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Nearshoring y networking

Lo que hoy conocemos como nearshoring empezó en la década de los 80’s, es tan viejo como el siglo pasado. Hoy estamos llegando a una numeralia poderosa.

Por Memo Martínez, Consultor y socio fundador en M58

Son casi mil compañías extranjeras las que han trasladado sus procesos de fabricación a ubicaciones estratégicas en México.

Sin embargo, el escenario que enfrentamos nos plantea nuevos retos. Estamos ante un happy problem.

¿Qué puede salir mal?

Siempre debemos analizar el peor escenario y a partir de ahí definir nuestro plan de negocios.

Las principales y probables barreras son: falta de infraestructura, insuficiente oferta de energía eléctrica y fuentes de energía limpias, escasez de agua y la certeza jurídica para las empresas que deciden entre invertir en México o llevarse su dinero a otra parte del mundo.

Recientemente la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ubicó a nuestro país en el top five de los territorios con mayor crecimiento proyectado dentro del G20.

Una de las mentes más brillantes ilumina a importantes empresas de la lista de Fortune 500, ella es Judy Robinett:

“Cualquier cosa de valor en el mundo empresarial viene de alguien que conoces y en quién confías”.

Aquí una de las principales coincidencias entre el networking y el tsunami que hoy conocemos como nearshoring.

Las relaciones empresariales son redes de negocios y las personales son redes afectivas que cuando trascienden a nivel ejecutivo se convierten en redes de energía que impulsan proyectos exitosos.

Justamente es en esa red de relaciones donde los individuos se vinculan entre sí con empresas, gobiernos, territorios y comunidades.

Y aquí los obstáculos son muy personales, a diferencia de los que enfrenta el nearshoring, la infelicidad es la principal amenaza para el networking.

En su capítulo “La felicidad en las empresas” del libro Cómo salir del pozo, Andrés Oppenheimer comparte la sorpresa que se llevó cuando entrevistó al CEO mundial de la encuestadora Gallup, Jon Clifton.

La infelicidad de este mundo cada día más loco, subió de un promedio de 24 por ciento a 33 por ciento en los últimos años. Si hay ansiedad, estrés, tristeza y coraje, entonces nos conectamos con el lado oscuro de nuestro trabajo. El peor escenario para construir una red productiva.

Tanto las personas como las empresas buscamos relaciones estratégicas para tener mayores posibilidades de crecimiento. Eso define nuestra influencia y autoridad.

Esta analogía entre nearshoring y networking facilita procesos a las empresas y ejecutivos en su toma de decisiones y fases de proyectos.

El análisis incluye factores como idioma, cultura, fuerza laboral, clima social, creencias y costumbres de la comunidad donde se instala y desarrolla la industria.

Se requiere certeza y acompañamiento, los gobiernos promotores de inversión facilitan; universidades y centros de estudios tecnológicos adaptan sus planes y programas; hospitales, escuelas, comercios, centros de diversión, consultorías de negocios, agencias de mercadotecnia, en fin, toda esa red de soporte que acelera y consolida el nearshoring.

En la dinámica de este mundo hiperconectado, donde la inteligencia artificial debe ser un aliado estratégico pero también puede ser una amenaza devastadora, las preguntas deben guiar el entendimiento y no provocar respuestas inmediatas para controlar la comunicación. Sin protagonismos estériles.

Lo que el nearshoring es para las compañías y territorios, el networking lo es para las personas y líderes.

El reto es participar generando valor y transitar a la velocidad del mundo.

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