Acelerar el aprendizaje Revista Mexicana de Educación 2004
¿Acelerar el aprendizaje? ingenuamente resuelto
Un
problema
mal
planteado
e
Una multiplicidad de lecturas, textos y cursos que nos plantean la posibilidad de conseguir un aprendizaje acelera do o potenciado o de practicar una cierta gimnasia cerebral gracias al uso de técnicas de distinta índole aunque de no tan confiable procedencia. Literatura precientífica: No poseen un fundamento ni respaldo que garantice una auténtica argumentación científica que las avale. Los pedagogos o los diversos especialistas en educación en los últimos tiempos, siempre han considerado el enseñar a que los alumnos aprendan a aprender o a que aprendan a desarrollar un aprecio por el estudio como una de las principales problemáticas a abordar en sus reflexiones y propuestas educativas. Desde ella donde la Psicología, en que se ha tomado al aprendizaje como uno de los objetos predilectos de estudio. Aprendizaje acelerado, ¿para qué? El problema no radica en cómo hacer para que las personas aprendan de forma más acelerada sino cómo conseguir que los alumnos logren aprendizajes con un mayor grado de significatividad y reflexividad El aprendizaje significativo requiere un esfuerzo cognitivo intencionado de relacionar la información a aprender con los esquemas o conocimientos previos que poseemos para lograr una nueva construcción cognitiva. La práctica intensiva vs la práctica distribuida en sesiones de estudio, nos ponen en evidencia en forma contundente que la primera nos permite un aprendizaje más inmediato (más fácilmente demostrable en situaciones inmediatas) pero poco duradero con el paso del tiempo, mientras que si realizamos una práctica distribuida en más sesiones logramos un aprendizaje menos evidente de forma inmediata pero ciertamente más duradero y sostenido. ¿Qué nos dicen todas estas investigaciones en resumidas cuentas? Los aprendizajes significativos requieren tiempo y esfuerzo cognitivo. Entre más aprendizajes con sentido y reflexivos se consigan se contará con un sistema de esquemas con mayor riqueza cognitiva para lograr nuevos aprendizaje futuros y para lograr una transferencia más probable ante nuevas situaciones de aprendizaje.
María Teresa Saucedo Méndez LEPRE
Aprender comprendiendo no es una cuestión de ir más rápido, sino de ir "degustando" la información que se presenta para transformarla en conocimiento. Las técnicas por las técnicas mismas Los hábitos de estudio son procedimientos rígidos de conductas que se supone funcionan independientemente de las tareas, contenidos y sujetos que las apliquen (asociacionistas y conductistas, estrategias cognitivas). “Se puede enseñar a pensar o a razonar eficazmente sin importar sobre qué se razona o se piensa” Surgieron cuatro cambios sustanciales que nos permiten entender a las estrategias cognitivas, l las estrategias estaban vinculadas a dominios específicos de conocimiento. Así, las estrategias comenzaron a entenderse como controladas por un conocimiento metacognitivo-condicional y reflexivo, y supeditadas a la aplicación de unas habilidades autorreguladoras de amplio espectro, lo que trajo a su vez como consecuencia que las estrategias ya no se entendieran como simples recursos aislados de aplicación automática y estereotipada sino intencionada, razonada y consciente. Estrategias autorreguladoras: Pudieran tener una aplicación en distintos dominios de aprendizaje cuando se solucionan problemas. A toda esta aproximación engendrada por la participación de estos nuevos referentes teóricos se le denominó como la "nueva síntesis". Los aspectos motivacionales y contextuales, en la actividad estratégica. El empleo de las estrategias cognitivas no sólo depende de cuestiones puramente cognitivas sino también de variables afectivas tales como las creencias, atribuciones y expectativas motivacionales que tienen los alumnos, así como de otros aspectos emocionales tales como la autoestima y la autoeficacia. Posturas sociocultural y constructivista cognitiva, por lo que las estrategias se comenzaron a entender como: 1) Procedimientos que se aplican en forma situada (no descontextualizada) lo cual implica tomar en cuenta condiciones reales, metas establecidas, así como recursos internos y externos disponibles, etc.; 2) Auténticos instrumentos que ayudan a mediatizar el encuentro con la información nueva para lograr adecuados procesos de construcción de conocimiento y 3) recursos que se aprenden en interacción con los otros según un proceso de traspaso de la heterorregulación a la autorregulación. Las técnicas por sí mismas, aunque parezcan idóneas, son insuficientes para resolver el problema de aprender (en forma significativa) sobre todo si éstas
se conceptúan como rutinas o procedimientos independientes de dominios, tareas y situaciones.
descontextualizados
Las técnicas no garantizan el “hágalo usted mismo" Dichos retos de la sociedad de la información se deben: a) al predominio de lo información simbólica en el secto productivo, b) la cuantiosa información que se genera en todos los ámbitos, c) la caducidad de la información dado que una gran parte de conocimiento se renueva (aunque no todo el conocimiento es igualmente renovable) y d) el riesgo d sustituir la información por el Conocimiento. “Se requiere educar a los alumnos para que aprendan a realizar un trabajo cognitivo constructivo y para que logren desarrollar recursos potentes que permitan a su vez la reflexión y la creación de nuevas informaciones” Tal situación nos está convirtiendo en "aprendices permanentes" condenados a consumir información ya actualizarnos constantemente. También que para enseñar estrategias cognitivas no valen los "vamos tú puedes", las simples recomendaciones generales, ni aun las especificaciones detalladas de los materiales "autoadministrables" o los entrenamientos ante materiales en abstracto que nada tienen que ver con la información que verdaderamente se quiere aprender. Simple y llanamente estos tipos de "enseñanza" de estrategias (aunque unas tienen mayores ventajas que otras) son insuficientes porque lo que se requiere es una instrucción explícita de la estrategia sobre por qué y para qué sirve, se necesita igualmente una instrucción informada para que los alumnos tengan un manejo metacognitivo sobre cuándo y dónde utilizarlas y, lo que es más importante, se requiere de una instrucción con un mediador efectivo (generalmente el docente, el tutor, el asesor) que le preste ayuda ajustada al alumno para que éste aprenda el manejo detallado (el cómo) de la estrategia en conjunción con lo anterior. Otro problema es la necesidad de vincular las estrategias con los currículos escolares, deberían encaminar sus actividades educativas en un doble sentido, enseñar los saberes curriculares propios de cada disciplina y junto con ellos (y yo diría para aprenderlos mejor) debería promover el desarrollo de habilidades, estrategias y patrones motivacionales que dotaran a los alumnos de un instrumental valioso para constituirse en aprendices eficaces, reflexivos y autorregulados. “Enseñar a aprender a aprender, requiere de una propuesta integral que tenga solidez en lo teórico-conceptual y en lo pedagógico-práctico en donde se involucre a los docentes, al currículo, a los textos académicos y al alumno por igual”
María Teresa Saucedo Méndez LEPRE