La ‘Pequeña Compostela’

SOFÍA GONZÁLEZ VILLAFRANCA DEL BIERZO Villafranca del Bierzo es un encantador pueblo, conocido por ser uno de los destinos más populares para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago.

Esta ruta que atrae a peregrinos de todo el mundo, pasa por este municipio con el Camino Francés, la ruta más emblemática y transitada del Camino. Es conocido también como la ‘Pequeña Compostela’, y no es por casualidad. La parada obligada de todo peregrino es en el edificio más emblemático de Villafranca del Bierzo: la Iglesia de Santiago Apóstol. Este templo románico, de alrededor de finales del siglo XII, tiene una importancia supina en el Camino de Santiago. Transmite la sensación de recogimiento y de espiritualidad. Además, esta Iglesia ofrece el privilegio de ganar el Jubileo, al igual que en Santiago de

Compostela, ya sea por enfermedad o accidente, como ha ocurrido en algunas ocasiones.

Es, también, la capital histórica de la región, y esconde en su interior un gran patrimonio artístico y cultural. Empie- de la diputación de la antigua provincia del Bierzo. Su nombre real es Iglesia de San Nicolás El Real y en su interior alberga un Museo Etnográfico y de Ciencias Naturales. Todo un atractivo turístico y de gran interés para los peregrinos que por allí se hospedan.

El alcalde del municipio, Anderson Batista, señala que el Camino es un regalo que «les ha venido dado», aunque no debe dejar de agradecer a su gente el servir y ayudar al peregrino exhausto.

También cabe destacar en esta parada del Camino la calle del Agua, la más emblemática de Villafranca y radiografía de su historia, una calle empedrada que fue el tránsito indispensable en la Ruta Jacobea y que hoy en día exhibe con orgullo una verdadera colección de heráldica en sus fachadas.

En pleno municipio, podemos encontrarnos además con dos palacios del siglo XVII, el de Torquemada y el de los Marqueses de Villafranca, lo que demuestra, una vez más, la importancia que tuvo este pueblo medieval hace siglos. A unos escasos pasos de ese punto se encuentra el Convento de San Francisco, del siglo XIII, que conserva la Iglesia y que fue fundado en tiempos de Doña Urraca.