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Volver a ser un niño
Texto y fotos de MARTA CARREÑO. Departamento de Comunicación.
Hace unos días viajamos a República Dominicana, gracias a la colaboración de Air Europa. Fue uno de esos viajes relámpago, con el que, después de una larga pandemia, retomamos la costumbre de desplazarnos, siquiera por 48 horas, para visitar el proyecto que cada año apoya CADENA 100.
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Nos acompañan en el viaje Javi Nieves y Mar Amate, presentadores del magazine estrella de la emisora, «¡Buenos días, Javi y Mar!». Nuestro destino, el proyecto de atención a la infancia y la juventud que llevamos a cabo junto con la Fundación La Merced –socio de Manos Unidas en el país- en el batey de Bienvenido, en Santo Domingo Oeste.
Los bateyes son núcleos de población que originariamente crecieron en torno a las plantaciones de caña de azúcar, caracterizados —entonces y ahora— por la marginalidad y la pobreza. En el batey Bienvenido, que ya ha quedado completamente integrado en la zona urbana del Gran Santo Domingo, habita tanto población dominicana como migrantes haitianos, la mitad de los cuales residen en el país de forma ilegal.
La juventud es una de las principales características del batey Bienvenido. La mayoría de sus habitantes no han cumplido aún los 18 años. Casi todos están escolarizados, pero todavía hay un 7,7 % de estos niños que no acuden a la escuela. Muchos de ellos son de origen haitiano.
La Fundación La Merced y Manos Unidas han puesto el foco en este sector de la población. En los más vulnerables, en los que corren más riegos de caer en las redes del trabajo infantil, de la droga o de la prostitución. El centro ERA (Espacio para Recrearse y Aprender) –para el que, como se puede ver en las imágenes, CADENA 100 nos hizo entrega recientemente de 134.373 €–nos abrió las puertas a un mundo mágico, donde la magia consiste en esfuerzo, trabajo y dedicación. Un mundo pensado y creado para los más pequeños. Un espacio donde los niños reciben formación, atención médica y alimentación en un entorno seguro. Un lugar en el que Javi Nieves y Mar Amate volvieron a ser esos niños que, realmente, nunca han dejado de ser l