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Cómo financiar el coste de una residencia
Seguimos haciendo números, y seguramente no te cuadran con S la pensión de tu padre o de tu madre, ni siquiera aportando todos los hijos una pequeña cantidad en la medida de lo que cada uno pueda. El precio de las residencias es elevado y las plazas públicas, escasa. ¿Cómo pagamos entonces la residencia? Hay algunas opciones para financiar el coste de la residencia.
La venta o el alquiler de la vivienda es la opción que más se utiliza para financiar el coste de una residencia, pero se impone un cambio en la mentalidad tanto de los mayores como de los familiares, y puede que sea necesario recurrir a algunos tipos de financiación que aún resultan novedosos.
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Es el caso de la hipoteca inversa. ¿Sabes en qué consiste? Este tipo de hipoteca la conceden las entidades financieras o las aseguradoras a las personas titulares de una vivienda en propiedad. Según la tasación de esa vivienda, el propietario recibe una cantidad mensual hasta el valor de la tasación que no tendrá que devolver. En el momento de su fallecimiento, serán los herederos en todo caso los que tendrían que hacer frente a la cancelación de esa hipoteca inversa si quieren recuperar la vivienda (ya que no se ha transferido la propiedad).
Otra opción de financiación cada vez más extendida es la pensión vitalicia inmobiliaria, que incluye el ceder la propiedad de la vivienda a cambio de una renta mensual hasta el momento del fallecimiento. Se concede a propietarios mayores de 65 años y, con esta opción, se puede conseguir el dinero necesario para pagar la residencia, pero si esa persona quiere seguir viviendo en su casa puede hacerlo. La cuantía de esa