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12 personas en pugna

Julieta Ordu A

Un grupo integrado por doce miembros de un jurado (género mixto, de mediana edad, blancos y de clase media) se encuentran reunidos para deliberar un caso aparentemente cerrado de juicio por asesinato en primer grado. Tienen que cumplir un deber cívico y llegar a un veredicto justo. De su decisión depende la vida de un joven indigente de 18 años, con antecedentes penales.

Este es el argumento de una obra que nos dejará suspenso, intriga, en una situación que comúnmente se da en los juzgados de Estados Unidos. En entrevista con los directores y parte del elenco de la obra 12 personas en pugna

Es una obra que es conocida por muchos porque hace tiempo vino a Aguascalientes y se llamó 12 hombres en pugna y ahora en esta versión de la Universidad Panamericana como 12 personas en pugna

Rafael Paniagua: “Es una obra cuyo tema principal es la vida y la muerte a partir de un jurado, es una situación moral de equidad, en la que estos personajes tienen en sus manos la oportunidad de vivir o enviar a la muerte a una persona por un juicio. Es una trama muy interesante que presenta la forma de cada uno de estos personajes y al final tenemos una conclusión que puede ser interesante para el público que puede o no puede coincidir con lo que se escuche dentro de la historia. De hecho, la obra sucede en Nueva York, en la época actual. Este montaje es a partir del taller de alumnos egresados de la Universidad Panamericana, de alumnos vigentes y de personas con otras profesiones pero que están interesadas en hacer teatro. Es un producto más de la Universidad Panamericana que se ha distinguido en presentar no cosas al interior de la Universidad sino a la sociedad, a la comunidad y que ha ido avanzando con mucho éxito dentro de este ámbito teatral. Se abre este taller aparecen estas personas interesadas.

Comentar que esta obra la dirigen Rafael Paniagua y Dulce Sosa.

Dulce Sosa: “Es la primera obra como directora de teatro. Tuve la oportunidad de estar en los Ángeles, California, ahí tuve la fortuna de estudiar Cine para Dirección, pero es la primera vez que hago un proyecto enfocado en dirección para Teatro. Comentar que sí encontré

Macario Matus, tiricia y mezcal

Carmen Nozal

El pasado 2022, bajo el sello editorial Centro de Documentación Histórica Regional CDHR y gracias a la coordinación del escritor japonés afincado en México Noé Yamahata, se publicó el libro titulado Una mirada a la esperanza, el cual contiene once artículos de Macario Matus, el gran zapoteca universal, y cuatro textos en torno a su vida y obra por parte de Maura Matus Ortega, Feliciano Carrasco Regalado, Zoila Juárez Ortiz y del propio Noé. A lo largo de sus ciento veintiún páginas, el lector podrá encontrarse con un ser humano extraordinario, originario de Juchitán, Oaxaca, a quien tuve el gusto de conocer en 1993 en la Casa del Poeta “Ramón López Velarde” junto a mi querido amigo y artista visual Delfino Cerqueda con quien trabajé en una carpeta de grabados y poemas titulada Seisespejos. El poeta, cuentista, traductor, autor de ensayos y periodista zapoteco también fue promotor cultural, dirigiendo la Casa de Cultura de Juchitán donde participaron poetas y pintores nacionales e internacionales.

Pero también era una cascada abundante de agua fresca, una carcajada que irrumpía en medio de la noche más lúgubre, unos ojos de vidrio para que saliera su profunda mirada. Era un amigo y una mano que siempre estuvo ahí, aunque el tiempo pasara sin saber cuándo volveríamos a encontrarnos. Al igual que la etimología griega de su nombre, Macario tenía una buena dosis de dicha y felicidad. “Si un hombre hace lo que quiere, es un hombre feliz. Yo soy un hombre feliz”, dijo en varias ocasiones. Y así fue un hombre bendecido cuya vida bien pudo haber sido escrita por Juan Rulfo. Al menos, su nombre Macario Matus resulta tan sugerente como el de Pedro Páramo pero definitivamente mucho más prolífico: autor de más de treinta libros, muchos de ellos mezclados diferencia entre cine y teatro, primero porque me quitaron la cámara que yo estaba acostumbrada a llevarla para todos lados, y en teatro para mí, el espacio fue un reto, ya que tengo un solo escenario y ahí tengo que montar toda la obra. Rafa y yo tenemos siete meses preparando esta obra. 12 personas en pugna se conforman de un elenco muy grande conformado por un Taller, fue un proceso de conocerlos a todos un poco y antes de elegir sus personajes, nos dimos a la tarea de ver qué personaje encajaba con cada uno de ellos o bien darle un personaje opuesto a la personalidad de las actrices y actores. Otro factor importante es que jugamos con la diferencia de edades entre los personajes”. de erotismo y picardía con una sobredosis de gracia. Para Macario “el amor y la lujuria presidirán la noche, el día” pero también su memoria, privilegiada, por cierto, pues no faltaba la ocasión para que recordara los poemas populares que se había aprendido años atrás. Más que un conversador era todo un declamador que se sabía El brindis del bohemio desde el principio al final. En varias ocasiones me tocó escucharlo, así como el de La Chacha Micaila. Recuerdo que cuando oí este último por primera vez me quedé pensando toda la noche en los famosos canarios de tiricia que se habían ido muriendo. ¿Cómo sería la tiricia?, me preguntaba hasta que un día decidí a tomar el diccionario y supe que era una enfermedad vinculada a la tristeza o añoranza por la tierra natal. Un día el mismo Macario me dijo: “Bebe conmigo para que no nos de tiricia, a ti por Gijón, a mí por Juchitán”. Y en efecto, nos tomamos un mezcal o dos o tres.

Tuve la oportunidad de conocer a varios jurados y esto es lo que nos comentan cada uno de ellos.

Luisa: “Mi personaje es el Jurado No.1, voy a representar el poder femenino y la importancia que mujeres se encuentren ante hombres que en su mayoría presiden una mesa. El perfil de este personaje es una joven que estudia en un colegio.

Mago: “Me integré casi al final en el montaje, mis compañeros ya llevaban cinco meses trabajando en sus papeles y mi personaje es el Jurado No.2, es el último en la mesa. En total somos tres mujeres en la escena. Mi personaje es una joven que trabaja en una agencia. Lo interesante de esta obra es que el elenco es variado ya que todos tenemos diferentes estilos de vida y venimos de lugares distintos, de hecho, hay dos actores que son de otros estados y en este montaje coincidimos.

Beto: “Soy de Zacatecas y es la primera vez que hago teatro. Mi experiencia en este arte es que cambia la vida literalmente y darse cuenta uno como es por dentro”.

Javier: Soy el papá de una actriz que estuvo en el montaje de Los Miserables. Vi el anuncio del taller de teatro y la semilla ya estaba germinando al haber tenido contacto visual con la pasada obra de la UP. El teatro nos ayuda a reencontrarnos con nosotros mismos y es una herramienta de cultivo para sacar nuestros sentimientos.

Pepe: “Actualmente estoy estudiando la licenciatura de canto de ópera. La actuación es fundamental en un cantante”.

Emiliano; “Hemos jugado mucho con las edades y a mí me tocó ser un personaje mayor y me tuve que decolorar el cabello, ha sido una gran experiencia”.

Dany: “Tengo 24 años y mi personaje ronda entre los 30 años. Es mi primera vez en el teatro, siempre había querido actuar”.

Gerardo: “Soy maestro de primaria. Me gusta conectar con las emociones y transmitirlas a los demás”.

Abraham: “Es mi primera experiencia. Es poder llevar el teatro a la vida y conectar con las personas, una experiencia muy grata. Aconsejo al público a este tipo de talleres”.

12 personas en pugna se presentará este 4 y 5 de marzo con funciones 18 y 20:30 horas., Teatro Antonio Leal y Romero.

Aunque han pasado más de trece años desde su partida, si cierro los ojos aún puedo verlo sentado en el Café-Bar “Las Hormigas”, moviendo sus brazos mientras recitaba Por qué me quité del vicio de Carlos Rivas Larrauri. Más de una vez lloramos de risa pero sus poemas los que no recitaba pero sí escribía tenían el poder de trasladarnos a un mundo fantástico por el que desfila un bestiario habitado por tigres, armadillos, lagartos, nutrias, tortugas, ocelotes, coyotes, caracoles y peces, mientras la naturaleza, en toda su expresión, se magnifica al paso de la lectura para poder contemplar a nuestro autor nacer de la raíz de un árbol y las entrañas de una fiera, y luego enamorarse, perdidamente, “del olor penetrante de las flores blancas que prendían en la copa del árbol”, mientras se preguntaba:

“¿Qué será de ti, sino sueño, poema mío?” Esta brevedad contundente, entrelazada a la voluptuosidad de sus imágenes nos da una poesía habitada por un mundo onírico, extraordinario y lleno de posibilidades, donde el lector puede adentrarse a través de una galería de espejos con puertas multidimensionales a otros universos.

Qué haré con el cuenco de mis ojos si la sombra de su pecho lejos se ha escapado.

Más de mil días guardo su aroma, originarias en el Sur de México 301 el perfume de su sexo y el olor a hierba mojada de su generoso pubis alado.

Y es que Macario Matus veía desnuda hasta la palabra porque así era él: transparente como una lágrima, amigo de sus amigos, novio de la poesía, infiel al realismo, espontáneo como el amanecer.

Por todo esto, recibo con profundo agradecimiento este trabajo de nuestro querido Noé Yamahata, pues gracias a su nobleza y reciprocidad, nos permite seguir rememorando la vida y la obra de Macario que, sin duda alguna, seguirá enriqueciendo la literatura de los tiempos venideros.

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