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Al romper el día

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Primera Plana

Primera Plana

El proyecto Erasmus+ es ya una tradición en el IES Joaquín Rodrigo (Madrid), el St. Kyrill Metodiy (Velingrad) y el Silverberg Gymnasium (Bedburg). Ocho son ya las veces que alumnos españoles, búlgaros y alemanes llevan reuniéndose desde aquel primer encuentro internacional que tuvo lugar en Bedburg en marzo de 2017. Desde entonces ha habido tres proyectos Erasmus+, cada uno con su propio tema.

Me llamo Anna-Lena y soy antigua alumna del instituto Silverberg Gymnasium en Bedburg, del que me gradué en 2019. Allí participé en los dos primeros proyectos Erasmus, el primero de 2016 a 2018, llamado Energy Efficiency Empowerment (EEE) y el segundo abarcando desde 2018 hasta 2020, titulado WE! World of Emotions (WE!). Por desgracia, el COVID nos robó el que hubiese sido el encuentro final de ese segundo proyecto, que debía haberse celebrado en junio del año pasado. A todos nos afectó, sobre todo porque nunca se llegó a cerrar dicho proyecto (al menos no presencialmente) y porque no se pudo representar la obra de teatro en la que los alumnos habían estado trabajando durante dos años. Cuando nos reunimos en estos proyectos Erasmus, existen siempre diferentes equipos que se dedican a diversas tareas. En mi caso formé siempre parte del equipo del logo, cuya labor consistía en la creación y diseño de una imagen que representase la temática del proyecto lo más fielmente posible. Echando la vista atrás, el proceso de búsqueda del logo de la que fue nuestra primera aventura fue muy fácil, pues sabíamos el enfoque que queríamos darle. Ya que era sobre energías renovables (como solar o eólica) y sobre el medio ambiente, combinamos los molinos de viento con elementos como el sol o las hojas de los árboles, y elegimos tonos verdes y azules para las letras y los colores porque pensamos que pegaban con el tema.

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Para nuestro segundo proyecto, el proceso fue algo más elaborado. Teníamos una terna mayor de alumnos que presentaron sus propuestas. WE! iba sobre teatro y emociones, así que decidimos incorporar elementos de este arte, como una máscara que hacía las veces de W. Además, aprovechamos la E del acrónimo para incorporar el símbolo del + del programa europeo, que incluso coloreamos del mismo tono de azul de la bandera de la Unión. Fue un trabajo conjunto y acabamos con varias versiones, de las que elegimos la que nos acabaría por representar como imagen.

Cuando oí hablar del nuevo proyecto, Big Problems Go Mini (B1G3), decidí, junto a otros antiguos alumnos, acudir a la presentación final del primer encuentro en Alemania, que se acaba de celebrar hace unas semanas. Nos impresionaron las obras de microteatro que crearon los nuevos alumnos, así como el logo del proyecto.

Personalmente, lo que más me sorprendió fue el sentido del mismo y lo pensado que estaba, así como lo visual que era gracias en parte a la combinación de colores de las banderas de los tres países. También, y como siempre, cómo resultó ser un trabajo en equipo de los alumnos de cada uno de los países.

¡Estoy deseando ver cómo continúa este nuevo proyecto, que culminará en 2023, y en acompañarlo en la distancia!

[Este artículo ha sido traducido al español del inglés original en que la autora lo realizó]

Lena, alumna entrevistada de este número, da unos retoques al logo del proyecto B1G3.

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