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Otras alternativas a la residencia
- Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir residencia es comprobar que su interior sea accesible y esté bien iluminado. Y que además tenga una estética atractiva más cercana al hogar que a un centro médico. - Muchas personas mayores no se han adaptado a las nuevas tecnologías y ni siquiera tienen un teléfono móvil. ¿Cuántos teléfonos hay en el centro? ¿De qué forma van a ayudar a esa persona mayor a ponerse en contacto contigo? - Con todos los datos claros y con toda la familia reunida, incluida por supuesto la persona mayor, podéis ir cambiando impresiones. La opinión de todos los presentes cuenta, incluso si habéis implicado en este proceso de elección de residencia a los niños. No todos nos fijamos en las mismas cosas y cada detalle puede ser importante.
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A A ntes de finalizar con esta guía de residencias queremos recordarte que existen otras opciones según las necesidades, las capacidades y el grado de dependencia de la persona mayor, sobre todo para esas personas que viven en su propia casa y se resisten, como es lógico, a renunciar a su independencia.
Recordamos en este punto los centros de día de los que ya hemos hablado antes y que suponen una ayuda de lo más eficaz para muchas familias. - La teleasistencia: se trata de una modalidad de atención domiciliaria pero a distancia y que utiliza las nuevas tecnologías. Que nadie se asuste, que no hay que aprender a utilizar un ordenador ni nada de eso. Simplemente es un teléfono al que se le pueden añadir diferentes complementos de teleasistencia. A través de ese teléfono, la persona mayor puede informar a los técnicos de su situación, y ellos actuarán rápidamente si se trata de una emergencia o valorarán otros tipos de ayuda para cualquier incidente o problema doméstico. - La atención domiciliaria: para que los mayores que van perdiendo cierto grado de autonomía puedan quedarse a vivir en su propio hogar todo el tiempo posible, la atención domiciliaria es la opción ideal.
Muchas personas siguen bien de salud, pueden salir a la calle, socializar y reunirse con la familia y amigos, pero, por problemas de movilidad u otras dolencias características de la edad, no pueden prepararse la comida, realizar su higiene diaria y tampoco las tareas domésticas.
Con la ayuda a domicilio un profesional acude a la casa de la persona mayor precisamente a eso, a ayudarle con las tareas que no puede
realizar. La cantidad de días que acuda al domicilio, las horas que esté allí y los servicios que preste serán determinados en función de la valoración de dependencia.
La atención personal y la atención al hogar son los principales servicios de la ayuda a domicilio, pero a veces también se ofrecen otros servicios, como el de fisioterapia a domicilio, atención psicológica en casa, peluquería a domicilio o servicio médico y de enfermería. - Adaptar el domicilio: entre las opciones para los más reticentes a acudir a la residencia geriátrica se encuentra la de adaptar el domicilio, que también puede combinarse con otros servicios como el de la ayuda a domicilio o la teleasistencia.
Es evidente que la mayoría de las viviendas no están adaptadas a las limitaciones y necesidades de los mayores, que pueden tener problemas de movilidad o incluso de visión.
Las caídas en el propio hogar son de lo más frecuentes y es necesario adaptar el domicilio eliminando barreras arquitectónicas, despejando los espacios al máximo, modificando el baño, aumentando la iluminación y dotando a la vivienda de un mobiliario y un equipamiento más acorde con las necesidades de la persona mayor. ¿Y aquellas casas que tienen escaleras? También necesitan su adaptación para evitar riesgos y preservar la autonomía de la persona mayor. - Viviendas para mayores: también se conocen como apartamentos tutelados y se pueden encontrar muchas diferencias entre este tipo de viviendas. La persona mayor tiene su propio apartamento, por