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EL IV ENCUENTRO LOCAL DE LOS JÓVENES PAPONES SE CELEBRA EN ESTA OCASIÓN A TRAVÉS DE INTERNET P2 Coordinador: Xuasús González semanasanta@lanuevacronica.com

ENTREVISTAMOS AL CARDENAL JUAN JOSÉ OMELLA, PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA P3 Sábado 10.04.2021 LA NUEVA CRÓNICA

LNC COFRADE

En los templos

NUM. 55 | AÑO IV

Por segundo año consecutivo, la covid-19 ha impedido sacar a la calle nuestras procesiones

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n 2021 tampoco ha habido procesiones. La covid-19 lo ha impedido por segundo año consecutivo aunque, a diferencia del pasado, los templos han estado abiertos. Y en su interior –fundamentalmente en sus sedes canónicas– han centrado su actividad todas las cofradías, siempre cumpliendo con las normas establecidas. Han expuesto sus imágenes –en muchos casos ad hoc– y, a su vez, han procurado mantener sus actos más importantes o, al menos, celebrar otros en sus días más señalados. Las colas de fieles –debidas al aforo– han sido habituales. Entre las exposiciones, sorprendió especialmente la organizada por Jesús el Jueves Santo y la mañana del Viernes con las imágenes principales de sus pasos, en donde destacaba el calvario formado por el Cristo de la Crucifixión, San Juan y la Dolorosa. En cuanto a los actos principales, el Sábado de Pasión, Jesús Sacramentado realizó una plegaria y la Bienaventuranza celebró su Via Crucis. Y el Domingo de Ramos, el Gran Poder rememoró la entrada de Jesús en Jerusalén; la Expiración tuvo momentos para la reflexión, oración y silencio por la pandemia; y la Redención celebró ‘Redimere’. El Lunes, Santa Marta rezó su Rosa-

Las cofradías han llevado a cabo su actividad en el interior de los templos. :: X.G. rio de Pasión; Angustias, Jesús y Minerva celebraron el ‘acto de la Pasión’ y el Sepulcro realizó la Adoración de las Llagas. El Martes, la Expiración llevó a cabo su Via Crucis, Angustias celebró el ‘acto del Dolor de Nuestra Madre’ y el Perdón trasladó a esta jornada su misa de hermandad. El Miércoles Santo, la Expiración rezó el ‘Via Crucis de Francisco’, la Bienaventuranza encendió el cirio de ‘Dona Vida’, la Agonía y las Siete Palabras llevaron a cabo sendos Via Crucis, y Minerva evocó la Amargura.

En la mañana del Jueves Santo, la Bienaventuranza realizó, además del sermón, una ofrenda floral a su Cristo ‘Moreno’; y las Siete Palabras proclamó su ‘Pregón a caballo’, únicamente en el palacio de los Guzmanes, en boca de su autor, Gonzalo González Cayón, y sin caballos. Por la tarde, Santa Marta, María del Dulce Nombre y Gran Poder participaron en sus respectivas eucaristías; y el Desenclavo celebró el Oficio de Tinieblas y el Enclavamiento de Cristo y, después, en las Clarisas, el Desagravio.

Ya el Viernes, Jesús acercó al Nazareno al dintel de la puerta de Santa Nonia –sin haberlo anunciado, como tampoco otros momentos– a las siete y media de la mañana. El Desenclavo organizó turnos de vela, guardia y oración a su Titular, y la Agonía realizó una ofrenda floral al suyo. Ya por la tarde, el Perdón celebró un Via Crucis cantado; las Siete Palabras organizó ‘De la hora sexta a la nona’ –su consiliario, Roberto da Silva, predicó el sermón–; y Minerva evocó el Santo Entierro en el Museo de Semana Santa, recuperando el sermón de la Soledad –Angustias lo había hecho en 2016–, a cargo de su director nato, Mauro Melón. En la tarde del Sábado Santo, el Desenclavo celebró el acto que le da nombre, en donde Manuel Jáñez realizó –de forma extraordinaria– el ‘Sermón del Desenclavo’; el Sepulcro entregó el fuego para la vigilia pascual de la catedral; y Jesús Divino Obrero organizó ‘Escenas de la Pasión – Camino del Sepulcro’. Jesús Sacramentado inauguró el tiempo pascual con su Via Lucis y, al día siguiente, de nuevo Divino Obrero llevó a cabo ‘El Encuentro – Mors Mortem Superavit’, cambio de manto de la Virgen incluido, en donde Magín Mayo dio lectura al pregón, obra del consiliario de la hermandad, Nicanor Martínez.


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Firma invitada

La promesa de un papón VANESA TRASCASAS SOBRÍN Papona de cuna

Sábado 10.04.2021 LA NUEVA CRÓNICA

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stamos viviendo un tiempo detenido en una Cuaresma eterna, en la que caemos irremediablemente presos del recuerdo al no tener la oportunidad de vivir la Semana Grande como la hemos conocido siempre, como dábamos por hecho que sería tras cada primera luna de primavera. Dos largos años en los que todos hemos perdido mucho por el duro camino que se nos ha puesto por delante. Hogares. Sustento. Momentos. Personas. Personas que nos enseñaron lo bonito que es sentir en esos ‘más que diez días’. Personas que nos acompañaban bajo almohadilla. O se cubrían el rostro a nuestro lado. O ponían su mano en nuestro hombro como hermanos. O nos veían desde la acera y luego esperaban pacientemente a las puertas de nuestra iglesia para recogernos; ellos sí que se ganaban las flores de la puja. Y ya no estarán. A pesar de que volveremos a vivir nuestra Semana Santa, tal y como la heredamos de la tradición del reino y de quienes nos precedieron, muchas túnicas quedarán en el armario. Muchos emblemas dejarán de vestir cora-

zones papones. No habrá miradas cómplices enmarcadas en los ojos de un capillo. Ni lágrimas ni abrazos que compartir con ellos. No habrá más momentos. Es una despedida. Una despedida como fue la de una Madre y su Hijo. Una Madre que, como si cada día fuera amanecer de Resurrección, nos enseña lo que es Soledad pero también lo que es Esperanza. Dos sentimientos que todos entendemos muy bien. Y como buenos papones leoneses que somos, he aquí una promesa para con nuestras personas, para los que se han ido pero siempre estarán. Que serán recordados en cada redoble de un tambor, en cada mirada al cielo, en cada lágrima de emoción, en cada abrazo de hermanos, en cada rezo silencioso al Señor, en cada canto a nuestra Madre, en cada golpe de una horqueta, en cada llamada al hombro, en cada paso descalzo, en cada rosario aferrado entre las manos, en todas las Semanas Grandes que están por venir. Porque León es, en esencia, su Semana Santa. Y su patrimonio más grande, es su gente.

Una misma Pasión

La Semana Santa de... Oseja de Sajambre LUIS RODRÍGUEZ PÉREZ

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a Semana Santa en los pueblos de nuestra diócesis, ante todo, nos descubre que conmemorar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo es acercarse al misterio del amor de Dios y sentir su actualidad. En un pequeño pueblo de la montaña, esta realidad se vive en medio de grandes pobrezas presentando una estética diferente a la que aportan las ciudades; pero ello no implica que, espiritualmente, se viva con menor verdad. La Semana Santa en la montaña leonesa es tiempo de reencuentros y de fraternidad, tiempo de esperanza, tiempo de recogimiento y oración, tiempo en el que muchos jóvenes regresan al pueblo para rememorar las tradiciones de sus mayores. Las celebraciones litúrgicas vertebran una semana que comienza de forma solemne el Domingo de Ramos y cuenta con dos hitos significativos: la procesión del Rosario de la Buena Muerte (Viernes Santo) y la vigilia pascual. El Rosario de la Buena Muerte es una procesión penitencial en la que dos imágenes son llevadas a hombros, una Dolorosa y un Nazareno. La procesión discurre por dos recorridos que se alternan, en-

EN BREVE

Presentación de ‘Pregón’

tre los años pares e impares, con el objetivo de acercar la procesión a todos los barrios. A lo largo de la procesión se canta el Rosario de Pasión, un canto que tradicionalmente en el pueblo es transmitido oralmente de generación en generación. Los más pequeños lo aprenden a entonar oyéndoselo cantar a sus mayores; así se prolonga la voz de nuestros antepasados y, de esta forma, sentimos que su legado sigue vivo. La vigilia pascual es la gran celebración de la Semana Santa, oportunidad en la que las familias se reúnen a cenar para compartir la alegría de la Pascua, que nos invita a renovar nuestras vidas. Y, como colofón, la celebración de la procesión del Encuentro, en la que las imágenes de la Virgen y de Cristo son llevadas a hombros por los feligreses de la parroquia. En el transcurso de la procesión, que se hace en torno al atrio de la iglesia parroquial, quitan a la Virgen el manto de luto al reencontrarse con su Hijo resucitado.

:: ARCHIVO DE LA PARROQUIA

Luis Rodríguez Pérez es administrador de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Oseja de Sajambre

El IV Encuentro Local se Eucaristías en agradecimiento celebrará a través de internet a la Virgen del Camino

JUNTA MAYOR

JÓVENES PAPONES

ACCIÓN DE GRACIAS

ta Mayor presentaba en el Museo de Semana Santa el número 7 de su revista ‘Pregón’, publicación semanasantera leonesa de referencia que dirige el conocido Carlos García Rioja. Más de medio centenar de colaboradores dotan de contenido las 116 páginas de esta edición cuya portada ilustra una obra del artista leonés Luis García Zurdo, fallecido el pasado mes de octubre.

ventud es no arriesgarse a nada’, los Jóvenes Papones organizan –a través de internet– su IV Encuentro Local, que comienza hoy con un vídeo del obispo; una conferencia de Alejandro Grande titulada ‘El oficio del arte en torno a la Semana Santa leonesa’; y vídeos y charlas sobre Santa Marta, Jesús Divino Obrero y Siete Palabras; y finaliza mañana con la misa de acción de gracias en La Virgen del Camino.

bis’, la Junta Mayor organiza mañana una misa de acción de gracias, que tendrá lugar a las 13 horas en la basílica de la Virgen del Camino ante la patrona leonesa. También en La Virgen del Camino, pero en la parroquia-humilladero, hará lo propio a las 18:00 horas de esta tarde la Cofradía de María del Dulce Nombre. Ambas celebraciones se llevarán a cabo cumpliendo con las consabidas medidas de seguridad.

:: El 30 de marzo, Martes Santo, la Jun-

:: Con el mensaje ‘El mayor riesgo de la ju-

:: Como es habitual cada ‘Domingo in al-


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Sábado 10.04.2021 La Nueva Crónica

«El papel de los cofrades es fundamental» Conversamos con el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española XUASÚS GONZÁLEZ

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ecién finalizada la atípica Semana Santa de 2021 en la que, por segundo año consecutivo, la covid-19 ha impedido sacar nuestras procesiones a la calle – y con la esperanza de que haya sido el último en estas circunstancias–, no podemos por menos que echar la vista atrás y remontarnos hasta aquel sábado de la II semana de Cuaresma de 2020, 14 de marzo, cuando se declaraba el estado de alarma en toda España –el día antes se habían suspendido ya en León todos los actos públicos, procesiones incluidas–, que tanto ha cambiado nuestras vidas a todos los niveles. También en lo cofrade. Y lo hacemos de la mano del cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española –elegido apenas unos días antes, el 3 de marzo–, que ha tenido la amabilidad de responder a la llamada de LNC Cofrade. «Eran días de muchísima incertidumbre, incluso de miedo», recuerda el cardenal. Y ante esa situación, desde la Conferencia Episcopal –y desde las diócesis– se pusieron «a trabajar para que nadie quedara atrás, pues se avecinaban tiempos difíciles», potenciando la atención espiritual, celebrando eucaristías por los difuntos o incrementando esfuerzos para atender al gran número de personas que se acercaba a las distintas Cáritas diocesanas en busca de ayuda. La tecnología –en especial las redes sociales– resultó, en general, de gran utilidad para sobrellevar mejor el confinamiento. Juan José Omella valora positivamente las oportunidades que ofrece, caso, por ejemplo, de «la retransmisión de las eucaristías que han po-

Juan José Omella, presidente de la CEE. :: ARZOBISPADO DE BARCELONA dido ser seguidas de forma fácil y segura, incluso en los meses más duros de la pandemia, por todos los fieles que lo han deseado». Pero, por otra parte, no entiende la Iglesia «sin la cercanía entre las personas, sin la comunidad» y afirma que «necesitamos estar próximos a aquellos con los que compartimos nuestra fe para sentirnos parte del engranaje de la solidaridad, de fe, de amor al prójimo».

Cofradías abiertas a la sociedad La Semana Santa es la más importante del año litúrgico y, es comprensible el desánimo «entre los cofrades al no poder salir a la calle en procesión», pero la voluntad de la Conferencia Episcopal ha sido siempre «sumar y trabajar,

codo con codo, con las administraciones públicas para acabar, cuando antes, con esta grave situación sanitaria que aún a día de hoy estamos padeciendo», afirma el cardenal. Este ha sido «el segundo año que no hemos podido vivir ni celebrar como hubiéramos querido este momento tan especial de nuestro calendario litúrgico pero, afortunadamente, en esta ocasión sí que hemos podido participar presencialmente en los oficios litúrgicos» y otros actos, atendiendo a las medidas de seguridad establecidas. Y, además, las redes sociales han facilitado que pudieran ser seguidos por muchas más personas desde sus hogares. El presidente de la Conferencia Episcopal considera que «el papel de los co-

ACCIÓN DE GRACIAS Sea o no de sabios, la rectificación dignifica tanto a quien la da como al que la recibe. Esa corrección fraterna originó estas líneas tras asegurar en este espacio (‘De camino a La Virgen’, LNC Cofrade nº 43, 16.05.2020) que la eucaristía de acción de gracias que cada año organiza la Junta Mayor solo había abandonado el santuario –hoy basílica– de la Virgen del Camino en 2003, celebrándose en la Catedral. Fue Julio Cayón, uno de los grandes conocedores de nuestra Semana Santa, quien me advirtió del error: la misa

también había tenido lugar en la iglesia del Mercado a principios de los años 80, tal y como él mismo recordaba. Y es que la peregrinación anual, más tarde denominada misa y ofrenda, abandonó durante un lustro a la patrona de la región, entre 1979 y 1983, teniendo lugar en la víspera de su jornada tradicional, el Domingo in albis. En las tardes de aquellos sábados, posteriores al Santo, la capilla catedralicia de la Virgen del Camino acogió el acto a excepción de 1982, que lo fue el templo de Nuestra Señora del Mercado, no

habiéndolo sido –que sepamos– en más ocasiones, si bien ya en 1978 y en 2009 fue propuesto. La desigual trayectoria de este acto que, en muchas ocasiones, pasó desapercibido en los escritos, no impide fechar su inicio casi con toda certeza el 17 de abril de 1955, por empeño del entonces secretario de la Junta Mayor, Manuel Cantalapiedra Barés, quien también promovería los cambios ya mencionados desde su cargo honorífico. «Los principios de esto que debe cua-

frades es fundamental, como laicos comprometidos, para la vida de las diócesis. Son portadores de la Palabra y del Evangelio. Y son también quienes llevan a Cristo y a nuestra Madre Santa María a nuestras plazas y calles». Y añade: «El cofrade está llamado a llevar el amor de Dios a todas las personas con las que se encuentre y a todos los lugares que visite; ha de ser portador de Cristo y de la Virgen María, no solo en Semana Santa, sino durante toda su vida». El cardenal sostiene que «hoy más que nunca, es importante apostar por unas cofradías abiertas a la sociedad y a sus necesidades. Estamos sedientos de referentes de fe y fraternidad, y las cofradías representan una buena fuente de inspiración». Y las anima, «a la luz del evangelio, a seguir aportando su granito de arena para hacer llegar el mensaje de Jesús a todos los rincones de la sociedad, especialmente a través de la fraternidad y la caridad». Juan José Omella concluye con unas palabras de agradecimiento a todos los cofrades: «Gracias por seguir ahí y no perder la fe, por ser portadores del evangelio en tiempos difíciles, por formar parte de la Iglesia, por ser testigos de fraternidad». Y se despide con un mensaje a propósito del próximo Encuentro Nacional de Cofradías que se ha de celebrar en León: «Deseo, de todo corazón, que sea un espacio de gran comunión y fraternidad donde el Espíritu Santo pueda actuar. Rezaré para que así sea. Y que sirva de punto de partida para poner las bases del renacer de las cofradías y de las hermandades. Esta pandemia nos ha enseñado que somos frágiles, muy frágiles; pero también que, unidos, y con una fe bien arraigada, es todo mucho más fácil».

VERBA VOLANT, SCRIPTA MANENT

por

CARLOS GARCÍA RIOJA

jar en costumbre, fueron ya muy lucidos», reseñaba entonces la prensa de un acto que contó con el coro femenino de Santa Nonia en sus primeras ediciones y que repitió hasta 2006 la ofrenda del cirio –incluso varios al principio– por cada cofradía, con sus colores característicos. También la del ramo de flores entregado, hasta finales de los 90, por el representante de una Junta Mayor que nunca suspendió este epílogo semanasantero, ni siquiera en sus años de disputas. Hasta que llegó la pandemia en 2020.


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Con nombre propio

Donato Pérez Fernández SUSANA PEÑA VALLE

Sábado 10.04.2021 LA NUEVA CRÓNICA

Un monolito en la plaza Párroco Don Adolfo recuerda que, hace poco más de medio siglo, un grupo de hombres movidos por la fe y el inconformismo pusieron en marcha un proyecto que desembocaría en un nuevo barrio. A la historia de El Ejido, pero también a la del nombre de Jesús Divino Obrero, de la hermandad, de la parroquia y de la cooperativa de viviendas que le dio forma, ha ligado toda su vida uno de ellos: Donato Pérez Fernández (1932). Lo hizo desde el Club de Fútbol Santa Marina, donde, con el ímpetu de Restituto Ruano y el acicate de Víctor de los Ríos, erigieron una hermandad en 1955 que no se limitaría únicamente a organizar procesiones. Al frente de la tesorería, impulsó una cooperativa para dotar de viviendas a los nuevos hermanos, iniciativa que abrió el camino a la creación del barrio, y con la que recuerda que llegaron a levantar hasta medio millar de casas unifamiliares, que son hoy santo y seña de El Ejido. Consciente del papel social que jugaba la hermandad, su compromiso se tradujo en innumerables horas de un minucioso y esmerado trabajo durante años. Orgulloso de la humildad y de la seriedad con la que Jesús Divino Obrero llegó a la Semana Santa, guarda con especial satisfacción en su memoria la colocación de la primera piedra de la iglesia parroquial, a cuyo impulso también contribuyó. Tuvieron que pasar varias décadas hasta que su herman-

dad volvió a contar con él entre sus filas y, en el año 2018, le reconoció su labor otorgándole el título de Hermano Mayor. Cuidando de su huerto y de su salud, Donato es hoy el único testimonio vivo de aquel grupo humano que tanta ilusión derrochaba. Lo hace rodeado del cariño de su familia pero también de la admiración de un barrio y una hermandad que le deben la esencia de lo que son.

La otra crónica XUASÚS GONZÁLEZ

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Sinfonía de Esperanza

a Junta Mayor nos convocaba en la mañana del pasado Sábado Santo para una cita a la que era muy difícil no acudir. ‘Sinfonía de Esperanza’ se denominaba y, básicamente, consistía en un concierto de la Banda de Música Juventudes Musicales – Universidad de León a beneficio de la Asociación Leonesa de Caridad, en el que intervendrían también Manuel Jáñez y Laura Cordero, y que tendría lugar en el Auditorio Ciudad de León. Ya de por sí, ver actuar a una banda como esta es siempre un buen plan; pero cuando, además, el repertorio que interpreta, son marchas de Semana Santa, la oportunidad es irrenunciable. Y, por si eso fuera poco, añádase a su vez que entre los componentes se encontraban para la ocasión no menos de media docena de viejos conocidos de la música cofrade leonesa. No es menos el atractivo que supone escuchar a dos ‘primeros espadas’ de la palabra cofrade leonesa como son Manuel Jáñez y Laura Cordero. Y aún es todavía mayor cuando sus intervenciones se entremezclan con la música de la banda. El Auditorio, por su parte, es el escenario ideal. Allí todo suena… como tiene que sonar, y solo tiene uno que preocuparse de disfrutar. Y no es nada difícil, doy fe. Y, como motivación extra, la finalidad: echar una mano, aunque sea con bien poco, a quienes más lo necesitan. En esta ocasión, lo recaudado en la ‘fila cero’ y en las mesas petitorias iba destinado a la Asociación Leonesa de Caridad. No hace falta decir que el concierto resultó todo un éxito. Tan es así, que no dejo de pensar que –por qué no– bien podría haber sido esta la primera experiencia de una iniciativa llamada a repetirse cada año, al menos en su esencia –y en la calidad de los intervinientes, claro–, aunque hubiera que hacer algún cambio; algo así como ocurre con el Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, pero en versión cofrade leonesa.

El Auditorio Ciudad de León acogió el concierto solidario organizado por la Junta Mayor. :: L.N.C.

‘Sinfonía de Esperanza’ a favor de la Asociación Leonesa de Caridad

La Junta Mayor organizó en la mañana del Sábado Santo, 3 de abril, ‘Sinfonía de Esperanza’, un concierto a beneficio de la Asociación Leonesa de Caridad ofrecido por la Banda de Música Ju-

ventudes Musicales – Universidad de León que tuvo lugar en el Auditorio Ciudad de León, y que contó además con la intervención de Manuel Jáñez y de Laura Cordero.

AGENDA COFRADE Sábado 10. JÓVENES PAPONES. IV Encuentro Local. 11:00. [online] | RESTAURACIÓN TÁLAMO. Exposición ‘La Pasión de León’. 17:00-20:00 (L-S). Restauración Tálamo | SANTA MARTA. Misa por los hermanos fallecidos. 20:00. San Marcelo.

Domingo 11. JÓVENES PAPONES. IV Encuentro Local (Misa de acción de gracias organizada por la Junta Mayor). 11:00. La Virgen del Camino [y online].


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