LA OTRA CARA DEL CAPITALISMO Leopoldo D. Carrasco Rodríguez Las reformas neoliberales en todo el mundo han jugado un rol importante en el crecimiento de los países; éstas han posibilitado y facilitado la atracción de capitales e inversiones. Las mayores inversiones, no obstante, siempre se han centrado en los productos primarios, especialmente en el sector de la minería. Muchos de los que han aprobado las reformas, han enfatizado las cualidades positivas del capitalismo como la tecnología y el empleo; sin embargo, ahora sabemos por diversos estudios que la minería trae cambios drásticos en la cultura y formas de vida naturales del lugar donde se instala. Mayormente, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han promovido e impulsado la apertura de muchos países hacia el libre mercado y la desregulación estatal, pero lo han hecho con un fin algo más oscuro: la de facilitar el establecimiento sus propias industrias extractivas y empresas en los más diversos países. México, Perú, Guatemala, Ecuador, Brasil y un largo etcétera, forman la lista de países que han sido el patio de prácticas de los países industrializados. En todos estos países, el gobierno norteamericano se ha aliado con políticos corruptos para poder implementar dichas reformas catastróficas. Naomi Klein, relata en su libro “La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre”, cómo estos gobiernos europeos y Norteamérica han aprovechado siempre una crisis en estos países latinoamericanos para implementar su tan ansiado control y saqueo. Pero, el caso que llega al colmo, es el desarrollado en Guatemala. En esta nación, estos organismos con el falso objetivo de promover el desarrollo y erradicar la pobreza han obligado al país a hacer una reforma agraria, una reestructuración de los espacios y lugares territoriales que han servido como vías de acceso a las inversiones internacionales. . Debido a la débil regulación de muchos Estados del Sur, la infraestructura —caminos, electricidad, o generación de energía eléctrica— han sido los medios principales para la organización, la explotación saqueo y control de los recursos de todos esos espacios. Así vemos que nuestra realidad minera no es la única en Latinoamérica. En México se descubrió que la Propia CIA, estaba implicada en los casos de explotación descarnada de los recursos y se supo que era accionista de una importante minera de su propio país. Y uno se pregunta, ¿por qué nuestro país, Perú, ha decaído bastante en la industria y sólo se basa en las exportaciones primarias? ¿Qué tiene que ver la Agencia Central de Inteligencia en las acciones y directorio de las empresas transnacionales? ¿Seguimos siendo el campo de práctica de todos estos países
desarrollados? ¿Por qué no se promueve la industria en nuestros países de una forma drástica?, ¿qué intereses hay?