#27
ARTE
Avignon
un puente hacia otra forma de ver
JUNIO 2016
Publicación mensual de distribución gratuita producida por: Taller de Artes Plásticas El Portón Verde
La revolucion se hace Arte y se expone Aciertos y errores que hacen a la obra por Walter Pugliese
O
portunidad de oportunidades. En el Museo Nacional de Bellas Artes se puede ver en estos días una increíble muestra de esas que poco abundan por nuestros lares. OROZCO, RIVERA, SIQUEIROS, La exposición pendiente y La conexión sur. Entrar a ella, es entrar un poco a la revolución mexicana, a la lucha por la emancipación del pueblo, al compromiso social total y absoluto del artista. A Trotsky alojado por Rivera. A su asesinato.
Pero algo fallo en el instante del dibujo, algo no salió bien. El brazo paralelo al cuerpo, se va achicando más de la cuenta y la mano, que en las distancias ópticas, está más cerca del espectador, termina demasiado pequeña, casi no se entiende. Pero el artista no lo duda. Está trabajando. Está estudiando. Entonces, más a la derecha, dibuja otra vez y en el mismo papel, parte de ese brazo y la mano, bien estudiada, con los dedos en la posición correcta. Pero ¿Qué es lo atendible de este dibujo? Justamente el error. Y no por que uno se regodee en el error ajeno. No, no se trata de eso. Si se trata de humanizar a los maestros. ¡Que ellos también se equivocan! Pero estudian y lo resuelven metiéndose en el problema. No son genios nacidos de un repollo. Son persona que han trabajado mucho y con una consistencia y perseverancia abundante. Y en algún lugar, nos relaja a nosotros, más sencillos, más humildes, a que también podamos equivocarnos. ¡Tenemos que equivocarnos! Y se aprende más de ese error y esa búsqueda que de las grandes obras maestras.
Es recorrer la posibilidad de encontrarse con obras que llegan con fuerza expresiva de una época, marcada por las guerras y las luchas sociales, por el obrero en ebullición, por un mundo nuevo que se soñaba distinto y mucho más justo.
Por eso me parece importantísimo que en esta gran muestra, se haya decidido exhibido la ¿trastienda? de todo gran artista. Lo que muchos, quizá, no quisieran mostrar. Las genialidades se ven a menudo en cualquier museo o galería. La transpiración del esfuerzo es lo que sostiene a aquellas obras.
Cubismo, surrealismo y expresionismo en un circuito diverso de artistas que marcaron un punto de largada para los muchos que siguieron el camino.
Ahí está Orozco con su camiseta transpirada. Zapatistas. 1931. Óleo. José Clemente Orozco.
Sorprende encontrar el cubismo de Rivera de principios de siglo, en plena revolución rusa. Impacta y mucho la técnica llamada encáustica, muy antigua en Siqueiros y sus cuadros, que tiene sus principios en la cera y la posibilidad de durar y no pudrirse con el tiempo. Técnica que pudo ser comentada y explicada además por un gran maestro argentino, el escultor Antonio Pujia, que le dedico un domingo frio de otoño, a un público ávido de conocimiento y de disfrute a su palabra sensible y experimentada. Y fascina encontrarse con los dibujos, aguafuertes y litografías de Orozco con tanta pasión, encanto y crudeza por el sufrimiento de los más necesitados. Reflejo puro y sin anestesia del dolor profundo. Y también, un buen momento para descubrir esas obras de nuestros artistas argentinos que permanecen guardadas en los sótanos y placares de un viejo y ya por demás pequeño museo nacional y que, como en este caso, son exhibidas para lucirse una vez más ante su público. Ahí están Antonio Berni, Lino Enea Spilimbergo y más acá Diana
Dowek, Carlos Alonso y Juan Carlos Romero sosteniendo el mismo mensaje de lucha y compromiso con su pueblo. Es imprescindible recorrer esta muestra para quien quiera embriagarse un poco con el espíritu de un tiempo. Es muy necesario para todo aquel artista contemporáneo que por momentos se sienta perdido, solo y sin objetivos. Y fundamental para quien se inicia hoy en este mundito tan apasionante de expresar en una tela o un papel, lo curioso que nos desborda desde adentro. Por eso me llamo mucho la atención entre todo lo grandiosamente expuesto, un dibujo de Orozco. Un dibujo muy simple, sobre papel madera y en carbonilla. Un trabajo totalmente de taller. Un estudio de modelo vivo en una posición acostada pero con un escorzo muy forzado con la cabeza aquí adelante y el cuerpo fugando hacia el más allá. Las piernas se alejan y se achican de manera perfecta, los pies, allá lejos, se pueden ver reposados y en descanso.
Andrei Tarkovsky
Las masas. 1935. Impresión sobre Piedra Litográfica.
Haiku de las cuatro estaciones
*
Un artista nunca puede trabajar en condiciones ideales. Y aunque así fuese, el artista no sería capaz de crear nada. Porque no se puede crear en el vacío. Los artistas existen porque el mundo no es perfecto.
Las gentes del siglo no contemplan las flores * (Moscú, 1932- París, 1986)
del castaño cerca del tejado.