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TERAPIA RESPIRATORIA
UN RESPIRO DE ALIVIO Algunas condiciones de salud pueden afectar el balance del proceso de respiración, favoreciendo la acumulación de secreciones bronquiales, conozca las alternativas para hacer efectiva la respiración Dr. Sergio Miranda Gallardo NEUMÓLOGO PEDIATRA drmirandaneumo@gmail.com
L
a primera etapa del proceso de respiración es la ventilación pulmonar, que consiste en el flujo de aire hacia adentro y hacia afuera de los pulmones, es decir, la inspiración, la contracción del diafragma y de los músculos inspiratorios da lugar a un incremento de la capacidad de la cavidad torácica, con lo que el aire es llevado hasta la parte final de las vías respiratorias (alvéolos). Durante la espiración, los músculos respiratorios se relajan, vuelven a sus posiciones de reposo y el aire sale de los pulmones. Posteriormente se lleva a cabo la difusión de gas, una vez que los alvéolos se han llenado (ventilado) con aire nuevo, el siguiente paso en el proceso respiratorio es la difusión del oxígeno desde los alvéolos hacia la sangre y el dióxido de carbono sale de la sangre hacia el aire ambiente a través de la vía aérea.
EN LOS ALVEOLOS Se lleva a cabo
el intercambio de dióxido de carbono y oxígeno por los pulmones y el torrente sanguíneo.
Problemas posibles Existen diferentes enfermedades que pueden afectar estos mecanismos o impactar en su adecuado funcionamiento, afectando la respiración, por lo general son enfermedades que se tornan crónicas. Cuando, por alguna causa, el nivel de ventilación pulmonar espontánea
que los músculos respiratorios pueden proporcionar es insuficiente, el cúmulo de las secreciones bronquiales se vuelve un problema serio; por lo tanto, conseguir que la expulsión de las secreciones sea efectiva es muy importante. El fracaso en el manejo de las secreciones respiratorias puede ser provocado por diferentes factores, como un aumento importante en su cantidad o por alteraciones en sus características reológicas (moco muy espeso o muy líquido), o bien por disminución de la permeabilidad de las vías aéreas (tanto bronquios como vía aérea superior). Algunas condiciones que complican la expulsión de secreciones respiratorias son asma, alergias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), displasia broncopulmonar, pacientes con cánula de traqueostomía, fibrosis quística, bronquiectasias post infecciosas, discinesia ciliar (síndrome de Cartagener), bronquitis, tabaquismo y enfermedades laborales. Otras condiciones que pueden provocar una expectoración ineficaz es la debilidad de los músculos respiratorios o malposición de la caja torácica; éstas pueden pro-
vocar una situación con riesgo grave para la salud y la vida; entre ellas se encuentran la escoliosis severa (desviación de la columna), así como enfermedades que afectan la fuerza muscular: distrofia muscular, miastenia grave, miositis, esclerosis múltiple, parálisis cerebral infantil (PCI), síndrome de Poland, obesidad mórbida y pacientes postrados o confinados a una cama.
Terapia respiratoria Su objetivo es movilizar y eliminar secreciones que se han acumulado, así como mejorar la ventilación. La eficacia del tratamiento dependerá de la correcta elección de la técnica según la patología, así como de una realización y adaptación adecuada al paciente. El American College of Chest Physicians (ACCP) y la American Association of Respiratory Care (AARC) mencionan diferentes procedimientos para lograr estos objetivos, los cuales pueden ser manuales y mecánicos. Estas técnicas pueden ser realizadas por el personal de terapia respiratoria y los familiares del paciente en su domicilio; para el apoyo de las diferentes técnicas respiratorias se cuenta con dispositivos médicos especializados (técnicas mecánicas) para lograr de manera eficaz el adecuado manejo de las secreciones bronquiales e incrementar la fuerza muscular respiratoria.