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DANIEL EXNER. GERENTE FINCA GALLINAL
DANIEL EXNER, GERENTE FINCA GALLINAL “No se ha prestado atención sufi ciente a lo que la manzana supone para el sector sidrero”
LA FAMILIA EXNER COMPRÓ LA FINCA, UBICADA EN LA PARROQUIA DE SERÍN, EN 2015. DESDE ENTONCES, CENTRAN SUS ESFUERZOS EN MEJORAR LA EFICIENCIA DE LOS MÁS DE 13000 MANZANOS QUE TIENEN, INVIRTIENDO EN PODAS INTENSIVAS, MAQUINARIA Y UN SISTEMA DE FERTIRRIGACIÓN PARA MITIGAR LA VECERÍA
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¿Cómo ve la cosecha de este año?
Tenemos por delante una cosecha menor que la del año pasado, calculamos que en torno a un 40-50%, debido a que tenemos zonas que todavía tienen mucho árbol franco con vecería marcada y a que hemos sustituido unos 3.500 m2, en la que la producción no llegaba a las 10.000 toneladas por hectárea, fundamentalmente, debido al marco de plantación –variable utilizada para indicar la separación necesaria entre plantas y entre líneas de cultivo– para lograr ser rentable. Las hemos cambiado por las mismas variedades pero con unos marcos de plantación más intensivos, replicando lo que sí nos ha funcionado en otras zonas de la fi nca, con la clara intención de que sean rentables. Seguimos en nuestra idea inicial de hacer cambios continuos, transformando alguna zona poco productiva, plantando otras variedades y confi ando en que retornarán en una mayor producción.
¿Cuántas variedades de manzana tienen en la fi nca?
Tenemos diez variedades, digamos a escala productiva, de las que ocho son DOP –De la Riega, Xuanina, Verdialona, Regona, Durona de Tresali, Raxao, Amariaga y Madiedo–. Luego tenemos otras 17 variedades extranjeras experimentales, de las que tenemos cuatro árboles para ver cómo se comportan en nuestro clima y terreno y, además, somos fi nca experimental para los árboles de mejora genética del SERIDA y ahí tenemos en unos 3.500 m2, unos 320 árboles de 19 variedades diferentes de manzana DOP, a pequeña escala, para ver cómo se comportan en el campo. En total, tenemos unos 13.000 árboles y el invierno que viene pensamos plantar unos 5.000 más.
Desde el principio han apostado por centrar los esfuerzos en mejorar la efi ciencia, invirtiendo en diferentes sistemas para tratar de paliar la vecería, ¿se están consiguiendo los resultados esperados?
Este es un tema importante y muy crítico para el futuro del sector. Creo que no nos damos cuenta de que hay que prestar atención a la producción de manzana de sidra en Asturies porque consideramos que es lo mejor para obtener la mejor sidra. Luego hay que hacerlo para que sea rentable. La vecería es ese mal que nos acompaña como sector desde hace lustros y al que nadie le pone el lazo. Hay que combatirlo cueste lo que cueste. Desde que entramos en la fi nca consideramos que ese era uno de los grandes caballos de batalla y al que nos estamos enfrentando con más o menos acierto, pero es verdad que, cada vez, acertamos más en el diagnóstico y en la forma de solucionarlo.
¿Qué medidas están tomando?
Consideramos que el criterio más relevante tiene que ver con el marco de plantación y el portainjerto. Esto no quiere decir que haya que cambiar la orografía asturiana del manzano, es simplemente tener más control y cuidados sobre el árbol. En vez de tener árboles gigantes difíciles de tratar, apostar por árboles más pequeños, más controlables, midiendo muy bien las manzanas que ponen, quitándole si pone de más con vistas al año siguiente. Además, si uno enferma, no ves tan penalizada tu producción porque tienes más árboles. Hemos hecho algunas cosas hace unos cuatro años y ahora estamos viendo los resultados, con una repetición total de la producción, con una cosecha totalmente equilibrada. Eso es lo que tenemos que replicar a esas otras zonas en las que las cosas no funcionan tan bien. Eso sí, nuestro interés es siempre conseguir la mejor manzana de sidra asturiana posible, ya que el día que veamos que la manzana no está a la altura, analizaremos qué tenemos que modifi car para que sea así. Poniéndolo en valor, con sus costes y precios. El sector se ve muy benefi ciado, tanto los elaboradores, porque tendrán materia prima de calidad de forma repetida y el consumidor que también lo notará en el producto fi nal.
Como sector, ¿cómo se podría abordar este problema?
La unión del sector es, sin duda, lo más importante. Creo que tanto productores como elaboradores han despreciado la manzana, que es la materia prima. No se ha prestado atención sufi ciente a lo que la manzana supone para el mundo de la sidra. A un hecho, como la vecería, que sabemos que ocurre desde hace muchísimo tiempo, no entiendo que no se pongan todos los medios necesarios, incluyendo también a la administración pública, para combatirlo de verdad. La demanda de manzana de sidra es muy superior a la oferta y, al fi nal, nos enfrentamos a que cuando los años van mal, los elaboradores tienen que importar de fuera y la gente se echa las manos a la cabeza. La unión del sector pasa por no hablar solo de cuánto nos cuesta la manzana este año, sino por interesarse por el productor y ver cómo puede ayudarle para que de forma equilibrada, año a año, me puedas entregar manzanas en las mismas condiciones de calidad. Eso pasa por hacer, a lo mejor, contratos de mayor duración, con compromisos de entrega y de compras, apostando por un productor o una zona concreta.