La Mirilla - Número 10

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Año 1 - Número 10 / Marzo 2015

LAS REDES TEJEN SUEÑOS Mujeres kurdas

UNA NUEVA SENSIBILIDAD ché, poneme un disco

LEY DE MEDIOS EN URUGUAY SIN SILENCIO: CASO NISMAN FOTOREPORTAJE Adiós Pepe, hola Tabaré

mono.uy neonomadismo artelatte


Staff

Sumario ]5[ La chica de la libretita

]6[ No es la que no existe ]9[ Sin silencio

]12[ Las redes tejen sueños Directora y editora responsable Jessica Conde Editora responsable - Argentina Carolina Noya Consejo de redacción Diego Obispo, Carolina Noya, Jorge Luis Galeano, Analía Fernández, Catalina López Fernández, Sergio Osvaldo Paglietta, Manuela Moyano, Sebastián Walch, Mariana Gioiosa, Analía Dobrov, Romina Cirillo, Juliana Fitzgerald, Cecilia DP, Belén Fourment Playnes, Maxi Fleitas, Rodrigo Spa, Nicolás Marrero, Javier Pérez Seveso Diseño Jessica Conde

]16[ Portadoras de una nueva sensibilidad ]19[ Fotoreportaje ]26[ Ché, poneme un disco

]29[ Mono: Una editorial para los más pequeños ]32[ Sobre lo virtual, el nómada y los mamuts ]36[ Arte latte

Contacto redaccion.lamirilla@gmail.com

]40[ Érase una vez Foto de tapa: Diego Obispo

]41[ Condenadamente rápido www.revistalamirilla.com

]44[ Viviendo en la nube


Nuestra edición número 10 llega con pan bajo el brazo. Hace algunos días lanzamos nuestro sitio web -www.revistalamirilla.com-, con el objetivo de seguir avanzando en nuestro proyecto y ofrecer a nuestros lectores la posibilidad de redescubrir nuestros contenidos, conectarse con otros proyectos, conocernos y participar en un espacio que pretendemos sea construido por todos y para todos. La web nos permite encausar algunas ideas que han surgido del seno del proyecto como por ejemplo, brindar accesibilidad a nuestros contenidos a personas con alguna discapacidad visual, sobre la base de que el acceso a la información es fundamental para la vida democrática y como comunicadores, es nuestro deber ayudar a construir el camino de la democratización de los medios. También queremos embarcarnos en el mundo audiovisual, para complementar nuestra tarea periodística y llevar a un nuevo nivel nuestra relación con los que han decidido refugiarse en las páginas de nuestra revista que, para alegría del equipo, cada vez son más. Hoy en día, donde parece que ya nada se puede inventar, nosotros buscamos reinventarnos y demostrarle a todos que hay gente, allí en la “nube”, que también persigue lo mismo. Proyectos de los que hay que hablar y que hacen la diferencia en este mar 2.0. Nos leemos


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LA CHICA DE LA LIBRETITA

LIBRETITAS DIGITALES Mientras todo el mundo festeja el hecho de tener un smartphone por herramientas como el Whatsapp —oh, divina modernidad que no me permite ausentarme del chat ni cuando voy al baño—, mi teléfono inteligente vino con una gran mejora al momento de tomar notas. Sí, extraño el ruidito del lápiz contra el papel. Sí, cada vez que tomo notas en la calle dudo en sacar mi anotador devenido en teléfono —porque dado el uso que le doy las prioridades son así y no al revés—, cuando nunca tuve temor de sacar un papel y una birome. Pero no tener necesidad de transcribir... Ustedes no se imaginan lo feliz que me hace no necesitar copiar todo otra vez. Multipliquen esa felicidad por cada nota, columna o cuentito que escribo y sí, el aparatito moderno se paga solo. La digitalización de las herramientas hace eso. Simplifica los accesos. O al menos eso pienso hasta que el teclado táctil me esconde alguna letra. O hasta el preciso momento en que cierro la aplicación en uso y descubro, otra vez, que no tiene autoguardado. ¡Eso con mis libretitas no pasaba! Está bien, sí me ha pasado escribir en lápiz y que se borronee, o no entenderme la letra cuando estoy de vuelta... Ok, otro punto a favor de la digitalización, ¡al menos para quienes tenemos mala letra! ¿Y qué me pasa como lectora? Realmente leo muchísimo mas en pantalla de lo que leo en papel. Salvo los libros. Llámenme fetichista si gustan, pero los libros de verdad son impresos, todavía. Ahora, todo ese contenido extra que leo vía web, ¿califica como 'bueno'? No necesariamente: seamos honestos, la cantidad de contenido basura que consumimos vía Internet va en aumento —resúmenes mal hechos de notas que probablemente fueran interesantes en

sus orígenes, pero que una vez diluidas para convertirlas en posts dejan bastante que desear—. Igual, mientras leo otra vez "Las 45 maneras de pelar un huevo duro” les digo que hay mucho material que vale la pena ahí fuera. Y también muchas pequeñas revistas y editoriales que le dan espacio a temas y autores que de otra manera no conoceríamos y ameritan ser, al menos, saboreados. Es solo cuestión de salir de la cáscara de las páginas masivas. Como si pensáramos el proceso de pelado del huevo desde adentro. Ver si a alguien se le ocurrió esta brillante idea antes, revisemos que nos dice San Google... Bueno, sí, uno de los males de esta era digital es la dispersión. Tener tanto de lo que se busca —y no se busca y se encuentra azarosamente también— al alcance de la mano tiene eso. No es algo intrínsecamente malo, porque puede fomentar el proceso creativo, a costas de tiempo perdido en el corto plazo. Y en el mediano plazo, mejor que no me extienda en este tema; cada uno hará su análisis de conciencia, si gusta hacerlo. Yo paso por ahora. Volvamos a lo que nos importa. Los medios digitales nos brindan acceso a un montón de cuestiones que analógicamente serían difíciles de abordar. O información que surgiría de cruzar datos de una biblioteca que, ya sea por costo o espacio, muchas veces no podemos tener en nuestros hogares. ¿Sabías que 'zanahoria' es una palabra cuya raíz es árabe? ¿No? La verdad yo tampoco. Que 'berenjena' venía de por allá me lo imaginaba a fuerza de comidas regionales. Lo que sí se es que tanto post culinario me dio hambre. Disfruten de La Mirilla en su nuevo formato digital —no cambia el contenido, solo el envase— ¡y no duden en empacharse de posts!

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Cuando el ahora ex presidente José Mujica dijo a fines de 2010 : “la mejor ley de medios es la que no existe”, y que si le llegaba una la tiraría a la papelera, no fueron pocos los que pensaron que la iniciativa naufragaría. Sin embargo, casi cinco años después y a impulso de algunos integrantes de la bancada oficialista, sociedad civil y organismos internacionales, el proyecto tomó fuerza y se convirtió en ley. Ahora le toca a Tabaré Vázquez recoger el guante y reglamentar esta norma que pone a Uruguay a la altura de los estándares internacionales sobre libertad de expresión.

Para cuando Mujica hizo aquellas desafortunadas declaraciones, la discusión del proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual -conocida como "ley de medios"- ya se había puesto en marcha. Un comité de expertos conformado por empresarios, academia y sociedad civil llevaba meses debatiendo las principales líneas y se aprestaba a presentar su trabajo. El objetivo era claro: por un lado, abandonar la ley anterior impuesta en la dictadura militar por otra moderna con enfoque en los derechos humanos en general y la libertad de expresión en particular; y por otro, reunir normativa que se encontraba dispersa en varias leyes y decretos para conformar un único cuerpo. El Comité presentó su trabajo a fines de 2010 y con él dio el puntapié inicial del proyecto que se convirtió en ley el pasado 22 de diciembre. El largo proceso de discusión contó con el apoyo constante de las organizaciones de la sociedad civil, academia y organismos internacionales de derechos humanos, como los relatores de Libertad de Expresión de la OEA y la ONU. Mientras, oposición y corporaciones mediáticas -nucleadas principalmente en la Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayosdejaron claro desde el primer momento que no apoyarían la iniciativa.

"Es un camino de luces que se prenden para la democratización de los medios" - Ernesto Agazzi, senador por el FA, a EFE.

El texto de más de 200 artículos destaca, tal como lo señala la Coalición por una Comunicación Democrática ,[1] por los siguientes aspectos: establece mecanismos transparentes para la asignación de frecuencias y límites a la concentración de medios en pocas manos, promueve la producción y el trabajo nacional, defiende los derechos de niños, niñas y adolescentes, garantiza el derecho de las personas con discapacidad auditiva o visual mediante la introducción de la lengua de señas y audiodescripción, e introduce una figura inédita en el marco normativo uruguayo: la Defensoría del Público, que será ejercida por la Institución Nacional de Derechos Humanos. Todos estos aspectos hacen que Uruguay comience a cumplir cabalmente, por primera vez en su historia, con las disposiciones internacionales en materia de libertad de expresión. ¿De qué hablamos cuando hablamos de libertad de expresión? La referencia inmediata al derecho de libertad de expresión figura en el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos. En el primer inciso se fija que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y expresión, y que éste “comprende buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole” y por cualquier medio. Ejercer este derecho a través de los medios de comunicación es considerado de particular importancia, ya que significa una garantía real para que todos los individuos de una sociedad puedan participar del debate sobre los asuntos públicos y que, simultáneamente, la sociedad pueda recibir las diferentes opiniones de todos los sectores. En términos generales, se considera que la libertad de expresión es una condición indispensable para que exista cualquier sociedad democrática. En tal sentido, el Estado no sólo se debe abstener de realizar acciones que creen situaciones de desigualdad y discriminen a cierto grupo de

"Regímenes autoritarios son los que tienen ley de medios" - Asociación Nacional de Broadcasters Uruguayos (Andebu) a El País 7


personas en el acceso a los medios, sino que “los estados están obligados a adoptar medidas positivas (legislativas, administrativas o de cualquier otra naturaleza) para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes que comprometen el goce y ejercicio efectivo del derecho a la libertad de expresión”. [2] Una de las “medidas positivas” que el estado debe tomar apunta a mitigar el principal problema del sistema de medios de comunicación en toda América Latina: los monopolios y oligopolios. Esta situación es incompatible con la libertad de expresión en tanto propaga un discurso único (en base a un sólo interés, sea comercial o gubernamental) sobre los asuntos que va en detrimento de la pluralidad y diversidad; y termina sucediendo que las personas no reciben todas las perspectivas de los asuntos que les conciernen. Tal como señala el catedrático argentino Martín Becerra, la concentración suscita un fenómeno donde los contenidos son producidos únicamente en los grandes centros urbanos de la región (Buenos Aires, San Pablo, Río de Janeiro, Santiago, México DF) para luego ser replicados en los demás países o zonas rurales. Esto genera que las diferentes localidades alejadas de las zonas urbanas pierdan su identidad cultural, lingüística, histórica, etc., en pos del “estándar” que se propaga. [3] Por supuesto que Uruguay no es ajeno a esta realidad. Nuestro país presenta un nivel alarmante de concentración en el mercado de televisión comercial abierta y para abonados. Según destaca [4] un estudio de Edison Lanza (actual relator para la libertad de expresión de la OEA) tres grupos empresariales controlan 95,5 % del mercado de la televisión abierta y 46 % de la televisión para abonados. Esta situación ha generado que la actual oferta de contenidos televisivos carezca de diversidad, dado que tres grupos no compiten, sino que se reparten el mercado ofreciendo los mismos contenidos en la misma franja horaria. Teniendo en cuenta lo señalado, se hace evidente que la discusión pública sobre este tema no puede girar más en torno a la pregunta “regulación sí o regulación no”, como han planteado algunos integrantes de la oposición en el proceso de discusión de la ley. La respuesta es clara: “regulación si”. Ahora, el asunto es: regulación

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en qué marco. Y la mejor forma es que sea en el marco de los derechos humanos. Esto lleva a desechar una frase manida: “la mejor ley de medios es la que no existe”. Afirmar tal cosa es defender una lógica de mercado para un asunto que es de derechos. Y cuando el mercado es quien regula, termina operando, como siempre, en favor de los más privilegiados. La sanción de la norma fue el primer paso para que Uruguay se ponga a la vanguardia en materia de política de comunicación. Pero el proceso está lejos de culminar. Será importante que el gobierno entrante se apreste lo antes posible a reglamentar la ley para garantizar su efectiva aplicación; éste fue uno de los compromisos que lanzó Tabaré Vázquez en plena campaña electoral. La otra batalla se dará en el ámbito de la Suprema Corte de Justicia. Los dueños de los medios de comunicación nucleados en ANDEBU ya anunciaron que atacarán la ley por considerar que incurre en varias inconstitucionalidades. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y el oficialismo tendrán que estar atentos para defender esta conquista histórica e impedir que se retroceda en la agenda de derechos del país. [1] Coalición de la sociedad civil creada en 2010 e integrada por más de 30 organizaciones sociales, académicas y sindicales. [2] CIDH. “Estándares de libertad de expresión para una radiodifusión libre e incluyente” Pag. 3-4 [3] Martín Becerra, “Terremoto mediático en América Latina”, Le Monde Diplomatique 152 (Febrero de 2012) [4] Lanza, E y Buquet, G (2011). La televisión privada comercial en Uruguay, Fesur, Montevideo.

"Vos tenés que ver" es el eslogan de la campaña de la Coalición por una Comunicación Democrática en apoyo al proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Artistas, periodistas y activistas protagonizaron diversos spots audiovisuales a través de los cuales explican a la población por qué apoyan la ley.


OPINIÓN

“ L O M Á S A T R O Z D E L A S C O S A S M A L A S D E L A G E N T E M A L A E S E L S I L E N C I O D E L A G E N T E B U E N A ” . M A H A T M A G A N D H I POR CAROLINA NOYA

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Enfrentarse a una hoja en blanco genera, en muchas ocasiones, una gran incertidumbre. Nervios. Hasta un poco de ansiedad. Pero si los elementos están ahí, si la investigación se concluyó, si las ideas son claras, los dedos empiezan a fluir con velocidad. Y van y vienen. Corrigen y vuelven, retoman, asienten o editan. Pero otras veces sucede que lo que estamos tratando de decir, de comunicar, de hacer saber es tanto, nos toma tan por completo, que hay un mareo de auto edición. De no decir de más. Al elegir una temática para este artículo, estaba convencida que quería profundizar sobre el fallecimiento, ya internacionalmente conocido, del fiscal argentino Alberto Nisman, quien estaba a cargo de la causa por atentado contra el edificio de la AMIA. Investigando, buscando información, consultando, leyendo, siempre llegaba al mismo lugar. A un lugar de desprotección. A un lugar sin garantías. A un lugar de desamparo. Independientemente de las tendencias políticas, de las ideologías, de los trending topic o las teorías de complot internacionales, se repite, una y otra vez, la falta de garantías. Se repite el avasallamiento de las instituciones y de quienes las representan. Se permite, nuevamente, que la causa de terrorismo más importante de nuestra historia argentina vuelva a cargar una lápida más. Para entender el contexto, el fiscal Alberto Nisman fue encontrado sin vida en su departamento, el 18 de enero pasado. Su causa está caratulada como muerte dudosa, en proceso de definición para esclarecer si se trató de un suicido o de un homicidio. Hasta ahora no se ha probado ninguna de las dos. Y la hipótesis de un suicido convence cada vez menos. Este fiscal tenía a su cargo la causa del atentando contra el edificio de la AMIA (la Asociación Mutual Israelita Argentina), ocurrido el 18 de julio de 1994. Su notoriedad como fiscal y el puntapié para la controversia que generó su muerte, se da por implicar en esta causa a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a funcionarios de su gobierno por el supuesto encubrimiento de sus responsables, que presuntamente estarían asociados con Irán. Este atentando se trató de uno de los mayores ataques terroristas en nuestro país, dejando un saldo de 85 personas fallecidas y 300 heridos. Después de años de investigación, y de no llegar a nada certero, la Justicia argentina acusa, en el 2006,

al gobierno iraní de planificar este atentando y a la organización terrorista Hezbolá de haberlo llevado a cabo. Los fiscales que representaban esta causa fueron Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos. De acuerdo a las informaciones oficiales, la investigación de la Fiscalía llegó a la conclusión de que el motivo del ataque se debió a la suspensión, por parte del gobierno argentino, de un acuerdo de transferencia de tecnología nuclear con Irán. La Justicia argentina ordenó la captura de los supuestos siete (entre funcionarios y terroristas) iraníes responsables de este hecho. Un año más tarde la Interpol ratifica esta denuncia y ordena la emisión de las famosas “circulares rojas” para encontrar a los identificados como responsables del ataque, considerados fugitivos. Hasta el momento, Irán no ha extraditado a estas personas para que sean llevadas a juicio, incumpliendo con el fallo de la Justicia argentina. El 3 de marzo de este año el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló en una cumbre en Estados Unidos sobre la responsabilidad de Irán en el ataque a la mutual judía AMIA, cuestionando el intento del presidente Barack Obama de negociar un acuerdo nuclear con Irán. La muerte de un fiscal no es, lamentablemente, novedad. Ha sucedido en Italia, por citar un caso, con fiscales que investigaban las mafias, como también en otras partes del globo. Que el fiscal Nisman estaba llegando a un lugar de gran compromiso político internacional y nacional, tampoco lo es.

"Todos debemos comprometernos y abandonar la indiferencia. La impunidad, las normas y las voluntades que la impulsan, y las personas que la generan y aplican, son un ejemplo de cobardía propio de torturadores y asesinos, y es una renuncia a los principios básicos del estado de derecho". Palabras del Juez español Baltasar Garzón en el 10º Aniversario del Atentado a la AMIA. Buenos Aires, 2010 11


Inclusive hay quienes piensan que no es tan descabellado que haya atentado él mismo contra su propia vida, considerando la presión que recaía sobre sus hombros que son, a fin de cuentas, solo los de un hombre. Tampoco es novedad que pasaron 21 años y aún esta causa está inconclusa. Tampoco es novedad que la soberbia de los gobiernos muchas veces “embarra” la cancha. Tampoco es novedad que una causa por encubrimiento, como la presentada por Nisman hacia el gobierno nacional, debe primero probarse. Pero tampoco es novedad que un fiscal representa al estado. Representa una institución y que su muerte, en un momento bisagra sobre la causa de terrorismo más grande de nuestra historia, solo produce más sospechas e inconsistencias. Nada de esto genera asombro, pero va encendiendo una mecha de indignación que se hizo escuchar en la marcha convocada por los fiscales de la nación el 18 de febrero, a un mes de la muerte del fiscal Nisman. Una marcha llamada la marcha del silencio, ¿ o acaso no hay un sonido más fuerte? Que se movía al reclamo de "Justicia" y "Nisman somos todos". Un silencio significante de abstenerse de hablar, pero con un significado de que empecemos a escuchar lo que pasa. Que claramente no estaba pidiendo exclusivamente por el esclarecimiento del fallecimiento de este fiscal, sino por la lucha contra el terrorismo que duele en

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cada rincón del mundo, por los familiares de las personas muertas en el atentando contra la AMIA, que todavía 21 años después no tienen respuesta. Una movilización que reclamó por la aplicación real de las leyes para todos, por el respeto a los poderes, por el respeto a las instituciones. Que decía no a la indiferencia sobre los temas que nos les gusta hablar, no a la indiferencia sobre lo que les incomoda. Una marcha que se abstuvo de hablar cuando las palabras sobraban, para contrarrestar los mensajes contradictorios y el mucho decir pero nada hacer. Como les comentaba al principio de este artículo, el trabajo previo para esta nota iba dirigido a otra cosa. Pero mis ideas se mezclaron con mis sentimientos como ciudadana argentina, y la segunda ganó la batalla. Porque me duele que la vida valga tan poco. Porque me duele que tengan que seguir pasando estas cosas para despertarnos. Que permitamos que nos vendan gato por liebre y que aún haya sistemas sospechosamente mafiosos que controlen lo que está sucediendo. En mi país y en el mundo. Los invito a que hagan también su catarsis, estén donde estén, con las disconformidades que sufran, con las banderas que lleven adelante, pero que lo hagan saber. Que ya sea en silencio o haciendo ruido, que se hagan escuchar. Porque esta ciudadana todavía cree, ingenuamente o no, que algún día estas cosas dejarán de suceder.


Las redes tejen sueños: #yamecanse Por Jessica Conde

Fotos de Ray Marmolejo/Cortesía de Ya me cansé


Hay tragedias que marcan de forma indeleble a los pueblos. Ayotzinapa es, sin dudas, una herida profunda en un México que se ha convertido en víctima y en victimario. Pero a su vez, representa el detonante que despertó a un gigante que se niega a dejarse devorar por la violencia y la impunidad y que, a través de innumerables expresiones ciudadanas, grita a viva voz: Ya me cansé… pero también propongo.

Hay un discurso que la clase política reproduce casi por instinto. Es el de construir juntos el camino y participar activamente como ciudadanos. ¿Pero qué pasa cuando la ciudadanía efectivamente propone acciones concretas? Esa es una pregunta que impulsa la iniciativa “Ya Me Cansé, Por Eso Propongo”, conformada por un colectivo de organizaciones que busca encauzar el descontento manifestado en las redes sociales y transformarlo en un ejemplo de participación ciudadana y expresión popular, que surge en medio de un clima de agitación, cuyo detonante fue la desaparición forzada de 43 estudiantes de la escuela Normal rural de Ayotzinapa. Ya me cansé, por eso propongo, nace en noviembre de 2014 como respuesta a la movilización social en torno al hashtag #YaMeCanse, creado a partir de las declaraciones en conferencia de prensa de Murillo Karam, Procurador de la República, sobre la desaparición de los estudiantes el 7 de noviembre de 2014. “El objetivo consiste en ir más allá de los posteos en redes sociales al materializar las propuestas en forma de tarjetas postales para que sean vistas por la sociedad civil y el gobierno”, nos cuentan los integrantes del proyecto en comunicación con La Mirilla desde México. Surgir de las cenizas La iniciativa invita a los ciudadanos a generar propuestas para mejorar la situación política, social y económica, a través de la creación de una postal. Impresas desde el 2 de marzo, ya han sido entregadas al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, junto a un resumen de los principales temas que surgieron a través de ellas, llamado “Diez Batallas Ciudadanas”. Estos

"El colectivo está conformado por jóvenes académicos, cineastas, escritores, actores, activistas y diseñadores y no tiene apoyo ni vínculo con ningún tipo de institución gubernamental, política, empresarial o religiosa. Los colectivos de artistas y trabajadores de la cultura, El Grito Más Fuerte y Bala Buena, así como Sopitas.com se sumaron a la iniciativa y los videos de promoción que crearon para apoyarla tienen más de 150,000 visitas entre los distintos canales de video en la red". #yamecanse


ejes son el fruto de un análisis cuantitativo y cualitativo de los contenidos de las postales, donde se identificaron los principales temas con el fin de generar un documento que ayude a definir una agenda ciudadana en la presente coyuntura. “El 3 de marzo las exhibimos y leímos en voz alta en la plaza del Monumento a la Revolución en la ciudad de México. En los próximos meses continuaremos con las exhibiciones, foros de discusión y presentaciones de las propuestas ciudadanas”, señalan desde #yamecanse. Entre el 14 de noviembre de 2014 y el 22 de febrero de 2015, los ciudadanos tuvieron la oportunidad de manifestarse a través de la página web www.poresopropongo.mx. Allí, las personas pudieron subir una imagen y escribir una propuesta, y así generar su propia postal. “Puede ir desde lo individual y muy específico hasta las grandes reformas generales que a juicio personal, son las que el país necesita para enfrentar este difícil momento. Más allá del espacio en cada postal, no hay límites ni censura”, indican. Si bien es difícil el ejercicio de transformar la queja en una propuesta -siempre es más fácil reclamar que participar activamente- la

respuesta fue muy buena. “Hubo una gran respuesta, considerando no sólo las ocho mil postales que recibimos sino el hecho de que varios grupos replicaron esta iniciativa en sus propias comunidades”. Es así que varios grupos replicaron la actividad en diferentes ámbitos y localidades, como por ejemplo “Ya Me Cansé, Por Eso Propongo en Jocotepec”, jóvenes universitarios en Metepec -que trasladaron sus propuestas a un diputado local-, la Escuela de Lancaster, entre otros. “Creemos que parte fundamental de esta iniciativa es el proceso de toma de conciencia y el compromiso que implica ponerse a pensar en qué cambios queremos y compartir una propuesta al respecto. Es parte de un proceso de participación cívica y reconstrucción del tejido social que creemos que es lo fundamental para una verdadera democracia, para así lograr los cambios que queremos. Es la idea de que la participación no sólo es en las urnas y no sólo es por medio de líderes o expertos, sino de ciudadano a ciudadano”. De la postal a la acción Procesada la participación de la población, el


desafío siguiente es lograr que las propuestas generen un impacto tangible y se traduzcan en una agenda que pueda generar políticas reales. Al respecto, desde la organización nos cuentan que continuarán trabajando en diferentes frentes, para poder ejercer presión en la clase política y lograr los cambios necesarios. “Por un lado queremos crear conciencia sobre la importancia de estas propuestas por medio de foros de debate y discusión en espacios públicos; por otro lado, insistiremos ante las instancias de gobierno que nos recibieron para que se comprometan a llevar a cabo reformas en los temas de las diez batallas ciudadanas y otras propuestas ciudadanas incluidas en las postales; y trabajaremos con organizaciones de la sociedad civil como las que ya se han sumado para complementar y apoyar el trabajo que ya se hace en muchos de estos temas en los que la ciudadanía quiere cambios”. Estas constituyen las líneas de trabajo de un proyecto al que aún le resta camino por hacer, pero que se ha comprometido en oficiar de plataforma para el empoderamiento de la población mexicana, que cada vez busca más espacios para mostrar su descontento e involucrarse en la reconstrucción del tejido social, minado por la lucha contra el narcotráfico y los vaivenes de la vida política del país.

A medida que uno lee las postales, comienzan a perfilarse algunos ejes de descontento: el rechazo a la partidocracia, la indiferencia de los círculos de poder frente al reclamo popular, la impunidad reinante y la incapacidad de los gobernantes -sean Gobierno u oposición- de constituirse como una fuerza capaz de atender la situación actual de México. Entre líneas, uno puede sentir esa voz que dice, como un secreto a voces, que ya no existe la democracia como tal. Pero también hay redes que se están tejiendo y que coinciden en que el camino es generar conciencia y en que la ciudadanía deje de ser un mero espectador y se convierta en artífice de los cambios, reclamando, proponiendo, participando de la vida democrática del país. Ya me cansé propone una instancia más de expresión ciudadana, de democracia, que ciertamente se ve reducida en muchas ocasiones a la expresión mediante el voto, como mecanismo de censura o aval para los gobernantes. Es una interpelación directa al Gobierno, una muestra de que el pueblo también puede articular su propia agenda y que está dispuesto a luchar por ella. Una muestra de que tiene herramientas para articular su sentir, su inteligencia colectiva, utilizando no sólo las redes sociales y la tecnología, sino su creatividad, su cotidianidad perdida de vista por los políticos que parecen alejarse cada vez más de sus gobernados. Una propuesta que nace desde la indignación, pero cuyas raíces, nutridas por las propuestas de la sociedad mexicana, prometen dar sus frutos.

“Ayotzinapa ha marcado un antes y un después en México. Hay una toma de conciencia generalizada sobre las consecuencias de la guerra contra el narco, la violencia que impera en el país y sus causas estructurales. Los mexicanos siguen exigiendo justicia, no sólo por los 43 sino por los miles de muertos y desaparecidos de los últimos 8 años. No estamos satisfechos con las respuestas que ha dado el gobierno, tanto a este caso, como a las razones de fondo por las que ocurrió esto, y miles de otros casos de violencia, corrupción e impunidad.”


Portadoras

de una nueva sensibilidad


"La resistencia es la vida" Lema popular kurdo La mujer, protagonista del siglo XX, hoy mira al nuevo milenio con aire de comprender a estos tiempos que la han llamado a jugar un papel clave. Aún en el centro de las zonas más hostiles del mundo se organizan fuertes movimientos de resistencia, y conforman una lucha que va mucho más allá de la independencia de su territorio. En Kurdistán las mujeres enfrentan a ISIS con la mira puesta en una revolución que desafía el statu quo represor. Las mujeres son quienes más han exigido sus derechos en el último siglo. Sus reclamos han evidenciado a la cultura machista dominante. Sus voces, cada vez más influyentes, han demostrado estar muy acordes a la sensibilidad de los tiempos que corren, mientras se van socavando los cimientos de poder de una gerontocracia machista que se siente desorientada por estas expresiones En este contexto cada 8 de marzo no es una fecha aislada si pretendemos construir una sociedad diversa, plural y que supere los escollos destructivos del actual sistema. Decía Barran que la historia del hombre es la eterna lucha por la libertad: si el entrañable profesor estaba en lo cierto debemos agregar que esa lucha no es posible sin las mujeres. Diversas organizaciones van creando femineidades muy diferentes a las que conocemos. Están cuestionando y derrocando estructuras feudales y patriarcales que tienen miles de años. Desde uno de los rincones más conflictivos del planeta se ha levantado una voz que lleva años gestándose en estado de opresión, pero que en 2014 ha demostrado ser un bastión de referencia en la lucha por la igualdad de género. Kurdistan Sirio ha impedido que el temible Ejército Islámico (ISIS) se haga con el control de una de sus ciudades principales, Kobane. Muchos de nosotros, desconocedores de esa

realidad, nos hemos sorprendido al ver milicianas kurdas luchando en una sociedad que se ve como conservadora y dominada por los hombres. Los medios de comunicación, e incluso hasta las revistas de moda, se apresuraron a apropiarse e instrumentalizar la lucha de estas mujeres como si fueran una especie de fantasía “sexy” al estilo occidental. Han focalizado su interés en elementos muy superficiales como que “los combatientes del Estado Islámico temen a las mujeres kurdas porque si una mujer los mata no van a ir al cielo”. Ignoran que atrás de esas imágenes hay un proyecto político de emancipación radical. Las kurdas no empuñaron las armas por primera vez frente a ISIS. Las mujeres en Kurdistán han enfrentado diversas formas de opresión. Ser integrantes de un pueblo sin Estado, cuya suerte varia junto a la cambiante situación de las regiones que habitan, agrava mucho más su situación. El pueblo kurdo lleva una extensa lucha por su libertad y autodeterminación. Sus derechos fueron suprimidos una vez destruidos los antiguos resabios del Imperio Otomano, tras la Primera Guerra Mundial. Este hecho determino su división en cuatro Estados modernos: Turquía, Irán, Irak y Siria. En el marco de esa lucha surge en 1970 el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK)


de orientación marxista-leninista, que busca la liberación del pueblo kurdo y la creación de su propio Estado. Desde sus orígenes se incluyó en su ideario la liberación de la mujer como base para la revolución social. A finales del siglo pasado el PKK abandonó el marxismo-leninismo y adhirió a la doctrina del “Confederalismo Democrático”, basado en las ideas del anarquista Murray Bookchin y la experiencia del Movimiento Zapatista en México. El "Confederalismo Democrático" promueve un autogobierno local radical y de base, con igualdad de género y ecológico. Cuestiona las fronteras arbitrarias que se le han impuesto, pero toma en cuenta la diversidad cultural existente en la zona y propone una organización que incluya todas las etnias y culturas de la región. Sus núcleos ideológicos pivotean sobre el socialismo, el ecologismo y el feminismo El antropólogo kurdo Mehmet Dogan plantea que: “el Confederalismo Democrático no prevé solamente la autodeterminación de los pueblos kurdos, turcos, armenios, árabes y persas, sino que también apuesta a construir una manera de organización comunitaria desde la base, donde todos podamos vivir en armonía con la naturaleza, donde hombres y mujeres sean realmente iguales”. Las mujeres kurdas entienden que su lucha no solo es contra el ejército turco o contra el ejército que los bombardee, sino que la verdadera guerra es contra la estructura patriarcal arraigada hace más de 5 mil años. El líder de los kurdos, Abdullah Öcalam, preso en Turquia desde 1999, considera que no es posible un planteamiento revolucionario sino se aborda el tema de la mujer, si no se empieza liberando a la mujer. Este es el tema de primer orden, después está todo lo demás. "La revolución debe cambiar la mentalidad patriarcal de la sociedad, de lo contrario la historia se repetirá y las mujeres lo perderán

todo una vez se logre la 'liberación'. Por eso el concepto de revolución debe incluirlas activamente si se pretende conseguir una libertad verdadera." En ese marco se han creado organizaciones de defensa de mujeres como la YPJ, fundada en 2012 como una “brigada femenina de la milicia izquierdista kurda”, y que cobró relevancia internacional en agosto de 2014 cuando liberó a miles de yazidís atrapados por ISIS en el Monte Sinjar. En este momento una brigadista fue entrevistada por medios occidentales y manifestó: “no quiero casarme o tener hijos o estar en la casa todo el día. Quiero ser libre”. Existen además otras organizaciones como La Yekîtiya Star que vela por el cumplimiento de ciertas normas, como por ejemplo que todos los cargos en el gobierno estén ocupados por una mujer y un hombre, o que un hombre que haya ejercido violencia contra una mujer no pueda formar parte de la Administración. En el Kurdistan Sirio estan penados los matrimonios forzados, la violencia doméstica, los asesinatos por honor, la poligamia, el matrimonio infantil y el “precio de la novia”. El objetivo es asegurarse que la sociedad internalice el hecho de que la liberación de las mujeres es un principio básico para la libertad y la democracia. Las milicianas Kurdas no sólo llevan a cabo una guerra existencial contra ISIS, sino que también llevan a cabo una revolución social: están liderando una lucha radical que ha roto el estereotipo orientalista que muestra a todas las mujeres como pobres víctimas desahuciadas. El proceso kurdo reaviva la esperanza en un Oriente Medio desgarrado por las guerras injustas, las tensiones étnicas y el sectarismo. La democracia independiente y la paz sostenible son posibles. Escoger el “menos malo” no es la única opción, en contra de lo que el contexto de la Primavera Árabe hacía pensar.


Cambiando DE FRENTE FOTOREPORTAJE DESPEDIDA DEL EX PRESIDENTE JOSÉ "PEPE" MUJICA Y ASUNCIÓN DEL NUEVO PRESIDENTE DE URUGUAY, TABARÉ VÁZQUEZ

Por Diego Obispo


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Si querés formar parte de la sección "Click!", podés enviar tus trabajos (máximo 6 fotos) a redaccion.lamirilla@gmail.com, indicando nombre o seudónimo, datos de las fotos y tus páginas de contacto (fanpage, flickr, web, etc). Las seleccionadas formarán parte de nuestro próximo número.


GUSTAVO VELÁZQUEZ


CHE, PONEME UN DISCO POR BELÉN FOURMENT

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Si no puedes con tus enemigos úneteles, y si no podés combatir la piratería generá alternativas. Esa es la filosofía que en Uruguay predica Nuevos Discos, que vende música de la manera más original que a alguien se le haya ocurrido: a través de una remera. ¿Cuánto se ha hablado sobre la piratería? ¿Cuánto se ha escrito, discutido y filosofado sobre la descarga ilegal de música, películas, textos y un sinfín de materiales? Demasiado. ¿Y cuántos fueron los artistas que prefirieron adaptarse a ofrecer su producto por otras vías, incluso gratuitamente, para cortar con esta cadena de violación de derechos? Muchos. El combate a una modalidad fomentada por una herramienta tan incontrolable como internet se instauró en las sociedades, pero a medida que lograr el éxito se fue transformando en una utopía vino la búsqueda necesaria, urgida y ardua de alternativas para sobrevivir. En Uruguay una de las posibilidades más flamantes e interesantes la encontró en el mercado musical Nuevos Discos, un proyecto conjunto de músicos y artistas gráficos que buscan promover la actividad independiente dándole un marco físico y por demás cool al disco descargable: una remera. ¿Ya nadie va a escuchar tu remera? José López dice que no es el cabecilla de la banda, pero sí es dueño de una de las cabezas que está detrás de Nuevos Discos, que ofrece la creación de un medio novedoso para producir el intercambio entre el artista y el público, entendiendo que el arte tiene un valor que debe ser reconocido pero que también puede ser impulsado por otras vías. Es él el que le cuenta a La Mirilla que todo esto surgió a partir de una experiencia con Hermanos Láser, banda que tenía la inquietud de vender remeras y dar la oportunidad de bajar su álbum homónimo. Su deseo se concretó, funcionó y abrió la cancha a replicarlo con otros grupos a través de la directa participación de Sebastián Cáceres, uno de los Láser. Así, Los Prolijos fueron los primeros en editar bajo la etiqueta "Nuevos Discos” con su trabajo Pasto

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Azul (los Láser son de la casa) y los próximos en llegar al mercado en formato remera -o algodón, como ellos lo llaman- serán Dinamita & La Swing Factory con No hay más tiempo que perder, su segundo disco. “Editar en algodón es una forma de devolverle a la descarga digital de música algo de aquella magia que tenían los CDs. Crear un objeto querible, para que un álbum sea algo más que bits en un disco duro. Al mismo tiempo, creemos que estamos ayudando a zanjar el hábito de pagar por la descarga de un disco. Los artistas independientes invierten un montón de tiempo y dinero para la realización de un disco. No nos parecía justo que no tuvieran un retorno, aunque sea mínimo”, explica José sobre el proceso de gestación de Nuevos Discos.

La operación que plantean es simple: un ciudadano va a uno de los cinco puntos de venta que hay en Montevideo (o lo solicita vía mail, lo que tiene un costo extra por el envío) y elige una bonita remera con un diseño de autor. En el caso de la de los Láser la ilustración está a cargo de Martín Azambuja -tiene un cohete blanco sobre un fondo de color a elección y algunos simbolitos espaciales alrededor-, y en la de Los Prolijos el trabajo es de Francisco Cunha - un personaje barbudo toma mate guitarra en mano (o cuerpo). Luego, el ciudadano abona el monto de $ 400, se lleva una cajita de cartón con la remera adentro a su casa, y cuando llega ingresa a la web de Nuevos Discos y digita un código que viene impreso en la etiqueta de la prenda. Ahí sucede la magia: el álbum de la banda se descarga y queda guardado en el disco duro de su PC para ser escuchado las veces que cada uno desee. “Indirectamente, tener remeras de autor siendo parte del paisaje urbano significa promoción tanto para los músicos como para los diseñadores involucrados”, valora José. Aunque claro, más allá de que la iniciativa es original, copada y divertida, el problema económico está presente como de costumbre. “Por el momento nos estamos financiando nosotros mismos, por lo que la frecuencia de lanzamientos hasta conseguir financiamiento externo va a ser gradual”, explica uno de los creadores del proyecto, que no se apura al respecto. De hecho, cree que es demasiado pronto como para evaluar objetivos, al margen de la devolución positiva que han tenido a través de las redes sociales. “Hasta ahora estamos muy contentos con lo que ha vuelto, y simplemente seguimos”, afirma.

"¿CÓMO FUNCIONA ESTO? - La banda graba su disco. - Un artista gráfico se inspira en él para crear una estampa. - La remera estampada incluye un código para descargar gratis el disco en cuestión. - El público accede a la descarga del disco y se queda con un objeto que tiene valor de uso." www.nuevosdiscos.com 24


MONO: UNA EDITORIAL PARA LOS MÁS PEQUEÑOS Por Jessica Conde Ilustraciones:Editorial Mono

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Fomentar la lectura entre el público más joven es una tarea titánica en épocas donde Internet parece haberle ganado al libro impreso. En este escenario, la editorial Mono se propone sumergir en la literatura a los más pequeños a través del mundo digital, con contenidos de calidad y de forma gratuita. Si reviso en el baúl de los recuerdos, una de las primeras cosas que surgen es una colección de libros que atesoro desde hace casi 23 años. Una serie de cuentos entre los cuales se encuentra “Andy, la captadora de imágenes”, que caló tan hondo en mi que, al llegar a mi etapa adulta, decidí emprender mi camino en la fotografía. Esa relación niño-libro, con la llegada del mundo virtual, se ha desdibujado y es una realidad inapelable que la mayoría de los pequeños preferiría un videojuego a una tarde de lectura. Aun así, la editorial digital infantil Mono decidió irrumpir en escena, proponiendo una forma diferente de acercar el mundo de la lectura a los más chicos, en tiempos modernos. Cara de... Una visita al jardín de infantes desembocó en el proyecto Mono, cuyos libros son publicados semanalmente en formato digital y a los cuales se puede acceder de forma gratuita. “El hecho de ser redactor creativo con pretensiones de escritor me llevó a querer leer a los niños un cuento que yo escribí y sugerir luego una actividad a partir del cuento”, señala Andrés Garín, creador de los cuentos que conforman la biblioteca digital de la editorial y director del proyecto. Junto a él trabajan Juan Purtscher, quién da vida a los textos a través de sus ilustraciones, y Matías González, a cargo del diseño web y de musicalizar a Mono. “Estábamos trabajando con Juan y con Matías en la editorial digital infantil y eso fue una prueba de fuego. Del taller, salió la versión final del texto que

A través de www.mono.com.uy, los más pequeños pueden acceder a todos los contenidos de la editorial. luego fue ilustrado.” Ese texto es “Cara de tomate”, un libro dirigido a niños de entre 3 y 6 años, dedicado especialmente a Ana hija mayor de Andrés- y Nico, creador del apodo que daría nombre al primer cuento de Mono. “Juego con los compañeros y compañeras de mi hija a la salida y en ese juego me quedó el apodo de ‘cara de tomate’ y me fui con ese concepto a escribir. Se lo debo a Nico, compañerito de Ana que en ese entonces tenía cuatro años”, cuenta Andrés. Desafío constante Con 4 meses de vida, 17 libros publicados y más de 10.500 visitas mensuales, Mono pisa fuerte en el mundo de la literatura infantil no solo por sus contenidos sino por la concepción global del proyecto. El equipo se propone publicar un libro por semana y ese ritmo aumenta las exigencias. Que todo fluya correctamente es fundamental. “Creo que el trabajo con Juan es muy fluído, y la libertad que tiene cada uno en su rol, es clave” señala Andrés. “Confiar en el otro. Algo similar ocurre con lo musical. Le doy la letra a Matías, le doy una idea de melodía y luego espero que me sorprenda con el resultado”, agrega y destaca que también se han propuesto el desafío de escribir una canción por semana. Pero aun con todo este caudal de trabajo a cuestas, este proyecto de naturaleza inquieta quiere expandir sus horizontes. A los libros digitales también se suman Mono TV, Mono Radio y Mono Teatro, además de

"Mono lee para dormir mejor, lee para no aburrirse en el viaje, lee para aprender palabras nuevas, lee para ir a otros lugares desde su hamaca paraguaya. Lee para saber más y compartir lo que sabe". Así se define Mono a través de su página web


talleres en centros educativos, donde la propuesta ha tenido honda repercusión. “En el caso de teatro, vino Valentina Seijo y me planteó ir a los Fondos de Fortalecimientos de la Intendencia de Montevideo y de la Sociedad Uruguaya de Actores. Ojalá ganemos el dinero para la financiación de la obra, pero de no ser así, Mono Teatro saldrá igual, porque estamos trabajando mucho para lograr el objetivo”, cuenta Andrés, a quien la idea de ser dramaturgo y de aprender del proceso creativo que implica una obra de teatro lo sedujo. “El equipo es muy talentoso: Rodrigo Vignoli, Macarena Prada, Mavi Amigo, Tamsi Romero, Matías Lawlor, Juan Purtscher, Matías González y espero no haber olvidado a nadie”. Con los pies en las nubes Escribir para niños no es una tarea sencilla y el público puede ser el más cruel de los críticos. Pero a Mono,

en su corta vida, le han sobrado muestras de que va por el camino correcto. “Muchos elogios, gente que quiere sumarse a hacer cosas, gente que trabaja con niños y niñas y ya está usando los materiales. Más de 30 medios ya han difundido el emprendimiento, en casi cuatro meses”. Muestras que dan el empuje necesario para seguir creando. ¿El secreto? “Ser observador, ser comunicador, ser padre, jugar con niños, consumir contenidos infantiles y ver que podría sumar. Eso es lo que a mi me funciona”, dice Andrés. “Muchas veces los sentimientos de niños y adultos son los mismos, solo que se viven distinto, ahí está a veces el desafío”. Como en el libro “La Ciudad de Todos los Colores del Mundo” de ésta misma editorial, un cambio era necesario y sin dudas, Mono está dispuesto a hacerlo.


Por Nicolรกs Marrero

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¿Qué es eso del nomadismo? ¿Aún existe? ¿Cómo nos vinculamos quienes no vivimos en un lugar en concreto? ¿En realidad podemos decir que estamos "viajando"? ¿Cómo nos han transformado las conexiones, redes e internet? ¿Cómo pasó el gato a ser un animal doméstico? ¿Estamos condenados a tener vecinos molestos? Son preguntas que me planteo algunas veces cuando estoy en la ruta viajando en autostop en Europa del Este, tomando una cerveza en alguna playa del Atlántico o comiendo alguna fruta en alguna selva tropical. Lo invito a develar estas cuestiones y quedarse con mucho más preguntas que respuestas. El estado natural del humano Me imagino un cuento. Algo así como un relato de aquellos del "Érase una vez" que salían en los ochenta (puta madre, que vejez que tengo) acerca del ser humano siendo nómada. Una familia; hombre, mujer e hijos pertenecientes a una tribu. Una lanza, ropa de piel de algún oso polar, bolsas de cuero que servían para transportar lo necesario (que vaya a saber lo que era necesario en aquella época: ¿piedras? ¿Puntas afiladas? ¿Garrotes? La verdad que ni idea). El silencio de un mundo despoblado, los continentes congelados, algún mamut en la tundra a contra luz de una puesta de sol, un tigre dientes de sable y un roedor persiguiendo una rebelde nuez marrón ¡Ah! No, espere. Esa película ya la vi. Prosigo: usted sépame disculpar estimado lector, no soy antropólogo, sólo soy un viajero que escribe cosas de las cuales no tiene mucha idea. Pero me imagino a ese prematuro ser humano, caminando en tribu, alrededor de ese fuego recién descubierto, teniendo por familia a todos los miembros de la manada, creando ese sentimiento del "ser parte", persiguiendo el camino ese que aún no estaba hecho, reproduciéndose y regando de seres humanos todo el planeta tierra. En mi ignorancia en estas cuestiones de evoluciones y darwinismos, tengo la firme convicción de que el nomadismo es el estado natural del ser humano (sí, ya sé: una firme convicción basada en la ignorancia). Vaya a saber uno el por qué un buen día esa tribu dijo: "bueno, aquí nos quedamos", y comenzó a construir chozas, criar chanchos, tener gatos de mascotas, extinguir mamuts, plantar maíz, tener vecinos, hacer calles, elegir reyes, levantar murallas, matar a esos vecinos y conquistarles el espacio, adorar estatuas y colgar carteles de "Bienvenidos a Santa Marta. 9.234

habitantes". Tiendo a creer que esa tribu se estacionó por un motivo muy similar al de Forrest Gump cuando paró de correr luego de tres años, dos meses, 14 días y 16 horas: porque estaba cansado. Solo por eso. Gente y pueblos nómadas han existido siempre y aún existen. Beduinos en tierras árabes, tuaregs en el desierto del Sahara o gitanos en Europa. Pero cada vez más se ven reducidos a pequeños grupos, acorralados por un mundo de fronteras y leyes migratorias. Neonomadismo Pienso en la palabra viajar. Pienso en todo su contenido. Pienso cuando la gente me dice: "así que usted anda viajando" y del cómo no sé qué contestar. Si la pregunta me la hacen en una conversación de paso, me resigno y les digo que sí. Pero la verdad es otra, porque si me pongo a analizar en mayor profundidad, yo no estoy de viaje. No al menos en lo que significa en nuestra sociedad el “viajar”. Paso a explicarle estimado lector: nos hemos criado en una sociedad sedentaria, de esa que cría gatos y se pelea con los vecinos. Esta sociedad, tan anidada a su sofá, ve como algo ajeno eso del viajar. Tal vez no ajeno, sino como algo extraordinario. Algo que uno hace de vacaciones o en algún período largo de tiempo cuando es joven y anda en busca de holandesas rubias o australianos de dos metros de altura. Hoy día, el moverse de un lugar a otro va a contrasentido de la vida que se piensa "normal". El viaje es tomado como algo fuera de lo común, desnaturalizado de nuestra parte medular del ser. Aun así, y aunque parezca contradictorio, creo que la sociedad está cambiando. O al menos en una parte de ella. Creo que estamos frente a una generación que

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está creando un nuevo estrato social, esa que viene haciendo desde hace 30 años y es hija de la crisis de un sistema que cada vez abruma más con sus exigencias y obligaciones enajenantes. A la vez, este mundo en que nos toca vivir nos regala herramientas para que cada vez más dependamos menos de un espacio geográfico en concreto. Le voy a ser más claro, querido lector: hoy en día se está creando una tribu global que se vincula desde lo virtual. Estamos ante un resurgimiento del nomadismo. Para que quede más bonito el rótulo, lo llamaremos "neonomadismo". Marshal McLuhan hablaba de cómo las sociedades se transformaban en base a los cambios tecnológicos que se presentan. Cuando ese nómada primario inventó el aparato para abrir la tierra y plantar la semilla, se tuvo que quedar en ese lugar para cuidar su plantío y cosecharlo (claro ¿qué se pensaba usted? ¿Que la analogía con Forrest Gump era en serio? Ahora que pienso, por eso debe ser que los gatos aparecieron y ellos mismos decidieron domesticarse. Porque el gato va donde haya comida y confort, tal es su interés egocéntrico). Cuando a Gutemberg se le ocurrió inventar la imprenta estaba inventando algo enorme que cambiaría el curso de la humanidad: la masificación, archivado material y producción en serie del conocimiento humano (¿por qué se piensa que el catolicismo tuvo el auge que tuvo? Con mucho respeto hacia usted, hermano lector). La electricidad dio luz a la noche y sirvió de base para todo lo que iba a venir (no le agradezca a Edison, sino a Tesla, ese ilustre casi desconocido). Este modesto escritor quiere hacerle un aportecito al señor McLuhan (uno de los padres teóricos de la comunicación) y decirle que la creación de internet ha transformado nuestra sociedad. Él ya algo hablaba en su "Guerra y paz en la aldea global" pero no me voy a poner a explicar eso del "medio es el mensaje"; una porque no lo quiero aburrir con lo académico y otra porque es un concepto que nunca terminé de comprender (la verdad sea dicha -búsquelo en Wikipedia, si quiere, y de paso me escribe y me lo explica-). Este cambio tecnológico crea a ese flaco de barba que es fotógrafo freelance y tiene veintemil seguidores en Instagram, la rubia anglosajona que hace el diseño de diversas páginas web, el poeta devenido en cronista de viajes para su blog de cuarenta mil visitas mensuales, la youtuber que filma con la GoPro el salto desde la cima de alguna sierra, y el escritor que dejó el periodismo para hacer un libro de viajes y venderlo online por Amazon.

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«En vez de dirigirse hacia una vasta librería de Alejandría, el mundo se ha convertido en una computadora, un cerebro electrónico, exactamente como una pieza de ciencia ficción infantil ». Marshall McLuhan


Ejemplos de personas que no necesitan ahorrar para invertirlo en ladrillos, ni tienen que comprar comida para gatos o pedirle al vecino que baje el volumen de la radio porque le llega el relato adelantado. Personas que descubrieron que ya no tenía sentido continuar reproduciendo patrones culturales de una tribu industrializada y siguieron a otra tribu, esa que viaja, que se mueve y se empodera del mundo. Estamos frente a una nueva manera de vincularnos con nuestros pares. Esta generación, que ya nace con un iPad abajo del brazo, establece nuevos tipos de relaciones a todo nivel: de amistades, laborales, familiares, sentimentales u artísticas. Esta nueva tribu digital cambió la lanza por el lápiz óptico, el bolso de cuero por la mochila Quechua de 60 litros, o al mamut a contra luz en el horizonte de la tundra por la selfie de una atardecer en alguna playa del Pacífico.

Esta nueva tribu ha cambiado el concepto de presencia, porque ya no marchan juntos de la mano, ahora se siguen en Twitter y el círculo alrededor del fuego se ha cambiado por las videoconferencias. Las colaboraciones y las producciones de símbolos que los unen bajo un mismo patrón de reconocimiento navegan en el éter de las redes. El mochilero, el flashpacker o el viajero itinerante se reconoce cuando se cruza con otro, por más que nunca hayan compartido el camino o alguna charla tras una presentación formal. Por eso, para muchos de nosotros, el viajar es mucho más que viajar. Es una forma de vida, ser parte de una tribu global, es traer de nuevo ese estado natural de una humanidad que nació caminando y en movimiento constante. Solamente debemos resignarnos a no poder criar gatos o tener vecinos molestos.

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GASTRONOMÍA

Por Romina Cirillo


Entre tantas cosas que uno recibe a diario por mail me llegó una invitación al primer concurso de “Arte Latte” a desarrollarse en Argentina, lo que me llevó a dos cosas: la primera, sentirme vieja. Mi cabeza se preguntaba: “¿qué es eso?”, aunque una leve idea tenía. Lo segundo fue investigar esta maravillosa técnica, para que juntos descubramos esta nueva forma de arte en la gastronomía moderna, conocida como arte en café con leche, arte “barista” o como mayormente es difundida, “arte latte”.

Sencillamente se trata de la técnica de realizar dibujos sobre la leche vaporizada que acompaña al café expresso en su superficie. Básicamente, el expresso actúa como lienzo mientras que la leche lo hace como pincel y pintura. Gracias a los baristas nace esta particular forma de arte gastronómico allá por 1980. ¿Quiénes son? Profesionales que se especializan en el café de alta calidad, en la creación de bebidas y estilos, usando diferentes esencias, licores, tipos de leches, entre otros tantos elementos, pero siempre tomando como base fundamental el café. Y es precisamente de la mano de ellos que el Arte Latte nace al mundo. Si bien no se sabe a ciencia cierta por qué se utiliza el café expresso para hacer estos diagramas, muchos coinciden en que su sabor tan fuerte, penetrante y característico hace que se transforme en el acompañante ideal del arte barista, haciéndolo aún mucho más atractivo para los amantes de esta bebida. Es bueno remarcar que con la creación de las máquinas de café expresso los profesionales cafeteros pudieron incorporar leche vaporizada y así dar el puntapié inicial. Vertido y Etching Son las dos técnicas empleadas para crear arte latte. La primera, “vertido libre”, consiste en manipular el flujo de leche vaporizada desde un jarro hacia la taza de café. De esta manera, combinada junto con el movimiento de la muñeca, se llevan a cabo las figuras deseadas. Paciencia, habilidad con las manos y mucha práctica son los tres elementos fundamentales para esta técnica. Las figuras básicas del vertido libre son: el corazón, la roseta, el tulipán y el cisne. El segundo estilo, “etching”, se trata fundamentalmente de contar con un verdadero talento artístico. Aquí el barista dibuja literalmente sobre el café, empleando diversas herramientas con el único fin de crear imágenes a nivel 3D. Los dibujos creados son innumerables y van desde ratones y ositos hasta rostros de personajes reconocidos. Ya sea uno u otro el estilo empleado, no se puede negar el talento y lo maravilloso que es recibir un café con semejante presentación, aunque solo dure unos pocos minutos.

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Torneo en Argentina Este 14 de marzo en la ciudad de Buenos Aires, en el local de dulces artesanales “Del Viento”, se llevará a cabo el primer campeonato de Arte Latte. Baristas profesionales y amateurs podrán demostrar sus cualidades frente a un gran público. La cita es el sábado 14 de marzo, desde las 9 de la mañana en el local ubicado en República de Siria 3037 del barrio de Palermo. Para participar enviá un mail a esta dirección con todos tus datos a: contacto@delviento.com.ar.

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TRES X TRES

Tres países, tres propuestas Mercados de productos orgánicos: una alimentación más sana y sustentable

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RELATOS

Érase una vez Por Sebastián Walch Abete

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Ya no era como antes. Ahora ellos podían hablar sin conocerse. Además, la vida cada vez era más corta, sintiendo eso que pasaba cuando estaba por terminar algo y lo único que nos quedaba era esperar. Todos eran pasajeros de situaciones impensadas y amores a medias. Todo se fue dando cuando se encontraron dos personas en una red social y comenzaron a contar lo que le sucedía a cada uno. Y la casualidad gobernó muchos momentos y la realidad no era más que un montón de hojas en el más grande de los incendios. Ella decía vivir con su ex. Él también. Las situaciones eran más o menos la de compartir techo con aquel amor que por alguna razón se fue perdiendo, al punto de cortar de raíz historias que no se iban a olvidar. Y todo fue levantando temperatura. Digamos que las situaciones mediante el chat se fueron dando tan constantes que casi no paraban de hablar. Todo les divertía. Les gustaba lo mismo. Creían en esas casualidades prefabricadas. “Vamos a vernos”, dijo ella. Él se moría de ganas, pero no quería apurar los momentos. Sentía que todo llegaría a pasar como una fogata en el hielo: de tanto fuego, todo se derretiría. Y no sabía si quería eso realmente. Ella pensaba que todo podía salir bien y acoplar ideas de lo que pasó para que no volviera a pasar. En definitiva, seguía pensando en su ex. Pero quería demostrarle, con su maldito orgullo, que podía vivir sin él. Se encontraron en un momento complicado. Hasta los vio gente, pero las conexiones interpersonales decían que no iba a pasar nada. Era su banco, su momento, todo lo que habían planeado decir se iba por la borda y los completaba la sola presencia del lado opuesto de tal manera que no paraban de besarse. La despedida fue más fácil de lo pensado. Ella se tomó un taxi en la primera esquina que cruzaron y se fue pensando que existía gente todavía. Él quedó enamorado. Casi como un trámite. Pensaba que todo lo que había oído y hablado era parte del plan y que todo estaba echado a la casualidad. Sentía que no iba a perder otra vez.


CONDENADAMENTE RÁPIDO

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Las redes sociales son una herramienta para mostrar el ingenio propio al mundo, pero cuidado: antes de disparar una idea que puede superar cualquier límite imaginado, es mejor preguntarse qué tanta disposición hay para atender una eventual demanda. De lo contrario, Facebook seguirá llenándose de fenómenos perecederos.

La masividad de las redes sociales permitió que cualquier ciudadano común y corriente pudiera generar un fenómeno trascendental, pero la idea -por más original que parezca- tiene que tener proyección a futuro para sostenerse. Facebook es una de esas herramientas de oro para generar cinco minutos de fama: ¿y después? A medida que el ingenioso invento de Mark Zuckerberg (polémicas aparte, para eso hay una película súper explicativa como “The social network”) fue ganando en terreno y popularidad y fue sumando herramientas, muchos vieron nichos para trasladarle al mundo sus ideas creativas y hacerlas, con un poco de suerte y habilidad, algo rentable. En el Río de la Plata esto despertó un curioso lado ingenioso y humorístico que disparó la reproducción y desarrollo de muchas páginas de entretenimiento, que alcanzaron cifras de cientos de miles de seguidores, por mucho que eso parezca. Pero la misma aceleración que les permitió superar límites impensados fue la que los condenó a una vida demasiado breve, en muchos casos a pesar de la ferviente colaboración de los seguidores, aunque ese no sea el único motivo por el que estos proyectos sean perecederos: por un lado está que el genio detrás de él muta y eso afecta directamente, y por otro que cuando ese genio arranca no logra pensar la demanda que podría llegar a tener que enfrentar posteriormente. Ejemplifiquemos. En Uruguay hay dos referencias rápidas: Yo tan & vos tan y Mamá esta. El primero, el más abarcativo y “para toda la familia”, supera los 178 mil seguidores; el segundo, no tan fácil de digerir, pasa los 2.000. Diferencias aparte, el mal del vencimiento los ha afectado a ambos. En el caso de Yo tan & vos tan, sujetarse a las comparaciones aunque sean usando los

términos más dispares del universo lingüístico, es desde el principio ponerse límites estrechos. El motor de Natalia Acosta, su creadora, fue divertirse, aunque poco a poco, a medida que veía cómo iba ganando en popularidad su ocurrencia, veía también cómo cada vez era más difícil sacar algo interesante y con potencial. Voluntariamente muchos aportaron su granito de arena, pero desde agosto de 2014 ninguna imagen nueva aparece en su muro. De hecho, Acosta ahora aprovecha otras frases divertidas para sustentar una línea de remeras y gorros. Mamá esta también tuvo una barrera compleja que superar desde su nacimiento: jugar con el doble sentido con oraciones elaboradas, con una exigencia de originalidad mucho mayor, fomentada por la ambición de un público más reducido. Su durabilidad fue todavía menor: un año, de 2013 hasta octubre de 2014. En febrero de 2015, un fanático reclamó por un especial de San Valentín. No hubo madre que respondiera. En Argentina pasa lo mismo, como lo muestran los casos de Me lo contó un tachero y Besito, chau: uno con más de 320 mil seguidores, el otro con casi 200 mil menos. “Hola. No nos morimos, sólo estamos haciendo otras cosas”, publicaron los administradores de Me lo contó un tachero a principios de 2015, después de cinco meses de no compartir ninguna anécdota de esas que hacían al lector descostillarse de risa o sentirse profundamente identificado. La idea original era espectacular, material hay de sobra, pero algo falló. ¿Qué fue? Que los humanos detrás del proyecto web no tuvieron en cuenta que su motivación podía ser temporal, y que no serían capaces de hacerse cargo de la demanda que generaban. La situación de Besito, chau fue un besito, chau en sí misma. Con una desaparición más

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La gente anda diciendo es el fiel reflejo del éxito en las redes: quisieron hacer un libro y para eso crearon la fan page que se convirtió en un proyecto en sí. En tres años se acercan a los cuatro millones de seguidores y superan las 600 colaboraciones.

esporádica y fallidos intentos por volver a despegar como al inicio -contando situaciones hilarantes que podían finalizarse con una frase que para muchos se nos volvió de cabecerahubo una transición extraña a una participación reducida exclusivamente a publicar artículos de una web de noticias virales, Ciertas cosas. Su ironía jugó en contra y la página se transformó en un manual de lo que no hay que hacer con una buena página de Facebook. Pero algunos la siguen encarando. Tal es el caso, el más claro de todos si nos centramos en esta microrregión sudamericana, de La gente anda diciendo, un proyecto de dos amigos nacido en un bar que ya tiene más de tres millones (todo un Uruguay, piénsenlo) de seguidores, un libro publicado y muchas semillitas germinadas a lo largo y ancho de América Latina. Es un producto propiamente argentino que se encarga de recoger fragmentos aislados de conversaciones como “¿De quién va a ser este mundo cuando nos muramos todos?”, que no para de crecer y que

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cobró vida propia con la tutela responsable de Ezequiel y Tatiana, capaces de entender al monstruo que habían creado y de alimentarlo siempre bien. La gente anda diciendo se apropió de sus mentores y se sostuvo porque fomentó un círculo vicioso irrompible: personas hablando de cosas, las que sean, donde sean, con posibilidad de ser escuchadas por otros. Y cuando la idea de hacerlo rentable apareció, los ideólogos tuvieron claro que había que buscarla sin arruinar la página. Arruinar una página que una vez fue un éxito no es simplemente publicar cosas que no van con el concepto: también es desaparecer repentinamente, sin explicaciones ni despedidas, dejando todo en stand by. En ese sentido, Facebook permite reflejar con esas pequeñeces a las sociedades enteras: ideas buenas hay montones, pero si no se piensan bien y solamente tienen como motor el divertirse y no dejar nada en el receptor, el final va a estar siempre cerca.

Facebook no es sólo un espacio para crear proyectos, sino para socializar otros. Es el caso del fenómeno de YouTube Tiranos Temblad, que cerró temporada el 4 de enero y lo único que ve en su muro son pedidos de pronto regreso.


VIVIENDO en la

NUBE

Por Analía Dobrov Vasilieff

El mundo digital nos convoca activamente a participar en él, a vivir en esa dimensión digital que nos ausenta de la relación presencial que algunos llaman real. Usar el término real para describir lo que no pertenece al mundo digital resulta curioso porque insinúa que lo digital no sería real, y a la vez instala la interesante cuestión de cómo nombrar lo que sucede fuera del ámbito digital.


Ausentes sin aviso Ya no miramos a través de nuestros ojos sino por medio de dispositivos que miran por nosotros: una pantalla, un celular, una tablet. Estos aparatos nos arrebatan del momento presente porque nos ausentan de la escena; no sabemos qué pasa alrededor nuestro porque estamos demasiado concentrados mirando la pantalla propia o ajena. Rara vez estamos de cuerpo y alma presentes en el acontecimiento -sea en una charla en un café con una amiga, en un bar con alguien que recién conocimos o caminando por la calle- porque estamos pendientes de lo que sucede en la web. El cuerpo está presente, aunque un poco desalmado porque ya no ve ni escucha lo que allí sucede… A veces con suerte nos presta su mirada ausente y entonces nos desconcierta porque el otro aparenta estar ahí.¿ Pero estamos ahí realmente?

pero paradójicamente estamos cada vez más solos, solos y aburridos. La historia o el hecho que sucede es más divertido o emocionante si lo encontramos en las redes sociales -y lo compartimos o lo calificamosque si lo relata nuestro interlocutor, sentado a nuestro lado.Cuando vemos una mariposa salimos corriendo a buscar el celular para sacarle una foto, y salimos corriendo porque ya no vemos mariposas tan seguido… Con tanta contaminación ya no andan por la ciudad. Es el celular que mira por nosotros porque no admiramos a la mariposa con nuestros propios ojos sino que tomamos un registro de ella a través de un aparato. Y si luego de tomar la foto deseamos observarla -sin un filtro de por medio- tal vez ya no sea posible, porque rápidamente vuela hacia otro sitio. ¿Es que ya no queremos ver una mariposa? ¿O será que preferimos contar a través de una foto que una mariposa anduvo cerca nuestro?

Vos sin tu voz

El mundo digital sobrevive

No sólo la mirada se ha extraviado sino también la voz y su tono. La entonación necesaria para poder comprender el mensaje y lo que el otro quiere decir- está ausente en los mensajes propios del mundo digital, generándonos más de un malentendido. Muchas veces dudamos respecto al sentido que debemos darle a eso que leemos: ¿me lo dice en serio? ¿Será una metáfora o lo dirá literalmente? La letra parece muerta y nos dice poco de la emoción o el afecto de quien la escribió.

El desafío sería querer permanecer en el espacio y el tiempo presente pudiendo dejar por un corto período de tiempo el mundo digital sobreviviendo allí, sin nuestra intervención. ¿Por qué sentimos que algo realmente importante está sucediendo y debemos estar al tanto? ¿Por qué estamos conectados todo el tiempo y buscando incansablemente lo que sucede en ese otro espacio virtual? ¿Sabemos qué buscamos?

La diversión pasa por la web Estamos rodeados de muchas personas

Datos Se estima que El 90% de los mayores de 6 años tendrá un "smartphone" en 2020.


/La-Mirilla

@_lamirilla

La Mirilla


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