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Acerca del aprendizaje y la enseñanza de la Medida

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de la Geometría

de la Geometría

La enseñanza de estos contenidos en el segundo ciclo de la escuela primaria tiene como uno de sus objetivos retomar y profundizar el trabajo que se haya podido realizar en los años anteriores, que los niños puedan acercarse a las prácticas sociales de la medida y que puedan vincular esos conocimientos con un quehacer matemático para así descubrir los diferentes contextos en los que la medida es una herramienta para resolver situaciones.

Otro objetivo de la enseñanza de la medida es profundizar en el sistema de medición, las equivalencias entre las diferentes unidades de medida de una misma magnitud y su relación con el sistema de numeración decimal.

¿Qué significa medir? ¿Qué aspectos de las medidas de longitud, capacidad, peso y tiempo se pretenden abordar en este año?

Como punto de partida, será necesario considerar con los niños los diferentes atributos de los objetos, nos interesan aquellos que se pueden medir y que se denominan magnitudes.

Medir una magnitud implica aislarla de los restantes atributos que tiene el objeto, es decir, anticipar qué cualidad interesa medir; y para ello, habrá que elegir una unidad que tenga el mismo atributo del objeto con el que se comparará y, luego, expresar numéricamente la relación entre los dos objetos.

En ciertas ocasiones, la medición entre dos objetos puede realizarse en forma directa, por ejemplo, al comparar la altura entre dos niños que están parados espalda con espalda. En otros casos, si los elementos por medir están en distintos ámbitos, la medición tendrá que ser indirecta, es decir, habrá que tomar una misma unidad de medida para ambos y, luego, comparar los resultados de las mediciones, por ejemplo, la comparación del largo de dos pizarrones en diferentes aulas. Por otra parte, esa unidad de medida puede ser convencional o no. Dependerá de los conocimientos de los niños y de la intencionalidad del maestro el que ese intermediario sea un metro o una tira de papel, por ejemplo.

La acción de medir supone la repetición de una unidad de medida. Es decir, una subdivisión expresada en función de cierta unidad de medida, que es repetida sobre la totalidad de la extensión de la magnitud. Esta repetición debe ser tal que el intervalo que haya que medir quede cubierto por la unidad de medida de manera que no haya huecos ni superposiciones.

Uno de los rasgos distintivos del proceso de medir es que se pueden utilizar diferentes unidades para medir una misma cantidad. Por lo tanto, otra de las cuestiones vinculadas con la medición, es la comprensión de la relación entre el tamaño de la unidad y el número necesario de repeticiones para medir una cantidad dada.

El acto de medir requiere comprender la invariancia de los elementos que hay que mensurar en relación con el modo en que lo hagamos, la longitud de un pasillo sigue siendo la misma independientemente de la dirección en la que uno lo recorra, ya sea caminando, corriendo o dando saltos. También, sigue siendo la misma si la medimos en metros, pisadas, palos de una escoba, etcétera.

Se podría resumir estas características diciendo que medir es comparar.

Otro aspecto para tener en cuenta, relativo a las mediciones, es la exactitud de las medidas. Toda medición efectiva tiene un margen de error, es una medida aproximada, no existe la medida exacta. Es decir que existe un error que es inherente a la medición que depende de diferentes fac-

tores: la herramienta utilizada para medir, las características del objeto por medir, la precisión de la persona que mide, etcétera.

Supongamos que los niños quieren medir el largo del escritorio con una cinta métrica. A pesar de usar el mismo instrumento, aparecerán diferentes medidas cercanas a un mismo valor, por lo que será necesario aceptar un cierto intervalo numérico para dicha medida. Si se aleja de manera considerable de dicho intervalo, será necesario retomar esa medición para analizar el error.

Si bien lleva varios años de construcción la totalidad de las relaciones involucradas en la medición convencional para lograr saberes relativamente acabados, se los puede iniciar en problemas que involucren la práctica de la medida a través de situaciones ligadas a la comparación de magnitudes.

La diversidad de instrumentos a disposición debe estar orientada a que los niños puedan tomar decisiones acerca de la conveniencia de utilizar uno u otro, siempre en función de lo que hay que medir.

Para que los alumnos puedan avanzar en los procesos sociales de la medición, habrá que brindarles oportunidades para que logren vincular los conocimientos que construyeron en el entorno cotidiano y en el transcurso de los años anteriores con los contenidos de enseñanza de este 5.º año y, de ese modo, ampliarlos y cargarlos de sentido.

En 5.° año, por los acontecimientos del año anterior vinculados a la pandemia, es seguro que necesitarán comenzar, o eventualmente avanzar, con la construcción del concepto de ángulo. Se propondrá estimar y clasificar ángulos a partir del ángulo recto que proporciona la escuadra. También, se ofrecerá el transportador como instrumento para medir los ángulos. Estas prácticas se proponen ligadas a las propiedades de las figuras geométricas.

Asimismo, se iniciará o continuará el trabajo en torno al perímetro y área de figuras poniendo el acento en la independencia de estas magnitudes entre sí y con la forma de las figuras.

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