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Jubilación de Guadalupe Martínez
Durante el presente curso se ha jubilado la profesora de Historia Guadalupe Martínez, uno de los miembros del claustro que más años llevaba dando clase en nuestro Centro.
Desde nuestra revista le deseamos una feliz jubilación.
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Gina Marqués mayo, 2020 PARA GUADALUPE MARTINEZ
A Lupe la hemos conocido pocos, a pesar de ser una de las profesoras que han permanecido más años en el instituto Elcano. Esto se debe a su timidez y a su escaso deseo de notoriedad. Sin embargo, sus alumnos y sus compañeros de departamento de Geografía e Historia sí la conocemos y la queremos. Como profesora que se ha jubilado, me parece más oportuno comenzar por la valoración que han hecho siempre sus alumnos, que la han catalogado como una profesora extraordinaria. La llamaban la más grande, por ser estricta, trabajadora y muy justa. Esta es la valoración que siempre han hecho de ella sus alumnos de segundo de bachillerato, pues agradecían mucho su entrega y responsabilidad en la preparación de la prueba de la asignatura de Historia de España en Selectividad, ya que sabían que aprobando con Lupe tenían garantizada una notaza en la citada prueba. Y así fui testigo durante los 15 años que fuimos compañeras del departamento. Además, para sus alumnos era una profe enrollada que viajaba con ellos, que los acompañaba en el bus para ir al examen de Selectividad a Cádiz o Puerto Real, y que además participaba en las fiestas que organizaban los alumnos. Lupe, como compañera, te fui conociendo poco a poco y, siendo durante muchos años las dos únicas profesoras del departamento, se fue acrecentando nuestra complicidad. Por ejemplo, ante algunas novedades académicas que no nos convencían, y también descubrimos que en general teníamos más cosas en común de las que pensábamos. Te deseo unos años muy felices, que tú sabrás llenar con ilusiones junto a tu familia y amigos, y que nunca olvides que con tu buen hacer has contribuido mucho a que se valore muy positivamente el nivel de aprendizaje que se llevan tus alumnos para su futuro académico y profesional. Te agradezco tu ayuda, que junto a la de otros compañeros, hicieron que mis años en el instituto Elcano fueran aún más agradables.
"Se es de donde se hace el bachillerato" Max Aub. A mi profesora Guadalupe
Siempre supe que mi vida era la ciencia, por lo que las asignaturas que bajo mi criterio no eran ciencia permanecían en el lado de las de bajo interés, entre ellas la Historia. En bachillerato teníamos varias opciones en base a la modalidad que queríamos estudiar, de manera que mis compañeros y yo habíamos elegido la rama de ciencias, razón de más por la que esta asignatura aún nos asustaba más.
Antes de su primera clase de Historia con nosotros ya se habían oído rumores de que era seria, fría y estricta. La recuerdo como si fuese ayer, subiendo las escaleras de la izquierda y sujetando, contra su pecho y con una sola mano, no muchos apuntes. No era de llevar muchos libros. El primer día se presentaron ella y sus apuntes de Historia, creados para aprobar la selectividad.
Sus clases quedaron grabadas en mi memoria. A pesar de nuestros prejuicios y de su firmeza, nos transmitía su pasión por la asignatura en cada clase. Tras unos minutos escuchándola hablar de Historia ya nos había conquistado a más de la mitad y en pocos días consiguió lo que ningún profesor había logrado, mantener a toda la clase en silencio. La Historia no era nuestra pasión, pero sus clases captaban toda nuestra atención.
Guadalupe nos enseñó a leer, comprender y ver las intenciones de una persona sobre unas letras de textos antiguos. Ella fue la primera que nos abrió las puertas para conocer lo ocurrido en el pasado, una pena que en aquel momento muchos no supiéramos valorarlo. Con el tiempo lo que consideraba una asignatura sin sentido, influenciada por mi afinidad con la ciencia, se ha convertido en todo lo que Guadalupe quería hacernos ver en aquel bachillerato. He aprendido que existen varias razones por las que estudiar Historia es muy enriquecedor, ya lo decía hace un siglo Paul Preston "Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores".
Guadalupe no solo nos enseñó Historia, aprendimos a respetarla como profesora y con ello aprendimos educación. Nos demostró que los prejuicios son pretenciosos y que no se puede juzgar a una persona sin conocerla.
Parecía fría y seria, sin embargo, escuchaba a los que necesitaban contarle determinados problemas personales, aconsejaba y animaba a los alumnos a ser mejores personas, y era comprensiva y flexible con la programación de sus exámenes dependiendo de cuáles fueran las circunstancias.
Después de conocerla se ha convertido en un punto referente en mi vida. Personalmente aprendí que si nos dábamos la oportunidad de escuchar a las personas podíamos descubrir cosas increíbles. Al igual que, por muy poco atractivo que fuese lo que quisieras contar, para que te escuchasen tenías que saber hablar y transmitir con pasión y seguridad.
Gracias, por la forma y por todo lo que nos has entregado a mí y a todos los que tuvimos la oportunidad de disfrutarte tras un pupitre durante todos estos años. Deseo que la vida te regale muchos momentos bonitos y aunque con tu trabajo hayas disfrutado tanto como nos has demostrado, ahora la vida te regala la oportunidad de disfrutar de otra manera. Disfruta tus merecidas vacaciones y descansa de todas las hormonas adolescentes y revolucionadas que también has tenido que sosegar.
Te desea lo mejor, una antigua alumna de las asignaturas de Historia y de la vida.