacitación, promoción, investigación, comercialización, entre muchas más; este cargo me ha permitido recorrer varios municipios del Estado, actividad que disfruto mucho ya que me permite conocer y aprender más de nuestro Zacatecas. Como docente, la actividad que más destaco es la de vincular a los alumnos con proyectos reales, en donde apliquen los conocimientos teóricos, que les
/// Rosy Campos. Subsecretaria de Desarrollo Artesanal de Zacatecas
las, y actividades realizadas por talentosas mujeres. En el área de custodia de salas y taquilla del museo, trabajan hombres y mujeres; ellas, además, realizan doble jornada: laboral por las mañanas y familiar cuando por las tardes llegan a sus hogares. Si bien el camino para lograr la plena igualdad, libertad, justicia e inclusión de la mujer
aún es largo, y hay otros temas dolorosos por resolver como el machismo, la misoginia, los feminicidios... creo que en Zacatecas, en muchos ámbitos, tenemos colectivos muy comprometidos con fomentar el respeto de los derechos de las mujeres que van abriendo horizontes y son ejemplo e inspiración para otras; eso es muy esperanzador.
permita generar experiencia durante su vida estudiantil. Han sido varias las satisfacciones que he tenido durante mi vida, las voy a limitar a dos: en lo profesional, el ser una mujer que sale de su zona de confort para crear proyectos que marquen un rumbo diferente, teniendo como resultado el haber dejado un legado en algunas instituciones con las que he colaborado; en lo personal, el haber logrado un replanteamiento y restructuración exitosa de mi vida, logrando transformarme y convertirme en una persona que se da la oportunidad de crecer y aprender día a día, disfrutando las “pequeñas cosas” de lo cotidiano. A propósito del 8M: a través del tiempo se nos ha impuesto un modelo de “mujer perfecta” en el que, aparte de cumplir con un estereotipo físico, tenemos que ser la mejor madre, amiga, esposa, amante, profesionista, trabajadora, ama de casa, etc.; cuando empezamos a descubrir que nuestra voz vale, que tenemos derecho a caernos, que podemos decir “no”, que podemos renunciar a lo que nos lastima, que somos responsables de nuestra propia felicidad, cuando aceptamos que somos imperfectas, es cuando comenzamos a vivir en perfecta libertad: sigamos luchando por vivirla.
8M2021 Mujeres en la cultura
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uchas veces, de extrañas e inimaginables maneras, los deseos se cumplen. Ese es mi caso. A finales de 1998 ingresé al Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” como asistente del director general, y me hice el firme propósito de poner mi mejor empeño y hacer méritos para en un futuro pedir mi cambio de trabajo en algún área de cualquiera de los maravillosos museos de Zacatecas. En abril de 1999, asumí la dirección del Museo Zacatecano y ahí comenzó esta larga aventura que se ha ido tejiendo de las más diversas y ricas experiencias profesionales y personales, de retos y logros, pero también de desencantos, carencias, y dificultades. El museo inició en 1995 en el segundo nivel del edificio ubicado en la calle Dr. Hierro esquina con el Callejón de San Agustín, arriba de donde hasta la fecha se encuentran las oficinas de la CNC del PRI, a pesar de que ese inmueble pertenece al Gobierno del Estado de Zacatecas. La lucha inicial del museo por recuperar todo el edificio me llevó a
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LA GUALDRA NO. 469 /// 8 DE MARZO DE 2021
Mariana Terán 8M2021 Mujeres en la cultura
Del arte de escribir mi nombre
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esde hace más de cuarenta años, asumí el ejercicio de la docencia como un proyecto que marcaría mi vida. Inicié como alfabetizadora de adultos en una colonia popular en Aguascalientes, la Curtidores, en la primaria David G. Berlanga. Corría el año de 1981. Primero hice entrevistas, familia por familia, para saber cuántos adultos no sabían leer ni escribir; después había que convencerlos de ir a la escuela para llevar el programa del INEA. Algo muy difícil por la serie de resistencias: “tengo mucho trabajo en casa”, “mi esposo no me deja”, “trabajo a destajo en la maquila y no tengo tiempo de nada”, “y quién me cuida a los críos”. En medio de esas resistencias, se formó un grupo de veinte personas, mujeres y hombres que hicieron un gran esfuerzo por dedicar una hora al día para ir a “La Berlanga”. Los mesabancos del salón de clases se ocuparon, algunos traían su cuaderno y lápiz, otros su “saca” con verduras, unas más con hijos recién nacidos. Era eso o era nada. Así que empezamos. No sabía a lo que me enfrentaba. Me sorprendió el respeto que me tenían, me llamaron “maestra”. Cada día empezamos con las actividades, unir sílabas, reconocer palabras, palabras que eran entendidas porque representaban parte de su “enciclopedia cultural”. Ya iniciado el curso, se presentó un señor de ochenta años. Las manos agrietadas
/// Mariana Terán Fuentes.Corresponsal en Zacatecas de la Academia Mexicana de Historia y docente universitaria
por el trabajo en el campo. Llevaba también su “saca” con un cuaderno de forma italiana, un lápiz, una goma y un sacapuntas. Era don Paulín. Me dijo, “¿Puedo pasar, maestra?”, “claro, bienvenido”, le respondí. Fue difícil porque a veces se quedaba dormido, otras veía a la ventana sin poner atención al pizarrón. Eché mano de mi paciencia, pero no lograba ningún resultado. Sin embargo, don Paulín cada tarde se presentaba puntual a la puerta, con su “saca” y sus manos cansadas. Tomar el lápiz le costó inmenso trabajo. Se le caía, no lo podía mantener. Su mano temblorosa hacía imposible cualquier intento de poner una letra sobre el papel. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de usar la goma. Las mujeres, las recuerdo bien, tenían mucho entusiasmo, de sílabas a palabras, de palabras a frases. Escribieron sus nombres y apellidos, los de sus hijos y esposos. Escribieron sus direcciones, sus rezos. Me sentí compensada. Esas mujeres tuvieron el coraje de salir de sus casas para aprender a leer y escribir y aprendieron. A la vuelta de los meses todas sabían leer, varias me dijeron con orgullo que ya podían leer los letreros de los camiones, sin tener que preguntar. Cuando estaba por cerrar el año, don Paulín se sentó, me enseñó lo que había aprendido a lo largo de todos esos meses. Se quitó su sombrero, con su mano temblorosa abrió su cuaderno, tomó su lápiz y escribió su nombre: Paulín, así, sin más. Levantó su mirada nublada y me dijo con una sonrisa: “Ya sé escribir mi nombre. Por fin ya lo sé”.
Pilar Alba L
as palabras me han acompañado desde siempre, el lenguaje que aprendí de mis padres y mis abuelos. Los dichos y refranes cotidianos que formaron parte de lo que sería posteriormente mi propio lenguaje. Gozaba escuchar a mis familiares hacer juegos de palabras. Mi abuela materna además de jugadora del lenguaje y mujer sabia de las cuestiones de la vida fue una de mis grandes influencias. De mi abuela paterna también heredé una palabra, una fuerte y fundamental: mi nombre. Mi madre, por el contrario, me enseñó el aprecio por el silencio; nunca ha sido de música ni canciones, más bien de oraciones y silencios, su mutismo también me enseñó que a veces callar es una mejor respuesta ante un adverso acontecimiento. También tengo que mencionar a mis tías, las paternas y maternas, de cada una de ellas aprendí algo desde la afición por el tabaco (que no duró mucho tiempo) hasta el valor de la espera por el ser amado; entre muchas otras que de mencionar aquí se llevarían bastante tiempo. Quise empe-
/// Pilar Alba. Escritora y docente universitaria
zar con las mujeres que me han formado, porque vivo en un mundo donde ellas han sido dominantes pero empáticas con sus parejas, trabajando al parejo con ellas en un acompañamiento. Quise también empezar con las palabras porque es lo mejor que todas ellas me han enseñado, su gran legado; porque gracias a ellas quise reflexionar más sobre la vida, por eso estudié filosofía, por eso persistí hasta sacar un doctorado. Gracias a ellas y a las palabras he podido comunicarme con tantos jóvenes en las aulas, primero en secundaria, después en preparatoria y ahora en la licenciatura en artes. Gracias al amor por las palabras las puse a jugar por bastante tiempo arriba de un escenario. Gracias a ellas no me resisto y sigo obligando a mi cuerpo a bailar diariamente en una clase de danza. Estudio las palabras, el lenguaje y sus juegos a nivel de la academia, pero, sobre todo: escribo. Escribo para que esa tradición de mis mujeres no se pierda para poder, como ellas, seguir construyendo historias.