Diario La Mata Edición Décima (VERDE)

La Mata, diario de arte julio 21, 2020 Cuenca - Ecuador

La Mamosh y la Bebé Por Beatrice Pérez V (7 años )

Había una vez mi Mamosh que era muy presumida con la Bebe cuando entraraba la Bebe se subía en la silla y si se le acercaba la Bebe le pegaba i le hacia jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj i la Bebe no le hacía nada pero cuando le cansaba peleaban pero mi Mamosh corría y le hacia jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj y no teníamos otra opción que sacarle ala Bebe afuera. I es un misterio lo que hace la Mamosh se acuesta en la ropa de Prímula. Y cuando la Bebe entraba de nuevo la Mamosh se hacen los pelos como púas si como púas aurita está durmiendo en la ropa de Prímula y es una dormilona si es una dormilona y dice que esta participando en un concurso de dormir si dormir y si tal como lo oyen antes de que se me ocurra la idea de escribir este libro le hice un retrato

si ella era mi modelo así hermosa bella y sigue dormida si sigue dormida y no se despierta por nada del mundo yo creo que ni oliendo sardinas se despertaría de su sueño profundo. Y Hoy le pusimos unos sonidos de gatos bebecitos y se volvió loca no sabía que hacer hasta ahora sigue durmiendo asta es chistoso de tanto que duerme si si si. Aurita se estiro con las patas de conejo jijiji si se estiro fuuuuuuuuuuuuuul mañana voy a escribir más y mañana le vamos a hacer entrar ala Bebe y veamos que me cuenta para escribir más porque mi Mamá ya quiere dormir mañana escribo más chau.

Hola voy a escribir más de la historia mi gata es atigrada si muy atigrada aurita me está viendo o mejor dicho vigilándome

sí. A ella le encanta un ratón que es de ella y que le trae en el osico como si le hubiera casado y nos pide que le lancemos creo que piensa que es un ratón de verdad y pide a todos que le lancemos maullando miau miau si de verdad y aurita está molestando y justo aurita se acostó en la baldosa con el ratón de mentira y aurita le voy a hacer entrar ala Bebe y creo que ya se están comenzando a hacerse amigas porque la gata ya no le ase jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj aurita la gata le molesto y le persiguió y la gata corrió i le hizo jjjjjjjjjjjjjjjjjjjj creo que aún no se están haciendo amigas creo que se están haciendo más enemigas si como lo oyen más enemigas siiiiiiiiiii creo que ya se acabó el libro fin

El monstruo langosta Por Mara Gabriela Serrano Veo a mi langosta acostada a mi lado y me acuerdo de vos. “Te quiero Foster Wallace” le digo, así le puse a la langosta que compré a dos dólares en una tienda china. Sus ojos están fuera de sus órbitas, son cafés y sobresalen de su cabeza hasta que rozan dos antenas con soportes metálicos.

No tiene boca, pero sí dos tenazas rellenas de algodón. Es horrible, verde y amarilla como un helado marmoleado de mierda. Le escogí porque era una de las cosas más feas que he visto. Todos los días pienso en vos, en cómo nos gritábamos, nos quedábamos callados, nos veíamos y nos reíamos como idiotas. Te dormiste en mi cama al lado de la langosta y de ahí, algo en ese espacio quedó vacío. Ahora, algunas noches la langosta

duerme conmigo y en la mañana le olvido, hasta que un día limpio mi cuarto y le encuentro bajo la cama, llena de polvo.

Leí que las langostas nunca dejan de crecer hasta que les capturan, pueden vivir hasta cien años escondidas en la profundidad del mar. Me imaginé un monstruo marino gigante, una langosta de quince metros varada en la arena, sola, creciendo eternamente. Cuando les cazan en trampas especiales, les meten vivas en agua hirviendo, las langostas golpean sus tenazas contra la tapa de la olla, luchando por salir y se demoran alrededor de cuarenta segundos en morir. Algunas personas prefieren irse de la cocina para no ver eso. Aún no se sabe si sienten dolor, pero como son criaturas prehistóricas, su sistema nervioso no produce endorfinas, que es lo que les permite a los animales más avanzados p ro t e g e rs e d e l dolor intenso como

mecanismo natural de defensa. Yo prefiero pensar que no sienten nada. También leí que cuando encuentran una pareja, se quedan con esa pareja de por vida. Leí algunos datos de langostas en este tiempo, quise contarte todas estas cosas, pero te fuiste. A veces me daba la impresión que no te interesaban las huevadas que te contaba, sólo querías ver videos de carteles y pandillas. Recuerdo cuando me mostraste uno de un preso, que

otros presos habían matado a machetazos y jugaban fútbol con su cabeza en la cancha de la cárcel. Miro a la langosta encima de mi cama y le sacudo el polvo, busco la manera de abrazarla, pero aparte de sus tenazas tiene cuatro brazos flacos que no encajan en los míos, se vuelve incómodo, extraño, pero está ahí, conmigo.

Tengo a mi lado un engendro horrible que he aprendido a querer.

VIEJO TOPO*, VIEJO BOLCHEVIQUE

La clase obrera no acabó de cuajar, una identidad mestiza diletante. Atrás quedaron los poetas y grupos literarios Por María del Carmen contestatarios, la Solíz izquierda fragmentada careció de la fuerza de Ella creía haber escalado un torrente, la juventud la montaña más alta, había se refugió en el alcohol, estado en fortalezas la ciudad se acomodó. cañaris e incas donde Se esperaba que cada en su cúspide, casi pudo gota rompiera la roca tocar el horizonte, infinito. con la constancia de su Pero en la cima también caer.... aguardaba el vacío, Una llamada telefónica, precipicios repetidos en un reclamo, el regional no cada flanco, profundos, fue invitado al encuentro desconocidos. Esos para el análisis de años juveniles habían coyuntura: una duda terminado. había surgido sobre el

El jefe tan parecido compromiso de esos a un bolchevique ya no militantes del sur. Ella encontraba en el sur su bajó para aclarar el tema, oasis. La ciudad con sus esa fue la última vez que apretadas montañas lo vio. El encuentro fue le parecía opresiva, breve, una aclaración, su extensa clase una réplica, un cuenten media; aburguesada conmigo, un adiós y hasta y arribista. Ya no siempre. prosperaban las luchas, La bandera rojinegra las contradicciones de ondeaba en toda clase se difuminaron, latinoamérica, eran hasta la aristocracia tenía tiempos de solidaridad tintes revolucionarios, en e internacionalismo tanto la intelectualidad proletario, tal vez el reclamaba exclusividad. momento de mayor

armonía y difusión de los movimientos libertarios en el continente. Había que remontar esa ola, deslizarse con ella antes que se rompa, un momento privilegiado, único, irrepetible.

Allí estábamos, allí coincidimos, allí nos descubrimos.

Casi niños, él y sus hermanos jugaban a la lucha guerrillera, escondían obsoletos fusiles bajo largos sobretodos. Esos jóvenes como muchos otros, no tenían nada que perder, dieron un contenido propio a la palabra revolución, se fraguaron solos.

Estaba allí para acompañar la lucha electoral universitaria, sediento de aprender, de saber lo que ocurría en los países donde lo procesos estaban avanzados, donde la lucha estudiantil se jugaba entre vencer o morir.

Esperaban con ansia sus charlas, en pequeños grupos, a media voz en una sala llena de humo de cigarrillo e ideales,

animaba a los jóvenes a ganar cada batalla en la universidad, en la fábrica, en el barrio, en la comuna.

Allí estaban los ejemplos palpables que aparecían a velocidad de vértigo en todo el continente, el camino estaba trazado por cada punto donde un pueblo se levantaba contra sus opresores, como el agua, cristalino.

Po c o a p o c o fueron accediendo al privilegio de contar con sus enseñanzas, de construir un discurso libertario, convincente, que no admitió réplica.

Los meses, los años se sucedieron, esos jóvenes tuvieron dos vidas, en la una se casaron, tuvieron hijos, estudiaron, se volvieron profesionales, construyeron sus viviendas. La otra, oscura, clandestina, por momentos dramática. No lograron conciliar esas dos líneas paralelas, dos caras de una misma moneda.

Él llevaba la audacia y el desapego en sus ojos, era infranqueable,

tal vez por obra del pasado, un pasado no revelado que se advertía desgarrante, duro, del cual sólo emergieron alusiones sueltas, dichas en escasos momentos de sinceramiento. Ella sentía una mezcla de admiración y afecto, respeto por esos jóvenes, una amistad se filtró entre las fisuras de la roca. Él se encargó de hacer estallar las certezas, cuestionó la cómoda vida pequeño burguesa, no quedó piedra sobre piedra...

Pero fue difícil seguirlo, luego de agotadoras jornadas y consignas pintadas en paredes prohibidas, se preguntaban qué seguía, a dónde se dirigían. La meta estaba

clara, lo importante era el momento y el proceso.

Ser militante en esa época hoy incomprendida, abandonada y en desuso, era vivir una doble vida, una corriente subterránea a la que se accedía por pasadizos peligrosos, bajo códigos secretos, nombres de combate, señales, contraseñas, en absoluta invisibilidad, a veces sería necesario pellizcarse para constatar que no era un sueño.

Los lazos militantes ganaron terreno, la vida clandestina era oxigenante, accedimos a una interpretación del mundo apasionante, subversiva, que se superpuso a la vida normal, cualquier sacrificio se hacía sin mirar atrás, el calor del

colectivo te abrazaba, te impulsaba. Pero muchos no estaban completamente comprometidos. El mundo obrero, el mundo campesino, el mundo del barrio era el objetivo.

Qué extraña fue esa revolución que te enseñaba a volar y luego te dejaba emprender el viaje en solitario. Cuántos de nosotros somos hijos de ese tiempo que parece tan lejano, que talló la individualidad, atrás quedaba el colectivo como el telón de fondo.

Ese lejano adiós parecía decir “están preparados”.

Sin pensarlo unimos esas dos vidas en un solo camino firme, evidente, sencillo, dolido.

¿Qué había sido de él, el viejo topo que nos

enseñó a volar? Cómo resolvió su propio enigma, la propia dialéctica de su vida clandestina, debió hacer su síntesis.

Él, que cuidó de sus hermanos por la muerte prematura de su madre, que postergó todas sus metas personales, él, el autodidacta que escribía con faltas de ortografía y era genial orador, se graduó adulto en el colegio a distancia, se decantó por el derecho, por la defensa de esos obreros, campesinos, pobladores, así resolvió su contradicción, así unificó sus dos vidas, viejo topo, viejo bolchevique.

Un día dije que le amaba como Brand a Wolf Edmunds en Interstellar; relaté esa pequeña conversación cursi, se rió y dijo que él no estaba muerto.

Miamor de mi vida Por María Gabriela Solis 1 Veo a un punto fijo y te contemplo, suavito me arrimo a esa molicie amorosa.

Siento tu piel caliente, me acerco y todo mi aire, desde adentro, se bate con tu fuerza.

Sale mi aliento y quiero lanzarme al fuego. ¡Zas! La imagen se cercena, como si fuera un sueño holográfico cortado por un parpadeo fugaz de mis ojos amorosos.

2 Ignoro qué será realmente.

Me imagino al amor como volar una cometa en las montañas, el viento poderoso en mi cara, revolviéndome el pelo.

Con el hilo largo y generoso en mi mano, me uno a la cometa para andar fiera o timorata, apasionada, voy cogida.

Abierta por la tierra, serena, tranquila, hasta intensa; de pronto, es muy fuerte el viento y vuelo con el aire mojado, me desprendo a la ternura infinita de otro universo.

No es tiempo de besos, pero cuando regresa mi vaho caliente hacia adentro, ardiendo, siento la carne rosada de tu boca, tierna, tibia, aunque no me acuerde.

Me lamo los labios para comprobar si es real, como quien le pasa la mano grosera a un fantasma imaginario.

A veces nos perdemos en la inmensidad, nos arrastramos dormilones, desorbitados, cambiamos de piel como culebras, como el hilo prolongado nos enredamos en los árboles.

Y otra vez, atraídos, la complicidad, estamos unidos sin tiempo ni espacio.

3 Mi pulso desbocado empieza a musicalizar la pausa que hay al ver a un punto fijo y amarte.

En esta casa solo se escucha hip hop Vol 1.

33.Trae ese ron. Violadores del Verso 32. MyFavorite Ladies. MF Doom (Tokimonsta remix) 31. Mollases. Earl Sweatshirt 30.En la hoguera.MalaRodriguez 29. La Colada.Bejo 28. A mi modo. Motta Souls 27. So It Goes. Mac Miller 26. Blood Brothers. Gravediggaz 25. El EztrujonTzerebral (Remix)Tzm 24. Umi Says. Mos Def 23. Suave. Guanaco 22.Chanchullo. Cráneo 21. Stan. eminem 20. Yo quieroFumar.Cypress Hill 19.Survival of theFittest.Mobb Depp 18.Goin’ Down. Ol’ Dirty Bastard 17.Hustler Ambitions. 50 Cent 16. Street Struck. Big L 15. The Choice is yours. Black Sheep 14.Bonita Applebum. A tribe call quest 13.Maria.Crudo means raw 12. Dr. Dre .Bang Bang 11. King’s Dead .JayRock, Kendrick Lamar,Future, James Blake

MalaRodriguez.Alevosia.10 Lords Of The Underground. L.O.T.U.G.9 Mac Miller.HurtFeelings. 8 TheNegotiation LimerickFile. Beastie Boys.7 Les gano a todos. 7 notas 7 colores.6 La Mitad de la Mitad.Crudo means raw.5 Discipline 99 Pt. 1 (feat. Wildchild) .Quasimoto4 El bloque. El doctor. 3 Sombras Chinescas.Tiro de Gracia.2 WuTang Clan.C.r.e.a.m. 1 Perversos.Fumando Weed.0 Bonu$Track Killing me softly With His Song TheFugees

Poema al verde Por Carmelo Mide 1,61 y el 1,67 ¿a quién le interesan esos datos? pues a él lo segundo que notó fue su voz, su risa se vio flotando a los cachetes de su belleza.

ODA AL VERDE I Empieza por el color, cuando en lugar de pudrirse, madura y lo cambia todo.

La preparación, el sabor, el olor.

El verde hace toda una transición evolutiva.

Su risa me difumina en su respirar, me disuelvo entre volutas de humo, soledad y madurez.

El maduro lo puedes comer crudo.

Sé que todo apunta a un imposible pero a la vez, mientras digiero el delicioso sabor del plátano frito, sigo pensando qué se puede hacer con un verde, pues patacones, bolón de verde,tigrillo.

Lo que me lleva a la última parte de este poema.

ODA AL VERDE II Con su color verde andino Traspasa las montañas Para llegar a su destino No madura en el camino -EsperaContinúa despacio, se puede preparar verde, es laborioso pero sabroso -MaduraSe puede comer crudo, frito o cocinado O como sea Lo que ella le dijo la primera vez dejó marcado su encuentro: “la típica cuencana pero con más nalga.”

Portada Dibujo por Emilia Pérez Edición Mara Gabriela Serrano Salón de dibujo Mateo Carrera Priscila Heras Luna Ramos Beatrice Pérez Fai Abi con Ají Danny Urgiles Tiago Vanegas Pino Supay Muerte Comunidad Daniel Piedra Maria Gabriela Solis Beatrice Pérez Maria del Carmen Soliz Galo Mosquera Salomé Peralta