ORILLAS VIVAS
ORILLAS VIVAS Geisiane Maiara Marth
Colección Poesía
Primera edición: septiembre 2016
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra y su contenido sin la autorización expresa del editor. Todos los derechos reservados.
© Geisiane Maiara Marth © Tabula Rasa Ediciones S.L.
Apdo. Correos, 3153 - 20080 • Donostia-San Sebastián email: info@tabularasaediciones.es http://www.tabularasaediciones.es
Diseño y Maquetación: Mikel Fuentealba Iribarne Impresión: Imprenta Guipuzcoana Printed in Spain I.S.B.N.: 978-84-944554-0-7 Depósito Legal: SS-1037-2016
"A quien ya no llora conmigo. A quien ya no ríe conmigo, a quien no me mira a los ojos pero aún tiene mi nombre entre sus palabras. A quien entiende por lo mismo que yo hacerse grande al igual que pequeño. Al igual que amar el olvido de poco en poco. Al igual que ser fuerte sin querer. Y por último al igual que quien te quiere y te cuida en silencio. A todos ellos... A los que ya no están y a los que acaban de llegar, a los de siempre, pero sobre todo a ellas: A Adriane y a Leticia, con todo lo que me queda. Un toque de gracia y una vida entera por vivir."
Maiara Marth
Orillas vivas
Libertad Todos los ejércitos del mundo, son débiles ante el ansia de libertad. Con rosas amarradas al corazón y la vida desbocada en suspiros, con mil palabras, boca sin voz un millón de cuerpos desean ellos: Libertad. Hogar. Vida. o Modernismo solitario Esas éramos las dos, dos románticas escépticas del amor.
Quizá Quizá cuando miro a tus ojos, le veo a la vida. El brillo de los rotos cristales como el susurro aislante, ese que siempre nace en tus ojos cada día.
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Y comprendí Sus manos rulaban, guardando caricias sobre mi piel. Y sobre su cuerpo sólo realzaban el temblor de sus venas, era poco el aire, incluso mi pulso notaba sus latidos.
Contorno ¿Qué es perder?... Cuando lo que se llevan es tu aliento.
Colección L Escribo sin aliento para ofrecer brisa aire y fragancia desde dentro.
Pequeño jazmín Dedicado al pequeño R.
Te escribo como en una cuna de jazmín a tu cumbre de dientes de León. Por si no te cuentan o te olvidas... O lo que es peor que nunca sientas mi abrigo en tus fracasos: Querido, soy no más una pequeña pluma que vuela entre amantes 10
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y diamantes refugiándose en atardeceres que desaparecen ahogados en calma y magia. Por si te alcanzan, esas historias son las palpitantes y aventuras que quiero que guardes para ti. Entre las rayas de tus dedos y las huellas de tus pequeños y entusiasmados Pies. Mientras tanto guardo tu valentía con la que gritabas a los enormes perros que ladraban mientras jugabas el día de mi despedida. Mientras te abrigo pequeño en mi mundo de gigantes, te guardo inocente y "sapeca". Te encontró en los claros ojos que rodean mi cielo, en la mar y mi “chamego” te dejé. Pequeño hermano y querido amigo, ten mi amor lejano y silencioso; porque si grito, puede que se pierda entre la distancia y el tiempo. (Ten un puñal cómodo que me hiere en tus recuerdos. No son rosas sin sus espinas). Ten mi secreto y si quieres haz de él tu juguete 11
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en tu infancia aunque sea, por una sonrisa tuya. Pequeño hombrecito, apenas te vi crecer, es cariño lo que te guardo. Tu último gesto quedó esculpido antes de caerte dormido por última vez (junto a mi) en mi “COLO”. Y es mi pluma la que vuelve cada noche a hacerte cosquillas, es tu hermana la que te dedica tanta envoltura en un simple te quiero.
Como si fuera la primera vez Tal vez… quizá te haya prometido demasiado, o quizá hayas entendido más de lo que debías. Quizá pesaran menos aquellas palabras, o puede que fuera el viento que las entonará a tu gusto. Puede que aquel momento fuera entero, o durará un segundo. Quizá fuera para siempre o sólo fuera un para siempre 12
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de un... Segundo. Puede que te tuviera amor y fuera lo suficientemente grande como para hacerte promesas, para decirte infinitos y cantarte el universo. Tal vez mi pasión te hizo creer que el mundo se terminaba a mis pies. O quién sabe, a los tuyos. El caso cariño, es que te amontoné los motivos y creé razones historias sin contradicciones, incluso me engañe… Tan solo para hacernos creer que las idas y vueltas serían puentes. El sufrimiento justificado y tu mano el final del cuento. En tu mano, esperando a tocar la mía. Seríamos felices hasta desencajándonos, y sería eterno el deseo, lo bastante. Lo cierto es que te amé, te amé con el calor de mil soles, y te adoré hasta en tus peores defectos. Los entoné con cariño y desprecio, los veneré como el lado humano de tu belleza, tu locura personal y tu ceguera. 13
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A veces quise cambiarlos y otras amarlos como a ti, como parte de tu cotidiano, incluso si eran nefastos y horrendos. Deseaba despertar Junto a ellos, luchar contra ellos. Reírme en su admiración. Sentía pureza en las sonrisas bobas y dolor en los desencuentros. Algunas Veces Quise Volver. Aún recuerdo cómo te amé. Tan grande, tan fiel, tan puro. Era mi amor el que te amaba. Te hice creer que sería para siempre y no lo fue. No lo es. Quizá fue eterno en aquel momento, y cómo te amé. Pero fue. Y cariño lo recuerdo, aún su fuerza e intensidad. Y las promesas no deberían haber sido. digo; mi amor fue verdadero, breve y eterno en aquel suspiro. Y mi cariño y mi recuerdo son para siempre pero no el amor con el que te amé… Tan eternamente. 14
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Hoje No es necesariamente un acertado apego a las incondicionales apariciones de desvelo. Abrigarse de joven voluntad desmembrando las prisiones cotidianas, comprometiendo tanto cuanto me rodea. ¡Porque simplemente hoy necesito tanto cuanto pueda sostener entre los brazos. Un parpadeo sonoro y energías vivaces de otros cauces! Pueden deslizarse entre mis entrañas. ¡Cómo hacer parte! Como si volviera a nacer.
Percibir entre sentidos La sensibilidad aguza entre la noche caída, los ojos se distraen, con focos o se pierden en jardines lejanos. Las voces callan disminuyendo el tono y cotizando el ambiente con una caricia, un golpe de voz cálido y sonoro. 15
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Entonces llega… solitaria y esperanzada. Rica de energía pero quieta, brillante y eficaz, como el olor a nuevo de cada mañana, entrando por la ventana. Las gotas de luz y de polvo jugaban entre sí mientras veía sus confusas primacías. Siempre. Y siempre eran bellos, los descubrimientos. El encuentro del eterno sentir de cada pequeño fragmento de vida que rodea la propia existencia. Nunca quise crecer para dejar atrás a aquel ser…
Pies de Paradoja Cuando más libre se sentía más enredado se encontraba. Amaban como locos vivían sin vivir. Deseando otro cuerpo, esperando saciar el ansia, su necesidad del otro.
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Maresia Dedicado a Taig M.C.
Golpe de “maresia”. Infame calor, el ardor de tu piel sosteniendo mi pulso. De vino, bebidos por la noche. Gestos, caricias que ruedan como puñales abriendo el pecho. Gritando amor. Gritando sexo, salvajes del anochecer. La inocencia en el juego del nacer formar parte del placer.
Barruan dagoena ezin da ikusi Es azul el cielo como el amor es puro e insolente. Es inmortal la vida como el mundo que sigue viviendo. Es sombría la guerra como las vidas que luchan por sobrevivir. Es de hierro la voluntad como el miedo a morir. Es veraz la inocencia como el tono ardiente del romance. Es la vejez la puerta a la sabiduría como la niñez la de la alegría.
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Es eterno lo que se siente como el instante (fugaz) en el que lo conoces. en su descubrimiento.
Hablando en silencio La explosión en papel, el necesario aliento tantas veces expulsado por represión masiva, compulsiva el sólo cuerpo guardado, las dimensiones universales de la sensible figurativa derivación. Sensible, la sensibilidad de sentir sin tocar, ser sin dejar, avanzar sin abandonar. Abanicando el reflujo interno apasionante pasión que mata de tensión. Es incluso demasiado, para un genial y sencillo pacto. Dentro ahoga y es como el tinte, la sangre que brota como rama, desde las entrañas.
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Arma de doble filo El deseo, es una fantasía. Y esta noche derrumbo mis energías descontroladas y desatadas. Las agoto casi por completo, las agoto totalmente. Tu deseo me corroe, y cada poco que consigo me sabe a poco, y aumenta, y necesito tenerte entre mis brazos, y quiero más y necesito más. Lo consigo, pero nada calma el deseo que aumenta y se descontrola. Se hace mayor, juega con mis sentidos, juega con tus restos sobre mis sábanas. Llega la noche, sólo recuerdo que deseo el deseo de desearte. Junto a mi te acuestas, puedo volver a respirar, no me aprieta el pecho, mi mente es libre. Alcanzo la calma. Nadie habla, no escucho su voz feroz. Me hago una. Soy calma. El mundo vive en paz, con una sola nota sonrió en calma.
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Llega el día siguiente, y nada existió, nada sacia la sed del deseo, como si nunca hubiera probado el pecado vuelvo a desear, con más fuerza más sed más intensidad. Y si no estás, si no puedo respirarte, la ausencia de mi deseo, alegría y euforia dan un giro. El deseo me posee y su ausencia me mata ¡Tenme! ¡Oblígame a perder! Dime que te vas. Juega a no estar, desvanece mi luz. Encuentra un nuevo párpado ilustre. Equivócame, apaga mi codicia. Dame tanto que no pueda soportar, y Hasta Ahogarme en tu mar antes que la noche acabe por consumirme. Haz de mi una santa, antes de que muera por placer.
Re generable Cayó la infantil y madura infancia cayeron las reliquias de entre las plumas de mi almohada, cayeron los nidos de mis pájaros ancianos y sus cantos mañaneros, y las hojas de las ramas de los arboles que eran la 20
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sombra del sol en el que me fundía. (Caímos nosotros y nos partimos.) Nadie nos contó que tendríamos que hacernos otros en vez de ser nosotros.
Patio de luz La orquesta de los ojos luminosos. De las notas de color en mi día caluroso. Las ventanas con dueños, llenos de intimidades. Una fachada con sus ventanas llenas de mundos. Tendidos los sentimientos de la familia en el tenderete. Prohibieron contar lo que pasaba en las calles llenas de lucecillas polvorientas del centro. Sólo pueden ser personas con esferas públicas, la periferia que vive cargada de índole. Patio de luz una vida con ganas
Vivaces Recuerdos Cómo será volver a tocar tus espaldas las que amargamente me saben cuando pienso que no estoy. Ha dejado de temblar, de doler, han sido alegres los últimos años cuando al fin me acostumbré, a la ausencia cuando entendí el pecado. 21
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Y superé LA CULPA. Queridos ojos…Claros… Que No, no te los he visto crecer (no le he visto crecer), desboca tu amor en un susurro. Para que me llegue calmando mis noches hasta que pueda sostenerte una vez más aún antes de tocarte aún aquí, estando lejos, aún antes de verte grande y fuerte, antes de decir he vuelto para verte.
De aeropuerto en aeropuerto Después de las grandes despedidas sin in minencia de regreso. Cuando te contuerces sobre tu propio eje silbando al tiempo, queriendo agarrar el segundo y pretendes no regresar a sentir como se descomponen en dos después de tu presencia. Quería estar un tiempo en lugar alguno. No quería estar aquí ni allá. Sin llegar. Sin irme. Sin sentir y sin olvidar. Quería estar sin querer y sin huir. 22
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Quería estar un tiempo nula y desnuda de toda humana causa de las despedidas. No quería estar para despedidas, ni para llegadas. No quería estar para explicar como el mundo entero en un segundo corre por todo el cuerpo, en un segundo, desde dentro hacia fuera en un segundo, desde fuera hacia dentro, en un segundo, casi como por querer estallar. Porque volviste. Porque tocaste y entendiste como una sonrisa mueve las catástrofes a simples hechos terrenales. Y tan naturales, dignos, tristemente perfectos. No quería ser yo quien hiciera todo el trabajo sucio, quien entendiera que llorar es el fin y el comienzo. No quería ser quien reafirmara los errores y conformara un suspiro de alivio para abandonar. 23
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Otra vez, la miserable razón de toda tortura. Y no pasa de un refrán cuando aún recuerdas los motivos.
Polaridades inversas Luz Y después de años creyendo creer, encontré a una mujer que habla de fe, no le quedaba nada más, entendí que, dios es aquello en lo que creen [cuando necesitan] sobrevivir.
Día Ella decía que entre aquellas jaulas nunca se había sentido tan libre.
Noche SOMOS casi todo lo que hemos vivido.
Contornos Hemos empezado de cero para que todo no fuera una de esas respuestas rebuscadas y desesperadas. Podemos cerrar los ojos, ya nada nos cogerá por SORPRESA.
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Estelar Deseando estar lejos, siendo cerca a los pies del mundo.
Mencionar Sólo puede inspirar aquello que tiene tanta fuerza como para quitarte el aire.
Pai Cada músculo de mi cuerpo se contrae en la misma sinfonía, un doloroso hibrido entre mantener y arrancar. Entre el aire que se desahoga ahogado en vanos intentos. Entre los miembros frágiles de un golpe. Una puesta de sol que nunca termina, y termina por ser un mareo gélido, lo que era un alivio acaba por desconcertar. Como una broma de mal gusto, de esas que no hacen gracia y retumban como un símil viejo y desgastado, algo carente, sin embargo, contundente. Perpetuamente ahogada en un suspiro. El soldado de la paz se muere lejos, y yo estoy aquí. 25
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Derretida por saladas bocanadas de desespero, un descanso y alivio traicionero. Como barro entre barrotes escurrida. El oxígeno circula rápido para expandir el trance. Una voz temblorosa al otro lado, quisiera no oírle. Ojos rojos y labios apretados, no tanto como una válvula que se descompone comprimida en un atasco. (Yo nunca he dejado de sonreír). No me llega la suficiente sangre, no para hacerme inmune e invulnerable. El soldado de la paz se muere. Él se muere lejos. Y yo estoy aquí (con dos corazones intactos y pálidos).
Para los derechos, desde la danza y las mujeres Para Aida Colmenero.
Abre las manos para susurrar mientras las gotas de polvo culminan su ruta por el arco sus ojos brillan al verla bailar. Niños del ritmo, sinfonías del mismo tono. 26
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Pies al vuelo Que los días calmen mi ansia de vivir con la vida que vendrá. Seamos locos impertinentes, arrasados y abrasados. Por una fuerza que corrompe, corroe y apenas susurra lentas notas. El mundo, el alto y grande es él y su propia órbita. La inercia de su respaldo, el solitario grito de quien desea conocer (florecer).
Valentía en dirección contraria Seamos algo más de brillo que se refleja en los cristales cuando amanece. Toquemos el agrio sabor de la amargura sin tristeza las dos flechas que se cruzan: Envenenadas de cariño y odio sucumbiendo en algo de pasión. Y por un toque descuidado la poca razón que pueda “atingir” el corazón. Dulce provisión como la sonrisa en GRANDE sobre unos labios muertos, 27
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aun cuando nadie mira tu aspecto duro no puede esconder el cálido susurro de tu historia. Un paso fuerte junto a las tumbas del propósito de valientes sueños son los que miran a los ojos a la miseria. Ese temblor perdido. Explicar lo que su tacto no puede tocar, será tan sin color la vida desde su azotea que no logre ver el rojo cuando sangra. Un canto a la vida, aunque siempre estaremos perdidos (entre la multitud). Siempre habrá algo que nos mantenga en pie.
Te quiero libre Es, todo aquello que me captura sin ahogarme, (me impulsa lentamente a un camino mórbido también lejano y desconocido) donde yo me descubro. Es amar cada detalle, oscuro y entreabierto.
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Es conquistarte como una reliquia libre, sin ánimo de lucro (te condenso joven de eterno espíritu y respiro). Es dar espacio para al silencio descubriendo las viejas capas de los errores, torturando al destino, procurando un abrigo, abandonando al abandono. Comprometiendo al compromiso, cumpliendo la reliquia hasta el silbido de las farolas cuando se apagan en la habitación. Desde tu taza de café se reflejan tus últimas y aceleradas respiraciones… ¿Qué sueños habrás tenido aquella noche?... Verás todo lo que has venerado tropezando ante las huellas del tiempo, cayendo en polvo de la pólvora que estalla, reflejos y siluetas. En charcos, se ha derretido todo el hielo del invierno. Es venerar cada pequeño pigmento que componemos al desdibujar nuestras historias, junto al vano secreto, el sincero momento en que nada es todo, y el todo no pasa de una simple sugerencia del destino. 29
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Mucho más que una ausente libertad carente es la independiente ausencia de dependencia.
P (r) o (bl) emáticas Nació quizá en vano en tiempos de las manos en una tecla. Para reposar a escondidas tras una cortina de humo, un rostro borroso y retocado, unas herramientas cambiantes y poderosas. Una leve incerteza un culpable miedo, una contradicción y líquida certeza. Otra vez será… Este no era su tiempo, y se fue a soñar, con tiempos hechos a medida a su frívola locura. Su raza amable de rasgos curvos hasta impregnar su paso a sed de auténtica rebeldía. (Porque nadie se encuentra antes de perderse. Porque el roce se hizo estancia de románticos.)
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Entre los andamios Van quedando atrás las fuentes de regadío de mi “paraíso” y desde donde llegarán a contemplar el trigo que prefiere crecer rumbo del revés contra tierra para ser semilla.
Al otro lado Tal vez tú no lo sepas, tal vez no sepas guardar el vestigio de todas esas cosas que te digo en silencio. Mientras observo tus gestos más ocultos tus recuerdos más dolorosos, en concreto todos esos en los que no estamos. Tal vez, no sepas lo que es mirar al vacío por querer callar al viento que sopla sin rumbo raspando las letras de las cartas que aún siguen en el cajón. Tal vez no sepas que tras cada pausa están tus consejos y tras mis manos tu aliento. Y posiblemente tu caricatura sea más la de un héroe caído en combate que la de un padre perdido, entre el tiempo y la distancia. Que mis ojos, sean más de una adulta sin refugio que los de una joven poeta soñadora. 31
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La que sueña guardar en poemas las historias, los pálpitos de los amores que quedaron arrasados como por catástrofes naturales. Fenómenos inmutables e incomprensibles ante los ojos de un niño que camina hacia delante sin querer olvidar el momento de llegar a tocar otra vez la inocencia de caminar libre. Tal vez no sepas lo mucho que te guardo entre los andamios de mi ser, y tal vez no sepas que por momentos te tenga que olvidar para que sea más fácil caminar. Como grandes olas que tocan las orillas, con grandes raíces bajo su cauce. Ojalá pudiera decirte con un soplo eterno todo lo que deja tu ausencia robusta y auténtica, todo lo que me dicen los pies sin tu respaldo y más aún todo lo que tuve que enseñarte en mis recuerdos, rozando los complejos vértices del antojo. Te antojo como el aire y sigo lejos, como quien nunca quiere llegar a tocar suelo. ¡Me encuentro con que no…! Está vez, como tantas otras, sigues sin estar… Y tal vez tú no lo sepas.
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Crecer es desprenderse Crecí en dos canteras. Cubierta de ramas y unos altos árboles que solían ser mis barcos al navegar. Solía ser un “Joao de Barro” y construir con la tierra mojada. Ando falta de esas rimas, de los cantos a las fantasías, las fabulas que corrían reales junto a las veloces firmas del aprendizaje y el brutal golpe de una cruel realidad. Nunca fueron problemas, las miserias, nunca fueron problemas el éxito y el fracaso, como las luces, como si estuviéramos desnudos desde dentro. Me desnudé el corazón intentando recordar, intentando encontrarme.
Empezar Vuelves a estar al comienzo, desteñido. Empezar bailando entre hielo ardiendo. Como cuando te acercas sin llegar y tampoco puedes tocar. Amar entre gritos de soledad. Nuestro cuerpo parece estar sosegado aquí, ¿Pero dónde estamos nosotros? Que no estamos aquí… Estoy lejos hasta de mí, pero estoy… adonde quiero llegar. 33
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Prefiero Arraigados a la tradición existe belleza nacida del desastre. Ella es pura manchada de sangre. Disfruta de la vida como si fuera un paseo repentino. Tan crudo y claro como un rayo. Esa sensación cosquilleo frío y fresco el ligero perfume del aire, y TUS formas intrínsecas de sentir la vida (cada uno tiene su causa). Haz… “De tu pasión un aliento de vida”.
Silencio Todas las cosas importantes las guardo en el silencio de un cuarto (para que duerman bajo la almohada) por si la tristeza entra y decide llevarse todo lo que nos queda.
KBi Vivo soñando con lo imposible, y esperando lo inesperado.
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Orgia Orgías imaginarias en el silencio (de su iris).
Hemos vuelto Pero no somos los mismos "Hemos vuelto… Pero no somos los mismos." "Convertirse en…" surge del instinto básico de la renuncia. No rechazamos, renunciamos sin cobardía al anhelo de conquista de conversión. Casi como una perversión a la comodidad del ahora, un instinto básico de rebeldía y evolución. Alcanzamos tanto cuanto somos capaces de soportar. Tanto cuanto nos queremos liberar. 35
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Kaleidoscopio Y me dice que me calme. Respiro L E N T O, pretendiendo que vayamos al compás, como la canción que cantan mis dedos sobre sus esferas.
Lunática Conspirar contra las estrellas porque brillas más que una constelación.
Amelie ¿Y qué pasó chica? Para que vivas a merced de los otros, tan escondida de tu propio instinto. ¿Y qué pasó chica? Para que vivas tan lejos de ti misma.
Papel mojado ¡No me llames guapa! E invita me a ser un baile libre a la luz de las estrellas. No me digas lo que quiero ser, ni me desarmes si quiero guerra. No me guíes el camino si quiero desvelar yo misma los secretos. No me encierres en tus necesidades, en tus formas de mi porque no consigues entender que soy más. (Todos lo somos). Demasiado más que una cara, 36
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que un apellido, incluso más que una historia. Y decenas de condiciones. Ya lo decía Chaplin: Esto es una actuación, por eso déjame orquestar mi propia conquista, o ser el verdugo, quién sabe mañana, con algo de drama. Sin las instrucciones de lo que debería ser, bájate a una contradictoria moraleja de amor y paz.
Bésame: Bésame el alma. Sigo soñando con estar despierta.
Poemas a un exilio: Morenos labios exiliados lejos de mi. Curiosa forma de perder en vano todo mi aliento. Un cuerpo desconocido, al que más conozco, entre gestos. Todo espejismo tiene algo de Real y algo de sueños mortíferos. (Te arropas, sueñas... y no vuelves a despertar.)
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Se están derrumbando mis paredes Escribo en pies de páginas y notas en donde queda espacio después de tantos gritos. Tantos movimientos y labios pasajeros, después de un trabajo moribundo y un cuerpo adormilado. Escribo a pie de página recordando todo lo que no soy lo que me suscitan los días turbulentos. Las mañanas de sueño desenfrenado. Las noches de sabanas caídas a los pies de la cama. Todo lo que callas creando una tormenta, un huracán silencioso de paredes ...derrumbándose.
Con camisetas de rayas y tatuajes a contra tiempo: Mímicas del sonido. Llegaba siempre tarde y pretendía 38
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ser especial. Comía con las manos y alegaba que había amor del verbo equivocado. Con el órgano también equivocado.
Con o sin tanta prisa Nos invade el aire como el abrazo de un viejo amigo, nos resguarda, un rescate de tanto mundo, de tanta vida, de tanta prisa. Nos hemos encontrado, porque quizá, nos hayamos perdido.
Casi llegamos Un secreto es como un decreto un cuerpo desnudo manchado de negro las líneas contradictorias, nada se distingue mientras salimos del desván, la oscuridad se hace lucida. Mientras improvisamos en nuestro propio escenario. Quizá fracasar sea algo similar a perder. Nunca fui de querer perder.
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Begiradak Lúcidos ojos que perciben una falta de todo lo que necesitaría sentir para alcanzar un espacio en su propio universo. Lúcida palabra que desvela los secretos que esconden los silenciosos ojos.
Volver para marchar El silencio invade la sala queda poco tiempo para marchar para no mirar hacia sus ojos llorosos. Su mano está trémula, ni yo quiero continuar ni tampoco avanzar . Congelemos la situación paramos el momento, en este segundo para no sentirla en la piel en los huesos y el corazón calados. Ojos llorosos de espanto entre llantos entre cantos agudo espanto. Cúlpame por no saber curarte las heridas culpable por no haber sido lo que el destino (que me condujiste) esperaba de mi.
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En las esquinas del viento Ni una esperanza ni una “lembrança” calman. Todo ese huracán que andaba adormecido, ha despertado. El ruido junto a mi almohada tanto amor que se quedo por las esquinas del viento. Las palabras que tenía por decir quedaron grabadas en tantos poemas. Al margen del mundo entero un canto vigoroso a mi silencio, ondea de un celeste marino. Lo sé entender, me supo abrigar de mí misma como si siempre sonara mi canción favorita, siempre estando donde tengo que estar. Ya quedan pocas personas en la playa: yo me paso el año compartiendo sus estaciones.
Desgranando Y qué serán de tus dichosos sueños cuando no puedes hacerte cargo ni siquiera de tus propios sentimientos. Desbordados entre restos. Dónde habrán quedado las juras y tantas promesas 41
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ahora desgastados tus bordes. La carcasa gélida e innumerables muros contra mis espaldas. Y si tan bien sabemos lo que queremos… ¿Por qué seguimos fingiendo? Aterrados, o quién sabe… habrá sido tanta la felicidad que tus hazañas son susceptibles a los días salpicados de escombros.
Métrica polar Poco más que un vértigo constante el que permanece ardiente entre mis pálidas ruinas son versos que nunca dejaron de resonar en el triste parpadeo de nuestro día. Cuando las hojas retoman el aire cómo domar al propio vértigo, al propio recuerdo, al propio miedo, al propio instinto, ¿pero qué me gritan hoy las pupilas al mirar al vacío?
S de salvajes Cazar al tiempo como cuando no estoy o para ti 42
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finjo siempre el haber estado junto al aire que hace correr tus alas. Altas y alegres, con esa pizca de drama y de cama para nunca olvidar lo poco que quedamos lejos de la destrucción, del abismo sin perdón de una vez más encontrarnos desencontrados de nosotros dos Sin que el tiempo pueda narrar todo lo que nos queda por encontrar.
Singular inocência Olha pro céu Tão longe se encontra a emocão De saber que somos os donos do nosso destino, E a presença da velha companheira é só mais uma lembrança ausente. Essa pura inocência com o divagar lento pra lá y para cá.
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Trasfondo Soy mi propia heroína, porque nada puede matar más que el boicot, Desde cada palabra un precipicio, con cada gesto me delato. Delirios somnolientos, con otros tiempos, corazones encadenados. Mis condenas son mis propias penas. Que guardan su pesadilla en la suela de mis zapatos, y saltan sobre mis engranajes, su afán conquistador de pechos desolados. Deseo el mundo como el agua cuando se tiene sed, por si no fuera poco, todo empezó mucho antes de que nos diéramos cuenta. Soy una romántica escéptica del amor, durante las noches me gusta esconderme de mi misma, confieso que el sabor de la libertad es más apetitoso que el de tus labios naufragando entre pétalos caídos. Siendo héroe de mí, Y también villana. Creando vida y siendo revivida.
A veces, aún te quiero. Tus recuerdos atacan vorazmente arrastrándome a una espiral. Devorándome por dentro, convirtiendo el pasado en un presente hechizante tan peligroso cuanto que se mezclen la razón y la tentación. 44
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Era color de verdad lo que me hacía Respiro el aire que me rodea con ansia, arriesgando encontrar algún olor que me haga navegar, bucear en mis instintos. Busco ardiente recuperar algún recuerdo, algún instante que quede vagando por mis atmosferas. Que aún no haya sido borrado ni contaminado por la furia del rechazo. O las ganas del tiempo de arrasar con todo (lo que queda atrás). Porque siempre nos da por renegar, no quisimos aceptar lo que fuimos en realidad.
La sonrisa que llora el poeta Crear a base de restos, a base de vida que nos consume, a base de tristeza o a base de amor, egocentrismo innato. Un veredicto. Llegando a los límites escarpados conociendo lo finito de nuestras propias extensiones, incluso el timón que aflora de algo que no tiene rumbo, y se expande a todo lo que tocamos. No siempre es bien recibida la exaltación, transformase en pigmentos torpes. Teñir el papel de nuestros restos, con lo que fuimos, con lo que somos. Con las historias que ocultamos. Con todo lo que guardamos. No siempre perdidos absortos 45
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en nuestras fantasías. Porque hay veces que la inspiración es como una sanguijuela, que traga toda la vida restante y capta lo caótico de toda la sentencia.(Una sensación contrapuesta a la realidad). Una usual situación. Toda la energía se confunde en un vano intento de dar vida a una realidad muerta, una naturaleza carente y unos pensamientos silvestres donde la caricia, la esencia de vida es de pronto, totalmente nula.
Sentir No es huir. Es encontrar.
Tempo morto Las llanuras del silencio son el refugio perfecto para todo soldado que se encuentra con su rostro a oscuras.
Día 22, ha vuelto Mayo Aspecto aniñado son humo sus rostros, 46
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de un paisaje verde piedra. Me sobran las chatarras y los músculos agarrotados aún así capturo su perfume con un parpadeo fotográfico. El sabor a lengua áspera y el silencio contenido dan vueltas de tuerca a mi soledad. A los amigos fraudulentos, un espacio de tiempo muerto, quizá algún día vuelvan a amanecer bajo mi almohada todos los que se fueron sin avisar.
Alabama Me gustan las luces de la ciudad, tengo tiempo para oscurecer cuando el sol se marchita. Los ojos han sido depurados, estrellas contemporáneas colirio humeante, reflejado en la bahía. Farolas parlanchinas luciérnagas risueñas. Donostia encendida cuando se apagan los reflejos. Cuando "mimetizamos" las formas de nuestros propios síntomas. (La ciudad que me apaga y enciende cada noche).
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Sonoro Nunca supe diferenciar entre las voces del acaso y el propio fracaso. Efecto placebo, de una única miopía.
Hace un tiempo Por favor no me mates con tus miedos, no me ahogues con tus huidas y tus regresos, no hagas de mi un caso banal, necesito tanto sentir entre las venas la libertad. Espera y confía en el sincero brillo de mis ojos. No juegues a desaparecer no juegues a no ser. No inventes realidades paralelas en las que soy quien quieres que sea. Haz una leyendo de todo lo que eres, de todo lo que seremos. No me encasilles en tus ficticias heridas. Soy de tan carne y hueso cuanto lo eres tú. Me acelero al tocarte, al anhelar o al susurrar hondo la brisa en mis pulmones, como un pájaro que vuelve a volar. No necesito ser más de lo único que soy cuando el mundo se apaga ante mis ojos dejándome libre de experimentar. Libre de ser y existir. Un completo sistema energético contagioso. Por favor no me hagas odiar, esa tu manera de encerrarme, de rebotar las frases, de interpretar las sonrisas, las ideas, el cariño. Por favor no pierdas así la fe, no apagues aún la música. 48
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Ojos ciegos Me contuerces donde nadie puede ver ni observar donde solo yo logro alcanzar. Cuando nadie mira, es por ti por quien rezo cada creencia perdida. Palmo de vida que murió sin antes conocer y aún más cada vida que no fue por no estar entre tus paralelos confines. Y eres tú, adónde vuelvo cuando quiero estar cerca de mi.
Y las víctimas Víctimas de la regla de otros víctimas de mentes perturbadas. Y corazones solitarios, victimas de la ignorancia hija de la tolerancia. lanzado del abismo, del cruel atisbo. No pasamos de victimas de nuestros propios “bestias” mentes abarrotadas de discos fundidos. Las víctimas de nuestros monstruos, de la razón. ¡Mentes insólitas!
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Huella Continental digitalizado Un poeta en redes Conectado. Todo lo que rompe el silencio carga de una doble capa de éxtasis a la sed de vida. Hambrientos de una sed prudente. Soy lo que toco cuando no pienso.
Paréntesis Repulsiva colisión del techo y el abrigo mi mayor enemigo. Porque nos estamos descomponiendo como una canción de la que nadie quiso asumir la autoría. Porque quiero encontrar las piezas que me faltan).
Reales, como farolas Sigo teniendo la sed de aprender, de conocer y experimentar, sigo queriendo ser todas las cosas que me ofrecen el mundo porque nace un ansia, una Es bello y perfecto, hasta que brilla una luz irregular, esa luz a veces es tan fuerte que ciega y otras me deja a oscuras. 50
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Maldita prohibida Su locura seduce como un veneno dulce, que palpita intenso en las venas. Y así. Así, una y otra vez. Otra vez. Una vez más, hasta herir.
Condicionados en condición La incapaz percepción del mundo es nuestra esclavitud. Torres de piedras calcadas por el camino, nos hacen olvidar que somos transcendencia tratando de descubrirnos. El movimiento es el combustible que entra en erupción, nos arrastra a caminar. Aunque hayamos construido puentes inmovibles y pensamientos de hierro, el instinto avanza en contra de la corriente pulcra e impoluta. El impulso rompe las esposas a las que dimos la mano como torrentes y torbellinos nos lanzamos; En busca de algo único y especial, algo nuevo, algo que rompa con la rutina, que nos haga sentir un poco más vivos des51
Geisiane Maiara Marth
pués de tantos calmantes. Algo más que la vida entre las masas.
Otoño en San Sebastián En la noche de otoño no siento el calor de la vida no soy un volcán a punto de explotar frescura y un tono solitario de pasos discretos y movimientos suaves incluso si te beso notarías el helado Alaska cubriendo tu pecho.
Paixão Vive algo lo suficientemente grande y perpetuo, elige las peores pasiones pero las que más te hagan feliz porque el tiempo y las pasiones así como las ganas es mejor perderlas con algo intenso y lleno de vida, pierde el tiempo y gana vida lucha fuerte y revive con cada mañana por eso pierde pero pierde sólo aquello que merezca la pena perder. Y gana y lucha y vive y desvívete por aquello por lo que merezca la pena VOLVER.
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Rocas Enganchada a un dolor sin filo a una tortura momentánea un amor corrupto.
Reliquias Quisiera como antes sentir con locura y perderme en dos mundos sobrios y paralelos hasta sombríos pero míos, a mi antojo contar y crear a mi libertad y en tu salud bebiéndote de un zarpazo de un golpe con el aire susurrado por mis labios y mi mano llevándote rápida sin aguantar hasta casi explotar. Volvimos sin palabras sin recursos y con recuerdos torcidos también borrosos, hasta soñar con curvas en los sueños no entiendes: es de verdad, más bien lo fue. Como algo que ya no existe y ojalá pudieras gustarme pero maniática y amante de la libertad condenarme a ese “infierno” no es tarea mía. Abandono. 53
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Cobarde y libre o valiente y en soledad así me gusta navegar.
Frajutos Encontrarás bajo tus conceptos arrojados al viento como ceniza, esa tan brusca compasión forzada que crees crear, que crees tan ciegamente, tu fugaz vivacidad, tú, tan blanco y negro, el mundo tan en colores. Tú, verdugo de tu propia convicción. Tú fantasma de la hipocresía. Tú creencia de tu propia mentira.
Juicios y palabras Con que dudes tus enormes lanzas disfrazadas de palabras numerosas carentes de significado acusan, atacan, juzgan y derrumban pero sin saber has desatado el huracán, el que dice que parte de mi sentido consiste en mi lanza, una afilada pluma.
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Inventar a las personas. Así, sutil como que el amor es acelerarte, para entender que en realidad la verdad no pasa de opiniones. En su gran mayoría tratándose de seres sociales tan poco sociales que han olvidado que el amor no es una prisión ni se ata por medio de la agresión. Para que luego traten de decir que no estoy viviendo mi propia vida, dentro de una mentira, o una propia verdad. Los locos son genios, unos pocos mortales capaces de huir de toda influencia nacida, capaces de sumergirse en un infinito abismo de creación, pura e innata. Los genios, son locos. Imaginan vidas, conductas… Ellos saben volar sin alas. Ellos llevan una vida en la que las reglas no son las suyas y las condiciones tampoco. Como volar sin alas. Ellos siendo seres capaces de ser más allá de sus circunstancias. Entramos en discusión, personas aceptan, y admiran que seas un loco pasional, un rebelde sin causa (un rebelde que ha perdido su causa), vividor de las calles, un soñador, un enamoradizo, un único tú. 55
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Y luego pasa la euforia, recaemos en el día a día y en la rutina mental, nada nuevo , nada con que matar el tiempo y distraerse, así reniegan de esa pasión. Y más cuando va en contra de sus propios intereses. De su índole, o cuando los que pierden son ellos. Ya no es tan divertido, a ellos y con ellos ya no puedes ser tú. Está mal. Ser tú, ya no está bien. Aceptando trozos y mitades de seres enteros. Una bella ciudadanía. Una rigurosa y generosa concepción del amor. Pidiendo remodelaciones, caricaturas irreales, queriendo a ratos. Eso me suena, eso suena a torpe. Ridículo, el desmiembre a personas. Lo auténtico irrita, porque es rebelde, es difícil de domar, tiene su propio cosmos, su autenticidad y esto ¡Sí! Que no va a ratos. No soy más que unos ojos que tuvieron que reinventarse centenas de veces para poder volver a ver.
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Pasado Los recuerdos son fieles traicioneros alumbrando la mente con desdibujados trazos, momentos épicos con un gran tono de maquillaje. El pasado se torna un lugar más seguro: más atrayente. El horizonte deslumbrante, cementerio real de la vida. Desde dónde nace un jugo de placer idealizado, alejándonos de nosotros mismos. Y más grande se hace la película y aún mayor es su atracción. Los pasos hacia a esa brillante acaparadora son leves y en gran VELOCIDAD. Y la vida pasa a estar lejos de quien la vive. Lejos de la vida que vida es vida vivida siempre aquí y ahora. Cómo pensar que los mejores momentos pasaron ya, o que hay rostros que no vuelven a tocarte el alma con sus rastros.
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Arte Cuando cierro los ojos para las quejas forzadas para las palabras mal habladas para las charlas destructivas y los llantos forzados. Cuando permito que fluya. Cuando no me obligo y sigo el ritmo de los días. Entonces siento la belleza, Tanto que ella me posee y veo el arte allá adónde lo mire.
Tiempo atrás, cuando se van de ti Las despedidas que evitas con un par de golpes de voz, algo de sonrisas pícaras. Y al fin rendido, descubrir en las estrellas que esconde el cielo. Tumbada en su pecho sonoro adormecí junto a su abrazo. ¡Desperté del susto! Recordando una despedida… Algo de tiempo sin su tiempo, algo de tiempo sin su aliento, algo de mí para mi soledad.
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Amar la distancia y la soledad al fin. Queriendo lejos. Pero su olor junto a mi cuerpo.
Revolución Ella no quería destrozos ni tampoco ruido. Ella nacía allá dónde la esperanza había muerto y se escuchaba desde dónde habían huido los cuerpos del lugar sin esperanzas. Ella llegaba y decía que las voces gritarían, como ronquidos, melancólicas quejas, o tétricas historias. Ella sólo llegaba para invitarles a que lo volvieran a intentar a que volvieran, a crear su propia realidad.
Recomenzar Así, contempla la vida, como ella te hace a ti. 59
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Por momentos, y jugos de placer, sacando en cada continua un nuevo ser. El nuevo día nace y con él un nuevo ardor. Ciudad áspera y artificial, me urge que hagas memoria.
Granada Me enamoré de ti, de tú vibrante tranquilidad, de tu paso calmado, y tus grandes árboles que arropan mi ardiente cuerpo en tus apasionantes tardes calurosas. No te conocía, y cuando toqué tus idas y venidas, cuando bebí de tus noches, y robe tus días como míos… Granada… De ti … Amante Granada. ¡Sé mis versos! Cuando repito y replico. Cuando escucho tus voces, y leo tus paredes. Susurras vida, envuelta de paz y silencio. 60
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Pero gritas ¡Tan rojo!... tus despedidas, teñidas de historias, de tu vida, de ti me calé, y en mi te guardo. Como en ti me guardo. Entre partidas enamoradiza de enamorados. Cuidad de Granada, el paraíso del silencio y de la vuelta a la vida.
Las ciudades No se escucha nada más que el calor arrojado sobre los techos. Y una falsa ilusión de agua corriendo por donde quiera que busques el sonido. Kilómetros de calor calman la ciudad, así como la agitan cuando no corre el viento, es el nacedero de vidas ocultas. Con la brisa vuelves a escuchar entre los golpes del calor, algo de sensación, movimiento. De como si algo se moviera entre el desierto calmado.
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Las gotas de arena en la playa Comprobamos, le decía, le preguntaba, le rogaba que por favor, que nunca le hiciera creer que sería única. Los días pasaban como las hojas de otoño caían por los suelos. Quiso entender, pero sólo veía cómo el viento llevaba aquellas hojas tan lejos cuando sus ojos ya no las podían observar. Entonces, quiso sostener en sus manos la arena de la playa para nunca olvidar como se lanzaban las olas contra sus castillos de arena, el tacto de la arena fría contra su barriga cálida. Era imposible que la arena se quedara entre sus dedos, confesó que el secreto del imposible estaba en disfrutar el momento de ojos cerrados. Que cuando la brisa se acercaba cerraba los ojos para no guardar recuerdos, sólo sentía el momento. Porque sabía.
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“El eterno es el momento y para siempre el recuerdo de algo que no pasa de una fotografía clavada en archivo en la mente.” Nunca quiso sufrir por los vagos recuerdos y el tiempo gastado en vano. Vivió, sin nunca sentir que el viento le arrancaba las hojas o se llevaba la arena de entre sus dedos.
LIBER (volunt) AD Año de la revolución. Ni balas por el aire, aquí la única arma que herirá a los cuerpos. Serán las palabras, que volarán por los aires y grabarán mensajes, como huellas afiladas. El arma que sólo mata a las mentiras. Que hiere al ciego y le quita la venda. Salta por los aires. caer no pasa de vértigo, como un suspiro hondo que atrapa la vida y la libertad causa tornados, un viento fuerte, ráfagas que mueven a seres y derrumban murallas.
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Veneno Cómo el veneno que entra por tus venas derrumba todo al paso inventa por parte arte derrumba por placer. La droga de aquellos que nunca se atrevieron de los que no supieron. Todo aquello a lo que siempre temiste tu mayor pesadilla, el mejor deseo. La verdad escondida tras formas suaves la mentira que revela y la verdad con la que chocas. Todo lo que nunca has hecho y nada de lo que crees vivir.
Libre libertad de ser el verdugo y el vencido, el fracaso ya no es moneda de otros, entre sus totales resultados seamos siempre
Brasil, mi senda Echo de menos despertar con ese olor, no medir las palabras, echo de menos algo sencillo, algo sincero, nada agridulce. A ellos, a mi. 64
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Echo de menos quizá a ellos, quizá a lo fácil que era, o a quien era yo. Echo de menos algo que casi no recuerdo pero nunca se apaga.
Es esencia Antiguos rituales como espíritus ancianos trajeando el vientre de un olvido. Reanudando su transcendencia a cada cierto tiempo para rescatar remotas sensaciones o escondidas bajo el extravío, de uno mismo. La piel, como tu mejor historia las cicatrices de leyenda. Siempre que esos retornan, aludimos lo más importante: la esencia de todo aquello que nos rodea.
Sinfonías Viendo con ojos distorsionados agudizando una lente para percibir atmósferas perdidas, sensibilizar el tacto como un roce del aire que te hace suspirar. 65
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Esforzarse por lograr ver las tropecientas dimensiones juntas en una misma palabra. Cómo cuando jugábamos a ser otros. Tanto tiene la vida de ser un niño que hasta se nos olvida que aún seguimos fingiendo ser adultos. Y tan tristes. Llenos de condiciones. Creyendo que nuestra rutina es ley fiel. Los detalles sutiles. Conocer a alguien nuevo, fresco, (aunque que sea rápido). Vivir las otras vidas como si fueran mías, conocer otras historias para saber que por maneras de vivir existen millones, un alimento escaso, en un mundo rápido, los tiempos muertos, los descansos de nosotros mismos.
Entre ruedas de long volando de ciudad en ciudad Hoy no me importaría caer. Hoy no me importaría ir tan rápido que todo a mi paso se ofusque. Hoy soy viento que roza (contra la ropa) hace volar los cuerpos 66
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aún tocando suelo. Hoy no me importaría que el mundo se apagara ante mi paso. Porque hoy soy la velocidad que borra el mundo dejando sólo un reflejo de luz. Hoy soy todo lo que queda cuando la libertad toca. Hoy soy la misma Esencia de sentirse vivo.
Nahia Por más que te odie no sé me olvida quererte.
Vestigio Saudade do tempo que caminhava sem ter que chegar a nenhuma parte. quando pasavam as horas , antiguos sentimentos, me asusto com o movimento da vida. O sentimento que mudo, o inmutavel vuo, corre a velocidade de vértigo, e é que sempre vao deixar agente com saudade de alguma coisa.
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Deseo El deseo, es una fantasía. Y esta noche derrumbo mis energías descontroladas y desatadas. Las agoto casi por completo, las agoto totalmente. Tu deseo me corroe, y cada poco que consigo me sabe a poco, y aumenta, y necesito tenerte entre mis brazos, y quiero más y necesito más. Lo consigo, pero nada calma el deseo que aumenta y se descontrola. Se hace mayor, juega con mis sentidos, juega con tus restos sobre mis sábanas. Llega la noche, sólo recuerdo que deseo el deseo de desearte. Junto a mí te acuestas, puedo volver a respirar, no me aprieta el pecho, mi mente es libre. Alcanzo la calma. Nadie habla, no escucho su voz feroz. Me hago una. Soy calma. El mundo vive en paz, con una sola nota sonrió en calma. 68
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Llega el día siguiente, y nada existió, nada sacia la sed del deseo, como si nunca hubiera probado el pecado vuelvo a desear, con más fuerza más sed más intensidad. Y si no estás, si no puedo respirarte, la ausencia se hace mi deseo, alegría y euforia dan un giro. El deseo me posee y su ausencia me mata. Tenme. ¡Oblígame a perder! Dime que te vas. Juega a no estar, desvanece mi luz. Encuentra un nuevo párpado ilustre. Equivócame, apaga mi codicia. Dame tanto que no pueda soportar, hasta ahogarme en tu mar, antes de que la noche acabe por consumirme. Haz de mi una santa, antes de que muera por placer.
Vidas Algunas vidas cambian, no vuelven a ser las mismas. Florecen como astros y cometas entre orbitas. Otras, sin embargo, permanecen enraizadas, casi sin movimiento, fantasmas de un edén. Y todos los que pasan 69
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no pasan de pasajeros. Gente que viene y gente que va. Entre tanto, antes de llegar antes de marchar, el deseo de que llegue pronto, para huir de la espera.
Y me callo Y me callo. Porque callando hablamos más que con todas las palabras. Y cada vez que mire a las heridas recordaré lo importante de su decisión, firmé aún sin tener ningún rumbo. Alcanzando mi ira dentro de la pasión para volar sobre la deriva de mis propios sueños. Y me callo. Para no explotar, ¡Tú!... Tú que tanto más tienes que perder, falta el aire a los suspiros 70
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en una palabra que retumba hasta romper, la poca poesía que queda en los días frívolos que rodean los suspiros de alivio. La fuerza para los fuertes la palabra inquieta y quebrantada, ya sin sentido para los débiles. Aún así, pobres demonios animalillos asustados de su propia sombra. Eres quien dices ser, sin ser, ¡Sometido!… Eres… Y me callo. Por no arrasar las pocas mentiras dibujadas y moral, lejana, la que dices no tener por palabras, y sentir, es hacer hasta sin fuerzas. Conquistar y alcanzar hasta cuando no tienes suelo volar lejos y ahora, pretender encerrar la vida. Es matar al mendigo de mis vidas que goza de una libertad 71
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un tanto dicha, un tanto esquizofrénica un tanto mágica, un tanto inocente por vivir en las nubes corriendo sobre el agua, saltando de tejado en tejado. Y me callo. Si tanto amas déjame amar, a los corazones floridos que cantan poesías en la oscuridad mientras recuperan el aliento y recuerdan el pasado con entusiasmo de bendecir el futuro. No hace falta sufrir para descubrir, pero sí arriesgar, para encontrar. Sigo, como siempre. Está todo “Guay” como el primer día en el que lo aceptaste. Y me callo. Por dejarte vivir tu dulce cajita de mentiras mientras enciendes la música girando sobre tus ejes tan minúsculos que te contuerces. Los padres deberían amar a los hijos no pródigos así me enseñaste, a vivir despacio 72
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a veces rápido, lejos de los parámetros. Ahora atraerme de vuelta no cabe en el diccionario. Y me callo. Reposar sobre el suelo silencioso y las farolas que no parpadean. son sólo símbolos, lo de las venas. También los escupitajos y más, callo por no decir. Más de lo que podrías oír… De lo que soportarías aguantar. Allá, de una sonrisa niña cuando toda la lluvia borra tus huellas sin que tuviera que asustarte todo lo construido después de tantas vidas, nada de eso debería asustarte. Prismática sensación de unos ojos que trasforman la vida del ir y venir completo y complejo para ti. Y mucho más me callo. Y me callo. Para hablar en silencio.
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Las bonitas bestias De esas que van con el hocico buscando la carroña y los restos de corazones rotos: Piensan que son valientes, hasta toparse con ella. Te arruga y agarra las entrañas. El aire llega de vez en cuando, sólo para dejarte con vida y seguir con la tortura, para no terminar de ser ni muerto ni sangre estancada. Le gustan los que laten, laten fuerte, los que van por ahí sin rumbo. Ni dueños. Para de un zarpazo engancharte la vida, esas ganas de vivir. Te las tiene en baño maría (helado) para que no envejezcan. ¡Huye…! Peor que los cobardes. Porque normalmente los corazones que se dedican a romper, volando bajo, sobre la tierra seca son los que no consiguieron emprender vuelvo, los que cayeron por miedo a elegir. Y después se quedan ahí… 74
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Haciendo de moscardones para chuparte la sangre ni acá ni allá, sino que de aquí para allá y de allá para acá. Un poco huecos engañados por sí mismos. Oscila sin vacilar. Y cuando te acercas muerde hasta sangrar hasta parece que sabe amar. Bestia refugiada entre amantes y miedos. Bestia con forma de musa.
Personas Moriste en mis brazos yo con labios temblorosos de nervios inquietos. Para también morir no pude renacer, ni con el día ni con las luces ni con las alegrías ni con la Paz. Dichosos: tus alientos y los últimos. Que parecían puros pero putos e impregnados de desdén y una falsa sinfonía 75
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sin ningún tipo de armonía. Lloraste como el pueblo canta desde la agonía porque te ibas: de mi, Y rápido. Como quien dice que se arranca algo de golpe… para que no duela tanto. Aunque de roces y golpes; El más duro, frío. Frenada en seco. Sin espera y sin esperanza. Un vórtice de kilómetros me llevaron, porque yo también parecí morir. Me olvidé de mí y de cómo se andaba como pluma y fueron pies de plomo los de las madrugadas (como unas flores que no riegas en la mesilla). Alzaron y las risas al azar, las que escapaban casi obligadas por no tener más que dos sonrisas diarias y forzadas. Por sorpresa renací un día, no tan de repente casi como si lo hubiera elegido, otra vez más, así sin avisar.
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Homo Artis Perdí la inocencia, cuando quise entender no pude contarle mis secretos, no pude sentirle tal como me gustaría. Es Como las espinas de una rosa que hieren un mundo escarpado y violento de sonrisa mengua, el arte con sus curvas poderosas sus palabras cobrizas y un tono que desatina. Un suave tacto entre el mundo y yo unas puertas entreabiertas al cielo y unas horribles ganas de inspiración que consumen hasta el aire. Y en sus partes confundidas de una reja pálida y sangrienta, un esperpento humano en su “terribilitá”. Una práctica humana en su sentido más humano movimiento y causa paz y sentimiento, perspicaces. Un paso a la vida sostenida en frascos manos errantes, ojos corredores pies lagrimosos y una torre de cólera impregnada en moléculas, en un motor. De muchos y de nadie puro o rebelde, arte de mi vida, 77
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como un amor perdido o una musa ardiente te construyeron rebelde y solo. silbando entre entrañas rasgando profundas heridas sucumbiendo un toque dedicado y aún más… delicado. Para una máquina de músculos y huesos, crear una estrella brillante entre astros el arte, que vibra entre venas y venas. Que incluso tu sonrisa "marota" reflejada en un cristal fraudulento es un humano arte celestial. Abundante en un tierno silbido tibió me transporta a un paraíso lejano, sobresalido del arte de “Sorolla” y cómo esos niños nos escurrimos por las resbaladizas olas, huimos del calor o nos sumergimos en el silencio del corazón que tiembla solo y libre, como enamorándose del olvido.
Colección G El único recuerdo que mantengo, es el de sus miradas energizantes y a la vez serenas, 78
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tan llenas de luz propia. Severas en su nacimiento hasta que recaen muertas junto a otros ojos, colapsan el instante para ser dignas de habitar el siguiente instante compartido, infinito afán de ser una nueva dimensión. Como si todos los que nos miraban estuvieran a nuestra espera. A la salida del “convoy”, miradas metropolitanas y el “semblante” alegre de ver a desconocidos, ser reconocidos. Como saber que la música está en el silencio que vive entre nota y nota. Un justiciero epitafio de caer en armonía. Apetecer conjugar el antojo y ganas, de encontrar un nuevo amigo cuando estás tan lejos de casa. Porque la mayoría de las veces sólo hace falta salir. Tocar otros rostros sentir el olor de otra tierra para caer en lo cierto, en lo relevante.
Hablando de tactos y rastros Que los días calmen mi ansia de vivir con la vida que vendrá.
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Seamos locos impertinentes, arrasados y abrasados, por una fuerza que corrompe, corroe, y apenas susurra lentas notas. El mundo, el alto y grande es él (lleno de alturas, incertezas, rascacielos, montañas, culturales, ¿De qué mundo hablamos?), y su propia órbita. La inercia de su respaldo, el solitario grito de quien desea vivir.
Cantos a Palestina Letras desconocidas de una voz que no entendería, a menos que quisiera escuchar. El dolor. Se oían en sus notas letras de guerra, reclamando libertad pidiendo para volver. Su sol no es el mismo desde que su patria yace en una maleta. El mayor deseo, de los suyos: Llamar tierras que pisan; su casa. Es incómodo oír los gritos de las melodías de su pueblo sin casa que canta. Canto a la palestina que grita. 80
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Amanecí Amanecí sosteniendo sobre mis manos una huidiza angustia. Era esquiva, y rodeada de “tonteos”, sensaciones repentinas enmascaradas. Iba y venía, como quien no sabía adónde ir … O de dónde venía. Hasta contener un latido opaco y abatido. Se heló. Como un filo de nieve cayendo lentamente. Lo supe, amanecí sintiéndome de menos. Quise correr… ¡Tan rápido como la luz! o no quise… oír mis murmullos Y paré. Y sentí mi pecho en una nevada Te sentí, y ardí en llamas. Y entonces… Amanecí.
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Egregor La sensibilidad aguza cuando la noche cae, los ojos se distraen con focos o se pierden en jardines lejanos. Las voces callan disminuyendo el tono y cotizan el ambiente con una caricia, un golpe de voz cálido y sonoro. Entonces llega, solitaria y esperanzada. Rica de energía pero silenciosa, brillante y eficaz, como el olor a nuevo de cada mañana entrando por la ventana. Las gotas de luz y de polvo jugaban entre sí mientras las veía por primera vez a cada abrir de ojos. Siempre. Y siempre eran un descubrimiento. El encuentro del eterno sentir de cada pequeño fragmento de vida que rodea la propia existencia.
Me encuentra Algunos días que tienen sabor a diferentes y solos me entra esa circunstancia de no saber dónde estoy. 82
Orillas vivas
Como una sospecha perdida a regusto de carretera vieja y día andado, claros de abandono y los pies de plomo. No le miro a la cara… al destino por miedo, o para que no me encuentre… …En esas horas… ¡Ya no hay vuelta atrás!
Hacerse mayor En el nuevo mundo desaparecen las identidades culturales, masificación de la globalización, las fronteras son meras líneas en el mundo virtual. Llegar a más de medio mundo con un post. Nadie nos avisó que hacerse mayor, era aprender a vivir con un nuevo mundo, era renunciar, desprenderse de nosotros mismos y dejarnos ir. Nadie nos dijo que sería dejar atrás y volver a empezar. Vivir encerrados entre verdades cosmopolitas o cajones de azulejo. Entre tareas y quehaceres monstruosamente inútiles. ¿Has estado en algún nuevo lugar? Cuántas veces pruebas nuevos sabores, ese amargo dulzón. ¿Te has sorprendido siendo invadido por algo que interrumpe tu atención?. Queríamos estar atrapados. 83
Geisiane Maiara Marth
En esa ventana sentados observando mientras pasa el tiempo, solo estamos las fragancias de madera sedentaria a tonos de la ciudad viuda, la melancólica música, ese trozo de comida grasienta, no importa. Queríamos tiempo pasar sentir que nos abandonamos. Que no estamos sólo miramos pasar los minutos como quien lo tiene todo bajo control. Con calma y perspicacia. ¡Qué bien es encontrarse libre! Cuando pierdes el camino vuelves a ser niño y te prestas a descubrir, he buscado demasiadas vidas para componer una sinfonía, siempre a oscuras, también daría igual si termináramos en el principio.
Generación Perdida Soy de la generación perdida, nos perdimos intentando mimetizar las formas de nuestros propios síntomas. Intentando encontrar el mundo perdido que nos ofrecieron. Descubriendo dónde se perdió nuestro futuro o si se largó corriendo, asustado, como estamos nosotros. El hábito delata las sentencias que no entendemos. Juramos en vano, fuimos de dos mundos en un solo frasco. Y ahora, somos nosotros los culpables de no tener adónde ir, de querer descubrir, de querer encontrar otra manera de vivir. 84
Orillas vivas
“estamos sem ar, caminhando encima da corrente que quer voar.”
Inmigrantes Todas las realidades que ves llegar casi por sorpresa concentrar las vidas paralelas en una sola visión tu mundo dividido tus dos caras que luchan libres intermitentes. Corres para alcanzar los extremos de tu propio cuerpo, contorcido entre sí mismo, colisionando en la misma dirección por tratar de ir al lado inverso. Porque querer no ser ninguna, no querer elegir, o querer ser dos con verdades muy dispares y lejanas entre sí es como un suicidio, como si tus sentimientos fueran objetos, entonces sí, las cosas se rompen y se acaban
07/12/2015
18:50
Oporto
O venta cobre o meu rosto de espaços mudos. De tranquilos palmares dançando ao son das gaviotas, amantes perdidas dos marinheiros sem terra de una vida feita alheia de um sorriso feito meu de una época esquecida sem volta. 85
Geisiane Maiara Marth
Porque naci hoje ao ter ver alheia em meu orizonte de vento e altura. Lo que me hace feliz. No son los rascacielos es rascar el mundo desde el cielo. Os espaços entre o sabor e o silencio são os poços dos cantos ao vento como flor que BEIJA ao seu amor, que apaixonado descansa as asas sem parar de voar.
Fotografía Ella saca fotos intentando no perderse nunca. Ella saca fotos intentando guardar cada color en una caja de madera que huele a sueños y desván. En verdad ella se pierde en cada fotografía porque allí parece que siempre es feliz. No tiene que dejar a nadie partir nunca.
Dos infiernos calados Noche de papel que ruge el lobo. Baile de miradas al vacío cielo. A los espejos rotos, a las vidas aisladas, a mi mano hambrienta de abrigo. Camino de puentes, rojo de vivo pasión. Salgo corriendo entre la multitud para simular la sinfonía a la que bailo casi sin parpadear. Nadie entiende mi sinfonía, mis gestos moribundos, como el 86
Orillas vivas
trigo que se esconde del sol. Quiero rozar el aire para volar, quiero besar las vidas como un colibrí. Quiero ser la rara voz que guarda carcajadas para nunca perder el lugar. Para trazar las rayas de los cuerpos desechados. Números de recuento, de paraísos de tormento. Porque vivir o vives como quieres vivir o empiezas a morir. Están mudas todas mis vidas, están calladas todas mis razones. Se perdió. Las mentiras que me contaban . Me bailan a esconderse mientras las miro me baila a esconderse mientras me acerco sentido estético de su mirada ladrona. El sabor de experimentar otras vidas rozándome el alba. Me quiero decir a mí misma que hay ahí fuera un lugar dónde dibujan mi nombre con soplos. La desigualdad nos juega en igualdad de condiciones, perro de calle, escribir un latido suicida a cada línea. La casa vacía, el cuarto vacío. Me quedaré en silencio mientras grita mi corazón. Dice tu nombre y no vuelves nunca. 87
Geisiane Maiara Marth
Se me destiñe el carmín, color del alma. Y no pasa nada. Porque he aprendido que en la vida se aprende a vivir.
Ciudad Si nadie habla. La verdad queda soterrada entre los gritos del silencio. No hay más tiempo que la prisa. No hay más mañana que la brisa. No queda más futuro que ayer. No queda más silencio que la verdad. El mañana se volvió ayer. La apariencia es lo único que puede robarnos la verdad, toda tristeza, dolor, o ignorancia se desvanece ante el conocimiento.
Colección A I Aún y todo me saben bien tus incertidumbres. Tus desvelos, tu manera inquieta de mirarme en silencio. Vaya manera más sutil de hacernos pedazos. Tus cifras, barrio de atrás de mis deseos. 88
Orillas vivas
II Dejé el café. Las prisas. El caminar rápido a un rumbo fijo, un detrás del otro, un día otro día. Siempre igual. Dejé el café, los cigarrillos a media noche, llenar el pulmón de aire y fingir que la angustia se difumina con el humo cuando echo todo de forma violenta. Dejé el café e incluso solté tu mano. Dejé todo lo que me aprisionaba, incluso dejé de quererte sin respuesta.
Eran Verdes mis Sueños Aún jóvenes y desatadas desatinadas, cierro los ojos y el viento me viene a encontrar. Dijiste tantas cosas que ahora son como la brisa, el sol abre despacio los rincones que escondí que escondí de tus ojos color mar. Es más simple, más fácil más auténtico como un soplo que puede derivar. Se parecía, parecían tus ojos pero no eran ellos un poco rotos y más violentos incluso sangrientos de verde como los que me miraban pero perdieron el brillo. No los veo, no los siento… El verde, se ha vuelto opaco y poco gozoso 89
Geisiane Maiara Marth
como un sepulcro de leyendas un abismo del que un día fue. De lo que un día deseé con locura, te perdiste. O te mostraste.
22 de enero de 2016
8:13
Amanecimos más rotos que vivos, amanecimos más inquietos más insanos. Todos mis paraísos el que más duele, la típica escena de invierno en la que pierdes. En las que cruzas los puentes callados, en la que se muere de labios cerrados. En la que retumban como gritos, toda la inmensidad de su silencio.
Borboleta No me invadas no me raptes no distorsiones una concepción divina a caprichos mundanos a simples planos catetos desolados. No me compres no me robes, no me hagas no me desmontes. Déjame y quizá te encuentre, te quiera, te crea, me apasione. Entiende que no soy lo que esperas y por eso, soy yo. Puedo quererte con 4 vidas 3 corazones y centenas de años luz. Pero nunca será suficiente porque yo no soy el amor, que esperas. 90
Orillas vivas
Escépticas Aún rozan tus labios por mis orejas. Tu latido corría por mi cuerpo desorbitado, sin tiempo, sin rumbo, tan sólo arrojados ambos en un mismo abismo. El lugar donde encontrábamos el infierno en un lecho de paz. Y con un golpe de impulsos teníamos el cielo entre los dedos. Flotando entre el infierno, que todos llaman calma. El único orden lógico que seguíamos era el caos, incompatibles vecinos del mismo código.
Particularmente eficaz Te recuerdo en partículas sueltas por el aire, como líquidos bailando. Cautivando los rastros de un escalofrío. Verano, de piel desnuda y de luz que ciega, hasta que luego ves a través de los focos, rayos de alegría. Y todo la vida reprimida en la rutina del invierno.
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Geisiane Maiara Marth
Jugando a ser Sintiendo el sentido de ser que sin sentido vuelve a ser lo que nunca fue. Pero siempre existió.
Ametsa Sueña en los sueños. Pero vive mientras sueñas porque soñar sin vivir es vida sin aliento.
Soy de barro Porque vengo y porque voy como vuelan las “penas” con los sueños y las caricias entre que se pierden en las curvas o ganan aliados. Perdidos estamos entre caminos a ninguna parte, sobre mí un sol rojizo y anaranjado. Tierra húmeda y palabras que crean... En otros casos corren y destruyen. Según el día y la entonación. A ti te regalo mi camino y mis pasos...
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Orillas vivas
El viento frío contorna mi rostro, lleno de sosiego o incómodo de sus roces suspiro indagando su esencia, y los cabellos corren sin rumbo se creen libres del destino. Pero la ráfaga de invierno les conduce a su antojo. Y permaneceremos haciendo parte de esa danza un movimiento que conjuga la sentencia de sentirse volador entre tantas cadenas. Y una vez más, corriendo voy y corriendo vengo para así desenmascarar al tiempo y al mismo tiempo al pienso. Crudo y rústico. Desnudo en tartamudos silbidos de tranquilidad ahí, oscuro y brutal; es dónde la llama de lo carnal prende al espíritu. Y como literatura, en forma de frase, verso y rima por dolor, tristeza o amor cuenta historia, ficción, o sensación y emoción. En la pureza de las palabras. En la rima de los versos, en lo que desprende. Cautiva e incluso hechiza. Vanguardias. Artes o quejas. Con fin de avisar, de protesta o de libertad. 93
Geisiane Maiara Marth
Mi amor yace en campos desconocidos, escondidos a simple vista.
Lunáticas Tengo tantas cosas que decirte mientras mantengo los ojos entreabiertos, todo lo que decimos en medio del silencio y siento, (concreto). Que no puedo. Confluir entre los arcenes y amaestrar mi cúspide como comprimiendo un cosmos divino y simple ráfaga de restos. De paredes salpicadas. Lunática razón, destilado prólogo y olor a flores. Me desconozco porque no quiero estructuras de lo que soñamos. Hablar al alba y a oscuras. Retorcerme esperando, otra vez, un milagro. Más cerca, más filamentos. Será mi cicatriz, la tinta, y el correr del pincel. Ojalá una aurora. Un segundo, para más intentos. Menos pareceres. LA VIDA BELLA, sonrojadas. Amarga dulzura, y ramas verdes en mis "fractales". 94
Orillas vivas
De sorpresa No es justo hacernos a nosotros, desteñirnos como colores en llama. Porque ardemos. Porque nos encontramos. Porque siempre terminamos por marchar. Ráfagas de tensión comprimen un aliento a la órbita perfecta. Y aunque lo sepa, se condena. Y sonrío intrigada, brasas que no se van apagar. El oxígeno es el mismo cuando ahoga. Lo sabemos bien, todo lo empezamos nosotros. Es la historia que se dictó cuando dejamos de lado la sentencia. Y qué triste todo esto de hacerse de menos, porque echan en falta algo más que un par de palabras.
Reflejos Descomponer el aire como luz rota, tibio líquido agudo. Orgías imaginarias en el silencio de su iris. Sus dedos como balas ruidosas, naufragando entre mis ramas. 95
Geisiane Maiara Marth
Amaneciendo Los he visto cambiando su destino, su vida creada a medida. El antojo de todos los otros. Y después descubren que no es el suyo, en realidad nunca lo fue. Los vi teniendo el camino claro, la decisión concisa y las oportunidades escasas. Aún lo veo sin salida, sin deseo y el presente que arrastra. Y luego los veo como yo, arrastrando todo a su paso, quién sabe, demasiado rápido y a gran velocidad. Y seguimos queriendo inventar una vida que ninguno de nosotros eligió nunca. Cómo podríamos saberlo, si toda la esperanza se resume en la desesperanzada falta de futuro, y buscamos otra manera, tampoco nos (les) sirve, nunca fue válido ser nuestra generación. (Ni de nuestra propia manera). Entre la modernidad de un clic y las facetas de un perfil validado a dimensiones, entre tradiciones y el canto de los pájaros. Entre los restos que nos dejaron y lo que construimos en escasos pasos. Entre dos incompatibles e inseparables controversias, vivimos nosotros. Los jóvenes que parecen no pertenecer ni al ayer ni al mañana. 96
Orillas vivas
Sobre ti Sus manos rulaban, guardando caricias sobre mi piel . Y sobre su cuerpo sólo realzaban el temblor de sus venas. Era poco el aire, pero incluso mi pulso notaba sus latidos. ¿Qué es perder?... Cuando lo que se llevan… Es tu aliento. Lo bueno de la inspiración es que se comparte.
Dulce sabor a siempre, aún cuando la respuesta es nunca Como un soplo es sosegada es caricia viva, de toque eterno, los minutos inquietos de tus rincones y todo lo que sólo yo conozco. Sobre mis sensaciones vivaces recaes, [es cierto, recaemos] de por siempre. Somos los antojos y las ganas lo que nos quitaron y las ganas de alcanzar un vano retrato. 97
Geisiane Maiara Marth
Hasta que vuelves y te retuerces en la vida que se escurre por los aislados retoques. Y te guardo en mi corazón la serena y lucida parte de mi inspiración, traducidos tus reflejos en mis brújulas descontroladas. Hacia nunca jamás, jamás. El juego de palabras al que juegan los triunfos de los átomos.
Un rayo azul Es esa caricia que escapa de entre tus alas llega como un rayo de luz, tus corazas se han abierto para que tu mano susurre lentamente un roce, un cariño dulce y lento que rápido en sí fue el movimiento. Centenas de años han transcurrido en un segundo y alimentándome de tus pequeñas psicosis, es el sobresalto líbido, contemplo así una maravilla. Tu mano deslizando sobre la cara incluso he parado en el tiempo, he detenido a la muerte o me habrá encontrado 98
Orillas vivas
porque soy débil y me sonrojo queriendo borrarlo y hechos de contrarios. Ocurridos, lo resalto y me sobresalto y el miedo me corroe por si te toco y por si desapareces como un rayo azul de un cuento que no pasa de noche y viento. Como el cuento de Bécquer, como un rayo de vida que no se toca.
Poesía Social En estos días, perdidos y bombardeados de información anestesiados y dóciles siendo cómplices, en la legitimidad en la que la esclavitud se llama trabajo o la muerte por hambre. Aquí donde el ocio, mis comodidades son el arma que asesina a otros, mi ocio, su esclavitud y mis palabras rasgan en el pecho, con lágrimas en los ojos. Renuncio a este mundo, a estas costumbres. Al bien estar que yo no pedí reniego ser un pájaro enjaulado Deserto el adiestramiento civil está es una inspiración manchada de sangre, dolo99
Geisiane Maiara Marth
rosa y aguda que apenas merece nacer, porque palabras bonitas sobre actos horrendos es vender mi libertad, mi alegría es mi manera de lucha, de no dejarme atrapar por las atrocidades que mi voz sea mi grito de guerra y mis palabras el arma que derrumba y hiere a la inconsciencia.
Sentimientos en hojas Aprendí a plasmar mis sentimientos en hojas, donde el viento pueda llevarlos para que nunca me tumben. Pero es tan brutal la fuerza de esta sensación, la añoranza en el exilio de la pobreza. Fue como una bala de aire la que chocó contra mi pronto por la mañana. Y aún que tratará de dirigir mi atención a otro lado, en vano todo esfuerzo. Me importa porque me importa y porque tiene valor, más del que nadie puede llegar a entender. Centenas de golpes, y la muerte cercana sentí cuando mi alma creí tener en la suela de mis zapatos, por amores fugaces y torturas de incomprendidos de sí mismos. Pero muerte sería de verdad si oyera las palabras de que jamás podría volver a pisar aquella tierra y tocar el cielo de estrellas. Kilómetros me separan de mi infancia, mi futuro, y de mí, siempre. 100
Orillas vivas
Aún sueño, y sueño en descubrirla, destaparla y sentirla. Y aunque normalmente no exista Sólo tapo mis ojos para no verla: siempre esta y siempre quiero verla. Siempre existe. Mi tierra tan amada, mis ganas de volver a vivirla: mi gigante verde y amarillo, como cualquier otro ladrón de sueños, pero ella plantó los míos. Y la "saudade" aumenta, a veces, como la marea que sube y baja, y otras está hecha una furia. La flor que llevo conmigo eres tú.
Cicuta A estas horas ya no se habla. A estas horas ya no se conciben deseos. Inciertas tus pupilas parecen buscarme desconsoladas de intriga. ¿A quién quisieran engañar esta vez tus caricias? Oh cielo, oh Caín, oh que tenga que hablar de lo incierto pero perdurable para afirmar la ruina en la que convertiste el juego este tan pueril. El caótico día, vuelve. Aún recuerdo tus espinas, 101
Geisiane Maiara Marth
quizá sigan clavadas. O me distraiga en tus curvas y en tus juegos: tus mal hazañas. Dulces e inocentes son tus dichas mecánicas. Parálisis mental y muerte letal. Es verdad: matas con saliva, mueres de deseo. Las noches son el peligro de todo justiciero infiel.
Compuertas Somos pobres soñadores en busca de alguien que quiera compartir los mismos encuentros que nos dan fuerzas para vivir. Sueños colgados de un pequeño aro, cosas que nunca podrías imaginar, ni amores que puedas recuperar, sólo guiarte de tu propio instinto. Y a ver si nos sale bien esto de jugar al amor. "Cuando todo parece estar perdido e ir demasiado de prisa es cuando me encuentro.” Me preguntaba qué sentido tiene olvidar. Ahora lo recuerdo. Aprendí a sufrir y ya nada me puede derrumbar. Soñé con algo especial pero no fue alegría lo que sentí al despertar. Difícil de explicar, fácil de sentir Yo soy de carne y hueso, pero mis pensamientos, esos no sé yo si vuelan como pájaros o huyen como cobardes… 102
Orillas vivas
Quizás nunca entiendan que perlar es la única manera de no perder el juicio.
Donostia La exigencia conmueve y corrompe, son residuos coloridos. Camino entre puentes y comparto la música del mar y el sonido de las gaviotas. Porque nada parece relajar más que hacer parte del ambiente sin mutarlo, sin que una huella identifique que andas corriendo de aquí para allá. Empiezan a caer las primeras gotas. Y la ciudad vuelve a encajarse, en un cubículo, enormes paredes sin escapatoria. No será el primero ni el último. Casi no queda tiempo para el silencio. No hay tiempo para respirar. Desesperadamente llega el invierno y volvemos a empezar.
Lágrimas de poeta Hace un tiempo quise tocar tus gotas de olvido sobre mi piel abierta. Siempre me expuse con tanto de mantener tus toques y roces sobre mis raíces. De algún modo seguías siendo. Y todos ellos, todo mi sentido. Te toqué y sigo sin entenderme sobre tus bosques, tus soles, tus colores, valores intermedios, culturas urbanas. 103
Geisiane Maiara Marth
Diversidad de sabores, de amor, de tonos. Aún me duele, hacer parte de ti. Aún me duele ser tú, y que tú seas todo mi ser. Aún no entiendo que especie de sin sentido fija sus alas sobre mis pies, o cadenas, abundancia de adjetivos que confortan y conforman mis pupilas. Te miré de cerca, te sentí, te toqué. Me desvanecí totalmente. Un año no fue tiempo suficiente para conformar una idea sobre ti. Eras un mundo idílico que se transformó en real, desfigurándose como un devenir poco entusiasta. ¿Y ahora cómo puedo seguir soñando si mi sueño es una pesadilla? Quizá me haya olvidado, quizá no sea mi lugar. Quizá te haya dejado de amar porque quererte me supone la tristeza perpetua.
Casiopea Vernos de madrugada porque no hay horas en el día
para la rebeldía. Para sorprender con una frase dulce a una rosa arrancada. A un jazmín cautivo, mis ojos que hablan más de Dios que cualquier milagro hecho de razón. 104
Orillas vivas
Sentirme en casa. Brasil Cuando desde pronto oigo las voces de algún tipo de vida cercanos y a la vez lejanos. Cuando las gotas de polvo bailan en un rayo de luz, el mismo que entra por la ventana alumbrando medio cuarto y calentando alguna parte de mi cuerpo. Cuando el día amanece azul y los pájaros cantan. Cuando hay música y las notas se acercan a jugar con mis pensamientos adormilados. Cuando recuerdo aquellos despertares tranquilamente calurosos y risueños, entonces sé que aún aquí, lejos, estoy muy cerca. De los días en que todo era leve y simple.
Pluma Por favor, hoy hazme no existir. Déjame escribir.
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Orillas vivas de Maiara Marth se terminĂł de imprimir en septiembre del aĂąo 2016