Luis franco guitarra

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TEORIA Y PRACTICA DE LA COPLA

Copyright 1971 by Editorial LA VERDE RAMA Distribuida por EDITORIAL LAGOS Talcahuano 638, Buenos Aires-Rep. Argentina Derechos internacionales asegurados Impreso en Argentina- Deposito de Ley 1.1. 723

Lo que el romance narra en demorado rato la copla lo suelta de rompe y rasga. Se presenta y es. Es algo como la célula marj re de la poesIa popular y finalmente de toda la lirica. El hai-kai de los japoneses es eso y en ültima instancia el rubai-yat de Omar Kayam, copla mayor. En nuestro idioma se laurea de verdor inmarcesible. No solo que parte. de lo mejor de la poesIa toda está en algunas coplas orejana, sino que el mayor remonte de la poesIa clásica, el de Manrique, es un puñado de coplas. A fuer de hija del pueblo y cualquiera sea su hondura, la copla brota espontánea, vital, desnuda de adjetivos. Como las raIces acierta con los ojos cerrados. Por eso es la piedra de toque contra todo academismo, pero también contra la abtracciOn, la clorosis mIstica o el espejo de Narciso. La copla es del pueblo y en su libre e igualitario desenfado de viento sopla lo mismo sobre las banderas de los mástiles que sobre las camisetas puestas a secar. Que en nuestrp pals no se le guarda mayor respeto, que digamos? Las coplas de los que creen individualizar la gran vd 1z anónima son casi siempre desalumbradas coplas de ciego, no muy por encima de esas letras de tango tartajeantes de fanfarria o lacrimosas como un urinario. Lo que olvidan con esmero es que la copla no se asienta nunca en el lugar comün como la golondrina no se asienta nunca en el suelo. Otro si decimos. Los feligreses de la mentira con aureola descuentan que todo pueblo es religioso. Una simple mirada hacia atrás o en redor dice otra cosa. El pueblo de Mahoma se desquitô del cilicio de la verdad revelada con Las mil y una noches en que burbujea por todos los poros el insumergible paganismo de todo hombre viviente que adivina que I


la vida eterna es una tautologia de la tumba. La crItica histórica de hoy nos anoticia que la idolatria cristiana, con su burocracia de angeles, vIrgenes y santos, es una version tramposa del politeismo grecorromano, y que el alarde de cirios de los altares está denunciando la s upervivencia de los cultos helioltrjcos. Será müy religioso el pueblo hindu que bajo el Incubo tres veces milenarjo del brahamanjsmo prefiere ayunar hasta el esqueleto antes de levantarle la mano a una vaquita védica, pero el nuestro nunca lo fue. Del orondo materialismo de los gauchos dan fe Hudson, C. Graham y todos los viajeros ingleses del siglo pasado: No me entierren en sagrado, entiérrenme en campo verde donde me pise el ganado.

Pese a la implacable propaganda fide, motorizada hoy por el estado y las armas, nuestro pueblo es tacafiamente religioso, cuando lo es, aunque digan lo contrarjo las estadIstjcas y los flonos villancicos de Navidad, herencia de los curas espanoles de la Cobnia. Parte de nuestro folklore, eso que los compiladores prefieren pasar por alto, da un zafado testimoni o sobre el prestigio del voto de desposesiôn o de castidad: No sé qué tiene mi prenda que todos me la codician. Hasta el cura quiere parte como si fuera primicia. Y nada digamos de los referentes a la Santa Alianza de los ricos y el gobierno contra los de abajo.

La casi unanimidad de los parroquianos ignora que los primeros padres de la iglesia cristiana —Crisôstomo, Basiio, Ambrosio— fieles a la excomunión evangélica de todo colecci,onista de pecunia, fueron comunistas sin remilgos: "La naturaleza ha creado el comunismo y es la violencia la que inventô la propiedad privada" (San Ambrosio). También prefieren olvidar que el paso del tribalismo a la civilizaciôn significó el de la igualdad de persona y comunidad de bienes al de la propiedad individual o sea la desposesión de casi todos en pro de un puñado de agraciados, dueños también de las leyes. La sociedad humana, digamos, escindida en ayunantes y eructantes. Junto a sus positivas ventajas, la civilización importó esa reverenda ignominia. Que —meros testaferros de la clase usurpadora— los gobiemos son los enemigos funciOnales del pueblo, éste lo sabe de memoria: en toda sociedad de clases su condiciôn es la de mero animal doméstico. En sus mejores momentos, la poesIa ha sido voz de insurrección y combate tirteico, como dice Goethe. LY por qué se cree que Byron y Shelley debieron expatriarse de su tierra, y Heine de la suya, y Victor Hugo vivir veinte añOS de destlerro en Guernesey, y Whitman verse echado de su pequeño ernpleo a la calle como Maiakovsky ilevado al suicidio? En Espafia nunca se vieron ejemplos de esa laya, ni aun en las voces que parecieron estar más cerca del pueblo. Machado prefirió refugiarse a ratos en el moralismo senequista, cuando no en el nihilismo del Eclesiastés: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.

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Garcia Lorca llevó a su mayor relumbre los espejuelos de la gitanerIa. Pero el jadeo de Espafia —el del trabajo engrillado, la epopeya de servidumbre y ilanto del pueblo español— •eso continuo' sin eco, como no sea en la retórica populista. Nuestra tradición poética no difiere mucho. La insurrecta pasiôn justiciera del Martin Fierro de la Ida termina apeándose en la Vuelta a consejos de cura párroco: Obedezca el que obedece y seth bueno el que manda. El que esto escribe ha nacido v se ha criado entre gigantes, digo en su tierra en que las montahas son más altas que las nubes, lo cual no le impidiô verificar hasta mezquinar los ojos, la arrastrada suerte de los expoliados. Labradores detrás de sus surcos en tierra ajena como detrás de rejas de cárcel. Hacheros duros como el quebracho o dulces como la caña, destinados como ellos a caer tronchados antes de hora. Arrieros aporreados hasta la enjutez del cuero de guardamonte por soles, soledades y leguas. Mineros hundidos en la noche del socavón sin lucero ni canto de gallo. ,Que también dio con gentes que intentaban defenderse del destino, u olvidarlo, oponiéndole a yeces un poco de baile y canciôn, o el amor y la amistad sin trampas? Si, y también con paisajes gorjeantes de acequias y pájaros, a ratos entre un triple azul de cielo, remanso y piedra remota, aunque todo como chico desquite de las desaforadas travesIas y la altivez gibosa de los cerros de vegetaciôn harapienta y lujosa de espinas, o del oleaje seco de los médanos, el espejo ciego del salitral o el alarido indio del zonda ilamando a la iluvia ausente por lunas v lunas. Pensé que todo esto debIa estar en la copla y desde luego la rebeldIa, la denuncia y la esperanza. 4

Si el folklore es saber del pueblo ,por qué ha de ser pura tradición y ojos vueltos a lo que fue, y no también, y sobre todo, hacia lo que vendrá, ya que la suerte de los de abajo no ha de ser adrede y siempre la del camello que sobre cargar la joroba de Sus cuitas debe aguantar la carga ajena? Bien me sé que meter algo de esto en verso es arriesgarse a ser señalado por los guardianes de museo como deportista de la calumnia o empresario de derrumbes, ya que en tierra de corcovados el andar erguido es un desacato. No importa. Gracias al canto del pájaro el cielo nos Uega al alma mejor por los oIdos que por los ojos. Eso es la poesIa y eso intenté que fuera mi copla. Una obra de amor, ante todo, pese a su indignación o su burla. Porque si el saber ilumina el camino de la ignorancia, el amor ilumina el camino de la sabidurIa. L. F.

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COPLAS SOLITAS

El primer amor que tuve lo fnataron a traición. De entonces con el difunto va a cuestas mi corazôn. Yo fui labrador un tiempo, más de arenas que de gleba; de pobre dejé el oficio para meterme a poeta. Paloma que lioras tanto, deja caer una pluma, para escribirle a mi negra con mi pena y con la tuya. El cielo es cuento de viejas y el infierno puro amago: pero el amor puede darte infiernO y cielo en un trago. o con tardanza de zamba 0 con apuro de gato el amor ha de ilegar para siempre o para rato. 0 El arenal insolàdo sueña arroyos y sauzales. Corazôn en soledad, cUáles serán tus soñares? 0 No fue que las caracolas, las olas y las corolas se hicieron para ensayar tus curvas, tus curvas solas? 0


Razón de la sin razón: tu prirnavera y mi otoño Un solo verano son. A

Mi corazón no comprende: Nunca me acompafias tanto como cuando estás ausente. Que otoflo y verano fuguen no es daño al mundo, ni engaño, si en tus ojos verdes hay primavera todo el año. 0 En un herbario yo he visto — cosas del no ser que son — con un alfiler clavado y aün goteando, un corazôn. 0 Uri diálogo es la baguala, que el cantor sale al encuentro de la soledad de afuera o la soledad de adentro. 0 Viste hoy blanco tu blancura, viudita de los antojos, por lucir mejor el luto de tu afioranza y tus ojos. 0 Ya ni el alivio del Ilanto tendrá el desengano mb. Las lágrirnas allá adentro se me han cuajado de frIo. 0 Antes que corner, cantar, (grita el zorzal madrugando) y antes que vivir, volar. K> 10

No sé lo que el amor sea, nadie sabe lo que es sino que es un puro olvido de todo lo que no es él. 0 Se me han quemado los dedos en tus cuerdas y en tu son, guitarra, y ahora callo, que se me quema la voz. 0 ,Es que aün queda una estrella en la noche de mi lianto o es un bichito de luz que de mI se está burlando? 0 Pájaro, hornero, tu horno (yo asi, al menos, lo presumo) lO explica solo un amor que arde sin ceniza ni humo. 0 Si la lluvia a veces saca el arcoiris de su manto, bien puede el amor sacar la sonrisa tras del llanto. 0 Por la dicha, a copa lipal aunque el hondoi de la copa nunca iguala al de la pena. 0 Sobre una dicha hecha trizas viene el recuerdo a rondar como la noche que agrava la ronquera de la mar. K> Vidita, cuando te rapte en mi potro color noche lo endilgaré a las estrellas para esconder el galope. 0 11


Ser como el rib que liega a gigante de verdad, pero que no olvida nunca su niñez de manantjal.

Amor es sentir que invade con sus latidos lo eterno, hecho yaverano y nardos, nuestro corazón de invierno.

Qué voz la tuya, guitans que madruga en mi aim? y luego hasta hace temblar de estrellas la noche inmôvil del ciego.

Cuando vengo del rio vengo remando. Cuando del ilanto vengo lo cruzo a nado.

Nunca mejor ataviada para el alma que cuando te pones tu collar de lágrimas.

El hambre de eternidad no es puro miedo a la muerte; viene de querér amar derirotando tiempo y suerte.

Con qué pretextos la vida se ha de quejar de la suerte Si la côpula es, 'sin pausa, el sepelio de la muerte.

Como cortadera al viento es tu pañuelito, amor. No sé Si me está ilamando o me está diciendo adios.

Hecho de barro en el cielo, nuestro nido celebramos. Hornero o amor: albañfles que no precisari aridamio.

Cuando me dijo que sI se estaba azulando el suelo con los tarcos deshojados: me VOIVI pisando cielo.

Ese lunar escondido (no temas que ande en historias) que tienes donde tü sabes yo lo tengo en la memoria.

De sangrar pew- ml y los otros, de tanto Ilorar y tanto es ya como un rio seco caudal de piedras! mi canto.

Con azahares y azahares ilena el amor nuestra almohada. Duerma en paz el alarido de las entrafias quemadas.

Paloma, cuando aiglin dIa me trague la oscuridad Si tu recuerdo me alcanza aün me podré alumbrar. 0 El agua sube a la nube la nube baja a la arena. Otros se mudan de barrio, yo me mudaré de pena. 0

Nunca tan toda y mIa como cuando creciendo sin fin desde tu ausencja hasta ml, pecho adentro. 12

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Desde la noche ya vieja que amadrjnô nuestro encuentro, lo nuestro es aün, sin pausa, un amanecer por dentro. Soñaron Con tus dos pies mis besos cuando liegaste. Besé tus rastros después.

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CANCION DE CUNA DE LA TORCAZ a Mercedes Sosa Ramita en vaivén, agüita en murmullo, por mi pecho pasan para hacerse arrullo. Porque el amor todo lo puede, amor mb. No nace el lucero si muere el rocbo? (Me dejô la liuvia el don más profundo: la primera nana que arrullara al mundo). Porque duermas, niño, como quiero verte, te contaré casos del mundo y la suerte. 0 Desde sti charquito chismea la rana; no oigas lo que dice la gran charlatana. 0 No oigas lo que dice pico carpintero, hachita de plata, manguito plumero. 0 Séde la oruguita, la gran hilandera, qte hilô de sus tripas para su pollera. 0 17-


Se de la perdliz, que no encontró cintas y la muy coqueta se pinto mil pintas.

Y del gato maula

que no encontró azotes y un dIa perdiO colita y bigotes. Aim a lo lejos se oye una matraca. Quién sino la urraca? Traca-traca-traca. Ya el bosque se duerme junto a ml fanci6n. Mi pecho es tu cuna. Duerme, corazn. 0 Duerman don halcón, alitas de hoz; doña serpentina, lengüita de a dos.

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CANCION DEL AGUA DE OJOS ZARCOS

La tierra y el alma mIas abiertas de par en par, la tierra y el alma mIas, para ver pasar el mar. 0 Trueca en anzuelos las anclas el mar, el mar de ojos zarcos, trueca en anzuelos las anclas el mar pescador de barcos. 0 Tatuado de barcos e islas, pecho del mar, marinero, tatuado de barcos e islas, pecho voltero y trompero. 0 Su blusa azul de grumete sacude en estos momentos, su blusa azul de grumete, de grumete de los vientos. 0 Y ya su uniforme blanco saca de las olas rotas, su blanco, blanco uniform, vuestro almirante, oh gaviotas. 0 El mar más tuerto que el bosque ha extraviado mi siglar. Más tuertos qué los del bosque, ay, los senderos del mar! 0 Con su sal y sus sollozos —esto lo olvidO ml canto — con su sal y sus sollozos el mar caiza en nuestro lianto. 19


CANCION DEL EDEN CASERO

Su fragancia a los melones el viento roba al pasar, su fragancia a los melones, para ir a venderlo al mar. Que el sol se funde en cascadas a! Brasil, verás, que el sol se funde en cascadas de naranjas y ananás. Si vas

A las chicas ojerosas la manzana, a las chiquilas paliduchas y ojerosas, las burla con sus mejillas. 0 Y aunque parezca acertijo más arriba está la pera, de doncella la cintura, de matrona la cadera. 0 Para el sol ya hecho avispa, se cuece la miel del higo, para que el sol hecho avispa venga a pegarse en su ombligo. 0 Por evitar que se pudra tanta duizura en prisiôn, por evitar que se pudra suda su jugo el limón.

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CANCION DEL GALOPE DEL GUANACO

Eh, pajaritos de la cumbre, granos y orugas han pasado. Muestra el invierno muy orondo su cornamenta de venado. o La nievecita baja y baja. Los cerros son un solo ampo. Se hace tan ancho nuestro pecho que ya nos cabe todo el campo. 0 Uno, dos, tres, cuatro, cinco, e1 corazôn pega un brmco! La tropa galopa. 0 Si, conoemos un zorrito muy zorro, pero sin fortuna, que muchasveces almorzô solo una tajada de luna. 0 Y al caracol que se ha encargado una casita de medida y le ha salido tan estrecha que se la catga con su vida. 0 Y al que se puso cien patitas para Ilamarse cientopies. y salvar leguas en nu rato. corno lo habrás visto o lo yes. 0

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Cuántos adarmes crees tü que pesa el huevo del ñandü? La tropa galopa, galopa.

EL CIRCO DEL MAR a Julia y Lito

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Y para no dejarse ver del cazador que está en acecho cada guanaco saca niebla desde el verano de su pecho.

Niflo prodigio, una vez, yo fui al circo del mar. Qué elefante y qué serpiente desde los fondos del mar trajo el pulpo domador a su lección de cancán usando sus ocho látigos, uno por cada ademán! Y un pez todo de perfil y de esgrima tan fatal que en su espada se mellaban las mil espadas del mar. K;, ,Qué cobraban para ver a la gordita del mar, el talle de la sirena con corsé al natural? 0 Y vi galopar sin eco a los caballos del mar, con su relincho que nadie, nadie, nadie oyô jamás. Para eso las caracolas tocan la murga del mar! K> Y estrellas equiibristas —liro, liro, liro, lay-bailaban en las maromas de las corrientes, velay. K>

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—Siga usted, señor cuentero, siga, ,y qué ms? , y qué más? — Un barco con sus ahogados jy una sirena real que lo usaba como caja de sorpresas, ay, ay, ay!

CANCION DE LA MOZA DE MAZAPAN (estio) a A. de la Vega Tres horas entre gorjeos ante el espejo nomás, peinándose con el peine de las sirenas del mar, ella que en un caracol supo esconderse, quizás. Para su sueño, camita con sábanas de arrayán, (ay sueflos donde no habla ni una aguja Iii un hilvân... solo un clavel de herejIa en el libro de rezar). Ya por un tris se ponla con un ojito a ilorar. (Lioraba solo las lágrimas que caben en un dedal). Mas por otro tris reIa y se ponIa a triscar. 0, viborita de azogue, estaba bailando ya, entre dos dedos la punta puntita del delantal. (Baila en el suelo, en el air€ y en la uña de mi pulgar...) 0 Mis cristianos se soflaban ya con ella en el altar no soñando ni entre sueños que era un amor musulmári. Antes que la lieve el diablo yo me la comi: nag, nag. (Como era tan chiquitita, no me acuerdo más). 25


EL LLORA-SANGRE ESTA LLORANDO

El liora-sangre está ilorarido. Desde el comienzo del mundo está liorando. En el corazôn del monte está ilorando el Ilora-sangre, y su dolor destrenzando de las raIces del cerro, el bosque, el rio —liorando. 0 Como el soilozo en la garganta el dolor de todcei bosque se va en su lianto estrechando. Despertada por la singre tirita ci alma, escuchando. 0 Mil Ilantos de miles de años y qué herencias del olvido voiviendo de contrabando. Y algo que acaso intenta Un giro hacia lo horrendo y lo nefando! 0 Tierra de árboies y gritos, cielo de nubes y lioros por su liarito van cruzando. Un ecuador de pasiones en su pasión dictan su bando. 0 Con un dardo indio en la pata gime ci jaguar, y qué biando: gime ci duro casi habiando... ,Mas quién lo oirá si ci liora-sangre está ilorando y ilorando? 0 26

,Calla? iEl silencio de los muertos se va a encovar en nuestro pecho! No, porque él sigue ilorando con su ilanto que conjuga ci nunca y ci cuándo. 0 Liora (iay, ciiicio de sus püas!) negra resina el algarrobo, y ilora espuma ci rio pando, mientras en roj 0, roj o, roj o ci ilora-sangre está ilorando. K> Fibs y puntas de estreilas y hielos y riscos y espinas lo están picando, tajeando. Está ilorando ci ilora-sangre. 4 Lo yes liorar? Está sangrando. K> El rojo abierto del ocaso y ci rojo oculto de ias venas en su lianto coioreando... Ay, corazón vivo del mundo, brando!

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III


EL ECO DE LA GUITARRA a M. Castilla y G. Leguizámófl.

La guitarra, palo seco, la guitarra, palo hueco, mas toda el alma del hombre viene a escuchar all1 su eco. (La müsica encarcelada que hay en nuestro corazón de la guitarrá hace puente para lograr su evasion). 0 Por el huraco que tiene justito entre vientre y pecho un todo de nsa y ilanto sube en temporal deshecho. 0 Boca y cadera redondas como fogón de tropero, o cintura de mujer, o el ruedo del hado artero. 0 Más que en la cyuz o el arado se humaniza la madera. Bosque adentro, a sus raIces se va el alma aunque no quiera. 0 Cuando al fin sin confesiôn se muera ml corazón, si hay entierro, la guitarra le ha de servir de cajOn.

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ZAMBITA DE LA COPLA

Copla, sales de ti misma como una rosa en rubor de su baflo de rocIo para ir a sec al so]. I-lasta en tu tiempo de ausencja vuelven los besos ya idos pregun0 pregunn0 por los aün no venidos 0 Ya es brujerIa que en copla Y guitarra pueda haber igual liga de alma y Sangre que en duo de hombre y Inujer. 0 En su guitarra..a llama el cantor, a dos pufios querien0 resucitar todo un amor ya difunto. 0 0 da suelta a la baguala Si la noche de la pena en el parche de la caja derrama su luna ilena. 0 Li evamos como la hormiga una Carga carga26n que apenas flOs deja andar. Y no es más que el corazón

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EL SACRAMENTO DE LA ZAMBA a Tuqui y E. Kohn Tebner

El bramido del venado chamusca las cortaderas y entre las nubes la luna quiere esconder sus caderas. K" Soplando el viento, soplando, ah carambita, caramba! sobre el fogôn de la copla y el pajonal de la zamba. K> Al rastro te seguiré, colita de yacaré. 0 Las estrellas estrellitas vivitas y coleando. Solo tu latido ha muerto y nadie sabe hasta cuándo. 0 La luna desoupada, las acequias en trabajo. Y un corazôn galopando cuesta arriba y cuesta abajo! 0 Una espina en el talOn y dos en el corazOn. 0 Noche de luna y más luna y en uno siete desvelos. Me mojé todo en tus quejas, me quemé todo en tus celos. 0 33


Te hincaste con mis espinas para cegarme los ojos con la sangre de averIa que se esconde en tus antojos. Ay, si tu sangre es bravIa no ha de ser menos la mIa. Juntemos nuestros amores como dos cardos sus flores.

EL ZAPATEO DEL DIABLO

Ay cielito de los pobres, cielito sin sol ni luna. En el culo de la taba se resbala la fortuna. Yo ya me cansé, señores, de sentarme en silla coja y montar yegua preñada. Probaré la cuerda floja. No me diga usted, patron, que no traigo algo de nuevo: pariô una mula soltera y una monja puso un huevo. Y este polvito a los rotos contra la suerte nativa aguardar siempre a los ricos corno el gato panza arriba. Yo nunca anduve en la guerra, pero vi sin asustarme más de un ratôn depenserO y más de un zorro gendarme. Ciencia que me hallé a escondidas de los curas y el gobierno a donde aün no acaba el mundo y ya cQrnien-a el infierno. Ahijuna, vidita, ahijuna, cuesta abajo y cuesta arriba, para secarse en altares mejor desangrarSe viva.

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Que la Primavera asoma y que el invierno se quiebra. Y el alma quiere cambiar... de piel, como la culebra!

VIDALITA DEL NO Y EL SI a Yoli y Berna Oliveira

Ya por el cerrojo, don diablito cojo, Ya por la rendija, doña lagartija. 0 Sauzalito abajo, sauzalito arriba, sauzalito abajo. Ya ni sé a dônde iba. 0 ;Ah! pleito que hubieron de puro cariño la cabra barbona y el chivo lampiño. 0 Si el coraz&n tiene su propio rimbombo, ;para qué el tintillo y paraqué el bombo! 0 Con tu paiuelito y con mi pañuelo, con esas dos alas la zamba aiza vuelo. 0 Qué amor es el tuyo, mi rosal de ruinas, desnudo de rosas, vestido de espinas. 0 El ternero rn", ci gatito mi, la ovejita me, v L6, Si, no, sí. 36

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CANCION DE MUCHOS QUERERES

Porque yo mando en mis sueños, sueños de sauce llorón, está el flamenco soñando sobre su pata de non. 0 Si le hago señas al viento aflautando bien las ñes sentirán viento en el anca las nubes y los ñandües. 0 El alma sus pena.s bra con seco ilanto de espuelas. K)

Si lo quiere mi canción la acompañarán las cañas y van a bailar como osos esas montañas hurañas. K) El sol no encendido aiim si yo lo quiero, lo quiero, se va a poner a humear en mi pecho madruguero. Y si no quiero morirme es solo por este no: porque ni Angeles ni diablos te han de querer corno yo! K) Vidita, mas si lo quieres, también lo quiero, lo quiero: iuedo dejar de quererte para moririne ligero. K) Su clavel ardido trajo el amor y su puñal fib. 3 B

GATO CON ESPUELAS a Arturo Franco

Al cielito del gato aizas los brazos y abajo pecho y copla se hacen pedazos. K) No dejan criarse un yuyo, (qué tal, que tal) las lágrimas cuajadas del salitral. K)

Como rio creciëndo brama el palomo. El zonda cava y se echa tierra en el lomo. K)

Ya un pañuelo de luto me echas al cuello con las dos trenzas negras de tu cabello. K)

Sigues soñandojoyar entre desvIos. Vas a usar collar de uñas y dientes mIos! K)

Para sanar de amres no hay más rernedio que la vacuna aprisa de un amor nuevo.

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EL PUENTE (estio) a J. Jaiile Doblado sobre tu puente, canto. Cantemos, guitarra, Desde tu aJjibe de sombra va subiendo un agua amarga, de las trenzadas raIces del i oh! , del jay! y las lágrimas. Y tu amor muerto de sed no tiene una sed de agua. Debajito de tu puente pasan aguas despeñadas, tal vez con voces que imploran, tal vez con voces que emplazan. Debajito de tu puente ya no es agua lo que pasa con esos ecos tart roncos entre vislumbres calladas —risas de filo y de punta con choque y brillo de dagasy con esos borbollones de guitarra degollada. Eh! ,Con la luz del cuchillo un portillo no hay quien abra para ver lo que hay detrás de la muerte, tan delgada? La sangre, la sangre quiere alcanzar la luz del alba. Debajito de tu puente ya ni agua ni sangre pasan; debajito de tu puente ya sabemos lo que pasa: se está despeñando ahora la creciente de las lágrimas. 40

MORENA DE LUNA LLENA

Angel de la guarda, Dame compañIa. Si me dejas solo de ella quién me librarIa... 0 La luna se está poniendo amoratada de frIo. Yo me voy ahogando, ahogando, y en tus ojos hay un rio. 0 Salen el agua y la vihora, salen a verte pasar. Las dos inocentes quieren aprender a caminar. 0 Luces tu collar de guindas y de tu cuerp morena, yo he visto salir dos lunas, luna hueca y luna liena. 0 Cuando te bañas, morena, se entibia en la ace quia e1 agua y a las espumas les dejas el chismeo de tu enagua. 0 Si te pones a bailar aleluya para rato! Hasta los viejos más reumas quieren atarte el zapato. o

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Ay que no vengan los celos asi sean solo antojos. . Ya me duelen los cabellos y se me enronchan los ojos. Ya el corazón me desborda de cuitas y cuentas malas. Angel guardian, angelito, tiéndeme una de tus alas. Lo que tenla que ser. Ya caminan a mi lado tres gendarmes amarillos y el comisario morado.

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VIDALA DE LA TRAVESIA Ya viene haciéndose ci loco el carnaval de San No. RIe a chisguetes, de a poco, por no liorar como un rio Solo con sudor regué el arenal, bauticé mi amor con ilanto de sal. 0 Los cardones, a lo lejos, sOlo echan sombra de ianzas. Gime entre riscos y espinas el viento en sus contradanzas. 0 En los ojos de ml mula, un remanso de agua honda, pero ambos vamos chupando arena empapada en zonda. 0 Oyendo voy sin quererlo que entre ci jumial y ci salitre hay ese diálogo inudo de la osamenta y el buitre. 0 No arruga al suelo una hierba ni nube al cielo tampoco. Tan solo cuando ci diluvio quiso aqui garuar in poco. 0 Huyô del aiba ci roclo y ya hicieron otro tanto los pájaros, aguadores del manadero del canto. 0 43


,Que al fin daremos con agua? Agua de sal, vera usted, que como hembra de dos lomos solo traiciona la sed.

VIDALITA DE LA SECA a Candro GOmez Franco

Rodeo de espinas, florcita de tusca: la dlicha a resguardo que el corazOn busca. Torcaza, torcaza del algarrobal, tu lianto y mi canto son tal para cuaL 0 Carnaval del cerro (ay, quĂŠ me decIs), pasto de albahaca, alpiste de anIs. Arreando mis penas busco el aguadero; el zorzal me presta su silbo de arriero. 0 Bebedores hay los de mayor brio que mueren de sed en medio del rio. 0 Cortadera al viento, paĂąuelo de cueca. SequIa hay tan sOlo Si el amor se seca.

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TIEMPO DE CUECA a E. y H. Leguizamón

Cuando vengo del rIo vengo remando. Cuando del ilanto vengo lo cruzo a nado. 0 Soy tomador de mate de tiro largo. Cuando no tengo azücar me gusta amargo. 0 Aunque en pelo me yea no soy reyuno de cualquier rey de oro ni otro ninguno. 0 Cuál es de más sofoco, vamos al caso, el apretón del beso o el del abrazo? 0 Flor de chañar, solseando, cuando te veo el corazón da gritos de benteveo. 0 Pero hay amor o amores, digo y no miento, como rastros en senda de arena o viento. 0 Cuando vengo del rio vengo remando. Cuando del ilanto vengo lo cruzo a nado. 46

CARDON CANON

Contra la sed, puones sin quita y pon; contra el zonda, hacha y punta, cardôn, cardôn. 0 Sombra de lanza en ristre, non y sin ton, defendiendo sus cerros, cardón, cardón. o Arbol sin temblor de hojas y sin canción. Indio hecho uñas y flechas, cardón, cardón. 0 Puma de pie atacando en puro envión de garras y colmillos, ardón, cardón. 0 Mas si en cenizas cuida su ascua, el fogón, agüita pecho adentro guarda el cardôn.. 0 Le abre un pájaro a pico un socavón en el pecho y le anida ritmo y pasión. 0 Primavera lo besa y el corazón le estalla en for, arriba, cardón cañon. 47


Iv


LA SANGRE DE LA GUITARRA a R. Tula Soria

Ay guitarra que te entregas, sobre el latido acostada, al abrazo y la caricia de la mano enamorada. () Ay guitarrita, guitarra, qué mucho si asI me turbas imitando a tu hermanita con ilanto entre nsa y curvas. Frio el de la soledad, el frIo que más amola: menos mal que eres de lena y de lena que arde sola. K> Ya estás cavando, guitarra, tu pozo en la soledad, Y a la sed ciega le alumbras un claror de manantial. K> Ay, guitarra, que tus cuerdas amarran siete distancias comprendida la mayor: la del olvido hasta la ansia. K>

Guitarra, aunque estás herida a la vista y en el centro, la sangre no se te ye porque se vierte hacia adentro.

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CHACARERA DE LA ZAFRA a 0. Estrella y G. Bravo Figueroa

Hay que ver a la vaca Apis, a la gran bestia sagrada; dale a pastar cañas verdes y ordeñarás miel nevada. Trapiche, trapiche, chiche, rumia ayunos y martirios, bebe sudor, bebe ilanto y echa un nectar color lirios.

Camisas de sangre sudor y agujeros como los pendones de los montoneros 0 Ya el diablo agotô su nsa de ver lo que aquI sé ye; que el bien calzado ande en coche y el descaizo vaya a pie.

La Canaan del azücar y la diabetes del hambre: colmena en que no le toca gota de miel al enjambre. 0 Deshoja el lapacho auroras, deshoja cielos el tarco. Edên? Pero los de abajo en pelota y en el charco. 0 Rézale un poco a tu suerte, puede• bajar tu fortuna arreando llamas de piedra cargadas de plata y luna. 0 Hembras peleándole al hambre o a la maihoja a machete; ojos de charco y salitre, ubres de ayuno y destete. 0 El hombre aguanta hasta el linde del pulmón o de la aorta. Más, y el alma se va en sangre como una hembra cuanda aborta. 52

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ZAMBA DEL LABRADOR

Se abre el surco como herida, rueda el sudor como lianto. Pero soy hombre ante el sol y por eso canto. Si en la cama de la arada se deja acostar la siembra, al fin se aiza más hermosa, que para eso es hembra. 0 Como la suerte del honbre cuando él le sale al encuentro, semilla, dura por fuera, blandita por dentro. 0 Igual que el de la guitarra, palo con alma, ci arado: aunque ella endiose la voz y él siga callado. Tranco de buey es el mb, quién me apura, quién me apura si solo mido la tierra de mi sepultura! \'>

No tuve niñez ni escuela y ni en misa soy testigo. Otros se cornen a Dios envuelto en mi trigo.

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MALAMBO DE LOS LAGARES El lagar como degüello de to ,--o, o sol, o clavel. La luz haciéndose avispas se apea a fiarse mid. 0 Por qué asombrarse, caracho, que eche panza de tonel el palo borracho. 0 Rojo es ci zumo del hombre, rojo ci de la uva, a su vez: sangre y mosto, en Sacramento de la misma embriaguez. 0 Como ci pecho en sus dos tiempos los dos pies en ci lagar: como ci vaivén de la suerte en los tumbos del azar. 0 La sangre es zumo de viña en la buena o en Ia mala; calladjto en su tonel o balando en la vidala. 0 Las guitarras son 1aares, las guitarras trasnochadas, donde se pisan can Lando ]as penas arracimadas. K>

El vino es sangre de un dios dado a Ia sed de la suerte que hace del placer vendimia y hace olvido de la muerte! 0 55


Por qué asombràrse, caracho, que eche panza de tonel el pa!o borracho. Pisando uva, pisando uva desde el alba, ya se ye. Pero al vino se lo beben los que lo pisan a usted.

EL CUANDO DE LOS HACHEROS a'Carpani

El corazón del lapacho se vuelca rojo en su flor, Jesucristo se va en sangre, tü te vas todito, todito en sudor. Lo tocas con tus dos ojos y no te chupas ya el dedo; lo toca tu corazón. Qué haces que no escupes en la zanja el miedo? 0 EFrIo padre se ciñe su vincha de ceibos rojos. CIñete la vincha india. c ,Cuándo vas a abrirle cancha a los anteojos?

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Lo mismo que a las tacuaras los cerdüdos del malón métele fierro en la punt? —ya es hora, ya es Fora— a tu corazón. 0 Aun derretido en sudor4 te exige el hacha den brazos. Cuando al pie del cedro caigas no tendrás más doble que un doble de hachazos. 0 Que tu hambre se haga pujanza como la tacuara lanza. 0 Que si se renuncia al fin a la profesión de perro el alma se hace mAs alma como se hace a golpes el fierro más fierro. 0 56

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Y como el sudor y el ilanto ya van liegarido hasta el cuello, eche, ya atacada de asma, tu alma en el ahora! su mejor resuello. Que tu hambre se haga pujanza como la tacuara lanza.

CIELITO DE LOS MINEROS a Schurjin

Más honda y honda la mina, su boca más alta y alta. Si la voz se escucha apenas será porque el aire falta. 0 Boquita oscura sin dientes igual a la de Ia tumba. Se traga los hombres vivos y los devuelve por zumba. 0 (Con los cuernos de la luna o con ios del caracol quiero hacerme un par de chifles para beber dicha y sol). 0 Noche hundida en que el farol en el testuz del minero punteando tiniebla abajo es el ünico lucero. 0 Al1I la lágrima alcanza más hondura que una estrella. Desde la noche del vientre de mi madre hambrée .pon ella. 0 Noche sin alba y sin Dios, ya en el techo del infierno. No extrañen que el que les dije, meta alguna vez su cuerno, 0

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y retorciéndose a ratos ya del barreno se mofe que su polvilo se vuelve de nuevo roca en los bofes. La came comprometida cada vez más peña adentro y el alma que va volcando su sombra fuera del tiempo. 0 Sepultado ya el quejido, la esperanza sepultada. Cuando haya derrumbe y muerte no pasará casi nada. 0 (Con Jos cuernos de la luna o con Jos del caracol quiero hacerme un par de chifles para beber dicha y sol)

ZAPATEO EN ALPARGATAS

Luna liena, bien lienita y un dIa se queda hueca. Amor y rio caudales se van a pique en la seca. 0 A la escuela fui dos veces y a la iglesia una vez sola; vi al diablo diciendo misa aunque escondiendo la cola. 0 Alfa verde, for morada. Ya relincha la tonada. 0 Yo soy doctor recibido en Chile, Peru y Bolivia. Torno ci pu,lso a la guitarra y el desahuciado se alivia. 0 Para acortar ci camino subo cantando a la cumbre, y si ando de noche dejo que mi silbido me alumbre. 0 Dc alma y de piel son hermanas las rosas y las mujeres. Para la piel se usa espinas y para el alma alfileres. 0 Caridad y amor cristianos entre trisagio y suspiro? El oso también abraza y también besa ci vampiro. 0


EucaristIa a la vista la del dinero acuñado con lágrimas irredentas y con sudor no pagado. Alfa verde, for morada. Ya relincha la tonada. Tengo una copla amarrada que Si la ilego a soltar hasta Dios y los gendarmes van a ilorar como el mar. Aunque trapero, trapero, cuando el Hambre invente guapos quiero hacer punta en la bronca con mi bandera de harapos.

MILONGA DEL ULTIMO GOL a H. Acebedo y D. Zelarrayán

Como el luegu de allá abajo que sube escupiendo rocas, o el viento que se amotina en alianza con las olas vendrá al fin lo inesperado y vendrá porque ya es horn. 0. Se mostrará a ras de tierra el cometa de más cola. Sin apuro ni tardauza avanzará Juan Sin Ropa. 0 Santa Alianza de las chusmas, las chusmas en una sola: la que riega a sudor surcos y la que se enjuga olas, la que hala en taller o usina su tradiciôn galeota, la de minas o cloacas que ya perdiô hasta la aurora, y en las que en vueltas de mula sudan en todas las nonas, y las que hipan sin sudar cuando el sudor no halla compra: Guay, la patria en alpargatas, aunque esto parezca broma a los gendarmes que lievan el gorro frigio por gorra! La canalla con su avance y sus repliegues de boa, su hambre siempre en cuarentena y sus liantos sin memoria, SUS ilusiones y esperas y sus rezos en derrota: 63


la que sin Cristos ni Judas va a redimirse ella sola —y de rebote a los otroscon solo esgrimir la escoba. Bancos, cuarteles, tedeums, la constituciôn, la bolsa, la moral con diablos y angeles caerán, ya secas hojas. El parlamento en la feria se rematará sin mofa. Badajos y dividendos se inhumarán con gran pompa. Vampiros con crucifijos y esqueletos de altas botas y barrigas con collares de la Orden de la Loba en su emigración cigüeña hallarán la tierra angosta. 0 Las chusmas avanzarán desde el campo de Belona y de las canchas de fütbol (la inteligencia en persona esta vez le hard de punta) aun descaizas o en pelota, pero seguras de hacer el gol mayor de la historia.

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V


COPLAS DEL REGRESO

La ausencia te hizo más pura, casi azul la lejanIa, dioses del cielo y el mar cuidáronte, ausente mIa. 0 Si con caivario y con muerte resucité al tercer dIa, no fue milagro sabiendo que por fin tu amor volvia. 0 Tü, hecha primavera, pones al que ha venido a tu lado, en su ojal del corazón un beso recién cortado. 0 Cielo y mar juntan su rima a la nuestra, ya lo yes, mientras el mar, por ganarme, viene a besarte los pies. En qué silencio escuchamos (confluencia de rio y rio) el acorde inacabable de tu corazón y el mb!

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COPLAS DEL CABIZBAJO

Enigma del ser y el ver, ya lo y es, estoy inerme: la noche se hace mujer para perderme. 0 Vamos formidablernente escoltados de misterios como alguna cifra ingente de muchos ceros. 0 Anochecjdas edades de cosmos y humanidad resurgen en ml jornada de claridad. Inventô el confesjonarjo ml hermandad escarabaja, y el miércoles de ceniza y la baraja. 0 No te espanten los delirios del hombre, del hombre, hermano. No hay coma la borrachera del mosto hurnano. Mas si tu ritmo es tan honda que el todo es tu consonante, vuelves a crear el mundo a cada instante. 6

El que dormita en sus sueños recula al pasado puro. Solo el que sueña despierto abre el futuro. 68

PAYADA CONSIGO MISMO a E. y A. Di Marco

Para el canto estás dispuesta alma mIa, a irte en sangre igual que el sol en su puesta. 0 Del ayuno hereje canto remando en hidrograf ía de sudor, sudor y lianto. 0 Yo lianto y sudor confundo. SOlo sé que su marea golpea el pecho del mundo. 0 Y que lo mismo que el ron fervoriza y embrutece la religion religion. K)

Y el arte surno a gobierno es ci que eñseñó a los ricos la Sorbona del infierno. 0 Con masacre y querosén no han hecho un mundo asfaltites para su gloria y amen? K) No te endilgan un tizón, luna, para que olvidemos nuestra propia quemazón? K) Yo aquI en mi ser y no ser: la sarna me come a ml, y no tengo qué corner.

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BAGUALA DEL SECADAL

Mi alma entra on la travesIa ya medio largando un ala. La arena y la soledad se hacen de pronto baguala.

Soledad de campo santo y alguien sin voz que te avisa: tienes color de osamenta antes de vestir ceniza.

Humeando de polvaredas el rescoldo del desierto. Al salir de aquI, si salgo, no voy a creer que es cierto. 0 Para pelearle a la sed espina se vuelve la hoja y el alma se hacecareta que aquI es finado el que afloja. (Con polvo y lianto algĂźn dIa tinaja hizo el corazĂłn para apagar en un trago su sed de agua y de ilusiĂłn). 0 Caudal de piedras, de piedras arrastra en silencio el rIo, y el sol clueco, echado en tierra, empolla un nido vaclo. 0 Que aquI estuvo el mar, se cuenta, tal vez por obra casual. Si asi fue solo ha dejado una resaca de sal. 0 En campos en que ni el tiempo logra dejar su pisada no hay tiempo de arrepentirse ni el rezar sirve de nada.

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MULATA DEL BRASIL a P. Herrera

Nieta del Congo y ya hija de una jungla que igual canta en el trino de los pájaro que en el trueno de las aguas. Lieva en sI toda la selva brasileña y africana con su velluda apretura de axila ardida y sudada. Suda café, siida caucho, pimienta, azñcar quemada... E1 trôpico que se funde en la hornalla de la danza! Mudez de acecho, o gemido de palmera ante la racha. Y luna de dioses negros en la sonrisa cuajada. Vibración de sol y arena, siesta bisiesta, las nalgas. Noche: pantera que alumbra la senda con su mirada. Todo el Brasil en su ombligo y en sus venas toda el Africa. Los mirones paladean una espuma de resaca. Ya la camisa de sierpe rodó de su piel sudada: espejito, espejeante que duplica ojos en ascua.

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CANCION DE ESCALOFRIO

,Viene de la noche o del alma este escalofrio? ,De dónde vengo yo y qué soy y qué es lo mb? 0 Soy animal y vegetal y mineral también: tres fronteras que no acorralan mi propio eden. 0 Con nubes veleras el cielo navegando en el charco Va; tendiendo sus flores navega en el cielo el jacarandá. 0 Lo eterno es hoy; lo afuera, adentro. Todo es cuestión de nombre o pauta. El numen que hincha orbes y yemas suena ahora en mi flauta. Nebula, árbol, pez, en mI están, y la bestia ya casi hermana, y toda la historia y el gallo de la otra aurora humana. 0 Hay sal, de mar en ml y no puedo hurtarme al litoral del lianto: solo que me alzo sobre un trIpode: amor y pensamiento y canto. 0 Con innumerables antaños se hace éste mi presente cierto y podré volver algin dIa aunque esté muerto. 73


COPLAS A LA ORILLA DEL MAR a Blanca y Anibal Arabel

Porque antes de ser ya fui en tu gran secreto me hundo: tu arrullo y tu valvén son los de la cuna del mundo. Mas si cavando en ti hailé el cimiento de ml ilanto, solo entre tu coro de olas no se halla a solas mi canto. Si no es fácil hallar vado entre infinito y firito en tu grito halla compana esta orfandad de mi gito. 0 ,La vida un sueño, y la muerte carozo de lo real? Vida y muerte, muerte y vida, dos ratos de lo inmortal. 0 Tu ritmo y tu empuje, oh mar, sin desentono ni falla abrevando como siempre mi sed de sal y batalla. 0 Tu aizamiento y tu derrumbe son tramos de otro comienzo. Y la marea del hombre recién comienza su ascenso.

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INDICE TeorIa y práctica de la copla

Coplas solitas II Canción de cuna de la torcaz Canciôn del agua de ojos zarcos Canciôn del eden casero Canción del galope del guanaco Canción del circo del mar Canciôn de la moza de mazapán El Ilora-sangre está liorando III El ceo de ra guitarra Zambita de ]a copla Sacramento d9 la zamba El zapateo del diablo Vidalita del no y el sI Canciôn d' niuchos quereres Gato con espuelas El puente Vidalita de la seca Morena de luna Rena Vidala de la travesfa Tiempo de cueca Cardón cafión

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Iv La sangre dela guitarra Chacarera de la zafra Zamba del labrador Malambo de los lagaxes Cuando de los hacheros Cielito de los mineros Zapateo en alpargatas Milonga del ültimo gol LIVA

Coplas del regreso Coplas del cabizbajo Payada consigo mismo Baguala del secadal Mulata del tróp'tco Canciôn de escalofrIo Coplas a la orilla del mar.

Este libro Se termin6 de imprimir en mayo de 1971, en Los Talleres Gralicos de EDITORIAL LAGOS Talcahuano 638 p. b. ItHIT Buenos Aires -Repilblica Argentina.


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