La Nueva Crónica 4 de diciembre de 2020
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COORDINADORA FABERENSE EN DEFENSA DE LA CUENCA En
el año 1991 se crea para defender de forma pacífica cosas buenas para la zona
Fabero del Bierzo, la voz de la minería CARMEN BUSMAYOR
FABERO. En el calendario minero de
Fabero del Bierzo debe resaltarse el año 1991. Precisamente ese año, en septiembre, no sabría precisar con seguridad el día, se crea la Coordinadora Faberense en Defensa de la Cuenca. Pegatinas, pins, dícticos, octavillas, trípticos e informaciones varias repartidas por mercadillos y concurridos lugares pueden constatarlo aún hoy. No sucede así con libros, ponencias, conferencias, charlas, artículos y otras publicaciones apiladas en fechas recientes, cuando poco o nada puede resolverse ya. Con el objeto de desempolvar archivos, refrescar memorias y orientar a quienes ignoran esta plataforma civil se hace presente hoy en estas páginas. Pues no se deben olvidar nunca los actos buenos de los seres humanos y la Coordinadora Faberense los ha ejercitado, sin duda alguna. Pues su finalidad era defender, luchar de forma pacífica por aquellas cosas que se consideraban buenas y necesarias para la zona. – ¡Cuántas! horas echamos en ella –expresa Tere Gaio, una de sus componentes. – En efecto, son muchas las horas y muchos y buenos los objetivos. Aunque a veces haya habido desencanto y arrobas de cansancio no importa. Debemos sentirnos orgullosos por haber estado ahí, en los momentos críticos de nuestro pueblo. - Tú, Carmen, ¿fuiste a Valladolid a entrevistarte con el consejero de Medio Ambiente, Jambrina, verdad? – Sí, claro. Fuimos Gabriel, creo que Andrés o Rolando y yo. ¡Hay tantos años por medio! Lo que no
La procesión minera de Fabero ha sido siempre uno de los eventos más emotivos de la zona. L.N.C.
me olvido es que nada más salir de su despacho, prensa vallisoletana nos aguardaba, ‘asaeteándonos’ a preguntas. – Yo como no formaba parte de la dirección, fuera de Fabero no acudí a ninguna parte, ni tampoco me decidía a acompañaros si invitabais a alguien cuando fallabais alguno . Enseguida se percatan de que su conversación no deriva a ninguna
parte que no sea la Coordinadora y que esa mañana aún les restan otros asuntos por resolver. Entonces se despiden con un rápido «¡Hasta luego!» Pero previo a proseguir se hace necesario anotar los componentes de la misma, cuyo motor de arranque fue el cura párroco y columnista de LNC Máximo Álvarez Rodríguez, quien manifestó públicamen-
te que debía ser el pueblo quien la constituyese. Nunca olvidaré aquella marcha-procesión atestada de público que recorrió el largo y ancho camino por donde debería pasar la vía Fabero-Fresnedo en un futuro ante la mirada escrutadora de la fuente del Cangalón a quienes saciaban su sed en su fresca agua, los castaños cargados de fruto, sorprendidos pardales y gorriones y parte
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Fotogramas del vídeo de la marcha que congregó a numerosas personas en lucha por la zona. MÁXIMO ÁLVAREZ
del pinar quemado de La Rubiona en mayo (según los lugareños por intereses espúreos, como podía ser el cielo abierto, etc.) suplicando lluvia, en dirección a las proximidades de Berlanga. Fue ahí, en esa marcha procesional precisamente, cuando fundamentalmente jóvenes mostraban pancartas con mensajes de este tenor: «No a las escombreras encendidas», «Desaparición de los cielos abiertos», «Puestos de trabajo…» En el transcurso de la breve homilía, celebrada en la caja de un camión que imitaba la simbólica escultura del minero existente en el pueblo, construida por Higinio Vázquez, Máximo propuso una reunión a los asistentes para formar una comisión enseguida al tiempo que manifestaba que su persona lo mismo que hacía el obispo de entonces, Antonio Briva Miravent, apoyaba la futura coordinadora. En resumen, escasos días después, el 11 de septiembre, en los bajos de la iglesia nueva, donde en adelante se reunirían siempre, se formó dicha Coordinadora. Sus componentes eran: Andrés Pérez Rey. Tere Gaio, Ángeles Arias Neira, Carmen Busmayor, Rolando Guerrero García, María Encina Lamas, Gabriel García Martínez, Joaquín Ramón Gance-
do, Yolanda Vela, Daniel Terrón Granja, Alfredo Martínez y el fallecido señor Silvino Álvarez. Fabero desde hacía años ya, vivía una época convulsa, problemática tales como los daños ambientales generados por los destructores, depredadores cielos abiertos, el cierre de las explotaciones subterráneas, montones de escombreras, algunas ardiendo, falta de vías de comunicación (tengo para mí que la actual carretera Fa-
bero-Fresnedo, aunque no sea muy buena, si existe es por la presión ejercida por la Coordinadora), empresarios sin escrúpulos que incumplen la ley a todas horas, sueldos adeudados. La Coordinadora contó siempre con el apoyo del pueblo, no así con el de los sindicatos locales UGT y CCOO, a quienes solicitó por carta una entrevista y aún hoy no ha llegado la respuesta. Es más, algunos dirigentes motejaban a miem-
bros de la Coordinadora. El Ayuntamiento en aquel momento se declaró al margen y otras instituciones hicieron lo mismo, no siendo así el consejero Jambrina o la fiscalía provincial . Dicha singular procesión, añado, iba acompañada por la imagen de la virgen existente en la iglesia vieja. La verdad, aquella abundante marcha-procesión hizo mella en mí. Nunca he asistido a otra tan nutrida, salvo la provincial contra el cierre de la minería el 17 de abril de 2013 cuyo manifiesto fue leído por mí en la Plaza de la Inmaculada capitalina. Por último, la Coordinadora se disolvió a los cuatro años. Su actividad fue abundante. Algunos logros fueron alcanzados, otros no. Su finalidad era el bien de la zona. Cada uno que piense lo que quiera. Existen recuerdos que ni el paso del tiempo borra nunca ni tampoco el posible desorden que pueda poblar su mente. Quede, pues, aquí constancia de la existencia de esta plataforma civil nominada Coordinadora faberense en Defensa de la Cuenca. Cae la noche encima. El día vencido augura intranquilidad, miedo e insomnio: el coronavirus sigue enviciándose con los cuerpos vulnerables a cualquier hora.
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LA VOZ DE LA MINERÍA He aquí cinco hombres y dos mujeres conducidos por la roca
hablará de la congregación del amor y ensalzará la dignidad humana iluminada
Noribal Barreira Borges, Francisco Juan entre Mozambique, Fernández Alegría, Portugal y Fabero cacereño sin retorno CARMEN BUSMAYOR
FABERO. Noribal, nacido el 12 del
12 de 1956 en Veiga da Lila, Portugal, siendo muy pequeño viajó con sus padres y demás familia a la colonia portuguesa de Mozambique donde se establecieron como arroceros. El negocio prosperaba de día en día lo que les permitía vivir con holgura, pero pasados ocho años con la independencia colonial se vieron obligados a huir para evitar posibles muertes. Una vez en el país luso, su propio país, tomó la decisión de acercarse a las minas a Fabero.
Tuve suerte porque aquí había trabajo. Pude elegir entre otra empresa y Antracitas de Fabero. Opté por la última. – Volvería a ser minero? – Creo que volvería a ser minero. El trabajo es duro pero se gana dinero.
CARMEN BUSMAYOR
FABERO. Vio la luz del mundo por vez
primera en Valencia de Alcántara, Cáceres, concretamente el 9 de abril de 1959. La verdad es que Alegría hace honor ya en su propio apellido con su carácter sonriente y risueño siempre. – ¿Cuánto tiempo trabajó en la mina
y dónde? – Unos 28 años. Siempre estuve en AFSA. – ¿No ha trabajado en ningún chamizo? – Yo no. Mi hermano, dos años más joven que yo, sí.Y la verdad, fue una dura experiencia. Se cambiaban en una cha-
– Usted tenía 19 años cuando alcanzó este pueblo. ¿En qué empresa entró y con qué categoría? – Entré en Antracitas de Fabero con 19 años sin ninguna categoría determinada, sin embargo ya con 23 me nombraron estemplero. – ¿Cómo se desplazaba al trabajo? – Al principio iba caminando, luego en moto y finalmente en coche. – Tengo entendido que su viaje a Fabero fue dificultoso. Coméntenos algo sobre el mismo. -–Tuve que pasar al ‘salto’. Es decir, sin papeles, pues debía hacer la mili. Entonces caminé por el monte y crucé un pequeño río.
Noribal y Alegría juntos en una ‘mina¡’, lugar donde han desarrollado su vida laboral. MAURICIO PEÑA
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horadada. He aquí un adolescente que conoce el sufrimiento en su casa. Algún día con un candil de carburo. A su alcance la alegría. La luz. La luz imperecedera bola donde sólo había un chambombo de carbón y tenía que ducharse en casa de mis padres. Las medidas de seguridad eran inexistentes y yo tenía que sacarle de mi empresa guantes, cinto y rodilleras. – ¿Le quedaba lejos su casa del trabajo y qué medios usaba para desplazarse? – Peñadrada, así se llamaba mi lugar de residencia, barrio de Matarrosa, distaba unos 8 kilómetros del lavadero de La Recuelga, perteneciente a AFSA, donde trabajábamos nueve horas por turno, desde la mañana hasta las tres de la tarde y de tres a doce de la noche. El trayecto lo hacía en bicicleta. Recuerdo que sujetaba los pantalones en la parte inferior con unas pinzas de la ropa para que no se enganchasen con la cadena o los pedales. – ¿Cómo eran los sueldos entonces? – Aunque parezca raro los chicos y las chicas cobrábamos igual en 1974. La primera vez cobré 6.000 pesetas, pues de 14 a 16 años éramos peones. Pagaban a 18 pesetas la hora normal y a 22 la extra. Al cerrar el lavadero nos enviaron al Pozo Julia o Vertical en Fabero.Yo tenía 19 años, fui a la rampa del cepillo y allí estuve hasta la prejubilación. – ¿Volvería a ser minero? – Por supuesto. Me siento muy orgulloso de ser minero como mi padre y hermano, hasta el punto de que a mi hija le puse Bárbara. – Para concluir, ¿desea formular alguna pregunta a quién o quiénes competa la respuesta? – Sí, ¿qué se hizo con los ocho millones del parque temático? ¿ Y con los treinta y dos de la vía rápida Fabero- Fresnedo? ¿Dónde están? ¿Quién se benefició de ellos?
Gumersinda Cadenas Cachón, mujer, emigrante y minera CARMEN BUSMAYOR
FABERO. A sus 89 años des-
de hace tiempo ve cada mañana la amanecida en Fabero, sin que le falte el cariño de su familia, con una vitalidad contagiosa. – ¿ Me deja que le llame chaniega? – Claro, claro, yo nací en Chano, ayuntamiento de Peranzanes el 11 de octubre de 1931.Soy la quinta de ocho hermanos. Además, a mí me gusta mucho ir a mi pueblo para visitar a mi familia, las amistades y el castro romano. Evelio, mi hijo, me lo explica muy bien.
– Resulta que una vez me encontraba mal y vine al hospitalillo de AFSA a consultar con don Agustín Rodríguez Delgado, el médico y, casualidad, necesitaban una mujer para trabajar allí y acepté. Hacía de todo. Lo mismo cocinaba, que barría, que ayudaba algo en quirófano. Pero en 1977 hubo una reconversión y me mandaron al lavadero a escoger piedras en el turno de noche. En una ocasión hubo un accidente y el vigilante perdió un brazo. – ¿Había muchas mujeres entonces? – Muchísimas menos que hombres. Trabajábamos en el lavadero y la línea de baldes casi siempre.
– Antes de trabajar en la mina ¿ en qué oficios lo hizo? - Trabajé en la agricultura, – ¿Eran muchos los minehaciendo de todo. Lo misros que pasaban por el hosmo segaba, que araba, que pitalillo? arrancaba cepos, que lo que – Había rachas. Algunas vehubiese que hacer. Siendo ces eran muchos y mortales, joven emigré a Bélgica, raotras apenas había ninguno. yando con Alemania. Como no llevaba contrato de tra– ¿Qué piensa cuando escubajo me echaban. Entoncha Santa Bárbara? ces pasé a Alemania y allí Gumersinda realizó muchos trabajos en su larga vida. – Que es una fiesta de resme pusieron el sello de inmipetar en la tradición minera. grante y regresé a Bélgica, donde trabajé de cocinera, pero estuve pocos meses. Luego volví para Fornela y – ¿Cuándo se jubiló y cual fue el motivo? pronto bajé para Ponferrada, trabajando de asistenta por – En 1987 por enfermedad. varias casas. – ¿Cómo ve el futuro de Fabero? – ¿Cómo llegó a la mina y en que sitios trabajó? - Me da pena. Mucha pena. Lo veo muy negro.
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LA VOZ DE LA MINERÍA He aquí cinco hombres y dos mujeres conducidos por la roca
hablará de la congregación del amor y ensalzará la dignidad humana iluminada
José Fernández Rivera, 24 horas conectado al oxígeno CARMEN BUSMAYOR
FABERO. Pepe, como le llaman cariñosamente su familia y amigos, cuéntenos a qué edad entró en ella, la mina, como llegó a Fabero y cómo se encuentra en la actualidad. – En la mina entré muy joven, con 14 años, pero tuve que hacer trampa e indicar que tenía 16 para que me admitiesen. Bueno, yo soy de Llanelo, Ibias, Asturias y a menudo venía andando por el monte hasta Guímara, pueblo leonés en el valle de Fornela, cercano al mío, donde conocí a Concepción, Chona, me casé con ella y nos fuimos a la MSP a Caboalles. Desde allí vinimos a vivir a Fabero para trabajar en las minas cuando en él hervían gentes y minas. Trabajé en AFSA y finalmente en La Pozaca, donde me retiré a los 33 años por silicosis.
Las tres generaciones de la familia cuyas vidas han estado marcadas por la mina.
Sergín Fernádez González, tercera generación CARMEN BUSMAYOR
FABERO. Con Sergín, según lo nom-
- ¿Cómo se encuentra a sus 82 años conviviendo diariamente desde hace muchos días 24 horas con el oxígeno? - Mal. Esto se lleva muy mal (responde con una fatiga que niega cualquier tregua). Me gustaría tener una conversación normal, andar, correr aunque fuese poco, dor-
mir algún sueño reparador, andar en bicicleta, pero…). - ¿Volvería a ser minero? - Ante mi enfermedad profesional y el cruel, gravísimo accidente minero que sufrió mi hijo Sergio diría rotundamente no.
bran en casa para no confundirlo con el padre, se cumple la tercera generación de la familia Fernández González. Es muy joven todavía lo que le imposibilitaría en caso de haber minas el trabajar en ellas. Nacido en Fabero tiene 13 años, estudia con buenos resultados segundo de ESO y desde muy pequeño participa en la procesión de
Santa Bárbara junto a los demás mineros equipado con el casco, la lámpara, la funda, las botas, el pañuelo característico al cuello y un cinto. Si nos detenemos a observar su rostro advertiremos complacencia y dulzura. – Sergín, ¿ desde cuándo intervienes en la procesión de Santa Bárbara? – Pues no sé cuando empecé, la verdad. Creo que hace cuatro años.
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horadada. He aquí un adolescente que conoce el sufrimiento en su casa. Algún día con un candil de carburo. A su alcance la alegría. La luz. La luz imperecedera
Sergio Fernández Cerecedo, herido para siempre CARMEN BUSMAYOR
FABERO. Segundo y último de ambos hi-
REPORTAJE GRÁFICO DE MAURICIO PEÑA
– ¿ Por qué lo haces? – Primero porque me gusta y también porque voy en representación de mi abuelo y mi padre, ya que ellos no pueden. Mi padre con sus prótesis no puede recorrer mucha distancia y mi abuelo con el oxígeno tampoco. – ¿Te gustaría ser minero? – No, porque es muy duro. Además viendo como están mi abuelo y mi padre no quiero acabar así. - ¿Crees que te apoyarían en casa si quisieses estudiar algo relacionado con la minería? - Sí, por supuesto. Mi familia me apoya en todo lo que hago.
- ¿Qué estudios te apetece hacer y por qué? – Me gustaría ser ilustrador digital. Me gusta mucho dibujar, también la animación, los videojuegos y esas cosas… – ¿Vas a salir como otros años éste en la procesión de Santa Bárbara? – Bueno, si se hace, seguro. Como todos los años. Pero como están las cosas con el coronavirus y las medidas oficiales tomadas para frenarlo no creo que se pueda hacer. – ¿Le pedirás algo a la Santa o no, si se puede saber? – No se puede saber (se ríe).
jos de Pepe y Chona, nacido en Fabero el 22 de marzo de 1973 apostó por las luces negras mineras al aceptar trabajar en una subcontrata , cuyo nombre o dueño no recuerda, ubicada también en el inolvidable Grupo Río de Cofasa a los veinte o veintiún años. De ello hablaremos más tarde. Pero primero, háblenos sobre las otras empresas por las que pasó. – También trabajé en un chamizo. Fue muy duro, 12 horas diarias, un sueldo muy bajo y con una falta de seguridad tremenda. – Usted conoce la suerte y también el infortunio en la mina, pero previo a hablarnos de esos momentos señálenos en que empresas trabajó. – Después de la subcontrata vinieron el lavadero de Negrín, Minera de Peñarrosa y finalmente llegó AFSA donde mi vida dio un giro de 180 grados. - Ahora sí, coméntenos esos dos momentos fundamentales en su vida aunque de signo contrario a la suerte uno y otro ‘suertudo’. - El primero sucedió en el lugar la muy conocida tragedia, debida a la explosión de grisú ocurrida en el Grupo Río de Combustibles de Fabero la mañana del 19 de noviembre de 1984, muriendo en el acto tres compañeros y otros cinco más tarde. La que ex-
perimenté yo sucedió años después. A la que me refiero en este instante no es esa. Se trata de otra cuando trabajaba en la citada subcontrata. Aquel día tuve mucha suerte. Muchísima. La explosión de la bolsa de grisú no me afectó porque en ese momento me llamó un compañero y al sonar la propia explosión nos tiró a ambos al suelo pasándonos por encima la llamarada. El segundo ocurrió en el Pozo Julia, cerca, muy cerca de casa, a dos pasos. El 25 de enero de 2001 tuve un accidente en el que perdí la pierna derecha y los dedos de la izquierda. Me ha costado asumirlo. Ahora camino, con dificultad, gracias a las prótesis y las muletas, las cuales me reponen cada cierto tiempo. Claro, eso en distancias cortas. Para las largas utilizo un coche adaptado. – ¿Cómo ve el futuro faberense? – Igual que la mina, negro. Culpa de los gobernantes que no han sabido aprovechar los Fondos Miner, los cuales hubiesen reactivado la zona. Tampoco han prestado atención a la necesidad de la vía rápida FaberoFresnedo. - ¿Volvería a ser minero? – A pesar de todo lo dolorosamente vivido e irrecuperable volvería a ser minero, sí.
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LA VOZ DE LA MINERÍA He aquí cinco hombres y dos mujeres conducidos por la roca
hablará de la congregación del amor y ensalzará la dignidad humana iluminada
Ernestina Rodríguez Carballo, mujer campesina, langreana y minera CARMEN BUSMAYOR
pan y marché para Galicia. Cuando volví de Galicia volví a la mina, San Luis, que había que pasar un puente en el que había que agarrarse a un cable y el puente era de tablas cortas…A los tres días dejé la mina, caí mala de las piernas, e ir a la mina tan lejos era mucho para mí… Después cogí la carretera, cerca de Matarrosa y pedí trabajo en la mina de Servando. Ahí estuve muchos años, también cuando paró estuvimos al paro obrero, que se cobraba en Ponferrada. Cuando volvió a funcionar, volví a pedir trabajo y a seguir. Después también fui para la mina del Bolo,
FABERO. Tiene 84 años, y salvo unos
meses que pasó en La Coruña, vivió siempre en el lugar donde ha nacido el 22 de junio de 1936, muy cercana al estallido de la Guerra Civil, en una aldea llamada Langre, perteneciente al municipio de Berlanga del Bierzo. – Ernestina, le voy a hacer unas preguntas para un periódico leonés que se llama La Nueva Crónica. ¿Le parece bien? – No, no. Para el periódico no quiero. A mis años… - Pero ¿ por qué no quiere salir en el periódico, mujer, si está hecha una moza? - Soy ya muy vieja –responde, pero al instante entra en confianza conmigo y conversa detallosa a buena velocidad–.
Distingo bien la granza, la grancilla, la galleta y la galletilla. Se llaman así por el tamaño de la piedra
- ¿Antes de trabajar en la mina en qué oficios lo hizo? - En el campo, después fui a pedir trabajo a Gaiztarro. Me lo dieron y estuve allí once meses y después marché para Galicia. Pero sí, antes trabajamos en el campo. Haciendo de todo, segando hierba y hasta pañando hojas de las castañales para traer para mullir el corral, que teníamos cabras y ovejas. Cortando pan o cogiendo leitariegas. Luego volví a la mina. - ¿En qué empresas trabajó y qué hacía? – En Gaiztarro 11 meses, aunque medio año estuve de baja por un dedo. Después dejé la mina, vendí el
Las manos de Ernestina muestran una vida de dura labor. L.N.C.
en Tombrio de Abajo y estuvimos trabajando varias del pueblo muy bien, después ellas dejaron la mina y yo seguía yendo, sola.Y cuando eso ya no me pagaron más, no me pagaron todo lo que gané, el dinero seguirá allí en la Fonda del Bolo, en Ponferrada. En total entre todas las minas estuve unos 14 años…Según llegábamos había un pocín que caía el menudo de todo el día para allí y según llegábamos por la mañana había que desocuparlo. Después íbamos a cargar camiones a pala para
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horadada. He aquí un adolescente que conoce el sufrimiento en su casa. Algún día con un candil de carburo. A su alcance la alegría. La luz. La luz imperecedera arriba, del suelo para arriba, pero a lo último ya pusieron una cintina que ya no lo tirabas tan alto.Yo estaba escogiendo carbón en lo gordo, según echaban los vagones de arriba en la tolva iba escogiéndolo con un martillín le dabas y quitabas cuando traía pizarra. – Una persona muy cercana a usted me dijo que era una carbonera que conocía muy bien el carbón, que llamaba a cada piedra por su nombre. ¿ Es verdad o se confunde esa persona? – Pues no sé quién lo pudo decir, pero sí, sí, yo distingo bien la granza, la grancilla, la galleta y la galletilla. Se llaman así por el tamaño de la piedra. – ¿Había muchas mujeres entonces? – Sí, estábamos muchas de aquella. Julia, Ludivina, la de Margarita, Mercedes, La Rubia del Barrio, Avelina mi prima, otra de San Miguel, Rosa, muchas…
– ¿Coincidió con algunas y se amistó con ellas? - Yo cogí amistad con todas, no estaba reñida con ninguna… Ni con los amos tampoco, nunca me riñeron. – ¿Qué piensa cuando escucha Santa Bárbara? – Pues me trae muchos recuerdos, además allí el día de Santa Bárbara hacían comidas en la mina también. Una vez estrené una falda de tablones y un jersey azul y unos zapatos… Después desde que comíamos íbamos a Matarrosa y después ya volvíamos por un caminín para Langre. – ¿Cómo ve el futuro de Fabero? ¿Y el de Berlanga? – Ahora lo veo bien como no salgo de casa… Bueno para la juventud está muy mal todo, porque no teniendo trabajo… No va a estar mal…Antes te daban trabajo donde quiera que fueras, a los 10 años los hombres ya entraban a trabajar, y ahora mira…
HOMBRES Y MUJERES SOBREVIVIENTES TODAVÍA HABLAN, MUSITAN, ESCRIBEN, GARABATEAN, GUARDAN SILENCIO O DIRIMEN FALACIAS O CULPAS MIENTRAS AMASAN ARROBAS DE TRISTEZA EN UNA ARTESA PURA INQUIETUD, DESENCANTO O DESESPERO ANTE UNA TAPIA O CIERRE INDESCIFRABLE IMPOSIBLE DE SALTAR (C. BUSMAYOR)
SON ESTA ESTIRPE NOBLE Y RECIA, GANADA POR LA LOBREGUEZ, QUE HOY, SUMIDA EN LA INQUIETUD, SE ADENTRA. HOY QUE TODAVÍA ESPLENDEN LAS BOCAMINAS Y ES LABORABLE A TRES RELEVOS
(C. BUSMAYOR, LAS FLORES DE LA LLUVIA)
ESTAS MUJERES DE LA MINA QUE HAN ENTRADO EN LA ANCIANIDAD PROSIGUEN REBUSCANDO SU HUELLA EN UN CALDERO DE PENAS
(C. BUSMAYOR, INVENTARIO DEL SILENCIO
El confidente innominado «Cuando íbamos a por el carbón que nos daban, mi madre y yo xuníamos el carro por la mañana bien temprano e íbamos por el camino de carro a dar al puente de Matarrosa, después ya bajábamos para abajo. Cómo estaba el guardia ya lo echaba y traía el carro lleno de carbón. Yo quedaba a trabajar y mi madre venía por ahí para acá con él, por Toreno ella sola con un carro de carbón… Ella sola… Manda salero». --------El día en que dejó la mina Ernestina lloraba y el capataz le dijo «piénsate bien lo que vas a hacer y si no estás conforme, vuelve». Las mujeres dejaban de trabajar al casarse. ---------«Subíamos las apeas y raíles. A eso sí que no teníamos derechos, desde la carretera por un caminín como la planta la mano, (…) nos mandaban subir los raíles, subían los mineros vacíos a entrar por la bocamina y nos hacían subir apeas y raíles». Lamenta. ---------Recuerda especialmente duro los viajes en invierno, con nieve, hielo, agua: «Cuando llegábamos a la mina llegábamos todas mojadas, llevábamos una muda no seno. “Y una vez tuvimos que picar el carámbano pa´ poder bajar».
YO BUSCO MI NIÑEZ. ME AFANO CON UN CANDIL DE CARBURO
(C. BUSMAYOR, SÍLABAS DE AGUA Y BREZO)
LA MADRUGADA RESTALLA JUNTO A LOS VAGONES COMIDOS POR ÓXIDO DEL ABANDONO EL POZO VERTICAL ES UN PÁJARO ENJAULADO CON LOS OJOS MANCHADOS DE OCTUBRE ANTE EL REPLANDOR HOSTIL DEL FUEGO. (C. BUSMAYOR, SÍLABAS DE AGUA Y BREZO)
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CEMENTOS COSMOS En plena pandemia de coronavirus, la fábrica de Toral de los Vados
ha conseguido grandes retos que refuerzan su estrategia de desarrollo sostenible
Entrada de neumáticos en desuso para ser utilizados como combustible en la cementera de Toral de los Vados. ICAL
Los logros alcanzados en 2020 MAR IGLESIAS
TORAL
DE LOS
VADOS. Han pasado
más de dos años desde que la cementera Cosmos de Toral de los Vados solicitara los permisos para utilizar un nuevo combustible. Esta iniciativa le ayudaría a ser más eficiente y competitiva siguiendo los principios de la economía circular. Por fin, este año ha conseguido la Autorización Ambiental Integrada que valida ese procedimiento, algo que celebrar en un día de Santa Bárbara que coge al Bierzo en el languidecer de la minería y de sus centrales térmicas. Con esta licencia, la cementera berciana puede sustituir hasta 33.500 toneladas al año, el 30% de su combustible tradicional, coque de petróleo, por neumáticos que ya no pueden ser reutilizados ni reciclados para
otros fines. Actualmente, en España sólo un 12% de los neumáticos usados se reutiliza para hacer otros de segunda mano; un 52% se recicla
Con este permiso, la cementera berciana puede sustituir hasta el 30% del combustible actual para fabricar otros materiales, como césped artificial, parques infantiles, etc.; y aproximadamente un 36% se destina al sector cementero que aprovecha su poder energético en su
proceso de producción. La empresa asegura que gracias a esta práctica se incrementará su eficiencia ya que «disminuirá las emi-
Cosmos asegura que «disminuirá las emisiones de CO2 y reducirá la factura energética» siones de CO2, reducirá la factura energética y estará en línea con el principio de economía circular, convirtiendo en recurso un residuo que ya no puede ser reciclado». Además,
con la incorporación de neumáticos usados, Cementos Cosmos contribuye a la reducción del consumo de un combustible fósil y finito como es el coque de petróleo. La planta lleva incorporando neumáticos a su proceso de producción de cemento desde el mes de septiembre y tras su uso continuado la fábrica prevé ahorrar 10.000 toneladas de CO2 al año. Esta cifra equivale a las emisiones anuales de 5.800 coches. También en el mes de septiembre, la empresa solicitó ampliar la autorización con la que ya cuenta desde 2012, para incorporar otro tipo de biomasa como combustible, el orujillo. El orujillo es la pulpa seca de aceituna resultante del proceso de obtención del aceite de oliva. Por
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su poder calorífico, su uso es muy recomendable tanto para generación de energía térmica en industrias como para generación de energía eléctrica. Para utilizar este combustible Cosmos ha realizado una inversión en la fábrica de 600.000 euros y pretende sustituir hasta un 25% de coque de petróleo por este nuevo combustible. Esta incorporación le permitirá ahorrar hasta 35.000 toneladas de CO2 al año, algo más del total emitido por todos los coches de la capital berciana en un año. AUTOABASTECIMIENTO Al margen de los nuevos combustibles, Cosmos subraya su compromiso ambiental con la puesta en marcha de una planta fotovoltaica de 6,2 MW para autoconsumo que supondrá una inversión de 4,4 millones de euros y permitirá a la cementera satisfacer el 15% de sus necesidades de electricidad en el proceso de producción. La puesta en marcha de ese parque será a mediados del próximo año, de la mano de EDF Solar, responsable de ejecutar la instalación y explotarla. El acondicionamiento de las casi 10 hectáreas en las que se asentarán los paneles solares generará una veintena de empleos. Cosmos prevé consumir 9 GWh/año procedentes de esta nueva planta, el
Minería 11 equivalente al consumo de 2.900 hogares. Además, el uso de esta fuente energética reducirá las emisiones de CO2 de la planta en 3.500 toneladas al año, el equivalente a las que producen todos los coches de Toral de los Vados y Villafranca del Bierzo durante un año o a la plantación de más de 280.000 árboles. Con esta iniciativa, la fábrica de Toral se sitúa
Cosmos subraya su compromiso medioambiental con la instalación de una planta fotovoltaica El acondicionamiento de los terrenos para construir la planta generará una veintena de empleos a la cabeza de Votorantim Cimentos España en el liderazgo de los objetivos de sostenibilidad del grupo. De hecho, su ejemplo será trasladado al resto de fábricas del país.
Imagen de la fábrica durante una visita para explicar su funcionamiento.
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En los procesos de participación para los convenios de transición en Castilla y León se han recogido 839 propuestas, y unas 700 se refieren a León
BALANCE
La provincia de León inicia el camino a la transición justa ESTEFANÍA NIÑO
LEÓN. Poco a poco la provincia de León
comienza a recorrer el camino de la denominada transición justa con la esperanza de que las comarcas mineras recuperen parte de lo que dieron a lo largo de todos los años en los que la actividad extractiva estuvo en marcha. Generación de empleo para asentar población es el reto pendiente. Un desafío para el que los convenios de transición justa parecen tener respuesta, y es que su principal objetivo es el de crear un nuevo tejido productivo en las zonas en transición a partir de la participación de los agentes implicados. Precisamente, a mediados del mes de noviembre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), la Junta de Castilla y León y la FEMP firmaban el protocolo para elaborar los convenios de transición justa de tres áreas: la Montaña Central Leonesa-La Robla, Bierzo-Laciana y Velilla-Guardo. El Miteco abría en el mes de junio los procesos de participación pública para la elaboración de los distintos convenios de transición, y se han recogido 839 ideas y propuestas remitidas por más de 200 agentes del territorio: representantes de la administración central y autonómica, administraciones comarcales, ayuntamientos, empresas, sindicatos, asociaciones ecologistas, grupos de acción local y desarrollo rural, varias ONG y centros educativos e investigación, entre otros. De estas 839 propuestas en torno a 700
son para la provincia de León, destacando las iniciativas vinculadas con el turismo, energías renovables, la agricultura y la ganadería. Todas las propuestas presentadas serán evaluadas como parte del proceso de elaboración de los convenios de transición justa y, tras su selección, su ejecución se acompañará mediante diferentes líneas de ayuda y otros instrumentos de apoyo. Es aquí donde entra en juego la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), que será la encargada de valorar y elegir los proyectos a subvencionar en distintas líneas, para el desarrollo de las cuencas.
Las propuestas están vinculadas al turismo, renovables, agricultura y ganadería Ciuden se encargará de valorar los proyectos a subvencionar en distintas líneas
El objetivo es crear nuevo tejido productivo en las zonas en transición. deE. NIÑO ellas
Su director general, Arsenio Terrón, explicaba en una entrevista a La Nueva Crónica que la mayoría de las propuestas encajan con los objetivos de transición justa. «La gran mayoría casan porque la filosofía de los convenios de Transición Justa es muy amplia. Cualquier iniciativa que pretenda dinamizar y crear empleo sostenible, tienen cabida». También se refería al espíritu de apostar por muchos pequeños proyectos para crear un tejido más estable, «la filosofía de la Transición Justa es buscar proyectos quizá menos grandiosos en número pero que se mantengan estables en muchos territorios. No vayamos a volver a centrar todo núcleos potentes y dejando a mucho territorios, por ejemplo de montaña o periféricos, sin futuro».