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AÑOS SIN
KELLY El 14 de septiembre de 1982 falleció la princesa, que, tras triunfar en Hollywood, devolvió el glamur a Mónaco
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race Patricia Kelly vino al mundo el 12 de noviembre de 1929 en el seno de una familia acomodada. Su padre, John Brendan, además de haber sido triple medallista olímpico en remo, era uno de los empresarios más ricos de la costa este estadounidense. Junto a su mujer, Margaret Katherine, tuvieron otros tres hijos a los que educaron bajo unos estricta moral católica, sin embargo, el patriarca no daba ejemplo en privado y, cada Navidad, encargaba a los salones de Elizabeth Arden 27 bolsas de productos de belleza para regalárselos a sus 27 amantes. En el año 1949, poco antes de dar su salto a la meca del cine, Grace sedujo al príncipe «playboy» Alí Khan – que, posteriormente, se casaría con Rita Hayworth– y, poco después, cayó en los brazos del Sha de Persia. Su Majestad Imperial la quería tomar como esposa costara lo que costase y le compró tres carísimas joyas de Van Cleef & Arpels, pero Grace no quería ser emperatriz, sino la reina de la gran pantalla. Sin embargo, conservó las alhajas que regaló a sus damas de honor el día de su boda con Rainiero III de Mónaco. Con tan sólo 22 años alcanzó el estrellato en «Solo ante el peligro» (1952), du-
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rante cuyo rodaje sedujo a Gary Cooper, de 50 años, lo que provocó que la otra protagonista, la mexicana Katy Jurado, pillara un enfado descomunal. No contenta con esto, mientras filmaba en Kenia «Mogambo» (1953), la Kelly intentó ligarse a un Clark Gable que corría tras las faldas de Ava Gardner. Cuando regresaron a Londres para rodar los interiores, Gable encandiló a Grace para, poco después, dejarla. En cuanto se cruzó en su camino Alfred Hitchcock, Grace Kelly se convirtió en una de sus actrices fetiche al intervenir en tres grandes clásicos: «Crimen perfecto»
Arriba, Grace de niña. Dcha., con dos de sus hermanos.
(1954), «La ventana indiscreta» (1954) y «Atrapa a un ladrón»(1955), cuyo rodaje en la Costa Azul marcaría, sin que ella lo supiera, su dorado destino.
Conoció a Rainiero en 1955 y se casó con él un año más tarde Su despampanante belleza, su tez de porcelana y una cinturita de avispa (medía 170 cm y pesaba 57 kg) fueron un imán para que importantes nombres del cine y de la moda pasaran por su alcoba: Oleg Cassini, Frank Sinatra, Marlon Brando, Bing Crosby o Tony Curtis. Su rival en la MGM
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«MOGAMBO» (1953)
ACTRIZ DE ÉXITO. «Crimen perfecto» (1954) fue su primera colaboración con Alfred Hitchcock. Por «La angustia de vivir»(1954) ganó un Oscar.
Zsa Zsa Gabor, ha asegurado: «En aquella época Grace tenía más amantes en un mes de los que yo podría tener en toda mi vida». Durante su visita al Festival de Cine de Cannes de 1955, los responsables de la revista «Paris Match» propiciaron un encuentro entre Rainiero y Grace ya que Mónaco había dejado de estar de moda y necesitaba salir a flote. Además, Onassis había perdido una gran parte de su fortuna al intentar invertir en la zona con el afán de devolverle el esplendor perdido. Tras su encuentro, Grace y Rainiero se cayeron muy bien, pero no hubo nada más. Onassis, como buen hombre de negocios, tuvo la idea de que su amigo Rainiero se casara con una actriz de Hollywood para atraer los petrodólares y sugirió el nombre de Marilyn Monroe, que quedó rechazada por su falta de clase. Inmediatamente, el príncipe recordó su cita con Grace y empezó a cortejarla, ella se dejó querer y durante el rodaje de«Alta Sociedad» (su último filme, estrenado en 1956), Rainiero le regaló un carísimo anillo de diamantes como compromiso. El 19 de abril de 1956 tuvo lugar la boda religiosa en la Catedral de Mónaco. La novia lució un traje realizado por Helen Rose, diseñadora de la MGM y ganadora de dos Oscar. «Cuando acabó la boda no pensé en nada. Me pasé lo menos un año sin leer un solo recorte de prensa; era verdaderamente una pesadilla. Hubo uno o dos momentos realmente maravillosos, pero fue un período muy difícil, tanto para el príncipe como para mí», re-
«SOLO ANTE EL PELIGRO» (1952)
Grace mantuvo romances con muchos de sus compañeros de reparto como Gary Cooper (izqda.), Clark Gable (arriba) y Cary Grant (dcha., abajo)
«LA VENTANA INDISCRETA» (1954)
«ATRAPA A UN LADRÓN» (1955)
cordaba Grace. No tardaron en llegar al cuento de hadas preferido de Europa los hijos de la pareja: Carolina (1957), Alberto (1958) y Estefanía (1965), y empezaron a celebrarse las fiestas más despampanantes porque Grace volvió a poner a Mónaco en la agenda de la «jet set». Por allí se dejaron caer los Rothschild, los Niarchos, Elizabeth Taylor y Cary Grant (uno de sus antiguos amantes) o David Niven, que abrían los bailes de la Rosa o la Gran Gala de la Cruz Roja.
Un trágico accidente de tráfico acabó con su vida Según publica Donald Spoto en su biografía «Grace Kelly», la princesa aceptó la propuesta de Hitchcock para volver al cine con «Marnie, la ladrona» (1964). A pesar de que se había dicho que su marido se lo había prohibido, la verda-
Izqda., mostrando a su madre el anillo de pedida. Arriba, un momento de la ceremonia civil.
Los novios, en la boda religiosa. Dcha., la pareja con sus tres hijos.
dera razón de su renuncia fue el aborto que Grace sufrió en 1962. Lejos de permanecer encerrada en su jaula dorada, Grace estuvo cerca de su pueblo apoyando diferentes actividades benéfico-sociales y viajando por todo el mundo en representación de su país. Poco antes de su fallecimiento, Grace se encontró con Lady Di –casada desde hacía unos meses con el príncipe Carlos– y, al verla algo triste y desorientada, le dio un sabio consejo: «Tranquila, todo esto irá a peor, créeme. No enseñes tus sentimientos, muéstrate siempre sonriente». El 13 de septiembre de 1982, Grace sufrió un terrible accidente de coche en compañía de su hija Estefanía en la misma carrera en la que, décadas atrás, había rodado «Atrapa a un ladrón» junto a su buen amigo Cary Grant. La princesa no recobró el conocimiento y, al día siguiente, murió dejando huérfanos al
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Sobre estas líneas,la carretera donde tuvo lugar el accidente. Su familia se mostró abatida en el funeral.
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teza y solía deambular como un alma en pena por palacio hechizado por el recuerdo de Grace. Ni tan siquiera la llegada de sus 9 nietos (dos de ellos ilegítimos, porque Alberto los tuvo fruto de dos relaciones pasajeras) consiguieron aligerar la pena a Rainiero, que vio cómo su primogénita perdía a Stefano Casiraghi, su segundo marido, con el que había tenido tres hijos (Andrea, Carlota y Pierre) y había encontrado la felicidad. Desolada, Carolina se retiró durante un tiempo a un pueblecito de la Provenza.
Sus hijas no han tenido suerte en el amor
Principado y al mundo del cine. En seguida se desataron los rumores y las teorías de la conspiración. ¿Conducía realmente la benjamina, de 17 años? ¿Tuvo la mafia algo que ver porque Mónaco era uno de sus centros de blanqueo de dinero? ¿Se habría salvado si la hubiesen atendido más rápidamente? El accidente sigue rodeado de algunas sombras, aunque Estefanía, años después, confesó que ella no conducía. Desde el fallecimiento de su esposa, Rainiero quedó sumido en una gran tris-
SU VIDA, EN LA GRAN PANTALLA Nicole Kidman interpretará a la princesa en un filme biográfico que se está preparando. 28
Treinta años después de la ausencia de Grace, ninguno de sus tres hijos han conseguido estar a su altura. Carolina recogió el testigo de primera dama del principado y, como hubiera deseado su madre, se casó con un príncipe, Ernesto de Hannover, que la convirtió en Alteza Real y fue el padre de su cuarta hija, Alexandra. Pero este tercer matrimonio no llegó a buen puerto debido a las continuas peleas y borracheras del noble alemán. Carolina sigue sin ser feliz en el amor. Los
Alberto, el actual soberano, con su esposa, Charlene.
NIETOS A LOS QUE NO CONOCIÓ. Tanto los hijos de Carolina (izqda.) como los de Estefanía (arriba) nacieron años después de la muerte de Grace.
hijos varones de ésta, Andrea y Pierre, no arreglan el panorama con sus juergas ibicencas y Carlota, que ha heredado la elegancia de su madre y de su abuela, ha roto recientemente una relación sentimental estable para estar junto a un actor casi 20 años mayor que ella. Estefanía, la benjamina de Rainiero y Grace, protagonizó escandalosos matrimonios y romances con actores, guardaespaldas, un equilibrista y un domador de circo. Actualmente, se mantiene en un segundo plano tras decidir ver crecer a sus tres hijos (Luis, Pauline y Camilla) ajena a la presión mediática. Siente una gran predilección por Pauline Ducruet, que acaba de cumplir 18 años y a la que la prensa ya ha bautizado como «La sirena de Mónaco», porque es una excelente nadadora que se está preparando para los próximos Juegos Olímpicos. En la intimidad seguro que recibirá grandes consejos de su tía política, Charlene Wittstock, exnadadora sudafricana que ejerce actualmente como primera dama de Mónaco tras su boda con Alberto II de Mónaco, que subió al trono tras la muerte de Rainiero en el 2005. Para Charlene, la sombra de Grace es más alargada que para el resto de la familia. Desde el comienzo de su relación con el entonces heredero al trono las comparaciones con su suegra fueron inevitables, de ahí que, debido a la presión, tras su debut en sociedad en el Baile de la Rosa del 2007 declarara a «Vogue»: «Encontrar mi estilo ha sido, con diferencia, el mayor reto». TEXTO: LUIS FERNANDO ROMO FOTOS: AGENCIAS Y ARCHIVO