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Director General de GMeetings

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E3 Mobiliario

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Por Eli Gorin

CMP, LMM Director General GMeetings – a meetings Management boutique

EDUCANDO

al mundo de reuniones y eventos

Cuando entré a la universidad en 1997, no tenía la menor idea que existía una industria formal de reuniones y eventos. Empecé mi carrera universitaria con la idea de que algún día sería senador en el Congreso de los Estados Unidos. Lo planee perfectamente, ingresé a George Washington University, una de las primeras universidades de la Unión Americana, formada por un acto de congreso en el 1821, nombrada por el primer presidente estadounidense, situada al centro del ciudad capital - Washington, D.C. - a pocas cuadras de la Casa Blanca, inmersa en el centro ¡más político del mundo! Entré con la intención de estudiar Ciencias Políticas, que justamente quedaba dentro del colegio de negocios de la universidad.

Definitivamente apropiado, porque como sabemos, la política es la segunda carrera más antigua del mundo. Pero después de un semestre, y de hacer un internado en el congreso, casi fallando mi curso introductorio, decidí que era demasiado honesto para poder entrar en ese campo. Lo bueno del sistema universitario en los Estados Unidos es que técnicamente uno no tiene que declarar su carrera hasta el tercer año. Entonces, en ese periodo tomé todo los cursos requeridos para ser un buen empresario, pero no sabía en qué me iba enfocar: ¿Marketing? ¿Gestión Estratégica? ¿Finanzas o contabilidad? Tenía varias direcciones pero no sabía que hacer.

Durante mis años en la universidad, como muchos jóvenes, me gustaba organizar fiestas en los bares para ganar un poco de dinero. Pero más que todo, me gustaba mucho la sensación de poder unir a la gente para que la pasaran bien, olvidándose de su día y gozando el tiempo con sus amigos. En una ocasión, hablando con un amigo sobre las carreras me dijo:

Oye, debes ir al departamento de turismo que tiene un programa llamado Event Management (Gestión de Eventos).” Me quedé pensando, ¿En serio? ¿Es posible graduarme con una licenciatura en la planificación de eventos?

Y con esas incógnitas ingresé al Departamento de Turismo, dentro del colegio de negocios y conocí al profesor que con solo un curso me estableció no solamente la pasión por esta industria de gestión de reuniones y eventos, sino la pasión para enseñar a los demás que lo que hacemos ha tenido un impacto tremendo en el mundo, por toda su historia y porque será una parte integral del cómo se desarrollará el mundo en el futuro. De ahí no solamente me gradué con mi licenciatura, también obtuve una Maestría en Administración de Turismo.

Un estudio realizado en 2006, encontró que en el 1996 había solamente 13 programas universitarios en el mundo enfocados a la gestión de eventos. Solamente diez años después, había ya más de 116 programas globales. En un estudio hecho el año pasado por la Professional Convention Management Association (PCMA), ese número creció a más de 380 programas globales.

En menos de 20 años se incrementaron las oportunidades para estudiar gestión de eventos (o algún programa similar) en más de 2,800%; cuando yo empecé mi carrera casi no existía. Pero para la gran mayoría de personas dentro de la industria global, sus estudios no tenían nada que ver con la organización de eventos o reuniones, y seguramente nada que ver con hospitalidad.

Muchos “cayeron” dentro de la industria porque estaban trabajando en una posición que les pedía organizar algún evento para la junta directiva, y de ahí otro más grande para los jefes, y uno todavía más grande para la compañía. Es una industria que por parte de los organizadores creció orgánicamente. Pero con ese crecimiento, y viendo la importancia del trabajo requerido y el impacto que tiene no solamente en el bolsillo del negocio sino en las personas que participan en los eventos, se formalizó más y más este nuevo sector y se encontró la necesidad de profesionalizar los estándares de cómo debemos trabajar.

Como industria formal, una de las primeras organizaciones establecidas fue la Union des Foires Internationales (UFI), en París en 1925. Desde entonces hemos visto la formación de cientos de organizaciones por todo el mundo, grandes y pequeñas, representando cada sector de la industria del Turismo de Reuniones, tanto por el lado de organizadores como en el de proveedores. Con esta globalización también aumentó la necesidad de establecer más estándares en varias áreas de la industria, dependiendo del tipo de evento que se estuviere organizando.

El Convention Industry Council, reconocido como la organización sombrilla para la industria de reuniones y eventos en los Estados Unidos, cuenta con 33 organizaciones miembros, representando a 103,500 personas en la industria, y formó en el 1985 la certificación más reconocida, la Certified Meeting Professional (CMP), con más de 10,000 profesionales adquiriendo el mencionado prestigio. Pero ellos no fueron los primeros en establecer una certificación/licencia (¡hay diferencia!)… ¡solo entre los 33 miembros del CIC se ofrecen más de 30 diferentes licencias/certificaciones! Cada sector

Un estudio realizado en 2006, encontró que en el 1996 había solamente 13 programas universitarios en el mundo enfocados a la gestión de eventos. Solamente diez años después, había ya más de 116 programas globales. En un estudio hecho el año pasado por la Professional Convention Management Association (PCMA), ese número creció a más de 380 programas globales”

de la industria tiene sus estándares básicos, porque los organizadores de eventos especiales hacen las cosas distintamente a los organizadores de eventos gubernamentales.

Una pregunta clave para una industria con tanto impacto y con un crecimiento tan grande y tan rápido: ¿es posible formar estándares realmente globales que se puedan traducir eficazmente entre culturas e idiomas? Organizaciones como el CIC, COCAL, JMIC y muchas otras más en el mundo por fin están interactuando para buscar una voz. Siendo estadounidense (de familia colombiana… o como le explico a mis amigos, soy “Gringolombiano”), tengo una perspectiva del mundo de reuniones y eventos muy distinta a la de mis colegas en otras partes del mundo. Todos estamos de acuerdo en que hay que tomarnos más en serio, debemos respetar que somos una industria importante con mucho impacto. Al mismo tiempo hay que aceptar que la única manera en la cual nos tomaremos en serio es si el resto del mundo también nos toma en serio.

Esfuerzos recientes para promover el valor de la industria, como la coalición Meetings Means Business, están trabajando para que los gobiernos vean lo importante que es nuestro trabajo para la economía local, nacional y global. Pero lo mínimo que podemos hacer es educarnos, como personas que vivimos de esto todos los días. Educación no solo significa el hecho de asistir a la universidad. Educación significa entender de qué se trata esta industria a un nivel más profundo. Es respetar el valor que ofrecemos globalmente, es aceptar la noción de que cada reunión tiene un impacto en el mundo. Pero para poder entender bien esos conceptos no basta solo con trabajar, uno debe seguir educándose al nivel profesional o formal. Hay que participar en reuniones mensuales de asociaciones locales o asistir a conferencias de la industria, aprendiendo lo más nuevo e innovador.

Si no nos tomamos el tiempo para participar, aprender, leer o hacer algo para avanzarnos como profesionales, ¿qué oportunidad tendremos para encontrar esos estándares globales y aún más, para tener el respeto de otras industrias? Desarrollo y educación profesional es lo que forma los estándares de una industria y es lo que distingue a un profesional de las reuniones de un planificador improvisado.

Somos miembros de una industria apasionada. No conozco persona que trabaje en el sector de eventos y reuniones que no ame lo que hace… y los que no, simplemente no duran. El concepto de “caer” dentro de la industria está desapareciendo poco a poco, y está entrando una nueva generación de profesionales, ansiosos en iniciar la carrera que eligieron desde el principio. Es nuestra responsabilidad como profesionales el asegurar que la industria esté lista para recibir a la nueva generación que nos llevará a niveles que nunca pensamos fueran posibles. Falta mucho para avanzar al nivel global y recibir el respeto necesario y merecido, ¡y se va lograr! Pero no sucederá sin educar antes al mundo de reuniones y eventos.

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