COCINERA Y REPOSTERA NATALIA BOBADILLA GONZÁLEZ

COCINERA Y REPOSTERA NATALIA

BOBADILLA GONZÁLEZ

Natalia tiene 22 años, es cocinera y encargada de una cocina.

Comenzó en la gastronomía a los 15 años, empezó con la carrera de alimentos y bebidas, el interés por la cocina fue un poco más por la repostería, le gustaba ver como hacia los pasteles, postres y como le ponían ese toque de creatividad, con elegancia y delicadeza, era un reto importante.

Cuando realizo sus prácticas profesionales, gano un lugar en las cocinas de Nestlé profesional y ahí empezó en el área de repostería, sin embargo, los chefs le pedían que apoyara más en la cocina salada, donde se realizaban platillos para presentaciones de sus productos.

Siete meses duró ahí y se dio cuenta que era buena en esa área y que tenía creatividad para realizar un montaje, les ponía su toque, su famoso sazón y ahí empezó a llamar

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la atención, sin embargo, nunca olvido su pendiente con la repostería.

Sus platillos favoritos son lo que se realizan desde cero, desde las preparaciones de nuestros abuelos, como es el mole y la cochinita pibil.

Es muy importante que su platillo tenga sazón; el sabor es lo principal, no tiene caso que se vea bien si no hay sabor y sazón. En cuestión de las proteínas, estás son los productos que considera la base para poder sorprender a sus comensales, la sal, es indispensable en su cocina.

Cuando escucha la palabra gourmet, piensa que algunas personas opinan que es comida elegante y cara, sin imaginarse que gourmet significa amor por el buen comer.

En la actualidad hay bastantes estilos de comida, a pesar de que se van innovando, siguen las técnicas principales como son los cortes básicos, términos de carnes, etc.

Razón por la cual considera que cualquiera puede

cocinar, en la cocina no se discrimina raza, generó o religión, gracias a que los tiempos cambian y las personas están en proceso de cambio y adaptación, la importancia es el gusto por la cocina y el compromiso por transmitir emociones y que los comensales y clientes disfruten sus platillos y comida, desde niños hasta personas adultas, por eso su dicho en “Si te gusta, hazlo en vida, solo hay una y hay que disfrutarla”

Cree que, si uno tiene el gusto por la cocina, no necesariamente se tiene que dedicar a la cocina, se puede ser cualquier otra cosa y cocinar bien, realizar una buena comida sin necesidad de dedicarse a la gastronomía. Para Natalia, la diferencia entre un cocinero y un chef, es la experiencia y tal vez el rango que ocupe en la cocina, se puede empezar siendo solo una cocinera, inclusive como lavaplatos y con el tiempo subir de puesto hasta llegar a ser la encargada de la cocina y la gente que es nueva o el mismo equipo, por ser un rango mayor te llaman chef.

La codicia y la irresponsabilidad es uno de los defectos de un cocinero o chef, el trabajo en equipo y trabajo bajo presión son las mejores virtudes que uno tiene al trabajar en la cocina.

Considera que un cocinero se siente valorado cuando los comensales y el mismo chef les hace saber que el trabajo en equipo, la presión y el compromiso rindió buenos frutos.

Su trabajo en la cocina tiene una ventana que da ha-

cía las mesas de los comensales, y el ver los gestos de las personas cuando prueban la comida y la disfrutan, es una satisfacción bastante favorable, sabe que va por buen camino y que solo debe seguir adelante y no retroceder de lo aprendido, eso es más que suficiente para hacerla feliz con lo que hace.

El mundo de la cocina es una profesión que ha cambiado en la actualidad, ha sufrido cambios desde poner comida en gotas, hasta el sabor en humo, algo que para ella es cada día aprender más y no quedarse estancada, sin embargo, nunca olvida las viejas costumbres de presentación o preparación de alimentos.

Radica en la actualidad en la ciudad de México

“Me identifico bastante con el efecto espejo pues me considero una persona con bastante carisma y optimista, apresar de tener días malos siempre hay que ver lo bello del día o tener una sonrisa.

Pasa lo mismo con este efecto, por más que sus colores no estén tan brillantes o tan llamativos, se ven tan llenos de alegría y el efecto termina dándote una sonrisa en el rostro.”