2 minute read

Rompiendo Paradigmas – Por Eduardo Yarto

Viajes de Incentivo: desafíos ante la crisis

a crisis financiera internacional presenta cambios y desafíos para la industria de los incentivos, viajes y eventos. Estos cambios han ido más allá de lo obvio como la reducción de presupuestos o cancelación de eventos.

En los Estados Unidos, principal motor de la industria, las secuelas de la crisis financiera repercutieron en un ataque directo a los viajes de incentivo y eventos por parte de la opinión pública. El principal desencadenante fue un viaje de incentivos del que participaron productores de seguros de AIG y algunos de sus ejecutivos.

AIG fue una de las principales beneficiarias de los fondos que el gobierno de los Estados Unidos destinó para el salvataje de grandes empresas que se dirigían a la quiebra. El problema se generó cuando representantes de la prensa descubrieron al grupo disfrutando de un viaje de lujo. La prensa y por consiguiente varios políticos lo vieron como un mal uso del dinero que habían recibido del gobierno. Resultado: una caza de brujas hacia todos los eventos y viajes corporativos que no solo afectó a las empresas que recibieron ayuda del gobierno, sino también a otras que mostraron reservas para evitar exponerse a un posible escándalo.

De esta forma, la industria se enfrenta a un importante cambio en cuanto al mensaje que se quiere transmitir con los eventos motivacionales. La mayor cautela en los montos de inversión y las cuestiones relacionadas con la imagen resultarán en viajes menos glamorosos (el glamour no queda bien en épocas de crisis), en la elección de destinos más cercanos y en viajes más cortos, porque tampoco hay mucho tiempo para ausentarse de la oficina.

Este nuevo contexto seguramente acentuará la tendencia de incluir acciones de Responsabilidad social a los eventos. Lo mismo se dará con los temas ambientales que pueden ser muy beneficiosos en cuanto a la imagen corporativa. Otra opción que puede ser interesante es la conjunción de los viajes de incentivos con las convenciones, lo que en inglés se conoce como Concentives.

Por otro lado, hay una oportunidad que nos presenta esta crisis y que no debemos ignorar, el desarrollo de un mercado que agrupe a Sudamérica, Centroamérica y México. Muchísimas corporaciones locales tienen la posibilidad de aplicar los incentivos no monetarios en sus acciones comerciales hacia sus clientes y empleados y sería una gran forma de contrarrestar la dependencia, a veces excesiva, que tenemos de los mercados emisores sobre todo Europa y Estados Unidos.

AIG

fue una de las principales beneficiarias de los fondos que el gobierno de los Estados Unidos destinó para el salvataje de grandes empresas que se dirigían a la quiebra.

This article is from: