UNA
SINGULAR
CITA EN…….VIETNAM !!!
Otro mundo… Sí, nuestro único hijo se fue a completar sus estudios a la “vecina” Melbourne, para que, al finalizarlos coger unas mochilas y recorrer buena parte del Este de Australia y del Sudeste asiático. Ya hacía seis meses, SEIS, y sabíamos de él gracias al correo electrónico. Aún le restaban seis meses más, SEIS, ya que sus planes eran los de pasar todo un año por aquellos lares. Unos padres “normales” como nosotros no podíamos aceptarlo y se nos ocurrió lo siguiente: tú te “acercas” un poco y nosotros haremos lo mismo…total, el día 12 de julio a las 12 del mediodía nos “citamos” en el mítico Hotel Continental de Saigón (hoy Ho Chi Minh)….y así sucedió. Este relato, para nosotros entrañable, por supuesto lo dedico a la madre de sus días, a mi querida esposa Ascensión, mi “Chatica”… espero que lo pasen bien. “La inteligencia militar son dos palabras contradictorias”, Julius Marx (Groucho).” La religión y la Cultura también”, yo.
1.
Por fin!, ya llegó el día. Iniciamos el viaje en un día nuboso y húmedo, esperamos que cambie. Escala en Roma…no ha venido a recibirnos el Papa???...estará un poco acatarrado… Ya en el avión “grande” de Malaysian Airlines, afortunadamente muy cómodo ya que nos esperan muchas horas de viaje para llegar a nuestra “cita”. Buena
comida y con nuestro televisor particular equipado con doce canales y muchos idiomas nos ayudan a pasarlo bien. Mientras estamos en el aeropuerto de Roma, esperando embarcar (en avión) para el vuelo definitivo, tengo ganas de fumar; está prohibido en todo el aeropuerto!, yo le comento a unos empleados y me confirman que nos es posible, pero con un guiño me señalan los lavabos…¡ Viva Italia !. Siguen las “escalas” …llegando a Kuala Lumpur, capital de Malaysia, vamos a recoger nuestro equipaje (nervios por no encontrarlo fácilmente), para volverlo a facturar a Saigón. Creo que nos aconsejaron mal al facturar nuestros equipajes en Barcelona, podíamos haberlos facturado desde Barcelona a nuestro destino final, pero…Dos horas de tranquilo vuelo y por fin Saigón (preferimos llamar a ésta Ciudad con su nombre antiguo, es para nosotros más romántico y nos “suena” mejor). Interminable espera para la entrada pero “todo llega”…y al salir, por fin, la gran SORPRESA!!!: Lluís (“Mataronet” para mí) estaba esperándonos tras una alambrada, parecida a la de los campos de concentración! donde ubican a las personas que reciben a los viajeros. Emocionante sorpresa, muy, muy emocionante…después de SEIS MESES…nos abrazamos, por fin, LOS TRES!!!(lagrimitas a “gogó”)…por fin nuestra “Cita en el Pacífico “se había hecho realidad. Después del “GRAN MOMENTO” nos dirigimos a la mítica ciudad junto con un grupo de siete personas que también iban a hacer nuestro recorrido y que ya nos habíamos hecho amigos durante el vuelo quedando en que iríamos juntos durante toda nuestra visita: nos encontrábamos muy a gusto con ellos y nuestra impresión es que parecía que era recíproco para ellos…veríamos como transcurriría el “tour”… Del trayecto hacia el hotel, que casualmente ingresamos a las DOCE EN PUNTO, como habíamos quedado, ni nos enteramos ya que nos mirábamos, nos acariciábamos, reíamos, gritábamos, comentábamos cosas, de todo y de nada…Encontramos a Lluís MUY DELGADO, notándoseles las costillas a flor de piel, diciéndole que la salud es lo primero, que si no comía no podría proseguir el viaje…él se “defendía” contestando que a pesar de su delgadez se encontraba muy fuerte, que era normal en el “oficio” que tenía, etc. etc., los padres siempre somos muy pesados!
El mítico Hotel Continental
El Hotel CONTINENTAL, histórico e histórico muy reciente: los norteamericanos, que sus mandos en este país estaban regiamente instalados en éste Hotel, salieron de allí “pitando” después de su vergonzosa, desgraciada e inventada dramática Guerra y además con el rabo entre las piernas…hacía relativamente tan poco tiempo que aún “veíamos” como recogían sus “cosas”, como masticando el sempiterno chicle y sudando a mares se “largaban”…qué vergüenza!!!. Todas estas acciones nos las imaginábamos y tocábamos las paredes, respirábamos el ambiente en el antiguo y restaurado Hotel donde pasaron tantas cosas…primero, años atrás, los franceses y últimamente los “otros”…La habitación que teníamos era triple (ya que de nuevo estábamos los tres), grandiosa, además de dos grandes dormitorios un gran salón con un centro repleto de frutas tropicales (que bonitas, que colores, que buenas!), televisores, dos grandes baños…Lluís alucinado después de pasar los últimos meses en desiertos, habitaciones “cutres, etc…un buen baño y un descansito… Por fin los TRES en la espaciosa habitación Ya , después de haber tomado buena posesión de nuestro pisito, vamos con nuestro grupo en un mini‐bus y un guía local a recorrer durante un par de horas la bonita Ciudad. De regreso, dando un paseo, vamos a cenar a un buen restaurant. La cena todo un éxito, comiendo platos vietnamitas: yo de entrada pedí una suculenta sopa, que no “perdono” en ningún lugar, tanto me gusta, aquí se llama “pho” y puede ir acompañada de carne, pescado, etc. pero SIEMPRE de fideos. Todos comimos muy bien y para postre Lluís nos dio un pequeño concierto de piano, teniendo un buen éxito entre los comensales que allí se encontraban en su “debut” en Vietnam, dando a conocer a nuestros Granados, Albeniz, etc. , todo una sorpresa para los presentes…Ya de regreso a nuestro hogar y en la intimidad de nuestra habitación intercanviamos nuestras vivencias anteriores, especialmente las de Lluís desde su ausencia por “esos mundos”, pero estábamos tan, tan cansados que nos fuimos a dormir LOS TRES y lo dejamos para días sucesivos…. Bona nit!
2..- Felices (muy) y bien descansados nos dirigimos a desayunar al patio‐jardín interior del hotel. Unos árboles centenarios que producen unas flores blancas con centro amarillo preciosas y que son los árboles “enseña” del país, país de agua y flores; plantas por todas partes, orquídeas de muchas clases y otras que no las reconocemos…en esta hora matinal se está muy bien, fresquitos. El buffet completísimo y todos vamos a “por él” ya que el desayuno a la mayoría es la comida que se toma más a gusto. Por fin había llegado LA HORA, la hora de la SORPRESA….cuando viene una camarera a preguntarnos que deseamos
tomar de bebida, yo le digo señalando a Lluís: “a este joven para beber tráigale un Cacaolat por favor”, ella, sonriente contesta OK….Lluís y el resto de nuestro grupo se me quedan mirando, con una sonrisa de incredulidad pero expectantes. Al cabo de un momento aparece la sonriente joven y le sirve un vaso lleno de lo que le había encargado???...Lluís, después de tomar un sorbo dice: “pues sí, se parece mucho a nuestro Cacaolat, tiene el mismo color, el mismo sabor”…La sorpresa morrocotuda llega cuando la camarera regresa con una bandeja en sus manos y encima una botella de litro de Cacaolat!!!...atónitos ven la marca, los comentarios en ella en castellano, etc….se quedan “de piedra”, Lluís no sabe que decir…la “cosa” ha salido redonda!, de esta pequeña anécdota se acordarán toda la vida…, valía la pena el pequeño esfuerzo que representó el traer la botella hasta aquí. Previamente, a primerísima hora de la mañana, le comenté a la camarera el que preparase “la Jugada”, y varios empleados alertados vieron a hurtadillas lo que sucedió y se rieron mucho. Ascensión y yo estábamos radiantes, para posteriormente explicarles a nuestro grupo que cuando Lluís era pequeño e íbamos a un restaurant siempre pedía un Cacaolat y calamares a la “rumana”…esta costumbre aún persiste… ¡Al Delta del Mekong!...un pequeño comentario: este Delta cubre una superficie de unos 40.000 kilómetros cuadrados (más que, por ejemplo, la superficie de Catalunya). Las islas de su estuario provocan que la corriente principal se divida antes de desembocar en el Mar del Sur de la China formando un total de ocho bocas o salidas. El número ocho es, para los vietnamitas, un numero de mala suerte y, en consecuencia, cuentan también con un pequeño canal para así “llegar” a las nueve, entonces, ya tranquilos, lo han bautizado con el nombre de Cuu Long Gian,( el Río de los Nueve Dragones)…arroz y más arroz, al año exportan alrededor de un millón de toneladas y promedian de tres a cuatro cosechas!
El arroz “la estrella del País y un campesino montado en su tractor ecológico
Para atravesar la Ciudad, que según el guía tiene 5,7 millones de habitantes, tardamos muchísimo tiempo. Estoy situado en el asiento delantero al lado del conductor, nuestra conversación es a base de sonrisas y gestos, y desde mi privilegiado asiento veo alucinado como es su tráfico, y supongo que será en las demás: INCREIBLE!!!, bicicletas, ciclomotores, poquísimos coches, pero en cada vehículo de dos ruedas van montadas dos, tres, y hasta cinco personas!, circulando por delante, por detrás, por los lados (menos por encima) de nuestro vehículo tanto a favor de nuestra dirección como en contra!!...un caos…que solamente “ellos” lo entienden. Además el transporte de mercancías lo hacen a hombros conduciendo la bici o el ciclomotor…y que bultos tan enormes!!, no lo habíamos visto ni en “Le Cirque du Solèil”, todos estamos embobados mientras “la madeja” se hace y deshace: impresionante. La circulación en este país “teóricamente” va por la derecha, pero esto es pura anécdota y para atravesar una calle o avenida…nos explicaron el “truco”: en este impresionante galimatías “solamente” tienes que tomar la decisión de pasar cuando quieras, solamente pensar “paso o pasamos sin mirar a ningún lado”, entonces se produce el “milagro”, el tráfico se detiene lo SUFICIENTE para facilitar el paso..y…ya está!, así de fácil; las primeras veces nos temblaban las piernas un poquito, pero después..NO PROBLEM!!! La carretera por la que transitamos es la más importante del País que lo atraviesa de norte a sur y tiene unos 1.600‐1.700 kilómetros. A medida que nos alejamos de la gran ciudad supone el poder ver más ya que hasta ahora solamente hemos visto un intensísimo tráfico rodado. Verde, muy verde, típico paisaje de un país tropical. Un festival de verdor, color, frutas “extrañas” de preciosos colores, sombreros de paja, tan típicos y parece tan prácticos, ya que aquí, al contrario que en casa, nadie quiere estar moreno!; las señoritas más “sofisticadas” usan unos guantes‐manguitos que les cubren los brazos por entero y una suave tela les cubre también casi la cara: aquí lo que “priva” es estar blanca!...viajar para ver!. Agua, agua y más AGUA; es el país del agua, está inundado casi siempre, al menos por aquí “abajo” y lógicamente arroz y más arroz, que les debe ir muy bien para la salud ya que no ves ninguna “tripa”: todo el mundo está delgadito y parece que sean muy frágiles, pero nada más lejos de la realidad…y sino que se lo pregunten a los norteamericanos!!!. Ya estamos a unos 75 kilómetros de Saigón y llegamos a un lugar para embarcar e ir de excursión por éste brazo del río
Ascensión, la estrella del Mekong
que tendrá unos trescientos metros de anchura. Después de atravesarlo visitamos un caserón/hacienda rodeado de árboles frutales de diferentes especies: que explosión de la Naturaleza!, que derroche!, cuanta vida!, que lujuria!...nos sirven un impresionante surtido de frutas del país, a cual más bonita, sabrosa y curiosa, los que jamás habíamos visto estas preciosidades estábamos encantados y gratamente sorprendidos…¡ qué sosas son las “nuestras”!, después té, la bebida que siempre está presente en vez del café???. Seguimos paseando a pié por unos caminos de tierra muy amplios y bien cuidados encontrándonos con bastantes vecinos que habitan en viviendas muy humildes, algunas personas se asoman al vernos tasar pero al verse observados se esconden…una barraca‐barbería en la que exponen “modelos occidentales” de peinados como muestra de sus habilidades…y un poster grande del equipo del Barça!!. El oficial está atendiendo a un cliente, entro a saludarles y muy sonrientes conmigo estamos un rato “conversando???”, más que de palabra con señas. Veo que no le está cortando el pelo ni afeitándole???...le está limpiando los oídos!!!, muy sonriente y tranquilo está tumbado en un sillón barbero y pacientemente espera que lo deje “como un espejo”…adaptado a una maquinita eléctrica tiene un tubito, como una pequeña barrena, que le va “rastreando” el interior del oído…¡Qué gozada!, lo bien que tiene que ir cuando te “pican”… Seguimos: una pequeña reunión de nuestro grupo con una guía local muy bien ataviada “a lo oriental” nos narra las miserias que pasó su pueblo durante la última Guerra…y después, también. Se nos pone la piel “de gallina” escuchando, “in situ, el tremendo desastre que la población tuvo que soportar desde el mes de agosto de 1.964 hasta el 30 de abril de 1.975 cuando a las 11,30 am. las fuerzas sudvietnamitas deponen las armas, y muy cerca de allí desde el tejado de la Embajada de los Estados Unidos, los últimos funcionarios norteamericanos son evacuados precipitadamente en helicópteros. Tras la toma de Saigón, que pasaría a llamarse Ho Chi Minh, en honor al líder comunista, se disuelve el Gobierno Revolucionario Provisional del Sur, y, finalmente, en julio de 1.976 el País es oficialmente reunificado. Se le notaba aún a la guía la indignación que aún le afectaba recordando, y teniendo mucho interés en que estuviésemos bien enterados, la Gran Injusticia que tuvieron que soportar. De regreso vemos como juegan alegremente unos niños en éstas aguas marrones cargadas de nutrientes para la vegetación local transportados desde las faldas del Himalaya por este gran río que es el Mekong (el séptimo más grande del mundo).
Los niños disfrutando de una enorme piscina. También observamos que la mayoría de transportes de viajeros y mercancías se hacen a través del tremendo entramado de canales que aunque no se sabe con certeza cuanto miden éstos se estima que alcancen los 5.000 kilómetros, casi 1.000 km. más que el propio río.
¡al mercado!: la mayoría de transportes en el Delta se realizan por via fluvial. Ya en Saigón vamos a dar un paseo por los alrededores del hotel visitando la católica catedral de Nôtre Dame
La catedral y al fondo Correos. construida por los franceses en ladrillo rojo entre 1.877 y 1.883, el edificio principal de Correos y el magnífico Ayuntamiento con una fachada blanca y amarilla, una “delirante parodia barroca” construida en los primeros años del siglo XX, y que destaca su estilo arquitectónico europeo en medio de ésta Ciudad asiática por lo que nos llamó mucho la atención y sorpresa.
3 . - Un buen desayuno , (aún dura el Cacaolat), y también las bromas, vamos a visitar los túneles de Cu Chi…antes un poco de su historia: éstos se encuentran cerca de Saigón, a unos 40 km., y más que ver un espectáculo es el ver un impresionante trabajo. Estos túneles, de aprox. 1,5 metros de alto y unos 80 cms. de ancho, llegan a cubrir una distancia de unos 200 kilómetros!!!!, incluso “pasan” por debajo de un río, el rio Sông Sàigòn!!. Esta obra sirvió últimamente de base del Vietcong e incluso parte de ellos estaban situados debajo mismo de asentamientos de El Ayuntamiento un magnífico e inesperado edificio
bases norteamericanas ocupantes!!!. Tenían ubicados hospitales de campaña, almacenes de armas, aulas para reuniones etc., anteriormente ya habían servido para la resistencia en la anterior Guerra contra los franceses hacia los años 40, aunque últimamente fueron considerablemente ampliados
Cu Chi: su intrincada y compleja red de túneles. Nos comentaban que los norteamericanos sabían de su existencia y los intentaban localizar por la selva para su destrucción con la ayuda de perros especializados, pero los vietnamitas espolvoreaban con sustancias como la pimienta y esto hacía que los perros al olfatear estos lugares se apartaran rápidamente sin poder “denunciarlos”,,,ingenioso, ¿verdad?. Un artículo del “National Geographic” describía los comentarios de un general estadounidense en los que decía: “la Guerra, en cualquier campo de batalla es una pesadilla. El Delta del Mekong agrava el horror; luchar allí supone moverse dificultosamente por pantanos llenos de serpientes donde el barro te inmoviliza las piernas. El enemigo puede estar a CINCO pasos, invisible en la espesa jungla” Pues en Cu Chi la “cosa” cambiaba: al paso de un grupo de soldados norteamericanos, por encima incluso de la entrada de un túnel, en éste un soldado “viet” agazapado debajo del nivel del suelo, levantaba la”tapa”
Su ingenio y tesón pudo más que la soberbia que lo disimulaba y abatía a los enemigos para después, rápidamente volver a colocar el piso disimulado en condiciones e huir rápidamente. Nosotros pudimos incluso entrar en algún túnel, yo me subí en un tanque americano abandonado, vimos las trampas mortales muy bien camufladas situadas por la selva y otros emplazamientos que convirtieron en un infierno el transitar por aquellos lugares. Para los turistas han construido un pabellón donde un guía local nos comentaba señalando con un puntero en un mapa las “travesuras” e inventos que acabaron con la paciencia, y otras cosas, de los invasores llegando éstos a tener que salir ridiculamente “pitando” del País. Estando aquí uno se alegra de que los “débiles” derroten vergonzosamente a los “fuertes”…como en las películas “buenas”… Al regreso a Saigón fuimos a visitar el Museo de la Guerra, donde exponen horribles escenas acaecidas durante la última conflagración…fue una experiencia terrible, no nos lo esperábamos, muchos del grupo salimos de la visita con lágrimas en los ojos…no exagero…¿cómo podemos llegar a llamarnos “ humanos “ con lo que normalmente ésta palabra representa?...MUY, MUY DURO…ésta visita la recomiendo…y NO la recomiendo. Nunca más a partir de este momento podré olvidar los horrores que presenciamos.
4.- A madrugar!!!: SAIGÓN – HOI
AN
Son las 3.45 a m., e iniciamos una nueva etapa al tomar el avión que tan tempranos nos llevará hasta Da Nang, ciudad situada a 975 kms. hacia el norte y a 750 kms. al sur de Hanoi; o sea que está aproximadamente en el centro de éste estrecho y alargado país. Al encontrarse ésta ciudad tan apartada geográficamente de los dos centros o ciudades más
importantes y aunque cuenta con unos 400.000 habitantes, ha podido mantener su propia y genuina personalidad. Se encuentra esta ciudad enclavada en la bahía que le da su nombre y en la que desemboca el río Han. En su larga historia cabe destacar que en el siglo XIX Da Nang reemplazó a Hoy An como principal puerto del centro de Vietnam y gran núcleo comercial. En 1.847 un buque de guerra francés atracó en el puerto de esta ciudad e inició la lucha por colonizar la zona. El mayor desarrollo de la ciudad se produjo tras la división del país en 1.954. Una década más tarde, el 8 de mayo de 1.965, los primeros barcos estadounidenses que llegaron a Vietnam atracaron en Da Nang. Posteriormente este puerto se convirtió en una gran base aérea de Estados Unidos. Al ser un importante objetivo militar ésta ciudad sufrió tantos ataques que llegó a conocerse como la “Ciudad Cohete”. Un poco de tristeza nos embarga al dejar Saigón, por varios motivos, una ciudad que solamente al nombrarla nos evoca mil y una sensaciones, la Ciudad que nos reencontramos con nuestro hijo, la Ciudad que vimos por primera vez como palpita desaforadamente su ancestral cultura…, Saigón, te dejamos, quizás para siempre, pero para siempre en nuestro grato recuerdo…gracias. El vuelo perfecto, todos durmiendo para recuperar la forma en el día que iniciamos. Ya nos están esperando a la salida del aeropuerto, una guía con un gran cartel entre sus manos mostrando “Luís López y su grupo???”. Directamente nos conducen a visitar un museo, el Museo Cham (Bao Tang Cham), visita principal y obligada en ésta ciudad que está ubicad en el centro de una zona antiguamente dominada por los “Cham” y que, aunque este pequeño museo es de pequeñas dimensiones, alberga la colección de esculturas Cham más bellas del mundo. Esta gran muestra de arte del ancestral reino Champa incluye dioses, animales y bailarinas celestiales todo ello tallado en piedra que datan de los siglos VIII al X. El “pequeño” problema es el que nosotros estamos cansados y soñolientos por el gran madrugón (empezamos bien el día!)…se ha dormido muy poco, hace MUCHO CALOR y no apreciamos tan bien las cosas como lo haríamos estando más en forma pero…hay que seguir con el “programa”. Visitamos un taller/factoría
Su materia prima
donde confeccionan artesanalmente muebles, mesas, y un sinfín de objetos para decoración tomando como materia prima una caña especial autóctona muy flexible y bonita. ¡Al hotel!...¿cómo será?), siempre es la misma pregunta…, está muy bien y situado en las afueras de la ciudad evitándonos el ruido del tráfico; exuberante vegetación: árboles rebosantes de flores, palmeras, plantas enormes preciosas, flores, flores…y una piscinita que tiene el agua calentita…!que baño!...una buena siesta y por allí las cuatro salimos todos “a comernos” la ciudad, mejor dicho, el casco antiguo. Es muy “auténtico”: casitas bajas, muy modestas y antiguas en las que destacan algunas de categoría, muy bien conservadas, indicando en su entrada en un cartelito su historia…enseguida se nota de que son de familias acomodadas
Detalle de una sala noble en Hoy An Visitamos seguidamente un templo chino, de una religión “pariente” de la budista. Está muy decorado, especialmente el color rojo es el principal ya que en su religión es el color de la suerte, figuras, figuritas, y destacando naturalmente, la gran figura de su Dios, o guía espiritual, siempre tan orondo y con unos bigotes y ojos “saltones” que en vez de inspirar ternura y devoción a “nosotros” nos da miedo, exceptuando una figura que vimos en la entrada de otro templo en la que estaba su cara sonriente. Hay tantas cosas, pinturas, dragones (eso SÍ), estatuas, bombos y biombos, muebles preciosos, ofrendas (básicamente con el “rabo” hacia arriba) y monedas, flores…, que tanto la vista como el celebro se nos saturan de tantos objetos que no recuerdas tanta y tanta ornamentación, eso sí, el olor del incienso que constantemente se eleva de los “palitos” y da un ambiente propicio para sus oraciones. Dejamos ya la guía en paz y vamos a pasear por las calles entre sus habitantes viendo cómo transcurre su vida…el trabajo, la comida, como visten, ¡como conducen!...¡esto es viajar, esto te enriquece!...los tres solitos vamos a cenar a un restaurant flotante sobre el río,
farolillos reflejándose en su “espejo” y un ligero balanceo…¿será para facilitar la digestión?, la luna bien llena…de postal. Ascensión, langostinos (aquí gigantes), el Mataronet carne (como siempre) y un servidor, para variar, sopa (estoy enamorado de sus sopas). Envueltos en un mágico momento y con los platos delante…que felicidad. Mucho calor aunque estamos de noche y en el río para, además, al servir la sopa lo hacen sobre un fogón con carbón en brasas para que no se enfríe!!!, a esto se le llama ser masoquista!
5.-
HOI
AN
Ayer fuimos muy pronto a dormir, alrededor de las 9.30, hemos descansado muy bien, regulando el aire acondicionado (mi mortal enemigo) y nos levantamos muy prontito con MUCHO apetito, el desayuno es la comida más esperada, hace mucho tiempo que no hemos ingerido alimento alguno y además hace un fresquito!, no recuerdo, a lo mejor sí, que nunca haya comido tanto: un gran vaso de zumo de papaya, unos parecidos a espaguetis con verduras acompañados con “hojas” de arroz que los envuelven, huevos duros, surtido de fiambres acompañados de leche fría (de la de antes), frutas: ojos de tigre, mango, sandía (amarilla en su interior como los taxis de Barcelona), chirimoya, mangostinos, y más, más, para “cerrar” con un buen café…eso SÍ que es un desayuno!..Ah, y como olvidé tomar la pastillita matinal, otro vaso de leche bien fría…después…no podía ni andar Hoy An, un pequeño comentario histórico: ésta pequeña ciudad cuya principal arteria se llama Tran Phu (vaya nombre), está a orillas del río Thu Bon y aparece encantada en el tiempo. Según informaciones conserva “mil vestigios diferentes”; los arqueólogos creen que ya estaba habitada hace al menos dos mil años, aunque su historia como puerto se remonta al siglo II d. C. cuando formaba parte del reino de Champa. Ya en el siglo XVI los chinos y los japoneses hicieron de ésta ciudad un puerto de la ruta comercial China – India y como curiosidad construyeron un puente al 50% y en él en cada una de sus partes figuraban inscripciones pertenecientes a cada uno de sus países. Más adelante ya llegaron mercaderes y misioneros europeos, todos ellos a comprar su exquisita seda, además de nácar, laca, porcelanas, hierbas medicinales y otros productos exóticos. Los tres solitos vamos de exploración a nuestro aire: el Mercado, una maravilla, una locura, un…no se que más decir, me falta mucha más facilidad para describir el apabullante y auténtico ambiente que reinaba. Pasamos en él mucho tiempo, viendo y descubriendo la brutal diferencia en comparación con nuestra cultura en la mayoría de los casos, vestir, moverse, conversar…también las insólitas clases de productos (para nosotros), que a la vez que los vendían también los cocinaban para el público ; el trasiego de las mercaderías, el comportamiento de los compradores, el grandioso colorido…, siempre los mercados para nosotros son uno de los lugares preferidos…esto también es cultura…cultura culinaria!
Su pintoresco mercado básicamente vegetal. Ascen siempre se pregunta qué es lo que hacen los comerciantes con los productos que les restan por vender en el día, ya que aquí los frigoríficos ni en fotografía, porque parece materialmente imposible el que los agoten, tal es la cantidad que tienen expuesta…¡qué colores!, ¡qué festival!...y para las especias…un capítulo entero!. Seguimos por la orilla del río y una joven madre de dos hijos se nos acerca y nos propone ir a dar un paseo por el río en barca de remos, mejor dicho de remo (sólo tiene uno) y con el previamente indispensable regateo llegamos a un acuerdo: una hora, dos euros. Al ir a subir a la barquita aparece una monísima niña que resulta ser la sobrinita de la que hemos hecho el trato y, a su vez, hija de la que nos conducirá remando por los alrededores con la barca. Le preguntamos si no tiene inconveniente en que nos acompañe, aceptan encantadas por el detalle y la pequeña aun más con una sonrisa de contento. La niña es una “cucada”, Ascen la acaricia constantemente, la niña sentadita a su lado y sin extrañarse lo más mínimo está muy contenta…¿es tan bonita! La barquera, su hijita y la estrella de la excursión ¡
tiene una piel tan fina!, finísima…pasaron los 60 minutos acordados en 10 minutos!, tal fue nuestra sensación. Estuvimos paseando hasta una islita que se encuentra en el centro del magnífico río “acompañados “de grandes aves, ¿pelícanos?, etc. Que no nos extrañaron ni un momento y seguían con sus “cosas”…también el panorama de la ciudad, repleta de árboles por doquier, era un inédito regalo desde nuestra perspectiva: lo pasamos MUY BIEN. El mercado (para variar), ahora por las paradas de venta de carne, éstas muy mal expuestas, así como las del pescado, aunque todo se veía muy fresco, del día, y llegamos al “puente”
Un puente al 50 % éste muy famoso, aunque minúsculo, que aparece en revistas especializadas y que un día compartieron su construcción y propiedad al 50%, los “japos” y los chinos. Ya en el hotel un baño en la piscina con el agua bien calentita, como a mí me gusta. Ascensión no se trajo bañador y aquí no quiere comprarse uno…qué lástima, con lo buena que está (el agua) y con el calor húmedo y sofocante…qué alivio, “refugiarte” entre sus cristalinas aguas…qué “defensa”…un compañero comenta: “te pones dentro y ves a Dios”…¡qué expresión!. Ya por la tarde Ascen y un servidor, salimos a dar un paseo después de una buena siesta. El cielo, encapotado desde hacía un buen rato se “decide” y nos obsequia con una tormenta de las de aquí, con una copiosa y furiosa ducha en la que en un instante te quedas calado hasta los huesos, como en las películas!...estamos en plena estación monzónica y esto representa que CADA DIA, especial y puntualmente por la tarde, la lluvia está presente en cantidades para nosotros insólitas. Nos refugiamos en una tienda que muy amablemente nos invitan a pasar. Vemos unas señoras muy viejecitas típicamente vestidas; son muy amables y sonrientes, a la vez que se ven muy frágiles…comentábamos “no pasarán de 20 kilos”. Ascen las mira con mucha ternura y curiosidad ya que siempre las viejecitas le han llamado poderosamente la atención (cosa que a mí me ocurre lo mismo, pero con las jóvenes)…nos sonreímos constantemente, algún gesto y…nada más. Pensamos que cuando llegas a éstas edades, que indefenso te quedas…pues bien, al cabo de un ratito, se presenta un joven montado en un
pequeño ciclomotor,(ya ha cesado el diluvio), al momento “las nenas” al verlo salen DISPARADAS de sus asientos y en un abrir y cerrar de ojos se montan las dos junto al conductor en la mini‐máquina y con una gran sonrisa de despedida nos dicen adiós con las manos!!!, nos quedamos de una pieza…vivir para ver…nosotros quizás no nos hubiésemos atrevido a montar en aquel pequeñísimo “artefacto”. Después de una buena cena todo el grupito nos vamos a pasear, vemos que ésta noche es muy especial para la población: celebran la fiesta anual relacionada con “su Luna” (que también es la nuestra, pero “algo” diferente); consiste , supongo que también entre otras cosas, el que la ciudad quede totalmente a oscuras…¿será para ver la Luna y el firmamento hoy mucho mejor?, solamente la única iluminación “permitida” por sus estrechas y antiguas calles es la de los fanalitos, tan característicos lares, en los que una velita les da “vida”…mientras, en el pequeño puerto y subidos en sus barquitas muchos de sus habitantes invitan a dar un recorrido por el pueblo, como en nuestro país un “cercavila” (pasacalle), pero…marino: un grupito “selecto” de “cantantes” de unas doce personas, desde una barca (la más grande) da un concierto para al “multitud”, que, lógicamente escuchamos desde los aledaños del puerto, deben de ser los de la Coral local…, van “cantando” en grupo y también interpretando “solos” con una voces extrañísimas (para nuestra Cultura)…nos suenan “fatal”, ni a propósito se puede destrozar la “música” o los sonidos, si se les puede decir a lo que están afanosamente “interpretando”. De regreso, con el eco de los “berridos” (con cien mil perdones) nos dedicamos a colocar el equipaje, para que mañana estemos listos a primera hora (para variar) a visitar la antigua y “sufrida” capital: HUÉ. Bona nit.
6.-
HOI
AN – HUÉ
Nos despedimos de Hoi An población, según lo visto hasta hoy, totalmente imprescindible el visitarla población, al menos un par de días con destino a Hué. La carretera(siempre en obras), nos comentan que la están ensanchando y creo que antes de que la acaben de ensanchar podremos inaugurar nuestra Sagrada Familia. La primera etapa la hacemos en las famosas Montañas de Mármol, unas montañas riquísimas de éste preciado mineral y que el Gobierno ya ha prohibido su extracción después de consentir que edificasen el horrible Mausoleo de Ho Chi Minh en Hanoi, supongo que en su emotivo homenaje. Estas montañas (que son cinco) están nombradas cada una como la de Buda, del Aire, del Fuego, de la Tierra y de ¿??, situadas cerca del mar, tienen una altura que oscila en los 500 metros. Por la Montaña de Buda y su esposa (¿) vamos ascendiendo por unas escaleras, supongo que de mármol, muy irregulares de altos escalones, encontrándonos diferentes edificios sagrados dentro de los cuales siempre se halla una estatua para adorar
No están mal pero llegando al final de la escalera y casi en la cima nos encontramos con la boca de entrada de una grandiosa cueva, espectacular, y a más vista desde “arriba”, que para llegar al fondo de la misma tenemos que descender muchos escalones. Esta cueva tiene una grandes dimensiones, por la parte de su techumbre que está parcialmente abierta al cielo y por su pequeña apertura penetra la diurna luz da al conjunto interior un color y aspecto fantástico. Me acordé de el inolvidable Indiana Jones haciendo de las suyas por aquí. Es, por ahora, esta gran plaza subterránea presidida por un eterno y grandioso Buda, perfumada con penetrante incienso, lo que más nos ha llamado la atención a todos juntamente con los originales túneles de Cu Chi. Un buda en un rellano Mientras ascendíamos por aquellos antipáticos escalones nos encontramos casi al final de los mismos con una paraditas donde unas nativas ofertaban a los visitantes refrescos, cocos verdes, golosinas, etc.. Las mujeres que estaban atendiendo sus “negocios” nos invitaron a sentarnos para reposar un ratito en sus inevitables ,en éste país, sillones rojos de plástico de la dura ascensión (en minúscula) y, de paso, realizar alguna venta. Una de ellas se dirige a Ascensión (en mayúscula) y le dice que tiene unos ojos muy bonitos, que es muy guapa…que va muy bien maquillada…,( parece que se lo dice sinceramente). Ascen al oír estos comentarios se engorda unos kilitos, como mínimo, y al pedirle aquella mujer si le puede pintar sus labios le responde que muy a gusto, y no tan sólo los labios sino que le maquillará el rostro, porque Ascen siempre va “preparada” para cualquier evento…¡expectación!: todo nuestro grupo haciéndoles fotografías y los visitantes que pasaban también…fue muy divertido, sus compañeras rodeándolas y fijándose bien cómo actuaba la “artista”
Aunque ha estado lloviendo, esta vez no torrencialmente, ha sido una bendición ya que ha sofocado el calor reinante en estas primeras horas matinales. Todo el día la meteorología se ha portado igual y con este calor que nos “esperaba” habitualmente ha sido una delicia. Seguimos por la carretera, aquí ya no está en obras, el piso mucho mejor, aunque no se puede circular muy deprisa, creo que rondaremos los 60 klm/h., lo que hace que las distancias se “hagan” más largas que de costumbre cosa que nos va de “perilla” para así contemplar el maravilloso paisaje: la llanura, un mar de verde arroz, al fondo un mar…de China!...una postal gigante!!, muchas personas trabajando entre las mil y una tonalidades Explicando técnicas de maquillaje del verde arrozal, ahora seco, ahora frondoso, ahora con el agua hasta las rodillas (solos o acompañados del señor búfalo, animal totalmente imprescindible por estos lares que además parece muy buena “persona”. El arroz, repito, aquí fundamental…es un milagro!, mantiene a las personas fuertes y ¡delgadas!...¿sería una buena dieta la que podrían adoptar las personas obesas? Porque aquí no hemos visto aún a ningún/a barriguda, todo el mundo usa tallas casi infantiles! Esto pasa por aquí, en las llanuras, el paisaje en las cercanas montañas es otro, muy agreste y tupido (otro festival de verdes colores). Poco a poco el autocar se Una estampa definitoria del País
va empinando por unas subidas muy pronunciadas y a medida que nos alejamos podemos ver, mejor aún, la belleza del paisaje: un seguido de desiertas calas en este tranquilísimo mar que invitan a quedarte por allá una temporada sin pastillas para nada, pero sí con muchos libros y unas buenas botas de agua…ya estamos llegando a una cima muy importante y conocidísima: el Paso de las Nubes, un puerto de montaña (¿porqué le llamarán “puerto” en una montaña?) que casi siempre está cubierto de “algodón”, pero hoy estamos de suerte (como sabían que íbamos a visitarlo lo “limpiaron”) :¡ni una nubecilla, ni un jirón de niebla!, obligado, fotografías a gogó…¡qué bonito es y se está en Vietnam, ¡ y con tan buena compañía…La conducción: si todo es bonito el conductor ya se ocupa de que no nos durmamos durante el viaje y nos perdamos estas maravillas…aquí se conduce peor que en Turquía (que ya es decir), adelantamientos en ¡doble y triple fila!!!, en abismales curvas donde la visibilidad es CERO!!, en cada curva NO tocamos con nuestras posaderas nuestros asientos, pero “como todo llega y todo pasa” (si pasa bien mejor), llegamos a la población de Da Nang, tristemente famosa, ya que aquí por primera vez en este país desembarcaron los “salvadores” norteamericanos para empezar una terrible guerra con la sempiterna excusa de “liberar” del yugo de “turno” al pueblo vietnamita. Al encontrarme aquí, solamente nos quedamos en su playa, me vienen a la memoria los tristes sucesos que acaecieron no hace tanto tiempo. “Veo” como los marines en aquellos contenedores desembarcan y se apresta a luchar contra un pueblo que pagó, y aún estará pagando durante mucho tiempo las locuras de unos gobernantes sin escrúpulos. Creo que se tendría que comentar más a menudo el GRAN DESASTRE que supuso (como en tantos y tantos países, antes y después de ésta masacre)…intentaré, al menos, no volver a comentar éste vergonzoso tema…aunque estando físicamente aquí es casi inevitable. Después de un buen baño y un mejor masaje dado por nativas muy diligentes en esta playa,
Aquí desembarcaron “los malos”, hoy estamos los” buenos”
vamos a “picar” algo: nos sirven unas gambas a la brasa buenísimas, unos calamares a la plancha estupendos, unas patatas fritas de “cine”, y, y,….¡y al principio nada más queríamos algo para “picar!!! (no soy comilón, pero…). Ya bien satisfechos y contentos seguimos camino hasta llegar a Hué; hotel espléndido, dominando el cruce de dos arterias principales de la ciudad por lo que nos es muy curioso observar el intenso tráfico, ¡ pero sin ruidos!!!...todos van en bicicleta y triciclos a pedal (tuc‐tuc “pedalero”. Un posterior buen paseo al final del día, muy fresquitos, y a esperar a mañana. Por ahora todo va de maravilla (no problem).
7.-
HUÉ
Un poquito de su historia: ésta Ciudad de unos 250.000 habitantes se encuentra a unos 16 kilómetros de la costa. El río Perfume (que bonito nombre), divide la ciudad en dos partes que se diferencian sustancialmente en su historia. En la orilla izquierda se levanta la Ciudadela amurallada que, rodeada por un foso, albergaba antiguamente los palacios, templos y jardines de la Ciudad Imperial, y ésta albergaba al “Ciudad Prohibida”. Más al sur, río abajo, edificaron los franceses durante su estancia sus viejas casas. En la orilla derecha se encuentran los principales hoteles, como el que estábamos hospedados, además de oficinas y restaurantes; éste podría ser el lado moderno. Habitada la ciudad desde lo menos 2.000 años, en el siglo II d.C. era una base militar china de los Huan que fue dominada posteriormente hasta el siglo XV, tras la rebelión de Tay Son el primer emperador Nguyen, Gia Long, que eligió la ciudad como la capital del Vietnam unificado y en 1.802 la “bautizó” con el nombre de Hué. Su Ciudadela que data de 1.804 finalizó su construcción en unos 30 años; tenía casi diez kilómetros de perímetro y unos muros de seis metros de alto por ¡veinte metros de grosor!!!, con diez puertas de acceso equipadas cada una con unas torres de vigilancia de dos pisos. Por desgracia, en un abrir y cerrar de ojos como quien dice, durante ésta última maldita Guerra quedó muy, muy deteriorada esta Ciudadela que con mucho mimo y placer estuvieron muchos obreros durante 30 años para construirla. La pagoda de Thien Mu en la orilla del río Perfume
Hoy iniciamos nuestras visitas muy de mañana, por el río Perfume. Todo nuestro grupito en una gran barcaza, tipo “golondrina”, muy turística por su diseño y decoración. Solamente la ocupamos nosotros y su tripulación dirigiéndonos a visitar durante la mañana los edificios y lugares importantes que se hallan besando el río, éste , a su paso por Hué, alcanza una anchura de unos 300 metros y una profundidad máxima de tres. Lo primero que visitamos es una antigua pagoda, del siglo XVI, a unos 45 minutos de navegación. Vemos una manera muy original y a la vez muy dura de cómo se ganan la vida algunos nativos: en sus barcas/chalupas se dedican a transportar arena del FONDO del río, que la consiguen sumergiéndose, a pulmón libre, acompañados de un capazo de goma y vaciándolo posteriormente en la barca una vez conseguido una buena carga. El trabajo es de “chinos”…pero como viven cerca de China….También logran extraer la arena mediante un artilugio colocado en la barca pedaleando, recordando al hacerlo a nuestros patines acuáticos veraniegos. La edad de éstas personas, básicamente muy jóvenes, de hasta siete años, les permite conseguir unos ingresos para ayuda y sustento de sus numerosas familias.
Extracción de arena en el río Perfume La vegetación, omnipresente tropical…árboles en flor, flores y más flores y también muchos árboles autóctonos, que dan sus frutos durante todo el año y de esta forma parece ser que antiguamente sus habitantes casi podían alimentarse solamente con éstos preciados alimentos sin casi moverse de sus lares, ¡qué delicia!. Lo que encontramos a faltar son los pájaros, hay poquísimos y parece lógico que aquí tendrían que habitar en cantidad. Nos comentan que puede ser que su ausencia sea producida aún por efectos de la Guerra???. La visita a la pagoda “estrella”de la excursión de hoy es interesante; vamos a visitar al “jefe” de los monjes, persona MUY TRANQUILA y amable, departiendo con más señas que palabras
informaciones sobre nuestros respectivos países pero lo que más nos gusta de éste lugar es su impactante paisaje. El regreso de la visita a la Gran Pagoda del río Perfume lo hacemos en un mini‐bus, por unos caminos muy estrechos “copados” por la exuberante vegetación. Ascen y yo nos encontramos de repente muy cansados, una fatiga anormal, pero como afortunadamente íbamos acompañados por médicos y enfermeras, enseguida se dieron cuenta de que nos encontrábamos muy deshidratados, cosa muy posible y peligrosa por éstos lugares. Enseguida nos hicieron tomar muchos líquidos y aunque no teníamos ni pizca de sed nos hicieron beber muchas cantidades. Al cabo de una media hora volvíamos a estar en forma, ¡no hay cómo viajar en buena compañía!. La pagoda principal de la excursión a la selva Ya, en Hué, visitamos su famosa Ciudadela, enorme, pero le “faltan” bastantes edificios‐ palacios ya que en la Guerra fue utilizada como cuartel general de operaciones durante 25 días por el ejército del Vietcong, por lo que los norteamericanos la bombardearon insistentemente, aunque aún se salvaron algunos palacios de la realeza muy bonitos, pero su aspecto a primera vista es bastante desolador. Es, a pesar, el primer lugar que nos aconsejaron visitar, aunque, insisto, hoy la Ciudad Púrpura Prohibida es un gran terreno amurallado abandonado destinado a pastos, no obstante el conjunto en sí aún es impresionante
Un paseo por la Ciudadela de Hué…o lo que queda Por fin, ya por fin, todo el mundo cansado regresamos al hotel para recuperar fuerzas: en la piscina dos compañeros estaban en remojo, relajaditos, disfrutando de un apacible y húmedo descanso…Lluís y yo nos disfrazamos de “viets”: un blanquísimo albornoz, unas zapatillas de “dedo” color rosa y en la cabeza la cónica pantalla de una lámpara de mesita de noche…levándoles unas grandes toallas de baño par que las usasen al salir de la piscina…uno de los bañistas que sin gafas no ve tres en un b…., “tragó” y dándonos las muchas gracias con elocuentes gestos salió de la piscina y le ayudamos a usarla…cuando se percató de quienes le “atendían” se quedó de una pieza…mientras, el resto del grupo se partía de risa al ver su cara de sorpresa… A cenar, vamos el grupo a un restaurant que nos aconsejó el guía (para variar). Al entrar, la sorpresa del viaje: dos grandes mesas ocupadas por una docena de comensales cada una estaban acabando de cenar…rubios, muy altos y alguna señora gordísima, que, más que hablando ,gritando, unas carcajadas muy “horteras”…pero lo bueno no sólo era esto, lo fuerte, MUY FUERTE (al menos para mí) es que en sus mesas ¡!vemos que estaban colocadas sendas banderas norteamericanas!!!...¿ y que hacían estas “personas” tan…en Vietnam?, para postre me “tocó” estar sentado frente a ellos y en cada momento que pasaba, recordando lo “amables” que se mostraron con éste sacrificado ancestral pueblo, me ponía de muy mala “milk”…también me pasó por la cabeza el que en algún instante podrían los nativos “obsequiarnos” con algunas bombitas (no bombillas), como vi en una película. Además para más INRI yo creía que las banderas las llevaban los visitantes para así presidir sus mesas pero NO, las dichosas las colocaron los encargados del restaurant…los “business” son los “business”, pero ¡hasta aquí hemos llegado….me quedé muy…(la vida pasa…)
8.-
HUE – HANOI
Prontito para tomar el avión que nos llevará a la capital del país, Hanoi. Llegamos, guía y al hotel, 20 minutos aprox….¿Cómo será la habitación?, etc.; ya salimos a “trabajar”, hoy hemos decidido que NO visitaremos ni museos, ni monumentos, ni…Al estar tan bien situados en el centro de la ciudad nos vamos los tres solitos a callejear, ver tiendas, ver detenidamente, sin prisas, su población, las inevitables compras ahora que ya estamos casi al final del esperado y bonito viaje. Me sabe mal no haber traído la máquina de filmar de casa ya que aquí resultaría muy cómodo hacer un buen “reportaje”: la dejas fija en un lugar estratégico y no hace falta nada más, es un consejo, ella solita nos daría una estupenda visión de sus gentes, entorno, tráfico, etc., el lugar ideal sería el de una esquina de cualquiera de las del barrio llamado de “las 36 calles”, muy nombrado y famoso: cada calle, una especialidad comercial de básicamente manufacturas, figuras, vestidos a medida, oficios varios, floristerías…¡que original!, recuerda vagamente un popular barrio de Estambul, pero sin “swaramas”. En un buen restaurant, como en todos lo que hemos estado hasta ahora, Ascen pide una ración de gambas…¡sorpresa!, le traen solamente UNA, aunque, eso sí, muy grande…risas y nos dice “valdría más que el plato hubiese sido más pequeño, pero con más gambas”. El retorno en un riksaw muy original: el conductor detrás pedaleando y nosotros de “parachoques”, para colmo en ésta anárquica circulación: ¡nadie se detiene! y vas con los cataplines fuera de lugar…parece que vayas montado en una vagoneta de las de los parques de atracciones. Mañana “toca” tour turístico…ya se acaba… Conductor espabilado
9.-
HANOI
Buffet extraordinario…empezamos bien el día; los alimentos están tan bien expuestos que te sabe mal el cogerlos…parece que estemos en una joyería, pero el apetito matinal está muy acuciante y vamos “a saco”. Hanoi, un poquito de su historia antes de salir a la calle: ésta Ciudad, situada en el norte del país ocupa parte de las llanuras del delta del río Rojo (Song Hong), fundada en el 1.010 d.C. es el centro histórico de Vietnam y hoy en día sigue siendo el único lugar de verdadero interés en el norte del país, exceptuando sus alrededores naturales, las montañas de Hong Lieu, tan bonitas que los franceses durante su ocupación les llamaban “los Alpes de Tonkin”, y su magnífica costa situada a unos 70 kilómetros. Solamente destacaré lo más importante como por ejemplo el Templo de la Literatura, el horroroso mausoleo de Ho Chi Minh, construido en memoria y “descanso” del gran fundador del actual Vietnam (inevitable visita), el maravilloso casco antiguo (las 36 calles) y la Pagoda del Perfume; para más información cualquier guía de viaje…destacaría como ideal para visitar la ciudad los meses de enero‐marzo (16 – 20ºc.), además es cuando la pluviosidad es la menos importante del año. Bien, a las nueve en punto empezamos el “tour” visitando primeramente el Mausoleo de Ho Chi Minh, triste y gris edificio de clara inspiración soviética. Ya están bastantes personas esperando visitar su interior, los guardias super uniformados y con “cara de póker” se lo toman muy en serio vigilando estrechamente el comportamiento de los visitantes, hasta tal punto que uno de ellos le llama la atención a Lluís porque mientras esperamos tiene las manos metidas …¡en los bolsillos!; volviendo al edificio ,lo encontramos muy feo, a la vez que ostentoso y fuera de lugar en éste país tan humilde y romántico. Entramos en impecable fila de a uno y bajando por una escalera llegamos a una gran sala donde, embalsamado, está el Gran personaje en una penumbra que destaca, aún más si cabe, los rayos de luz que lo iluminan. Me llama la atención la posición en que le colocaron los brazos en paralelo a lo largo de su frágil cuerpo, no había nunca visto ningún difunto en tal “pose”, ni tampoco embalsamado. Seguidamente visitamos su antigua residencia, modestísima para tan gran estadista, durante toda su vida. Esta morada SÍ que me “cuadraba” con la idea que me había hecho de este país tan sufrido y humilde. Pagoda de “un pilar” ( un “pilar”, en el argot “casteller “es la figura que se forma al colocarse una persona encima de otra hasta alcanzar una altura prevista, (si hay suerte), este pilar nuestro es seguro ya que solamente es de dos elementos (pisos). Volviendo a ésta pequeña pero muy importante pagoda de madera que se levanta sobre una única columna (de ahí nuestro “pilar”) y ésta surge de un estanque representando una flor de loto (la flor más apreciada de ésta acuático país), que emerge del agua. Que mejor recuerdo para sus habitantes que mostrarles una de la más representativa forma de nuestra identidad que un pequeño, aún así, “Castell” (castillo)…algún aplauso nos ganamos.
La pagoda de la Flor de Loto y un”pilar” de…dos. Nos “dan” una hora de recreo; vamos a tomar un café en la terraza de un bar vecino situado al lado de un gran lago, después nos enteramos que era “el lago”, importante y principal de la ciudad. Mientras descansábamos viendo el espectacular trajín ciudadano que nunca te cansas de admirar, oímos una música cercana y nos vamos a ver “que pasa” (para eso hemos venido): resulta ser que pasa un entierro!, pero que costumbre de entierros: un personaje, parece el principal, por delante de una comitiva con una fotografía colgando de su cuello de unos 30 centímetros (se supone que es la del difunto), colocada como un antiguo escapulario, reliquia de nuestro gris y triste pasado, inmediatamente detrás de él los músicos, cuatro, todos usando instrumentos de cuerda y otro músico tañendo un extraño instrumento, que, conectado a una batería eléctrica llevaba colgada al cuello, hacía las veces de “solista”; detrás, en fila de a cuatro unos personajes que debían de ser los sacerdotes vestidos aproximadamente como los “nuestros” cuando celebran una misa: Más, un gran autocar y detrás de él un mini‐bus pintados totalmente de un blanco radiante, portando las coronas de flores que me recordaban mucho a nuestras “cocas” de San Juan, para, finalmente tres autocares ya normales para los invitados ,éstos bien acomodados. La pintoresca comitiva se detiene precisamente delante nuestro ¿será que nos conocen de “algo”? y, primero los sacerdotes, ocho, después los músicos i también los familiares más allegados al difunto se instalan en el primer autocar y se ponen de nuevo en marcha…¿hacia a donde?, se supone a dejar a buen recaudo al difunto, después…tristemente a celebrarlo con una gran comilona….por el tiempo que estamos en este mundo… El Templo de la Literatura ¿El Museo de Historia :impresionante pero…estamos ya acabando el gas. No hace mucho tiempo que hemos empezado el periplo pero ésta humedad y éste calor!!!...Un emperador lo hizo construir en el 1.070 en honor a Confucio, más tarde se convirtió en la Universidad Nacional. Precioso vale MUCHO la pena el visitarlo: las 82 “estelas” colocadas en el caparazón de unas tortugas gigantes, etc….la Cultura se “masca”. Lluís se esfuerza en explicarnos, lo mejor que puede, el significado de alguno de lo que más importante está expuesto…poco a poco el grupo va “desertando”…estamos “muertos”, acabados…por educación se quedan dos de los nuestros escuchándole…El Mercado, espléndido, auténtico, vivo, muy vivo…la gente en bici transita por el estrecho paso que hay
entre las paradas, en ciclomotores, en carritos…los locales ni se inmutan, nosotros ,ya, tampoco. Hay “de todo”, las verduras, fresquísimas, las gambas y langostas, descomunales, setas frescas, raras para nosotros, la carne, ni mirarla de tan mal expuesta que está, flores, muchas, especias, muchísimas…aquí “babeas”…¡qué singular colorido!....Las famosas “36 calles”, datan del siglo XV cuando los gremios de comerciantes se establecieron: calle de los zapatos, de la seda, de las joyas…y aún siguen casi igual. Hay cosas que afortunadamente no cambian…mejor, si éstas son buenas… Lluís llama a un jovencito que iba vendiendo postales y viendo que también vendía guías de Vietnam de Lonely Planet, fotocopiadas, llama a Ana una muy querida amiga del grupo que se interesaba por una, pero La funeraria “coca de Sant Joan cuando al revisarla no le complació y decidió no comprársela. El jovencito se le ve en la cara que tiene un gran desengaño, parece sincero, y yo al verlo tan triste le quiero comprar alguna postal, pero al mostrármelas las veo muy “cutres” y también desisto…más triste él…y yo. Le pongo entremedio de sus roñicas postales un billete de 10.000 dongs, se los queda y no me dice nada????, al cabo de unos metros noto que me tocan por la espalda: es él que me da un sobre con diez postales y me dice “free”…yo no se las quiero aceptar pero insiste tanto que al final me las quedo. Seguimos paseando y viéndolo “todo”, el jovencito nos acompaña???, un pobre tullido nos pide una caridad, yo no le hago caso y con gran sorpresa por mi parte veo que nuestro joven acompañante se pone la mano en su bolsillo y sacando un voluminoso fajo de billetes se los coloca en el fondo de su típico sombrero!!!...todos nos quedamos “de una pieza”…aunque le insistimos mucho en que acepte unos cuantos bolígrafos no hay manera que lo haga…aquí no acaba la novela: mientras esperábamos el autobús para regresar al hotel nos acercamos a un mercadillo muy próximo…me tocan a la espalda…¡es el angelito de la guarda!, me regala un mapa turístico de la Ciudad…me quedo avergonzado, Él se va, se pierde entre “su mundo” …se vuelve y me regala una sonrisa…¡qué bonito! (the end). Hoy “toca” espectáculo, el más genuino de Vietnam (así nos lo comentan): “las marionetas sobre el agua”: en un teatro lleno a rebosar, unas marionetas sobre agua actúan representando antiguos pasajes de la vida cotidiana y mitológica del país que las mueven unas personas camufladas detrás de unas espesas cortinas con agua hasta la cintura, amenizadas por voces explicando sus historias y además una pequeña orquesta ameniza con unos instrumentos rarísimos música que suena a todo, para nosotros, menos música. El espectáculo dura una hora aprox. Y a todos nos gustó a la vez que nos sorprendió ya que de
éste espectáculo no tenía ninguno de nosotros noticia alguna. Finalmente, cuando estábamos aplaudiendo aparecieron de su “escondite” los artistas que movían estos seres inanimados con tal destreza. Una agradable sorpresa que se tiene viajando…una típica cena da por concluido el variado y agotador día, muy felices y contentos ya nos retiramos a descansar…¡son las doce y cuarto! El juego de ¿??¿, el deporte nacional..
10 .-
HANOI – HA
LONG
BAY
Salimos para ir a pasar dos días a la bahía de Ha Long. Vamos por una modesta carretera a paso de tortuga reumática. Paradita:”toilettes”, tienda de manufacturas‐ souvenirs, una cosa curiosa: ¡venden rubíes pequeñitos a peso!, 2.100 euros el kilo…seguimos, el camino sigue haciéndose a cámara lenta pero es mejor ya que el paisaje, aunque repetitivo, es muy bonito, están muchas personas trabajando en los arrozales labrando éstos ayudados por los “tractores” vietnamitas que son los enormes y tranquilos búfalos, otras plantando, recogiéndolo, todo, por supuesto a mano, por eso necesitan muchas personas para este trabajo (dudo que haya paro en la región), con agua hasta las rodillas. Tienen que estar muy acostumbrados porque ésta labor tiene que ser muy pesada (aunque de “barriga”, nada de nada). El llanísimo terreno anegado a la derecha y a la izquierda las montañas espesísimas de vegetación…arroz y más arroz hasta el mar. Por fin llegamos a nuestro destino, después de dejar atrás la gran población de Hai Pong (1.500.000 habitantes), la segunda más poblada de Vietnam…hotel y…al Mar de la China (esto hay que anotarlo)…el agua, calentita (¡qué bien!), el mar llanísimo aunque las aguas no son transparentes. Esperamos que la excursión de mañana, tan esperada, mar adentro, esté más transparente ya que da mucho más placer el contemplarla. A las 10,30 nos vamos todos a cenar a un buen restaurant, el menú totalmente local: sopa (nunca falla), ensalada de pescado y para postre sandía, esta vez roja por dentro. El precio es parecido a los demás que hemos estado, el total asciende a ¡800.000 dongs!..., impresionante, aunque al cambio muy barato. Poquita cosa más “da” el día,
acompañados de una fina y agradecida lluvia que refresca un poco el ambiente nos vamos ya a descansar….bona nit!
11.- LA
BAHÍA
DE
HA
LONG
( HA
LONG BAY )
Hoy ha sido, SIN DUDA, el día más bonito y más completo desde nuestra llegada a éste precioso y aún poco adulterado, si cabe, País. A las 9,30 nos dirigimos al puerto
“Nuestro “ barco nos espera…. embarcamos en una típico velero, hoy ya a motor, muy bonito ¡y para notros solos!. La travesía por la ya mítica bahía de Ha Long, desde que una película de James Bond la dio a conocer (aparte de los norteamericanos en un triste día), duró unas seis cortísimas y maravillosas horas, imborrables en nuestras vidas. Un poco de “info” de la Bahía: Ha Long, aunque ahora muy visitada según las guías turísticas es tan grande que casi la disfrutas en la intimidad. En ella se “albergan “unas ¡tres mil islas!, grandes, medianas y pequeñas. Destaca una en la que se encuentra la cueva de Dan Go, con sus maravillosas estalactitas y estalagmitas. En total la bahía tiene una superficie de 1.500 kilómetros cuadrados. Ahora “a lo nuestro”: la tripulación formada por una mujer y tres hombres ha sido en todo momento muy amable y atenta con nosotros, que alucinados comentábamos “¡Si es para nosotros solamente y un barco, aunque pequeño, entero, que suerte!. El mar, calmadisimo y hoy transparente, parecía un lago. El vientecito que soplaba era una bendición después de
tanto calor pegajoso durante toda nuestra estancia y más tarde y en un buen rato desplegaron las antiguas velas “viet” para que, aunque íbamos a motor, viésemos como antiguamente navegaban por estos mares. La primera “estación” la hacemos en una isla, la famosa donde está la cueva Dan Go, y en verdad ya pueden alabarla que aún se quedarán cortos: embelesados, en silencio, un silencio que habla; su bóveda puede tener de 30 a 40 metros de altura donde las estalactitas y las “mitas” están iluminadas con diferentes colores que , para nuestro gusto, las “matan”
Una de las cuevas iluminadas al “gusto” viet. Muchos comentaban qué lástima!, qué crimen!, qué horterada!...pero ¡qué impresionantes!. Ya regresamos “a bordo” y seguimos navegando…una horita y a comer…¡qué comida!...no se acababa nunca, los platos que nos servían, obvio la relación por exhaustiva y repetitiva, pero el pescado y el marisco, aunque no tan sabroso como el nuestro, nos salía por las orejas. Aunque había en nuestro grupo más de un “gourmand” nadie pudo repetir a pesar de la insistencia de nuestros marinos. Volvemos a la primera cubierta, el capitán invita a Ascensión a “conducir” el barquito por entre las innumerables y escarpadas islitas, a partir de entonces ya le ha cogido el gusto y lleva, aún más que antes el timón…de casa…yo contento…y resignado. Vamos directamente hacia unos nubarrones negrísimos que presagiaban una buena descarga de H2O., todos esperando con ilusión el “gran diluvio” y efectivamente al cabo de unos minutos empieza a llover…diluviar, tanto que nos recordó al bueno de Noé, según el cuento de nuestra Biblia…que impresión, que placer…en medio de la gran bahía recibiendo nuestro bautizo. Reinaba un silencio, éste silencio que preside las grandes emociones, estas imborrables (de nuevo) vivencias. Como todo ser humano tengo envidias, ahora ya pocas, pero sí que envidio, y mucho, a escritores como Javier Reverte, Javier Nart (mis preferidos), etc. que
Como dice mi tío Filo “de cine”… “saben escribir y describir” cosa que, como en estos momentos, me gustaría, ya que la descripción de éste y otros viajes que he tenido la oportunidad de realizar serían de un infinito mejor nivel, ya que el viajar y conocer lugares tan distintos y distantes merecen “mejor pluma”. Llegamos ya a la altura de la última “estación”: una isla, para variar, pequeñita pero con una playita a nuestra medida. Sigue lloviendo, aunque no diluviando como antes…¡al agua!...¡qué buena está!, como telón de fondo islas y más islas(foto 32ª) no queríamos marchar de éste idílico lugar, de pronto me acordé de mi madre, que segurísimo está en el Cielo y que tan buenos momentos habíamos pasado juntos disfrutando de nuestra querida naturaleza…unas lágrimas se mezclaron con el agua de la increíble bahía. El retorno hacia CASA aún ha sido más silencioso, al estar solos en el barquito cada uno de nosotros se refugió en un solitario espacio viendo el paisaje, concentrándonos hacia “dentro”, no sé explicarme mejor fue un agradable sueño hasta casi “tocar tierra”(foto 32B: Impresionante vista de la Bahía de Ha Long). Ya en el hotel, tomando un refresco, despertamos a la realidad y entonces todos a la vez comentábamos nuestras sensaciones que habíamos tenido durante el día…nuestras voces iban “in crescendo”…
12.- HA
LONG
BAI – HANOI
Hoy ha sido un día de “traspaso” entre la excursión inolvidable de ayer y la esperanzadora de mañana. Regresamos a Hanoi, nos ocupa toda la mañana ya que nos incluyen en el retorno una visita para tomar un café, obvia excusa para que visitemos una macro tienda en la que comprar algún souvenir. De todas maneras el viaje se hace muy agradable por el paisaje que va transcurriendo ante nuestros ojos, aunque, omnipresentes, los arrozales. Nos detenemos en un pintoresco lugar para tomar unas fotografías y vemos a lo lejos a un campesino que con su búfalo estaba faenando en sus terrenos; lo llamamos y a pesar de la distancia acude sonriente a saludarnos y “posar” para nuestro recuerdo, unos bolígrafos y caramelos lo hacen muy contento. Un poco más adelante nos llama la atención el ver que en medio de los arrozales hay un pequeño cementerio, éste desparramado, sin aparente orden…
Insólito cementerio ¡hasta en el eterno reposo el arroz es el eterno compañero!...¿será para saciar, en un momento dado, el apetito del difunto? Ya en Hanoi vamos los tres de compras: Lluís se enamora de un instrumento monocorde que es una preciosidad y que ya lo habíamos oído interpretando un pequeño concierto. Es muy original y nos sorprende porque tiene solamente una cuerda que, a través de un tensor situado en un extremo “da” toda la escala musical. Ascensión se enamora de la figura de un pescador en piedra, con un pez en el extremo de su caña de pescar (también de piedra)…recuerdos para la posteridad. Regresamos en “riksaw” previo trato económico con su conductor. Ya puestos de acuerdo nuestra sorpresa es la que deteniéndose a una corta distancia de nuestro hotel, y en un oscuro lugar, nos exige que le paguemos el doble de lo acordado, alegando que el precio inicial era por persona…indignado le digo que voy a llamar a un policía y le explicaré el timo que nos pretende hacer. Le pago lo inicialmente pactado y
al verme de tan mal genio, coge la “pasta” y se larga pitando…después nos enteramos que a los “guiris” así los tratan y si “cuela”…. Hasta mañana!!!
13, 14 y 15.- THE LAST DAY!!!!...(todo llega y…) HANOI …………….BARCELONA Hoy, el último día de nuestra estancia…estamos tristes porque Lluís se queda…se queda en Vietnam para seguir su previsto periplo por países asiáticos…y hasta…DICIEMBRE…CINCO MESES…, cinco largos meses pensando y temiendo que no le ocurra ningún percance…ya es un viajero veterano, pero sólo por esos mundos… Bien hoy también ha sido un día inolvidable, la excursión maravillosa: a unos 70 kilómetros de Hanoi, al suroeste, con un tráfico increíble y mala carretera, eso ha sido lo malo, después se olvida. Llegando al fin del trayecto en nuestro mini‐bús montamos en unas canoas metálicas??? Después de unos tres kilómetros por el río Yen hacia el interior de la selva, en las que vamos acompañados de dos jóvenes que se van relevando, ya que el trayecto se hace a remo y en cada barquita la ocupamos de tres a cuatro personas. El paisaje “de cine”, además el río por el que viajamos es tan “dulce” que parece que estemos en un estanque, además la vegetación flotante está rebosante de flores mientras la de los costados y las montañas que nos envuelven son de un verde muy variado, parece que todos los “verdes” estén aquí representados…SILENCIO, éste silencio que ya otras veces he comentado, indicador del impresionante paisaje además unido al del solamente chapoteo de nuestras barquitas “ecológicas”, ya que parece que el motor aún no lo han conocido…olores, olores=a perfumes, quizás por eso a éstos parajes y al templo que nos espera le llaman la Pagoda del Perfume. Esta pagoda, sin duda, es la más bonita de las que hemos visitado hasta ahora, es preciosa y ésta observación es unánime (fotos a “gogó”). Tenemos el honor de que nos atienda el monje principal del templo dándonos la bienvenida y la mano repetidamente,( tenemos una “curiosa” y breve “conversación”. El interior es fantástico, domina, como en todas las pagodas y templos, el color rojo, es el de la suerte, la abundancia, la salud etc. Después de la detenida visita nos dirigimos a otros templos que están diseminados más hacia el interior de las montañas. El camino para acceder a ellas es muy largo El “abad” del templo y pesado, resbaladizo, por lo que Ascen
llegado un momento “se planta” y nos dice “hasta aquí he llegado, iros que aquí os espero”, un jovencito de los que nos acompañaba se queda con ella para hacerle compañía…nosotros seguimos adentrándonos unos tres kilómetros más hasta llegar a una cueva donde en su profundo interior alberga un gran Buda entre las sombras, solamente iluminado por unos rayos de Sol que se filtran entre las rocas pareciendo los focos de un teatro (lo tienen muy bien ubicado). La visita es original ya que desde el punto en que de ir hacia arriba como hasta ahora para visitar las que hemos estado, ésta es todo lo contrario, el final está a una considerable profundidad y mientras descendemos nos encontramos con terrazas intermedias en las que en cada una de ellas hay una figura, pero la más espectacular es la del fondo, como he comentado, además iluminada por un sinfín de velas e incienso…parecía un sueño…aunque la “estrella” de este natural recinto es una estalagmita que cumpliendo su “función” crece desde el suelo ¡hasta casi la bóveda de la cueva!, no tan sólo es altísima sino que es de un espesor muy considerable, bastante más, quizás el doble, que el de un cuerpo humano. El regreso fue un poco “agrio”: a cada uno de nosotros nos habían asignado un niño para que, dándonos la mano, no resbalásemos durante todo el super‐húmedo camino; en la ida todo eran sonrisas, pero al volver no pararon en ningún momento de pedirnos dinero y más dinero. Llegó un momento en que Lluís ,acabada la paciencia, les “metió un chorreo de aúpa”…el resto del camino hasta las barquitas fue de un agradecido silencio. Ya en el manso y oloroso vergel del río llegamos sin novedad (que pena) al mini‐bus que nos devolvería a la ruidosa y abarrotada capital. Ya en Hanoi, Lluís se va a comprar
Una postal improvisada
El instrumento musical local que compró LLuís los objeto que anteriormente habíamos escogido, Ascensión poniendo un definitivo orden a nuestras pertenencias y un servidor cumpliendo con mi tarea: mi querido diario. El día “fatídico” llegó (¡qué pronto pasa el tiempo…si lo pasas bien). El avión parte a las 13 horas, cerca de las 11 partimos…partimos con el alma “partida”, ¡cinco meses, cinco, para volver a estar los tres juntos!...Luís se queda en la acera del hotel, nosotros en un mini‐bus…su cara no se nos olvidará jamás, (quizás somos unos padres muy “panolis”), no hacía falta ningún comentario por ambas partes. Días más tarde recibimos un correo en el que nos comentaba que aquellos instantes fueron para él también muy duros…se fue a las montañas, casi a China, llevando un peso en el corazón. Ahora, al cabo del tiempo, parece una situación “cursi”, “mojigata”, quizás, a lo mejor lo es…pero así nos pasó.
Hanoi – Kuala Lumpur – Manchester en un super‐avión de una cabida para 402 pasajeros, 18 tripulantes, un capitán, y un sobrecargo. Afortunadamente el vuelo iba con el 30% de su ocupación y pudimos tumbarnos en los asientos centrales abatiendo los apoyabrazos intermedios, pero NO total ya que al llegar a Manchester la espera para tomar el que nos llevaría definitivamente a casa, se hizo eterna: ¡SIETE HORAS!, y para “POSTRE” otra agradable sorpresa: haremos escala en Madrid para llegar definitivamente a Barcelona!!!...llevábamos veintiuna horas más el IVA, total, 31 horas con 30 minutos. Si a Marco Polo, mil años atrás le ocurre creo que “tira la toalla”…récord, casi olímpico :HASTA LA PRÓXIMA: nos va “la marcha!!!”….Fin de “LA TROBADA AL PACÍFIC”
Aunque en este País los ciclomoores estan dotados de radar!!!