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UN DIAGNÓSTICO TEMPRANO PODRÍA SALVARTE LA VIDA
Domínguez FACS
Presidente de la Sociedad de Cirujanos Vasculares y Endovasculares de Puerto Rico
Caribbean Vascular Center Ponce PR
Las enfermedades cardiovasculares afectan a gran parte de la población a partir de los 65 años. Se estima que alrededor de más de 10 millones de personas podrían padecer de Enfermedad Arterial Periférica. Esta enfermedad se define como una condición crónica en la cual una placa aterosclerótica se desarrolla en las arterias, principalmente de las piernas. La Enfermedad Arterial Periférica puede coexistir con otras enfermedades cardiovasculares. Por tal razón, el riesgo de infarto al miocardio y derrame cerebral es elevado en pacientes que sufren de esta.
El síntoma más común se conoce como claudicación intermitente. Este se caracteriza por dolor muscular al ejercitarse el cual desaparece por completo al descansar. Sin embargo la mayoría de los pacientes que padecen de esta no presentan ningún síntoma. Es por esto la importancia de las pruebas de detección temprana como el índice de Brazo-Tobillo conocido por las siglas en inglés como ABI. Un resultado de ABI anormal se asocia con mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares. Un diagnóstico temprano y manejo médico adecuado es relevante para disminuir estas complicaciones.
Factores de Riesgo
Alguno de los factores más comunes son los siguientes:
LOS FACTORES DE RIESGOS ASOCIADOS A LA ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA SON SIMILARES A LOS QUE PROMUEVEN LA ENFERMEDAD CORONARIANA.
Se ha demostrado que la edad esta asociada a un aumento en la prevalencia, esta afecta alrededor de un 3% en pacientes menores de 60 años y aumenta a un 15-20% en pacientes mayores de 70 años. En cuanto al género, los hombres tienen una prevalencia más alta que las mujeres (especialmente en edades jóvenes). Además, usualmente presentan con una enfermedad más severa. The National Health and Nutrition Examination Survey demostró una prevalencia más alta en sujetos de raza negra seguido por latinos.
Presentación Clínica
La mayoría de los pacientes con Enfermedad Arterial Periférica no presentan síntomas. Estos aparecen cuando el flujo sanguíneo a las piernas disminuye significativamente poniendo en riesgo la extremidad del paciente.
Es de suma importancia diagnosticar los pacientes con enfermedad silenciosa. Un manejo médico adecuado en esta población disminuye el riesgo de infartos cardiacos, derrames cerebrales y muerte. Mientras más severos los síntomas del paciente, mayor el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Una prueba diagnostica temprana en pacientes con múltiple factores de riesgo está indicada en paciente asintomáticos.
Cuando hablamos de los factores de riesgo modificables, el que muestra mayor correlación con el desarrollo de Enfermedad Arterial Periférica es el tabaquismo. Los fumadores tienen 5 veces más probabilidad de desarrollar la enfermedad y la cantidad de cigarrillos fumados se relaciona a una mayor severidad. En relación a la diabetes, se conoce que estos pacientes tienen el doble de riesgo de padecerla versus los no diabéticos. Al igual los niveles altos de hemoglobina glicosilada y el uso de insulina correlacionan con una mayor severidad. Por último, niveles altos de colesterol y LDL se asocian a un aumento en riesgo de padecer enfermedad arterial.
Uno de los síntomas más comunes es la claudicación intermitente, el cual es dolor muscular que ocurre durante el ejercicio y desaparece con descanso. Usualmente el dolor ocurre distal a la estrechez u oclusión de la arteria afectada. De estos, el 2-3% progresará al estadío más severo de la enfermedad conocido como isquemia crítica. Esta se define por dolor muscular en reposo y en estadíos más severos por ulceras o gangrenas en los pies o dedos. Los pacientes con isquemia crítica tienen un riesgo significativo de amputación de la extremidad de no ser tratados a tiempo.