Local - Artístico - Independiente Marzo 2021 - El Chaltén Santa Cruz - Número 61 EDITORIAL
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osetti, el autor de este cuadro, fue uno de los fundadores de la Hermandad Prerrafaelista. Pintores, poetas y críticos ingleses del siglo XIX se juntan en contra de la corriente imperante en Inglaterra en esa época que defendía los estatutos artísticos impulsados por Rafael y el Renacimiento, entendiendo que esta influencia, aunque rica en sus comienzos, se transforma en meras composiciones elegantes pero vacuas y faltas de sinceridad. Este grupo de pintores, logra expresar una vuelta a la pintura casi medieval en donde imperan escenas cotidianas y poéticas alejadas ya un tanto de lo religioso. Por ende, su influencia no solo es artística, sino que impulsa un pensamiento más moderno que comienza a separarse de la Iglesia. La elección de Lilith como modelo y tema de esta pintura demuestra esta búsqueda de nuevas respuestas dentro del relato religioso. La literatura judía describe a esta mujer como la primera esposa de Adán quien, tras no cumplir con su rol, es reemplazada por Eva. El aspecto que se le da a ella no es el de una mujer etérea y benevolente, sino una persona más cercana a lo salvaje. Con su abundante cabellera y su mirada perdida en sí misma, representa un modelo de mujer que empieza, muy de a poco, a aflorar en esta ideología. Las mujeres hoy todavía combatimos con estos dos modelos que nos quieren encerrar entre la santa y la puta. Durante años, la religión y junto a ella la sociedad occidental, intentó hacernos elegir uno u otro camino. No solo encasillándonos, sino no admitiendo que todos, no solo nosotras, tenemos la capacidad de movernos entre blancos y negros toda nuestra vida. Pienso que, por ahí, Eva y Lilith son la misma persona y que gracias al relato posterior, ahogado en deberes sociales, se tuvo que separar en dos. Para que nadie pueda dejar de entender que siempre se puede elegir sin importar el tiempo ni lo complejo que sea, que lo único que nos detiene es un miedo construido a partir de un supuesto rol social ideado para separarnos de lo salvaje en nosotras.
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L o s ni ñ o s p ri m ero
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egún l os art í cul os 658 y 663 del Códi go Ci vi l y Com erci al de la Naci ón A rgenti na los padres t ienen la obl igaci ón de dar les ali ment os a s us hij os has t a l os vei nt iún años . A unque es t o s ea así des de hace años , m e encuentr o en muchos ám bi tos en l os que habl ar de la cuot a al im entar ia es el pie per fect o par a gener ar al gún t ipo de di scus i ón. No qui si er a caer en deci r que no deberí amos dis cut ir l as leyes , ya que piens o que una legi s laci ón qui eta es tá m uert a; pero s í cr eo que en est e cas o podemos poner s obr e l a mes a for mas , maner as y excepciones ; no así l a i deol ogí a que exis t e detr ás de es ta l ey. E n nues t r o paí s , el di vorci o es l egal des de el año 1987, per mi ti endo no s olo l a s epar ación, si no l as nuevas nupci as a los actor es en cues ti ón. Es decir que ant es de aquel año no habí a una m aner a f orm al de es t ablecer que una par eja ya no podía es tar j unt a. Aunque hace años que ut il izam os es ta palabr a par a habl ar de dos per s onas que s e cas an y deciden es t ar j unt as , poco t uvo que ver con el cor rer de l os años s u ut i li zación con la si t uaci ón i ndivi dual de l os invol ucrados . U na par eja es un conjunt o de el em entos de una mi s ma cl ase. E n el model o hét er o ci s que nos cri amos , es t a def i nición es t uvo s iem pre al ejada de l a r eali dad.
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Ser de una mi s ma cl as e, enti endo, s i gni fi ca no s olo es t ar cons ti t uidos de la mi s ma f orm a, si no t ener l os mi s mos derechos , obl igaci ones , et c. No voy a vol ver a r epet i r cómo es te hecho no fue r eal i dad en las par ej as en las gener aci ones pasadas , si no que quier o hacer hincapi é en que no l o es t odavía. Las par ejas que nos venden aún des de l as novel as y l a publi cidad s on más des par ej as que ot ra cos a. N uest r os abuel os que muchas veces est uvier on j unt os por décadas no hacen m ás que conf ir mar es to. ¿Acas o podí a al guna de es as muj eres dejar el hogar, l os hi jos y conti nuar t eni endo una vi da t r anqui l a s i n ni ngún ti po de condena s oci al? Cl aro que no. L a soci edad per m it ía, y t odaví a l o hace, que s ea el hom bre qui en ti ene es a pos ibi l idad. N o di go que no condenem os s ocial ment e a uno que abandona s u f ami li a, s ino que de alguna maner a o s e ent i ende o s e acepta. Q ue una m ujer l o haga, gener a una especi e de cul pa sobr e el l a y una condena cont r anat ur a. Las muj eres , por t ener út er o, es tán obli gadas a s er m adres o, s i ya l o s on, a acarr ear toda l a r espons abi li dad. Es t a concepción tan ext endida no deja de par ecerm e absur da, ya que no cr eo que l as muj er es que conozco sean madr es de maner a sobr enatur al o mi l agr os a; aunque al gunas hubi er an pref er ido que as í f uera. Par a poder gest ar un s er humano es neces ari o un ovar io, un úter o, pero t ambi én es per m a.
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El es pí ri t u de l os ar t ícul os m enci onados al pr incipi o del Códi go Ci vi l y C omer cial ( enti endo yo) que no s ol o habl a de que el as egurar el f utur o al iment i ci o de l os ni ños es una r es pons abi li dad de uno de l os padr es ; s i no de ambos . Y aunque t endemos a cent r ar nues t ra at ención en la r es pons abi l idad de los mayor es , creo que el f oco deberí a es tar en el der echo de los ni ños . Un padr e que no cum ple con la cuota ali m ent ar ia no s olo incumpl e l a ley, s i no que niega un derecho a s us hij os . M uchas veces es cuché a hom bres s eparados habl ando de es te mont o de pl at a como algo que l e t i enen que dar a s u ex muj er. No, señor es: es par a s us hi j os . Y s i s u ex parej a o espos a s e hace cargo de él es porque s e hace cargo de muchas más cos as . C reo que t oda madr e s olt era debe t ener es to en m ente al mom ento de pens ar en el r ecl amo de es t e der echo. Por que a veces caen en l a mi s ma conf us ión y cr een que est án pi di endo diner o par a el las , cuando en r eal idad es t án exi gi endo algo que l es cor r es ponde a s us hij os . Por es o el Códi go Ci vil y Comer cial habla de “los padres ”, por que es una obl igaci ón de ambos pr oveer y hacer que s e cumpl a. Como di j e ant es , par a qui enes es tán en la bús queda de excepci ones , me adel ant o y digo que sí las hay. P er o las est adí st i cas es tán de mi l ado. Sol o es per o que am bos padr es y madr es puedan ent ender que, r es pect o a es t e asunt o, t enem os todos que apr ender a poner a l os niños pr im ero.
Qui s ier a cr eer que est o equipar a l a ecuaci ón, per o es tam os muy lej os de es o. H oy podemos el egir si s er m adr es o no, per o no podem os el egir hacer algo más con nues t ro t i empo que es t ar ahí . Proveer la l eche, proveer el amor, pr oveer. Si el padr e deci de por al guna razón al ejar s e de s us hij os , ¿acas o puede la m adre cum pl ir es e r ol de pr oveedor a cien por cient o? Cl aro que no. Porque el s i st em a labor al l ejos es tá de per mi t ir que una m adr e s olt er a pueda tr abajar, a no s er que t enga cerca a algui en capaz de cuidar de su bebe. Fr ente a es ta r eali dad, que he vi s t o muchas veces, los coment ari os s i empr e s on en contr a de la m adre. Que ell a se lo bus có, que no f ue l o s uf i ci ent em ente int el i gente, que tendr ía que haber l o pens ado antes . ¿Y el padre? No i mpor t a. Se da por s ent ado que puede elegi r o no cum pl ir con s u r ol . Y ent onces ponemos sobr e l aur el es el r ol de m amá l uchona y ya es t á. H agam os s enti r a est a per s ona como un hér oe por cubr i r ambos rol es y as í cons egui r s al ir adelant e. Tengo var ias ami gas m adres s olt er as y no m e par ece mal que l os de af uer a las veamos as í. Per o creo que es a vis i ón de s í mi s mas no les hace bien ni a ell as ni a s us hi jos .
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Co ma rca
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os i ncendi os en l a Com arca Andi na ya no s on not ici a que nos s or pr enda, práct icament e todos l os años al gún f oco se des pi er t a en esa zona de la cordi ll er a. Es t e año, s in embargo, parecen es tar s uf ri endo más que de cos tum br e. El verano es tuvo s eco y cal uros o, en El Chal t én m is m o l o vi vim os ; los bos ques a lo l argo de toda la Patagoni a s uf ri er on el sol f uer t e y r adiant e y l a f al ta de agua. El 9 de m arzo s e desat aron m últ i ples focos de f uego en El Mai t én, El Hoyo, Epuyén, Lago P uel o y Choli l a que es t án azotando bos ques y com unidades . Lo podemos encont rar en l os medi os : más de 13. 000 hect ár eas quem adas , más de 250 casas compl etam ente des tr ui das , m ás de 500 parci alment e afect adas , centenar es de af ectados y por l o menos t r es m uert es . ¿Cóm o com enzó? N adie l o s abe y pr obablem ente t am poco l o s abr em os , aunque s e m anej an var ias hi pótes i s: des de pens ar que fue una di s tr acci ón par a que l os puebl os no s e s igan l evant ando cont ra l a m egam iner í a o que f ue por una cues t ión de t ier ras , par a poder lot ear bos ques nat i vos o una f all a en el t endi do el éctr ico o… un si nf ín de t eor ías int er medias . La verdad es que en est e mom ent o no im por ta cómo com enzó si no que s e ter mi ne. En l os di ari os t ambi én podemos l eer tes ti m onios de gent e que lo per di ó t odo o de l os bom beros vol untar ios que cuentan s us hazañas . Lo que no s e cuenta t anto es l a organizaci ón autoges t iva de vecinos y veci nas de es os pueblos y al edaños .
Es e mi s mo mar t es f atí di co, en l as di s ti ntas pl azas o gim nasi os muni cipal es s e organi zaron cajones con r opa de obr a, guant es y bor cegos para que qui enes volunt ar iam ent e deci dían combat ir el f uego, tuvi er an her ram ient as par a hacerl o. Las m otos ier r as, l os machetes y l as hachas ci r cul aban de mano en mano, al i gual que las ins t rucci ones de cómo l ogr ar un cor t af uego. Al mi s mo t i empo, habí a gent e que organizaba las donaciones , pr i ori zando l o que más hacía fal t a. En pocas hor as , s e com prar on mot obombas , m anguer as, s e cons igui eron tanques de agua y cam i onet as . Sal ier on vol unt ar i os de todo t ipo quienes , si n pens ar en l as cons ecuenci as , s e adentr ar on en la l ínea de fuego a combat ir l o.Como t oda si t uaci ón de es tr és , el s hock nos l leva a act uar de maneras a veces poco r azonabl es, por l o que no fal t ar on l os chis t es y el buen hum or. Si endo una zona de chacras , t am bi én s e di s fr ut ar on de per as y m anzanas car amel izadas por el f uego. La buena onda y pr edis pos ici ón es cruci al para enfr entar al go tan t er r ibl e. M ient ras l a gent e veía cóm o per dí a t odo aquell o por l o que tr abajó y cons t ruyó, l os vol untar ios recor rí an la zona ti r ando agua y cor tando ár boles , exponiéndos e por compl et o a l as l lam as , a la caída de r am as y árbol es y al hant avi rus . U n volunt ar i o, r econoci do por su cons t ante buena onda, no dudó en m eter s e en el cañaveral con t al de ayudar y f al leci ó a caus a de es a enf er medad. R ecor daremos a Jul i án Fazzi por s u val ent í a y pr edi s pos ición y acom pañam os a fam il i ares y ami gos en es te mom ento de t r is t eza y dol or.
FOTO: Minuto argentina Página 4
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Re la t o Li v re El air e cáli do, que de t u boca s al ía, m e s us ur r aba al oí do que ya er a el moment o. Nos ot ros ent r el azados en l a danza de l a mar ea. Nues t ros cuerpos com o barcos s i n ti món dej ándose l levar por es a t empes tad que nos at raves aba, nos r evol caba, nos i nundaba, nos abr azaba, nos quebr antaba, nos t rans f orm aba y, mi entr as tant o, el m undo deteni do en es e mar avi l los o i ns tant e que s iem pre j ugar á a s er burbuj a al ent i zada, es pes a, bri l lant e; com o las par tí culas de pol vo que se ven s us pendi das en el r ayo de s ol. C omo s i el t i empo f uese ot r o, mági co, vanidos o, engr eído y con ai res de eter no.
FOTO: mommypotamus
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Cu l tur a L iv re “Hedwi g and t he angr y i nch” es una pel í cul a de J ohn Cam er on M i tchell es t renada en el 2001. Con veint e años de anti güedad, es te fi l m abar ca una t em áti ca act ual y t odavía contr overs i al para algunos . La hi st or ia de una per sona t r ans de naci onal idad al em ana que vive en Es t ados U nidos i nt ent ado s er una es tr el la de rock. J unto a excént r icos per sonaj es , en bús queda cons t ante del amor y del r econoci mi ento, Hedw ig nos cuenta s u cami no a l a acept aci ón.
FOTO: The dissolve
Con una es tét ica i ncreí ble y con una li s ta de temas dignos de cualqui er am ant e del r ock and r oll , es te mus i cal contempor áneo ent r et i ene de pri ncipi o a f in. Si n t apuj os a l a hor a de habl ar de los i nconveni entes que encuent r an en es t a s ociedad qui enes no cum plen con el model o ci s , ser pentea cons tant ement e ent r e la f antas í a y la r eal i dad par a hablar de un t em a aj eno, per o no lej ano. Es t a pel ícul a pr om et e s er l a f avori t a de l os am ant es del r ock, de qui enes bus can el amor tant o en s í m i smos com o en ot ros . La pel í cul a puede adquir i rs e en plat af or mas especi ali zadas , pero val e l a pena cada segundo de el la.
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