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Nuevas alternativas de vida para mujeres violentadas

Las mujeres, en todo el mundo y, en especial, en los países del Sur, sufren distintos tipos de violencia. Esto las ha convertido en un colectivo muy vulnerable, presa fácil para distintas formas de explotación. Ecuador no es la excepción.

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A pesar de que Ecuador, en el año 1981, suscribió la primera convención sobre los derechos de las mujeres, no fue hasta la Constitución de 2008 cuando se incluyó su atención prioritaria y especializada en la política nacional. En 2011, el Instituto Nacional de Estadística y Censos realizó la I Encuesta Nacional de Violencia de Género contra las mujeres y en 2019, la II Encuesta. Ambos estudios arrojan datos que muestran que en los últimos años se van agudizando varias formas de violencia contra la mujer que, en muchos casos, terminan con su muerte.

A principios del siglo XIX, santa Mª Micaela Desmaissières comenzó a visitar a los enfermos del Hospital San Juan de Dios en Madrid, donde fue testigo de los problemas de explotación, soledad y desamparo que sufrían muchas jóvenes abocadas a la prostitución. El 21 de abril de 1845 abrió una casa para acogerlas y ayudarlas a rehacer su vida.

En 1985 se fundó en Madrid la Congregación de las Adoratrices buscando la liberación de la mujer prostituida a través de la acogida, la integración, la promoción y la reinserción social. En la actualidad, tiene presencia en 25 países de 4 continentes. En Ecuador se establecieron primero en la ciudad de Guayaquil y en 2003, se trasladaron a la parte sur de Quito, que es la zona de la ciudad con mayores niveles de pobreza, delincuencia y alcoholismo.

Alternativas para construirse una nueva vida Manos Unidas apoya en Ecuador dos proyectos en las ciudades de Quito y Guayaquil que contribuyen a que muchas mujeres puedan liberarse de esta actividad y construir nuevas alternativas de vida.

En Quito se trabaja con esta congregación desde el año 2020, en un proceso mediante el cual las mujeres van consiguiendo su autonomía económica. Esto les permite tener una vida alejada de la prostitución, con mayores competencias en lo social. Durante estos años, se han realizado varios procesos de formación en derechos y en emprendimientos. Además, se han apoyado algunas iniciativas económicas relacionadas con corte y confección, manicura, computación y otras actividades. En la actualidad, los retos están relacionados con la comercialización y el fortalecimiento de sus organizaciones para la defensa de sus derechos y, también, para la gestión sostenible de las iniciativas económicas.

En Guayaquil se está iniciando el trabajo con la Fundación Solidaridar, creada en la Parroquia de los Carmelitas; zona de ejercicio de prostitución de esta ciudad y que es heredera de la actuación de las adoratrices. El trabajo está liderado por un grupo de laicas. En concreto, se apoya una iniciativa de capacitación en derechos, apoyo psicológico y capacitación en oficios de confección y panadería, con el fin de crear emprendimientos económicos alternativos. Los desafíos que ambas experiencias presentan son complejos, especial mente por el extremo nivel de violación de sus derechos. Desde Manos Unidas, entendemos que las mujeres sí pueden cambiar sus vidas, trabajando en la educación en derechos, la formación técnica y financiera y apoyando inicia tivas que les puedan dar una mayor independencia económica l

En Ecuador, un país de 17 millones de habitantes, en 2022 se cometieron 405 femicidios. En España, un país con 47 millones, se cometieron 49 feminicidios en el mismo periodo. Las provincias más afectadas fueron Pichincha, cuya capital es Quito, y Guayas, cuya capital es Guayaquil, siendo las víctimas, en su mayoría, madres de familia con escasa formación que viven en condiciones de mucha precariedad.

Viaje con medios de comunicación a Mozambique

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