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Diagnóstico
Un historial y examen físico adecuado pueden ser suficientes para hacer un diagnóstico de Enfermedad Arterial Periférica y comenzar un manejo médico adecuado. En el historial podremos encontrar que el paciente se queja de síntomas como dolores musculares asociados al ejercicio y en casos más severos en descanso. Es importante diferenciarlos de otras enfermedades como los son discos herniados, radiculopatías, neuropatías, entre otros.
En la examinación física podrás encontrar caída del cabello en la extremidad afectada, cambios en coloración de la piel y unas, ausencia de pulsos periféricos y en casos severos, ulceras o gangrena de dedos.
El estudio diagnóstico más utilizado para confirmar la Enfermedad Arterial Periférica se le conoce como índice Brazo-Tobillo o por sus siglas en ingles como ABI. Un índice de menos 0.9 confirma la enfermedad arterial periférica. Al igual también está asociado a un aumento en complicaciones cardiovasculares y mortalidad. El ultrasonido arterial es otra herramienta usada como método diagnostico y podría mostrar en detalle la extensión de la enfermedad.
Tratamiento
El manejo médico en pacientes con Enfermedad Arterial Periférica asintomática o claudicación intermintente va dirigido a la disminución de riesgos cardiovasculares y es recomendado utilizar un anti plaquetario como los es la aspirina o el clopidogrel, esto en conjunto con una estatina para la disminución de colesterol y LDL. Se recomienda un régimen de ejercicio supervisado para mejorar el estado funcional y calidad de vida del paciente, además de mejorar los síntomas en pacientes con claudicación intermitente.
En pacientes con isquemia crítica es de suma importancia que sean evaluados por un especialista en enfermedades vasculares como un cirujano vascular para considerar la posibilidad de revascularización. Los pacientes con enfermedad avanzada que muestran úlceras o gangrena están en riesgo de sufrir una amputación mayor. Es por esto que además del manejo médico se recomienda mejorar el flujo sanguíneo de la extremidad a través de una intervención. El flujo sanguíneo puede ser mejorado a través de un cateterismo o angiografía de la pierna o en casos mas complejos, realizando un “bypass” de la extremidad.
Conclusión
LA MAYORÍA DE LOS PACIENTES CON ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA
Es por eso que pacientes con factores de riesgo deben ser diagnosticados a tiempo para recibir un tratamiento médico adecuado y reducir los riesgos cardiovasculares como infartos cardiacos y derrames cerebrales. En pacientes con enfermedad avanzada como dolor al descanso, úlceras o gangrenas deberían ser evaluados por especialistas en enfermedades vasculares para una posible intervención con el fin de mejorar el flujo sanguíneo debido al riesgo alto de amputación mayor.